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Creado por Iridinnia Jones Sáb Dic 17, 2016 12:36 pm
Hay varios lugares que resultan difíciles de creer y en el que una pelirosa en aquel momento, era uno de esos lugares. Ante aquellos iris rosas desprendían un brillo sin igual, simplemente todo lo que podía ver era completamente blanco y aquello parecía maravillarle; a dónde fuera que voltease todo era blanco, las calles, los edificios, todo, absolutamente todo lo que podía ver era de un bello tono blanco puro. -Es casi como si sobre toda la ciudad hubiera nevado…- Parecía niña pequeña, todo lo veía con asombro y esplendor, si bien era claro que las personas tal cual no iban de camuflaje con la ciudad, el que los edificios y de más construcciones fueran blancos, era de su completa impresión y agrado.
Recorría las calles con relativa tranquilidad, parecía ser un lugar pacífico y animado, ni en sus mejores sueños se había ocurrido que Flevance podía ser tal cual lo veía ahora. -Me dijo que era bello, pero no creí que lo fuera tanto…- Recordaba historias que aquel vagabundo le había contado en su niñez, siempre se había imaginado todos los lugares que aquel hombre le relataba, y aunque en su mayoría lograba hacerse una idea muy acertada del lugar, en esta ocasión su imaginación parecía haberse quedado corta. En su andar, pudo escuchar las campanas de la iglesia sonar, aunque no parecían ser el típico tonar de las campanas anunciando alguna misa, sonaba algo distinto y como realmente no estaba muy lejos del lugar, pudo escuchar risas y felicitaciones; curiosa se dispuso a correr notando que aquello se trataba de una boda, realmente era bella la escena pero… -es casi como si ver dos cabezas y un ramo flotantes…- Primero estaba maravillada, aunque era claro que algo “no cuadraba”, que la joven estuviera toda de blanco como es costumbre en una boda y que el hombre también, bueno, si tomas en cuenta que todo a tu al redero es blanco, daba la impresión de ser justo lo que la pelirosa acababa de decir y era algo que le causaba risa.
Una sonrisa maliciosa de dibujó en los labios de la pelirosa que continuaba mezclándose entre la multitud del lugar. -Si es una boda… eso quiere decir que habrá una gran fiesta y donde hay una gran fiesta… ¡habrá regalos muy valiosos!- Hablaba consigo misma e intentando no levantar realmente la voz, en sus ojos el mismo brillo malicioso y divertido se podía ver reflejado, además ¿qué podía perder?, realmente nada, la idea le era sumamente atractiva y tentadora, por lo mismo solamente continuaba perdiéndose entre aquellos invitados a los cuales seguía hasta llegar a donde se supone que aquella gran festividad sería, después de todo, las personas que eran invitadas a aquel evento, por lo visto eran personas adineradas y de importancia, un buen botín saldría de todo aquello.
Recorría las calles con relativa tranquilidad, parecía ser un lugar pacífico y animado, ni en sus mejores sueños se había ocurrido que Flevance podía ser tal cual lo veía ahora. -Me dijo que era bello, pero no creí que lo fuera tanto…- Recordaba historias que aquel vagabundo le había contado en su niñez, siempre se había imaginado todos los lugares que aquel hombre le relataba, y aunque en su mayoría lograba hacerse una idea muy acertada del lugar, en esta ocasión su imaginación parecía haberse quedado corta. En su andar, pudo escuchar las campanas de la iglesia sonar, aunque no parecían ser el típico tonar de las campanas anunciando alguna misa, sonaba algo distinto y como realmente no estaba muy lejos del lugar, pudo escuchar risas y felicitaciones; curiosa se dispuso a correr notando que aquello se trataba de una boda, realmente era bella la escena pero… -es casi como si ver dos cabezas y un ramo flotantes…- Primero estaba maravillada, aunque era claro que algo “no cuadraba”, que la joven estuviera toda de blanco como es costumbre en una boda y que el hombre también, bueno, si tomas en cuenta que todo a tu al redero es blanco, daba la impresión de ser justo lo que la pelirosa acababa de decir y era algo que le causaba risa.
Una sonrisa maliciosa de dibujó en los labios de la pelirosa que continuaba mezclándose entre la multitud del lugar. -Si es una boda… eso quiere decir que habrá una gran fiesta y donde hay una gran fiesta… ¡habrá regalos muy valiosos!- Hablaba consigo misma e intentando no levantar realmente la voz, en sus ojos el mismo brillo malicioso y divertido se podía ver reflejado, además ¿qué podía perder?, realmente nada, la idea le era sumamente atractiva y tentadora, por lo mismo solamente continuaba perdiéndose entre aquellos invitados a los cuales seguía hasta llegar a donde se supone que aquella gran festividad sería, después de todo, las personas que eran invitadas a aquel evento, por lo visto eran personas adineradas y de importancia, un buen botín saldría de todo aquello.
Iridinnia Jones
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Genji Miér Dic 21, 2016 10:39 pm
Flevance, una isla... peculiar, bastante si debia de ser mas especifico, ¿el motivo de ello?, pues la isla tenia una pecuiaridad muy inusual, pues la mismas en gran parte era de color Blanco, las estructuras como casas, edificios o algunas cosas naturales como rocas o similares eran del mismo color, todo eran blanco en su mayoria, lo cual le causaba algo de bastante intriga a su persona, pues partiendo desde lo mas "serio" como: ¿como es que todas las cosas habia terminado de aquel color blanco en las casas y cosas como las rocas y el suelo del lugar?, hasta algunas un poco serias como: ¿Todos los habitantes de la isla se pusieron de acuerdo en aceptar dicho color para pintar todo el lugar? -en el caso de que realmente ellos pintara el lugar y no fuera algunas especie de fenomeno o cosas anormal-, hasta lo ridiculo como: ¿Que pasaria si alguien un dia se le ocurria arrojar lodo o pintura al azar por ahi?, ¿Les causaria risas alas personas o le cabrearian?. Ese tipo de cosas eran de lo que podrian llegar a pensar las mayorias de las personas, o al menos su personas asi lo vio de aquella forma pero bueno, habia comenzado a delirar demasiado con ello, por lo que deberia de concentrarse de nueva cuenta con lo que deberia o debia de hacer en aquella isla, aunque tampoco era como si fuera a hacer la gran cosa, pues a final de cuentas el estaba en aquella isla simple y sencillamente para ir hacer una especie de vigilancia por la isla, aunque nos e le dijo mucho mas con respecto a lo que tenia o iba a hacer en aquella isla, vamos, que poco mas sabia de la misma salvo su nombre y e inusual color de la isla, por ello es que basicamente estaba un poco "sorprendido" por lo mismo de la isla, pues no era algo de o mas comun el llegar a ver una isla donde la gran mayoria era de un mismo color, y sobre todo de un color como era el Blanco que era facil de manchar.
Sin embargo esas observaciones terminaria por detenerse de un momento a otro, pues comenzaria a escucharse el sonido de unas campanas por el lugar, aquello le llamaria la atencion al cabello bicolor, pues aquello dejaba en claro que se trataba de una iglesia, por lo que guiado por la curiosidad, comenzaria a caminar hacia donde provenian el sonido de las campanas, al llegar al lugar de donde provenian la mismas, notaria como es que habia muchas personas reunidas, aparentemente se terminaba por casar una pareja de novios, por lo que mucha gente estaba en medio de a celebracion, aparentemente todos los de ahi se conocian, por lo que no era descabellado el suponer que estaban ahi simple y sencillamente por que les invitaron a todos, lo cual era bastante impresionante. Aunque parecia que la ceremonia en la iglesia terminaria por llegar a su final, pues de un momento a otro los Novios se montaria a un carruaje y comenzaria a marchar, seguramente llevandolos a la zona donde celebrarian antes de que partieran los mismos a la "Luna de Miel" sin embargo para su... ¿desgracia?, la gente comenzarían a marchar de igual forma, pero al ser tantas personas, comenzaria a agruparse para hacer viajes hacia el lugar, el para su desgracia, terminaria por ser apretado entre un numero de personas y, comenzarian a llevarselo de ahi.-¡Mierda!, dejadme moverme!.-Se quejaria el de cabello bicolor mientras que era arrastrado por la gente hacia el lugar donde se llevaria a cabo la fiesta, sin poder el hacer algo en lo mas minimo debido a la fuerza y a la cantidad de personas que le arrastraban lejos de ahi.
Genji
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
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Creado por Iridinnia Jones Miér Dic 21, 2016 11:25 pm
El ambiente lleno de ánimos, risas, bromas, alegría y algunas cuantas lágrimas, la gente seguía conmovida mientras avanzaban todos juntos a lo que era el local próximo, por su parte la pelirosa no desaprovecharía la oportunidad de tanta concurrencia como para meter mano donde seguramente no debería, pero ¿qué más daba?, y no, no pienses mal respecto a aquello, bueno, sí, piensa mal porque lo que ella hacía era meter la mano entre los sacos de los hombres para poder sacar las carteras de los que podía ver a simple vista y así poder hacerse con algo de dinero extra, si bien su meta eran los grandes obsequios de valor de la boda, esto era una especie de “extra” o “adelanto” por su futuro trabajo.
Luego de dejar vacíos unos cuantos bolsillos y de guardarse muy bien el dinero entre su ropa, terminarían llegando al lugar donde la gran fiesta daría origen. Un lugar completamente lleno de flores, blancas, qué extraños, aunque era curioso ver como los arreglos florares tenían la misma cantidad de flores blancas como flores rojas, de hecho, el simple acto de ver un color más al blanco en todo aquel lugar, ya era simplemente sorprendente; vamos, no te digo que a la chica le desagradara el blanco, de hecho se le hacía un color bonito, aunque prefería el azul, pero, entre tanto blanco que reinaba en Flevance, el ver un color extra era algo impresionante y parecía dejar perplejos a los invitados que parecían apoyar el buen gusto a lo “nuevo” o “distinto” que demostraba aquello.
Entre tantas personas que iban tomando lo que parecía ser sus lugares en aquellas amplias mesas, ¿dónde se suponía que la pelirosa se sentaría?, no tenía idea, pero tampoco le importaba aquello en realidad, no era su intención quedarse a todo aquel evento y disfrutar del mismo, pero tampoco podía hacerse tan obvia y evidente que solo estaba ahí para robarle a los novios. Divisó un lugar, era una mesa algo apartada de las demás, no parecía ser tampoco la destinada a los novios. -¡Perfecto!…- Dijo para sí misma mientras se escabullía en aquel lugar tomando asiento momentáneamente, dentro de poco se anunciaría la llegada de los novios, en todo el rato la chica simplemente actuaba intentando mezclarse entre los demás invitados, aunque realmente nadie supiera quién era ella, y tampoco era que desaprovechara el tiempo, tenía en observación la mesa de los regalos, estaba muy a la vista de todo mundo, sería algo difícil lograr robar algo sin que la notaran, pero solo era difícil, no imposible.
Tras terminar el anuncio de los novios que habían ya hecho su entrada triunfal y tras dar su primer baile juntos, se daba la indicación de que aquel “vals” continuara con el resto de los invitados, la idea no era mucha de su agrado, no obstante sabía muy bien cómo bailar el vals cortesía de su antigua vida; no obstante le molestaba el tener que bailar, hacía una pequeña mueca infantil, aunque aquel gesto prontamente se borraría de su rostro para dejar ver una sonrisa divertida con su toque de malicia, por su mente pasó la idea de que, si comenzaba con aquel baile, seguramente podría ver mejor rutas y lugares para cumplir su objetivo, aunque el problema era encontrar una pareja ahora; sin embargo, tan pronto como se levantaba solo divisó a alguien con pantalones y tan rápido como su cambio de humor, tomó la mano de aquel chico sin reparar en más y terminó jalándolo a la pista para bailar aquella pieza y poder ver mejor el lugar mientras intentaba dar vueltas por todo el lugar.
Luego de dejar vacíos unos cuantos bolsillos y de guardarse muy bien el dinero entre su ropa, terminarían llegando al lugar donde la gran fiesta daría origen. Un lugar completamente lleno de flores, blancas, qué extraños, aunque era curioso ver como los arreglos florares tenían la misma cantidad de flores blancas como flores rojas, de hecho, el simple acto de ver un color más al blanco en todo aquel lugar, ya era simplemente sorprendente; vamos, no te digo que a la chica le desagradara el blanco, de hecho se le hacía un color bonito, aunque prefería el azul, pero, entre tanto blanco que reinaba en Flevance, el ver un color extra era algo impresionante y parecía dejar perplejos a los invitados que parecían apoyar el buen gusto a lo “nuevo” o “distinto” que demostraba aquello.
Entre tantas personas que iban tomando lo que parecía ser sus lugares en aquellas amplias mesas, ¿dónde se suponía que la pelirosa se sentaría?, no tenía idea, pero tampoco le importaba aquello en realidad, no era su intención quedarse a todo aquel evento y disfrutar del mismo, pero tampoco podía hacerse tan obvia y evidente que solo estaba ahí para robarle a los novios. Divisó un lugar, era una mesa algo apartada de las demás, no parecía ser tampoco la destinada a los novios. -¡Perfecto!…- Dijo para sí misma mientras se escabullía en aquel lugar tomando asiento momentáneamente, dentro de poco se anunciaría la llegada de los novios, en todo el rato la chica simplemente actuaba intentando mezclarse entre los demás invitados, aunque realmente nadie supiera quién era ella, y tampoco era que desaprovechara el tiempo, tenía en observación la mesa de los regalos, estaba muy a la vista de todo mundo, sería algo difícil lograr robar algo sin que la notaran, pero solo era difícil, no imposible.
Tras terminar el anuncio de los novios que habían ya hecho su entrada triunfal y tras dar su primer baile juntos, se daba la indicación de que aquel “vals” continuara con el resto de los invitados, la idea no era mucha de su agrado, no obstante sabía muy bien cómo bailar el vals cortesía de su antigua vida; no obstante le molestaba el tener que bailar, hacía una pequeña mueca infantil, aunque aquel gesto prontamente se borraría de su rostro para dejar ver una sonrisa divertida con su toque de malicia, por su mente pasó la idea de que, si comenzaba con aquel baile, seguramente podría ver mejor rutas y lugares para cumplir su objetivo, aunque el problema era encontrar una pareja ahora; sin embargo, tan pronto como se levantaba solo divisó a alguien con pantalones y tan rápido como su cambio de humor, tomó la mano de aquel chico sin reparar en más y terminó jalándolo a la pista para bailar aquella pieza y poder ver mejor el lugar mientras intentaba dar vueltas por todo el lugar.
- Como iba vestida:
- La canción:
Iridinnia Jones
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
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