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Creado por Arellys Dom Jul 03, 2016 11:50 pm
Había sido un gran viaje del Calm Belt hasta los blues, solamente para llegar a una base marine de la cual pudiese formar parte, ¡Que genial era todo! Los marines que me trajeron meses atrás, me habían enseñado bastante sobre el cómo se manejan los mismos en la isla y el océano en el cual nos encontrábamos, pero, desconocía mucho del mundo aun, a pesar de todo el tiempo que eh tenido en esta isla entrenando, aun no eh podido poner en práctica lo aprendido, ¿Cuándo podre proteger al débil? ¿Cuándo podre derrotar a los villanos que azotan cada punto del mar y que deben ser detenidos? – ¿Qué piensas de todo esto Alejandra? – Hablaría con mi compañera de toda la vida, Alejandra, una serpiente que había estado conmigo desde que era una bebita. Esta solo movería la cabeza a los lados y sisearía, dándome a entender que no estaba muy segura de que responder.
Pero algo pasaría, más pronto de lo que pensaba, escucharía como alguien mencionaba que un capitán el cual se había estacionado en aquella isla, pedía ayuda para un trabajo en específico, buscaba soldados capaces de cumplir cualquier tipo de trabajo y que no temieran arriesgar la vida. ¡Qué genial! Pero, esos chicos parecían escapar de aquel deber, ¿Por qué? ¡Podría cumplir mi misión como marine! ¿Tendría que combatir piratas? ¿Revolucionarios? - ¡Estoy más que lista Alejandra! – Diría haciendo mi mano puño, mientras esta sonreía observándome, - Sssss – Seria lo único que pronunciaría mientras salía corriendo en direcciona la base marine. Estaba algo alejada del punto de encuentro, hacia minutos atrás, me encontraba comiendo en un restaurante, algo de carne ya que eso es lo único que come Alejandra, ¡Serpiente más mañosa! Pero no la culpaba, después de todo, la carne de ese lugar tenía un sabor grato.
Al llegar a la base marine, observaría como habían un grupo de personas en fila, frente a una tarima en la cual había un sujeto bastante intimidante pero que aun así, se veía bastante joven y rebelde debido a su peli largo y su forma extraña de vestir, ¿Realmente él era un cap- ¡¿Oye tú?! ¿¡Que crees que haces llegando tarde a esta reunión!? ¡Te digo que odio los críos! – Frene al instante quedando parada como una piedra en aquel lugar, notando como todo lo que este había dicho había sido dirigido a mi persona, trague saliva mientras observaba su mirada llena de molestia, - ¿¡Vas a colocarte en la fila o que!? – Asentí rápido con la cabeza, sonrojándome de la vergüenza y saliendo directo hacia una de las filas y sin siquiera tener cuidado, chocando con la persona que estaba enfrente de mi para caer de espaldas y pegarme en el trasero, - Auch… - ¡Que torpe! ¿Ahora me van a reprender otra vez? Esperaba que no… - D-disculpa… - Alejandra haría de silla reclinable para mí, tomando la forma de un resorte para ayudarme a levantar y luego enredarse en mi cuerpo, me palmearía las pompas mientras observaba ahora la persona que en frente de mí se encontraba.
Pero algo pasaría, más pronto de lo que pensaba, escucharía como alguien mencionaba que un capitán el cual se había estacionado en aquella isla, pedía ayuda para un trabajo en específico, buscaba soldados capaces de cumplir cualquier tipo de trabajo y que no temieran arriesgar la vida. ¡Qué genial! Pero, esos chicos parecían escapar de aquel deber, ¿Por qué? ¡Podría cumplir mi misión como marine! ¿Tendría que combatir piratas? ¿Revolucionarios? - ¡Estoy más que lista Alejandra! – Diría haciendo mi mano puño, mientras esta sonreía observándome, - Sssss – Seria lo único que pronunciaría mientras salía corriendo en direcciona la base marine. Estaba algo alejada del punto de encuentro, hacia minutos atrás, me encontraba comiendo en un restaurante, algo de carne ya que eso es lo único que come Alejandra, ¡Serpiente más mañosa! Pero no la culpaba, después de todo, la carne de ese lugar tenía un sabor grato.
Al llegar a la base marine, observaría como habían un grupo de personas en fila, frente a una tarima en la cual había un sujeto bastante intimidante pero que aun así, se veía bastante joven y rebelde debido a su peli largo y su forma extraña de vestir, ¿Realmente él era un cap- ¡¿Oye tú?! ¿¡Que crees que haces llegando tarde a esta reunión!? ¡Te digo que odio los críos! – Frene al instante quedando parada como una piedra en aquel lugar, notando como todo lo que este había dicho había sido dirigido a mi persona, trague saliva mientras observaba su mirada llena de molestia, - ¿¡Vas a colocarte en la fila o que!? – Asentí rápido con la cabeza, sonrojándome de la vergüenza y saliendo directo hacia una de las filas y sin siquiera tener cuidado, chocando con la persona que estaba enfrente de mi para caer de espaldas y pegarme en el trasero, - Auch… - ¡Que torpe! ¿Ahora me van a reprender otra vez? Esperaba que no… - D-disculpa… - Alejandra haría de silla reclinable para mí, tomando la forma de un resorte para ayudarme a levantar y luego enredarse en mi cuerpo, me palmearía las pompas mientras observaba ahora la persona que en frente de mí se encontraba.
- NPC:
Última edición por Arellys el Lun Jul 04, 2016 12:23 pm, editado 1 vez
Arellys
Creado por Reissha Lun Jul 04, 2016 1:14 am
Shells town, ya tenía algo de tiempo estando en aquel lugar, aunque eso no significaba que las cosas que habían le dejasen de maravillar, para Reissha siempre había algo distinto o nuevo tanto como para ver como aprender, últimamente le enseñaban mucho de lo que se suponía debía ser su papel en la marina, recordaba cosas que su abuelo le había dicho que hacía cuando era marine, en algunas cosas habían muchas cosas que concordaban, otras no tantas y otras más simplemente le dejaban casi con un gran signo de interrogación en el rostro al no comprender nada, aun así, aquello no le importaba realmente, si el abuelo lo había hecho también, ella también debía de poder mínimo en honor al recuerdo de ese hombre que lo fue todo en su vida, al menos de los únicos años de los cuales tiene recuerdos.
Como fuera, recién había terminado de comer en la base marine, a sus oídos habían llegado las conversaciones de distintos marines que charlaban mientras comían referente a que buscaban gente para una misión de la cual muchos no querían saber nada, ¿había algo malo con aquello?, ¿el tipo al mando sería muy estricto?, ¿qué era lo que les hacía correr?, no comprendía muy bien, aquello captaba toda su curiosidad, le era sumamente llamativo, además, recordaba que su abuelo le decía que siempre había puesto su vida en juego innumerables veces con tal de cumplir con su labor, si ella quería dejar orgulloso a su abuelo desde el más allá, también tenía que hacer eso.
-¡Hey!, chicos, ¿dónde se supone que tengo que ir para la misión de la que huyen?- Se acercaba a ellos del modo más confiado posible, con una sonrisa en labios les trataba como si fuesen amigos de toda la vida, aquellos no se lo tomaban bien al inicio tras escuchar el modo tan igualado de hablar viniendo de una mujer por muy compañera suya que fuera, aunque su actitud luego cambiaba por razones desconocidas a su persona y le darían toda la información con lujo de detalle advirtiéndole que no debía ir, cosas a las que haría caso omiso.
Había llegado corriendo llena de emoción, era casi como cuando un niño corre directo a sus regalos de cumpleaños o algo por el estilo, aunque ella iba a otra cosa, cuando llego solo pudo escuchar regaños de un tipo que parecía ser el que estaba a cargo y el cual, luego de quejarse de la energía de la albina, simplemente le diría que se formará, cosa que hacía sin rechistar y al poco rato llegaría otra persona la cual sería igual de mal tratada que Reissha, sentía como chocaban con ella y se daba la vuelta para asegurarse que estuviera bien. -¿Estas bien?, creo que es muy gruñón, aunque creo que se preocupa mucho todo este asunto, ¡seguro es un buen marine!- Palabras alegres e inocentes mientras veía a aquella chica morena, era más baja que ella y con ella había una serpiente extraña, o al menos eso creía, nunca antes en la vida había visto algo similar. -Tu cosa esa está grande… y ¡muy bonita!- Los ojos le brillaban, no sabía exactamente cómo referirse a aquel animal al cual veía con suma admiración y curiosidad, sin mencionar la emoción en sus palabras.
Como fuera, recién había terminado de comer en la base marine, a sus oídos habían llegado las conversaciones de distintos marines que charlaban mientras comían referente a que buscaban gente para una misión de la cual muchos no querían saber nada, ¿había algo malo con aquello?, ¿el tipo al mando sería muy estricto?, ¿qué era lo que les hacía correr?, no comprendía muy bien, aquello captaba toda su curiosidad, le era sumamente llamativo, además, recordaba que su abuelo le decía que siempre había puesto su vida en juego innumerables veces con tal de cumplir con su labor, si ella quería dejar orgulloso a su abuelo desde el más allá, también tenía que hacer eso.
-¡Hey!, chicos, ¿dónde se supone que tengo que ir para la misión de la que huyen?- Se acercaba a ellos del modo más confiado posible, con una sonrisa en labios les trataba como si fuesen amigos de toda la vida, aquellos no se lo tomaban bien al inicio tras escuchar el modo tan igualado de hablar viniendo de una mujer por muy compañera suya que fuera, aunque su actitud luego cambiaba por razones desconocidas a su persona y le darían toda la información con lujo de detalle advirtiéndole que no debía ir, cosas a las que haría caso omiso.
Había llegado corriendo llena de emoción, era casi como cuando un niño corre directo a sus regalos de cumpleaños o algo por el estilo, aunque ella iba a otra cosa, cuando llego solo pudo escuchar regaños de un tipo que parecía ser el que estaba a cargo y el cual, luego de quejarse de la energía de la albina, simplemente le diría que se formará, cosa que hacía sin rechistar y al poco rato llegaría otra persona la cual sería igual de mal tratada que Reissha, sentía como chocaban con ella y se daba la vuelta para asegurarse que estuviera bien. -¿Estas bien?, creo que es muy gruñón, aunque creo que se preocupa mucho todo este asunto, ¡seguro es un buen marine!- Palabras alegres e inocentes mientras veía a aquella chica morena, era más baja que ella y con ella había una serpiente extraña, o al menos eso creía, nunca antes en la vida había visto algo similar. -Tu cosa esa está grande… y ¡muy bonita!- Los ojos le brillaban, no sabía exactamente cómo referirse a aquel animal al cual veía con suma admiración y curiosidad, sin mencionar la emoción en sus palabras.
Reissha
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Creado por Alfa Lun Jul 04, 2016 1:19 am
Su cola siseaba en el aire antes de toparse con la segunda en un juego singular tratando de tocarse antes de separarse y entrelazarse de nuevo, su postura estática le hacían parecer una estatua o incluso gárgola desde la cornisa de los altos edificios pertenecientes a la Marina, como si aquel gatuno ser que se encontraba con una especie de gabardina que poseía capucha de los colores blanco y azul pertenecientes a la organización /por obligación/ vigilaba desde la cima pareciendo querer grabar y recordar todas las calles como personas y eventos que sucedían por más de media hora. Alfa, el mink perteneciente a la Marina entre los pocos seres que destacarían por su apariencia animal, se postraba como una esfinge disfrutando de los rayos del sol y el descanso de poder meterse en cualquier lugar por su corta estatura como agilidad felina que le ayudaron a situarse en tan peligroso sitio donde ningún humano podría llegar por medios comunes como él había realizado.
No cabía duda, era lo mejor poder saltarse obligaciones con las excusa de estar trabajando para descansar mientras su rostro reflejaba una serenidad sin igual con los ojos cerrados o mejor dicho semi cerrados para seguir vigilando sus alrededores como con sus habituales sentidos, inclusive para su suerte unas pequeñas aves llegaban a sus dominios en las alturas para descansar en el vuelo, lo que atrajo la atención del felino de colores blanco y negro en abrir uno de sus ojos para visualizarlos y moverse en 4 patas sin hacer ninguna clase de ruido en un perfil bajo para no llamar la atención. Sus instintos naturales afloraban mientras la mirada de un cazador aparecía en el rostro y con singular jugueteo se acercaba a prepararse en el tejado hasta colocarse en un punto donde las aves se percataron de su presencia demasiado tarde.
Alfa ya había saltado y las atrapo ambas con sus manos enguantas que tenían forma felina pero las había conseguido por haber realizado con excelencia un trabajo de destreza único antes que liberase las aves de sus “garras” dejándolas libres, después de todo solo lo hacía por juego, si quería comer había una Cafetería con mejores ingredientes que las tripas y sangre de un par de aves. Pero la diversión acababa con la alerta general en la Base Marina, un llamado que convocaba los marines, principalmente los novatos y soldados de bajo rango a tener que apurar en llegar con urgencia para una Reunión donde impartirían información importante, al parecer el descanso había acabado pero una nueva oportunidad de no hacer nada había llegado.
Levantándose en 2 patas para quedar totalmente erguido, el felino recorrería el tejado como si fuera una clase de ninja antes de brincar y empezar a descender en picada como si fuera un videojuego realizando el salto de fe para caer en un montón de paja que había en el sitio /¿Conveniente no?/ la mejor manera de descender mientras salía de la suave paja agitando su cuerpo y caminaba en 2 hacia el sitio donde todos eran llamados, por su baja estatura tenia algunos problemas en ser notado y muchas veces casi aplastado o pisado, que Alfa encontraba su propio camino moviéndose ágilmente entre las personas para conseguir algún buen lugar donde observar todo en aquella reunión.
Finalmente sentado con sus brazos cubiertos por las largas mangas de su ropa y un rostro apacible esperando a saber que sería lo que pronto hablarían, no habría pasado mucho antes que un incidente con una desconocida en la sala sucediera, aunque el felino no podía observar bien por su estatura, si escuchaba y miraba las cabezas de quienes hablaban antes que iniciara la reunión finalmente.
No cabía duda, era lo mejor poder saltarse obligaciones con las excusa de estar trabajando para descansar mientras su rostro reflejaba una serenidad sin igual con los ojos cerrados o mejor dicho semi cerrados para seguir vigilando sus alrededores como con sus habituales sentidos, inclusive para su suerte unas pequeñas aves llegaban a sus dominios en las alturas para descansar en el vuelo, lo que atrajo la atención del felino de colores blanco y negro en abrir uno de sus ojos para visualizarlos y moverse en 4 patas sin hacer ninguna clase de ruido en un perfil bajo para no llamar la atención. Sus instintos naturales afloraban mientras la mirada de un cazador aparecía en el rostro y con singular jugueteo se acercaba a prepararse en el tejado hasta colocarse en un punto donde las aves se percataron de su presencia demasiado tarde.
Alfa ya había saltado y las atrapo ambas con sus manos enguantas que tenían forma felina pero las había conseguido por haber realizado con excelencia un trabajo de destreza único antes que liberase las aves de sus “garras” dejándolas libres, después de todo solo lo hacía por juego, si quería comer había una Cafetería con mejores ingredientes que las tripas y sangre de un par de aves. Pero la diversión acababa con la alerta general en la Base Marina, un llamado que convocaba los marines, principalmente los novatos y soldados de bajo rango a tener que apurar en llegar con urgencia para una Reunión donde impartirían información importante, al parecer el descanso había acabado pero una nueva oportunidad de no hacer nada había llegado.
Levantándose en 2 patas para quedar totalmente erguido, el felino recorrería el tejado como si fuera una clase de ninja antes de brincar y empezar a descender en picada como si fuera un videojuego realizando el salto de fe para caer en un montón de paja que había en el sitio /¿Conveniente no?/ la mejor manera de descender mientras salía de la suave paja agitando su cuerpo y caminaba en 2 hacia el sitio donde todos eran llamados, por su baja estatura tenia algunos problemas en ser notado y muchas veces casi aplastado o pisado, que Alfa encontraba su propio camino moviéndose ágilmente entre las personas para conseguir algún buen lugar donde observar todo en aquella reunión.
Finalmente sentado con sus brazos cubiertos por las largas mangas de su ropa y un rostro apacible esperando a saber que sería lo que pronto hablarían, no habría pasado mucho antes que un incidente con una desconocida en la sala sucediera, aunque el felino no podía observar bien por su estatura, si escuchaba y miraba las cabezas de quienes hablaban antes que iniciara la reunión finalmente.
Alfa
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Creado por Miyamoto Musashi Lun Jul 04, 2016 1:31 am
Shimmen Takezō había llegado al fin a los blues, el barco en que venía había hecho un recorrido muy largo desde el archipiélago Shabondy, luego de ser dejado ahí desde Wanokuni. Sus combate había sido interrumpido y se había estado recuperando de la herida de bala de su pierna. Por suerte su estado físico actual era perfecto pero estaba demasiado lejos de su hogar, no sabía como había acabado el combate de clanes en su país, en algún momento debía regresar.
Por ahora viajaba solo, con su raído yukata azul y su desgarbada melena atada por una pequeña cola también azul. No se sentía muy bien a donde lo habían llevado, eran Shells Town y el evento parecía ser algo inductivo para soldados nuevos. “¡Qué molesto! Ya he luchado junto a estos tipos en Wano ¿Porque debo venir a esto?” pensaba de mala manera frunciendo el ceño. Se sentía bastante perdido en todo eso, toda una vida dedicada solo a la lucha con espadachines y siguiendo el titulo vacío que había perseguido le llevaban a ser probablemente el adulto más ignorante del mundo, solo sabía del arte de la guerra y del trabajo en madera. Era probablemente el peor marine como persona, asalvajado, inadaptado, rebelde, greñudo, callado y de mirada desafiante hasta con los altos rangos, en especial si estos portaban una espada.
La puntualidad tampoco era su fuerte y menos luego de perderse en la misma base de la marina. Le habían dicho que en la plazoleta y había acabado en la oficina de una alférez que casi lo sacó a patadas al ver el mal modo que Takezo le planteaba y las palabras con tan poco tacto que dijo. Simplemente era una bestia en el sentido estricto de la palabra.
Al llegar al lugar como siempre vio de manera desafiante al superior que había regañado a una chica morena con una serpiente “Vaya tipo, odiar a los críos, en mi tierra uno te podría degollar por la espalda, son peligrosos pero jamás se lo diría de frente, algunos son buenos para ser compañeros de entrenamiento”. pensaba recordando algunos combates de su infancia. Esperaba que le dijera algo para sacar su espada de manera absurda y retarlo a un duelo por alguna ofensa similar por llegar tarde. Probablemente el tipo no pensó que fuera otro recluta, quizás un conserje, un loco o un invitado de otro país por su pinta tan desentonante con los uniformados, aunque habían otros que tampoco cumplían con esa directriz pero en esa ocasión se libró de armar un alboroto.
Miraba por encima a los soldados buscando cual portaba una katana, el que tuviese una podría ser su rival, aunque muchos parecían niños. Era algo raro pero el de barba no se confiaba por eso, había visto niños de diez años matar a sangre fría en wano, allá la ley del espadachín era la que regía y no se podía confiar ni en la propia sombra. Miraba seriamente a todos cuando justo a un par de posiciones al lado, las podía ver perfectamente desde su elevada altura por encima de la media, donde se ubicó la chica morena chocó con otra peliblanca, se extraño un poco pero oía como se trataban con cierta confianza inmediata “yo no creo poder decir cosas así, debería intentarlo, al menos esta vez” pensaba en su retraída forma de ser. En ese momento lo que parecía un mink, curiosamente de las pocas razas que conocía del mundo se poso al frente suyo, se agachó y le dijo tratando de imitar a las chicas que escuchó -¿Eres un mink? Tienes un bonito pelaje... ah.. y orejas felpudas - sus palabras no eran acordes a su expresión enojada, esforzada por tratar de comunicarse con un ser mitad animal cuando probablemente Takezo lo fuese más, por ser un incivilizado total en cuanto a trato.
Por ahora viajaba solo, con su raído yukata azul y su desgarbada melena atada por una pequeña cola también azul. No se sentía muy bien a donde lo habían llevado, eran Shells Town y el evento parecía ser algo inductivo para soldados nuevos. “¡Qué molesto! Ya he luchado junto a estos tipos en Wano ¿Porque debo venir a esto?” pensaba de mala manera frunciendo el ceño. Se sentía bastante perdido en todo eso, toda una vida dedicada solo a la lucha con espadachines y siguiendo el titulo vacío que había perseguido le llevaban a ser probablemente el adulto más ignorante del mundo, solo sabía del arte de la guerra y del trabajo en madera. Era probablemente el peor marine como persona, asalvajado, inadaptado, rebelde, greñudo, callado y de mirada desafiante hasta con los altos rangos, en especial si estos portaban una espada.
La puntualidad tampoco era su fuerte y menos luego de perderse en la misma base de la marina. Le habían dicho que en la plazoleta y había acabado en la oficina de una alférez que casi lo sacó a patadas al ver el mal modo que Takezo le planteaba y las palabras con tan poco tacto que dijo. Simplemente era una bestia en el sentido estricto de la palabra.
Al llegar al lugar como siempre vio de manera desafiante al superior que había regañado a una chica morena con una serpiente “Vaya tipo, odiar a los críos, en mi tierra uno te podría degollar por la espalda, son peligrosos pero jamás se lo diría de frente, algunos son buenos para ser compañeros de entrenamiento”. pensaba recordando algunos combates de su infancia. Esperaba que le dijera algo para sacar su espada de manera absurda y retarlo a un duelo por alguna ofensa similar por llegar tarde. Probablemente el tipo no pensó que fuera otro recluta, quizás un conserje, un loco o un invitado de otro país por su pinta tan desentonante con los uniformados, aunque habían otros que tampoco cumplían con esa directriz pero en esa ocasión se libró de armar un alboroto.
Miraba por encima a los soldados buscando cual portaba una katana, el que tuviese una podría ser su rival, aunque muchos parecían niños. Era algo raro pero el de barba no se confiaba por eso, había visto niños de diez años matar a sangre fría en wano, allá la ley del espadachín era la que regía y no se podía confiar ni en la propia sombra. Miraba seriamente a todos cuando justo a un par de posiciones al lado, las podía ver perfectamente desde su elevada altura por encima de la media, donde se ubicó la chica morena chocó con otra peliblanca, se extraño un poco pero oía como se trataban con cierta confianza inmediata “yo no creo poder decir cosas así, debería intentarlo, al menos esta vez” pensaba en su retraída forma de ser. En ese momento lo que parecía un mink, curiosamente de las pocas razas que conocía del mundo se poso al frente suyo, se agachó y le dijo tratando de imitar a las chicas que escuchó -¿Eres un mink? Tienes un bonito pelaje... ah.. y orejas felpudas - sus palabras no eran acordes a su expresión enojada, esforzada por tratar de comunicarse con un ser mitad animal cuando probablemente Takezo lo fuese más, por ser un incivilizado total en cuanto a trato.
Miyamoto Musashi
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Creado por Janneline Lun Jul 04, 2016 12:14 pm
Un suspiro llegó a sus labios. ¿Qué hacía allí? Ajj, aquello realmente le molestaba. “Tienes que ir a Shelltown y obedecer unas órdenes que están allí” ¿Ella? ¿Por qué tenía ELLA que hacer lo que esos incompetentes, estúpidos marines decían? Aquello es algo que en serio le molestaba, no tenía que continuar con las órdenes que decían aquellos… Incompetentes.
“¡AJJJJJ!”- gritaba sin menores pensamientos. Estaba realmente molesta, de forma excepcional, no estaba contenta ni divertida. Tenía ganas de destruir cualquier cosa que tuviera cerca, quería tirar cosas y causar un tanto de destrucción, y así lo hizo, aunque de forma menos destructiva –vamos que si se ponía a causar destrozos le sacaban de la marina y con ello, la comodidad en la que vivía- más que nada, chocaba con las personas y luego las insultaba diciendo cosas tipo Fíjate por dónde caminas o por el estilo. Pero tanta era su rabia que terminó golpeando una pared con su pie repetidas veces.
En ese momento llegó una pequeña duda. ¿Cuándo era aquella…. “reunión”? ¿Qué hora era? ¿Cuándo tenía que estar en esa base? Suspiró de nuevo mientras empezaba a caminar. La gente normalmente volteaba a verla mientras permanecía caminando y ella, simplemente los veía como unos simples mortales inferiores. Caminaba y caminaba y no podía evitar que la gente la mirase. ¿Qué pasaba? ¿Era su extrema belleza? ¿O quizás simplemente su vestimenta reveladora? Sea como fuese ella sólo gritaba cosas a quienes hacían su mirada más evidente de lo normal. Claro, no era común lo que pasaba allí. Esa isla estaba poblado de mayoritariamente marines y ella, aun siendo uno, no llevaba aquel asqueroso uniforme que a la pobre gente le gustaba que usará. Pues no. Ella NUNCA llegaría a usar un uniforme de aquel estilo, blanco con celestito, que los mostraba a todos iguales. Pues deberían saber algo simple, ella no era como los otros, ella era superficial, ella era mejor que todos los seres que pisaban aquella tierra. ¿Cómo no se daban cuenta? Pero quizá, si llegaba a cumplir todas esas estúpidas ordenes, podría subir de rango y con el rango venía algo, algo que a la rubia le fascinaba: poder. Ella podía ser poderosa y demostrarle a los demás lo inferiores que eran en respecto a ella. Y no se confundan señores, no hablo de una superioridad en batalla, porque habría que ser tonta para pensar que le podría ganar a un almirante. Hablamos de otra cosa, algo de ser.
Llegó a la reunión de primera, el resto aún no llegaba y sólo estaba la rubia junto a la persona que estaba encargada de la reunión. Ella lo miró de reojo, su rostro serio, su rostro riguroso hacía que Janna terminara con una carcajada de la cual él miraría con un rostro de odio máximo y le gritaría algo, al menos, quería hacerlo, pero otra persona llegó a la reunión y simplemente se calló con su mirada perdida de mala gana. Oh, si lo hubiera sabido, la pequeña niña que llegó de última se tuvo que tragar todo el mal humor de aquel hombre. Pero ¿qué más daba? Una pequeña sonrisa llegó a su rostro. Generalmente, se debería considerar “que pena, por mi culpa ella terminó siendo regañada” pero para Janneline, aquello sólo resultaba gracioso. ¿Por qué debería importarle? ¿Por qué debería pensarlo demasiado? Había ocurrido y ya, aquella niña había tenido mala suerte y por otra parte, la skypiean mucha suerte, ella agradecía la suerte que había tenido.
“¿Entonces? Anda al grano, no tengo todo el tiempo del mundo.”- estaba exigiendo una respuesta, algo quizás demasiado impulsivo, pues no pensó mucho en lo que el marine de mayor rango podía actuar. ¿Y saben cuál es la mejor parte? Es que ni si quiera le importaba.
“¡AJJJJJ!”- gritaba sin menores pensamientos. Estaba realmente molesta, de forma excepcional, no estaba contenta ni divertida. Tenía ganas de destruir cualquier cosa que tuviera cerca, quería tirar cosas y causar un tanto de destrucción, y así lo hizo, aunque de forma menos destructiva –vamos que si se ponía a causar destrozos le sacaban de la marina y con ello, la comodidad en la que vivía- más que nada, chocaba con las personas y luego las insultaba diciendo cosas tipo Fíjate por dónde caminas o por el estilo. Pero tanta era su rabia que terminó golpeando una pared con su pie repetidas veces.
En ese momento llegó una pequeña duda. ¿Cuándo era aquella…. “reunión”? ¿Qué hora era? ¿Cuándo tenía que estar en esa base? Suspiró de nuevo mientras empezaba a caminar. La gente normalmente volteaba a verla mientras permanecía caminando y ella, simplemente los veía como unos simples mortales inferiores. Caminaba y caminaba y no podía evitar que la gente la mirase. ¿Qué pasaba? ¿Era su extrema belleza? ¿O quizás simplemente su vestimenta reveladora? Sea como fuese ella sólo gritaba cosas a quienes hacían su mirada más evidente de lo normal. Claro, no era común lo que pasaba allí. Esa isla estaba poblado de mayoritariamente marines y ella, aun siendo uno, no llevaba aquel asqueroso uniforme que a la pobre gente le gustaba que usará. Pues no. Ella NUNCA llegaría a usar un uniforme de aquel estilo, blanco con celestito, que los mostraba a todos iguales. Pues deberían saber algo simple, ella no era como los otros, ella era superficial, ella era mejor que todos los seres que pisaban aquella tierra. ¿Cómo no se daban cuenta? Pero quizá, si llegaba a cumplir todas esas estúpidas ordenes, podría subir de rango y con el rango venía algo, algo que a la rubia le fascinaba: poder. Ella podía ser poderosa y demostrarle a los demás lo inferiores que eran en respecto a ella. Y no se confundan señores, no hablo de una superioridad en batalla, porque habría que ser tonta para pensar que le podría ganar a un almirante. Hablamos de otra cosa, algo de ser.
Llegó a la reunión de primera, el resto aún no llegaba y sólo estaba la rubia junto a la persona que estaba encargada de la reunión. Ella lo miró de reojo, su rostro serio, su rostro riguroso hacía que Janna terminara con una carcajada de la cual él miraría con un rostro de odio máximo y le gritaría algo, al menos, quería hacerlo, pero otra persona llegó a la reunión y simplemente se calló con su mirada perdida de mala gana. Oh, si lo hubiera sabido, la pequeña niña que llegó de última se tuvo que tragar todo el mal humor de aquel hombre. Pero ¿qué más daba? Una pequeña sonrisa llegó a su rostro. Generalmente, se debería considerar “que pena, por mi culpa ella terminó siendo regañada” pero para Janneline, aquello sólo resultaba gracioso. ¿Por qué debería importarle? ¿Por qué debería pensarlo demasiado? Había ocurrido y ya, aquella niña había tenido mala suerte y por otra parte, la skypiean mucha suerte, ella agradecía la suerte que había tenido.
“¿Entonces? Anda al grano, no tengo todo el tiempo del mundo.”- estaba exigiendo una respuesta, algo quizás demasiado impulsivo, pues no pensó mucho en lo que el marine de mayor rango podía actuar. ¿Y saben cuál es la mejor parte? Es que ni si quiera le importaba.
Janneline
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Creado por Genji Lun Jul 04, 2016 5:23 pm
Por fin, despues de un largo tiempo habia logrado el superar esa especie de malos dias desde que habia llegado a aquella isla, los primeros dias fueron complicados para el de cabello bicolor, pues aquello era un poco mas diferente de lo que habia llegado a pensar, no se le mal interprete, para el aquello era ciertamente "comprensible" el como es que deberia de ser el primer dia en el que se presento, pero aun asi por unos dias le fue difícil el acostumbrarse a aquella nueva vida pero, ya fuera por una u otra cosa, al final, habia terminado por "aceptar" aquella especie de nueva vida que el mismo habia escogido, ¿gracioso el se refiera el asi a algo que el mismo habia tomado por eleccion no?, seguramente sus hermanas se hubiera burlado o mencionado algun tipo de comentario debido a lo que el mismo habia hecho, pero bueno, no venia al caso aquello, debia de dejarlo de lado por el momento y centrarse en loque estaba haciendo minutos atras, pues actualmente caminaba hacia el cuartel de la Marina, segun habia escuchado minutos atras, aparentemente se llevaria a cabo una especie de reunion, no una muy importante quizas pero, por lo que el escucho, se les mando llamar a varios marines de la isla, por lo visto solamente a algunos cuantos Marines, siendo en concreto a los Marines de rango mas Bajo; Los Soldados, ¿con que objetivo?, eso aun no lo sabia el, y tampoco lo escucho en la conversacion pero, aparentemente era para algo importante, por ello es que deberian de acudir todos o bien, una gran mayoria de los Marines antes mencionado en el lugar, aunque bien, nunca faltaba la tipica persona que sabia de dicha informacion pero aun asi preferia el simplemente no tener que asistir y hacerse el chulo faltando a la misma, pero bueno, eso no era algo que le afectara o perjudicar a el, por lo que simplemente lo dejaria el pensamiento.
Conforme se acercaba mas a el punto de reunion en el cuartel de la Marina, notaria como en efecto, algunos cuantos marines mas se encontraban ya caminando hacia el lugar, algunos solos y otros acompañados al mismo punto de reunion. Le tomaria unos cuantos minutos el llegar al punto donde se llevaria a cabo la reunion, sin saludar a alguien o preguntar algo, ingresaria en el area de la Base, deteniendose por unos cuantos segundos para ver los alrededores e intentar el darse una idea de a donde es que tenia que ir, o a donde es que estaba el punto de reunion, no tardaria mucho en encontrarlo, pues de lejos notaria el gran numero de personas agrupadas en un solo punto... aunque bueno, decir agrupadas quizas estaba mal, pues estaban en filas frente a un sujeto arriba de una tarima, por lo cual es que simplemente y sin preguntar, retomaria su caminar hacia el lugar, aunque al momento de llegar hasta el lugar, notaria como es que aparentemente cada persona ahi hacia lo que se le diera la gana, pues desde un sujeto peleando con una Niña, hasta un sujeto hablando con... ¿Un Gato?, se podrian ver en el lugar, incluso habia mas gente rara por ahi, pero ninguno parecia prestar atencion al hombre arriba de la tarima.-¿Y Estos son los Soldados de La Marina?.-En vos Baja se preguntaria mientras que en silencion y sin llamar la atencion, se formaria en las pocas filas "correctas" mirando a los demas desde lejos, soltaria un suspiro mientras que pensaba un poco en lo que ocurria ahi y posteriormente observaria a el hombre frente a ellos, no dejando de lado el hecho de que habia visto a una persona conocida suya ahi pero, por el momento, preferia el matenerse al margen pues no sabia lo que estaba pasando en concreto ahi.
Genji
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Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Arellys Lun Jul 04, 2016 11:49 pm
Mis ojos se quedaron fijados en la chica peli blanca, la cual se encontraba hablándome con una sonrisa alegre en su rostro, algo que me provocaría sonreír por igual y asentir con la cabeza al escuchar lo que decía sobre la persona que me había sermoneado. Luego notaria como esta dirigiría su atención a Alejandra, mi compañera y amiga, diciéndole algo bonito que provocaría un ligero sonrojo en ambas, - ¡Sip! Ella es Alejandra, y yo soy Arellys. – Comentaría mientras acariciaba la barbilla de la verdecilla, la cual se estiraría con suavidad hasta la peli rosado, dándole una suave lamida en la mejilla, demostrando su agrado por esa persona, - ¡Parece que le caíste bien! – Diría con alegría mientras elevaba mis manos al cielo con una sonrisa infantil de por medio. Me era realmente difícil el hacer amigos, todo mundo se alejaba por medio a Alejandra, ¿Pero que podría hacer mi amiga para remediarlo? Nada, solo le temían por ser una serpiente, algo que me provocaba cierta tristeza, ¿No podía ser de otra forma? Pero al ver como esta chica reaccionaba de manera alegre ante mi amiga, me era difícil el contener mi alegría, sentía que podía llorar en cualquier momento, más bien, lagrimas salieron de mis orbes, con aquella sonrisa en mi rostro, realmente me veía como una boba en aquel momento.
- ¡Muy bien pececitos de agua dulce! No tengo idea de cómo los hayan entrenado en esta base, pero me doy cuenta que hay demasiados niños de mami por aquí. – Comentaría, mientras observaba a ciertos reclutas, incluyéndome a mí, que me encontraba secándome las lágrimas de mi rostro, - Pero les daré una oportunidad a todos, pero, solo los fuertes pasaran. – Sonreiría de manera sádica mientras observaba a algunas personas, como a un hombre que se encontraba… ¿Hablando con un gato? – Lindo gatito… - ¡Quería abrazarlo y mimarlo! Pero no quería otro sermón… tendría que esperar un poco antes de hacer lo que quería. También observaría a un chico de pelo bicolor, se veía bastante llamativo pero tenía una expresión de cansancio o de pocos amigos, - La prueba será simple, solo podrán participar 10 personas en dicha misión, quienes se la arreglen para entrar al barco que está del otro lado de la ciudad en el puerto del este, pasaran la prueba. –
¿Nos quería poner a competir? ¡No me rendiría! Era la primera oportunidad que tendría en mucho tiempo, ¡Tenia que lograr esto! – Podrán incluso meterse en el camino de sus compañeros para lograr su objetivo, se permite de todo. – Este sonreiría de manera sádica mientras se ponía de espaldas a nosotros, - Sin más que comentar, ¡Comiencen! – Al escuchar la señal, un gran grupo de personas empezarían a correr deprisa, gente que deseaba poder salvar personas por igual… ¡Que genial era todo eso! ¡Yo tampoco me quedaría atrás! Arremangaría mis “mangas invisibles” mientras sacaba mi lengua por el lado derecho de mis labios, - ¿Nos sigues? – Le diría a la chica peli rosa, para luego salir corriendo con Alejandra enredada en mí, ¡No podía dejarme vencer! ¡No ahora!
El trayecto no sería algo sumamente difícil, pero mientras más corría, más personas podía ver que quedaban atorados en algunos lugares, otros se quedaban sentados relajándose en cafeterías, ¿Acaso no querían participar en la misión? - ¡Ustedes pueden! – Les gritaría tratando de darles aliento, mientras continuaba mi carrera por aquellas calles que tan bien conocía, ciertamente, tenía tanto tiempo en Shelltown, que conocía ya cada atajo, cada callejón y esquina del lugar, algo que me brindaba una ventaja la cual no dude en utilizar.
Saltaría de edificio hasta la calle, de calle hasta callejones y luego a la sima de otro edificio, buscando cortar la mayor cantidad de camino posible, siendo ayudada en instancias por Alejandra, ayudándome atrapar cosas altas con su elasticidad y demás. Pronto, estaría a solo metros del lugar en cuestión, al cual caería desde la copa de un edificio, pero gracias a Alejandra, la caída seria reducida por sus capacidades elásticas, volviéndose un resorte para mí, - ¡Lo logre! – Pero al llegar, me daría cuenta que no sería la única en el lugar, pues al parecer, cuatro de nosotros, llegaríamos al mismo tiempo, otro llegaría más tarde y había alguien que estaba primero que todos nosotros. Luego llegaría un chico con uniforme de marine, además de otros sujetos bastante extraños, - Bien, lleg- Escucharía un fuerte sonido, que me llevaría a dirigir la mirada a la fuente del mismo, uno de los chicos marines que habían llegado, habría sido noqueado por otro sujeto, - No necesitamos renacuajos en esta misión, ¿Somos 10 ya? – Comentaría mientras este avanzaba, pasándome por el lado y mirándome de además de a los otros chicos que ahí se encontraban, - Tch, espero no estorben… - Mientras detrás de él, se encontraban otros 3 sujetos, que al parecer andaban junto con él.
Luego de tal carrera y de aquella situación tan extraña, me tiraría al suelo para sentarme, - Fuuu… ¡Cuánto eh corrido! – Comentaría mientras llevaba mi mano a mi frente para limpiar mi sudor, ¿Qué tocaría ahora? ¿Qué podíamos hacer? Esperaba que se me incluyera en la misión ya que, estábamos 10 en aquel lugar, pero… ¿Dónde estaban los demás participantes? ¿Solo nosotros lo habíamos logrado? Me resultaba extraño, pero, quizás llegarían pronto si se les esperaba.
- ¡Muy bien pececitos de agua dulce! No tengo idea de cómo los hayan entrenado en esta base, pero me doy cuenta que hay demasiados niños de mami por aquí. – Comentaría, mientras observaba a ciertos reclutas, incluyéndome a mí, que me encontraba secándome las lágrimas de mi rostro, - Pero les daré una oportunidad a todos, pero, solo los fuertes pasaran. – Sonreiría de manera sádica mientras observaba a algunas personas, como a un hombre que se encontraba… ¿Hablando con un gato? – Lindo gatito… - ¡Quería abrazarlo y mimarlo! Pero no quería otro sermón… tendría que esperar un poco antes de hacer lo que quería. También observaría a un chico de pelo bicolor, se veía bastante llamativo pero tenía una expresión de cansancio o de pocos amigos, - La prueba será simple, solo podrán participar 10 personas en dicha misión, quienes se la arreglen para entrar al barco que está del otro lado de la ciudad en el puerto del este, pasaran la prueba. –
¿Nos quería poner a competir? ¡No me rendiría! Era la primera oportunidad que tendría en mucho tiempo, ¡Tenia que lograr esto! – Podrán incluso meterse en el camino de sus compañeros para lograr su objetivo, se permite de todo. – Este sonreiría de manera sádica mientras se ponía de espaldas a nosotros, - Sin más que comentar, ¡Comiencen! – Al escuchar la señal, un gran grupo de personas empezarían a correr deprisa, gente que deseaba poder salvar personas por igual… ¡Que genial era todo eso! ¡Yo tampoco me quedaría atrás! Arremangaría mis “mangas invisibles” mientras sacaba mi lengua por el lado derecho de mis labios, - ¿Nos sigues? – Le diría a la chica peli rosa, para luego salir corriendo con Alejandra enredada en mí, ¡No podía dejarme vencer! ¡No ahora!
El trayecto no sería algo sumamente difícil, pero mientras más corría, más personas podía ver que quedaban atorados en algunos lugares, otros se quedaban sentados relajándose en cafeterías, ¿Acaso no querían participar en la misión? - ¡Ustedes pueden! – Les gritaría tratando de darles aliento, mientras continuaba mi carrera por aquellas calles que tan bien conocía, ciertamente, tenía tanto tiempo en Shelltown, que conocía ya cada atajo, cada callejón y esquina del lugar, algo que me brindaba una ventaja la cual no dude en utilizar.
Saltaría de edificio hasta la calle, de calle hasta callejones y luego a la sima de otro edificio, buscando cortar la mayor cantidad de camino posible, siendo ayudada en instancias por Alejandra, ayudándome atrapar cosas altas con su elasticidad y demás. Pronto, estaría a solo metros del lugar en cuestión, al cual caería desde la copa de un edificio, pero gracias a Alejandra, la caída seria reducida por sus capacidades elásticas, volviéndose un resorte para mí, - ¡Lo logre! – Pero al llegar, me daría cuenta que no sería la única en el lugar, pues al parecer, cuatro de nosotros, llegaríamos al mismo tiempo, otro llegaría más tarde y había alguien que estaba primero que todos nosotros. Luego llegaría un chico con uniforme de marine, además de otros sujetos bastante extraños, - Bien, lleg- Escucharía un fuerte sonido, que me llevaría a dirigir la mirada a la fuente del mismo, uno de los chicos marines que habían llegado, habría sido noqueado por otro sujeto, - No necesitamos renacuajos en esta misión, ¿Somos 10 ya? – Comentaría mientras este avanzaba, pasándome por el lado y mirándome de además de a los otros chicos que ahí se encontraban, - Tch, espero no estorben… - Mientras detrás de él, se encontraban otros 3 sujetos, que al parecer andaban junto con él.
Luego de tal carrera y de aquella situación tan extraña, me tiraría al suelo para sentarme, - Fuuu… ¡Cuánto eh corrido! – Comentaría mientras llevaba mi mano a mi frente para limpiar mi sudor, ¿Qué tocaría ahora? ¿Qué podíamos hacer? Esperaba que se me incluyera en la misión ya que, estábamos 10 en aquel lugar, pero… ¿Dónde estaban los demás participantes? ¿Solo nosotros lo habíamos logrado? Me resultaba extraño, pero, quizás llegarían pronto si se les esperaba.
- Spoiler:
Alfa llegaría primero al lugar por ser quien más destreza tiene.
Luego, llegaríamos Genji, Janna, Reissha y yo al mismo tiempo por tener 2 puntos en destreza
Y luego llegaría Musashi por solo tener 1 punto, lo siento (?)
Arellys
Creado por Reissha Mar Jul 05, 2016 3:18 am
Aquella chica morena parecía estar realmente alegre por el cumplido que le habían hecho a su verde amiga, pero es que era imposible para la peli rosa no hacer tal cumplido, simplemente le parecía tan bonita y llamativa aquella criatura, además, la chica lograría obtener los nombres de ambas, la pequeña morena era Arellys y la amiga verdosa era Alejandra, vaya nombres tan curiosos, de donde ella venía, aquellos no eran muy comunes por no decir que no se escuchaban ahí. -¡Es un gran gusto!, yo soy Reissha.- Se presentaba igual llena de alegría y sonriente, aunque había notado las lágrimas de la chica con la que hablaba y eso le preocupaba, cosa que haría que estuviera a punto de preguntarle si se encontraba bien, pero fue justo cuando aquel hombre de los regaños y que estaba a cargo de la situación, comenzaría el habla.
Explicaba lo que todos los presentes tenían que hacer, realmente no prestaba mucho atención al rostro y gestos de aquel hombre, la peli rosa miraba a los demás presentes, una chica de dos coletas que tenía pinta de un gran fastidio, aquel hombre que parecía estar envuelto en una gran sabana y cerca de ¿un gato?, ¡era un minino enorme!, la gran necesidad por querer ir hasta aquel animal y abrazarlo, sin mencionar el acariciarlo y darle muchos mimos, no dejaban de pasar por su cabeza, y de hecho, a punto estuvo de acercase a este cuando pudo notar una cabellera peculiar y la cual reconocía, tal vez no le vería por estar prestando más atención al hombre que seguía hablando, pero Reissha le sonreiría y saludaría levemente con la mano a aquel chico de cabello bicolor puesto que ya le conocía.
Sus actos de dejar de enfocarse del tipo a cargo de aquellas personas reunidas, se esfumarían para prestar atención ante la señal de partida del mismo y luego las palabras de Arellys para comenzar a andar a las cuales la peli rosa asentiría sonriente. -Gen, vamos juntos también.- Se daría la vuelta para tomar de la mano al chico, aparte de la que parecía ser sus nuevas amigas, Arellys y Alejandra que ya habían comenzado su partida, Reissha solo conocía a Genji y con el cual comenzaba a correr. -Si vamos por aquí, luego doblamos en dos cuadras, pasamos por ese callejón, saltamos la barda, cruzamos dos calles más, caminamos sobre la barda, damos la vuelta…- Ella simplemente seguía hablando y corriendo mientras daba aquellas indicaciones que con el corto tiempo se iban cumpliendo, se sabía de memoria el mapa de Shellstown, si bien aún le seguían llamando la atención algunas cosas del lugar, el mapa lo tenía bien memorizado y conocía distintos lugares, atajos y todas esas cosas con las que guiaba para llegar hasta su objetivo junto con el bicolor.
Al llegar al lugar establecido, se sentía algo agitada, había sido una larga carrera, aunque parecía faltar personas, ya había alguien cuando ella llego, al mismo tiempo llegaron dos chicas más, una de aquellas era la pequeña morena y de la otra no se fijó bien, luego llego uno más. -…¿no se supone que debería de haber un poco más de gente?- No preguntaba a alguien en específico, era más como una pregunta al viento y en voz semi baja, luego salía un tipo a recibirlos el cual era noqueado casi al instante por otro tipo el cual veía a los presentes como poca cosa, no presto atención de aquello, estaba más que nada sorprendida por el cómo había noqueado al primer tipo. Luego de contar a los presentes, eran diez en total, ¿eso significaba que todos irían a esa misión?, pero aun así, no dejaba de llar su atención que pocos hubieran llegado, eso sin mencionar que al principio vio a muchos con nada de ánimo como en querer participar en aquello, ¿eran flojos o algo por el estilo?, no comprendía que pasaba con ellos, al menos en su mente pensaba que luego habría una pelea o algo por ver quiénes serían los 10 en ir y no solo porque en total 10 llegaban.
Explicaba lo que todos los presentes tenían que hacer, realmente no prestaba mucho atención al rostro y gestos de aquel hombre, la peli rosa miraba a los demás presentes, una chica de dos coletas que tenía pinta de un gran fastidio, aquel hombre que parecía estar envuelto en una gran sabana y cerca de ¿un gato?, ¡era un minino enorme!, la gran necesidad por querer ir hasta aquel animal y abrazarlo, sin mencionar el acariciarlo y darle muchos mimos, no dejaban de pasar por su cabeza, y de hecho, a punto estuvo de acercase a este cuando pudo notar una cabellera peculiar y la cual reconocía, tal vez no le vería por estar prestando más atención al hombre que seguía hablando, pero Reissha le sonreiría y saludaría levemente con la mano a aquel chico de cabello bicolor puesto que ya le conocía.
Sus actos de dejar de enfocarse del tipo a cargo de aquellas personas reunidas, se esfumarían para prestar atención ante la señal de partida del mismo y luego las palabras de Arellys para comenzar a andar a las cuales la peli rosa asentiría sonriente. -Gen, vamos juntos también.- Se daría la vuelta para tomar de la mano al chico, aparte de la que parecía ser sus nuevas amigas, Arellys y Alejandra que ya habían comenzado su partida, Reissha solo conocía a Genji y con el cual comenzaba a correr. -Si vamos por aquí, luego doblamos en dos cuadras, pasamos por ese callejón, saltamos la barda, cruzamos dos calles más, caminamos sobre la barda, damos la vuelta…- Ella simplemente seguía hablando y corriendo mientras daba aquellas indicaciones que con el corto tiempo se iban cumpliendo, se sabía de memoria el mapa de Shellstown, si bien aún le seguían llamando la atención algunas cosas del lugar, el mapa lo tenía bien memorizado y conocía distintos lugares, atajos y todas esas cosas con las que guiaba para llegar hasta su objetivo junto con el bicolor.
Al llegar al lugar establecido, se sentía algo agitada, había sido una larga carrera, aunque parecía faltar personas, ya había alguien cuando ella llego, al mismo tiempo llegaron dos chicas más, una de aquellas era la pequeña morena y de la otra no se fijó bien, luego llego uno más. -…¿no se supone que debería de haber un poco más de gente?- No preguntaba a alguien en específico, era más como una pregunta al viento y en voz semi baja, luego salía un tipo a recibirlos el cual era noqueado casi al instante por otro tipo el cual veía a los presentes como poca cosa, no presto atención de aquello, estaba más que nada sorprendida por el cómo había noqueado al primer tipo. Luego de contar a los presentes, eran diez en total, ¿eso significaba que todos irían a esa misión?, pero aun así, no dejaba de llar su atención que pocos hubieran llegado, eso sin mencionar que al principio vio a muchos con nada de ánimo como en querer participar en aquello, ¿eran flojos o algo por el estilo?, no comprendía que pasaba con ellos, al menos en su mente pensaba que luego habría una pelea o algo por ver quiénes serían los 10 en ir y no solo porque en total 10 llegaban.
Reissha
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
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Creado por Miyamoto Musashi Mar Jul 05, 2016 11:05 am
Una vez había terminado su intervención con el felino escuchó como el superior empezaba a hablar de un reto "solo los fuertes pasaran" fue la absurda frase que le hizo levantarse rápidamente de su encorvada posición para comunicarse con el pequeño mink. Abrió un poco los pies casi dispuesto a sacar una de sus katanas y lanzar un grito de guerra que lo dejaría en evidencia como un idiota salvaje fácilmente emocionable. Cuando se habló de una prueba se decepcionó un poco, por algún motivo había imaginado un duelo entre todos los presentes y que el último en pie ganaría. La idea le empezó a preocupar cuando se aclaró que debía cruzar por completo la ciudad hasta un muelle, a medio bostezo se dio cuenta de que era posible que perdiera contra los niños que le rodeaban.
Tomaba el bokken en su mano y ya que habían dicho que se permite todo golpeo a tres con un giro rápido, no iba a perder contra nadie, al menos eso esperaba. Empezaba a correr mientras pensaba "Ya que seguro me pierda voy a aprovechar y tumbar a tantos como pueda, así de paso entreno mi técnica aún más" iba aventando golpes con un movimiento vertical bastante preciso, cualquiera que le adelantara ¡Zasca! en la cabeza dejandole un ligero corte por el filo. Su mirada avanzaba desquisiadamente mientras se sumía en la ciudad. Acabó yendo a una zona donde no debía probablemente, cruzó un mercado y vio que ahí no estaban los reclutas, solo siguió y como si fuese un acto divino giró en un callejón. Aparentemente había vuelto a donde habían varios de sus rivales momentaneos, tomo carrerilla y golpeo cuatro más "once" pensaba en su mente. Veía a la chica morena y la albina a lo lejos, ni siquiera se percató que ya estaba a punto de llegar al barco, solo quería seguir tumbando pequeñuelos pero al subir al barco y ver el mar por un momento pensó "ya llegue, este era el objetivo, ¿Creo?" guardó su arma menos asesina y empezó a mirar a los que habían llegado y escuchar a los superiores que ahí los esperaban. Takezo empezaba a abrir y cerrar el puño sus antebrazo, estaban bastante hinchados, todo el trayecto corriendo había lanzado golpes con gran parte de su fuerza cuando no era para tumbar chicos, había sido un buen entrenamiento, sudaba bastante y se sentaba en el suelo con las piernas cruzadas, sacaba la cantimplora que siempre andaba y bebía agua agitado. Las mismas chicas que parecían amistosas estaba allí pero claramente no les iba a hablar, lo dicho al gato casi había sido un milagro y a los demás allí presentes tampoco creía tenerle confianza o algo así, solo dijo para sí mismo -Solo trece, esperaba más, si no me hubiese perdido- cerraba el puño que no portaba el hidratante liquido. Escuchaba atentamente lo que todos decían, no se pronunciaría mucho más, aún estaba expectante de la situación, aunque al principio pensó que era una niñería acabó algo emocionado.
Tomaba el bokken en su mano y ya que habían dicho que se permite todo golpeo a tres con un giro rápido, no iba a perder contra nadie, al menos eso esperaba. Empezaba a correr mientras pensaba "Ya que seguro me pierda voy a aprovechar y tumbar a tantos como pueda, así de paso entreno mi técnica aún más" iba aventando golpes con un movimiento vertical bastante preciso, cualquiera que le adelantara ¡Zasca! en la cabeza dejandole un ligero corte por el filo. Su mirada avanzaba desquisiadamente mientras se sumía en la ciudad. Acabó yendo a una zona donde no debía probablemente, cruzó un mercado y vio que ahí no estaban los reclutas, solo siguió y como si fuese un acto divino giró en un callejón. Aparentemente había vuelto a donde habían varios de sus rivales momentaneos, tomo carrerilla y golpeo cuatro más "once" pensaba en su mente. Veía a la chica morena y la albina a lo lejos, ni siquiera se percató que ya estaba a punto de llegar al barco, solo quería seguir tumbando pequeñuelos pero al subir al barco y ver el mar por un momento pensó "ya llegue, este era el objetivo, ¿Creo?" guardó su arma menos asesina y empezó a mirar a los que habían llegado y escuchar a los superiores que ahí los esperaban. Takezo empezaba a abrir y cerrar el puño sus antebrazo, estaban bastante hinchados, todo el trayecto corriendo había lanzado golpes con gran parte de su fuerza cuando no era para tumbar chicos, había sido un buen entrenamiento, sudaba bastante y se sentaba en el suelo con las piernas cruzadas, sacaba la cantimplora que siempre andaba y bebía agua agitado. Las mismas chicas que parecían amistosas estaba allí pero claramente no les iba a hablar, lo dicho al gato casi había sido un milagro y a los demás allí presentes tampoco creía tenerle confianza o algo así, solo dijo para sí mismo -Solo trece, esperaba más, si no me hubiese perdido- cerraba el puño que no portaba el hidratante liquido. Escuchaba atentamente lo que todos decían, no se pronunciaría mucho más, aún estaba expectante de la situación, aunque al principio pensó que era una niñería acabó algo emocionado.
- OFF:
- Llegue tarde porque me perdí, también tengo 2 de destreza :v
Miyamoto Musashi
Hoja de personaje
Nivel:
(1/1)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Janneline Mar Jul 05, 2016 2:29 pm
Era un poco gracioso. ¿Ir a un barco? ¿Algo TAN simple como eso? ¿Acaso no se les podía ocurrir algo más? ¿Algo que requiriera un poco más de esfuerzo? Pues bien. Sería una forma de mostrarle a aquellos seres inferiores su suprema superioridad. Ella ganaría, no importaba cómo. Y no sólo eso, llegaría de primera. De eso estaba segura y nunca aceptaría un no de respuesta.
Un momento fue en el que el hombre dijo que empezaría. Todos empezaron a correr de manera espeluznante, se aferraban a llegar, se aferraban a lograrlo todo. Pero Janna los miro con una sonrisa burlona en su rostro.
“Pobres ingenuos” susurró un momento mientras todos empezaban a correr. Pero ella tenía plena confianza en como llegaría, era alguien que se sentía completamente segura de que llegaría de primera. ¿Por qué? Oh, es fácil, Janna contaba con algo que los otros no, contaba con algo que la llegaría a ganar. ¿Y eso importaba? Pues no, el juego sucio, el juego limpio, un simple juego de palabras inventados por los perdedores para sentirse mejor. En el mundo sólo existen dos tipos de personas: los perdedores –quienes inventaron aquel mequetrefe de palabras- y los ganadores como ella.
Tomó con cierta rapidez su breath dial para usarlo como propulsor, no era demasiado potente como le gustaría, pero funcionaba, avanzaba rápidamente y dejaba atrás a muchos de aquellos estúpidos seres. Llegaría rápidamente y de primera, no había otra opción. Él mismo lo había dicho, todo estaba permitido. Y eso mismo la dejaba jugar “sucio”. Además, también la dejaba hacer uso de sus armas para matar a cualquier persona que quisiera que se encontrara allí. Que lindo era todo, que hermoso era todo. “Todo está permitido” quiere decir “hago lo que quiero” total, pasar las leyes con esas reglas puestas por la propia Ley, no importaba.
Una vez llegó al lugar pudo ver como un gato –que se le hacía casi perfectamente familiar- llegaba junto a ella. ¿Había empatado? ¿ELLA? ¿EMPATADO? Suspiro un momento un tanto molesta, ella no era capaz de llegar empatada de algo, ella era la primera, sólo la primera. Y en su infantil mente, así fue. Además, se podría decir que había llegado unos segundos antes. Suspiró y se apoyó en una pared mientras esperaba que llegara el resto. La niña morena que había llegado tarde antes llegó seguida a una albina. También llegó un tipo de pelo bicolor y seguido a ellos un hombre más.
“Bien, bien. ¿Somos todos?”
Un momento fue en el que el hombre dijo que empezaría. Todos empezaron a correr de manera espeluznante, se aferraban a llegar, se aferraban a lograrlo todo. Pero Janna los miro con una sonrisa burlona en su rostro.
“Pobres ingenuos” susurró un momento mientras todos empezaban a correr. Pero ella tenía plena confianza en como llegaría, era alguien que se sentía completamente segura de que llegaría de primera. ¿Por qué? Oh, es fácil, Janna contaba con algo que los otros no, contaba con algo que la llegaría a ganar. ¿Y eso importaba? Pues no, el juego sucio, el juego limpio, un simple juego de palabras inventados por los perdedores para sentirse mejor. En el mundo sólo existen dos tipos de personas: los perdedores –quienes inventaron aquel mequetrefe de palabras- y los ganadores como ella.
Tomó con cierta rapidez su breath dial para usarlo como propulsor, no era demasiado potente como le gustaría, pero funcionaba, avanzaba rápidamente y dejaba atrás a muchos de aquellos estúpidos seres. Llegaría rápidamente y de primera, no había otra opción. Él mismo lo había dicho, todo estaba permitido. Y eso mismo la dejaba jugar “sucio”. Además, también la dejaba hacer uso de sus armas para matar a cualquier persona que quisiera que se encontrara allí. Que lindo era todo, que hermoso era todo. “Todo está permitido” quiere decir “hago lo que quiero” total, pasar las leyes con esas reglas puestas por la propia Ley, no importaba.
Una vez llegó al lugar pudo ver como un gato –que se le hacía casi perfectamente familiar- llegaba junto a ella. ¿Había empatado? ¿ELLA? ¿EMPATADO? Suspiro un momento un tanto molesta, ella no era capaz de llegar empatada de algo, ella era la primera, sólo la primera. Y en su infantil mente, así fue. Además, se podría decir que había llegado unos segundos antes. Suspiró y se apoyó en una pared mientras esperaba que llegara el resto. La niña morena que había llegado tarde antes llegó seguida a una albina. También llegó un tipo de pelo bicolor y seguido a ellos un hombre más.
“Bien, bien. ¿Somos todos?”
- OFF importante:
- Breath Dial Almacena viento, es decir, energía eólica, y es capaz de liberarlo. Se utilizan generalmente para impulsar vehículos por el agua, o como patines y monopatines. (Nivel 1)
Bueno, como soy skypiean tengo acceso a esta preciosa joya y hago uso de ella para adelantarlos a todos, por eso, aunque tengo menos destreza de Alfa llegó más o menos al mismo tiempo.
Janneline
Hoja de personaje
Nivel:
(3/100)
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