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Creado por Midoriya Izuku Sáb Jun 25, 2016 9:21 am
Recuerdo del primer mensaje :
Todo el mundo sabe que los comienzos no son fáciles. Y menos para un chico débil y bueno como Midoriya Izuku. Sus rizados cabellos sobresalían entre todos los recién ingresados en la marina. Los soldados alrededor del joven lo observaban y se reían. -¿Cómo se puede ver tan débil?- Preguntaban unos. -¿Cómo habrá pasado las pruebas físicas? Seguro que su padre es un importante cargo.- Decían otros. Mientras, el joven de cabellera rizada bajaba la cabeza, intentando pasar desapercibido. ”¿Por qué no me dejan en paz? Ni siquiera he cruzado palabra con ninguno de ellos… Tsk…” Pensaba el joven.
Los ordenaron formar en un enorme patio de aquella base marina situada en el Reino de Goa, de la Isla de Down, para soltarles un discurso donde alababan a los jóvenes que habían decidido entrar en la Marina, además de informar que la era de los piratas no se iba a acabar por si sola, sino que la humanidad necesitaba a gente con ganas de pelear contra los piratas. Y esa gente estaba concentrada en aquel patio. ”¿Qué casualidad, no? Jé, si creen que conmigo van a capturar a muchos piratas, van listos. Todavía tengo mucho que mejorar, como por ejemplo mis músculos.” Pensaba Midoriya.
Cuando la charla acabó, les dijeron que tenían que pasar por una habitación para recoger sus uniformes y las llaves de su habitación. Midoriya se puso a la cola, mientras veía a todos que ya habían empezado a hacerse amigos. Era un poco tímido, por lo que esa parte de conocer a los demás le iba a costar bastante. ”Pensandolo bien… ¿Quién me querría como compañero? Soy débil, no se usar armas, no se ninguna táctica de combate… ¿Qué es lo único que me queda? ¿Mi inteligencia? Seguramente habrá otros mas inteligentes que yo.” Pensaba mientras se mordía la uña del dedo gordo de la mano derecha. Él siempre se trataba de sabotear. Nunca tenía una buena moral. Tenía complejo de inferioridad; y eso era algo que le iba a pasar bastante factura en la marina.
Todo el mundo sabe que los comienzos no son fáciles. Y menos para un chico débil y bueno como Midoriya Izuku. Sus rizados cabellos sobresalían entre todos los recién ingresados en la marina. Los soldados alrededor del joven lo observaban y se reían. -¿Cómo se puede ver tan débil?- Preguntaban unos. -¿Cómo habrá pasado las pruebas físicas? Seguro que su padre es un importante cargo.- Decían otros. Mientras, el joven de cabellera rizada bajaba la cabeza, intentando pasar desapercibido. ”¿Por qué no me dejan en paz? Ni siquiera he cruzado palabra con ninguno de ellos… Tsk…” Pensaba el joven.
Los ordenaron formar en un enorme patio de aquella base marina situada en el Reino de Goa, de la Isla de Down, para soltarles un discurso donde alababan a los jóvenes que habían decidido entrar en la Marina, además de informar que la era de los piratas no se iba a acabar por si sola, sino que la humanidad necesitaba a gente con ganas de pelear contra los piratas. Y esa gente estaba concentrada en aquel patio. ”¿Qué casualidad, no? Jé, si creen que conmigo van a capturar a muchos piratas, van listos. Todavía tengo mucho que mejorar, como por ejemplo mis músculos.” Pensaba Midoriya.
Cuando la charla acabó, les dijeron que tenían que pasar por una habitación para recoger sus uniformes y las llaves de su habitación. Midoriya se puso a la cola, mientras veía a todos que ya habían empezado a hacerse amigos. Era un poco tímido, por lo que esa parte de conocer a los demás le iba a costar bastante. ”Pensandolo bien… ¿Quién me querría como compañero? Soy débil, no se usar armas, no se ninguna táctica de combate… ¿Qué es lo único que me queda? ¿Mi inteligencia? Seguramente habrá otros mas inteligentes que yo.” Pensaba mientras se mordía la uña del dedo gordo de la mano derecha. Él siempre se trataba de sabotear. Nunca tenía una buena moral. Tenía complejo de inferioridad; y eso era algo que le iba a pasar bastante factura en la marina.
Midoriya Izuku
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Midoriya Izuku Mar Jun 28, 2016 5:09 am
Habían pasado dos días desde el día de su primera misión. Estaba en la camilla, con el pie izquierdo en alto, totalmente escayolado; todo el abdomen y vientre vendado causa de aquella herida con la lanza; el brazo escayolado, tenía roto el húmero. La cabeza tambien la tenía vendada, pero era ahí donde menos daños se había hecho. Realmente estaba hecho polvo, pero no físicamente, sino psicológicamente. Había estado entrenando durante mucho tiempo, de forma continua y de manera dura, para luego, a la mínima de cambio, ser acabado por un grupo de bandidos de tres al cuarto.
Pero el médico le decía que no pensara mucho en ello, que lo había hecho lo mejor que pudo y que en la siguiente misión sabría como hacer frente a los rivales. Midoriya no se encontraba de humor para escucharlo. Piggy vino varias veces en aquellos dos días. El primero fue para contarle como había ido la misión. -La misión fue todo un éxito Midoriya. No tuvimos ninguna baja, pero si varios heridos. Kojiro se encargó prácticamente de acabar con toda la morralla del fuerte. Todos los bandidos no tuvieron ni una sola posibilidad contra nuestra bestia. ¡Oika-oika-oika!- Decía sentado en la camilla de Midoriya. -Smith también peleó bien, fue otra pieza clave para la victoria. Para que Kojiro atacara a todos, tenía que tener las puertas abiertas, y de eso se encargaba Smith; quien por cierto se ha preocupado mucho por tí. De hecho, esas flores son suyas.- Dijo señalando un jarrón de flores que había en la mesilla de noche.
Hizo una leve pausa para comerse de un bocado la comida que Midoriya no quería. Una vez tragó, continuó hablando. -Los oficiales en un primer momento se enfadaron con nosotros por desobedecerlos, pero luego nos agradecieron, porque siendo tan solo diez, pudimos abrir las compuertas, acabar con una gran cantidad de bandidos y salvar a todos los esclavos, ¿No es maravilloso? ¡Oika-Oika-Oika!- Exclamaba Piggy. Midoriya se sentía un poco mas reconfortado, pero eso no significaba que se sintiera increiblemente debil con respecto a todos sus compañeros. Ese complejo de inferioridad seguía presente.
Pero el médico le decía que no pensara mucho en ello, que lo había hecho lo mejor que pudo y que en la siguiente misión sabría como hacer frente a los rivales. Midoriya no se encontraba de humor para escucharlo. Piggy vino varias veces en aquellos dos días. El primero fue para contarle como había ido la misión. -La misión fue todo un éxito Midoriya. No tuvimos ninguna baja, pero si varios heridos. Kojiro se encargó prácticamente de acabar con toda la morralla del fuerte. Todos los bandidos no tuvieron ni una sola posibilidad contra nuestra bestia. ¡Oika-oika-oika!- Decía sentado en la camilla de Midoriya. -Smith también peleó bien, fue otra pieza clave para la victoria. Para que Kojiro atacara a todos, tenía que tener las puertas abiertas, y de eso se encargaba Smith; quien por cierto se ha preocupado mucho por tí. De hecho, esas flores son suyas.- Dijo señalando un jarrón de flores que había en la mesilla de noche.
Hizo una leve pausa para comerse de un bocado la comida que Midoriya no quería. Una vez tragó, continuó hablando. -Los oficiales en un primer momento se enfadaron con nosotros por desobedecerlos, pero luego nos agradecieron, porque siendo tan solo diez, pudimos abrir las compuertas, acabar con una gran cantidad de bandidos y salvar a todos los esclavos, ¿No es maravilloso? ¡Oika-Oika-Oika!- Exclamaba Piggy. Midoriya se sentía un poco mas reconfortado, pero eso no significaba que se sintiera increiblemente debil con respecto a todos sus compañeros. Ese complejo de inferioridad seguía presente.
Midoriya Izuku
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Midoriya Izuku Mar Jun 28, 2016 5:43 am
Despues de estar dos semanas ingresado en el hospital de la base, Midoriya fue dado de alta. Aun andaba en muletas, pero podía seguir cocinando aunque solo fuera eso. Los siguientes tres días fueron tranquilos y normales. Trabajaba toda la tarde, y estaba exento del adiestramiento avanzado de mañana, y es por eso que podía levantarse mas tarde de lo normal. Así que sus mañanas se pasaban volando mientras leía nuevas recetas para hacer por la tarde. Llegaba un punto en el que hasta se lo pasaba bien.
Cierto día, mientras iba camino a las cocinas, Kojiro lo abordó, en un solitario pasillo de la planta baja. -Así que era por esto por lo que no me traías mi uniforme ni hacías mis rondas, ¿Eh?- Dijo señalando la muleta. El joven Midoriya lo observó sin decir nada. Parecía mentira, pero era la primera vez que no tenía miedo de estar a solas con Kojiro. -¿No dices nada? Ya veo que empiezas a respetar a tus superiores...- Dijo con una sonrisa maliciosa. Midoriya seguía parado, sereno. -Quiero decirte que sigues siendo un don nadie. Fuiste la vergüenza de nuestro grupo, el único que salió herido. ¿No te da vergüenza?-
No sabía que le pasó por la cabeza, pero Midoriya dejó caer las muletas al suelo, y con su pierna buena, saltó hasta llegar a su altura, y con su brazo derecho, propició un puñetazo en el rostro de Kojiro; que cuando impactó, dió varios pasos hacia atrás, y comenzó a sangrar del labio. Cuando estaba ya Midoriya en el suelo, le habló. -Vergüenza das tú, que teniendo el poder que tienes aún sigas siendo un simple soldado raso.- Midoriya dió un paso hacia él. -Vergüenza das tú, que te aprovechas de tu fuerza para aprovecharte de los débiles.- Dio otro paso hacia él, hasta encararse. -Vergüenza das tú, que como vuelvas a intentar aprovecharte de alguien, acabaré con tu mera existencia, aunque sea lo último que haga.- Le dió un empujón, para continuar su camino. Nunca había sentido tanto miedo, pero comprendió una cosa; que no iba a volver a sentirse con complejo de inferioridad.
Cierto día, mientras iba camino a las cocinas, Kojiro lo abordó, en un solitario pasillo de la planta baja. -Así que era por esto por lo que no me traías mi uniforme ni hacías mis rondas, ¿Eh?- Dijo señalando la muleta. El joven Midoriya lo observó sin decir nada. Parecía mentira, pero era la primera vez que no tenía miedo de estar a solas con Kojiro. -¿No dices nada? Ya veo que empiezas a respetar a tus superiores...- Dijo con una sonrisa maliciosa. Midoriya seguía parado, sereno. -Quiero decirte que sigues siendo un don nadie. Fuiste la vergüenza de nuestro grupo, el único que salió herido. ¿No te da vergüenza?-
No sabía que le pasó por la cabeza, pero Midoriya dejó caer las muletas al suelo, y con su pierna buena, saltó hasta llegar a su altura, y con su brazo derecho, propició un puñetazo en el rostro de Kojiro; que cuando impactó, dió varios pasos hacia atrás, y comenzó a sangrar del labio. Cuando estaba ya Midoriya en el suelo, le habló. -Vergüenza das tú, que teniendo el poder que tienes aún sigas siendo un simple soldado raso.- Midoriya dió un paso hacia él. -Vergüenza das tú, que te aprovechas de tu fuerza para aprovecharte de los débiles.- Dio otro paso hacia él, hasta encararse. -Vergüenza das tú, que como vuelvas a intentar aprovecharte de alguien, acabaré con tu mera existencia, aunque sea lo último que haga.- Le dió un empujón, para continuar su camino. Nunca había sentido tanto miedo, pero comprendió una cosa; que no iba a volver a sentirse con complejo de inferioridad.
Midoriya Izuku
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
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