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Creado por Zanji Katsumoto Dom Jun 19, 2016 7:10 am
La modesta nave avanza entre las rachas de viento helado propias de lo conocido en el North Blue por el pelinegro, el cual se mantiene de pie y con los brazos cruzados en proa, observando como la nieve poco a poco comienza a hacerse presente al mismo tiempo que rememora aquel invierno de hace diez años. Sin embargo, y antes siquiera de lograr materializar una tenue sonrisa en sus labios, una silueta a lo lejos llama su atención, haciéndolo olvidar de cualquier recuerdo o pensamiento para informar de inmediato a su capitán. Pero en el momento que iba a darse la vuelta para ir a dentro del barco, un fugaz destello despierta la curiosidad del exiliado guerrero de Wa no Kuni. — Lo mejor será que eche un vistazo antes de anclar — comenta en un tono normal de voz uno o dos segundos previos a volverse en su forma completa, transformando sus brazos en alas y sus piernas en garras y cubriendo el resto de su cuerpo en el plumaje típico de un halcón junto con el tamaño natural de este animal. Después emprende el vuelo.
En escasos minutos el rōnin se adentra en el espacio aéreo del lugar sin demasiados problemas salvo por la tímida ventisca que empieza a formarse. Aunque más allá del clima, Zanji consigue contemplar las entrañas de esa isla de invierno, visualizando unas construcciones derruidas por el incansable paso del tiempo y un bosque blanco tan denso como la niebla que se concentra en el centro de la zona, queriendo ocultar tal vez un gran secreto a los hombres y mujeres que caminan por sus albina y fría extensión.
— No parece haber nada sospechoso — piensa a la vez que toma camino a la embarcación del gremio en busca de Marcus-san — Pero echar el ancla no creo que vaya a ser una opción — concluye notando las ráfagas de aire helado que golpean sus alas sin sutileza alguna. Luego, y una vez ha dejado atrás el bosque y las colinas nevadas, aterriza justo enfrente de la puerta de entrada a la parte de camarotes de la embarcación a la par que vuelve a su aspecto humano. — ¿Marcus-san? — dice escuchando un ruido raro en cubierta y girándose al acto, pero solamente observa como la neblina invadía de manera paulatina el casco, dejando más o menos invisible el mástil mayor. No obstante el cazarrecompensas decide no darle mucha importancia y prosigue la búsqueda de su capitán. — ¿Estás, Marcus-san? — pregunta después de golpear la puerta del compartimiento, mas no obtiene respuesta alguna y vuelve a irse, aunque en esta ocasión al cuarto del timón. — No hay rastro de habitantes — comunica nada más pasar y ver al cazador.
En escasos minutos el rōnin se adentra en el espacio aéreo del lugar sin demasiados problemas salvo por la tímida ventisca que empieza a formarse. Aunque más allá del clima, Zanji consigue contemplar las entrañas de esa isla de invierno, visualizando unas construcciones derruidas por el incansable paso del tiempo y un bosque blanco tan denso como la niebla que se concentra en el centro de la zona, queriendo ocultar tal vez un gran secreto a los hombres y mujeres que caminan por sus albina y fría extensión.
— No parece haber nada sospechoso — piensa a la vez que toma camino a la embarcación del gremio en busca de Marcus-san — Pero echar el ancla no creo que vaya a ser una opción — concluye notando las ráfagas de aire helado que golpean sus alas sin sutileza alguna. Luego, y una vez ha dejado atrás el bosque y las colinas nevadas, aterriza justo enfrente de la puerta de entrada a la parte de camarotes de la embarcación a la par que vuelve a su aspecto humano. — ¿Marcus-san? — dice escuchando un ruido raro en cubierta y girándose al acto, pero solamente observa como la neblina invadía de manera paulatina el casco, dejando más o menos invisible el mástil mayor. No obstante el cazarrecompensas decide no darle mucha importancia y prosigue la búsqueda de su capitán. — ¿Estás, Marcus-san? — pregunta después de golpear la puerta del compartimiento, mas no obtiene respuesta alguna y vuelve a irse, aunque en esta ocasión al cuarto del timón. — No hay rastro de habitantes — comunica nada más pasar y ver al cazador.
Última edición por Zanji Katsumoto el Sáb Jun 25, 2016 10:17 am, editado 1 vez
Zanji Katsumoto
Hoja de personaje
Nivel:
(19/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 |
Creado por Karl O. Ritter Lun Jun 20, 2016 1:57 pm
Oda hace poco había sido reclutado para ingresar a una tripulación de cazadores, la mayoría le conocía por sus hazañas en el reino de Goa y él por su parte no hizo nada en ese entonces. Ahora era el navegante de aquellos hombres y mujeres, no tenía problema en ser un sin nombre en el mundo por ahora, no buscaba fama ni dinero sino otro tipo de cosas que quizás en su viaje con ellos lograría. Juró lealtad a sus compañeros, así como esperaba retribución de aquella palabra y acciones. Tal vez, dentro de un poco tiempo las cosas irían bien para Karl pero de momentos andaba como un desconocido lleno de conocidos. Le era indiferente.
Navegaba con calma, esperaba las instrucciones para poder parar y donde quisieran sus aliados llevar el ancla a que les afirmase, de momento parecía que solo él estaba despierto y como no si tenía que mantenerse siempre con un ojo puesto en mirar. Tenia frío en ese momento pero le daba lo mismo, se abrigó como pudo hasta con una especie de chaleco para invierno que cubrió su cabeza por completo, dejando unos mechones blancos y negros de su pelo al descubierto con sus ojos rojos como la ira. Ante las temperaturas heladas el hombre miró el mapa para saber donde estaban, se habían dirigido a esa isla tan particular, seguramente no era el sitio ideal para establecerse pero él no daba las ordenes, solo las sigue.
Decidió que el paso tuvo que ser menor, hizo un movimiento en el navío para que la aceleración fuese menor y claro ayudado por el clima esto fue facilitado. Karl observó de reojo como nadie estaba cerca de él, la tripulación parecía dormida o algo por el estilo. El hombre decidió tocar sus katanas en lo que se dirigía a la zona central del barco, allí observó todo, a lo lejos un clima más gélido que el momentáneo, se notaba solo por observar esa neblina. Si él ya tenía frío no imaginaba más adentro, quizás hasta sus espadas serían meramente juguetes del yeti.
Ante la temperatura baja este comenzó a mover sus manos juntas, creando calor por fricción también con su aliento calentaba sus manos. No quería despertar a nadie, aún no era necesario pero estaba alerta por si sus compañeros se acercasen o si el capitán hacia acto de presencia a dar instrucciones. Oda se fue a la proa donde solo miró adelante, maldiciendo el frío. — Maldito frío. Ahora es cuando un té me viene como anillo al dedo.— Reclamó para el mismo. No hizo más que eso y mirar hacia el horizonte, todo lo que sus ojos pudiesen. No tenía hambre ni nada, solo ansiaba tomar algo caliente para que su cuerpo tuviese una temperatura mayor.
Navegaba con calma, esperaba las instrucciones para poder parar y donde quisieran sus aliados llevar el ancla a que les afirmase, de momento parecía que solo él estaba despierto y como no si tenía que mantenerse siempre con un ojo puesto en mirar. Tenia frío en ese momento pero le daba lo mismo, se abrigó como pudo hasta con una especie de chaleco para invierno que cubrió su cabeza por completo, dejando unos mechones blancos y negros de su pelo al descubierto con sus ojos rojos como la ira. Ante las temperaturas heladas el hombre miró el mapa para saber donde estaban, se habían dirigido a esa isla tan particular, seguramente no era el sitio ideal para establecerse pero él no daba las ordenes, solo las sigue.
Decidió que el paso tuvo que ser menor, hizo un movimiento en el navío para que la aceleración fuese menor y claro ayudado por el clima esto fue facilitado. Karl observó de reojo como nadie estaba cerca de él, la tripulación parecía dormida o algo por el estilo. El hombre decidió tocar sus katanas en lo que se dirigía a la zona central del barco, allí observó todo, a lo lejos un clima más gélido que el momentáneo, se notaba solo por observar esa neblina. Si él ya tenía frío no imaginaba más adentro, quizás hasta sus espadas serían meramente juguetes del yeti.
Ante la temperatura baja este comenzó a mover sus manos juntas, creando calor por fricción también con su aliento calentaba sus manos. No quería despertar a nadie, aún no era necesario pero estaba alerta por si sus compañeros se acercasen o si el capitán hacia acto de presencia a dar instrucciones. Oda se fue a la proa donde solo miró adelante, maldiciendo el frío. — Maldito frío. Ahora es cuando un té me viene como anillo al dedo.— Reclamó para el mismo. No hizo más que eso y mirar hacia el horizonte, todo lo que sus ojos pudiesen. No tenía hambre ni nada, solo ansiaba tomar algo caliente para que su cuerpo tuviese una temperatura mayor.
Karl O. Ritter
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Jennyfer Mar Jun 21, 2016 8:48 am
Ya habían transcurrido más de tres meses desde lo de Goa, la cazadora de rostro marcado se encontraba dentro de su habitación dentro de la embarcación, tan pronto como se había enterado del lugar a donde irían había empezado a revisar algunos libros que ya había leído sobre el clima y la isla, pero sobre todo, de las mejores formas de llevar sus armas para mantenerlas en optimas condiciones, después de todo, un arma descuidada podría arruinarse fácilmente si no se sabía cómo mantenerla en optimas condiciones para que no cometieran traición en los peores momentos posibles.
Si bien hacia frio, en su habitación era bastante tolerable gracias a que tenía un aire acondicionado frio/calor, Jennyfer no era descuidada como para utilizarlo para mantener su habitación a una temperatura particularmente confortable, solo lo suficientemente fría como para no tener que ir con su abrigo más pesado dentro del barco, abrió su refrigerador personal y saco del interior una lata de cerveza para ponerse a tomar mientras que continuaba con la lectura.
Ya había pasado un buen rato desde que había estado leyendo y revisando sus armas cuando apago el aire acondicionado para dejar que la temperatura de la habitación se redujera gradualmente, pronto deberían de llegar a destino y tenía que ir preparándose mental y físicamente para adaptarse a el despiadado clima de Isla Minion, abrió un poco la puerta de su habitación para que el calor se disipara más rápido por un momento mientras se ponía el abrigo pesado para aquella ocasión, un traje térmico debajo y aquel abrigo deberían de ser suficientes para soportar el exterior.
Una vez que estuvo preparada tomo sus pistolas y las reviso, reviso como se sentía utilizarla con aquellos guantes, aunque no disparó si se preparaba para utilizarlas, la habitación ya estaba mucho más fría que antes para cuando puso ambas pistolas a los lados de su cintura, reviso también como se sentían el rifle sema automático y la escopeta de doble cañón automática, ambas armas eran bastante más problemáticas, tanto en mantenimiento como en utilización, sin embargo seguían siendo demasiado útiles como para dejarlas de lado solo por las pistolas.
Revisó tener en sus bolsillos tanto sus diales como el den den mushi mini que le había regalado Octarine, miró por un momento al pequeño insecto y luego lo puso en el bolsillo de su chaqueta con cuidado, una vez hecho aquello comenzó a acomodar cargadores y municiones en su cinturón, su morral, sus piernas y la cinta que cruzaba su morral, como de costumbre, estaba armada hasta los dientes, una vez que se sintió lista para trabajar salió para ver cómo estaban las cosas en proa y en la sala de navegación.
Si bien hacia frio, en su habitación era bastante tolerable gracias a que tenía un aire acondicionado frio/calor, Jennyfer no era descuidada como para utilizarlo para mantener su habitación a una temperatura particularmente confortable, solo lo suficientemente fría como para no tener que ir con su abrigo más pesado dentro del barco, abrió su refrigerador personal y saco del interior una lata de cerveza para ponerse a tomar mientras que continuaba con la lectura.
Ya había pasado un buen rato desde que había estado leyendo y revisando sus armas cuando apago el aire acondicionado para dejar que la temperatura de la habitación se redujera gradualmente, pronto deberían de llegar a destino y tenía que ir preparándose mental y físicamente para adaptarse a el despiadado clima de Isla Minion, abrió un poco la puerta de su habitación para que el calor se disipara más rápido por un momento mientras se ponía el abrigo pesado para aquella ocasión, un traje térmico debajo y aquel abrigo deberían de ser suficientes para soportar el exterior.
Una vez que estuvo preparada tomo sus pistolas y las reviso, reviso como se sentía utilizarla con aquellos guantes, aunque no disparó si se preparaba para utilizarlas, la habitación ya estaba mucho más fría que antes para cuando puso ambas pistolas a los lados de su cintura, reviso también como se sentían el rifle sema automático y la escopeta de doble cañón automática, ambas armas eran bastante más problemáticas, tanto en mantenimiento como en utilización, sin embargo seguían siendo demasiado útiles como para dejarlas de lado solo por las pistolas.
Revisó tener en sus bolsillos tanto sus diales como el den den mushi mini que le había regalado Octarine, miró por un momento al pequeño insecto y luego lo puso en el bolsillo de su chaqueta con cuidado, una vez hecho aquello comenzó a acomodar cargadores y municiones en su cinturón, su morral, sus piernas y la cinta que cruzaba su morral, como de costumbre, estaba armada hasta los dientes, una vez que se sintió lista para trabajar salió para ver cómo estaban las cosas en proa y en la sala de navegación.
Jennyfer
Hoja de personaje
Nivel:
(21/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Sakura Jue Jun 23, 2016 3:31 pm
Seguía sin creer que estuviese en un barco rodeada de gente que ahora tenía que llamar ¿Compañeros? ¿Colegas? Amigos.. obviamente no era una opción ya que ella no era de confiar en nadie lo suficiente para poder decir que tiene amigos. Volvió la vista a la lectura mientras trataba de dejar de pensar demasiado en cómo pasó de ser una cazadora que iba por la libre, consiguiendo al completo sus wanted a alguien que ahora recibía órdenes como si fuera algún tipo de esclavo o similar. Sentía cierto odio hacia aquella decisión pero ¿Qué más daba? al menos ahora podía leer pacíficamente mientras alguien más se hacía cargo de navegar el barco a donde fuese que se dirigiesen, era un punto a favor el hecho de no tener que quedarse fuera aguantando el fuerte sol o el fuerte viento mientras se tomaba el timón.
Incluso cuando en brazos y piernas no podía sentir el cambio tan drástico de temperatura al que se había sometido, la pelirosa optó por colocarse un abrigo que le cubriese hasta la cadera ya que cubrir sus piernas era un gasto innecesario en peso, además de que un abrigo largo resultaría un estorbo al momento de colocar sus armas en la cadera. Volvió a su silla y siguió leyendo por un largo rato hasta que el movimiento del barco fue reduciéndose, dejándole en claro que estaban por llegar a su destino, se puso de pie y comenzó a preparar su armamento, cargando las pistolas, acomodando las flechas de su ballesta y colocándose las botas para posteriormente apagar la luz y salir de la habitación.
En su camino, escuchó como llamaban al que ahora era su capitán, sin decir una sola palabra y al momento de salir no se topó con nadie hasta que avanzó a la cubierta notando que había comenzado a nevar, con pequeños copos de nieve que poco a poco dejaban un color blanco a lo largo del barco, la pelirosa cerró su abrigo y con las pistolas bien sujetas en su cadera, avanzó hasta una de las orillas para observar el mar, exhalando profundamente mientras se preparaba mentalmente para no ser demasiado agresiva y colocar a todos los que serían sus compañeros, en su contra, después de todo ahora trabajaba en conjunto con ellos.
Incluso cuando en brazos y piernas no podía sentir el cambio tan drástico de temperatura al que se había sometido, la pelirosa optó por colocarse un abrigo que le cubriese hasta la cadera ya que cubrir sus piernas era un gasto innecesario en peso, además de que un abrigo largo resultaría un estorbo al momento de colocar sus armas en la cadera. Volvió a su silla y siguió leyendo por un largo rato hasta que el movimiento del barco fue reduciéndose, dejándole en claro que estaban por llegar a su destino, se puso de pie y comenzó a preparar su armamento, cargando las pistolas, acomodando las flechas de su ballesta y colocándose las botas para posteriormente apagar la luz y salir de la habitación.
En su camino, escuchó como llamaban al que ahora era su capitán, sin decir una sola palabra y al momento de salir no se topó con nadie hasta que avanzó a la cubierta notando que había comenzado a nevar, con pequeños copos de nieve que poco a poco dejaban un color blanco a lo largo del barco, la pelirosa cerró su abrigo y con las pistolas bien sujetas en su cadera, avanzó hasta una de las orillas para observar el mar, exhalando profundamente mientras se preparaba mentalmente para no ser demasiado agresiva y colocar a todos los que serían sus compañeros, en su contra, después de todo ahora trabajaba en conjunto con ellos.
Sakura
Hoja de personaje
Nivel:
(3/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Marcus d' Voltem Sáb Jun 25, 2016 11:46 am
El lider de ese gremio de cazadores estaba en su camarote en la madrugada, pensando en los siguientes movimientos de la tripulación. En el transcurso de unos tres meses había estado reclutando nuevos integrantes para el gremio, desde la salida de Lina y Okita, la cosa estaba un poco turbia, pero el apoyo constante de Zanji era un buen subidón de moral para el cazador. La parada actual era la isla minion, era de los pocos lugares medianamente tranquilos para poder moverse, sin tener que estar pendientes 24/7 de si había enemigos cerca. Levantándose algo mas temprano y buscando entre sus cosas del camarote, la bolsa de tornillos que solia cargar encima para sus meriendas. Se prepara en la cocina del barco un huevo revuelto con algo de sal, y unas naranjas que termino exprimiendo en un dispensador que fabrico el mismo, no era mucho pero no era habido en el arte de la cocina y lo mejor era poderse a preparar algo sencillo.
Luego de su desayuno bajo a su taller a arreglar unas cosas, pensaba en ponerle unos aires acondicionados al barco, estancias mas cómodas y algunos otros detalles. Después de todo, que fuesen cazadores no significaba que no podrían tener ciertos lujos. Paso un rato hasta que escucho a Zanji llamar por la cubierta inferior del barco. El ingeniero dejo sus herramientas en la mesa y salió del taller – hola zanji – dice mientras se ajusta sus lentes – la verdad es que creo que llegamos por la parte deshabitada de la isla, no hay mucha gente aquí realmente, tendríamos que ir al extremo opuesto que es donde hay algunas aldeas pequeñas pobladas – por un momento pensó en que las arcas de la tripulación no estaban todo lo llenas que le gustaría, así que tuvo una idea – si puedes búscame a los demás, tengo una idea que podría darnos bastante dinero
Luego de su desayuno bajo a su taller a arreglar unas cosas, pensaba en ponerle unos aires acondicionados al barco, estancias mas cómodas y algunos otros detalles. Después de todo, que fuesen cazadores no significaba que no podrían tener ciertos lujos. Paso un rato hasta que escucho a Zanji llamar por la cubierta inferior del barco. El ingeniero dejo sus herramientas en la mesa y salió del taller – hola zanji – dice mientras se ajusta sus lentes – la verdad es que creo que llegamos por la parte deshabitada de la isla, no hay mucha gente aquí realmente, tendríamos que ir al extremo opuesto que es donde hay algunas aldeas pequeñas pobladas – por un momento pensó en que las arcas de la tripulación no estaban todo lo llenas que le gustaría, así que tuvo una idea – si puedes búscame a los demás, tengo una idea que podría darnos bastante dinero
Marcus d' Voltem
Hoja de personaje
Nivel:
(35/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 | 1 |
Creado por Zanji Katsumoto Sáb Jul 02, 2016 3:49 pm
Sin más la respuesta del líder cazador suena por los pasillos del barco, dejando al rōnin confundido por unos instantes adentro de la cabina del timonel. — Buenos días, capitán — contesta rápidamente en el momento que sale de susodicha estancia y observa la actitud despreocupada del tirador, el cual reclama la reunión de todo el gremio a bordo. — ¿En el comedor estará bien, Marcus-san? — pregunta para no equivocarse al hacer llegar la orden a todos los miembros. Después, y una vez oída la aclaración, Zanji solamente asiente al cazarrecompensas jefe y comienza a indagar por las entrañas de la nave, mirando antes de nada las bodegas del casco inferior para ir ascendiendo a los camarotes y demás instancias. Sin embargo la búsqueda escalonada de los individuos es en vano. Lo único que el espadachín encuentra son habitaciones vacías junto a un férreo silencio interrumpido tan sólo por el romper de las olas, las cuales no terminan de agradar al improvisado marinero. — ¿Realmente estarán despiertos tan temprano? —.
Transcurridos ya unos minutos el exiliado samurái por fin llega a zona de cubierta, hallándose un paisaje totalmente diferente al que dejó en principio. Pero más allá del panorama lo que abarca más su atención es la cantidad de personas en mitad de la cubierta. — ¡Ajam! — carraspea el pelinegro mientras se cubre la boca, disimulando el hecho de que había hecho eso a modo de hacerles notar su presencia en la puerta de entrada — Ritter-kun, Bonhart-san y Sakura-chan, el capitán solicita su presencia lo antes posible —.
A continuación, y dejando un margen de segundos para que todos se acercaran lo necesario, Zanji toma el camino a donde el líder del gremio lo ha pedido, esperando que el conjunto de cazadores lo siguieran sin inconvenientes. — Por cierto, ¿qué tal han dormido? — pregunta cortés el desterrado, rememorando una lejana charla que mantuvo con Marcus-san hace un par de meses atrás — Aunque antes me gustaría decirles que no hay necesidad de llevar armas a bordo — alude viendo con anterioridad las armas de los miembros, obviando su tantō oculta entre el holgado kimono que lleva encima — Según parece esta es una región pacífica, al contrario que el mar abierto —. Entonces, al mismo tiempo que acaba de decir eso último, todos se detienen enfrente de la puerta oportuna, la cual golpea educadamente dos o tres veces el rōnin para avisar que entra junto al resto de cazarrecompensas. — ¿Marcus-san? — consulta una vez abierta la puerta y viendo el interior de la instancia — Aquí están todos como me pidió, capitán —.
Transcurridos ya unos minutos el exiliado samurái por fin llega a zona de cubierta, hallándose un paisaje totalmente diferente al que dejó en principio. Pero más allá del panorama lo que abarca más su atención es la cantidad de personas en mitad de la cubierta. — ¡Ajam! — carraspea el pelinegro mientras se cubre la boca, disimulando el hecho de que había hecho eso a modo de hacerles notar su presencia en la puerta de entrada — Ritter-kun, Bonhart-san y Sakura-chan, el capitán solicita su presencia lo antes posible —.
A continuación, y dejando un margen de segundos para que todos se acercaran lo necesario, Zanji toma el camino a donde el líder del gremio lo ha pedido, esperando que el conjunto de cazadores lo siguieran sin inconvenientes. — Por cierto, ¿qué tal han dormido? — pregunta cortés el desterrado, rememorando una lejana charla que mantuvo con Marcus-san hace un par de meses atrás — Aunque antes me gustaría decirles que no hay necesidad de llevar armas a bordo — alude viendo con anterioridad las armas de los miembros, obviando su tantō oculta entre el holgado kimono que lleva encima — Según parece esta es una región pacífica, al contrario que el mar abierto —. Entonces, al mismo tiempo que acaba de decir eso último, todos se detienen enfrente de la puerta oportuna, la cual golpea educadamente dos o tres veces el rōnin para avisar que entra junto al resto de cazarrecompensas. — ¿Marcus-san? — consulta una vez abierta la puerta y viendo el interior de la instancia — Aquí están todos como me pidió, capitán —.
Zanji Katsumoto
Hoja de personaje
Nivel:
(19/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 |
Creado por Karl O. Ritter Dom Jul 03, 2016 8:55 pm
El hombre se quedó en paz, casi con mirada sumamente tranquila, se había movido un poco en el barco para no estar siempre en el mismo sitio. A ojos cerrados y brazos cruzados se acomodó en una esquina, apoyado en la madera fría. El espadachín proveniente de Wano se encontraba algo pensativo, traía en mente muchas cosas pero a la vez de estas solo un par tenían solución. El hombre comenzó a filosofar un poco pero no solo eso sino que comenzó a realizar su típico origami, era la figura de un pájaro bien pequeño parecía una codorniz. Era una de las aves preferidas de su difunta mujer, sí..siempre la traía en mente.
Los minutos pasaron y ya se había ido a otra ubicación pero en el preciso momento en que deseaba ir por algo de comer Oda logró escuchar a uno de sus compañeros, era Zanji. Cuando le observó, escuchando de lleno el “Ritter-kun”, tenía veintisiete años y le denominaban de semejante manera, no le desagrado pero igual, no lo veía adecuado. Cerró sus ojos ante las palabras del muchacho, era lo indicado ir donde Marcus. El cazador no se hizo esperar mucho, le dedicó unas palabras al simpático compañero que tenía en la tripulación.
— Bien. Voy en seguida.— Finalizó el cazador con las tres espadas con empuñadura de color rojo intenso. Se las acomodo un poco para así caminar tan tranquilo como podía siguiendo a quienes iban igual, en realidad todos tenían que ir si el capitán así lo decía. Fue en ese momento que el hombre de pelo blanco con negro avanzó con suma tranquilidad por el barco, iba al encuentro con el capitán ya tenía algo de intriga de que era lo que podía suceder pero se podía imaginar a lo que iba, eso le encantaba y una aventura sería lo mejor en momentos como estés o algo, de interés.
Oda se movilizó con lentitud hasta el sitio acordado donde se reunirían todos, estaba Zanji que siempre iniciaba el hablar, era ya típico del joven respetuoso. Karl por su parte se posición haciendo una reverencia al capitán, entró y cuando quien había ido a buscar al grupo, su comentario hizo que el espadachín se tomase las katanas y acomodase, no iba a soltar ninguna, jamás. En ese preciso momento decidió hablar.
— ¿Alguna novedad?— Preguntó desviando un poco la mirada a sus compañeros, con tranquilidad, a muchos los conocía poco y nada, confiaba en ellos pero de todos modos para decir que la confianza era plena faltaba mucha agua bajo el río. Había que esperar las instrucciones del líder para comenzar así a moverse.
Los minutos pasaron y ya se había ido a otra ubicación pero en el preciso momento en que deseaba ir por algo de comer Oda logró escuchar a uno de sus compañeros, era Zanji. Cuando le observó, escuchando de lleno el “Ritter-kun”, tenía veintisiete años y le denominaban de semejante manera, no le desagrado pero igual, no lo veía adecuado. Cerró sus ojos ante las palabras del muchacho, era lo indicado ir donde Marcus. El cazador no se hizo esperar mucho, le dedicó unas palabras al simpático compañero que tenía en la tripulación.
— Bien. Voy en seguida.— Finalizó el cazador con las tres espadas con empuñadura de color rojo intenso. Se las acomodo un poco para así caminar tan tranquilo como podía siguiendo a quienes iban igual, en realidad todos tenían que ir si el capitán así lo decía. Fue en ese momento que el hombre de pelo blanco con negro avanzó con suma tranquilidad por el barco, iba al encuentro con el capitán ya tenía algo de intriga de que era lo que podía suceder pero se podía imaginar a lo que iba, eso le encantaba y una aventura sería lo mejor en momentos como estés o algo, de interés.
Oda se movilizó con lentitud hasta el sitio acordado donde se reunirían todos, estaba Zanji que siempre iniciaba el hablar, era ya típico del joven respetuoso. Karl por su parte se posición haciendo una reverencia al capitán, entró y cuando quien había ido a buscar al grupo, su comentario hizo que el espadachín se tomase las katanas y acomodase, no iba a soltar ninguna, jamás. En ese preciso momento decidió hablar.
— ¿Alguna novedad?— Preguntó desviando un poco la mirada a sus compañeros, con tranquilidad, a muchos los conocía poco y nada, confiaba en ellos pero de todos modos para decir que la confianza era plena faltaba mucha agua bajo el río. Había que esperar las instrucciones del líder para comenzar así a moverse.
Karl O. Ritter
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Jennyfer Miér Jul 06, 2016 10:16 pm
El clima era tan frio como ella había esperado que fuera en la proa del barco, sin embargo lo que no había estado dentro de sus especulaciones había sido el movimiento de gente en aquella área del barco por aquellas horas, pues pudo divisar a más de un miembro de la tripulación deambulando por o pasando dentro de su campo de visión, cosa que la sorprendía pero no de sobremanera, simplemente la había tomado desprevenida, sin comentar nada al respecto se apoyó en uno de los bordes del barco sintiendo el movimiento del mismo mientras encendía uno cigarrillo para empezar a fumar, la humedad no era buena para el tabaco así que no sacaría sus habanos si no era por algo especial.
La fémina de fría mirada se encontraba en la cubierta cuando su atención fue llamada por Zanji Katsumoto, uno de sus compañeros en aquella tripulación de cazadores de recompensas, por lo que había comprobado en aquel breve tiempo con ellos se trataba de un usuario de Zoan y originario de Wano, esto último incluso más evidente que sus capacidades sobrenaturales gracias a su forma de hablar, vestir y portar aquella su espada, un hombre de aspecto en cierta forma cansado según la percepción de la ex~marine, le estaba llamando junto al resto de personas por petición del capitán.
Siguiendo los pasos de Zanji y en compañía del resto de personas llamadas al punto de reunión la veterana con olor a pólvora y alcohol, una vez que estuvo en presencia del capitán se hizo a un lado de la puerta para dejar disponible el libre tránsito por el habitáculo antes de ponerse firme y realizar una breve viña militar a modo de saludo respetuoso, ella no reverenciaría a nadie pero reconocía tanto el liderazgo como las capacidades de aquel hombre y esa era la única forma que tenía de expresar tales cosas sintiéndose cómoda, dejó que el resto hicieran las preguntas mientras ella estaba atenta a las respuesta de lo que deseaba saber.
La fémina de fría mirada se encontraba en la cubierta cuando su atención fue llamada por Zanji Katsumoto, uno de sus compañeros en aquella tripulación de cazadores de recompensas, por lo que había comprobado en aquel breve tiempo con ellos se trataba de un usuario de Zoan y originario de Wano, esto último incluso más evidente que sus capacidades sobrenaturales gracias a su forma de hablar, vestir y portar aquella su espada, un hombre de aspecto en cierta forma cansado según la percepción de la ex~marine, le estaba llamando junto al resto de personas por petición del capitán.
Siguiendo los pasos de Zanji y en compañía del resto de personas llamadas al punto de reunión la veterana con olor a pólvora y alcohol, una vez que estuvo en presencia del capitán se hizo a un lado de la puerta para dejar disponible el libre tránsito por el habitáculo antes de ponerse firme y realizar una breve viña militar a modo de saludo respetuoso, ella no reverenciaría a nadie pero reconocía tanto el liderazgo como las capacidades de aquel hombre y esa era la única forma que tenía de expresar tales cosas sintiéndose cómoda, dejó que el resto hicieran las preguntas mientras ella estaba atenta a las respuesta de lo que deseaba saber.
Jennyfer
Hoja de personaje
Nivel:
(21/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Sakura Lun Jul 11, 2016 9:17 pm
El frío era tanto que podía observar su cálido aliento cada que exhalaba, por lo que decidió desperdiciar el tiempo muerto que se había adjudicado para jugar como si tuviera cinco años con el humo que salía de entre sus labios. Tras varios segundos se detuvo notando que aquello era demasiado estúpido y cruzó los dedos esperando que nadie más de la tripulación hubiera sido capaz de observarla, si bien le importaba poco la opinión de los demás, era bueno de vez en cuando mantener una postura ruda frente a personas con las que no estás del todo convencida de estar. Posó su mano derecha sobre su pistola y con el tacto de los circuitos pudo asegurarse de que la había colocado en el lugar correcto por si las cosas se salían de control, después de todo ella no confiaba aún en absolutamente nadie que no fuera su propio capitán; claro, si es que en algún momento se lo tomaba como tal.
Sus pensamientos sobre la inmortalidad del cangrejo son interrumpidos por una voz masculina, exhala profundamente y pasa su vista del mar hacia el hombre que responde al nombre de Zanji, enarca una ceja esperando que diga lo que tenga que decir y asiente sin mucho ánimo tras escuchar su nombre acompañado de un honorífico ¿Es que creía que estaba hablando con algún tipo de princesa delicada? La pelirosa acomodó su cabello con cuidado mientras levantaba su gorra para aplacarlo y que éste no perdiera su forma ya que era algo que le costaba mucho trabajo debido al largo del mismo y a que la gorra muchas veces resultaba de menos ayuda de lo que parecía — Sólo dime Sakura — musitó de mala gana para sí misma con cierto tono de irritación conforme sus pasos la llevaban dentro del barco dejando atrás el clima helado que ella no era capaz de apreciar por completo.
La cyborg estaba por responder a su primer cuestionamiento pero se detuvo al escuchar su “recomendación” negando levemente con la cabeza mientras se aferraba a las armas que traía consigo. Por más que estuvieran en una isla pacífica ella no confiaba en nadie incluso a bordo por lo que no se podía andar por ahí sin sus armas, sumado al hecho de que se sentía desnuda y desprotegidas sin ellas a pesar de que en uno de sus brazos cargaba un lanzallamas que bien podía servir para quemarle el culo a cualquiera que se metiera con ella. Esperó a que todos entrasen y ella fue la última en pasar posando su vista en la habitación y en cada uno de sus ahora compañeros mientras buscaba un sitio para sentarse, odiaba estar de pie por demasiado tiempo y sabía que aquella charla a la que habían sido citados no sería de corta duración.
Una vez cerró la puerta detrás de sí, encontró un asiento libre al cual no tardó demasiado en tomar, se sentó y cruzó una pierna sobre la otra, posando su vista sobre su capitán, esperando que dijera algo en respuesta al cuestionamiento del otro de sus compañeros — Zanji..-senpai — aclaró su garganta tras no acostumbrarse a responderle con un honorífico al cazarrecompensas — ejem.. mencionó que la zona no es precisamente violenta así que no me explico del todo por qué estamos acá, dudo que podamos encontrarnos un pez gordo — se encogió de hombros descansando su espalda en el respaldo de la silla que había tomado.
Sus pensamientos sobre la inmortalidad del cangrejo son interrumpidos por una voz masculina, exhala profundamente y pasa su vista del mar hacia el hombre que responde al nombre de Zanji, enarca una ceja esperando que diga lo que tenga que decir y asiente sin mucho ánimo tras escuchar su nombre acompañado de un honorífico ¿Es que creía que estaba hablando con algún tipo de princesa delicada? La pelirosa acomodó su cabello con cuidado mientras levantaba su gorra para aplacarlo y que éste no perdiera su forma ya que era algo que le costaba mucho trabajo debido al largo del mismo y a que la gorra muchas veces resultaba de menos ayuda de lo que parecía — Sólo dime Sakura — musitó de mala gana para sí misma con cierto tono de irritación conforme sus pasos la llevaban dentro del barco dejando atrás el clima helado que ella no era capaz de apreciar por completo.
La cyborg estaba por responder a su primer cuestionamiento pero se detuvo al escuchar su “recomendación” negando levemente con la cabeza mientras se aferraba a las armas que traía consigo. Por más que estuvieran en una isla pacífica ella no confiaba en nadie incluso a bordo por lo que no se podía andar por ahí sin sus armas, sumado al hecho de que se sentía desnuda y desprotegidas sin ellas a pesar de que en uno de sus brazos cargaba un lanzallamas que bien podía servir para quemarle el culo a cualquiera que se metiera con ella. Esperó a que todos entrasen y ella fue la última en pasar posando su vista en la habitación y en cada uno de sus ahora compañeros mientras buscaba un sitio para sentarse, odiaba estar de pie por demasiado tiempo y sabía que aquella charla a la que habían sido citados no sería de corta duración.
Una vez cerró la puerta detrás de sí, encontró un asiento libre al cual no tardó demasiado en tomar, se sentó y cruzó una pierna sobre la otra, posando su vista sobre su capitán, esperando que dijera algo en respuesta al cuestionamiento del otro de sus compañeros — Zanji..-senpai — aclaró su garganta tras no acostumbrarse a responderle con un honorífico al cazarrecompensas — ejem.. mencionó que la zona no es precisamente violenta así que no me explico del todo por qué estamos acá, dudo que podamos encontrarnos un pez gordo — se encogió de hombros descansando su espalda en el respaldo de la silla que había tomado.
Sakura
Hoja de personaje
Nivel:
(3/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Marcus d' Voltem Jue Jul 14, 2016 3:21 pm
Muy bien, todo el mundo estaba reuniéndose en el comedor del barco, estaba en la cubierta inferior y tenia algunas cosas bastante curiosas, casi todas ideas del miembro mas antiguo del gremio, el samurái Zanji. Habían algunas mejoras como tal, hechas por el ingeniero y capitán del barco para hacer la estadía un poco mas llevadera, como estanterías refrigeradas, y demás detalles que aunque pudiesen parecer inútiles hacían todo mas cómodo. El tirador por su parte, mientras todos estaban rumbo al comedor, estaba revisando unas notas, que contenían la información necesaria para realizar todo correctamente. El concepto era bastante sencillo y se amoldaba a la perfección a las tareas que estuvieron desempeñando hasta el momento – hora de trabajar – tomo algo de aire y se dirigió directamente a las puertas del comedor. Una vez ahí logro ver a todos los demás componentes que formaban parte directiva de la futura empresa – buenos días – les dice en un tono bastante serio – seguramente se preguntaran como es que no estamos constantemente cazando criminales, pues bueno, la respuesta es que he pensado un método un poco mas fiable para poder generar ingresos sin que conlleve un enorme riesgo para nosotros – comienza a explicar el cazador - como sabrán seguramente, han habido bastantes problemas relacionados con saqueos y ataques tras las revueltas de goa, eso pone a mucha gente adinerada en peligro constante, personas que estarían dispuestas a pagar una enorme suma de dinero por garantizarles la seguridad – en ese momento coloca unos papeles sobre la mesa explicando un poco mas en detalle la idea – haríamos una empresa de seguridad privada, cualquiera que pueda pagarnos le proveeríamos de vigilancia, ya sea con equipos o con guarda espaldas ¿les interesa la idea?
Marcus d' Voltem
Hoja de personaje
Nivel:
(35/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 | 1 |
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