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Censo
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Creado por Nyanta Miér Dic 23, 2015 3:26 pm
Afueras del Palacio Real de Dressrosa
Hace 6 años
Hace 6 años
Apenas habían pasado unos meses desde que había abandonado Zou. Nyanta aún recordaba los rostros de sus compañeros de tribu luchando contra los hombres armados de aquel Noble Mundial, había sido una brutal y sangrienta batalla. Pocos eran los que habían sobrevivido pero lo mejor era no llorar por ellos, sino luchar por terminar con la esclavitud de los minks. Su raza siempre había sido una perla en el comercio del mercado y negro y esa tradición debía finiquitarse lo antes posible. Sin embargo, él solo no iba a conseguir nada de nada, y por ello buscaba ayuda.
Nyanta caminaba por una de las calles circundantes al Palacio Real de Dressrosa. En su mano derecha sostenía una preciosa copa con uno de los vinos más caros del lugar, en la otra sostenía uno de sus estoques, nunca se sabe cuando pueden atacarte. Iba ofreciendo ese licor a todos aquellos hombres que parecieran adinerados ya que había sido contratado para ello. Antes de seguir surcando los mares intentando liberar a su raza, debía conseguir algo de dinero y trabajando era la única forma. De repente pudo observar la figura de una dama. Su melena grisácea brillaba con la luz del sol y su altura era ligeramente superior a la media.
—¡Perdone, señorita! —Gritó refiriéndose a la figura femenina que anteriormente había contemplado mientras se acercaba hacia ella. —¿Le gustaría catar este vino importado de la mejor calidad? —Preguntó cumpliendo perfectamente con su trabajo. —No tiene que pagar nada, simplemente es una muestra gratuita. —Soltó con una sonrisa en su rostro intentando convencer a esa muchacha.
Si el intento era exitoso y conseguía ver la cara de aquella joven, establecería una amable conversación con ella intentando convencerla de comprar el vino. En caso contrario simplemente se acercaría a otro tipo con ropas elegantes y caras, aparentemente de la nobleza, y haría la misma jugarreta que había empleado con aquella muchacha. Cuanto más vino consiguiera vender, más oro obtendría y más cerca estaría de poder librar a su tribu, los minks, de la esclavitud a la que los Nobles Mundiales les tenían obligados.
Última edición por Nyanta el Jue Dic 24, 2015 6:19 am, editado 1 vez
Nyanta
Creado por Laura Miér Dic 23, 2015 9:39 pm
El destino pareciera disfrutar de las ironías y burlarse de la gente o al menos de Laura, "el País del Amor, La pasión y los juguetes", ciertamente un título que da lugar a interpretarse como una cruel broma en contra de una jovencita desamorada y poseedora de una recompensa sobre su cabeza a causa de un viejo amor, sin embargo en lugar de molestarse con un lugar que no le hiciera nada la joven había decidido aprovechar su estadía en aquel lejano lugar para adquirir dinero con el fin de obtener los recursos necesarios necesario para convertirse en una auténtica profesional de la medicina, y por qué no disfrutar un poco del momento.
Aquel día se encontraba vestida de una forma bastante diferente de lo usual en ella sin perder su propio estilo, un pantalón blanco que marcaba claramente sus torneadas piernas, una capa del mismo color con detalles dorados en los bordes, en su torso bestia una camisa gris con el símbolo de una casa acaudalada sobre su corazón y un bisturí escondido en la manga izquierda, debajo de la capa, a la altura de la cintura del lado derecho llevaba como siempre su espada ropera y por sobre su cola más a su espalda completamente cubierto por sus ropajes se encontraba su cuchillo de combate, no llevaba alhajas consigo, ni en el cuello, ni las orejas o las manos, casi no llevaba maquillaje dado que sería un complicado de usar por el pelaje, solo en sus labios llevaba un poco de labial rojo sangre.
Se encontraba apoyada contra el borde de una baranda, viendo el horizonte mientras pensaba en lo extraño que es buscar un guardaespaldas que sea mujer, que sea “exótica”, vestirla bien, pasearse un poco por el exterior del palacio y luego entrar a una fina reunión donde la guardaespaldas no podría entrar para protegerlo, sin lograr entender a la persona que le había permitido entrar a tan ostentoso lugar la Mink de ojos rojos se limitó a suspirar incapaz de entender qué clase de retorcidos pensamientos llevaría acciones tan ilógicas y poco prácticas .
Repentinamente una voz llamo su atención, era una voz masculina que le ofrecía a "catar" un vino extranjero y seguramente bastante caro, por lo mismo seguramente fuese caro y de una calidad que no podría disfrutar en otra ocasión, ante tal oferta la muchacha se dio media vuelta sonriendo, para toparse con una cara inesperada, la cara de un gato, otro Mink se encontraba ante ella.
Después de haber huido de su hogar no había vuelto a encontrarse con ninguna otra persona originaria de Zou hasta ese preciso instante. -Sería un gran placer para mí...- Por un momento la voz de la joven intento sonar dulce y amable, pero rápidamente descarto su intento de aparentar ser diferente para dejar salir una voz claramente más seca y natural. -A quien engaño, si, gracias.- Sin esperar ni realizar los adecuados rituales de cortesía en un lugar de esa clase, la joven extendió aquella mano que hasta ahora estaba escondida bajo la capa, su inhumana extremidad con garras y pelaje tomo entre sus dedos la fina copa llena del embriagador liquido antes de acercarla a su rostro un momento para olerla antes de dar una pequeña probada al líquido escarlata.-Laura, un gusto- Soltó a modo de presentación ante aquel hombre de rasgos gatunos.
Aquel día se encontraba vestida de una forma bastante diferente de lo usual en ella sin perder su propio estilo, un pantalón blanco que marcaba claramente sus torneadas piernas, una capa del mismo color con detalles dorados en los bordes, en su torso bestia una camisa gris con el símbolo de una casa acaudalada sobre su corazón y un bisturí escondido en la manga izquierda, debajo de la capa, a la altura de la cintura del lado derecho llevaba como siempre su espada ropera y por sobre su cola más a su espalda completamente cubierto por sus ropajes se encontraba su cuchillo de combate, no llevaba alhajas consigo, ni en el cuello, ni las orejas o las manos, casi no llevaba maquillaje dado que sería un complicado de usar por el pelaje, solo en sus labios llevaba un poco de labial rojo sangre.
Se encontraba apoyada contra el borde de una baranda, viendo el horizonte mientras pensaba en lo extraño que es buscar un guardaespaldas que sea mujer, que sea “exótica”, vestirla bien, pasearse un poco por el exterior del palacio y luego entrar a una fina reunión donde la guardaespaldas no podría entrar para protegerlo, sin lograr entender a la persona que le había permitido entrar a tan ostentoso lugar la Mink de ojos rojos se limitó a suspirar incapaz de entender qué clase de retorcidos pensamientos llevaría acciones tan ilógicas y poco prácticas .
Repentinamente una voz llamo su atención, era una voz masculina que le ofrecía a "catar" un vino extranjero y seguramente bastante caro, por lo mismo seguramente fuese caro y de una calidad que no podría disfrutar en otra ocasión, ante tal oferta la muchacha se dio media vuelta sonriendo, para toparse con una cara inesperada, la cara de un gato, otro Mink se encontraba ante ella.
Después de haber huido de su hogar no había vuelto a encontrarse con ninguna otra persona originaria de Zou hasta ese preciso instante. -Sería un gran placer para mí...- Por un momento la voz de la joven intento sonar dulce y amable, pero rápidamente descarto su intento de aparentar ser diferente para dejar salir una voz claramente más seca y natural. -A quien engaño, si, gracias.- Sin esperar ni realizar los adecuados rituales de cortesía en un lugar de esa clase, la joven extendió aquella mano que hasta ahora estaba escondida bajo la capa, su inhumana extremidad con garras y pelaje tomo entre sus dedos la fina copa llena del embriagador liquido antes de acercarla a su rostro un momento para olerla antes de dar una pequeña probada al líquido escarlata.-Laura, un gusto- Soltó a modo de presentación ante aquel hombre de rasgos gatunos.
Laura
Hoja de personaje
Nivel:
(25/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 | 3 |
Creado por Nyanta Jue Dic 24, 2015 4:07 am
Nyanta seguía detrás de aquella figura femenina a la que había ofrecido catar el vino que debía vender. Estaba sujetando la copa con un rostro de felicidad supremas, una sonrisa notoria y un brillo en los ojos muy especial. Pensaba en aquellos objetivos que tenía en mente y soñaba con lograrlos algún día. Por aquel entonces aún era un tipo soñador que no se tambaleaba con nada y no había podido "disfrutar" de la vida real. Sangre, guerra, hambre, muerte, esclavitud, riquezas, y más conflictos. Esa era la vida real a la que todos estaban sumidos. La mayor nobleza de todos vivía varios escalones por encima, reinando sobre todos los demás que únicamente podían besar sus pies. Nyanta quería cambiar todo eso, pero aún era demasiado pronto.
La sonrisa de su rostro se desvaneció por un instante cuando pudo apreciar la cara de aquella muchacha. Aquel rostro tenía algo peculiar, algo que la diferenciaba del resto de personas que tenían alrededor. Finalmente, cuando la joven estrechó su mano para agarrar la copa de vino y catarla, Nyanta pudo darse cuenta. Un pelaje grisáceo cubría gran parte de su brazo, era una mink. En ese momento no pudo evitar sonreís amablemente, había más minks intentando buscar la igualdad con el resto de humanos y librándose de la esclavitud, aquello era increíble.
—Tome, pruebe. —Esas fueron sus únicas palabras mientras seguía mirando al rostro de Laura con asombro. —Mi nombre es Nyanta, el placer es mío. —En ese momento tomó la mano de la joven y la acercó hasta sus pequeños labios felinos para besarla mientras realizaba una inclinación. —Es extraño ver gente de la tribu por estos lares, ¿le gustaría tomar algo con un mink felino? —Preguntó sin reparos, sonriendo e intentando ser lo más confiable posible.
Probablemente tuvieran muchísimas cosas que contarse y hablar, pero Nyanta tenía una en especial. Laura parecía tener una edad similar a la suya y, si no marchó antes de Zou, tuvo que haber vivido el ataque de los Nobles Mundiales al enorme elefante. Quería saberlo todo y el cómo había llegado hasta una isla como Dressrosa. Por ello agarró la mano de la muchacha y volvió a levantar la voz.
—Conozco un antro por aquí cerca donde venden los mejores licores y cocinan decentemente. —Soltó señalando a una calle que cruzaba la que estaban. —Si la señorita es tan amable de acompañarme... —Comentó para comenzar a andar dirección al antro. Tenían muchas cosas de las que hablar, quizá demasiadas.
La sonrisa de su rostro se desvaneció por un instante cuando pudo apreciar la cara de aquella muchacha. Aquel rostro tenía algo peculiar, algo que la diferenciaba del resto de personas que tenían alrededor. Finalmente, cuando la joven estrechó su mano para agarrar la copa de vino y catarla, Nyanta pudo darse cuenta. Un pelaje grisáceo cubría gran parte de su brazo, era una mink. En ese momento no pudo evitar sonreís amablemente, había más minks intentando buscar la igualdad con el resto de humanos y librándose de la esclavitud, aquello era increíble.
—Tome, pruebe. —Esas fueron sus únicas palabras mientras seguía mirando al rostro de Laura con asombro. —Mi nombre es Nyanta, el placer es mío. —En ese momento tomó la mano de la joven y la acercó hasta sus pequeños labios felinos para besarla mientras realizaba una inclinación. —Es extraño ver gente de la tribu por estos lares, ¿le gustaría tomar algo con un mink felino? —Preguntó sin reparos, sonriendo e intentando ser lo más confiable posible.
Probablemente tuvieran muchísimas cosas que contarse y hablar, pero Nyanta tenía una en especial. Laura parecía tener una edad similar a la suya y, si no marchó antes de Zou, tuvo que haber vivido el ataque de los Nobles Mundiales al enorme elefante. Quería saberlo todo y el cómo había llegado hasta una isla como Dressrosa. Por ello agarró la mano de la muchacha y volvió a levantar la voz.
—Conozco un antro por aquí cerca donde venden los mejores licores y cocinan decentemente. —Soltó señalando a una calle que cruzaba la que estaban. —Si la señorita es tan amable de acompañarme... —Comentó para comenzar a andar dirección al antro. Tenían muchas cosas de las que hablar, quizá demasiadas.
Última edición por Nyanta el Jue Dic 24, 2015 6:18 am, editado 1 vez
Nyanta
Creado por Laura Jue Dic 24, 2015 6:15 am
El sabor de aquel vino era bueno, lo cual no decía mucho en realidad dada la perspectiva de la joven las cosas tenían o buen sabor o mal sabor, con una escala de grises bastante limitada, era incapaz de apreciar el verdadero valor de aquella infusión que había caído a través de su garganta dejando tras de sí una suave fragancia nacida del sabor extraído de tierras lejanas.
Con amabilidad y cortesía absoluta el hombre que se había presentado como Nyanta realizo aquel gesto tan extravagante y pomposo de besar suavemente la mano de una mujer mientras se inclinaban, un gesto utilizado por la gente "noble" y gente con buenos modales. Todo para posteriormente invitarla a tomar un trago ¿Era necesaria tanta pomposidad solo para invitarme a tomar? ¿Tan "elegante" me hacen ver estas ropas como para que este tipo tenga que tratarme así? Aunque sería entendible si solo está buscando llamar mi atención, después de todo ni siquiera en estos lares abundan mujeres a mi altura" Pensó arrogantemente para sus adentros mientras inflaba su pecho con un orgullo sin mayor fundamento que su sesgada opinión sobre sí misma y el resto de mujeres de aquellos lugares.
Con una sonrisa en sus labios la fémina de grisácea cabellera miro al felino de ojos esmeralda antes de responderle en un tono más casual que el del ambiente, pero menos seco y brusco que el utilizado por ella hasta aquel momento. -Claro que me gustaría ir a tomar algo contigo Nyanta... pero te aviso que necesitamos tener cuidado con el tiempo, no se mucho de las reuniones de la gente noble de este lugar, pero me contrataron para cuidar a un tipejo que se encuentra dentro, dudo que salga antes del atardecer, pero preferiría volver y asegurarme que viva lo suficiente como para pagarme.- Las palabras de la joven no eran particularmente despectivas o agresivas contra su empleador, simplemente eran sinceras y expresaban su simple opinión sobre la situación actual.
Como hasta ahora, sin preocuparse mucho por los protocolos a seguir la oji ruby comenzó a andar a un lado de su felino compañero para aquel día, con una sonrisa dibujada sobre sus labios de sanguíneo color. -Déjame advertirte que no soy el tipo de mujer que podrás emborrachar para obtener lo que quieres, a menos que lo que quieras sea problemas.- Dijo en tono bromista, mientras se disponía a disfrutar el momento que podría pasar tomando y platicando con aquel hombre de rasgos felinos y excesivos modales.
Con amabilidad y cortesía absoluta el hombre que se había presentado como Nyanta realizo aquel gesto tan extravagante y pomposo de besar suavemente la mano de una mujer mientras se inclinaban, un gesto utilizado por la gente "noble" y gente con buenos modales. Todo para posteriormente invitarla a tomar un trago ¿Era necesaria tanta pomposidad solo para invitarme a tomar? ¿Tan "elegante" me hacen ver estas ropas como para que este tipo tenga que tratarme así? Aunque sería entendible si solo está buscando llamar mi atención, después de todo ni siquiera en estos lares abundan mujeres a mi altura" Pensó arrogantemente para sus adentros mientras inflaba su pecho con un orgullo sin mayor fundamento que su sesgada opinión sobre sí misma y el resto de mujeres de aquellos lugares.
Con una sonrisa en sus labios la fémina de grisácea cabellera miro al felino de ojos esmeralda antes de responderle en un tono más casual que el del ambiente, pero menos seco y brusco que el utilizado por ella hasta aquel momento. -Claro que me gustaría ir a tomar algo contigo Nyanta... pero te aviso que necesitamos tener cuidado con el tiempo, no se mucho de las reuniones de la gente noble de este lugar, pero me contrataron para cuidar a un tipejo que se encuentra dentro, dudo que salga antes del atardecer, pero preferiría volver y asegurarme que viva lo suficiente como para pagarme.- Las palabras de la joven no eran particularmente despectivas o agresivas contra su empleador, simplemente eran sinceras y expresaban su simple opinión sobre la situación actual.
Como hasta ahora, sin preocuparse mucho por los protocolos a seguir la oji ruby comenzó a andar a un lado de su felino compañero para aquel día, con una sonrisa dibujada sobre sus labios de sanguíneo color. -Déjame advertirte que no soy el tipo de mujer que podrás emborrachar para obtener lo que quieres, a menos que lo que quieras sea problemas.- Dijo en tono bromista, mientras se disponía a disfrutar el momento que podría pasar tomando y platicando con aquel hombre de rasgos felinos y excesivos modales.
Laura
Hoja de personaje
Nivel:
(25/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 | 3 |
Creado por Nyanta Jue Dic 24, 2015 6:45 am
La extravagante pareja había decidido tomar algo juntos. Nyanta quería descubrir todo lo que su acompañante supiera sobre la guerra que Zou mantuvo con aquel Noble Mundial y lo mejor era propiciarle un ambiente oportuno. El mink escuchó las arrogantes palabras de la fémina que advertía de su verdadera personalidad, parecía agresiva e irascible, pero a la vez tierna y encantadora. Nyanta no entendía cuál había sido su proposición para emborracharla, pero prefirió ignorar ese comentario porque parecía ser en un tono burlón.
—Si le digo la verdad, Loba - chan, quiero hacerle un par de preguntas sobre un tema importante, o que al menos lo es para mí. —Soltó con un tono serio y formal. —No pretendo tener nada con usted, tengo a mi pareja en Zou, esperando a que algún día vuelva. Nunca le seré infiel. —Comentó con añoranza... Clara, su amada Clara, que ganas tenía de verla. —Loba - chan, esta es la taberna de la que le he hablado. —Señaló al antro. —Y no se preocupe por su trabajo, podrá vigilar que si ese noble le entregará su dinero o no. Será solo un rato. —Soltó para después abrir la puerta.
Había que decir que ese nombre era bastante curioso y más cuando un mink felino estaba dentro. Se podía respirar el humo de los fumadores y oler el alcohol que estos bebían. Un montón de gente estaba agrupada en aquel lugar. Unos simplemente se emborrachan copa tras copa, otros jugaban a las cartas y apostaban el poco dinero que les quedaba, y algunos más simplemente jugaban a la diana o al billar. Nada fuera de lo normal en un antro de poca monta.
—Siento haberle traído a un antro de poca monta, Loba - chan, pero mi presupuesto no me permite mucho más por el momento. La invitaré a una copa y charlaremos durante un rato, si gusta. —En ese momento Nyanta se levantó en dirección a la barra donde pidió un par de copas de vino. Al fin y al cabo el vino era el licor más sano que conocía y, además, era su bebida favorita. De nuevo se acercó hasta la mesa donde se habían sentado con anterioridad y se dirigió a la joven. —He de decirle que no se me da nada bien andarme con rodeos, por lo que seré lo más rápido posible, Loba - chan. —Nyanta no era un tipo que bordeara un tema buscando que la otra persona lo sacara, sino que prefería ir al grano. —Hará diez años que Zou sufrió una terrible invasión por los hombres de un Noble Mundial que venía a esclavizar a cuantos minks le fuera posible. Muchos murieron defendiendo a sus familias, otros fueron esclavizados y otros, como yo, pudimos salvarnos de aquel infierno. Loba - chan, ¿usted vivió ese día? —Preguntó sin ningún tipo de reparos esperando la respuesta de la joven, quizá ella lo vio desde una perspectiva completamente diferente.
—Si le digo la verdad, Loba - chan, quiero hacerle un par de preguntas sobre un tema importante, o que al menos lo es para mí. —Soltó con un tono serio y formal. —No pretendo tener nada con usted, tengo a mi pareja en Zou, esperando a que algún día vuelva. Nunca le seré infiel. —Comentó con añoranza... Clara, su amada Clara, que ganas tenía de verla. —Loba - chan, esta es la taberna de la que le he hablado. —Señaló al antro. —Y no se preocupe por su trabajo, podrá vigilar que si ese noble le entregará su dinero o no. Será solo un rato. —Soltó para después abrir la puerta.
Taberna "La Loja del Gato Cojo"
Había que decir que ese nombre era bastante curioso y más cuando un mink felino estaba dentro. Se podía respirar el humo de los fumadores y oler el alcohol que estos bebían. Un montón de gente estaba agrupada en aquel lugar. Unos simplemente se emborrachan copa tras copa, otros jugaban a las cartas y apostaban el poco dinero que les quedaba, y algunos más simplemente jugaban a la diana o al billar. Nada fuera de lo normal en un antro de poca monta.
—Siento haberle traído a un antro de poca monta, Loba - chan, pero mi presupuesto no me permite mucho más por el momento. La invitaré a una copa y charlaremos durante un rato, si gusta. —En ese momento Nyanta se levantó en dirección a la barra donde pidió un par de copas de vino. Al fin y al cabo el vino era el licor más sano que conocía y, además, era su bebida favorita. De nuevo se acercó hasta la mesa donde se habían sentado con anterioridad y se dirigió a la joven. —He de decirle que no se me da nada bien andarme con rodeos, por lo que seré lo más rápido posible, Loba - chan. —Nyanta no era un tipo que bordeara un tema buscando que la otra persona lo sacara, sino que prefería ir al grano. —Hará diez años que Zou sufrió una terrible invasión por los hombres de un Noble Mundial que venía a esclavizar a cuantos minks le fuera posible. Muchos murieron defendiendo a sus familias, otros fueron esclavizados y otros, como yo, pudimos salvarnos de aquel infierno. Loba - chan, ¿usted vivió ese día? —Preguntó sin ningún tipo de reparos esperando la respuesta de la joven, quizá ella lo vio desde una perspectiva completamente diferente.
Nyanta
Creado por Laura Vie Dic 25, 2015 3:31 am
Aparentemente aquel hombre gato tenía alguna clase de preocupación secreta o algo por el estilo que no podía compartir en donde se encontraban y llevo a la fémina a un lugar "más adecuado" mientras comentaba con cara de esperanza y anhelo acerca de su pareja a la cual "nunca le será infiel" demostrando ser poseedor de un amor a pleno en su pecho, el lugar "más adecuado" no era otra cosa que una taberna que incluía "Gato" dentro de su nombre, Laura no pudo evitar perder algo de la expectativa que tenía puesta sobre aquel hombre.
El antro de poca monta cumplía las expectativas de cualquier "antro de poca monta", lo único que rompia con el estereotipo del lugar en aquellos momentos eran tres cosas, el hombre gato finamente vestido, la mujer de ojos y labrios carmesí vestida cual parte de la nobleza y finalmente lo que acababa de romper el estereotipo de "antro de poca monta" era que el tabernero no se encontraba limpiando una jarra, en lugar de eso parecía estar revisando que ninguno de sus párrocos hiciera desastres y especular que tanto provecho podría sacar a los recién llegados mientras sonreía con la característica falsa amabilidad que se relaciona a los hombres y mujeres de negocios.
Después de una disculpa formal para con la "guardaespaldas" el felino ofreció una copa de vino antes de ir directamente al grano, de forma certera y precisa, por un momento se dibujó una sonrisa en los labios de la fémina recientemente re-bautizada como "Loba-chan", al fin el tal Nyanta había decidido poner las cartas sobre la mesa y dejar claro que es lo que quería, pero lo que deseaba saber y lo que informaría a la Mink no despertó particularmente su interés.
Con tranquilidad la fémina dio un breve sorbo a su bebida antes de hablar, era una buena bebida, desde la perspectiva de la Mink estaba casi al mismo nivel que el vino importado que había probado antes -No puedes negar que, por lo menos, ese noble mundial sabía lo que estaba haciendo, planear todo meticulosamente, transportar suficientes tropas y encontrar Zou, un lugar que está en constante movimiento, es sin dudas algo que merece alabarse, sin importar la causa que lo llevará a cumplir tal hazaña.- Dijo en un tono entre halagador y contemplativo mientras observaba su copa, no había habido ninguna clase de resentimiento, pesar o preocupación en sus palabras a pesar de enterarse de la masacre y esclavización de "su gente".
Volvió a inhalar, sabiendo que todavía no había respondido realmente a las preguntas del felino volvió a dar un sorbo a su copa antes de proseguir. -No, probablemente me escape de Zou un par de semanas o meses antes de que esto ocurriera, ya no me quedaba nada importante ni de interés en ese lugar, así que como un pequeño torbellino de violencia ignorante y sin miedo comencé a viajar en aquella época justamente, así que creo que entraría en la categoría de "aquellos que se salvaron de aquel infierno" según tus palabras.- Dijo mientras sonreía con un dejo de nostalgia al intentar recobrar parte del borroso recuerdo de su madre.
Todavía quedaba más de media copa de vino servido en la mano de Laura -Si hubiera estado allí probablemente no hubiera sido suficientemente fuerte como para que me mataran en lugar de capturarme, supongo que tengo que agradecerle al mi familia por dejarme sin nada que me atase a ese lugar...- Sonreía sin felicidad, su ego estaba herido por ella misma, dado que sabiendo lo fuerte que era mientras hablaba con Nyanta, podía entender lo débil e impertinente que había llegado a ser en el pasado, sin importar cuanto detestase admitirlo, su antigua yo no hubiera podido cambiar nada en aquel lugar aunque hubiera tenido el más mínimo deseo de ayudar.
El antro de poca monta cumplía las expectativas de cualquier "antro de poca monta", lo único que rompia con el estereotipo del lugar en aquellos momentos eran tres cosas, el hombre gato finamente vestido, la mujer de ojos y labrios carmesí vestida cual parte de la nobleza y finalmente lo que acababa de romper el estereotipo de "antro de poca monta" era que el tabernero no se encontraba limpiando una jarra, en lugar de eso parecía estar revisando que ninguno de sus párrocos hiciera desastres y especular que tanto provecho podría sacar a los recién llegados mientras sonreía con la característica falsa amabilidad que se relaciona a los hombres y mujeres de negocios.
Después de una disculpa formal para con la "guardaespaldas" el felino ofreció una copa de vino antes de ir directamente al grano, de forma certera y precisa, por un momento se dibujó una sonrisa en los labios de la fémina recientemente re-bautizada como "Loba-chan", al fin el tal Nyanta había decidido poner las cartas sobre la mesa y dejar claro que es lo que quería, pero lo que deseaba saber y lo que informaría a la Mink no despertó particularmente su interés.
Con tranquilidad la fémina dio un breve sorbo a su bebida antes de hablar, era una buena bebida, desde la perspectiva de la Mink estaba casi al mismo nivel que el vino importado que había probado antes -No puedes negar que, por lo menos, ese noble mundial sabía lo que estaba haciendo, planear todo meticulosamente, transportar suficientes tropas y encontrar Zou, un lugar que está en constante movimiento, es sin dudas algo que merece alabarse, sin importar la causa que lo llevará a cumplir tal hazaña.- Dijo en un tono entre halagador y contemplativo mientras observaba su copa, no había habido ninguna clase de resentimiento, pesar o preocupación en sus palabras a pesar de enterarse de la masacre y esclavización de "su gente".
Volvió a inhalar, sabiendo que todavía no había respondido realmente a las preguntas del felino volvió a dar un sorbo a su copa antes de proseguir. -No, probablemente me escape de Zou un par de semanas o meses antes de que esto ocurriera, ya no me quedaba nada importante ni de interés en ese lugar, así que como un pequeño torbellino de violencia ignorante y sin miedo comencé a viajar en aquella época justamente, así que creo que entraría en la categoría de "aquellos que se salvaron de aquel infierno" según tus palabras.- Dijo mientras sonreía con un dejo de nostalgia al intentar recobrar parte del borroso recuerdo de su madre.
Todavía quedaba más de media copa de vino servido en la mano de Laura -Si hubiera estado allí probablemente no hubiera sido suficientemente fuerte como para que me mataran en lugar de capturarme, supongo que tengo que agradecerle al mi familia por dejarme sin nada que me atase a ese lugar...- Sonreía sin felicidad, su ego estaba herido por ella misma, dado que sabiendo lo fuerte que era mientras hablaba con Nyanta, podía entender lo débil e impertinente que había llegado a ser en el pasado, sin importar cuanto detestase admitirlo, su antigua yo no hubiera podido cambiar nada en aquel lugar aunque hubiera tenido el más mínimo deseo de ayudar.
Laura
Hoja de personaje
Nivel:
(25/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 | 3 |
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