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Creado por Clopin Trouillefou Mar Sep 20, 2016 3:35 pm
-Flevance...- El sol salía por el este, acarreando consigo los primeros rayos de luz de la mañana. Debido a la corta distancia que les separaba de la isla, la Ciudad Blanca brilló con un aura de pureza inconfundible. Era una de las islas más ricas, y se ocupaba de demostrar y recordar este hecho con todo lo que se pudiese encontrar a la vista. Desde los inmaculados edificios hasta la vegetación, procurada de tal forma que parecía una continuación fija en el tiempo de todo lo construido por el hombre, como si aquellos árboles y setos fuesen a permanecer puros y naturales por siempre. Aquella era la primera imagen que otorgaba la ciudad a los visitantes que se encontrasen despiertos al amanecer. Al menos era la primera impresión que daba. Ni si quiera en tiempos anteriores la Ciudad Blanca había sido tan pura como pretendía aparentar. ¿Decir que enfermaron a causa del “Plomo Blanco” no era sino lo mismo que admitir que enfermaron por su propia avaricia? Clopin había sido siempre pobre, y ni aún así le impresionaban las grandes edificaciones o los caros lujos que podían permitirse todos en aquél lugar. Sería pobre, pero no un enfermo. Por ello y por toda la experiencia propia que portaba Clopin a sus espaldas, observaba de otra forma el lugar. Era consciente de la belleza que traía consigo, pero al mismo tiempo era capaz de observar nítidamente la oscuridad que una ciudad tan inmaculada podía llegar a ocultar.
¡Desembarque! Clopin puso pie en tierra firme. ¿A qué había venido? Micqueot, hace unos meses. Clopin y un hombre llamado Kote habían quedado para conversar, resultando como lugar de su próximo encuentro; Flavence. ¿El problema? No habían quedado, por poner un ejemplo, “en la plaza”, “en el bar de la esquina”, etc. No, simplemente tenían el nombre de la isla, y en ella acordaron encontrarse de la forma más original posible. Clopin tenía un plan. Cargado con su mochila, puso rumbo hasta la plaza, prestando especial atención durante el trayecto a aquellos que le miraban con cara de intriga o desprecio, y es que un Bufón con máscara no se veía todos los días por la calle, supongo.
Llegó a la plaza. La primera impresión que daba era la de un orden muy curioso, teniendo en cuenta que era la plaza de una ciudad muy concurrida. Dentro de todo el rebaño humano que habitaba el lugar, parecía haber un equilibrio que muy pocos se atrevían a deshacer. Tampoco habían, por ejemplo, los típicos vendedores ambulantes a los que el Bufón estaba acostumbrado, ni tampoco los niños medio desnudos jugando a ver quién corre más rápido, o quién coge más bichos con los pies (juego tradicional de la isla de donde provenía Clopin). Quizás se había acostumbrado a cosas más campechanas, pero no le parecía normal toda aquella escena. Alguien debía llegar para otorgar algo de vida a la ciudad y, de paso, cumplir con su objetivo.
A pesar de la armonía que reinaba en el lugar, el número de gente era tal que quisieran o no era difícil escuchar a la persona que se encontrase a pocos metros de ti. Clopin divisó un carro a lo lejos, que se encontraba en un punto de la plaza que permitía ser observado por la mayor cantidad de gente posible (labor difícil, teniendo en cuenta la enorme fuente que ocupaba el centro exacto del lugar). Clopin corrió entre la multitud. -Paso. ¡Paso! ¿Es que no escuchan los cascabeles?- Las miradas cercanas se depositaban en él cuando pasaba corriendo. Sin detener su carrera, de un único salto, subió sobre el carro (o mejor dicho, sobre las cajas de provisiones que portaba el carro) con una agilidad envidiable, aunque ni eso le salvó de tener que hacer figuras extrañas para mantener el equilibrio al inicio de la subida.
Tuvo que coger aire para lo que se avecinaba. Hinchó los pulmones todo lo que los mismos le permitieron. -¡Usando mis místicos poderes de gitano, os ordeno a todos que os calléis.- Gritó mientras gesticulaba con las manos. Los más cercanos callaron casi al instante, y como una onda en el agua la orden fue expandiéndose desde el centro hasta la periferia. -¡Bien!- Dijo sonriendo a todo el mundo. -Mi nombre es Clopin y vengo en busca de un caballero. Les agradecería a todos que me ayudasen a encontrarlo.- Acto seguido, abrió su mochila y comenzó a sacar carteles que comenzó a lanzar al aire. -¡Adelante! No sea tímidos. Si todos colaboramos ésto sólo durará unos instantes. ¿Alguien ha visto al caballero del dibujo? Que, por cierto, he dibujado yo mismo.- Dicho esto una mueca de satisfacción inundó su rostro y como un movimiento involuntario sacó pecho y levantó la cabeza. -Lo sé. Soy un gran artista. Si pagan lo adecuado les retrataré al terminar mi misión.- Ya solamente quedaba que Kote apareciese... O que echasen a patadas al gitano de allí.
- Le Power:
- Cartel:
Clopin Trouillefou
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Dex Mar Sep 20, 2016 7:26 pm
Despues de unos dias de viaje, mi pequeño barquito me habia dejado tirado en mitad de una isla de los blues, al principio no sabia bien donde me encontraba ya que despues de todo apenas conocia estas agua, era un mero forasteros por estos lados y pocos eran los mink que habian llegado hasta este lugar, por no decir que nadie de la tribu mink habia alcanzado a llegar hasta hasta el lugar donde ahora mismo me encontraba, mas que nada por que aquel enorme bicho no se los permitia a casi nadie, pero despues de todo yo lo habia conseguido, lo que me convertia en alguien bastante afortunado y una persona bastante guay entre los mios.... o un fugitivo, una de dos, pero aun asi, fuese cual fuese el resultado de todo esto, tenia bien claro que despues de todo estaba logrando cumplir mi objetivo de conseguir explorar el mundo exterior. La isla a la que habia llegado hacia unas horas no era otra mas que Flevance, me habia estado informando en un pequeño librito que tenia sobre las islas y segun ponia, esta era la llamada "isla blanca" aunque no termine de comprender bien el por que, pero me daba igual, por mi como si era multicolor, uno de mis objetivos en esta isla era bien claro y seria lo primero que haria ¿Donde demonios hay una tienda de ropa en esta isla? Dije mientras avanzaba por las calles de la isla observando de un lado hacia el otro, hasta que finalmente la encontre, una tienda de ropa, parecia ser la unica en la isla, aquello me emociono y una mueca de asombro hizo que se reflejase en mi rostro
Corri hasta a dentro de aquel local para despues de todo posarme de un salto sobre el mostrador, el dependiente de la tienda estaba de espaldas, al parecer estaba apuntando algunas cosas o a saber que demonios, pero despues de todo me decidi por preguntar directamente Disculpe ¿Venden aqui pantalones de mi talla, es una un poco pequeña y bueno... El dependiente de aquella tienda se giro rapidamente para ver quien era el que se habia presentado en su tienda, pero lo que se encontro fue algo que fuera de llamar la atencion, lo asusto Oh dios mio! Una comadreja que habla?! Largo de aqui! No tenemos pantalones para comadrejas! Largo! Aquel hombre agarro una escoba que se encontraba a escasa distancia de donde se encontraba inicialmente y comenzo a agitarla rapidamente para tratar de conseguir auyentarme Eh, eh amigo, un respeto, que no soy ninguna comadreja cualquiera, soy un mink ¿Entiendes idiota? Rapidamente agache mi cabeza evadiendo un escobazo de aquel tipo, para despues de aquello salir corriendo de aquel lugar antes de que tratase de acertar el siguiente escobazo, parecia que no le agradaban los animales que poseian la capacidad de hablar como lo hacian los demas humanos, pero en fin, despues de todo no se podia hacer nada mas que tratar de buscar otro sitio donde quedarse tranquilo y descansar
Pasaron un par de horas y mis pasos me llevaron hasta un local de Flevance, se llamaba “Flevance's Home of Art” la verdad es que tenia un nombre bastante raro, pero por lo que detectaba por mi olfato, era que dentro habia comida y ademas de eso, comida que sabia realmente deliciosa Hmm... menuda hambrecilla Esta vez no entraria por la puerta para llamar la atencion como habia hecho hasta ahora, no, esta vez las cosas eran muy distintas, habia decidido en aquel instante de que estaria por alli sin ser visto de ninguna forma. Rodee el local y me introduje por la puerta trasera del servicio de aquel local, recorriendo la cocina de aquel sitio, realmente preparaban platos exquisitos. Me movia con sigilo y con suma rapidez, evadiendo miradas de los cocineros, para que ninguno pudiese llegar a detectarme de ninguna manera. A medida que avanzaba por aquella cocina, intentaba buscar un poco de comida, pero el agarrarla estaba complicado, ya que despues de todo, los cocineros estarian en el punto de vision por donde yo tendria que pasar para coger la comida. Pero de pronto se comenzaron a escuchar estruendos en el interior del local y todos los cocineros salieron corriendo hacia alli fuera para comprobar que ocurria, era mi oportunidad, tendria que ponerme bien ciego a comida ahora o de lo contrario no podria hacerlo nunca.
Agarre unas alitas y unas patatas fritas, asi como un plato de pasta italiana y una botella de shake para hacer pasar todo mas rapido por el gaznate, pero mientras comia me picaba la curiosidad saber que ocurria, ya que podia escuchar disparos y sonidos de espadas. Lentamente me subi por una de las mesas y me pose por una pequeña ventana que daba al hall principal de aquel local, al parecer un tipo y dos chicas se estaban cargando a unos piratas que habian llegado hasta aqui solamente para buscar pelea, la cosa se ponia muy fea para aquellos piratillas, ya que una de las chicas combatia con un bate y una pistola, parecia que no se andaba con chiquitas y el ver aquello me asombraba por momentos Hmm... una chica con caracter, me gusta Dije mientras esbozaba una pequeña sonrisa picarona y me lamia la mano para despues llevarme el pelaje de mi cabeza hacia atras. Rato despues, cuando todos aquellos piratas habian caido en la batalla que se habia formado, decidi acercarme un poco mas para poder verlos a todos de cerca, sobre todo a la chica con tanto caracter que habia robado mi corazon de comadreja a base de golpe de bate y balazos de su pistola.
Apareci en mitad de aquel salon de batalla observando todo el alrededor, mirando como aquellos tipos estaban hechos migas completamente Madre mia, sabeis como gastarolas eh? Decia mientras caminaba iba robandole las carteras a aquellos tipos y me paraba a leer sus credenciales identificantibas Remilgio... jo tio, tus padres no te querian mucho ¿No? Dije mientras tiraba su cartera a un lado, caminando entre aquellos que habian derrotado a los piratas, pasando de largo por al lado del chico de la nodachi y dirigiendome hasta la chica del bate y pistola mientras volvia a lamerme la mano y repeinarme Nena, has estado asombrosa ¿Estas libre hoy para tomar una copa? Le dije mientras le sonreia de una forma bastante "ligona" por llamarlo de alguna manera. Luego de aquello observe al chico de la Nodachi nuevamente y rapidamente me pose en su hombro Tu tambien has estado sensacional eh? Pero bueno, debo de adular primero a las damas... ya me entiendes Dije mientras le guiñaba un ojo a la otra chica que tambien portaba una katana con ella. Luego de todo, escuche un tremendo grito procedente de la calle ¿Acaso se habia formado otra trifulca fuera? Me asome por una de las ventanas del local y me puse mis gafas-prismatico que llevaba siempre conmigo y pude ver a un tipo con vestimentas de bufon que sostenia un dibujo que, a pesar de que parecia estar dibujado por una persona con graves problemas mentales, parecia y solo digo que se llegaba a parecer al chico de la nodachi Oye, creo que el bufon de ahi a fuera te anda buscando, nose, su dibujo me hace darme una idea, aunque bueno... tampoco podria decir si lo dibujo el, y si lo hizo.... bueno, no quiero faltarle al pobre hombre, puede tener graves problemas mentales y yo no saberlo, asi que no le culpare todavia Dije mientras me posaba en el hombro del muchacho de la nodachi de nuevo Pareceis gente interesante ¿Os puedo acompañar un rato? Solo por proteccion de estas bellas damas Dije sonriendoles a ellas de nuevo, esperando una respuesta del resto
Corri hasta a dentro de aquel local para despues de todo posarme de un salto sobre el mostrador, el dependiente de la tienda estaba de espaldas, al parecer estaba apuntando algunas cosas o a saber que demonios, pero despues de todo me decidi por preguntar directamente Disculpe ¿Venden aqui pantalones de mi talla, es una un poco pequeña y bueno... El dependiente de aquella tienda se giro rapidamente para ver quien era el que se habia presentado en su tienda, pero lo que se encontro fue algo que fuera de llamar la atencion, lo asusto Oh dios mio! Una comadreja que habla?! Largo de aqui! No tenemos pantalones para comadrejas! Largo! Aquel hombre agarro una escoba que se encontraba a escasa distancia de donde se encontraba inicialmente y comenzo a agitarla rapidamente para tratar de conseguir auyentarme Eh, eh amigo, un respeto, que no soy ninguna comadreja cualquiera, soy un mink ¿Entiendes idiota? Rapidamente agache mi cabeza evadiendo un escobazo de aquel tipo, para despues de aquello salir corriendo de aquel lugar antes de que tratase de acertar el siguiente escobazo, parecia que no le agradaban los animales que poseian la capacidad de hablar como lo hacian los demas humanos, pero en fin, despues de todo no se podia hacer nada mas que tratar de buscar otro sitio donde quedarse tranquilo y descansar
Pasaron un par de horas y mis pasos me llevaron hasta un local de Flevance, se llamaba “Flevance's Home of Art” la verdad es que tenia un nombre bastante raro, pero por lo que detectaba por mi olfato, era que dentro habia comida y ademas de eso, comida que sabia realmente deliciosa Hmm... menuda hambrecilla Esta vez no entraria por la puerta para llamar la atencion como habia hecho hasta ahora, no, esta vez las cosas eran muy distintas, habia decidido en aquel instante de que estaria por alli sin ser visto de ninguna forma. Rodee el local y me introduje por la puerta trasera del servicio de aquel local, recorriendo la cocina de aquel sitio, realmente preparaban platos exquisitos. Me movia con sigilo y con suma rapidez, evadiendo miradas de los cocineros, para que ninguno pudiese llegar a detectarme de ninguna manera. A medida que avanzaba por aquella cocina, intentaba buscar un poco de comida, pero el agarrarla estaba complicado, ya que despues de todo, los cocineros estarian en el punto de vision por donde yo tendria que pasar para coger la comida. Pero de pronto se comenzaron a escuchar estruendos en el interior del local y todos los cocineros salieron corriendo hacia alli fuera para comprobar que ocurria, era mi oportunidad, tendria que ponerme bien ciego a comida ahora o de lo contrario no podria hacerlo nunca.
Agarre unas alitas y unas patatas fritas, asi como un plato de pasta italiana y una botella de shake para hacer pasar todo mas rapido por el gaznate, pero mientras comia me picaba la curiosidad saber que ocurria, ya que podia escuchar disparos y sonidos de espadas. Lentamente me subi por una de las mesas y me pose por una pequeña ventana que daba al hall principal de aquel local, al parecer un tipo y dos chicas se estaban cargando a unos piratas que habian llegado hasta aqui solamente para buscar pelea, la cosa se ponia muy fea para aquellos piratillas, ya que una de las chicas combatia con un bate y una pistola, parecia que no se andaba con chiquitas y el ver aquello me asombraba por momentos Hmm... una chica con caracter, me gusta Dije mientras esbozaba una pequeña sonrisa picarona y me lamia la mano para despues llevarme el pelaje de mi cabeza hacia atras. Rato despues, cuando todos aquellos piratas habian caido en la batalla que se habia formado, decidi acercarme un poco mas para poder verlos a todos de cerca, sobre todo a la chica con tanto caracter que habia robado mi corazon de comadreja a base de golpe de bate y balazos de su pistola.
Apareci en mitad de aquel salon de batalla observando todo el alrededor, mirando como aquellos tipos estaban hechos migas completamente Madre mia, sabeis como gastarolas eh? Decia mientras caminaba iba robandole las carteras a aquellos tipos y me paraba a leer sus credenciales identificantibas Remilgio... jo tio, tus padres no te querian mucho ¿No? Dije mientras tiraba su cartera a un lado, caminando entre aquellos que habian derrotado a los piratas, pasando de largo por al lado del chico de la nodachi y dirigiendome hasta la chica del bate y pistola mientras volvia a lamerme la mano y repeinarme Nena, has estado asombrosa ¿Estas libre hoy para tomar una copa? Le dije mientras le sonreia de una forma bastante "ligona" por llamarlo de alguna manera. Luego de aquello observe al chico de la Nodachi nuevamente y rapidamente me pose en su hombro Tu tambien has estado sensacional eh? Pero bueno, debo de adular primero a las damas... ya me entiendes Dije mientras le guiñaba un ojo a la otra chica que tambien portaba una katana con ella. Luego de todo, escuche un tremendo grito procedente de la calle ¿Acaso se habia formado otra trifulca fuera? Me asome por una de las ventanas del local y me puse mis gafas-prismatico que llevaba siempre conmigo y pude ver a un tipo con vestimentas de bufon que sostenia un dibujo que, a pesar de que parecia estar dibujado por una persona con graves problemas mentales, parecia y solo digo que se llegaba a parecer al chico de la nodachi Oye, creo que el bufon de ahi a fuera te anda buscando, nose, su dibujo me hace darme una idea, aunque bueno... tampoco podria decir si lo dibujo el, y si lo hizo.... bueno, no quiero faltarle al pobre hombre, puede tener graves problemas mentales y yo no saberlo, asi que no le culpare todavia Dije mientras me posaba en el hombro del muchacho de la nodachi de nuevo Pareceis gente interesante ¿Os puedo acompañar un rato? Solo por proteccion de estas bellas damas Dije sonriendoles a ellas de nuevo, esperando una respuesta del resto
- Off:
- Se que el post es largo de narices, pero la inspiracion pudo conmigo, lo siento x3 Espero que nos lo pasemos genial roleando, me he basado en que este sera la continuacion del anterior tema, asi que, si es asi, todo genial. Un saludo~
Dex
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Creado por Zakura Mar Sep 20, 2016 8:16 pm
Una vez acabe con aquel simple y burdo pirata de la manera mas rapida posible, alejadome un poco de el para que la sangre no tocara mi Hakama y me dio tiempo mas que de sobra para ver como el chico que tenia...¿una nodachi? Esa era un arma claramente de la tierra natal de Zakura y el chico parecia tener algunas caracteristicas de alli, sus poses, sus gestos al combatir sin duda era de Wano o habia estado alli sino no habia otra manera de que consiguiera un arma asi o le habian enseñado a usarla y era yo la que estaba equivocada ademas de la forma que la blandio para acabar con el estupido jefe de aquellos piratas sin duda me dejo asombrada, nunca antes habia visto tal manejo de un arma tan larga y pesada como era una nodachi, Zakura era mucho mas de katanas o incluso armas algo mas cortas pero nunca antes habia manejado una nodachi y esperaba que aquel chico tuviera un momento para que me enseñara un poco como manejarla - Vaya, no lo haceis nada mal - solte al aire, mirando de reojo a Harley para guiñarle un ojo cuando de repente algo peludo, algo sumamente peludo y parlante ¿era una comadreja o un huron? En todo caso solo podia ser una cosa y era un mink, habia escuchado historias y leido sobre ellos pero nunca habia visto uno en persona, intente acercarme para tomarlo en brazos y acariciarlo pero este prefirio subirse al hombro del chico de la nodachi, chasquee la lengua ante eso y me incorpore con mi semblante serio y calmado de nuevo.
Frunci el ceño ante las palabras del mink, mirando por la ventana mientras me preguntaba que es lo que estaba sucediendo afuera aunque parecia estar en lo cierto y habia alguien repartiendo dibujos hechos por un niño o algo asi, volvi a mi posicion soltando un suspiro mientras le echaba una ligera ojeada a los presentes - No lo pude decir en mitad de la pelea pero gracias por la ayuda aunque hubiera podido yo sola la verdad, hip - el beber vino y andar algo tocada estaba llegando a su punto y eso hacia que me balanceara un poco, cuando se me pasara seguramente tendria una buena resaca pero no me preocupaba por eso ahora, volvi a mirar al mink, escuchando lo que decia y apartando la mirada un momento pues si seguia mirando acabaria abalanzandome sobre el y es que nunca habia visto algo tan adorable, al menos para mi, en mi vida.
Camine hacia la puerta, la entrada del local para apoyarme en esta y agarrar uno de esos dibujos para verlo con mas detalle - Le doy la razon al mink, este dibujo de niño se parece a ti - dijo mostrandolo a los presentes, sobretodo al chico de la nodachi mientras hacia un gesto con la mano para ir a mirar - ¿Vamos a ver de que trata? - No se en que momento me habia metido en un grupo de gente tan variado pero tampoco me parecian mala gente, al fin de al cabo, las mejores cosas pasan solo por casualidad.
Frunci el ceño ante las palabras del mink, mirando por la ventana mientras me preguntaba que es lo que estaba sucediendo afuera aunque parecia estar en lo cierto y habia alguien repartiendo dibujos hechos por un niño o algo asi, volvi a mi posicion soltando un suspiro mientras le echaba una ligera ojeada a los presentes - No lo pude decir en mitad de la pelea pero gracias por la ayuda aunque hubiera podido yo sola la verdad, hip - el beber vino y andar algo tocada estaba llegando a su punto y eso hacia que me balanceara un poco, cuando se me pasara seguramente tendria una buena resaca pero no me preocupaba por eso ahora, volvi a mirar al mink, escuchando lo que decia y apartando la mirada un momento pues si seguia mirando acabaria abalanzandome sobre el y es que nunca habia visto algo tan adorable, al menos para mi, en mi vida.
Camine hacia la puerta, la entrada del local para apoyarme en esta y agarrar uno de esos dibujos para verlo con mas detalle - Le doy la razon al mink, este dibujo de niño se parece a ti - dijo mostrandolo a los presentes, sobretodo al chico de la nodachi mientras hacia un gesto con la mano para ir a mirar - ¿Vamos a ver de que trata? - No se en que momento me habia metido en un grupo de gente tan variado pero tampoco me parecian mala gente, al fin de al cabo, las mejores cosas pasan solo por casualidad.
Zakura
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Creado por Kote Bastian Miér Sep 21, 2016 3:13 am
Dulce es la serenata del silencio. No había ningún ruido en aquel lugar más que el cuchicheo de la muerte. Kote se encontraba frente a aquel tipo, no muerto, pero si herido de gravedad. Lo observaba, quería buscar información sobre algo o sobre alguien, buscaba información sobre los cabrones que destruyeron Karrie casi diez años atrás, demasiado tiempo como para recordarlo o como para haberse mantenido con vida. Al fin y al cabo, el propio Kote mató a su líder, pero, ¿y si los demás hubiesen huido y ahora preparasen algo peor que la erradicación de un simple circo? Estaba claro, habría que pararles los pies. Kote se arrodilló en el suelo frente al hombre que se desangraba -¿Para quién trabajas?- el susurró no llegaría a nadie más que al propio hombre -Para alguien más grande que yo..- lo que significaba que este hombre no era el líder, si no un delegado en nombre de ese hombre -Su nombre..- el hombre tosió sangre y no pronunció una sola palabra más -¿Sabes? Un hombre debe temer tres cosas, las Tormentas en el mar, las Noches sin Luna y la Ira de una hombre amable.. y yo soy muy amable- el hombre intentó tragar saliva, pero como respuesta, volvió a escupir sangre -No tardará mucho en venir... entonces se cobrará vuestras vidas...- el hombre se silenció un segundo -Suerte...- el hombre murió al momento y Kote se levantó. Miró a los demás y pudo observar un pequeño alboroto en ese mismo lugar, provocado por una criatura diminuta, naranja, y que se movía a gran velocidad de un lado para otro y sin dejar de hablar.
Su mirada se centró en la criatura, que a gran velocidad se subió a su hombro y le pidió compañía. Kote estaba asombrado ante esa criatura y simplemente habló -¿Un Mink? Pensé que solo eran leyendas de criaturas que vivían sobre un enorme Elefante- dijo con una sonrisa más amplia en la cara -Me equivocaba entonces, mi padre era más sabio de lo que pensaba- dirigió su mirada a Harley y rápidamente contestó a la comadreja -Bienvenido entonces... – se silenció un segundo para que la comadreja se presentara. En ese tiempo, Kote se acercó a la mujer de la Hakama, aún con la criatura en su hombro -Te manejas de forma excepcional con esa espada tuya, mi nombre es Kote Bastian- le tendió una mano para que se la estrechara -Ahora mismo Harley y yo acabábamos de acordar una alianza como cazadores, me gustaría que vinieras con nosotros, serás de gran ayuda, ya te explicaré los detalles un poco más adelante- dijo mirando de nuevo hacia su hombro y dirigiendo su mirada hacia la comadreja -Vente tú también- dijo sonriendo. Su circo aumentaba en tamaño.
Dulce era la serenata del silencio, hasta que se desvanece. En ese momento, otra serenata aparece, una un poco más molesta, pero dulce igualmente. Los gritos en la plaza estaban llevando el caos al lugar. Kote había salido del local dirigiéndose hacia donde estaba el hombre que gritaba con énfasis para buscar al hombre del dibujo, osea, al castaño. Siguiendo la idea de la mujer del Hakama, Kote se dirigió directamente, y las miradas se centraron en él. Si, era un mal dibujo, pero hacedme caso, se parecía al cazador -¡Lo he encontrado!- -¡No, he sido yo!- -¡No mintáis, yo lo vi primero!- gritaba la gente mientras señalaba hacia el hombre de castaña cabellera con la comadreja en el hombro. Kote estaba sonriendo ante su antiguo amigo, Clopin Trouillefou, el gitano que conoció en Micqueot dos años atrás -He encontrado a quien buscas, Clop, ¿qué me darás como recompensa?- dijo el cazador abriendo los brazos, esperando que aquel gitano bajara de los altos donde se había posicionado y le diera un profundo abrazo. Hizo un gesto a la comadreja para que bajara un momento y señaló a sus compañeros, allí presentes, a su trouppe -Como te prometí, he encontrado a un grupo de locos capaces de seguirme y de llevar el espectáculo adonde vaya- dijo mientras recordaba algo entonces -¿Sabes ya quien es el Hombre y quien Monstruo será en el Son de Notre Dame, querido amigo?- dijo entonando una pregunta, que era parte de una canción que ambos conocían muy bien.
Su mirada se centró en la criatura, que a gran velocidad se subió a su hombro y le pidió compañía. Kote estaba asombrado ante esa criatura y simplemente habló -¿Un Mink? Pensé que solo eran leyendas de criaturas que vivían sobre un enorme Elefante- dijo con una sonrisa más amplia en la cara -Me equivocaba entonces, mi padre era más sabio de lo que pensaba- dirigió su mirada a Harley y rápidamente contestó a la comadreja -Bienvenido entonces... – se silenció un segundo para que la comadreja se presentara. En ese tiempo, Kote se acercó a la mujer de la Hakama, aún con la criatura en su hombro -Te manejas de forma excepcional con esa espada tuya, mi nombre es Kote Bastian- le tendió una mano para que se la estrechara -Ahora mismo Harley y yo acabábamos de acordar una alianza como cazadores, me gustaría que vinieras con nosotros, serás de gran ayuda, ya te explicaré los detalles un poco más adelante- dijo mirando de nuevo hacia su hombro y dirigiendo su mirada hacia la comadreja -Vente tú también- dijo sonriendo. Su circo aumentaba en tamaño.
Dulce era la serenata del silencio, hasta que se desvanece. En ese momento, otra serenata aparece, una un poco más molesta, pero dulce igualmente. Los gritos en la plaza estaban llevando el caos al lugar. Kote había salido del local dirigiéndose hacia donde estaba el hombre que gritaba con énfasis para buscar al hombre del dibujo, osea, al castaño. Siguiendo la idea de la mujer del Hakama, Kote se dirigió directamente, y las miradas se centraron en él. Si, era un mal dibujo, pero hacedme caso, se parecía al cazador -¡Lo he encontrado!- -¡No, he sido yo!- -¡No mintáis, yo lo vi primero!- gritaba la gente mientras señalaba hacia el hombre de castaña cabellera con la comadreja en el hombro. Kote estaba sonriendo ante su antiguo amigo, Clopin Trouillefou, el gitano que conoció en Micqueot dos años atrás -He encontrado a quien buscas, Clop, ¿qué me darás como recompensa?- dijo el cazador abriendo los brazos, esperando que aquel gitano bajara de los altos donde se había posicionado y le diera un profundo abrazo. Hizo un gesto a la comadreja para que bajara un momento y señaló a sus compañeros, allí presentes, a su trouppe -Como te prometí, he encontrado a un grupo de locos capaces de seguirme y de llevar el espectáculo adonde vaya- dijo mientras recordaba algo entonces -¿Sabes ya quien es el Hombre y quien Monstruo será en el Son de Notre Dame, querido amigo?- dijo entonando una pregunta, que era parte de una canción que ambos conocían muy bien.
Kote Bastian
Hoja de personaje
Nivel:
(5/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Grynz Jue Sep 22, 2016 9:55 am
El profundo calor que había sufrido en aquellas aguas del mar del este se había desvanecido con la entrada al mar del norte, algunos días atrás. Yacía en un barco mercantil, invadido por completo de pescadores y guardaespaldas, por si los piratas hacían algún tipo de aparición. En fin, habían pasado seis días en aquel maldito barco y no había ocurrido nada. Por ello, al cuarto día, ya había bajado la guardia e iba por el barco casi desnudo. Solo un pequeño pantalón deportivo le tapaba sus partes más nobles de su fibrado cuerpo. Los pescadores, todos rozando los cincuenta años, se quejaban de vez en cuando, pero nadie podía obligarle a vestirse. Mirando el choque de las olas contra el cascarón del barco cayó la noche, tiempo perfecto para llegar a su destino. Flevance. Bueno, en realidad su destino estaba unas millas más al norte, pero los viajeros hacían parada aquí para descansar y reponerse. Cuando James visualizó la isla de lejos, parecía que el sol continuaba sobre el mar, con una tonalidad blanquecina. Parecía que la luna misma se había anclado en el horizonte. Pero no, ese era el efecto de rebote de la luz solar sobre las blancas paredes de la ciudad. El faro del North Blue, Flevance.
Se vistió, se armó y fue a buscar un buen sitio donde dormir. No había hoteles en la ciudad, o no muchos, o los que habían estaban ocupados. A pesar de la hermosura de ciudad, no muchos se atrevían a ir, por las leyendas que las personas de la isla contaban. Se subió al tejado de un edificio bien situado, levantado en la plaza central del lugar, y con vistas al puerto. No sabía cuando saldrían los hombres, pero no sería mucho más tarde que el amanecer. Se quitó sus armas, nuevamente, y se acomodó mirando las estrellas, esperando que el sueño no le engatusara mucho para no perder el barco. Y, ¿a qué no sabéis que pasó? Lo perdió.
En contra de sus planes, Grynz fue despertado por los gritos y murmullos de las buenas y avariciosas gentes de la ciudad blanca. Aunque en poco tiempo, ese ambiente cambió a un profundo silencio, tras escuchar una frase que le hizo desvelarse a carcajadas -¿Quién coño está hablando? ¡Se le ha ido la cabeza!- dijo, seguido por una nueva risotada. Se incorporó y permaneció sentado mirando como los hombres, mujeres y niños buscaban a ese ser que estaba dibujado en los papeles. Con suerte, consiguió agarrar uno -Espero que no sea así, sino su madre le hizo sin ganas- se refería a las amorfidades que le había añadido el dibujante, como esa "bien formada" mano. Como era nuevo en aquel mar, no conocía a nadie, por lo que no tenía porque llevar su máscara.
Tardó relativamente poco en llegar un pequeño pero distinguido grupo de personas peculiares, encabezadas por aquel personaje que el bufón estaba persiguiendo. El pelirrojo comenzó a analizar a cada uno. Una mujer vestida de payaso, una espadachín rubia, el castaño con clase y... una... ¿rata? Vaya, parecían los elementos necesarios para un buen chiste. Todos reunidos con el humorista de la corte. Precioso. Cuando el castaño con clase se quedó con los brazos abiertos frente al bufón, esperando un abrazo, el pelirrojo se levantó de su asiento en primera fila y comenzó a aplaudir -¡Qué enternecedor!- cuatro palmadas de por medio -¡No sabía si esta bonita historia circense iba a acabar en besos o con tarta en la cara!- tres aplausos más -¡Me habéis levantado el ánimo!- y finalmente, soltó una gran carcajada. Se terminó armando con sus objetos personales y descendió del tejado firme pero ágilmente. Se comenzó a acercar a ellos, hasta que se quedó en segunda fila, a seis metros del que encabezaba a aquel humorístico grupo, sin armar barullo, sin criticarles más, solo quería ver que harían ahora con aquel escándalo que habían montado.
Se vistió, se armó y fue a buscar un buen sitio donde dormir. No había hoteles en la ciudad, o no muchos, o los que habían estaban ocupados. A pesar de la hermosura de ciudad, no muchos se atrevían a ir, por las leyendas que las personas de la isla contaban. Se subió al tejado de un edificio bien situado, levantado en la plaza central del lugar, y con vistas al puerto. No sabía cuando saldrían los hombres, pero no sería mucho más tarde que el amanecer. Se quitó sus armas, nuevamente, y se acomodó mirando las estrellas, esperando que el sueño no le engatusara mucho para no perder el barco. Y, ¿a qué no sabéis que pasó? Lo perdió.
En contra de sus planes, Grynz fue despertado por los gritos y murmullos de las buenas y avariciosas gentes de la ciudad blanca. Aunque en poco tiempo, ese ambiente cambió a un profundo silencio, tras escuchar una frase que le hizo desvelarse a carcajadas -¿Quién coño está hablando? ¡Se le ha ido la cabeza!- dijo, seguido por una nueva risotada. Se incorporó y permaneció sentado mirando como los hombres, mujeres y niños buscaban a ese ser que estaba dibujado en los papeles. Con suerte, consiguió agarrar uno -Espero que no sea así, sino su madre le hizo sin ganas- se refería a las amorfidades que le había añadido el dibujante, como esa "bien formada" mano. Como era nuevo en aquel mar, no conocía a nadie, por lo que no tenía porque llevar su máscara.
Tardó relativamente poco en llegar un pequeño pero distinguido grupo de personas peculiares, encabezadas por aquel personaje que el bufón estaba persiguiendo. El pelirrojo comenzó a analizar a cada uno. Una mujer vestida de payaso, una espadachín rubia, el castaño con clase y... una... ¿rata? Vaya, parecían los elementos necesarios para un buen chiste. Todos reunidos con el humorista de la corte. Precioso. Cuando el castaño con clase se quedó con los brazos abiertos frente al bufón, esperando un abrazo, el pelirrojo se levantó de su asiento en primera fila y comenzó a aplaudir -¡Qué enternecedor!- cuatro palmadas de por medio -¡No sabía si esta bonita historia circense iba a acabar en besos o con tarta en la cara!- tres aplausos más -¡Me habéis levantado el ánimo!- y finalmente, soltó una gran carcajada. Se terminó armando con sus objetos personales y descendió del tejado firme pero ágilmente. Se comenzó a acercar a ellos, hasta que se quedó en segunda fila, a seis metros del que encabezaba a aquel humorístico grupo, sin armar barullo, sin criticarles más, solo quería ver que harían ahora con aquel escándalo que habían montado.
Grynz
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Creado por Harley Quinn Jue Sep 22, 2016 12:53 pm
Aquella batalla cesó en menos de lo esperado. Los tres allí presentes no eran precisamente novatos en el arte de luchar, y pudieron demostrarlo al derrotar a aquellos piratas de hostiles intenciones. Aunque no precisamente dieron grandes problemas, pues el consumo de alcohol los entorpeció más de lo normal. Aún así había que aplaudir la valentía de aquellos cazarrecompensas, cuyas vidas acaban de ligarse sin que ellos fueran del todo conscientes.
El último pirata en caer fue el líder, asesinado por el ahora capitán de Harley. Tanto él como Zakura tenían en común el uso de aquellas katanas, la rubia se preguntó si ella sería capaz de manejar una. Sin embargo la respuesta le llegó sola. La cazarrecompensas caminó sonriente hacia la espachina con paso tranquilo.—¡Ha sido genial!—Comentó aún excitada por la tensión del anterior combate. Todo se mantuvo en silencio unos segundos hasta que en el local entró una pequeña criatura. Harley no se dio cuenta de su presencia hasta verla plantada frente a ella, ¿aquello era una comadreja?. Nada le pareció extraño en el animal, pero de repente habló, lo que provocó que la rubia abriera los ojos como platos, completamente sorprendida. Sin embargo, lo que era incluso más sorprendente aún, es que trataba de ligar con Harley, quién no pudo aguantar la risa.—¡Pero que cosita más cuqui!—Dijo con ternura agachándose para acariciarle la cabecita sin apartar la mirada de aquella criatura.
La comadreja corrió con sus patitas hasta Kote y se subió en su hombro. Harley apenas escuchó las palabras del capitán, pues estaba centrada en aquella criatura haciéndole señas y gestos con las manos tratando de jugar con ella. Sin embargo, mientras la cazarrecompensas no se enteraba de nada, salieron del local, dónde había un pequeño alboroto en la calle que devolvió a Harley a la realidad. Algunos ciudadanos estaban revolucionados porque habían encontrado a alguien, y ese alguien era Kote. Harley no entendió por qué lo buscaban, pero entonces advirtió la presencia de un bufón, que parecía ser el foco de aquel escándalo. Kote se dirigió hacia él con la intención de abrazarlo, por lo que ambos hombres ya se conocían.—¿Eh?.—La cazarrecompensas se agachó para recoger uno de aquellos carteles donde estaba dibujado el rostro de Kote. Lo agarró y lo miró extrañada.—¿Se supone que esto es él? ¡Pero si es un perro!.—Exclamó con el ceño fruncido enseñándoselo a Zakura, que estaba a su lado.—Es que no se le parece ni en el blanco del ojo, bueno peor, ¡porque los tiene cerrados!—Dijo con desaprobación y soltó el papel. Entonces se dirigió hacia el capitán y sin intención de interrumpir su charla con aquel desconocido, extendió su brazo para que la comadreja saltara hasta su mano y se subiera en ella.—Ven aquí pequeñín.—Para Harley aquello era como si a una niña le regalasen un cachorro por navidad. Acarició su suave pelaje, sin preguntarse por qué llevaba gafas, después de saber que podía hablar aquello era lo de menos. Sin embargo una nueva presencia apareció en escena. Un hombre de cabello corto cayó desde un tejado frente a ellos, entre carcajadas. Harley agarró su bate y apuntó hacia él, preparada por si sus intenciones eran algo más que sociales.—¡A ti nadie te ha invitado!—Exclamó mirándolo de arriba a abajo.
El último pirata en caer fue el líder, asesinado por el ahora capitán de Harley. Tanto él como Zakura tenían en común el uso de aquellas katanas, la rubia se preguntó si ella sería capaz de manejar una. Sin embargo la respuesta le llegó sola. La cazarrecompensas caminó sonriente hacia la espachina con paso tranquilo.—¡Ha sido genial!—Comentó aún excitada por la tensión del anterior combate. Todo se mantuvo en silencio unos segundos hasta que en el local entró una pequeña criatura. Harley no se dio cuenta de su presencia hasta verla plantada frente a ella, ¿aquello era una comadreja?. Nada le pareció extraño en el animal, pero de repente habló, lo que provocó que la rubia abriera los ojos como platos, completamente sorprendida. Sin embargo, lo que era incluso más sorprendente aún, es que trataba de ligar con Harley, quién no pudo aguantar la risa.—¡Pero que cosita más cuqui!—Dijo con ternura agachándose para acariciarle la cabecita sin apartar la mirada de aquella criatura.
La comadreja corrió con sus patitas hasta Kote y se subió en su hombro. Harley apenas escuchó las palabras del capitán, pues estaba centrada en aquella criatura haciéndole señas y gestos con las manos tratando de jugar con ella. Sin embargo, mientras la cazarrecompensas no se enteraba de nada, salieron del local, dónde había un pequeño alboroto en la calle que devolvió a Harley a la realidad. Algunos ciudadanos estaban revolucionados porque habían encontrado a alguien, y ese alguien era Kote. Harley no entendió por qué lo buscaban, pero entonces advirtió la presencia de un bufón, que parecía ser el foco de aquel escándalo. Kote se dirigió hacia él con la intención de abrazarlo, por lo que ambos hombres ya se conocían.—¿Eh?.—La cazarrecompensas se agachó para recoger uno de aquellos carteles donde estaba dibujado el rostro de Kote. Lo agarró y lo miró extrañada.—¿Se supone que esto es él? ¡Pero si es un perro!.—Exclamó con el ceño fruncido enseñándoselo a Zakura, que estaba a su lado.—Es que no se le parece ni en el blanco del ojo, bueno peor, ¡porque los tiene cerrados!—Dijo con desaprobación y soltó el papel. Entonces se dirigió hacia el capitán y sin intención de interrumpir su charla con aquel desconocido, extendió su brazo para que la comadreja saltara hasta su mano y se subiera en ella.—Ven aquí pequeñín.—Para Harley aquello era como si a una niña le regalasen un cachorro por navidad. Acarició su suave pelaje, sin preguntarse por qué llevaba gafas, después de saber que podía hablar aquello era lo de menos. Sin embargo una nueva presencia apareció en escena. Un hombre de cabello corto cayó desde un tejado frente a ellos, entre carcajadas. Harley agarró su bate y apuntó hacia él, preparada por si sus intenciones eran algo más que sociales.—¡A ti nadie te ha invitado!—Exclamó mirándolo de arriba a abajo.
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Creado por Clopin Trouillefou Sáb Sep 24, 2016 5:50 am
¿Qué podía ser más precioso que un enorme grupo de desconocidos buscando a una persona en una plaza, comandados por un gitano que les acaba de mandar a callar? Muy poquitas cosas. En un principio no esperaba que nadie fuese a ayudarle con el tema, pero pronto todos se pusieron como locos buscando a la persona retratada en UN DIBUJO QUE ERA PRECIOSO. -Clopin, ¿y qué sacamos nosotros de esto?- Preguntaron algunos, y ante éstas cuestiones el Bufón hacía oídos sordos, por el momento. Durante unos minutos todos buscaban y Clopin esperaba expectante, casi recostado sobre el carro con una pierna cruzada sobre la otra, entonando levemente una canción. -Cada hombre es un payaso en libertad... Y un payaso hoy va a ser el rey...- Hacía mover un títere mientras lo observaba con un semblante inesperadamente serio en él. Algo, quizás un recuerdo, le rondaba la cabeza. Cerró los ojos...
“¡Lo he encontrado!” Clopin abrió los ojos de repente y se giró hacia la dirección de donde provenía la voz. Se puso en pie, todavía sobre el carro, de un salto, y guardó el títere que todavía llevaba en la mano. Se sacó de encima el polvo que hubiese podido recoger en el carro y se colocó el sombrero. -¡Kote!- Exclamó en voz alta, a esas alturas ya todos habían dejado de buscar y observaban la escena, unos desde más cerca, y otros desde más lejos, pero todos observaban. Clopin se aclaró la garganta levemente. -En realidad nunca dije que hubiese una recompensa....- Dijo en voz baja, como queriendo evitar que los allí presentes le escuchasen. -Pero por ser tú, creo que un abrazo será suficiente recompensa.- Diciendo esto bajó de un salto y se acercó hasta Kote para darle un buen abrazo, uno que contase por 2 años. Mientras le abrazaba, echó un vistazo a las personas que Kote traía tras de sí. -Kote, amigo... No quiero alarmarte, pero hace un momento tenías un asqueroso bicho peludo en el hombro.- Haciendo referencia a la comadreja. -... Y ahora lo tiene encima esa señorita de cabello color bicéfalo.-
-¿Grupo? ¿Incluido el bicho peludo?- Preguntaba intrigado por el grupo. ¿Era algo así como la mascota del equipo? En realidad... Esa no era la verdadera pregunta. -¿Puedo cogerle pelo para hacer títeres?- Dijo mirando fijamente al animal, para después echarle un ojo al grupo en general. -Sí, un poco pinta de locos sí que tienen.- Dijo de buen humor, para él no era algo despectivo precisamente. Pero ahora, dejando un poco de lado al grupo, puso atención a Kote. -Suena el son, son, son, son, son de Notre Dame.- Continuó entonando la canción, emulando el sonido de unas campanas, hasta que alguien llegó para interrumpirles con aplausos. -Me cuesta creer que no hayamos notado la presencia de alguien en los tejados... De una ciudad tan monocromática.- Dijo alzando la vista hacia el individuo que poco a poco iba descendiendo y acercándose. -Lo siento Kote, le lanzaría una tarta, pero me las he dejado en los otros pantalones.-
“¡Lo he encontrado!” Clopin abrió los ojos de repente y se giró hacia la dirección de donde provenía la voz. Se puso en pie, todavía sobre el carro, de un salto, y guardó el títere que todavía llevaba en la mano. Se sacó de encima el polvo que hubiese podido recoger en el carro y se colocó el sombrero. -¡Kote!- Exclamó en voz alta, a esas alturas ya todos habían dejado de buscar y observaban la escena, unos desde más cerca, y otros desde más lejos, pero todos observaban. Clopin se aclaró la garganta levemente. -En realidad nunca dije que hubiese una recompensa....- Dijo en voz baja, como queriendo evitar que los allí presentes le escuchasen. -Pero por ser tú, creo que un abrazo será suficiente recompensa.- Diciendo esto bajó de un salto y se acercó hasta Kote para darle un buen abrazo, uno que contase por 2 años. Mientras le abrazaba, echó un vistazo a las personas que Kote traía tras de sí. -Kote, amigo... No quiero alarmarte, pero hace un momento tenías un asqueroso bicho peludo en el hombro.- Haciendo referencia a la comadreja. -... Y ahora lo tiene encima esa señorita de cabello color bicéfalo.-
-¿Grupo? ¿Incluido el bicho peludo?- Preguntaba intrigado por el grupo. ¿Era algo así como la mascota del equipo? En realidad... Esa no era la verdadera pregunta. -¿Puedo cogerle pelo para hacer títeres?- Dijo mirando fijamente al animal, para después echarle un ojo al grupo en general. -Sí, un poco pinta de locos sí que tienen.- Dijo de buen humor, para él no era algo despectivo precisamente. Pero ahora, dejando un poco de lado al grupo, puso atención a Kote. -Suena el son, son, son, son, son de Notre Dame.- Continuó entonando la canción, emulando el sonido de unas campanas, hasta que alguien llegó para interrumpirles con aplausos. -Me cuesta creer que no hayamos notado la presencia de alguien en los tejados... De una ciudad tan monocromática.- Dijo alzando la vista hacia el individuo que poco a poco iba descendiendo y acercándose. -Lo siento Kote, le lanzaría una tarta, pero me las he dejado en los otros pantalones.-
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Creado por Dex Sáb Sep 24, 2016 10:22 am
El haber presenciado aquel espectaculo de como aquellos tipos derrotaban a aquellos piratas habia sido bastante asombroso, parecian gente muy fuerte a primera vista y la verdad es que la destreza con la que habian dejado por los suelos a aquellos tipos habia sido cuanto menos increible. Despues de todo, mi posterior presencia en aquel lugar habia sido bastante aceptada, ya que la primera persona con la que habia ido a tratar que era Harley se habia alegrado bastante de verme, sobre todo por aquel comentario de que era muy "cuqui" lo cierto es que no sabia como explicarme aquello sinceramente Que? Cuqui? Oh si, ya, lo se, tu tambien eres muy cuqui encanto jejeje Luego de aquello comence a sentir las caricias de aquella hermosa dama en mi piel, se sentia bastante bien, pero seguido de aquello me tuve que desplazar hasta el hombro del hombre de la alabarda en mano que habia sido el "cabecilla" de todos ellos, una vez me vio de cerca escuche aquel comentario que hizo y el cual me hizo querer esobozar una media sonrisa Leyendas? Pues para tu informacion puedes comprobar mi amigo de pelo castaño que la cosa no es asi, los minks existimos de verdad, y si, vivimos sobre el lomo de un elefante desde hace siglos, hemos recorrido gran parte del Nuevo Mundo montados en el lomo de ese animal, mientras que nuestro poblado ha estado asentado sobre aquel animal de tan gigantescas proporciones Le comence a contar a aquel joven muchacho Y si, tu padre era realmente alguien muy sabio a decir verdad
Manteniendome en el hombro de aquel joven espadachin, escuche como se referia a la otra chica la cual tambien parecia estar bastante contenta con mi presencia y que por alguna razon notaba que reprimia sus ganas de querer hacer algo referente a mi presencia, pero simplemente me limitaba a sonreirle amigablemente mientras escuchaba la proposicion que le hacia el chico del cual me encontraba sobre su hombro posado. Al parecer, la otra chica y el joven muchacho habian formado una alianza y le estaba proponiendole a la otra espadachina que fuese con ellos, luego de proponerselo a aquella chica paso a mi directamente proponiendome lo mismo Suena bien, contad conmigo. Mi nombre es Dex muchachon, pero las chicas pueden llamarme como mas gusten Dije guiñandoles un ojo a todas de forma bastante traviesa. Luego de aquel momento de reclutamiento y de forjas de alianzas, todos los alli presentes se pusieron de acuerdo a querer salir a ver que era lo que queria aquel hombre vestido con pintas de bufon. Una vez a fuera, me mantuve en el hombro de aquel chico para despues de todo aquello escuchar como se referia a aquel hombre por el nombre de Clop, por lo que se ve, estaban esperando encontrarse ambos desde hacia ya un tiempo, puesto que el muchacho nos presento a todos como a un grupo de personas lo suficientemente locas como para querer seguirle Hmm.. bueno, si el tener que seguirte me convierte en un loco, me parece bien, se suele decir que las mejores personas estan locas Dije esbozando una leve carcajada momentos antes de que el muchacho espadachin se dispusiera a abrazar a su amigo bufon
Cuando aquello sucedio, note como la chica del bate a la cual le habia hecho aquella proposicion tan coqueta antes me ofrecia irme con ella un rato, una vez me ofrecio aquello no me lo pense ni un solo segundo y di un salto del hombro de aquel chico hasta los pechos de aquella chica teniendo la esperanza de que me agarraria y me sostendria entre sus brazos. Para mi felicidad, asi es como sucedio, por lo que mientras me acomodaba entre los senos de aquella bella señorita y recibia sus caricias, escuche el comentario del bufon el cual no me hizo ni la menor gracia A quien estas llamando bicho peludo? Para tu informacion soy un mink Dije desde los brazos de aquella chica para despues de todo, volver a escuchar el siguiente comentario el cual me hizo querer empuñar mi matamoscas electrico y encenderlo Trata de intentarlo, te aseguro de que no podras ni tansiquiera tocarme un solo pelo de mi anaranjado pelaje Le dije mientras fruncia el ceño para despues de todo guardar mi matamoscas electrico y tratar de relajarme de nuevo entre los pechos y caricias de aquella amable y bella señorita
Nena, tu si que sabes como tratar a un mink ¿Al final lo de esa copa como queda? Yo invito eh Le dije sonriendo de forma picarona para despues de todo escuchar la presencia de otro tipo de pelos castaños, aquello hizo reaccionar a la joven del bate la cual me habia estado dando todo su cariño para posteriormente posicionarse con el bate y su pistola, apuntando a aquel hombre tan misterioso que habia hecho acto de presencia en aquel lugar, por aquello me movi velozmente hasta el hombro de la feminaPerdona amigo ¿Te importaria volverte por el tejado de donde has caido? Hace un momento estaba disfrutando de las amables caricias de esta damisela y tu practicamente me has cortado el rollo, asi que si no te importa, como ha dicho la bella damisela, nadie te invito Dije mientras le hacia un gesto para que se fuese, luego de aquello mire a la chica desde su hombro acercandome a su oido para susurrarle y que no escuchase el otro No merece la pena perder el tiempo con un mindundi como el, haz como si no estuviera y si da la brasa yo me encargo de el Le dije para despues guiñarle un ojo de forma amigable, la verdad es que la presencia de aquel tipo habia sido inesperada y sobre todo un tanto... ridicula? Quien en su sano juicio apareceria asi sin mas saltando de un tejado para despues reirse de esa forma, si se creia que esto era una actuacion circense se equivocaba, por el momomento el show no comenzaba, no por ahora...
Manteniendome en el hombro de aquel joven espadachin, escuche como se referia a la otra chica la cual tambien parecia estar bastante contenta con mi presencia y que por alguna razon notaba que reprimia sus ganas de querer hacer algo referente a mi presencia, pero simplemente me limitaba a sonreirle amigablemente mientras escuchaba la proposicion que le hacia el chico del cual me encontraba sobre su hombro posado. Al parecer, la otra chica y el joven muchacho habian formado una alianza y le estaba proponiendole a la otra espadachina que fuese con ellos, luego de proponerselo a aquella chica paso a mi directamente proponiendome lo mismo Suena bien, contad conmigo. Mi nombre es Dex muchachon, pero las chicas pueden llamarme como mas gusten Dije guiñandoles un ojo a todas de forma bastante traviesa. Luego de aquel momento de reclutamiento y de forjas de alianzas, todos los alli presentes se pusieron de acuerdo a querer salir a ver que era lo que queria aquel hombre vestido con pintas de bufon. Una vez a fuera, me mantuve en el hombro de aquel chico para despues de todo aquello escuchar como se referia a aquel hombre por el nombre de Clop, por lo que se ve, estaban esperando encontrarse ambos desde hacia ya un tiempo, puesto que el muchacho nos presento a todos como a un grupo de personas lo suficientemente locas como para querer seguirle Hmm.. bueno, si el tener que seguirte me convierte en un loco, me parece bien, se suele decir que las mejores personas estan locas Dije esbozando una leve carcajada momentos antes de que el muchacho espadachin se dispusiera a abrazar a su amigo bufon
Cuando aquello sucedio, note como la chica del bate a la cual le habia hecho aquella proposicion tan coqueta antes me ofrecia irme con ella un rato, una vez me ofrecio aquello no me lo pense ni un solo segundo y di un salto del hombro de aquel chico hasta los pechos de aquella chica teniendo la esperanza de que me agarraria y me sostendria entre sus brazos. Para mi felicidad, asi es como sucedio, por lo que mientras me acomodaba entre los senos de aquella bella señorita y recibia sus caricias, escuche el comentario del bufon el cual no me hizo ni la menor gracia A quien estas llamando bicho peludo? Para tu informacion soy un mink Dije desde los brazos de aquella chica para despues de todo, volver a escuchar el siguiente comentario el cual me hizo querer empuñar mi matamoscas electrico y encenderlo Trata de intentarlo, te aseguro de que no podras ni tansiquiera tocarme un solo pelo de mi anaranjado pelaje Le dije mientras fruncia el ceño para despues de todo guardar mi matamoscas electrico y tratar de relajarme de nuevo entre los pechos y caricias de aquella amable y bella señorita
Nena, tu si que sabes como tratar a un mink ¿Al final lo de esa copa como queda? Yo invito eh Le dije sonriendo de forma picarona para despues de todo escuchar la presencia de otro tipo de pelos castaños, aquello hizo reaccionar a la joven del bate la cual me habia estado dando todo su cariño para posteriormente posicionarse con el bate y su pistola, apuntando a aquel hombre tan misterioso que habia hecho acto de presencia en aquel lugar, por aquello me movi velozmente hasta el hombro de la feminaPerdona amigo ¿Te importaria volverte por el tejado de donde has caido? Hace un momento estaba disfrutando de las amables caricias de esta damisela y tu practicamente me has cortado el rollo, asi que si no te importa, como ha dicho la bella damisela, nadie te invito Dije mientras le hacia un gesto para que se fuese, luego de aquello mire a la chica desde su hombro acercandome a su oido para susurrarle y que no escuchase el otro No merece la pena perder el tiempo con un mindundi como el, haz como si no estuviera y si da la brasa yo me encargo de el Le dije para despues guiñarle un ojo de forma amigable, la verdad es que la presencia de aquel tipo habia sido inesperada y sobre todo un tanto... ridicula? Quien en su sano juicio apareceria asi sin mas saltando de un tejado para despues reirse de esa forma, si se creia que esto era una actuacion circense se equivocaba, por el momomento el show no comenzaba, no por ahora...
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Creado por Zakura Sáb Sep 24, 2016 11:56 am
Los segui hasta donde estaba aquel tipo con aspecto de buffon entregando los dibujos, al parecer ya se conocian y como tenia que mantener una actitud seria y calmada, me quede sin decir nada, simplemente observaba la escena y miraba a mi alrededor por si algunos de los que no fueran ese grupo tan vario pinto se le ocurria hacer algo, de ese modo parecia una guardaespaldas pero tampoco es que pudiera decir mucho, despues de varios minutos y de asegurar de que todo estaba correcto y sin nada que pudiera estreopear tal reunion y quizas formacion de un nuevo grupo me quede mirando al Mink que al parecer habia preferido a Harley en vez de a ella, no se podia hacer nada, quien no preferiria una loca antes que que a una chica seria como ella, chasqueo la lengua un momento soltando un suspiro, realmente no importaba pero el no haber hecho nada ni haber sentido nada de lo que ahora sentia, quizas solo produco del alchohol que habia vevido ahora le estaba entrando una bajona y le resultaba algo molesto y curioso a la vez, la curiosidad mato al gato pero Zakura era quien mataba al gato, se ajusto la ropa adecuadamente, puso una mano sobre su katana para tenerla lista por si algo sucedia y poco a poco iba caminando para acercarme a stos sin dejar de mantener una expresion seria, no lo podia evitar, despues de todo era alguien que no sabia que era la palabra divertirse mas que matar o combatir.
Me mire a mi misma, haciendo una mueca confundida pues no tenia nada que no pudiera araer a algun pervertido como eran todos los hombres con los que se encontraba en general, bueno le faltaba algo de delantera pero eso no era importante ¿o si? Entonces cuando parecia que no podia venir alguien mas extraño que una comadreja parlane, aparecio otro tipo de la nada, frunci el ceño ante tal apareciencia tan....extraña y espere cualquier reaccion de los demas, despues de todo no queria ser la primera en causar otro problema.
Me mire a mi misma, haciendo una mueca confundida pues no tenia nada que no pudiera araer a algun pervertido como eran todos los hombres con los que se encontraba en general, bueno le faltaba algo de delantera pero eso no era importante ¿o si? Entonces cuando parecia que no podia venir alguien mas extraño que una comadreja parlane, aparecio otro tipo de la nada, frunci el ceño ante tal apareciencia tan....extraña y espere cualquier reaccion de los demas, despues de todo no queria ser la primera en causar otro problema.
Zakura
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Creado por Kote Bastian Lun Sep 26, 2016 3:50 am
Allí estaba el bufón que dos años atrás había conversado formalmente con el castaño, y con el que había estado comunicado mediante cartas gracias al mensajero de la News Coo, si, aquel pelicano tan extravagante. Kote sonrió ante los movimientos que su compañero realizaba antes de verle, cantando una canción que era famosa en Lvneel, aunque no pudo escuchar si no un par de frases, pudo reconocerla sin problemas. Una sonrisa se manifestó en su rostro y pronto pudo ver, no en el futuro, pero si en aquel lugar, que Karrie iba a renacer y eso le llenó de alegría y felicidad. Las palabras de su compañero aparecieron graciosas en los oídos de Kote y simplemente lo abrazó, pues dos años sin ver a alguien que compartía su fortuna y trabajo era mucho tiempo. Clopin había sido un buen amigo en el tiempo que vivió en Micqueot, y la verdad, era bueno tener cerca a alguien como él -No te preocupes, es suficiente, no hace ni unos minutos que hemos abatido a unos cuantos criminales, suficiente recompensa tendré con sus cabezas y bueno, tu llegada- de pronto comentó algo sobre esa criatura que hace un momento se encontraba sobre su hombro -Querido amigo, es un Mink, como los de las leyendas de Montblanc- dijo riendo a carcajadas ante el comentario de su compañero.
-Todos forman parte del grupo, ahora Karrie tendrá un sentido de nuevo y... espero que quieras compartir el triunfo con nosotros, no podría revivir Karrie sin ti- dijo Kote colocando el puño frente a Clopin y golpeando muy ligeramente su hombro. Verdaderamente había echado de menos al rey bufón -Con respecto al pelo... será mejor que le preguntes a él- rió de nuevo, y se giró, observando a ese pintoresco grupo que ahora viajaría con él, pero claro, necesitaban un barco... quizás podrían aprovechar el de esa banda pirata a la que habían noqueado, si había suerte encontrarían el barco en los muelles del norte de la ciudad, ahí solían desembarcar los criminales. Si, Kote estaba muy bien informado. Pero algo le distrajo de golpe, la aparición de un hombre.
Comentarios y comentarios de los demás presentes, Harley parecía irritada al ver llegar al tipo que prácticamente comenzó a burlarse del variopinto grupo. Kote lo observó, escuchando además las palabras de Clopin, también miró a Zakura, intentando discernir lo que decía su mirada, simplemente se adelantó un poco y quedó frente a ese hombre, a una distancia de cinco metros -Harley, guarda tus armas, nosotros no queremos una recompensa por nuestra cabeza- dijo el castaño observando directamente al tipo que se encontraba frente a ellos -A diferencia de este ingrato, tenemos honor- dijo Kote sonriendo y colocando una de sus manos sobre el mango de una de las negras Tanbato -¿Quién eres y qué quieres?- su voz sonó ruda, peligrosa, pero a su vez cálida, no quería enzarzarse en una pelea, y si aquel tipo iniciaba una lo cortaría en pedacitos -Si solo has venido a armar jaleo y a reírte de nosotros, márchate, si tienes alguna propuesta hacia nosotros hazla- No parecía un mal guerrero, quizás, con un poco de parlamento pudiera atraerlo hasta Karrie, de algo serviría tener a un tipo así.
Giró ligeramente el rostro y desde una de las calles habia un poco de alboroto, pero no quiso fijarse en eso.
-Todos forman parte del grupo, ahora Karrie tendrá un sentido de nuevo y... espero que quieras compartir el triunfo con nosotros, no podría revivir Karrie sin ti- dijo Kote colocando el puño frente a Clopin y golpeando muy ligeramente su hombro. Verdaderamente había echado de menos al rey bufón -Con respecto al pelo... será mejor que le preguntes a él- rió de nuevo, y se giró, observando a ese pintoresco grupo que ahora viajaría con él, pero claro, necesitaban un barco... quizás podrían aprovechar el de esa banda pirata a la que habían noqueado, si había suerte encontrarían el barco en los muelles del norte de la ciudad, ahí solían desembarcar los criminales. Si, Kote estaba muy bien informado. Pero algo le distrajo de golpe, la aparición de un hombre.
Comentarios y comentarios de los demás presentes, Harley parecía irritada al ver llegar al tipo que prácticamente comenzó a burlarse del variopinto grupo. Kote lo observó, escuchando además las palabras de Clopin, también miró a Zakura, intentando discernir lo que decía su mirada, simplemente se adelantó un poco y quedó frente a ese hombre, a una distancia de cinco metros -Harley, guarda tus armas, nosotros no queremos una recompensa por nuestra cabeza- dijo el castaño observando directamente al tipo que se encontraba frente a ellos -A diferencia de este ingrato, tenemos honor- dijo Kote sonriendo y colocando una de sus manos sobre el mango de una de las negras Tanbato -¿Quién eres y qué quieres?- su voz sonó ruda, peligrosa, pero a su vez cálida, no quería enzarzarse en una pelea, y si aquel tipo iniciaba una lo cortaría en pedacitos -Si solo has venido a armar jaleo y a reírte de nosotros, márchate, si tienes alguna propuesta hacia nosotros hazla- No parecía un mal guerrero, quizás, con un poco de parlamento pudiera atraerlo hasta Karrie, de algo serviría tener a un tipo así.
Giró ligeramente el rostro y desde una de las calles habia un poco de alboroto, pero no quiso fijarse en eso.
- OFF:
- Olvidad la ultima línea, es para dar un poco de introducción al Narrador, el cual pediré cuando hayamos posteado todos en este turno.
Kote Bastian
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