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Creado por Byakuran Millefiore Lun Oct 31, 2016 2:55 pm
Hace tan solo unos dos días aproximadamente es que el ángel proveniente de la isla en el cielo con seres parecidos a los humanos salvo por sus características alas en su espalda se separó de su hermana para conocer Micqueot, isla conocida por sus excelentes vinos alrededor de todo del mundo. En su estadía en el mar azul había tenido que probar muchas cosas que en su isla natal no existían, una de sus favoritas eran las bebidas alcohólicas y en especial el vino que pudo degustar hace menos de una semana, el vino era proveniente de la isla que se encontraba visitando y por eso se encontraba en ella, para poder degustar aun más vinos por un corto periodo de dos días y luego volvería a encontrarse con su hermana, el tiempo que se separaban nunca era superior a los cinco días por lo que mantenía todo previsto.
Llego a la isla gracias a un bote pesquero en el cual ocultaba sus alas con vestimenta ancha para que no le molestara tanto el roce entre ellas y la ropa, nunca se podría acostumbrar al extraño sentir entre su ropa y tan delicada parte de su cuerpo. A través de malas experiencias aprendió que la mayoría de los seres en el mar azul lo buscaban por sus alas para poder venderlo como un esclavo, pidió ayuda a la marina pero estos no le dieron una mano cuando más lo necesitaba, se encontraba solo en un mundo desconocido debiendo cuidar de su hermana mientras los hombres los perseguían solo para conseguir dinero, para su fortuna el ejército revolucionario les brindo una mano sin pedirles nada a cambio y por lo mismo es que una vez mejoraran su situación se unieron como soldados al misma, para cambiar el mundo con sus manos.
Una vez en tierra no tardo muchos minutos en llegar hasta el bar que le recomendaron algunos de los mejores vinos de la isla a un precio bajo, todo gracias por la tarjeta de presentación que se le fue entregada. El lugar estaba medianamente lleno con personas a su espalda ya que se encontraba en la barra, el calor en el lugar era tal que no pudo aguantar más por lo que termino quitándose la chaqueta que estaba usando dejando al descubierto las alas que lo hacían tan característico haciendo que todos en el lugar se dieran vuelta para darle por lo menos una mirada. — Una copa de su mejor vino. — Pediría al encargado de la barra, sin prestar atención a quienes se encontraban en el lugar, la comida para el Skypiean era más importante que ocultar sus alas para que no lo reconocieran, además que ya poseía un wanted por su cabeza.
Llego a la isla gracias a un bote pesquero en el cual ocultaba sus alas con vestimenta ancha para que no le molestara tanto el roce entre ellas y la ropa, nunca se podría acostumbrar al extraño sentir entre su ropa y tan delicada parte de su cuerpo. A través de malas experiencias aprendió que la mayoría de los seres en el mar azul lo buscaban por sus alas para poder venderlo como un esclavo, pidió ayuda a la marina pero estos no le dieron una mano cuando más lo necesitaba, se encontraba solo en un mundo desconocido debiendo cuidar de su hermana mientras los hombres los perseguían solo para conseguir dinero, para su fortuna el ejército revolucionario les brindo una mano sin pedirles nada a cambio y por lo mismo es que una vez mejoraran su situación se unieron como soldados al misma, para cambiar el mundo con sus manos.
Una vez en tierra no tardo muchos minutos en llegar hasta el bar que le recomendaron algunos de los mejores vinos de la isla a un precio bajo, todo gracias por la tarjeta de presentación que se le fue entregada. El lugar estaba medianamente lleno con personas a su espalda ya que se encontraba en la barra, el calor en el lugar era tal que no pudo aguantar más por lo que termino quitándose la chaqueta que estaba usando dejando al descubierto las alas que lo hacían tan característico haciendo que todos en el lugar se dieran vuelta para darle por lo menos una mirada. — Una copa de su mejor vino. — Pediría al encargado de la barra, sin prestar atención a quienes se encontraban en el lugar, la comida para el Skypiean era más importante que ocultar sus alas para que no lo reconocieran, además que ya poseía un wanted por su cabeza.
Byakuran Millefiore
Hoja de personaje
Nivel:
(19/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 |
Creado por Jason D. Redfox Mar Nov 01, 2016 5:41 am
Hoy mismo recibimos más materiales que necesitaban ser transportados a la famosa isla de los viñedos, Micqueot. El resto de tripulantes se encargaron de subir todo lo necesario a bordo del barco mercantil mientras yo hacía unas últimas revisiones a la maquinaria, para que todo esté bien y no tengamos problemas a la hora de zarpar o a medio camino. Al estar todo bien, zarpamos en dirección a la isla, desde una que se encontraba un poco lejos, por lo que no llegamos hasta mitad de la tarde, logrando atracar al muelle finalmente.
Cuando el barco volvía a estar vacío en cuanto a cargamento, el capitán nos dio el resto del día libre para descansar y poder aprovechar que estábamos en esta isla, para degustar los mejores vinos que nos pudiésemos permitir con nuestro sueldo. Recordando perfectamente la cantidad que se encuentra en mi bolsillo, puedo intuir que sólo me podré permitir uno de los más baratos, y puede que ni siquiera me plantee la idea de repetir una copa.
Gracias a las indicaciones del capitán, Koya y yo pudimos encontrar una pequeña zona en la que los vinos parecen encontrarse a un precio mucho más bajo en comparación a los que vimos de camino aquí, todavía sin ser capaz de creer que las cifras que vi fueran reales. Pero algo más me llama la atención al entrar en el sitio que escogemos: en la barra, una persona estaba sentada, y en su espalda podía distinguir lo que parecen "alas", o al menos no son un dibujo de la prenda que viste.
-Esto... ¿puede servirme una copa de su vino más barato? -le pregunto al señor del otro lado de la barra mientras me acomodo en la silla que se encuentra al lado izquierdo del otro chico, aún mirando de reojo sus "alas" por lo mucho que me llaman la atención. ¿Podría tocarlas?
Cuando el barco volvía a estar vacío en cuanto a cargamento, el capitán nos dio el resto del día libre para descansar y poder aprovechar que estábamos en esta isla, para degustar los mejores vinos que nos pudiésemos permitir con nuestro sueldo. Recordando perfectamente la cantidad que se encuentra en mi bolsillo, puedo intuir que sólo me podré permitir uno de los más baratos, y puede que ni siquiera me plantee la idea de repetir una copa.
Gracias a las indicaciones del capitán, Koya y yo pudimos encontrar una pequeña zona en la que los vinos parecen encontrarse a un precio mucho más bajo en comparación a los que vimos de camino aquí, todavía sin ser capaz de creer que las cifras que vi fueran reales. Pero algo más me llama la atención al entrar en el sitio que escogemos: en la barra, una persona estaba sentada, y en su espalda podía distinguir lo que parecen "alas", o al menos no son un dibujo de la prenda que viste.
-Esto... ¿puede servirme una copa de su vino más barato? -le pregunto al señor del otro lado de la barra mientras me acomodo en la silla que se encuentra al lado izquierdo del otro chico, aún mirando de reojo sus "alas" por lo mucho que me llaman la atención. ¿Podría tocarlas?
Jason D. Redfox
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Byakuran Millefiore Jue Nov 03, 2016 11:35 pm
Como siempre sus alas llamaban la atención de todos los que nunca antes en su vida habían podido ver a un miembro proveniente de la isla de los cielos conocida como Skypiea, sin importar edad tanto niños como abuelos se sorprendían cada vez que lo veía, lo único que cambiaba era la expresión que solían colocar en sus rostros siendo los niños los que más la demostraban tanto en su rostro como en los gritos que solían soltar. Pese a que el vino que servían en el lugar era realmente barato comparado con los otros lugares de la misma isla, el bar no era similar a los que había visitado antiguamente en otras islas donde seguramente más de una pelea se armaría por día siendo pan de cada día para quienes visitan el lugar o para los encargados de la misma. Sin embargo, no podía decir que donde se encontraba lo visitaran las personas con mayor dinero de la isla o sus alrededores pero si en su inmensa mayoría era gente común y corriente por lo que no estaba preocupado si al salir del bar tratarían de capturarlo por sus peculiares alas.
La copa de vino que pidió el peliblanco recién llegado ya estaba frente a él junto a una copa a su lado para que él mismo se sirviera, agradecía con un gesto al encargado que estaba al otro lado de la barra donde estaba sentado. Se estaba sirviendo un poco para probar el vino que pidió cuando nota como un chico unos cuantos años más joven se sienta a su lado, notando como miraba a sus alas. El revolucionario ya se había acostumbrado a que eso pasara y de cierta forma ya no le importaba, dejando que lo vieran sin problema alguno cuando el momento era el oportuno. — Son de verdad por si te preguntas. — Comentaría al pelirrojo que se encontraba a su lado, tomando la copa con vino con su mano derecha tomando un pequeño sorbo, degustando lo que estaba tomando. — Como siempre a los del mar azul les llama la atención lo que nunca antes han visto. — Apoyaría la copa sobre la mesa al lado de la botella, apoyando ambos antebrazos en la barra cargándose un poco en ella.
La copa de vino que pidió el peliblanco recién llegado ya estaba frente a él junto a una copa a su lado para que él mismo se sirviera, agradecía con un gesto al encargado que estaba al otro lado de la barra donde estaba sentado. Se estaba sirviendo un poco para probar el vino que pidió cuando nota como un chico unos cuantos años más joven se sienta a su lado, notando como miraba a sus alas. El revolucionario ya se había acostumbrado a que eso pasara y de cierta forma ya no le importaba, dejando que lo vieran sin problema alguno cuando el momento era el oportuno. — Son de verdad por si te preguntas. — Comentaría al pelirrojo que se encontraba a su lado, tomando la copa con vino con su mano derecha tomando un pequeño sorbo, degustando lo que estaba tomando. — Como siempre a los del mar azul les llama la atención lo que nunca antes han visto. — Apoyaría la copa sobre la mesa al lado de la botella, apoyando ambos antebrazos en la barra cargándose un poco en ella.
Byakuran Millefiore
Hoja de personaje
Nivel:
(19/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 |
Creado por Jason D. Redfox Sáb Nov 05, 2016 7:39 am
Me había quedado tan pendiente, observando ese destacado detalle en la espalda del otro, que no me percaté de que estuve demasiado tiempo, evitando así hacerlo de forma "desapercibida". Este me comenta que son reales, lo cual no puedo negar dado que, a simple vista, se ven reales, aunque siempre se conserva una diminuta sensación de duda que se tiene cada vez que alguien afirma algo que tú no conoces.
-Es normal; nunca había visto algo parecido. -no me molesta admitir que me llama sumamente la atención, aún mirando el par de alas de reojo cuando escucho la copa con vino que pedí posarse delante mía, sobre la barra. -¿Eres humano? -le pregunto mientras me coloco de frente a la barra otra vez y observo la copa, sujetándola por la parte inferior antes de llevarme un pequeño trago a la boca, saboreando el vino. Nunca había llegado a probar vino, pero no me desagrada. Su sabor me resulta un poco fuerte, extraño, pero no malo.
Koya se sujeta con sus garras a mis pantalones para poder trepar por ellos, ayudándola en ese instante a subir, sujetándola por ambos lados con mis manos, posándola sobre la silla vacía que hay a mi izquierda, considerando que podría ser de muy mala educación colocarla sobre la barra, el sitio donde el picoteo y la bebida es posada. Podrían llegar a echarme si hiciera eso, aunque todo depende del carácter del bartender, tampoco es mi intención arriesgarme tomando tal decisión, sobre todo después de haber pagado la copa de vino que tengo delante. Viendo que todo parece estar "bien" tras la mirada del hombre detrás de la barra sobre Koya -el cual no comenta nada- procedo a tomar otro pequeño sorbo de mi vino, notándolo mejor en cuanto a sabor en esta ocasión.
-Es normal; nunca había visto algo parecido. -no me molesta admitir que me llama sumamente la atención, aún mirando el par de alas de reojo cuando escucho la copa con vino que pedí posarse delante mía, sobre la barra. -¿Eres humano? -le pregunto mientras me coloco de frente a la barra otra vez y observo la copa, sujetándola por la parte inferior antes de llevarme un pequeño trago a la boca, saboreando el vino. Nunca había llegado a probar vino, pero no me desagrada. Su sabor me resulta un poco fuerte, extraño, pero no malo.
Koya se sujeta con sus garras a mis pantalones para poder trepar por ellos, ayudándola en ese instante a subir, sujetándola por ambos lados con mis manos, posándola sobre la silla vacía que hay a mi izquierda, considerando que podría ser de muy mala educación colocarla sobre la barra, el sitio donde el picoteo y la bebida es posada. Podrían llegar a echarme si hiciera eso, aunque todo depende del carácter del bartender, tampoco es mi intención arriesgarme tomando tal decisión, sobre todo después de haber pagado la copa de vino que tengo delante. Viendo que todo parece estar "bien" tras la mirada del hombre detrás de la barra sobre Koya -el cual no comenta nada- procedo a tomar otro pequeño sorbo de mi vino, notándolo mejor en cuanto a sabor en esta ocasión.
Jason D. Redfox
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Byakuran Millefiore Sáb Nov 12, 2016 1:06 am
Desde que había llegado al mar azul las preguntas sobre sus alas habían sido varias, tantas que perdió la cuenta de ella en menos de una semana de haber tenido que dejar su isla natal. Por lo mismo es que había aprendido lo que podían llegar hacer los humanos por los seres que son diferentes a ellos aunque fuera tan solo un poco, y no solo con los de la misma raza del peliblanco sino también con otras razas diferentes que había podido conocer en el viaje que lo mantenía ese día en Micqueot probando vinos en un bar tranquilo.
Se quedó mirando de reojo al pelirrojo que se encontraba a su lado, de quien aún desconocía el nombre, notando al pequeño animal que lo acompañaba y lo sentaba en el otro asiento que se encontraba disponible a su lado. El peliblanco miembro de la armada revolucionaria se encontraba tranquilo, disfrutando del momento con una sonrisa en el rostro. — Sí y no. — Respondería a la preguntaba que le estaba haciendo aquel muchacho, bebiendo un poco más del vino que estaba frente a él. — Soy igual a un humano como tú salvo por las alas que puedes ver a mis espaldas… Ese pequeño detalle para algunas personas de tu raza nos hace muy llamativos, quizás más de lo esperado. — Volvería a llevar la copa a su boca para dar un breve trago a su contenido, mirando hacia al frente apoyándose sobre la mesa.
Giraría levemente el cuerpo para poder ver de mejor manera con quien estaba intercambiando palabras. — Tú también tienes algo muy peculiar. — Aquel animal que lo acompañaba se parecía un poco a un zorro característico de la isla de dónde provenía, al cual únicamente había podido ver en ese lugar, notando como también los animales que se encontraban Skypiea no se encontraban en las islas del mar azul salvo excepciones muy comunes y nada destacable a decir verdad. — No pareces ser de por aquí ¿De dónde eres? — Sería su momento para hacer algunas preguntas y así iniciar una conversación más fluida.
Se quedó mirando de reojo al pelirrojo que se encontraba a su lado, de quien aún desconocía el nombre, notando al pequeño animal que lo acompañaba y lo sentaba en el otro asiento que se encontraba disponible a su lado. El peliblanco miembro de la armada revolucionaria se encontraba tranquilo, disfrutando del momento con una sonrisa en el rostro. — Sí y no. — Respondería a la preguntaba que le estaba haciendo aquel muchacho, bebiendo un poco más del vino que estaba frente a él. — Soy igual a un humano como tú salvo por las alas que puedes ver a mis espaldas… Ese pequeño detalle para algunas personas de tu raza nos hace muy llamativos, quizás más de lo esperado. — Volvería a llevar la copa a su boca para dar un breve trago a su contenido, mirando hacia al frente apoyándose sobre la mesa.
Giraría levemente el cuerpo para poder ver de mejor manera con quien estaba intercambiando palabras. — Tú también tienes algo muy peculiar. — Aquel animal que lo acompañaba se parecía un poco a un zorro característico de la isla de dónde provenía, al cual únicamente había podido ver en ese lugar, notando como también los animales que se encontraban Skypiea no se encontraban en las islas del mar azul salvo excepciones muy comunes y nada destacable a decir verdad. — No pareces ser de por aquí ¿De dónde eres? — Sería su momento para hacer algunas preguntas y así iniciar una conversación más fluida.
Byakuran Millefiore
Hoja de personaje
Nivel:
(19/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 |
Creado por Jason D. Redfox Dom Nov 13, 2016 9:36 am
La primera respuesta del peliblanco no me resuelve en absoluto la pregunta, aunque sus siguientes palabras sí que me lo dejan claro: humano o no, parece considerar al resto de personas como otra "raza" diferente a la suya. ¿Pero había alguna raza en alguno de estos mares con esas características alas en sus espaldas? Nunca escuché nada sobre tal variante, y leído tampoco. Aunque existe la posibilidad de que provenga de otro lugar, por ahora no tengo nada que confirme o niegue esa idea.
Tomo otro trago del vino que me sirvió el camarero, y ahora escucho de la boca del contrario que también resulto llamativo, viendo como su mirada se dirige lentamente hacia el lado contrario al que se encuentra él, seguramente refiriéndose a Koya, ese diminuto animal de color naranja que viene conmigo.
-No lo sé. Perdí la memoria hace años. -le respondo sin remilgos, volviendo a tomar otro sorbo y dejando posada la copa sobre la mesa, sintiendo un leve calor en mi cara que me avisa de que frene un poco al beber. -Aunque sí puedo decir que llevo viviendo un tiempo en el West Blue. -mientras continúo hablando, Koya decide subirse a mi regazo aprovechando el hueco que dejo entre mi brazo izquierdo y el borde de la mesa, sentándose sobre mis rodillas y permitiéndome -como de costumbre- dejarme acariciar un poco su cabeza, cerrando los ojos como si disfrutara las caricias.
-¿Y cómo se llama la "raza" a la que perteneces? ¿Y de dónde es? -la curiosidad seguía dentro de mí, y no podía saciarse hasta que el otro se decidiera a responder esas preguntas. Si está con ganas de hacerlo, claro está.
Tomo otro trago del vino que me sirvió el camarero, y ahora escucho de la boca del contrario que también resulto llamativo, viendo como su mirada se dirige lentamente hacia el lado contrario al que se encuentra él, seguramente refiriéndose a Koya, ese diminuto animal de color naranja que viene conmigo.
-No lo sé. Perdí la memoria hace años. -le respondo sin remilgos, volviendo a tomar otro sorbo y dejando posada la copa sobre la mesa, sintiendo un leve calor en mi cara que me avisa de que frene un poco al beber. -Aunque sí puedo decir que llevo viviendo un tiempo en el West Blue. -mientras continúo hablando, Koya decide subirse a mi regazo aprovechando el hueco que dejo entre mi brazo izquierdo y el borde de la mesa, sentándose sobre mis rodillas y permitiéndome -como de costumbre- dejarme acariciar un poco su cabeza, cerrando los ojos como si disfrutara las caricias.
-¿Y cómo se llama la "raza" a la que perteneces? ¿Y de dónde es? -la curiosidad seguía dentro de mí, y no podía saciarse hasta que el otro se decidiera a responder esas preguntas. Si está con ganas de hacerlo, claro está.
Jason D. Redfox
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Byakuran Millefiore Sáb Nov 19, 2016 11:26 am
Por lo visto aquel chico de cabello color rojo no era llamativo solo por sus vestimentas ni por el animal que parecía acompañarlo a todas partes sino también por los hechos que lo rodeaban, sobre todo porque al parecer no recordaba cosas de su pasado al perder la memoria. El ángel peliblanco volvería a dar un trago a la copa que sostenía con su mano, terminando de beber lo que se encontraba en ella quedando aún más en la botella que se encontraba al lado de sus manos. Depositaría la copa sobre la mesa, dejándola de lado por unos instantes. — ¿No tienes algo o alguien que te pueda ayudar? Ese animal podría ser una pista — A ojos del revolucionario era muy difícil que alguien pudiera perder la memoria y no existiera nadie que lo conociera con anterioridad o que haya visto lo que le sucedió, como aprendería en sus viajes, siempre hay alguien que lo ve todo. — El west blue… — Se quedaría pensando un poco, imaginando en la forma en la que llego a este lado del mundo. — Tuvo que ser un viaje muy largo como para poder llegar hasta aquí, no debió ser fácil. — Hablaría con su rostro ladeado hacia donde se encontraba el chico con el que estaba hablando.
Desde que nació y hasta el momento en que tuvo que marcharse del mar blanco es que para Byakuran él junto a todos sus pares eran normales al no conocer ningún otro tipo de raza, lo que cambio una vez que llego al mar azul donde en poco tiempo comprendió y se dio cuenta de que él era distinto a la mayoría de las personas, algunos lo llamaban Skypiean por la isla en la que provenía, no sabía porque razón pero algunas personas conocían algunos detalles sobre su raza y de dónde provenía, lo que le llamaba poderosamente la atención. — Provengo de una isla del cielo ubicada en Grand Line. — Guardaría silencio unos segundos en los que aprovecharía para servirse más vino en la copa proveniente de la botella que el camarero le entrego respecto a su pedido inicial. — Tiene el nombre de Skypiea y a nuestra “raza” he escuchado que les llaman Skypieans. — Se encoje de hombros ante la posible obviedad en sus palabras aunque era de recalcar.
El lugar mantenía el mismo ritmo habitual de siempre, salvo que un par de personas se habían retirado una vez terminado de pasar el tiempo en dicho bar, provocando que otras tantas llegaran en su reemplazo. Todo se daba de forma natural, los músicos seguían haciendo su show lo que provocaba que cada conversación que se producía en el lugar pareciera un mundo aparte, tal cual como estaba dando entre el pelirrojo y el peliblanco en la barra.
Desde que nació y hasta el momento en que tuvo que marcharse del mar blanco es que para Byakuran él junto a todos sus pares eran normales al no conocer ningún otro tipo de raza, lo que cambio una vez que llego al mar azul donde en poco tiempo comprendió y se dio cuenta de que él era distinto a la mayoría de las personas, algunos lo llamaban Skypiean por la isla en la que provenía, no sabía porque razón pero algunas personas conocían algunos detalles sobre su raza y de dónde provenía, lo que le llamaba poderosamente la atención. — Provengo de una isla del cielo ubicada en Grand Line. — Guardaría silencio unos segundos en los que aprovecharía para servirse más vino en la copa proveniente de la botella que el camarero le entrego respecto a su pedido inicial. — Tiene el nombre de Skypiea y a nuestra “raza” he escuchado que les llaman Skypieans. — Se encoje de hombros ante la posible obviedad en sus palabras aunque era de recalcar.
El lugar mantenía el mismo ritmo habitual de siempre, salvo que un par de personas se habían retirado una vez terminado de pasar el tiempo en dicho bar, provocando que otras tantas llegaran en su reemplazo. Todo se daba de forma natural, los músicos seguían haciendo su show lo que provocaba que cada conversación que se producía en el lugar pareciera un mundo aparte, tal cual como estaba dando entre el pelirrojo y el peliblanco en la barra.
Byakuran Millefiore
Hoja de personaje
Nivel:
(19/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 |
Creado por Jason D. Redfox Mar Nov 22, 2016 11:51 am
Miré de reojo a Koya cuando el otro me comenta que podría ser una "pista" sobre mi pasado, pero yo desecho esa idea al instante ya que lo veo muy improbable, por no decir imposible dado que la conocí años después de perder la memoria, y dudo mucho que la hubiese visto antes, en algún lugar o momento.
-La encontré pocos años después de perder la memoria; es imposible que sirva como pista para mi pasado. -le aclaro mis pensamientos mientras tomo otro sorbo, viendo como cada vez se iba vaciando el vaso poco a poco; en unos tragos más estaría vacío, y como no pretendo repetir, mejor reparto bien lo que me queda.
-Llevo trabajando un tiempo en un pequeño barco mercantil, por lo que vamos de una isla a otra llevando pedidos. Me pareció la mejor idea para poder ir de una isla a otra con rapidez y seguridad que yendo por mi cuenta en una diminuta barca. -por unos instantes me pongo a remorar la vez que llegué a la primera isla desde mi partida y lo mucho que tuve que buscar para encontrar -por fin- un grupo que buscaba más tripulantes, especialmente un ingeniero que se encargara de las tareas de mantenimiento.
Skypieans..., repito esa palabra varias veces mentalmente mientras miro fijamente el vino que queda en mi vaso, dándole vueltas a esa palabra como si rebuscara en mis pensamientos algo relacionado con esa palabra, pero nada viene a mi mente, entendiendo que es -probablemente- la primera vez que oigo tal palabra.
-Así que una isla en el cielo... -tras rendirme en el tema de los Skypieans, me imagino una isla flotante y no puedo evitar sentir ganas de ir a verla, algo que por estos mares dudo mucho que pueda llegar a ver, sumamente "fantasioso".
-Ya mencioné que perdí la memoria, pero puedes llamarme "J." para así saber al menos como llamarme. -sin duda alguna le comento el apodo que utilizo al no recordar mi nombre. -¿Cuál es tu nombre?
-La encontré pocos años después de perder la memoria; es imposible que sirva como pista para mi pasado. -le aclaro mis pensamientos mientras tomo otro sorbo, viendo como cada vez se iba vaciando el vaso poco a poco; en unos tragos más estaría vacío, y como no pretendo repetir, mejor reparto bien lo que me queda.
-Llevo trabajando un tiempo en un pequeño barco mercantil, por lo que vamos de una isla a otra llevando pedidos. Me pareció la mejor idea para poder ir de una isla a otra con rapidez y seguridad que yendo por mi cuenta en una diminuta barca. -por unos instantes me pongo a remorar la vez que llegué a la primera isla desde mi partida y lo mucho que tuve que buscar para encontrar -por fin- un grupo que buscaba más tripulantes, especialmente un ingeniero que se encargara de las tareas de mantenimiento.
Skypieans..., repito esa palabra varias veces mentalmente mientras miro fijamente el vino que queda en mi vaso, dándole vueltas a esa palabra como si rebuscara en mis pensamientos algo relacionado con esa palabra, pero nada viene a mi mente, entendiendo que es -probablemente- la primera vez que oigo tal palabra.
-Así que una isla en el cielo... -tras rendirme en el tema de los Skypieans, me imagino una isla flotante y no puedo evitar sentir ganas de ir a verla, algo que por estos mares dudo mucho que pueda llegar a ver, sumamente "fantasioso".
-Ya mencioné que perdí la memoria, pero puedes llamarme "J." para así saber al menos como llamarme. -sin duda alguna le comento el apodo que utilizo al no recordar mi nombre. -¿Cuál es tu nombre?
Jason D. Redfox
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Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Byakuran Millefiore Jue Dic 01, 2016 12:24 am
Por lo visto aquel animal que lo acompañaba no podía formar parte del pasado del desconocido pelirrojo que se encontraba a su lado puesto que lo conoció un par de años luego de que tuviera el accidente que lo hiciera olvidar todo lo de su pasado. La ida a aquella isla a consumir un poco del mejor vino que le recomendaron meses atrás no había quedado en una simple ida sino que tenía el gusto de conocer a una persona bastante peculiar por la historia que podía llegar a contar. Con su mano derecha tomaría la copa por la parte superior para revolver un poco el contenido en su interior, desconocía el motivo pero generalmente a la hora de beber vino siempre repetía ese gesto como si no lo hiciera fuera a tener un mal sabor, cosas extrañas que acompañaban al peliblanco con alas en sus espaldas. — ¿Se puede saber cuál fue el accidente que tuviste o ni eso recuerdas? — Podía ser que el accidente fuera alguna pista de dónde provenía o que hacía antes de perder la memoria.
Por unos segundos volvería a dejar la copa con vino sobre la mesa para tomarle de forma correcta y así teñir sus labios otra vez con aquel trago que tanto estaba disfrutando, sería un pequeño sorbo esta vez. — Sí que debió ser difícil lo ocurrido con la perdida de tu memoria y lo posterior pero que vayas de isla en isla significa que sigues sin recordar cosas sobre tu pasado. — Para el skypieans si la hubiera recuperado estaría investigando desde una pista que pudiera tener para llegar al fondo del misterio. Sin alejar mucho la copa de su boca daría otro trago terminando de hablar.
Tan solo una letra seria la forma en la que podría llamarle, era mejor que nada luego de la pérdida de memoria la verdad y no era tan difícil de recordar. — ¿Mi nombre? Byakuran. — Cada vez que le preguntaban por su nombre le era imposible recordar el accidente por el cual se vio envuelto y tuvo que dejar su isla natal a culpa de su propia familia por lo que nunca decía su nombre completo, siempre ocultaba su apellido. — Solo Byakuran. — Arrugaría un poco las cejas al volver a mencionar su nombre, lo que se pasaría tras unos segundos. — Eres el primero al que le cuento que vengo de una isla en el cielo y no me hace preguntas de ningún tipo, sí que eres distinto al resto. —
Por unos segundos volvería a dejar la copa con vino sobre la mesa para tomarle de forma correcta y así teñir sus labios otra vez con aquel trago que tanto estaba disfrutando, sería un pequeño sorbo esta vez. — Sí que debió ser difícil lo ocurrido con la perdida de tu memoria y lo posterior pero que vayas de isla en isla significa que sigues sin recordar cosas sobre tu pasado. — Para el skypieans si la hubiera recuperado estaría investigando desde una pista que pudiera tener para llegar al fondo del misterio. Sin alejar mucho la copa de su boca daría otro trago terminando de hablar.
Tan solo una letra seria la forma en la que podría llamarle, era mejor que nada luego de la pérdida de memoria la verdad y no era tan difícil de recordar. — ¿Mi nombre? Byakuran. — Cada vez que le preguntaban por su nombre le era imposible recordar el accidente por el cual se vio envuelto y tuvo que dejar su isla natal a culpa de su propia familia por lo que nunca decía su nombre completo, siempre ocultaba su apellido. — Solo Byakuran. — Arrugaría un poco las cejas al volver a mencionar su nombre, lo que se pasaría tras unos segundos. — Eres el primero al que le cuento que vengo de una isla en el cielo y no me hace preguntas de ningún tipo, sí que eres distinto al resto. —
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