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Creado por Okita Souji Dom Jul 10, 2016 6:24 pm
Hace más de 5 meses, en Baterilla.
Medio día. Día soleado.
Medio día. Día soleado.
El cazador proveniente de Wano yacía en aquella isla, relajado y tomando el sol en el césped. El chico traía sus katanas ajustadas a la cadera, unos ropajes típicos de su tierra natal y el pelo bastante desordenado. En la boca tenía una fruta, en especifico una naranja bastante gorda y jugosa de la cual mordía con mucho énfasis, por el dulzor tan exquisito que esta desprendía. Dio unas bocanadas a la fruta con mucho gusto hasta acabar esta, todo su ser tenía ese aroma tan característico que a ya un par de metros lo podías notar. El sonido de agrado que hizo el cazador fue tal que hasta se estiró como cuan gato.
—¡De-li-cio-so!— Exclamó con bastante entusiasmo, una brisa bastante juguetona le meneó el cabello, estaba en un sitio bastante alejado de la civilización como tal. Pero a escasos metros había un camino que conectaba a todos los sectores de la isla. De apoco se paró quedando ahora más bien en posición india. Bostezó un par de veces, tenía ya varios días en los que no dormía para nada bien, siempre de posada en posada, haciendo unos trabajamos como cazador para poder sobrevivir, mandar dinero a casa y por sobre todo, comer bien. A pesar de su índole coqueta el joven de orbes verdosas no gastaba el dinero en bares o mujeres, conocía sus obligaciones con la familia por eso prefería no andar disfrutando de placeres carnales o derivados, a la larga ya eso.. le estaba un poco que molestando.
Sí bien el joven era alguien vividor ya de apoco se estaba cansando de eso, los reproches de su madre le estaban llegando, que lo mejor era que se sentase y relajase. A pesar de que era en cartas que le reclamaba los sentía como en presencia de la misma. Así fue como de apoco ya calmaba todo, pero en la vida es complicado encontrar a ese alguien y eso piensa él. Bufó un poco recordando esto para cuando con la mano a la altura de su frente comenzó a observar hacia lo lejos que parecía venir alguien, por la silueta podría decir que era una mujer, aunque podía ser un hombre igual, aún no lo distinguía del todo. Se levantó para ver que cuando pasase de quien se tratara, antes chasqueo la lengua y habló para si mismo. —Ara, ara. Alguien viene, veamos que tan interesante es.— Con una risita se dijo para si mismo, al menos podría charla con alguien .. o eso pensaba, quizás le ignorasen.
—¡De-li-cio-so!— Exclamó con bastante entusiasmo, una brisa bastante juguetona le meneó el cabello, estaba en un sitio bastante alejado de la civilización como tal. Pero a escasos metros había un camino que conectaba a todos los sectores de la isla. De apoco se paró quedando ahora más bien en posición india. Bostezó un par de veces, tenía ya varios días en los que no dormía para nada bien, siempre de posada en posada, haciendo unos trabajamos como cazador para poder sobrevivir, mandar dinero a casa y por sobre todo, comer bien. A pesar de su índole coqueta el joven de orbes verdosas no gastaba el dinero en bares o mujeres, conocía sus obligaciones con la familia por eso prefería no andar disfrutando de placeres carnales o derivados, a la larga ya eso.. le estaba un poco que molestando.
Sí bien el joven era alguien vividor ya de apoco se estaba cansando de eso, los reproches de su madre le estaban llegando, que lo mejor era que se sentase y relajase. A pesar de que era en cartas que le reclamaba los sentía como en presencia de la misma. Así fue como de apoco ya calmaba todo, pero en la vida es complicado encontrar a ese alguien y eso piensa él. Bufó un poco recordando esto para cuando con la mano a la altura de su frente comenzó a observar hacia lo lejos que parecía venir alguien, por la silueta podría decir que era una mujer, aunque podía ser un hombre igual, aún no lo distinguía del todo. Se levantó para ver que cuando pasase de quien se tratara, antes chasqueo la lengua y habló para si mismo. —Ara, ara. Alguien viene, veamos que tan interesante es.— Con una risita se dijo para si mismo, al menos podría charla con alguien .. o eso pensaba, quizás le ignorasen.
Última edición por Okita Souji el Mar Ago 09, 2016 10:35 pm, editado 1 vez
Okita Souji
Hoja de personaje
Nivel:
(16/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Sakura Mar Jul 12, 2016 12:21 pm
La única razón por la que había arribado a la isla era porque tenía unas ganas insanas de beber sake, llevaba varios días en el mar y antes de querer conseguir un poco más de plata para poder ahorrarla y así conseguir un buen ingeniero que le hiciera mejoras en sus partes mecánicas estaban las necesidades sin sentido de una cazadora de piratas y criminales en general que buscaba únicamente el beneficio propio, después de todo estaba completamente sola en aquél mundo ya que su madre le había sido arrebatada de una forma traumatizante y ella prefería pensar de manera positiva respecto a que ya no era más una humana, sino un cyborg y tal cual aprovechaba esa resistencia extra que había obtenido para entrenarse y así convertirse en una de las mejores cazadoras para poder vengar a su madre y a la humanidad que le fue robada.
Tras llegar al muelle, acomodó su cabello largo y de tonalidades entre rosa y azul, avanzando hacia el pueblo, sin embargo, parecía que debía cruzar una larga zona rural lo que la puso de mal humor debido a su alto interés por la flora de cada isla en la que se encontraba, prácticamente su atención pasó a cada una de las flores y plantas de la pequeña zona mientras su sed de sake pasaba a segundo plano. Se hincó mientras con ayuda de uno de los frascos que siempre cargaba en su mochila tomaba un par de muestras desde la raíz de algunas plantas curativas que había observado en los libros de medicina que aún cargaba consigo ya que valían mucho más que cualquier otro tesoro que pudiese encontrarse o dinero que pudiese cobrar.
Se puso de pie y se limpió las rodillas mientras siguió avanzando por el camino que estaba obviamente hecho por ciudadanos como una forma de encaminar a los mercantes hacia la zona comercial. Debido al calor de medio día, se vio obligada a recoger su cabello en una coleta cuyas puntas seguían llegándole a la altura de las piernas debido a que usaba el cabello extremadamente largo. Una vez estuvo en lo que parecía el punto que conectaba varios caminos, se detuvo en seco ya que no sabía cuál de todos tomar, sintiendo de nuevo aquella sed con la que había llegado a la isla, se cruzó de brazos y analizó los diferentes caminos para saber cuál era el que la llevaría directo a algún bar. Su vista recorrió el perímetro y se topó con un par de ojos verdes posados sobre ella, entrecerró los ojos y avanzó un par de pasos hasta aquél hombre que vestía ropas de samurái — Oye tú — llamó al hombre — ¿Sabes cuál camino debo tomar para llegar a algún bar? — su voz no era precisamente la de una mujer amable, de hecho por su pinta y su actitud se podía notar que no era de mucha paciencia para con nadie que no fuera ella misma — Supongo que llevas el tiempo suficiente aquí para saberlo ¿No es así? — enarcó una ceja y esperó a por la respuesta del samurái.
Tras llegar al muelle, acomodó su cabello largo y de tonalidades entre rosa y azul, avanzando hacia el pueblo, sin embargo, parecía que debía cruzar una larga zona rural lo que la puso de mal humor debido a su alto interés por la flora de cada isla en la que se encontraba, prácticamente su atención pasó a cada una de las flores y plantas de la pequeña zona mientras su sed de sake pasaba a segundo plano. Se hincó mientras con ayuda de uno de los frascos que siempre cargaba en su mochila tomaba un par de muestras desde la raíz de algunas plantas curativas que había observado en los libros de medicina que aún cargaba consigo ya que valían mucho más que cualquier otro tesoro que pudiese encontrarse o dinero que pudiese cobrar.
Se puso de pie y se limpió las rodillas mientras siguió avanzando por el camino que estaba obviamente hecho por ciudadanos como una forma de encaminar a los mercantes hacia la zona comercial. Debido al calor de medio día, se vio obligada a recoger su cabello en una coleta cuyas puntas seguían llegándole a la altura de las piernas debido a que usaba el cabello extremadamente largo. Una vez estuvo en lo que parecía el punto que conectaba varios caminos, se detuvo en seco ya que no sabía cuál de todos tomar, sintiendo de nuevo aquella sed con la que había llegado a la isla, se cruzó de brazos y analizó los diferentes caminos para saber cuál era el que la llevaría directo a algún bar. Su vista recorrió el perímetro y se topó con un par de ojos verdes posados sobre ella, entrecerró los ojos y avanzó un par de pasos hasta aquél hombre que vestía ropas de samurái — Oye tú — llamó al hombre — ¿Sabes cuál camino debo tomar para llegar a algún bar? — su voz no era precisamente la de una mujer amable, de hecho por su pinta y su actitud se podía notar que no era de mucha paciencia para con nadie que no fuera ella misma — Supongo que llevas el tiempo suficiente aquí para saberlo ¿No es así? — enarcó una ceja y esperó a por la respuesta del samurái.
Sakura
Hoja de personaje
Nivel:
(3/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Okita Souji Miér Jul 13, 2016 6:22 pm
El joven de cabello café y ojos verdes comenzó a distinguir con más claridad la silueta que a lo lejos venía. Por la anatomía de la misma, el pelo tomado y alguna que otra evidente señal, se dio a entender que era una mujer a lo que sin duda alguna silbó, haciendo un típico sonido cuando alguien se avecina y causa tu interés, entre dientes el muchacho alcanzó a musitar; Interesante, muy interesante. Esperaría a que la misma se acercarse para poder saber que tanto sus ojos no le mentían y que si los atributos de la muchacha, hablando de facciones del rostro nada más que eso para que no se mal entienda, claro está.
De pronto la chica entró en el área de acercamiento con el joven proveniente de Wano, de verdad era una muchacha atractiva a lo que Okita solo reaccionó lamiéndose la mano como cuan gato, le miró de reojo al escuchar sus primeras palabras, bastante fuerte de carácter al parecer la dama. Tras esto sus orbes se fijaron más, recorriendo por completo a la muchacha con cabellos de tonalidades tan interesantes, una gama muy curiosa. Ya había captado su atención por eso se levantó para acercarse a ella a medida que seguía su charla y pregunta. Ella buscaba un bar, por eso el muchacho solo puso un rostro bastante coqueto, puso su mano en su mentón mientras miraba de más de cerca a la mujer que buscaba al parecer beber un poco.
— ¿Tú en un bar? — Hizo un silbido al final bastante extenso y se abordó a la chica desde un ángulo zurdo a la misma. Miró hacia adelante mientras se rascaba la cabeza, de apoco, siempre bien agradable. — Te puedo guiar y bebemos un poco. Sí eso, un poco de compañía agradable sería lo ideal.. Antes de marcharme de aquí. Te invito una ronda, me pareces alguien.. interesante.— Chasqueó la lengua cual viperino a lo que se ajustó las katanas bien a su cuerpo, sus ropajes de su isla eran tan notorias que seguro hasta un enano de pueblo le iba a distinguir por eso comenzó a caminar. — ¡Venga! Seguro no has probado el buen sake.— Se acercó a ella nuevamente haciendo ademanes cómicos. a medida de que al caminar ya iban en dirección de un bar bastante típico, por la hora no estaría para nada concurrido pero ahí servirían un buen trago.
— ¿Qué hace una mujer como tú aquí? … Llevo días y apenas pasan chicas.— Preguntó en lo que ya estaban en las instalaciones para beber. La entrada era como la de un bar algo japonés o del estilo de Wano en este caso, quienes atendían vestían ropajes como los de Okita. El chico abrió la puerta para que la chica de cabello de extraña tonalidad entrase, era bien caballero.
De pronto la chica entró en el área de acercamiento con el joven proveniente de Wano, de verdad era una muchacha atractiva a lo que Okita solo reaccionó lamiéndose la mano como cuan gato, le miró de reojo al escuchar sus primeras palabras, bastante fuerte de carácter al parecer la dama. Tras esto sus orbes se fijaron más, recorriendo por completo a la muchacha con cabellos de tonalidades tan interesantes, una gama muy curiosa. Ya había captado su atención por eso se levantó para acercarse a ella a medida que seguía su charla y pregunta. Ella buscaba un bar, por eso el muchacho solo puso un rostro bastante coqueto, puso su mano en su mentón mientras miraba de más de cerca a la mujer que buscaba al parecer beber un poco.
— ¿Tú en un bar? — Hizo un silbido al final bastante extenso y se abordó a la chica desde un ángulo zurdo a la misma. Miró hacia adelante mientras se rascaba la cabeza, de apoco, siempre bien agradable. — Te puedo guiar y bebemos un poco. Sí eso, un poco de compañía agradable sería lo ideal.. Antes de marcharme de aquí. Te invito una ronda, me pareces alguien.. interesante.— Chasqueó la lengua cual viperino a lo que se ajustó las katanas bien a su cuerpo, sus ropajes de su isla eran tan notorias que seguro hasta un enano de pueblo le iba a distinguir por eso comenzó a caminar. — ¡Venga! Seguro no has probado el buen sake.— Se acercó a ella nuevamente haciendo ademanes cómicos. a medida de que al caminar ya iban en dirección de un bar bastante típico, por la hora no estaría para nada concurrido pero ahí servirían un buen trago.
— ¿Qué hace una mujer como tú aquí? … Llevo días y apenas pasan chicas.— Preguntó en lo que ya estaban en las instalaciones para beber. La entrada era como la de un bar algo japonés o del estilo de Wano en este caso, quienes atendían vestían ropajes como los de Okita. El chico abrió la puerta para que la chica de cabello de extraña tonalidad entrase, era bien caballero.
Okita Souji
Hoja de personaje
Nivel:
(16/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Sakura Dom Jul 17, 2016 2:38 pm
El quedarse ahí de pie únicamente aumentaba su necesidad de alcohol, si bien Sakura era para ciertos asuntos una persona paciente, cuando se trataba de alcohol básicamente su paciencia se iba a cero, lo mismo que sucedía con cualquier otro adicto que sabía que tenía a su adicción a unos cuantos pasos. Enarcó una ceja al escuchar su pregunta con aquél tono al que irónicamente estaba acostumbrada carraspeó la garganta en un intento por fingir que ignoraba dicha pregunta para prestar atención a sus siguientes palabras — Oye amigo, te he preguntado por el bar no por compañía para beber — bromeó ya que ella no tenía ni un poco de bronca en compartir un par de botellas de sake con un samurái que acababa de conocer, siempre le pareció intrigante el saber cómo es que aquellos espadachines se las arreglaban para atacar de cerca cuando ella pasó una gran cantidad de tiempo entrenándose para atacar a distancia y que el atacado no supiera ni de dónde venía dicho ataque.
— Si tu invitas, yo no opongo resistencia querido samurái — se encogió de hombros mientras le seguía observando intentando recordar si le conocía de algún lado, resultando nulo dicho intento ya que no parecía ser alguien con quien se hubiese cruzado con anterioridad — Pues estás en un error, el Sake es mi bebida favorita y debo decirte que bebo mucho más que cualquier hombre con quien hayas compartido copas — comentó orgullosa de sí misma ya que había ganado varias apuestas con anterioridad por su alta resistencia al alcohol, cosa que le había sido de utilidad para cuando estaba algo escasa de berries en los bolsillos. Caminó a lado del hombre de ojos verdes mientras sonreía al notar esa actitud tan cómica que se cargaba, ella podía jurar que los samuráis eran personas serias, calladas y muy pero muy reservadas sin embargo éste era algo peculiar y bastante interesante.
— ¿Una mujer como yo? ¿Debería tomar eso como un cumplido? — acompañó ambas preguntas con una risa que dejaba en claro que su mal humor estaba muy lejos de hacer acto de presencia, el samurái parecía haberse ganado hasta el momento a la Sakura sociable — Probablemente has buscado mal o quizá no has buscado — aseguró mientras podía observar el tesoro al final del arcoíris, aquél bar que prometía mucho y que parecía que lograría satisfacer a la cazadora, sólo quedaba comprobarlo. Una vez entró con la puerta abierta por el caballeroso espadachín pudo notar que aquél sitio estaba siendo atendido por hombres y mujeres — Vaya, no esperaba encontrarme un bar así por aquí — dio un par de pasos dentro del lugar y pudo divisar un par de bancos libres sobre la barra por lo que llamó al espadachín — Ahí hay un par de asientos, podemos ir ahí a menos que prefieras una mesa — se detuvo y buscó con la mirada alguna mesa que estuviese disponible para ambos desconocidos.
— Si tu invitas, yo no opongo resistencia querido samurái — se encogió de hombros mientras le seguía observando intentando recordar si le conocía de algún lado, resultando nulo dicho intento ya que no parecía ser alguien con quien se hubiese cruzado con anterioridad — Pues estás en un error, el Sake es mi bebida favorita y debo decirte que bebo mucho más que cualquier hombre con quien hayas compartido copas — comentó orgullosa de sí misma ya que había ganado varias apuestas con anterioridad por su alta resistencia al alcohol, cosa que le había sido de utilidad para cuando estaba algo escasa de berries en los bolsillos. Caminó a lado del hombre de ojos verdes mientras sonreía al notar esa actitud tan cómica que se cargaba, ella podía jurar que los samuráis eran personas serias, calladas y muy pero muy reservadas sin embargo éste era algo peculiar y bastante interesante.
— ¿Una mujer como yo? ¿Debería tomar eso como un cumplido? — acompañó ambas preguntas con una risa que dejaba en claro que su mal humor estaba muy lejos de hacer acto de presencia, el samurái parecía haberse ganado hasta el momento a la Sakura sociable — Probablemente has buscado mal o quizá no has buscado — aseguró mientras podía observar el tesoro al final del arcoíris, aquél bar que prometía mucho y que parecía que lograría satisfacer a la cazadora, sólo quedaba comprobarlo. Una vez entró con la puerta abierta por el caballeroso espadachín pudo notar que aquél sitio estaba siendo atendido por hombres y mujeres — Vaya, no esperaba encontrarme un bar así por aquí — dio un par de pasos dentro del lugar y pudo divisar un par de bancos libres sobre la barra por lo que llamó al espadachín — Ahí hay un par de asientos, podemos ir ahí a menos que prefieras una mesa — se detuvo y buscó con la mirada alguna mesa que estuviese disponible para ambos desconocidos.
Sakura
Hoja de personaje
Nivel:
(3/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Okita Souji Dom Jul 17, 2016 4:28 pm
La mujer tenía su carácter y por sus primeras palabras el espadachín lo pudo notar, inmediatamente chasqueó la lengua para notarle más, entrecerrando sus ojos, agradado por esa actitud tan fuerte por parte de la fémina. De su rostro se dibujo una sonrisa como cuan serpiente se expresó en su totalidad, para Okita aquella era interesante.. no era para nada alguien que no expresase su opinión, traía un poco más su atención ahora. Los índoles de la broma lo entendió pero le quiso ver un poco más allá de las palabras, sino los ademanes de aquella mujer de cabellos tan curiosos, casi desprendía un arcoíris. El cazador le miró con más detención de pies a cabeza con esa sonrisa tan pícara por parte del proveniente de Wano.
— Que interesante y mucho.— Comentó el samurai con demasiada calma a pesar de los ademanes de la contraria. Cuando la misma pasó a responderle que mientras él invitase todo estaba bien, más el “querido” le hizo achinar más sus ojos y con esos ojos verde se detuvo en ella, esbozando esa sonrisa ya tan particular, parecía una serpiente apunto de atacar. Lo que siguió le llamó la atención, así que ella bebía sake y era su favorito, un gusto que tenían en común, eso era bueno… Demasiado para el cazador al parecer, a lo que el mismo se acercó un poco para casi susurrarle a la proximidad de su oído. — ¡Ooh! Eso suena desafiante señorita. Sake y más sake.. Emborrachados.. Igual resisto, así que no cante victoria tan pronto.— Se separó al terminar las palabras que le dirigió para así seguir su camino en la dirección de la que iba a llevar a la muchacha, sí se había comprometido a un par de copas, no lo iba a rechazar ya que, como dijo, no habían visto mujeres hace mucho tiempo y tampoco es que fuese demasiado lanzado pero, beber en compañía es mejor.. y de una mejor compañía, qué más agradable.
Al parecer entre bromas lo ideal sería hacer una apuesta como dios manda a ver quien resistía más, el joven de pelo castaño al ver la contextura física.. la anatomía.. de su rival le pareció que seguro no aguantaba tanto, quizás las apariencias engañen. Puso su mano en el mentón al ir caminando, tal vez apostar no sería una mala idea, la cosa es: ¿Qué? La voz de ella le sacó de su pensar, la pregunta fue evidente, el chico le miró de lado, acercando su rostro cuan usurpador.— Es un halago, tal vez piropo. Cómo gustes tomarlo~— Viperino arrastró sus palabras al decirlas, con un leve toque de suavidad. La verdad es que el cazador había pasado ya días allí, no veía mucha actividad y quizás, mentía, porque se quedaba dormido por eso no veía a nadie pasar.. pero en lo que no mentía es en lo que le había dicho.
Al fin habían llegado, el sitio estaba bien ubicado y eso era bueno. A la mujer le sorprendió que se pudiese encontrar algo así allí, a lo que el hombre solo sonrió, tomando eso como un cumplido. Notó como la chica le llamó al encontrar unos asientos disponibles, él solo salió detrás para ubicarse con la misma. — Ara, ara. La barra no es tan privada, además .. no solo es beber, tengo hambre.— Sacó la lengua y se tocó la barriga, en un gesto bastante humoristico. Tras aquello ubicó una mesa para una dúo, a la cual invitó. Inmediatamente llamó a una mesera. — Traiga muuuucho sake acompañado de más.. SAKE. Pollo teriyaki, sushi y ..¿Qué gusta mi dulce compañera?— Le invitó a sentarse además de pedir algo para acompañar tanto licor, una comida no vendría mal sumado a que ya sería la hora de alimentarse… El espadachín le miró.. le seguiría con sus orbes verdosas todo movimiento que aquella mujer hiciera, sin despegar ojos de la misma.
— Que interesante y mucho.— Comentó el samurai con demasiada calma a pesar de los ademanes de la contraria. Cuando la misma pasó a responderle que mientras él invitase todo estaba bien, más el “querido” le hizo achinar más sus ojos y con esos ojos verde se detuvo en ella, esbozando esa sonrisa ya tan particular, parecía una serpiente apunto de atacar. Lo que siguió le llamó la atención, así que ella bebía sake y era su favorito, un gusto que tenían en común, eso era bueno… Demasiado para el cazador al parecer, a lo que el mismo se acercó un poco para casi susurrarle a la proximidad de su oído. — ¡Ooh! Eso suena desafiante señorita. Sake y más sake.. Emborrachados.. Igual resisto, así que no cante victoria tan pronto.— Se separó al terminar las palabras que le dirigió para así seguir su camino en la dirección de la que iba a llevar a la muchacha, sí se había comprometido a un par de copas, no lo iba a rechazar ya que, como dijo, no habían visto mujeres hace mucho tiempo y tampoco es que fuese demasiado lanzado pero, beber en compañía es mejor.. y de una mejor compañía, qué más agradable.
Al parecer entre bromas lo ideal sería hacer una apuesta como dios manda a ver quien resistía más, el joven de pelo castaño al ver la contextura física.. la anatomía.. de su rival le pareció que seguro no aguantaba tanto, quizás las apariencias engañen. Puso su mano en el mentón al ir caminando, tal vez apostar no sería una mala idea, la cosa es: ¿Qué? La voz de ella le sacó de su pensar, la pregunta fue evidente, el chico le miró de lado, acercando su rostro cuan usurpador.— Es un halago, tal vez piropo. Cómo gustes tomarlo~— Viperino arrastró sus palabras al decirlas, con un leve toque de suavidad. La verdad es que el cazador había pasado ya días allí, no veía mucha actividad y quizás, mentía, porque se quedaba dormido por eso no veía a nadie pasar.. pero en lo que no mentía es en lo que le había dicho.
Al fin habían llegado, el sitio estaba bien ubicado y eso era bueno. A la mujer le sorprendió que se pudiese encontrar algo así allí, a lo que el hombre solo sonrió, tomando eso como un cumplido. Notó como la chica le llamó al encontrar unos asientos disponibles, él solo salió detrás para ubicarse con la misma. — Ara, ara. La barra no es tan privada, además .. no solo es beber, tengo hambre.— Sacó la lengua y se tocó la barriga, en un gesto bastante humoristico. Tras aquello ubicó una mesa para una dúo, a la cual invitó. Inmediatamente llamó a una mesera. — Traiga muuuucho sake acompañado de más.. SAKE. Pollo teriyaki, sushi y ..¿Qué gusta mi dulce compañera?— Le invitó a sentarse además de pedir algo para acompañar tanto licor, una comida no vendría mal sumado a que ya sería la hora de alimentarse… El espadachín le miró.. le seguiría con sus orbes verdosas todo movimiento que aquella mujer hiciera, sin despegar ojos de la misma.
Okita Souji
Hoja de personaje
Nivel:
(16/100)
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Creado por Sakura Miér Jul 20, 2016 12:22 am
Su andar hacia el bar había sido de lo más ameno debido al hombre que venía con ella, si bien ella prefería por mucho el beber en completa soledad, nunca se había negado a la idea de encontrar a alguien que lograra despertar en ella un interés más allá del conocimiento de un nombre, que por cierto aún no conocía y era debido a que el hombre de ojos verdes que conocía a la perfección el camino a seguir para llegar al bar era poco común, o mejor dicho una aguja en el pajar de personas que ella había tratado a lo largo de su vida, tanto como cyborg como cuando fue humana. Sus ojos se abrieron como platos cuando sintió el aliento del samurái a la altura del oído, quiso meterle un buen golpe para alejarlo de ella, sin embargo, sus palabras lograron el efecto contrario, ya que una carcajada sorprendentemente femenina salió de los labios de la peli rosa mientras seguía caminando en dirección al bar que ya podía observarse a la distancia — Créame que puedo cantar victoria desde un inicio, pero por ser alguien fuera de lo ordinario le daré el beneficio de la duda — le observó atenta a cualquiera de sus siguientes acciones.
La idea de una apuesta parecía de lo más tentadora y por cómo se estaba desarrollando la situación entre ambos lo único que quedaba por decidir era lo que estaría en juego para aquél que durase más con los efectos del alcohol en su sistema, que en el caso de la cyborg era la mitad debido a sus partes mecánicas que no sufrían en lo absoluto de los efectos del alcohol por ser materia inorgánica — Lo tomaré como un piropo entonces, por el bien de la integridad de ambos — guiñó un ojo dejando en claro que su comentario iba a modo de broma, estaba demasiado de buenas y en gran parte eso se debía a que estaba a escasos pasos de sus botellas de sake, prácticamente se le estaba haciendo agua la boca por tener una copa de sake en las manos y poder saborear ese manjar de los dioses. Se detuvo en seco al escuchar las palabras del samurái para posar su vista por el lugar para encontrar una mesa libre siendo vencida por el hombre de ojos verdes quien rápidamente encontró una libre para ambos.
Fue cuestión de segundos para que una mesera fuera a tomar la orden de ambos, se sentó observando a su compañero quien parecía tenía muy claro lo que quería comer para acompañar el sake — comiendo no va a conseguir vencerme — segura de sí misma pasó su vista del hombre a la linda mesera que los había elegido como sus clientes a servir — Quiero un poco de carne, quizá ¿res? — la mujer de cabellos finos preguntó el platillo a lo cual la cyborg simplemente se encogió de hombros relamiendo sus labios — Sorpréndeme, princesa — la mesera se alejó de ambos y la mujer de cabellos rosas se recargó en su respaldo para posar sus ojos en el iris verde del hombre que estaba sentado con ella — Quien aguante más bebiendo, incluso con comida en la barriga, paga por todo — enarcó una ceja — ¿Algo más que quiera agregar a esta inocente apuesta? — se cruzó de brazos imponiéndose ante el hombre.
La idea de una apuesta parecía de lo más tentadora y por cómo se estaba desarrollando la situación entre ambos lo único que quedaba por decidir era lo que estaría en juego para aquél que durase más con los efectos del alcohol en su sistema, que en el caso de la cyborg era la mitad debido a sus partes mecánicas que no sufrían en lo absoluto de los efectos del alcohol por ser materia inorgánica — Lo tomaré como un piropo entonces, por el bien de la integridad de ambos — guiñó un ojo dejando en claro que su comentario iba a modo de broma, estaba demasiado de buenas y en gran parte eso se debía a que estaba a escasos pasos de sus botellas de sake, prácticamente se le estaba haciendo agua la boca por tener una copa de sake en las manos y poder saborear ese manjar de los dioses. Se detuvo en seco al escuchar las palabras del samurái para posar su vista por el lugar para encontrar una mesa libre siendo vencida por el hombre de ojos verdes quien rápidamente encontró una libre para ambos.
Fue cuestión de segundos para que una mesera fuera a tomar la orden de ambos, se sentó observando a su compañero quien parecía tenía muy claro lo que quería comer para acompañar el sake — comiendo no va a conseguir vencerme — segura de sí misma pasó su vista del hombre a la linda mesera que los había elegido como sus clientes a servir — Quiero un poco de carne, quizá ¿res? — la mujer de cabellos finos preguntó el platillo a lo cual la cyborg simplemente se encogió de hombros relamiendo sus labios — Sorpréndeme, princesa — la mesera se alejó de ambos y la mujer de cabellos rosas se recargó en su respaldo para posar sus ojos en el iris verde del hombre que estaba sentado con ella — Quien aguante más bebiendo, incluso con comida en la barriga, paga por todo — enarcó una ceja — ¿Algo más que quiera agregar a esta inocente apuesta? — se cruzó de brazos imponiéndose ante el hombre.
Sakura
Hoja de personaje
Nivel:
(3/100)
Haki:
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Creado por Okita Souji Miér Jul 20, 2016 8:55 am
El espadachín estaba en cierto grado bastante interesado en la mujer, no solo recaía en su oratoria sino que en sus ademanes para con él. Ese guiñar de ojos además de seguirle en ritmo en cada una de sus cosas, tener su atención le agradaban bastante y hacía que su lengua chasquease más, de cada instante que pasaba más interés que nacía. El espadachín no hizo más que escucharle todo lo que dijo, mirarle y siempre como cuan serpiente apunto de lanzarse sobre su presa. Estaba quizás cautivado por esa actitud tan retadora por parte de la contraria, hasta el punto de que prefería más escuchar que decir y que pase eso con el muchacho era relativamente complicado.. Interesante.
Sí bien la idea de la barra no era del todo mala, para el espadachín no era un sitio adecuado para charlas más privadas o hablar de lo que sea, parecía más bien una reunión un poco informal si era ahí por eso simplemente se limitó a elegir una mesa, algo apartada y para el dúo. Se tomó ese atrevimiento claro observando a la mujer de cabellos tan característicos que seguro ahora iba a recordar. Una sonrisa se esbozó cuan gato alegre en lo que le esperaba y aquellas perlas verdosas tan clavadas seguían cada movimiento que la contraria deseara hacer, casi buscando el más mínimo momento para hacer de las suyas.. Con una palabra o algún comentario que rompiese más el hielo, así es el joven… Bastante sorpresivo.
El hombre cuan observador no dejaba de mirarle en ningún segundo, observaba a la muchacha venir e incluso al sentarse. Posó su codo sobre la mesa, con la palma apoyó su mentón con bastante cuidado para de esa manera mirarle, acercando levemente su rostro. Ladeó la cabeza escuchando lo que ella pedía, carne.. le sorprendió que con esa figura tan esbelta de muñeca pidiera carne así tan simple. Sólo sonrío en aquel momento dando paso a lo siguiente, la apuesta.
El espadachín estaba de acuerdo. —Se vería mal si una mujer como tú paga todo, pero acepto. Me encantan los desafios~~.— Como una serpiente comentó, siempre atento a su compañera, achinó los ojos levemente para escuchar que venía. La inocente apuesta hizo que sus orbes se abrieran, las ideas fluyeron fácilmente. El chico en un tono de susurro le fue comentando. —Me agrada que sea tan inocente.— Chasqueo su lengua con suavidad sin desprender mirada alguna. —Si yo gano serás mi maid por un tiempecito e inclusive mi enfermera personal… Si tú ganas, puedo ser tu mayordomo, enfermero o lo que quieras… Tú decides… E incluso te podría hacer vestir un disfraz algo tierno para que haga juego con tu personalidad. ¿Qué le parece?— La voz fue arrastrada acentuándose en la picardía de sus palabras y ademanes. En ése preciso momento trajeron el sake acompañado de los platillos para beberlos. Era una botella algo grande la cuál sorprendió al espadachín que solo miró como la mesera guapa se retiraba en cautela.
El de ojos verdosos inició todo sirviendo de aquel líquido transparente del cual ambos andaban deseosos de tener en el paladar. Lo hizo de medida primero poca, para que ambos se encantasen del licor. Acercó el platillo a la mujer, mirándole siempre a sus ojos. —Ahora bien, señorita enfermera … Dígame su nombre.— Tras esto levantó el platillo con alcohol de él, y lo llevó a la cercanía de ella para poder brindar. —Soy Okita Souji un cazador. Espero sea un lindo encuentro y que gane… El que deba ganar.— Sonrió nada más que eso para tras luego de brindar o no, beber encantado, necesitaba un poco de alcohol para calentar el cuerpo ya que la inocente apuesta ya había sido lanzada, de la manera más directa posible… Era interesante, entre dos jóvenes curiosos.
Sí bien la idea de la barra no era del todo mala, para el espadachín no era un sitio adecuado para charlas más privadas o hablar de lo que sea, parecía más bien una reunión un poco informal si era ahí por eso simplemente se limitó a elegir una mesa, algo apartada y para el dúo. Se tomó ese atrevimiento claro observando a la mujer de cabellos tan característicos que seguro ahora iba a recordar. Una sonrisa se esbozó cuan gato alegre en lo que le esperaba y aquellas perlas verdosas tan clavadas seguían cada movimiento que la contraria deseara hacer, casi buscando el más mínimo momento para hacer de las suyas.. Con una palabra o algún comentario que rompiese más el hielo, así es el joven… Bastante sorpresivo.
El hombre cuan observador no dejaba de mirarle en ningún segundo, observaba a la muchacha venir e incluso al sentarse. Posó su codo sobre la mesa, con la palma apoyó su mentón con bastante cuidado para de esa manera mirarle, acercando levemente su rostro. Ladeó la cabeza escuchando lo que ella pedía, carne.. le sorprendió que con esa figura tan esbelta de muñeca pidiera carne así tan simple. Sólo sonrío en aquel momento dando paso a lo siguiente, la apuesta.
El espadachín estaba de acuerdo. —Se vería mal si una mujer como tú paga todo, pero acepto. Me encantan los desafios~~.— Como una serpiente comentó, siempre atento a su compañera, achinó los ojos levemente para escuchar que venía. La inocente apuesta hizo que sus orbes se abrieran, las ideas fluyeron fácilmente. El chico en un tono de susurro le fue comentando. —Me agrada que sea tan inocente.— Chasqueo su lengua con suavidad sin desprender mirada alguna. —Si yo gano serás mi maid por un tiempecito e inclusive mi enfermera personal… Si tú ganas, puedo ser tu mayordomo, enfermero o lo que quieras… Tú decides… E incluso te podría hacer vestir un disfraz algo tierno para que haga juego con tu personalidad. ¿Qué le parece?— La voz fue arrastrada acentuándose en la picardía de sus palabras y ademanes. En ése preciso momento trajeron el sake acompañado de los platillos para beberlos. Era una botella algo grande la cuál sorprendió al espadachín que solo miró como la mesera guapa se retiraba en cautela.
El de ojos verdosos inició todo sirviendo de aquel líquido transparente del cual ambos andaban deseosos de tener en el paladar. Lo hizo de medida primero poca, para que ambos se encantasen del licor. Acercó el platillo a la mujer, mirándole siempre a sus ojos. —Ahora bien, señorita enfermera … Dígame su nombre.— Tras esto levantó el platillo con alcohol de él, y lo llevó a la cercanía de ella para poder brindar. —Soy Okita Souji un cazador. Espero sea un lindo encuentro y que gane… El que deba ganar.— Sonrió nada más que eso para tras luego de brindar o no, beber encantado, necesitaba un poco de alcohol para calentar el cuerpo ya que la inocente apuesta ya había sido lanzada, de la manera más directa posible… Era interesante, entre dos jóvenes curiosos.
Okita Souji
Hoja de personaje
Nivel:
(16/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Sakura Vie Jul 22, 2016 11:36 am
Enarcó una ceja al escuchar las palabras del samurái — ¿Es que me acabo de encontrar con un machista de clóset? — preguntó divertida ya que posteriormente el hombre dijo que aceptaba la apuesta viéndola como un muy buen desafío. Se dibujó una sonrisa en su rostro cuando él también repitió la palabra inocente cuando quedaba más que claro que por el camino que tomaba, sería todo, menos inocente. Soltó una carcajada cuando escuchó sus opciones y se encogió de hombros ya que no le importaba todo lo que él propusiera, al final del día ella sería la vencedora y ya tenía en mente algo más que agregar — Se me ocurre algo mejor que un enfermero o un mayordomo, pero igual no descarto la idea del todo — aseguró mientras se removía en su silla algo impaciente por beber sake, lo quería ahí y lo quería en ese mismo instante.
Y como si alguien hubiera escuchado sus plegarias, fue cuestión de minutos para que delante de ella apareciera una exquisita y grande botella de Sake que le pedía a gritos a la cyborg que fuera bebida, la mesera dejó un par de platos para que ambos jóvenes pudieran comenzar a beber sin ningún problema. Ella estaba por servirlo ya que a eso estaba acostumbrada, cuando el hombre de ojos verdes pasó a tomar ambos platillos de un color rojo bastante llamativo para vaciar una pequeña cantidad de Sake desde la perspectiva de la mujer para posteriormente pasarle uno de esos el cual ella tomó gustosa — ¿Señorita enfermera? ¿Es que ya diste por ganada esta pequeña pelea mi querido mayordomo? — una sonrisa se asomó en su rostro ya que obviamente no iba a tener piedad con él.
— Cazador eh — relamió sus labios al enterarse de que había finalmente encontrado a un compañero de profesión que sorprendentemente no la impulsaba a querer matarlo ahí mismo, pueden llamarlo mala experiencia con el resto de cazadores o simplemente que cuando se topaba con uno era para pelear por una misma presa, por ello es que ella prefería viajar sola y por consiguiente cazar en completa soledad, a su manera — Un placer señor Souji, mi nombre es Sakura y también soy una cazadora — alzó su pequeño plato con un Sake intacto y brindó con él antes de llevarlo a sus labios y dejarse impregnar las papilas gustativas con ese sabor tan dulce que la volvía loca. Dejó el plato completamente vacío a la mesa y exhaló profundamente con una obvia sonrisa que dejaba en claro que eso era precisamente lo que ella necesitaba — Segunda ronda, señor cazador — comentó mientras le extendía ayudada de la punta de los dedos de su mano derecha el plato rojo en su dirección para que esta vez lo llenara de verdad.
Y como si alguien hubiera escuchado sus plegarias, fue cuestión de minutos para que delante de ella apareciera una exquisita y grande botella de Sake que le pedía a gritos a la cyborg que fuera bebida, la mesera dejó un par de platos para que ambos jóvenes pudieran comenzar a beber sin ningún problema. Ella estaba por servirlo ya que a eso estaba acostumbrada, cuando el hombre de ojos verdes pasó a tomar ambos platillos de un color rojo bastante llamativo para vaciar una pequeña cantidad de Sake desde la perspectiva de la mujer para posteriormente pasarle uno de esos el cual ella tomó gustosa — ¿Señorita enfermera? ¿Es que ya diste por ganada esta pequeña pelea mi querido mayordomo? — una sonrisa se asomó en su rostro ya que obviamente no iba a tener piedad con él.
— Cazador eh — relamió sus labios al enterarse de que había finalmente encontrado a un compañero de profesión que sorprendentemente no la impulsaba a querer matarlo ahí mismo, pueden llamarlo mala experiencia con el resto de cazadores o simplemente que cuando se topaba con uno era para pelear por una misma presa, por ello es que ella prefería viajar sola y por consiguiente cazar en completa soledad, a su manera — Un placer señor Souji, mi nombre es Sakura y también soy una cazadora — alzó su pequeño plato con un Sake intacto y brindó con él antes de llevarlo a sus labios y dejarse impregnar las papilas gustativas con ese sabor tan dulce que la volvía loca. Dejó el plato completamente vacío a la mesa y exhaló profundamente con una obvia sonrisa que dejaba en claro que eso era precisamente lo que ella necesitaba — Segunda ronda, señor cazador — comentó mientras le extendía ayudada de la punta de los dedos de su mano derecha el plato rojo en su dirección para que esta vez lo llenara de verdad.
Sakura
Hoja de personaje
Nivel:
(3/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Okita Souji Sáb Jul 23, 2016 1:56 am
¿Machista de clóset? De verdad le dijo eso. Okita era un hombre muy lo opuesto a lo que había comentado la mujer de cabellos estrafalarios. Él tenía muchas hermanas, eran en total una familia de 20 hermanos, de los cuales 11 eran hermanas, el resto los hombres. Machista no era, pero se lo dijo con ese tono, tan .. de ella. Solo se limitó a sonreír, no iba a responder ya que se sobre entendía por las palabras que él mencionó que no era así. El inocente que recalcó era interesante y mucho, dejaba demasiado a que pensar, era la idea… la verdad.
Las palabras de la mujer salieron a flote, la ideas que él dio convencían en poca medida a la fémina por lo tanto, al escuchar el final, chasqueo la lengua intrigado por saber que es lo que ella tejía entre manos, seguro algo más que interesante y curioso de saber. Se le comía las ganas de saber pero de todos modos, debía guardar paciencia. Ganar o perder va más allá de todo esto. —Al final no doy tan malas ideas~. Espero saber que tramas pero… Seguro que ganaré~— Estaba demasiado confiado el espadachín tanto así que ya daba por sentada la victoria que la ganaría como si nada pero bueno, para saber ese resultado se requieren varias copas, tal vez, botellas para que el primero caiga rendido ante los brazos del alcohol.
Nuevamente una provocación por parte de la muchacha, al llamarle su mayordomo, sonaba interesante, demasiado. Se apretó el labio con su dedo índice, bien coqueto le miraba fijamente, definiendo las facciones de la misma, comenzando por su mentón e ir subiendo hasta llegar a sus orbes, donde se fijaron, las verdosas traían ya su objetivo. —A las mujeres le gustan los hombres decididos. Además tengo confianza de que no seré tu mayordomo y si lo soy, será gustoso~.— Comentó sin temor alguno, las apuestas se pagan como sea, lo sabía y su palabra valía demasiado como para no cumplirla.
Le sorprendió que repitiese el cazador, por eso le miró. La verdad es que traía la curiosidad, el muchacho decidió simplemente servir el líquido que sería el origen de la apuesta. Tras aquello escuchó como ella se presentaba, ahora ése físico y rostro tenían un nombre; Sakura. Sonrió al saber que era cazadora como él. —Espero que no cases lobos… Ni “mayordomos”, yo cazo enfermeras y piratas, las detesto. Es un placer, Sakura. Me recuerda a algo tu nombre~.— Comentó para así brindar con ella y dar paso al primer trago, tan pronto como lo acabaron y ella pidió el segundo lo sirvió. Sin decir nada el hombre bebió el segundo, luego rellenó el tercero, lo bebió rápido, siempre mirando a la mujer a los ojos. —Extrañaba este sabor.— Pasó a dar otra probada, ya era el cuarto. Alcanzó a llenar los dos platillos pero el alcohol faltaba. Llamó por más antes de que trajesen la comida.
—¿Sólo cinco? con una botella… Con tan poco no me voy a la cama~. Y claro, si estás mareada puedes decirlo, Sakura-san. Yo te puedo llevar a tu hogar~— Cuan serpiente comentó y fue en ése momento en que llegó la otra botella. La destapó y se acercó para volver a servirle. —¿Cómo es que andas sola? No tienes la pinta de que no te agrade la compañía… Señorita cazadora. Ha tenido mi atención… ¿Que pasaría si yo fuese un embaucador que ataca solo chicas “interesantes”?— Ya con las copas en la cabeza preguntó, siempre con esos ojos tan cercanos mirando a su compañera, intentos a su jugada.
Las palabras de la mujer salieron a flote, la ideas que él dio convencían en poca medida a la fémina por lo tanto, al escuchar el final, chasqueo la lengua intrigado por saber que es lo que ella tejía entre manos, seguro algo más que interesante y curioso de saber. Se le comía las ganas de saber pero de todos modos, debía guardar paciencia. Ganar o perder va más allá de todo esto. —Al final no doy tan malas ideas~. Espero saber que tramas pero… Seguro que ganaré~— Estaba demasiado confiado el espadachín tanto así que ya daba por sentada la victoria que la ganaría como si nada pero bueno, para saber ese resultado se requieren varias copas, tal vez, botellas para que el primero caiga rendido ante los brazos del alcohol.
Nuevamente una provocación por parte de la muchacha, al llamarle su mayordomo, sonaba interesante, demasiado. Se apretó el labio con su dedo índice, bien coqueto le miraba fijamente, definiendo las facciones de la misma, comenzando por su mentón e ir subiendo hasta llegar a sus orbes, donde se fijaron, las verdosas traían ya su objetivo. —A las mujeres le gustan los hombres decididos. Además tengo confianza de que no seré tu mayordomo y si lo soy, será gustoso~.— Comentó sin temor alguno, las apuestas se pagan como sea, lo sabía y su palabra valía demasiado como para no cumplirla.
Le sorprendió que repitiese el cazador, por eso le miró. La verdad es que traía la curiosidad, el muchacho decidió simplemente servir el líquido que sería el origen de la apuesta. Tras aquello escuchó como ella se presentaba, ahora ése físico y rostro tenían un nombre; Sakura. Sonrió al saber que era cazadora como él. —Espero que no cases lobos… Ni “mayordomos”, yo cazo enfermeras y piratas, las detesto. Es un placer, Sakura. Me recuerda a algo tu nombre~.— Comentó para así brindar con ella y dar paso al primer trago, tan pronto como lo acabaron y ella pidió el segundo lo sirvió. Sin decir nada el hombre bebió el segundo, luego rellenó el tercero, lo bebió rápido, siempre mirando a la mujer a los ojos. —Extrañaba este sabor.— Pasó a dar otra probada, ya era el cuarto. Alcanzó a llenar los dos platillos pero el alcohol faltaba. Llamó por más antes de que trajesen la comida.
—¿Sólo cinco? con una botella… Con tan poco no me voy a la cama~. Y claro, si estás mareada puedes decirlo, Sakura-san. Yo te puedo llevar a tu hogar~— Cuan serpiente comentó y fue en ése momento en que llegó la otra botella. La destapó y se acercó para volver a servirle. —¿Cómo es que andas sola? No tienes la pinta de que no te agrade la compañía… Señorita cazadora. Ha tenido mi atención… ¿Que pasaría si yo fuese un embaucador que ataca solo chicas “interesantes”?— Ya con las copas en la cabeza preguntó, siempre con esos ojos tan cercanos mirando a su compañera, intentos a su jugada.
Okita Souji
Hoja de personaje
Nivel:
(16/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Sakura Mar Ago 09, 2016 10:32 pm
Sakura
Hoja de personaje
Nivel:
(3/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
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