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Creado por Red Wolf Sáb Oct 15, 2016 11:25 am
Buen día en la isla del Reino de Lnveel ¿Acaso la isla no podía tener algún nombre mejor? Pero ya era mejor conocida como el reinado, bueno o malo eso ya no era incumbencia de muchos pero la siguiente historia indicaba en la parte menos que privillejada de aquel reinado, los barrios bajos.
…..Reino de Lnveel 4 meses atrás.
Un día de sol radiante en el cual se podía sentir los rayos del sol quitarte la energía por el calor de la temporada, Verano en la isla pero el calor era tan insoportable que muchas personas preferían estar dentro de sus hogares protegidos, eso volvía las calles algo desérticas y solo la gente que podía resistir el calor o la que tenían sombrillas así como algún refrigerio frio, podía salir al exterior a disfrutar un poco del día pero no todos los lugares eran iguales y mientras más pobres tenían más dificultades para sobrevivir a la incesante ola de calor.
Los barrios pobres, hogares y edificios con apariencia de abandono sufrían más al tener todas sus ventanas abiertas, mucha gente sentada bajo la sombra fría sin querer hacer nada aunque extrañamente había de igual modo muy poca gente a su alrededor. Tranquilidad y silencio que eran quebrantados con el sonido de botes de metal pateados y un gato quejando en su maullido por el susto mientras un chico de cabellos negros en pantalones holgados y playera sin mangas pero con unas singulares alas pequeñas blancas como la nieve en su espalda además de la espada corta en su cintura, era el responsable mientras corría por entre callejones, sudando y respirando de forma descontrolada tratando de huir de los sujetos que iban por detrás suyo. –¡Como son persistentes! ¡Ya les dije que pagare mañana!- Quejando mientras corría aun aunque los sujetos detrás de él, 4 tipos más fornidos que el propio chico skypeano trataban de seguirle el paso pero se veían mas exhaustos aunque no por ello se rendían en alcanzarlo. –¡Regresa aca Red! ¡O regresamos con el dinero o contigo, son ordenes!- Era todo lo que podían decir mientras procuraban no perderlo de vista en aquellos lares.
Una persecución clásica donde Red Wolf, el apodo que tenía el joven por sobrenombre pero para acortarlo todos los llamaban por Red, debía dinero a cierto cabecilla de la isla en una historia corta donde tuvo el error de poner su confianza y ahora les debía una suma de dinero algo considerable, desde entonces solo tenía la opción de escapar de la isla pero fue descubierto y ahora trataban atraparlo por cualquier medio posible. –Rápido, rápido- girando en la última vuelta el cabellos negros se lanzaba con un salto de tigre hacia el interior de una vivienda que mantenía sus ventanas abiertas por el insoportable calor, parecía no haber sido descubierto por que pasaban de largo mientras Red respiraba agitado tendido sobre el suelo por toda la carrera que había tenido dándose finalmente un respiro pero ¿A dónde había entrado el joven skypeano?
…..Reino de Lnveel 4 meses atrás.
Un día de sol radiante en el cual se podía sentir los rayos del sol quitarte la energía por el calor de la temporada, Verano en la isla pero el calor era tan insoportable que muchas personas preferían estar dentro de sus hogares protegidos, eso volvía las calles algo desérticas y solo la gente que podía resistir el calor o la que tenían sombrillas así como algún refrigerio frio, podía salir al exterior a disfrutar un poco del día pero no todos los lugares eran iguales y mientras más pobres tenían más dificultades para sobrevivir a la incesante ola de calor.
Los barrios pobres, hogares y edificios con apariencia de abandono sufrían más al tener todas sus ventanas abiertas, mucha gente sentada bajo la sombra fría sin querer hacer nada aunque extrañamente había de igual modo muy poca gente a su alrededor. Tranquilidad y silencio que eran quebrantados con el sonido de botes de metal pateados y un gato quejando en su maullido por el susto mientras un chico de cabellos negros en pantalones holgados y playera sin mangas pero con unas singulares alas pequeñas blancas como la nieve en su espalda además de la espada corta en su cintura, era el responsable mientras corría por entre callejones, sudando y respirando de forma descontrolada tratando de huir de los sujetos que iban por detrás suyo. –¡Como son persistentes! ¡Ya les dije que pagare mañana!- Quejando mientras corría aun aunque los sujetos detrás de él, 4 tipos más fornidos que el propio chico skypeano trataban de seguirle el paso pero se veían mas exhaustos aunque no por ello se rendían en alcanzarlo. –¡Regresa aca Red! ¡O regresamos con el dinero o contigo, son ordenes!- Era todo lo que podían decir mientras procuraban no perderlo de vista en aquellos lares.
Una persecución clásica donde Red Wolf, el apodo que tenía el joven por sobrenombre pero para acortarlo todos los llamaban por Red, debía dinero a cierto cabecilla de la isla en una historia corta donde tuvo el error de poner su confianza y ahora les debía una suma de dinero algo considerable, desde entonces solo tenía la opción de escapar de la isla pero fue descubierto y ahora trataban atraparlo por cualquier medio posible. –Rápido, rápido- girando en la última vuelta el cabellos negros se lanzaba con un salto de tigre hacia el interior de una vivienda que mantenía sus ventanas abiertas por el insoportable calor, parecía no haber sido descubierto por que pasaban de largo mientras Red respiraba agitado tendido sobre el suelo por toda la carrera que había tenido dándose finalmente un respiro pero ¿A dónde había entrado el joven skypeano?
Red Wolf
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Ayashi Kouba Sáb Oct 15, 2016 2:43 pm
Llevaba ya un rato navegando sola en el mar, luego de haberme separado del maldito payaso en Syrup, luego de la fiesta del té ambos tomamos distintos caminos, ahora viajaba sola en aquel pequeño barco, que si fuera más grande no podría viajar sola, tenía tiempo de no llegar a tierra, la comida estaba un poco escaseaba ya, pero sería suficiente para una semana por lo menos, el ser una sola persona también ayudaba, había que añadir que en mi camino había saqueado un par de barcos pesqueros, pero nada importante realmente.
Llegué, para mi fortuna a una isla fuera del Blue en el que vivía, según parecía ser, era un reino, Lvneel era el nombre de aquella isla, no conocía mucho de la misma pero algo habría escuchado, mi trabajo siempre me permitía saber un poco al respecto de cada lugar donde ponía mis pies, en este caso aquella isla, llegué al puerto, pateé al encargado porque no quería pagarle, y seguí mi camino para conocer aquel reino, y para ello fui a algún lugar donde habría para quedarme, porque era siempre lo mejor para conocer el lugar, de ese modo encontré una taberna que tenía unas habitaciones para alquiler, perfecto para mi, así que pedí una de ellas para vivir un momento.
Lo anterior dicho fue hace una semana, he empezado a conocer mucho del lugar, empezando por su calor, así mismo había tomado una ducha para refrescarme, a pesar de ser un lugar silencioso, ahora había mucho alboroto afuera, no me importó mucho y ya me vestía en la habitación cuando un golpe seco invadió mi habitación, sonreí para girar y ver lo que había traído el calor, un sujeto había entrado por la ventana y respiraba agitado, yo apenas tenía puesto un short pero mi parte superior seguía al aire libre, poco me importaba ya mostrar mi cuerpo.
Se terminó de escuchar el paso de un grupo de personas corriendo y la calma inundó el lugar, mientras ello sucedía yo avanzaba con gracia y sin hacer ruido, en mi paso tomé mi consentida, la daga que siempre me acompañaba, llegué a las espaldas del cansado joven y velozmente lo tomé del cuello a sus espaldas, topé mi cuerpo al ajeno y llevé mi daga a amenazarle bajo el mentón, siempre contra el cuelo -A ver, a ver cariño... ¿Nunca te han dicho que es de mala educación entrar a la habitación de una dama sin tocar la puerta primero?... pero basta de tonterías ¿Quién eres y porqué te perseguían? Si sabes responder, te dejaré en paz, si tu respuesta me gusta... podría premiarte inclusive- mencioné con mi armónica voz, amenazante y divertida a la vez, la combinación perfecta.
Llegué, para mi fortuna a una isla fuera del Blue en el que vivía, según parecía ser, era un reino, Lvneel era el nombre de aquella isla, no conocía mucho de la misma pero algo habría escuchado, mi trabajo siempre me permitía saber un poco al respecto de cada lugar donde ponía mis pies, en este caso aquella isla, llegué al puerto, pateé al encargado porque no quería pagarle, y seguí mi camino para conocer aquel reino, y para ello fui a algún lugar donde habría para quedarme, porque era siempre lo mejor para conocer el lugar, de ese modo encontré una taberna que tenía unas habitaciones para alquiler, perfecto para mi, así que pedí una de ellas para vivir un momento.
Lo anterior dicho fue hace una semana, he empezado a conocer mucho del lugar, empezando por su calor, así mismo había tomado una ducha para refrescarme, a pesar de ser un lugar silencioso, ahora había mucho alboroto afuera, no me importó mucho y ya me vestía en la habitación cuando un golpe seco invadió mi habitación, sonreí para girar y ver lo que había traído el calor, un sujeto había entrado por la ventana y respiraba agitado, yo apenas tenía puesto un short pero mi parte superior seguía al aire libre, poco me importaba ya mostrar mi cuerpo.
Se terminó de escuchar el paso de un grupo de personas corriendo y la calma inundó el lugar, mientras ello sucedía yo avanzaba con gracia y sin hacer ruido, en mi paso tomé mi consentida, la daga que siempre me acompañaba, llegué a las espaldas del cansado joven y velozmente lo tomé del cuello a sus espaldas, topé mi cuerpo al ajeno y llevé mi daga a amenazarle bajo el mentón, siempre contra el cuelo -A ver, a ver cariño... ¿Nunca te han dicho que es de mala educación entrar a la habitación de una dama sin tocar la puerta primero?... pero basta de tonterías ¿Quién eres y porqué te perseguían? Si sabes responder, te dejaré en paz, si tu respuesta me gusta... podría premiarte inclusive- mencioné con mi armónica voz, amenazante y divertida a la vez, la combinación perfecta.
Ayashi Kouba
Hoja de personaje
Nivel:
(20/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 |
Creado por Red Wolf Sáb Oct 15, 2016 3:28 pm
Respiración profunda tratando calmarse, el esfuerzo había valido la pena al final si logro perderlos aunque sus energías ya se veían desgastadas en esos momento, solo podía pegarse a la pared y asomarse lentamente tratando de observar que aquellos sujetos no siguieran por ahí, era claro que podrían regresar si le perdieron de vista para empezar a buscarlo y entonces Red necesite un nuevo escondite, era el momento de convertirse en el mejor espía que pudiera pero la suerte no parecía estar de su lado, descuidadamente bajo la guardia y solo sentía un terrible jalón por el cuello mientras era atrapado contra alguien que colaba su cuchillo bajo el mentón ¿Cómo saber que era un cuchillo? El frio acero no era difícil de distinguir, que desgracia haber sido atrapado al final que lo hizo actuar por auto reflejo, levantando sus manos sin oponerse o realizar fuerza alguna. –¡Bien me rindo!- Vaya valiente persona que era cuando sabía que había sido atrapado al final aunque la voz femenina que acompañaba aquella monstruosa fuerza que lo tenía preso era… extraño.
Red solo se limitó a escuchar y sentir que justamente aquella voz venía acompañado del aliento tibio de la persona que le tenía preso, entonces ¿Una chica lo había capturado? Mal movimiento haberse adentrado en esa habitación, una gota de sudor corría su cien pensando las cosas sobre cómo estaba preso, tenía un arma sobre el cuello pero aun no le mataban, no sin antes querer la información que ella solicitaba. Amenazante, divertida y lo peor de todo segura en sus palabras sin vacilación, normalmente las personas tienen miedo de algún desconocido que entra a un recinto y su voz o movimientos se quiebran pero esta chica parecía ser que no, su mano era firme como el agarre y la voz no daba dudas que era peligrosa, no podía andarse con juegos pero contarle toda la historia tal vez significaría que ella misma fuera a entregarlo ¿Qué debía hacer?
Era difícil concentrarse al sentir lo que era el cuerpo de aquella mujer pero sus pensamientos estaban más enfocados sobre el arma que le amenazaba. No creía en el supuesto premio pero una verdad a medias era mejor que comentar todo. Usando el tiempo para seguir respirando es que pensaba lo que estaría a punto de decir antes de tragar saliva –Bueno yo… me disculpo, no pensé la habitación estaba ocupada, no vine buscando hacer mal alguno, ¡De verdad!- Sonriendo y riendo un poco nervioso tratando de ver algún objeto en la habitación que le permitiera observar por reflejo la persona que le tenía atrapado. –Me llaman Red Wolf, Red para los amigos… solo no estuve al pendiente con mis pagos así que ahora quieren cobrarme pero no tengo nada de valor, por ahora, y yo corro más rápido- Bromeando mientras sus brazos seguían levantados pero los trataba de bajar poco a poco y quedaran expuestas las manos abiertas al nivel de los hombros, era cansada la otra posición ¿Debería tratar de escapar? Había una posibilidad de usar una de sus herramientas pero sería un riesgo, sin embargo afuera en la calle se volvía a escuchar los hombres que antes habían pasado, al parecer habían regresado para empezar a buscarlo en todas partes barriendo la zona. –Bueno no hay tiempo, ¿Me mataras, me ayudaras o dejaras que me atrapen?- Giraba su cabeza un poco hacia atrás tratando de ver a su captora, ella debería decidir rápidamente que quería hacer con el chico de alas y cabellos negros.
Red solo se limitó a escuchar y sentir que justamente aquella voz venía acompañado del aliento tibio de la persona que le tenía preso, entonces ¿Una chica lo había capturado? Mal movimiento haberse adentrado en esa habitación, una gota de sudor corría su cien pensando las cosas sobre cómo estaba preso, tenía un arma sobre el cuello pero aun no le mataban, no sin antes querer la información que ella solicitaba. Amenazante, divertida y lo peor de todo segura en sus palabras sin vacilación, normalmente las personas tienen miedo de algún desconocido que entra a un recinto y su voz o movimientos se quiebran pero esta chica parecía ser que no, su mano era firme como el agarre y la voz no daba dudas que era peligrosa, no podía andarse con juegos pero contarle toda la historia tal vez significaría que ella misma fuera a entregarlo ¿Qué debía hacer?
Era difícil concentrarse al sentir lo que era el cuerpo de aquella mujer pero sus pensamientos estaban más enfocados sobre el arma que le amenazaba. No creía en el supuesto premio pero una verdad a medias era mejor que comentar todo. Usando el tiempo para seguir respirando es que pensaba lo que estaría a punto de decir antes de tragar saliva –Bueno yo… me disculpo, no pensé la habitación estaba ocupada, no vine buscando hacer mal alguno, ¡De verdad!- Sonriendo y riendo un poco nervioso tratando de ver algún objeto en la habitación que le permitiera observar por reflejo la persona que le tenía atrapado. –Me llaman Red Wolf, Red para los amigos… solo no estuve al pendiente con mis pagos así que ahora quieren cobrarme pero no tengo nada de valor, por ahora, y yo corro más rápido- Bromeando mientras sus brazos seguían levantados pero los trataba de bajar poco a poco y quedaran expuestas las manos abiertas al nivel de los hombros, era cansada la otra posición ¿Debería tratar de escapar? Había una posibilidad de usar una de sus herramientas pero sería un riesgo, sin embargo afuera en la calle se volvía a escuchar los hombres que antes habían pasado, al parecer habían regresado para empezar a buscarlo en todas partes barriendo la zona. –Bueno no hay tiempo, ¿Me mataras, me ayudaras o dejaras que me atrapen?- Giraba su cabeza un poco hacia atrás tratando de ver a su captora, ella debería decidir rápidamente que quería hacer con el chico de alas y cabellos negros.
Red Wolf
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Ayashi Kouba Mar Oct 18, 2016 2:31 pm
Y empezaban las escusas, si, las aburridas de siempre a lo que presioné un poco su cuello -Cariño, no quiero escusas del porque entraste... dime algo bueno ¿quieres?- le recalqué, pero en ningún momento hubo temor en mi voz, pues no temía, simplemente ¡Era emocionante! Llevar tan poco ahí y poder obtener un poco más de información de primera fila, un sujeto que huía de algo significaba que sabía algo, era lo que siempre pensaba, hasta que comenzó a soltar un poco de la sopa, al menos sabía algo parecido a su nombre.
Sonreí y acerqué mis labios a su oído -Oh... Red Wolf... sé de ti, sé quien eres...- mencioné a sus oídos para presionarle un poco más, seguridad, era todo lo que necesitaba en mi voz para poner esa clase de presión, noté que estaba tenso, bajó las manos para evitar seguir con los brazos levantados, era cansado, lo sabía, no había dicho demasiado pero si algo importante, lo seguían por dinero, ahora debía saber quien, quien lo perseguía, en eso hubo alboroto fuera de mi ventana, eran aquello sujetos que venían a buscarle, y fue una petición, hermosa petición -Oh, mi querido Red, los muertos no hablan, y necesito que tu hables, y no hay un precio por entregarte, así que... te ayudaré, claro, por un precio... yo te ayudo y tu me dices todo lo que sabes, claro, no estas en posición de negarte porque estás atrapado aquí, puedo negociar con quien sea que te quiere, así que prepárate para hablar- reí entonces un poco más audible, mi risa era poco estrepitosa, pero si algo loca.
Solté a mi presa y le di la espalda para buscar mi blusa, pues no iba a las citas mostrando mis pequeñas traviesas, me la puse y tomé mi gabardina, no importaba el calor, era parte de mi traje de trabajo, oculté la daga donde siempre estaba oculta y tomé mi espada -Soy Ayashi Kouba... y hoy es tu día de suerte- Le guiñé un ojo y seguido de eso abrí la puerta de la habitación, para bajar las escaleras y llegar al bar donde, tarde o temprano, llegarían los invitados especiales, mi espada yacía en su funda, en mi cintura y bajo mi gabardina, pronto iniciaría la fiesta.
Sonreí y acerqué mis labios a su oído -Oh... Red Wolf... sé de ti, sé quien eres...- mencioné a sus oídos para presionarle un poco más, seguridad, era todo lo que necesitaba en mi voz para poner esa clase de presión, noté que estaba tenso, bajó las manos para evitar seguir con los brazos levantados, era cansado, lo sabía, no había dicho demasiado pero si algo importante, lo seguían por dinero, ahora debía saber quien, quien lo perseguía, en eso hubo alboroto fuera de mi ventana, eran aquello sujetos que venían a buscarle, y fue una petición, hermosa petición -Oh, mi querido Red, los muertos no hablan, y necesito que tu hables, y no hay un precio por entregarte, así que... te ayudaré, claro, por un precio... yo te ayudo y tu me dices todo lo que sabes, claro, no estas en posición de negarte porque estás atrapado aquí, puedo negociar con quien sea que te quiere, así que prepárate para hablar- reí entonces un poco más audible, mi risa era poco estrepitosa, pero si algo loca.
Solté a mi presa y le di la espalda para buscar mi blusa, pues no iba a las citas mostrando mis pequeñas traviesas, me la puse y tomé mi gabardina, no importaba el calor, era parte de mi traje de trabajo, oculté la daga donde siempre estaba oculta y tomé mi espada -Soy Ayashi Kouba... y hoy es tu día de suerte- Le guiñé un ojo y seguido de eso abrí la puerta de la habitación, para bajar las escaleras y llegar al bar donde, tarde o temprano, llegarían los invitados especiales, mi espada yacía en su funda, en mi cintura y bajo mi gabardina, pronto iniciaría la fiesta.
Ayashi Kouba
Hoja de personaje
Nivel:
(20/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 |
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