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Creado por Midoriya Izuku Sáb Jun 25, 2016 9:21 am
Todo el mundo sabe que los comienzos no son fáciles. Y menos para un chico débil y bueno como Midoriya Izuku. Sus rizados cabellos sobresalían entre todos los recién ingresados en la marina. Los soldados alrededor del joven lo observaban y se reían. -¿Cómo se puede ver tan débil?- Preguntaban unos. -¿Cómo habrá pasado las pruebas físicas? Seguro que su padre es un importante cargo.- Decían otros. Mientras, el joven de cabellera rizada bajaba la cabeza, intentando pasar desapercibido. ”¿Por qué no me dejan en paz? Ni siquiera he cruzado palabra con ninguno de ellos… Tsk…” Pensaba el joven.
Los ordenaron formar en un enorme patio de aquella base marina situada en el Reino de Goa, de la Isla de Down, para soltarles un discurso donde alababan a los jóvenes que habían decidido entrar en la Marina, además de informar que la era de los piratas no se iba a acabar por si sola, sino que la humanidad necesitaba a gente con ganas de pelear contra los piratas. Y esa gente estaba concentrada en aquel patio. ”¿Qué casualidad, no? Jé, si creen que conmigo van a capturar a muchos piratas, van listos. Todavía tengo mucho que mejorar, como por ejemplo mis músculos.” Pensaba Midoriya.
Cuando la charla acabó, les dijeron que tenían que pasar por una habitación para recoger sus uniformes y las llaves de su habitación. Midoriya se puso a la cola, mientras veía a todos que ya habían empezado a hacerse amigos. Era un poco tímido, por lo que esa parte de conocer a los demás le iba a costar bastante. ”Pensandolo bien… ¿Quién me querría como compañero? Soy débil, no se usar armas, no se ninguna táctica de combate… ¿Qué es lo único que me queda? ¿Mi inteligencia? Seguramente habrá otros mas inteligentes que yo.” Pensaba mientras se mordía la uña del dedo gordo de la mano derecha. Él siempre se trataba de sabotear. Nunca tenía una buena moral. Tenía complejo de inferioridad; y eso era algo que le iba a pasar bastante factura en la marina.
Los ordenaron formar en un enorme patio de aquella base marina situada en el Reino de Goa, de la Isla de Down, para soltarles un discurso donde alababan a los jóvenes que habían decidido entrar en la Marina, además de informar que la era de los piratas no se iba a acabar por si sola, sino que la humanidad necesitaba a gente con ganas de pelear contra los piratas. Y esa gente estaba concentrada en aquel patio. ”¿Qué casualidad, no? Jé, si creen que conmigo van a capturar a muchos piratas, van listos. Todavía tengo mucho que mejorar, como por ejemplo mis músculos.” Pensaba Midoriya.
Cuando la charla acabó, les dijeron que tenían que pasar por una habitación para recoger sus uniformes y las llaves de su habitación. Midoriya se puso a la cola, mientras veía a todos que ya habían empezado a hacerse amigos. Era un poco tímido, por lo que esa parte de conocer a los demás le iba a costar bastante. ”Pensandolo bien… ¿Quién me querría como compañero? Soy débil, no se usar armas, no se ninguna táctica de combate… ¿Qué es lo único que me queda? ¿Mi inteligencia? Seguramente habrá otros mas inteligentes que yo.” Pensaba mientras se mordía la uña del dedo gordo de la mano derecha. Él siempre se trataba de sabotear. Nunca tenía una buena moral. Tenía complejo de inferioridad; y eso era algo que le iba a pasar bastante factura en la marina.
Midoriya Izuku
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Midoriya Izuku Sáb Jun 25, 2016 9:22 am
- OST:
Mientras pensaba, alguien chocó con su hombro y lo tiró al suelo. Cuando alzo la mirada, vio a un tipo alto, grande, musculoso y con el ceño fruncido, que lo miraba directamente a él. En su boca tenía un palillo que movía de un lado a otro. Su pelo era largo, formando un enorme flequillo que le tapaba el ojo izquierdo. En su cinto colgaba una katana, y en el mango tenía apoyada su mano izquierda. -¿Es que no miras por donde vas, estúpido?- Una enorme gota de sudor recorría la sien del joven, que lo miraba preocupado. -Di…di…disculpe, señor. No…no… no fue mi intención mo… molestarlo.- Dijo como pudo Midoriya.
El tipo gigante, sonrió ampliamente, dejando ver una mueca casi diabólica. Acto seguido, sin decir nada, con su enorme mano, agarró de la cabeza a Midoriya, y lo levantó como si de un peluche se tratara. -Vas a tener que tratarme con mas respeto, perdedor. A partir de ahora me llamarás Kojiro sama. ¿Te ha quedado claro, Perdedor?- Midoriya, agachó la cabeza y asintió, mientras pensaba en el acoso que recibía en el colegio. -No te oigo perdedor…- Insistió Kojiro. -S… Si… K-Kojiro s-sama…- El grandullón dejó caer a Midoriya al suelo, cayendo este de culo. Luego le tiró al suelo el uniforme. -Mañana quiero que me planches mi uniforme y me lo dejes a los pies de mi cama, ¿Está claro, Perdedor?- El tipo grande observó a Midoriya con desprecio. -S-si, Kojiro sama.- Y Kojiro se marchó.
Midoriya miraba el suelo, aún sentado de la caída que le había propiciado por segunda vez Kojiro. No habían pasado ni siquiera dos horas desde que ingresó en la Marina y ya había sido doblegado. ¡Y para colmo se había convertido en el mayordomo de un bruto gigantesco que seguramente acabaría con él si no le hacía caso! Sin embargo, estar en aquella situación, le haría crecer. No sabía como lo haría aún, pero lo haría de una manera u otra. Se levantó, se sacudió el trasero y se encaminó a recoger su uniforme y las llaves de su habitación.
Midoriya Izuku
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Creado por Midoriya Izuku Sáb Jun 25, 2016 9:24 am
Se dirigió a su habitación con su uniforme bajo un brazo y el de su nuevo “jefe” bajo el otro. Las llaves las llevaba en su mano derecha. Una vez abrió la puerta, descubrió que la habitación no era individual, sino doble. Sentado en una de las camas, había un tipo menudo, con los ojos muy cerrados, el pelo largo y oscuro, y con una sonrisa constante mientras comía una bolsa de patatas, haciendo un ruido bastante puerco. Ladeó la cabeza algo extrañado al verlo, pero tras dejar todo sobre su cama, observó la habitación.
Era una habitación pequeña pero acogedora, con dos camas, dos escritorios, un armario empotrado y una ventana con cortinas blancas y azules. Las paredes era de color azul claro, y el techo, blanco con el símbolo de la marina. Luego se dirigió a su compañero, quien no había parado de comer, y parecía no haberse dado cuenta de que alguien había llegado a su habitación. -Bu…Buenas tardes. Soy Midoriya Izuku, un placer conocerte.- Dijo mientras hacía una leve reverencia de cortesía. El chico menudo le miró y tras tragar lo que tenía en la boca, y tras levantarse realizó una sonrisa aún mas grande que la que tenía mientras le daba un golpe amistoso en el hombro, que hizo que Midoriya diera un leve paso a la derecha. -Yo soy Jikai Hariyama, pero todos me llaman Piggy. Un gusto.-
Se limpió la mano izquierda sucia de porquería de patata en su pantalón, y tras mirar mejor a Midoriya, Piggy lo miró extrañado. -¿Tu eres Midoriya? ¡Oika-Oika-Oika! ¡Ahora te tocará lidiar con Kojiro sama! ¡Oika-Oika-Oika!- Midoriya ladeó la cabeza extrañado. -¿A que te refieres? ¿Cómo sabes lo de Kojiro sama, si ha ocurrido hace escasos diez minutos?- Preguntó. Piggy negó repetidas veces con la cabeza. -Ya se sabe por todo el cuartel el incidente que ha habido. Solo quiero informarte que tengas cuidado con ese tipo. Es peligroso y bastante fuerte. Lleva ya dos años en la Marina, y la razón por la que no ha sido ascendido ya es por su crueldad.- Piggy hizo una leve pausa para comer un bocadillo que tenía sobre la mesa. Mientras Midoriya pensaba que había salido de un infierno para meterse en otro peor. -Piensa que durante sus dos años que lleva aquí, ha echado a tres oficiales y a diez soldados rasos causa de lesiones permanentes que éste les ha provocado… Yo que tu me limitaría a acatar lo que me dijera…- Y dicho eso, Midoriya se desmayó, tan solo de pensar lo que le tocaba aguantar.
Era una habitación pequeña pero acogedora, con dos camas, dos escritorios, un armario empotrado y una ventana con cortinas blancas y azules. Las paredes era de color azul claro, y el techo, blanco con el símbolo de la marina. Luego se dirigió a su compañero, quien no había parado de comer, y parecía no haberse dado cuenta de que alguien había llegado a su habitación. -Bu…Buenas tardes. Soy Midoriya Izuku, un placer conocerte.- Dijo mientras hacía una leve reverencia de cortesía. El chico menudo le miró y tras tragar lo que tenía en la boca, y tras levantarse realizó una sonrisa aún mas grande que la que tenía mientras le daba un golpe amistoso en el hombro, que hizo que Midoriya diera un leve paso a la derecha. -Yo soy Jikai Hariyama, pero todos me llaman Piggy. Un gusto.-
Se limpió la mano izquierda sucia de porquería de patata en su pantalón, y tras mirar mejor a Midoriya, Piggy lo miró extrañado. -¿Tu eres Midoriya? ¡Oika-Oika-Oika! ¡Ahora te tocará lidiar con Kojiro sama! ¡Oika-Oika-Oika!- Midoriya ladeó la cabeza extrañado. -¿A que te refieres? ¿Cómo sabes lo de Kojiro sama, si ha ocurrido hace escasos diez minutos?- Preguntó. Piggy negó repetidas veces con la cabeza. -Ya se sabe por todo el cuartel el incidente que ha habido. Solo quiero informarte que tengas cuidado con ese tipo. Es peligroso y bastante fuerte. Lleva ya dos años en la Marina, y la razón por la que no ha sido ascendido ya es por su crueldad.- Piggy hizo una leve pausa para comer un bocadillo que tenía sobre la mesa. Mientras Midoriya pensaba que había salido de un infierno para meterse en otro peor. -Piensa que durante sus dos años que lleva aquí, ha echado a tres oficiales y a diez soldados rasos causa de lesiones permanentes que éste les ha provocado… Yo que tu me limitaría a acatar lo que me dijera…- Y dicho eso, Midoriya se desmayó, tan solo de pensar lo que le tocaba aguantar.
Midoriya Izuku
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Creado por Midoriya Izuku Sáb Jun 25, 2016 9:25 am
El día había comenzado, y tras recibir una soberana paliza de Kojiro sama causa de no haberle llevado lo suficientemente temprano el uniforme, Midoriya comenzaba su verdadero día. Por la mañana tenía clases teóricas de adiestramiento militar, donde aprendería historia de la marina, tácticas de combate y matemáticas. Después de las clases, tendría que ir a hacer sus tareas de mantenimiento. Aquel día le tocaba limpiar todo el piso número uno, pues era la tarea de Kojiro; y además tenía que sacar las bolsas de basura de la cocina. Y finalmente, por la tarde tenía lo que a él más le gustaba, aunque a la vez era lo que peor se le daba; técnicas de combate básica, métodos de supervivencia, y métodos de salvación marítima y terrestre.
Los ponían a todos a formar, les enseñaban golpes básicos con los puños y brazos, y luego con las piernas. Justo después los ponían en parejas para practicar lo que habían aprendido. Midoriya, realmente intentaba aprenderlo, pero era torpe y débil. Siempre que tenían que practicar con las piernas se caía, y cuando practicaban con los puños y brazos, en cuanto le daban un par de golpes consecutivos, caía redondo al suelo. Si el chico quería de verdad ser marine, tendría que dar muchísimo más, eso estaba claro. Así que tendría que reorganizase de cualquier manera para ganar tiempo a todo. Y estaba claro a que le iba a quitar tiempo… Iba tener que dormir lo mínimo de lo mínimo.
Así fue como comenzó su entrenamiento particular. Se levantaba a las cinco de la mañana, le dejaba el uniforme a Kojiro y se iba al gimnasio a fortalecer los músculos, para poder estar en forma y poder aumentar su resistencia y fuerza de golpeo. A las siete y media se duchaba y desayunaba, para estar a las ocho en clase para dar las clases teoricas. Allí sin ninguna duda era el mejor de la clase. Nadie le hacía sombra y se sentía realmente cómodo. Además, los profesores, que eran oficiales marines, le iban conociendo e iban entendiendo el porque alguien tan debilucho había entrado en la marina. Cuando acababa las clases a la una y media, hacía primero la tarea de labor de Kojiro y luego la suya, fuera cual fuera. Comía en apenas quince minutos y se iba al adiestramiento militar. Estaba desde las cuatro de la tarde hasta las ocho dando clase, pero el se quedaba hasta la una de la madrugada practicando, aprendiendo y fortaleciéndose. Sabía que no iba a ser fácil el llegar al nivel de todos sus compañeros, pero lo iba a conseguir, porque todo lo que Midoriya se proponía, lo conseguía. Lo cierto era que tenía mucha fuerza de voluntad.
Los ponían a todos a formar, les enseñaban golpes básicos con los puños y brazos, y luego con las piernas. Justo después los ponían en parejas para practicar lo que habían aprendido. Midoriya, realmente intentaba aprenderlo, pero era torpe y débil. Siempre que tenían que practicar con las piernas se caía, y cuando practicaban con los puños y brazos, en cuanto le daban un par de golpes consecutivos, caía redondo al suelo. Si el chico quería de verdad ser marine, tendría que dar muchísimo más, eso estaba claro. Así que tendría que reorganizase de cualquier manera para ganar tiempo a todo. Y estaba claro a que le iba a quitar tiempo… Iba tener que dormir lo mínimo de lo mínimo.
Así fue como comenzó su entrenamiento particular. Se levantaba a las cinco de la mañana, le dejaba el uniforme a Kojiro y se iba al gimnasio a fortalecer los músculos, para poder estar en forma y poder aumentar su resistencia y fuerza de golpeo. A las siete y media se duchaba y desayunaba, para estar a las ocho en clase para dar las clases teoricas. Allí sin ninguna duda era el mejor de la clase. Nadie le hacía sombra y se sentía realmente cómodo. Además, los profesores, que eran oficiales marines, le iban conociendo e iban entendiendo el porque alguien tan debilucho había entrado en la marina. Cuando acababa las clases a la una y media, hacía primero la tarea de labor de Kojiro y luego la suya, fuera cual fuera. Comía en apenas quince minutos y se iba al adiestramiento militar. Estaba desde las cuatro de la tarde hasta las ocho dando clase, pero el se quedaba hasta la una de la madrugada practicando, aprendiendo y fortaleciéndose. Sabía que no iba a ser fácil el llegar al nivel de todos sus compañeros, pero lo iba a conseguir, porque todo lo que Midoriya se proponía, lo conseguía. Lo cierto era que tenía mucha fuerza de voluntad.
Midoriya Izuku
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Creado por Midoriya Izuku Sáb Jun 25, 2016 9:37 am
Y así pasaron los días. Entrenando, estudiando, trabajando y entrenando de nuevo si podía ser. Y fueron seis meses en los que Midoriya pasó de ser un completo cero a la izquierda en los ejercicios de adiestramiento militar a estar entre los diez mejores de sus compañeros. Sus músculos habían incrementado causa de sus ejercicios, su adiestramiento militar fue un éxito, pues ahora podía hacerle frente a cualquier rival, y podía incluso ganar alguna pelea. Había sido una época dura para Midoriya, y eso se demostraba en sus enormes ojeras en la cara; pero también le causaba una gran satisfacción ver como su fuerza y sus técnicas habían mejorado considerablemente.
Una vez acabó el adiestramiento militar, Midoriya ya estaba preparado para empezar en la verdadera acción. Y de eso se dieron cuenta sus superiores. Al día siguiente iba a entrar en su primera misión terrestre, donde se tenía que conquistar un fuerte situado a las afueras del Reino de Goa. Aquel fuerte estaba ocupado por un grupo de ladrones y asesinos que se dedicaban a extorsionar a la clase alta de aquel reino, pero eso ya iba a acabar. El oficial de turno, ya había hecho los grupos y la táctica. Eran cinco grupos de diez personas cada uno, y cada grupo tenía una función.
El grupo de Midoriya era el de primera línea de batalla, es decir, iban a ser los que iban a abrir un hueco para entrar en el fuerte y los primeros en entrar en contacto con aquellos bandidos y asesinos, algo que no le gustaba a Midoriya, pero bueno, estaba seguro que todo le iba a salir bien. Tan solo tenía que conocer a su grupo. Le enviaron a una sala, donde su grupo se reuniría con el oficial para recibir las explicaciones. Una vez entró en la sala se quedó bastante pillado al ver quienes le rodeaban y quienes le esperaban.
Vio a Piggy, uno de los pocos soldados con una Akuma no mi, que era una Zoan de jabalí. A lo largo de los meses, se había dado cuenta de cuan poderoso era Piggy, y como era la primera vez que veía a alguien con una akuma, pues dedujo que todos los poseedores de akuma eran igual de fuertes o incluso mas. A su lado había el mejor recluta de todos los recién ingresados, el francotirador James Smith. Además de ser un as con todo tipo de armas de fuego, era bastante fuerte con las peleas cuerpo a cuerpo. Había también unos cuantos soldados que ya habían sido ascendidos de cargo; pero el que mas le llamó la atención, y con el que mas miedo le daría luchar, aunque fuera a su lado, era Kojiro. Este le observó con los ojos entrecerrados, y se cruzó de brazos, para seguir mirando al oficial. Midoriya se sentó al lado de Piggy, y entonces dedujo algo. ”Todos los que estamos aquí… Somos bastante fuertes, excluyéndome a mí… ¿Eso significa que lejos de ser un escuadrón de primera línea de batalla, somos un escuadrón estrella?”
Una vez acabó el adiestramiento militar, Midoriya ya estaba preparado para empezar en la verdadera acción. Y de eso se dieron cuenta sus superiores. Al día siguiente iba a entrar en su primera misión terrestre, donde se tenía que conquistar un fuerte situado a las afueras del Reino de Goa. Aquel fuerte estaba ocupado por un grupo de ladrones y asesinos que se dedicaban a extorsionar a la clase alta de aquel reino, pero eso ya iba a acabar. El oficial de turno, ya había hecho los grupos y la táctica. Eran cinco grupos de diez personas cada uno, y cada grupo tenía una función.
El grupo de Midoriya era el de primera línea de batalla, es decir, iban a ser los que iban a abrir un hueco para entrar en el fuerte y los primeros en entrar en contacto con aquellos bandidos y asesinos, algo que no le gustaba a Midoriya, pero bueno, estaba seguro que todo le iba a salir bien. Tan solo tenía que conocer a su grupo. Le enviaron a una sala, donde su grupo se reuniría con el oficial para recibir las explicaciones. Una vez entró en la sala se quedó bastante pillado al ver quienes le rodeaban y quienes le esperaban.
Vio a Piggy, uno de los pocos soldados con una Akuma no mi, que era una Zoan de jabalí. A lo largo de los meses, se había dado cuenta de cuan poderoso era Piggy, y como era la primera vez que veía a alguien con una akuma, pues dedujo que todos los poseedores de akuma eran igual de fuertes o incluso mas. A su lado había el mejor recluta de todos los recién ingresados, el francotirador James Smith. Además de ser un as con todo tipo de armas de fuego, era bastante fuerte con las peleas cuerpo a cuerpo. Había también unos cuantos soldados que ya habían sido ascendidos de cargo; pero el que mas le llamó la atención, y con el que mas miedo le daría luchar, aunque fuera a su lado, era Kojiro. Este le observó con los ojos entrecerrados, y se cruzó de brazos, para seguir mirando al oficial. Midoriya se sentó al lado de Piggy, y entonces dedujo algo. ”Todos los que estamos aquí… Somos bastante fuertes, excluyéndome a mí… ¿Eso significa que lejos de ser un escuadrón de primera línea de batalla, somos un escuadrón estrella?”
- Así son los físicos de los personajes.:
- Piggy:
- Su físico es de Isami Aldini, de Shokugeki no Souma.
Su forma hibrida con un jabalí (Posee la akuma no mi de jabalí) es esta, aunque no se de donde procede su imagen.
- Kojiro:
- Su físico es Tenjirou, de Bleach.
- James Smith:
- Su fisico es Takumi Usui, de Maid Sama.
Midoriya Izuku
Hoja de personaje
Nivel:
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Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Midoriya Izuku Dom Jun 26, 2016 5:57 am
- OST:
Midoriya no daba para mas. Kojiro se hizo el líder del grupo, por encima de James Smith, quien para la opinión de la gran mayoría del grupo estaba mucho mejor cualificado para ello, y no solo eso, sino que pensaban que era mas poderoso que el gigante de la cresta; aunque James tampoco quería ser el líder. "Supongo que será porque prefiere estar bajo las órdenes de alguien..." Pensaba el joven de cabellos rizados mientras corrían por entre la maleza, camino al fuerte que iban a tratar de conquistar. Aquel oficial dio explícitamente una orden, y era no entrar en combate si no era estrictamente necesario, pues había bastantes personas prisioneras, obligadas a hacer trabajos forzosos.
De cualquier forma, ya estaban frente aquel enorme fuerte construido de madera. Tenía numerosas vallas de contención, así como vigías esperando ver a alguien que no fuera de los suyos para poder disparar. Aquel fuerte contaba con una enorme torre, y varias cabañas donde se llevaban a cabo los negocios turbios que hacían peligrosos a esa banda. -¿Y quien será el que se exponga a los disparos mientras los demás abren una brecha por otro lado?- Preguntó Kojiro mientras miraba a Midoriya. A éste ultimo le empezó a temblar la mano derecha, pero cerró el puño y se tranquilizó. James Smith se levantó, y sin decir nada, salió corriendo hacia la muralla mientras desenfundaba una pistola que parecía bastante ancha para ser una pistola.
Todos se quedaron algo pillados, pero Kojiro se levantó y salió tras Smith. -¡No te creas que me vas a dejar atrás, maldito!- Decía mientras desenfundaba su espada. Piggy también salió y mientras salía se convertía en un híbrido entre jabalí y humano. Lo cierto es que daba bastante miedo. Los otros también se levantaron y comenzaron a correr. Midoriya, causa del pánico se quedó ahí. -¿Es que nadie piensa en lo que dijo el oficial?- Dijo, aunque nadie le escuchaba ya. Todos parecían que iban a hacer caso omiso de lo que los oficiales dijeran.
Midoriya Izuku
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Nivel:
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Haki:
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Creado por Midoriya Izuku Dom Jun 26, 2016 6:36 am
- OST:
Apretando los puños, respirando hondo, con la cabeza alta y una mirada de seguridad, Midoriya salió corriendo de entre los arbustos, justo detrás de sus compañeros. El corazón le latía con bastante fuerza, y algo en el estómago le hacía dar un poquito mas de lo que daba, podríamos llamarlo adrenalina. Mientras corría se enfundaba en unos guanteletes que había conseguido en la base de la marina. Estaba preparado para entrar por primera vez en acción, cuando de repente... ¡BOOM! Un estruendoso sonido profanaba los oidos de todos, mientras que enormes trozos de madera caían del cielo.
Midoriya observó a su alrededor, y vio a Smith parado, con aquella pistola sujeta con las dos manos. Se había cargado la puerta de un solo disparo. No daba crédito. ¿Tan bueno era ese chico? Sin embargo, no se quedó allí, sino que cambió de pistola y continuó corriendo mientras los enemigos salían asustados tras aquella explosión. Midoriya siguió su ejemplo y siguió corriendo para poder encontrarse con algún rival y poder pelear. Lo cierto es que el miedo había desaparecido, y una extraña sensación había aparecido. Dicha sensación se llamaba violencia, y muy pocas veces la había experimentado.
Poco había tardado en escuchar disparos por parte de los bandidos. Les disparaban sin miedo a matar a quien fuera. Luego salieron un enorme grupo de bandidos, equipados con todo tipo de armas, y dispuestos a acabar con cualquiera que osara volver a formar algún tipo de destrozo. En la lejanía Midoriya podía ver a Kojiro cortar y desmenuzar personas como si de trozos de carne se tratara. Había gente que le llamaba el Demonio Carnicero. Sin embargo, el joven Midoriya tenía que hacerse cargo de otras cosas, como del grupo de cinco bandidos que le rodeaba. ¿Como escaparía de esta? ¿Lucharía o huiría como siempre había hecho?
Midoriya Izuku
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Creado por Midoriya Izuku Dom Jun 26, 2016 7:01 am
- OST:
Todos portaban algún arma, ya fuera cortante, punzante o roma, y todos estaban deseosos de usarlas contra el sujeto de pelo rizado y oscuro que se encontraba en el centro del circulo que habían formado. Midoriya había adoptado una posición de defensa, pero no sabía a quien debía mirar o que debía hacer. Era la primera vez que se enfrentaba contra un grupo. Sin embargo, tenía que hacer su mejor esfuerzo por la marina y por sus compañeros. No dejaría que aquellos tipos le vencieran, o por lo menos fácilmente.
El primero en atacar fue uno con una espada, con un tajo descendente. El marine, con un movimiento rápido y ágil, agarró con la mano derecha su muñeca, y con la mano izquierda propició un golpe en seco en el codo, provocando una grave luxación en aquel brazo derecho; pero no contento con eso, propició un poderoso rodillazo en el estomago, que dejó fuera de combate al primer contrincante. Los demás se quedaron asombrados con aquella rapidez de ataque, y fueron con mas fuerza en la siguiente ronda.
Dos de ellos se lanzaron contra él. Uno portaba una lanza, y el otro una daga y una espada. El de la daga y espada lanzó un tajo con cada arma, diagonal y descendente mientras daba un salto, con lo que el impacto sería mas fuerte en caso de darle. Por otra parte, el lancero le lanzó un tajo horizontal con la lanza, de derecha a izquierda. Midoriya paró un golpe del espadachín con un puñetazo con la mano derecha que dio, haciendo que la espada chocara con la placa de acero que tenía incorporado el guantelete; y el segundo tajo lo esquivó dando una voltereta hacia delante, esquivando tambien el tajo del lancero.
Ahora quedaba en un posición ventajosa para él. Había escapado del circulo en el que le habían rodeado, y podía seguir adelante sin haber recibido ni un rasguño. Pero se levantó y los observó a todos, y por primera vez en mucho tiempo, con una mirada segura e imponente les habló a los tipos. -Voy a acabar con todos y cada uno de vosotros, malditos.-
Midoriya Izuku
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Creado por Midoriya Izuku Dom Jun 26, 2016 10:18 am
- OST:
Los miraba a todos sereno y con el ceño fruncido. Los puños cerrados dispuestos para romper todas sus caras, y por el otro lado, los cuatro bandidos salieron corriendo hacia él, después de haberles amenazado. El tipo de la lanza se la lanzó apuntando al pecho. El tipo de la espada y la daga, cuando estaba a una distancia razonable, lanzó cuatro estocadas, dos con la espada y dos con la daga en dirección al estómago. Los otros dos, portaban una pìstola y dos mazas respectivamente. El de la pistola disparó tres veces, y el de las mazas, lanzó una de ellas como si de un boomerang se tratara; pero Midoriya estaba atento a todo.
Primero saltó hacia el lado derecho justo antes de que el arma se quedara incrustada en el suelo; las estocadas las esquivó con una voltereta hacia atrás; respecto a los disparos esquivó los dos últimos, pero el primero le dió de lleno en el pie izquierdo mientras daba la voltereta para esquivar las estocadas; y el mazo lo esquivó simplemente agachandose. Con la rodilla apoyada en el suelo y las manos apoyadas en el suelo, los volvió a observar, para comenzar el contraataque.
Se levantó, apenas sentía dolor en el pie izquierdo, causa de la adrenalina provocada. Ya sabía que hacer. Salió corriendo hacia el espadachín, que era el que estaba mas cerca, y cuando estaba a menos de un metro, le pegó una potente patada con la pierna derecha en el lado izquierdo, haciendo que este perdiera el equilibrio. Cuando cayó al suelo, le puso la rodilla izquierda en el pecho, y una vez en el suelo le propició dos potentes puñetazos en la nariz, haciendo que cayera inconsciente. Cuando alzó la mirada, observó como los dos con armas blancas se acercaban a él corriendo, y el de la pistola le apuntaba, dispuesto a acabar con su vida. ¿Como acabaría la pelea?
Midoriya Izuku
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Creado por Midoriya Izuku Dom Jun 26, 2016 10:36 am
Se veía rodeado de dos tipos que iban a por el y un pistolero apuntándole a la cabeza. Sabía que iba a morir. Se levantó como pudo y se puso en posición defensiva, pero de poco le sirvió. El lancero había sacado la lanza del suelo y se la había clavado en el costado derecho, mientras que el tipo de la maza le propició un potente golpe en la cabeza por su lado izquierdo; pero Midoriya, haciendo acopio de todas sus fuerzas, paró el golpe con su brazo, provocandole seguramente una rotura de los huesos húmero y radio. "Voy a morir... ¡Y en mi primera misión!" Pensaba mientras caía al suelo, causa del golpe.
Observó al pistolero, que lo apuntaba y estaba dispuesto a dispararle, pero de repente, fue el pistolero rival el que cayó al suelo causa de una bala en la sien. Los otros dos, dispuestos a darle el golpe de gracia a Midoriya, se dieron la vuelta y vieron a un híbrido entre jabalí y humano corriendo hacia ellos a una velocidad endiablada. Ellos pretendieron atacarle, pero fueron demasiado lentos. Piggy les cogió a ambos por el cuello y los lanzó al cielo. Ya en el aire, recibieron un disparo cada uno. Smith y Piggy le habían salvado. -¡Oika-Oika-Oika! ¡Sigue vivo Smith!- Gritaba con una grave voz su amigo Piggy. -Hoy es tu día de suerte... ¡Seguirás vivo!- Le dijo mientras lo cogía y se lo ponía en el hombro.
Piggy corría bastante mas rápido en su forma híbrida que en su forma normal. Mientras iba en aquel hombro, Midoriya comenzó a llorar, causa de la impotencia. "¿Porque coño soy tan debil? Me he pegado todos los días desde que entré en la marina entrando lo mas duro que podía. ¿Como es que parece que no he mejorado nada?" Piggy, que se dio cuenta de que lloraba le habló. -No te preocupes, Midoriya. Seguro que tus heridas sanarán. ¡Luego nos vemos!- Dijo mientras lo dejaba en una casetilla para los médicos que se había montado lejos de la zona de batalla. Dos médicos fueron a atenderle de enseguida, le dieron unas medicinas, y tras sentirse muy cansado, lo vio todo negro, y comenzó a descansar.
Observó al pistolero, que lo apuntaba y estaba dispuesto a dispararle, pero de repente, fue el pistolero rival el que cayó al suelo causa de una bala en la sien. Los otros dos, dispuestos a darle el golpe de gracia a Midoriya, se dieron la vuelta y vieron a un híbrido entre jabalí y humano corriendo hacia ellos a una velocidad endiablada. Ellos pretendieron atacarle, pero fueron demasiado lentos. Piggy les cogió a ambos por el cuello y los lanzó al cielo. Ya en el aire, recibieron un disparo cada uno. Smith y Piggy le habían salvado. -¡Oika-Oika-Oika! ¡Sigue vivo Smith!- Gritaba con una grave voz su amigo Piggy. -Hoy es tu día de suerte... ¡Seguirás vivo!- Le dijo mientras lo cogía y se lo ponía en el hombro.
Piggy corría bastante mas rápido en su forma híbrida que en su forma normal. Mientras iba en aquel hombro, Midoriya comenzó a llorar, causa de la impotencia. "¿Porque coño soy tan debil? Me he pegado todos los días desde que entré en la marina entrando lo mas duro que podía. ¿Como es que parece que no he mejorado nada?" Piggy, que se dio cuenta de que lloraba le habló. -No te preocupes, Midoriya. Seguro que tus heridas sanarán. ¡Luego nos vemos!- Dijo mientras lo dejaba en una casetilla para los médicos que se había montado lejos de la zona de batalla. Dos médicos fueron a atenderle de enseguida, le dieron unas medicinas, y tras sentirse muy cansado, lo vio todo negro, y comenzó a descansar.
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