Online
Conectarse
En total hay 25 usuarios en línea: 0 Registrados, 0 Ocultos y 25 Invitados
Ninguno
El record de usuarios en línea fue de 166 durante el Dom Nov 13, 2016 9:10 pm
Last Post
Censo
Staff
Página 2 de 2.
Página 2 de 2. • 1, 2
Creado por Miyamoto Musashi Miér Jul 06, 2016 8:15 pm
Recuerdo del primer mensaje :
La primer prueba de Miyamoto como marine había pasado, ahora debía buscar donde hospedarse mientras estuviera en ese cuartel de la marina. Al preguntarle muy cortadamente a un compañero este le habló de unas habitaciones, algo lejanas pero cerca de la playa, la idea le gustaba. Las olas eran de su agrado, tomar su espada y blandirla, tanto al atardecer como al amanecer, hasta que sus brazos no pudiesen más. Así lo hacía en Wano esperaba poder seguir así en el que sería su nuevo hogar por un tiempo.
Le indicaron donde debía ir, cuando acabara sus labores, era una dirección relativamente sencilla pero lo que mejor recordó era que en caso de perderse rodeara la ciudad por la playa. La ciudad era demasiado grande y supuso que se perdería, era demasiado probable, durante su recuperación en el Archipielago Shabody le paso más de cinco veces en la corta estancia que estuvo allí, la ciudad no era su entorno ni tampoco de su agrado.
Pero antes de marcharse ese día lo llamaron junto a otros reclutas para probar unas armas de fuego nuevas, que el ingeniero de esa base estaba desarrollando. Era demasiado peligroso dicho asunto, odiaba las armas de fuego y casi tenía más usarlas que enfrentarlas pero debía obedecer las ordenes. El grupo seleccionado fue llamado completamente al azar entre los soldado de bajo rango y los más nuevos, algún superior esperaba que en caso de algún error en el funcionamiento o lesión inducida adjudicar la culpa a la inexperiencia y no al encargado de esa tecnología. Eran siete marines conejillos de indias y unos cuantos junto a los de mayor rango observando y tomando notas de asunto. Takezo era el único con un yukata y eso parecía le daba puntos en rareza pese a que varios de los presentes tambien tenían sus peculiaridades a simple vista. Un tipo anciano, de barba y lentes bastante gruesos y con mucho aumento decía -Chaludos Choldados. Cada uno chome el arma que guchte y me dichen la inscripchión del mango antes de usarla, para anotarlos- parecía tener la información de todos en la libreta que agitaba mientras daba las explicaciones. El samurai desaliñado solo pensaba "No puedo creer que esta sea la tarea que me encomendaron, esto es lo que hacen los marines en su día a día" decía para sus adentros mientras soltaba un ligero -Tssk- y empezaba a ojear las armas que reposaban en una mesa que había sido transportada hasta esa zona de tiro, cada una era más rara que la anterior.
La primer prueba de Miyamoto como marine había pasado, ahora debía buscar donde hospedarse mientras estuviera en ese cuartel de la marina. Al preguntarle muy cortadamente a un compañero este le habló de unas habitaciones, algo lejanas pero cerca de la playa, la idea le gustaba. Las olas eran de su agrado, tomar su espada y blandirla, tanto al atardecer como al amanecer, hasta que sus brazos no pudiesen más. Así lo hacía en Wano esperaba poder seguir así en el que sería su nuevo hogar por un tiempo.
Le indicaron donde debía ir, cuando acabara sus labores, era una dirección relativamente sencilla pero lo que mejor recordó era que en caso de perderse rodeara la ciudad por la playa. La ciudad era demasiado grande y supuso que se perdería, era demasiado probable, durante su recuperación en el Archipielago Shabody le paso más de cinco veces en la corta estancia que estuvo allí, la ciudad no era su entorno ni tampoco de su agrado.
Pero antes de marcharse ese día lo llamaron junto a otros reclutas para probar unas armas de fuego nuevas, que el ingeniero de esa base estaba desarrollando. Era demasiado peligroso dicho asunto, odiaba las armas de fuego y casi tenía más usarlas que enfrentarlas pero debía obedecer las ordenes. El grupo seleccionado fue llamado completamente al azar entre los soldado de bajo rango y los más nuevos, algún superior esperaba que en caso de algún error en el funcionamiento o lesión inducida adjudicar la culpa a la inexperiencia y no al encargado de esa tecnología. Eran siete marines conejillos de indias y unos cuantos junto a los de mayor rango observando y tomando notas de asunto. Takezo era el único con un yukata y eso parecía le daba puntos en rareza pese a que varios de los presentes tambien tenían sus peculiaridades a simple vista. Un tipo anciano, de barba y lentes bastante gruesos y con mucho aumento decía -Chaludos Choldados. Cada uno chome el arma que guchte y me dichen la inscripchión del mango antes de usarla, para anotarlos- parecía tener la información de todos en la libreta que agitaba mientras daba las explicaciones. El samurai desaliñado solo pensaba "No puedo creer que esta sea la tarea que me encomendaron, esto es lo que hacen los marines en su día a día" decía para sus adentros mientras soltaba un ligero -Tssk- y empezaba a ojear las armas que reposaban en una mesa que había sido transportada hasta esa zona de tiro, cada una era más rara que la anterior.
Miyamoto Musashi
Hoja de personaje
Nivel:
(1/1)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Kuro Yoichi Miér Jul 27, 2016 9:15 pm
Estaba molesto, había perdido su tiempo. Se regodeaba en su propia astucia con la idea de haber tirado las otras armas, pero aún seguía enojado por haber perdido su tan valioso tiempo que podría haber estado usando para otras cosas, como mejorar el brazo. Todavía no era suficiente, todavía no era lo suficientemente fuerte, todavía seguía siendo un recluta. Cuando los hicieron salir de allí el ingeniero se fijó disimuladamente en las cámaras, después de todo una ubicación como esa tenía cámaras, se había olvidado de ellas y quizás su acción había quedado grabada en las mismas. No, eran cámaras sencillas, uno podía saber a donde apuntaban, y las mismas apuntaban hacia las dianas, trazando imaginaramente el cono de visión de las cámaras pudo deducir que como máximo se vería la parte superior de la mesa una vez que esta hubiese caído, pero no se lo vería a él. Había tenido un error, no había pensado en algo, inaceptable. Si eso hubiera sido el campo de batalla estaría muerto.
Un error. Él. El futuro Almirante de la Flota. No podía ser así, no merecía el rango que soñaba. Y para colmo una voz. Aquella voz que lo alababa, aquel joven... ¿Qué era eso? Un Furry. Un puto Furry. Era alabado por un Furry. La situación no podía ser peor, no podía ser más rara. Aquel gato quería ser su amigo, aquel gato que hacía una reverencia, como si se creyese más de lo que realmente era. ¿Acaso creía que Kuro era un malo de segunda que se distraía cuando le hablaban de su astucia? No, sabía que era astuto, no necesitaba que alguien se lo dijese, el intentar ganar su favoritismo le pareció una jugada baja - Yoichi - respondió cortante con una voz demasiado gutural, simplemente por modales. Por que sabía, lo sabía, todos eran iguales. Si no hablaba, si no decía su nombre, aquel insecto, aquel gato, le seguiría preguntando como se llamaba hasta enloquecerlo. Cuando el gato se fue Kuro pudo tener unos segundos para si mismo, para pensar en que hacer, en como volverse más fuerte, en como mejorar el mundo.
Pero no.
Siempre alguien lo detenía.
Cada uno de sus compañeros parecían querer hablar con él. ¿Acaso tenía un cartel que decía que deseaba atención? Escuchó las palabras ajenas deseando no tener oídos. Comer. Comida. Intentó pensar en si tenía hambre. No tenía. Pero si no comía ahora no comería hasta la noche, y en la mitad de la tarde le daría hambre, y tendría que frenar sus actividades y perder tiempo para cocinarse algo. Si allí perdía menos tiempo simplemente consiguiendo comida la cual de paso era gratis pues no podía quejarse. - Si - Lo pensó mejor. Su mente se calmó. Dejó de pensar en tantas cosas al mismo tiempo para pensar en el gato. Si comía el Furry se sentaría con él y le hablaría. No quería eso, no iba a hacer eso. - No. Mejor no. Voy a comprarme algo por ahí. Tengo cosas que hacer... - prefería perder dinero a tener que soportar a aquel gato, odiaba a los aduladores. Uno no evolucionaba con aduladores, uno se quedaba en el mismo nivel regodeándose de sus inventos envés de seguir inventando, no podía dejarse engañar por ese sujeto, debía seguir con lo suyo, debía seguir mejorando su brazo.
Un error. Él. El futuro Almirante de la Flota. No podía ser así, no merecía el rango que soñaba. Y para colmo una voz. Aquella voz que lo alababa, aquel joven... ¿Qué era eso? Un Furry. Un puto Furry. Era alabado por un Furry. La situación no podía ser peor, no podía ser más rara. Aquel gato quería ser su amigo, aquel gato que hacía una reverencia, como si se creyese más de lo que realmente era. ¿Acaso creía que Kuro era un malo de segunda que se distraía cuando le hablaban de su astucia? No, sabía que era astuto, no necesitaba que alguien se lo dijese, el intentar ganar su favoritismo le pareció una jugada baja - Yoichi - respondió cortante con una voz demasiado gutural, simplemente por modales. Por que sabía, lo sabía, todos eran iguales. Si no hablaba, si no decía su nombre, aquel insecto, aquel gato, le seguiría preguntando como se llamaba hasta enloquecerlo. Cuando el gato se fue Kuro pudo tener unos segundos para si mismo, para pensar en que hacer, en como volverse más fuerte, en como mejorar el mundo.
Pero no.
Siempre alguien lo detenía.
Cada uno de sus compañeros parecían querer hablar con él. ¿Acaso tenía un cartel que decía que deseaba atención? Escuchó las palabras ajenas deseando no tener oídos. Comer. Comida. Intentó pensar en si tenía hambre. No tenía. Pero si no comía ahora no comería hasta la noche, y en la mitad de la tarde le daría hambre, y tendría que frenar sus actividades y perder tiempo para cocinarse algo. Si allí perdía menos tiempo simplemente consiguiendo comida la cual de paso era gratis pues no podía quejarse. - Si - Lo pensó mejor. Su mente se calmó. Dejó de pensar en tantas cosas al mismo tiempo para pensar en el gato. Si comía el Furry se sentaría con él y le hablaría. No quería eso, no iba a hacer eso. - No. Mejor no. Voy a comprarme algo por ahí. Tengo cosas que hacer... - prefería perder dinero a tener que soportar a aquel gato, odiaba a los aduladores. Uno no evolucionaba con aduladores, uno se quedaba en el mismo nivel regodeándose de sus inventos envés de seguir inventando, no podía dejarse engañar por ese sujeto, debía seguir con lo suyo, debía seguir mejorando su brazo.
Kuro Yoichi
Hoja de personaje
Nivel:
(3/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Página 2 de 2. • 1, 2
Página 2 de 2.
|
|