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Creado por Mitsuki Urushiba Mar Dic 15, 2015 11:45 am
El frió de su isla natal había quedado atrás, ya no había sangre corriendo por el suelo de su hogar y aun menos sentía la increíble presión en su pecho por abandonar los restos de su familia. Lo había perdido todo y, entre eso, también se encontraban gran parte de sus sentimientos y reacciones. La pelinegra había quedado básicamente vacía o al menos eso era lo que mostraba de buenas a primeras con aquella mirada tan oscura como el fondo del mismísimo océano. Pero bien, dejando de lado esa clase de cosas, es momento de ubicarnos y dejar que nuestra querida Mitsuki relate sus propias aventuras como es debido...
El calor es abrumador, los pesados rayos del sol golpean mis parpados y no me permiten ver mucho mas de la cubierta del barco de trasporte que pague para llegar hasta Loguetown, una ciudad que simplemente me apetencia conocer antes de lanzarme a la aventura, un mero capricho que estaba a punto de cumplir. Fueron unos escasos segundos los que utilice para que mi vista se adecuara a la fuerte luz del ambiente, lo justo para notar desde el sector de pasajeros como los tripulantes de aquel barco se movían de un lado a otro para desembarcar correctamente en el muelle "Algún día lograre manejar un barco tan bien como ellos..." Fue todo lo que pensé al verlos, aunque no era un sueño, mas bien algo que quería conocer para no sufrir problemas en un futuro lejano.
Poco tiempo después el barco estaba en el muelle y una fila de gente había comenzado a movilizarse impidiendo la salida, un cumulo de gente tan grande como pesado de manejar que deseaba bajarse a la vez -Idiotas...- Acomode mi bufanda para cubrir mis labios mientras decia aquellas palabras a la par que me ponía a caminar hacia un extremo alejado de la gente, un sitio donde pudiera encontrar una cuerda con la cual bajar. Un grito desde el otro extremo del barco, seguramente uno de los trabajadores del barco, me pedía de manera muy cordial que no fuera para aquella parte del barco dado que esta se encontraba restringida. Simplemente levante una mano en señal de disculpas y continué caminando para finalmente saltar desde la borda y bajarme por un sitio donde la gente no me molestara. Usando una de mis espadas frene mi caída justo a tiempo, aunque dejando una pequeña marca en el lateral de la embarcación.
Suspire al notar que la ciudad no era nada de lo esperaba. Un simple sitio turístico, demasiada gente para mi gusto y, por si fuera poco, no parecía haber ningún sitio donde poder darle un cuidado adecuado a mis espadas que colgaban una a cada lado de mi cintura, aquellas que me había llevado de mi viejo hogar que yo misma había terminado por destruir. Cerre los ojos y negué con la cabeza, no podía estar pensando en esa clase de cosas de nueva cuenta, no era nada divertido. Finalmente mi caminata termino por el aburrimiento y el desafortunado hecho de no encontrarme con nada útil, deje caer mi cuerpo en un banco cercano y aun lado mio el bolso que solo cargaba con unas pocas cosas para mis proyectos y varios trajes iguales al que vestía.
Mitsuki Urushiba
Hoja de personaje
Nivel:
(25/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 | 1 |
Creado por Ayashi Kouba Jue Dic 17, 2015 1:41 am
Logue Town, la ciudad más famosa de todo el East Blue, bueno... la isla más bien, y claro que para mi no es más que un simple patio de juegos. Oh, pero seguro se preguntarán ¿Quién soy yo? Bueno, eso es sencillo de explicar, soy la voz del saber de los barrios más peligrosos de la ciudad, aunque también puedo ser la luz de la "justicia", pero claro, todo tiene un precio ¡Nada es gratis! Así que, debes tener eso siempre en mente... ¡Siempre!
Y así comienza mi andar en este libreto llamado vida, mis pies me guían como siempre por las zonas más peligrosas de la isla, ando con tranquilidad, con ambas manos resguardadas en mi abrigo el cual es muy cómodo, no importa el calor que pueda hacer, estoy tan acostumbrada a mis prendas que simplemente... lo paso por alto, aunque podría desnudarme en media calle pero aunque cobrara lo justo por ver mi hermoso cuerpo, tendría que amenazar a todo vidente para que me pagase, cosa que no deseo hacer.
En fin, ahora mis pies me guiaban hacia una casa, me apoyé en el muro y esperé -3... 2... 1...- en ese momento realicé un conteo regresivo para extender mi brazo derecho y jalar de la camisa a un hombre que iba saliendo de aquella casa, con mi navaja le amenacé al cuello -Bien... es momento de pagar cariño... ¿Cuál es el informe que posees?- amenacé como sabía hacer a aquel sujeto, y mientras el pobre tragaba en seco, escuché que al fin se decidió abrir su boca -Bueno... yo...- si, el pobre sujeto estaba alterado, pero yo sostuve mi sonrisa y mi paciencia -Tranquilo gordito... sólo escoge bien tus palabras y no pasará nada... grave- le mencioné con suavidad mientras este deseaba que todo fuera una pesadilla... lo noté en su mirada, entonces decidió hablar -Es... es en el puerto... hoy llegarán barcos mercantes y uno de ellos trae armas para la base de la marina... Dicen que trae otras cosas... pero... pero no sé que clase de cosas trae, ¡Es todo lo que sé! Así que... yo... ¡Ya dejame en paz Kouba!- sonreí y pasé la navaja por su mejilla para luego dar saltitos cual liebre feliz alejándome de aquel sujeto, no podía negarlo, fue su día de suerte y el mío también.
Jugar con los juguetes de la marina siempre eran cosas divertidas, más si encontraba algo de valor para ellos, sentimental, o autoritario, como fuera, no importaba, lo que realmente importaba era el encontrarlo y hacerme con esa cosa. De esa forma avancé entre la multitud con mi sonrisa característica, iban mis cabellos volando por doquiera ya que no me había amarrado el cabello en alguna coleta o algo, no andaba muchas ganas de ello, sólo me interesaba la carga que iba a recoger. Pasé por la zona cercana al puerto e hice unos preparativos, por si acaso, una nunca estaba muy preparada para todo, y mi mente siempre trabajaba en tener todo listo, una o dos trampas... o quizá cien, no importaba la cantidad... ¡Todo debía ser una sorpresa!
Así mismo dí ya unos cuantos pasos sobre el suelo de madera que poseía el muelle, observando varios barcos que traían mercancías varias, en la forma que fueran, personas o juguetes, todo era para lo mismo, que se movieran los berrys. Me acerqué entonces a los barcos que habían llegado y esperaba encontrarme con algún buque de la marina, pero para mi decepción... no había ninguno, eso podía significar que el gordito me engañó... y deberá pagar de haberlo hecho, o la marina ha mejorado su coeficiente intelectual y ha decidido disfrazar su barco para evitar problemas... sin embargo, donde hubo humo, cenizas quedan, así que podía ver a algunos marines moverse por la zona, sin duda alguna ellos me llevarán a donde deseo. Avancé entonces y cuando iba en buen camino, un grupo de marines venía de frente, observé de reojo, otro grupo venía por la espalda, y no, no fue que me hubiesen visto... aun, pero no podía darme el lujo de mostrar mi rostro ante ellos, no todavía. Así que seguí caminando, el punto de inflexión se encontraba en frente y ahí fue cuando vi una manera de escaparme de esta situación. Prontamente me acerqué a una chica de cabello corto y negro que venía al frente, sin pensarlo dos veces detuve su andar colocando ambas manos en sus mejillas, seguro la sorprendería, pero... ¡no había tiempo! -Ayudame...- le mencioné para besarla y así cubrir mi rostro con el de ella mientras aquellos uniformados pasaban de largo y le permitiese dejar de besar a su salvadora -¡Ah! Muchas gracias... para compensarlo, si necesitas algo, pregunta por Kouba en el bar "Last Passage", ¡Hasta la vista!- finalicé y antes que pudiese decir o reclamar algo, me movilicé a gran velocidad para ver si podía encontrar el barco premiado... pero algo me decía, una corazonada quizá, que ahí se encontraba en algún lugar.
Y así comienza mi andar en este libreto llamado vida, mis pies me guían como siempre por las zonas más peligrosas de la isla, ando con tranquilidad, con ambas manos resguardadas en mi abrigo el cual es muy cómodo, no importa el calor que pueda hacer, estoy tan acostumbrada a mis prendas que simplemente... lo paso por alto, aunque podría desnudarme en media calle pero aunque cobrara lo justo por ver mi hermoso cuerpo, tendría que amenazar a todo vidente para que me pagase, cosa que no deseo hacer.
En fin, ahora mis pies me guiaban hacia una casa, me apoyé en el muro y esperé -3... 2... 1...- en ese momento realicé un conteo regresivo para extender mi brazo derecho y jalar de la camisa a un hombre que iba saliendo de aquella casa, con mi navaja le amenacé al cuello -Bien... es momento de pagar cariño... ¿Cuál es el informe que posees?- amenacé como sabía hacer a aquel sujeto, y mientras el pobre tragaba en seco, escuché que al fin se decidió abrir su boca -Bueno... yo...- si, el pobre sujeto estaba alterado, pero yo sostuve mi sonrisa y mi paciencia -Tranquilo gordito... sólo escoge bien tus palabras y no pasará nada... grave- le mencioné con suavidad mientras este deseaba que todo fuera una pesadilla... lo noté en su mirada, entonces decidió hablar -Es... es en el puerto... hoy llegarán barcos mercantes y uno de ellos trae armas para la base de la marina... Dicen que trae otras cosas... pero... pero no sé que clase de cosas trae, ¡Es todo lo que sé! Así que... yo... ¡Ya dejame en paz Kouba!- sonreí y pasé la navaja por su mejilla para luego dar saltitos cual liebre feliz alejándome de aquel sujeto, no podía negarlo, fue su día de suerte y el mío también.
Jugar con los juguetes de la marina siempre eran cosas divertidas, más si encontraba algo de valor para ellos, sentimental, o autoritario, como fuera, no importaba, lo que realmente importaba era el encontrarlo y hacerme con esa cosa. De esa forma avancé entre la multitud con mi sonrisa característica, iban mis cabellos volando por doquiera ya que no me había amarrado el cabello en alguna coleta o algo, no andaba muchas ganas de ello, sólo me interesaba la carga que iba a recoger. Pasé por la zona cercana al puerto e hice unos preparativos, por si acaso, una nunca estaba muy preparada para todo, y mi mente siempre trabajaba en tener todo listo, una o dos trampas... o quizá cien, no importaba la cantidad... ¡Todo debía ser una sorpresa!
Así mismo dí ya unos cuantos pasos sobre el suelo de madera que poseía el muelle, observando varios barcos que traían mercancías varias, en la forma que fueran, personas o juguetes, todo era para lo mismo, que se movieran los berrys. Me acerqué entonces a los barcos que habían llegado y esperaba encontrarme con algún buque de la marina, pero para mi decepción... no había ninguno, eso podía significar que el gordito me engañó... y deberá pagar de haberlo hecho, o la marina ha mejorado su coeficiente intelectual y ha decidido disfrazar su barco para evitar problemas... sin embargo, donde hubo humo, cenizas quedan, así que podía ver a algunos marines moverse por la zona, sin duda alguna ellos me llevarán a donde deseo. Avancé entonces y cuando iba en buen camino, un grupo de marines venía de frente, observé de reojo, otro grupo venía por la espalda, y no, no fue que me hubiesen visto... aun, pero no podía darme el lujo de mostrar mi rostro ante ellos, no todavía. Así que seguí caminando, el punto de inflexión se encontraba en frente y ahí fue cuando vi una manera de escaparme de esta situación. Prontamente me acerqué a una chica de cabello corto y negro que venía al frente, sin pensarlo dos veces detuve su andar colocando ambas manos en sus mejillas, seguro la sorprendería, pero... ¡no había tiempo! -Ayudame...- le mencioné para besarla y así cubrir mi rostro con el de ella mientras aquellos uniformados pasaban de largo y le permitiese dejar de besar a su salvadora -¡Ah! Muchas gracias... para compensarlo, si necesitas algo, pregunta por Kouba en el bar "Last Passage", ¡Hasta la vista!- finalicé y antes que pudiese decir o reclamar algo, me movilicé a gran velocidad para ver si podía encontrar el barco premiado... pero algo me decía, una corazonada quizá, que ahí se encontraba en algún lugar.
Ayashi Kouba
Hoja de personaje
Nivel:
(20/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 |
Creado por Ginko Sáb Dic 19, 2015 7:54 pm
Cuan hermoso día parecía haber aquel día, aunque en realidad para la única tripulante de la embarcación que navegaba directamente hacia aquella isla conocida como la ciudad Alpha y Omega; aquello en realidad le importaba un pepino, la albina cocinera estaba con la mitad del cuerpo echada sobre el barandal de estribor con una cara que desvelaba irritación, sus mejillas estaban infladas y sus ojos fijos en un puno muerto… estaba realmente aburrida –mo… ¿Cuándo llegare a otra isla? – se pregunto mentalmente mientras resoplaba una y otra vez con desesperación.
Ciertamente alimento no le faltaba, después de todo, su pequeño barco había sido originalmente un cargamento de suministros para la marina… pero no había nada que hacer, al menos nada divertido, y para alguien como Alice eso era un infierno… si pudiera al menos conseguir una mascota o algo para pasar el rato... o un ayudante... si, un ayudante no le vendría nada mal, sobre todo porque detestaba limpiar la cubierta y esas cosas - ¡WAAAAAAH! – Estallo al fin tirándose sobre la cubierta y dando vueltas en un arranque de frustración haciendo una rabieta – ¡QUIERO UNA ISLA, QUIERO ROPA NUEVA, QUIERO UN PERROOOOO! – Soltó a todo pulmón pataleando hasta que se cansara de ello.
Afortunadamente para el mundo y sus habitante cuando se levanto la isla quedo en su vista y puso toda velocidad hacia ella, de otro modo, quizá una catástrofe hubiera sucedido… el mundo tendría un poco de paz – Woa… es grande- dijo recuperando aquel tono serio y burlesco que usaba para hablar mientras una pequeña sonrisa aparecía en su rostro. Cuando llego al muelle aparco el barco pagando el importe de muelle, al menos no estaba tan pobre como para tener que correr de un simple embarcadero. – Mucha gente y comercios – dijo recuperando su buen humor y con una sonrisa que podría considerarse maquiavélica paso su lengua suavemente por sus labios - ¿Cuál será tu sabor Loguentown? – se cuestiono a ella misma
Pocas veces algo podía distraerla de su curiosidad, pero esta vez fue inevitable… sobre todo cuando a escasos metros de ella una chica de cabello negro, Había topado el andar de otra y tomando sus mejillas le había besado, provocando cierta expresión en la cara de Alice.
-Jo… que encantadora y liberal es la gente de por aquí – soltó cantarina escuchando perfectamente el nombre del bar que había mencionado la ladrona de besos –bueno... no solo quiero tomar algo... también estoy segura de que esta encantadora y romántica historia continuara – dijo guardándose una risa para tomar una pequeña mochila y ponérsela al hombro y emprender camino a la susodicha taberna.
Ciertamente alimento no le faltaba, después de todo, su pequeño barco había sido originalmente un cargamento de suministros para la marina… pero no había nada que hacer, al menos nada divertido, y para alguien como Alice eso era un infierno… si pudiera al menos conseguir una mascota o algo para pasar el rato... o un ayudante... si, un ayudante no le vendría nada mal, sobre todo porque detestaba limpiar la cubierta y esas cosas - ¡WAAAAAAH! – Estallo al fin tirándose sobre la cubierta y dando vueltas en un arranque de frustración haciendo una rabieta – ¡QUIERO UNA ISLA, QUIERO ROPA NUEVA, QUIERO UN PERROOOOO! – Soltó a todo pulmón pataleando hasta que se cansara de ello.
Afortunadamente para el mundo y sus habitante cuando se levanto la isla quedo en su vista y puso toda velocidad hacia ella, de otro modo, quizá una catástrofe hubiera sucedido… el mundo tendría un poco de paz – Woa… es grande- dijo recuperando aquel tono serio y burlesco que usaba para hablar mientras una pequeña sonrisa aparecía en su rostro. Cuando llego al muelle aparco el barco pagando el importe de muelle, al menos no estaba tan pobre como para tener que correr de un simple embarcadero. – Mucha gente y comercios – dijo recuperando su buen humor y con una sonrisa que podría considerarse maquiavélica paso su lengua suavemente por sus labios - ¿Cuál será tu sabor Loguentown? – se cuestiono a ella misma
Pocas veces algo podía distraerla de su curiosidad, pero esta vez fue inevitable… sobre todo cuando a escasos metros de ella una chica de cabello negro, Había topado el andar de otra y tomando sus mejillas le había besado, provocando cierta expresión en la cara de Alice.
-Jo… que encantadora y liberal es la gente de por aquí – soltó cantarina escuchando perfectamente el nombre del bar que había mencionado la ladrona de besos –bueno... no solo quiero tomar algo... también estoy segura de que esta encantadora y romántica historia continuara – dijo guardándose una risa para tomar una pequeña mochila y ponérsela al hombro y emprender camino a la susodicha taberna.
Ginko
Hoja de personaje
Nivel:
(10/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Laura Lun Dic 21, 2015 8:57 am
El crujir de la madera podía sentirse por todo el barco, aunque se había detenido y hacía ya un momento que la tripulación había estado yendo y viniendo para bajar la carga y preparar el barco para su próximo trabajo, todavía no se habían percatado de una figura que permanecía oculta bajo la cubierta, desde debajo de la cubierta del barco emergió, casi como si la oscuridad del área de carga la hubiese escupido por su mal sabor.
La luz del sol esparcía su luz por igual sobre todos los habitantes del aquella isla en esos momentos, luz que invadía la mirada de la persona que había abandonado la oscuridad de la bodega y se veía cegada por la luminosidad a la que se había visto expuestas, entornando los ojos dirigió una mirada general al movimiento de la cubierta, parecía haberse apaciguado un poco así que la figura decidió que era el momento indicado para bajar del barco, sin mucha prisa y sin despedirse de ningún miembro de la tripulación una mujer de larga cabellera entre gris y castaña, vestida con una bata con una mangas particularmente grandes y unos pantalones blancos, portando visiblemente una espada a un lado y una sencilla maleta en su zurda bajó al muelle con total naturalidad.
-Lo primero que debería hacer es buscar algún lugar para comer, tomar y ver si puedo aprender lo básico de este lugar... tampoco debería pedir muchas directivas así que simplemente veré si puedo escuchar el nombre o la dirección de algún lugar que no pertenezca directamente a la marina e iré allí.-
Dijo para si misma la mujer de blanco mientras buscaba con la mirada a los miembros de la marina que podrían estar deambulando por aquel lugar, aunque no tuviese fama seguía teniendo un precio sobre su cabeza, así que debía de ser precavida pero actuar con naturalidad para que nadie se percatase de ella, de todas formas poca gente debería conocer su identidad en aquel distante lugar.
Al ver un par de miembros de la marina comenzó a seguir su ruta, estando a su espalda y "no esconderse" de ellos evitaba llamar en exceso la atención mientras reconocía la zona. Al avanzar siguiendo a esos marines no pudo evitar cruzarse con un suceso que llamaría su atención, en plena luz del día había una pareja de mujeres besándose mientras los marines pasaban, los ojos carmesí se posaron en las mujeres solo durante el tiempo que no requiriera girar demasiado su rostro para enfocarlas, pero al pasar junto a estas su oído pudo captar una sentencia que le ahorraría dar vueltas por aquella zona intentando encontrar un lugar seguro donde estar "Last Passage", ese bar sería el próximo destino de la mujer de ojos escarlata.
La luz del sol esparcía su luz por igual sobre todos los habitantes del aquella isla en esos momentos, luz que invadía la mirada de la persona que había abandonado la oscuridad de la bodega y se veía cegada por la luminosidad a la que se había visto expuestas, entornando los ojos dirigió una mirada general al movimiento de la cubierta, parecía haberse apaciguado un poco así que la figura decidió que era el momento indicado para bajar del barco, sin mucha prisa y sin despedirse de ningún miembro de la tripulación una mujer de larga cabellera entre gris y castaña, vestida con una bata con una mangas particularmente grandes y unos pantalones blancos, portando visiblemente una espada a un lado y una sencilla maleta en su zurda bajó al muelle con total naturalidad.
-Lo primero que debería hacer es buscar algún lugar para comer, tomar y ver si puedo aprender lo básico de este lugar... tampoco debería pedir muchas directivas así que simplemente veré si puedo escuchar el nombre o la dirección de algún lugar que no pertenezca directamente a la marina e iré allí.-
Dijo para si misma la mujer de blanco mientras buscaba con la mirada a los miembros de la marina que podrían estar deambulando por aquel lugar, aunque no tuviese fama seguía teniendo un precio sobre su cabeza, así que debía de ser precavida pero actuar con naturalidad para que nadie se percatase de ella, de todas formas poca gente debería conocer su identidad en aquel distante lugar.
Al ver un par de miembros de la marina comenzó a seguir su ruta, estando a su espalda y "no esconderse" de ellos evitaba llamar en exceso la atención mientras reconocía la zona. Al avanzar siguiendo a esos marines no pudo evitar cruzarse con un suceso que llamaría su atención, en plena luz del día había una pareja de mujeres besándose mientras los marines pasaban, los ojos carmesí se posaron en las mujeres solo durante el tiempo que no requiriera girar demasiado su rostro para enfocarlas, pero al pasar junto a estas su oído pudo captar una sentencia que le ahorraría dar vueltas por aquella zona intentando encontrar un lugar seguro donde estar "Last Passage", ese bar sería el próximo destino de la mujer de ojos escarlata.
Laura
Hoja de personaje
Nivel:
(25/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 | 3 |
Creado por Mitsuki Urushiba Lun Dic 21, 2015 7:20 pm
Realmente la isla era la mar de aburrida, nada cambiaba, siquiera las nubes del azul cielo que se posaba justo sobre mi, algo que junto a la luz del sol no hacia mas que aumentar mis ganas de irme en el mismo barco que había tomado para llegar aunque hacer eso significara perder parte del dinero que tome de antiguo hogar. Si no fuera por el simple hecho de que el dinero se agota definitivamente me hubiera largo de aquella isla en aquel preciso instante pero en su lugar opte por suspirar, librar parte de la tensión en aquel simple gesto, o al menos eso era la idea inicial que tenia, claro que la misma fue rápidamente destruida y no por el hecho de ver un conjunto de marines en mis cercanías, nada de ello era realmente preocupante dado la realidad de mi recompensa tan ínfima y despreciable. Mi nivel de amenaza para ellos era mas que inferior al de una abeja furiosa siempre y cuando no se me ocurriera hacer nada estúpido.
Claro esta, como dije antes, mi problema no eran esos uniformados, lo que realmente me descoloco fue que una mujer se acercara hacia mi de una manera realmente absurda -Espacio personal, ¿Sabes lo que es eso?- Dije al momento que aquellas suaves manos se posaron sobre mis mejillas, al momento que vi como aquella desconocida figura se iba acercando mas y mas a mi rostro. Lo que menos me imagine es que con aquello la fémina pretendiera besarme, posar aquel par de extrañamente suaves labios sobre los míos que no hicieron mas que mostrar una rigidez y frialdad absoluta, como todo mi cuerpo que no reacciono ante tal demostración de insolencia. La verdad es que no reaccione, siquiera para quitármela de encima, puesto que era mi primer beso y cierta parte de mi quería conocer esa experiencia que, por desgracia, me pareció la mar de insulsa e incluso mucho mas aburrida que la isla en si misma, aunque eso seguramente debía de ser porque no era la persona correcta la que había tomado mis labios.
Deje escapar un nuevo suspiro y, como si nada hubiera ocurrido en aquel sitio, me designe a continuar caminando por las amplias calles de aquel sitio escuchando como aquella chica, a la cual siquiera me había molestado en ver mas alla de sus orbes rojizos, indicaba sobre cierto bar donde iba a poder encontrarla. No perdí mucho mas de media hora en encontrar el "Last Passage" y menos de un segundo en empujar la puerta con bastante desprecio y apuro con la clara intención de llamar la atención de todas las personas ahí dentro y encontrar de manera mas rápida a aquella mujer que había osado tomar mi primer beso. Sin perder el tiempo para nada y mirando de manera bastante seria a las pocas personas que allí se encontraban para así llegar hasta el mostrador donde un hombre alto, realmente alto, se encontraba mirándome con la misma y seria expresión con la que yo examinaba al resto de personas -Busco una mujer llamada Kouba- Dije de manera relajada, sin quitar mi vista de la ajena, manteniendo aquella larga discusión de seriedad y silencio que parecía no querer romper.
Claro esta, como dije antes, mi problema no eran esos uniformados, lo que realmente me descoloco fue que una mujer se acercara hacia mi de una manera realmente absurda -Espacio personal, ¿Sabes lo que es eso?- Dije al momento que aquellas suaves manos se posaron sobre mis mejillas, al momento que vi como aquella desconocida figura se iba acercando mas y mas a mi rostro. Lo que menos me imagine es que con aquello la fémina pretendiera besarme, posar aquel par de extrañamente suaves labios sobre los míos que no hicieron mas que mostrar una rigidez y frialdad absoluta, como todo mi cuerpo que no reacciono ante tal demostración de insolencia. La verdad es que no reaccione, siquiera para quitármela de encima, puesto que era mi primer beso y cierta parte de mi quería conocer esa experiencia que, por desgracia, me pareció la mar de insulsa e incluso mucho mas aburrida que la isla en si misma, aunque eso seguramente debía de ser porque no era la persona correcta la que había tomado mis labios.
Deje escapar un nuevo suspiro y, como si nada hubiera ocurrido en aquel sitio, me designe a continuar caminando por las amplias calles de aquel sitio escuchando como aquella chica, a la cual siquiera me había molestado en ver mas alla de sus orbes rojizos, indicaba sobre cierto bar donde iba a poder encontrarla. No perdí mucho mas de media hora en encontrar el "Last Passage" y menos de un segundo en empujar la puerta con bastante desprecio y apuro con la clara intención de llamar la atención de todas las personas ahí dentro y encontrar de manera mas rápida a aquella mujer que había osado tomar mi primer beso. Sin perder el tiempo para nada y mirando de manera bastante seria a las pocas personas que allí se encontraban para así llegar hasta el mostrador donde un hombre alto, realmente alto, se encontraba mirándome con la misma y seria expresión con la que yo examinaba al resto de personas -Busco una mujer llamada Kouba- Dije de manera relajada, sin quitar mi vista de la ajena, manteniendo aquella larga discusión de seriedad y silencio que parecía no querer romper.
Mitsuki Urushiba
Hoja de personaje
Nivel:
(25/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 | 1 |
Creado por Ayashi Kouba Mar Dic 22, 2015 1:21 am
- OST:
Tras una movida muy audaz de mi parte, claro está, siempre me considero muy audaz, aunque tuve que utilizar a esa pobre chica de cabello castaño que era muy guapa, y tener la osadía de tomar su primer beso, claro está que yo no tenía ni por enterada que sería el primero, de haberlo sabido seguramente le hubiese invitado a una copa de vino, unas velas bajo la luna y esas cosas… si, posiblemente pudo haber funcionado. Pero no era el momento propicio ni adecuado para hablar al respecto, puesto que tenía una misión importante que realizar. Es de ver, según la información del gordinflón, debían tener aquellas cosas ocultas en uno de esos barcos mercantes disfrazados, en el fondo no eran más que buques de la marina, siendo ocultos pues, según escuché por ahí ¡Les habían estado robando algunas de las cosas que traían! -Uh… ¿quién podría estar robándole las cosas a la tan respetada marina?- mencioné al aire sin intención alguna de decirle a alguien en especial, lastimosamente para un pobre miembro de un barco, pudo escuchar mis palabras y tuve que apuñalarlo por la espalda… si, fue horrible pero ¿A quién le importaba?
Pasado el tiempo una puerta resonaba en un local al cual yo me dirigía, el ruido fue intenso y molesto y tras llamar la atención de todos los ahí presentes, la castaña preguntó por un apellido muy conocido ¿Por qué me habrá parecido conocido? –Si… ese me suena conocido- mencioné mientras bajaba las escaleras que daban para el segundo piso por detrás de la barra donde un enorme tabernero se encontraba haciendo lo que todos los taberneros hacen, limpiar al extremo un tarro, siempre lo hacían. He de mencionar que muchas personas se le habían quedado viendo a la castaña cuando mencionó aquel precioso apellido, personalmente su tonada con mi apellido sonaba tan precioso que quise abrazarme a mí misma de la emoción… pero no lo hice. Descendí velozmente resbalándome por el barandal hasta llegar a la misma mesa para patear un recipiente de porcelana el cual voló por los cielos hasta golpear a un sujeto en la cabeza y hacerle caer al suelo.
-Bienvenida a Last Passage querida, pide lo que gustes, yo invito, gracias a ti saqué una preciosa ganancia- mencioné con tranquilidad mientras sacaba unos cuantos berrys de mi bolsillo y después de eso caminé con gracia y agilidad por sobre las mesas, sin importarme que estuvieran clientes usándolas, aunque varios evadían las pisadas de la azabache, otros perdían sus bebidas pero no decían nada al respecto ¿Por qué no decían nada? Bueno, algún momento lo diría, pero hoy no. Me dejé caer justo por delante de la castaña y jalé una silla por delante de ella –Y ya que has venido hasta acá ¿Por qué no tomas asiento? Supongo que vienes a cobrar por el favor que me has hecho ¿no?- jalé velozmente una silla y me senté apoyando mis pies sobre la mesa e inclinando la silla misma de modo que pudiera estar cómoda y sonriente, siempre estaba sonriente en realidad.
-Bien ¿Qué quieres saber? Sé todo lo que hay que saber de Logue Town, verás, es mi patio de juego, y sé que no eres de acá ¿Cómo lo sé? Es simple… sé de todos y cada uno de los que viven y trabajan acá… cada pirata que llega, se instala y tarda semanas en irse, pero tu llegaste recién así como otros. Pero no te preocupes, tan sólo dime ¿Qué quieres saber? Será un trato especial por el favor que me has hecho allá afuera- le guiñé el ojo derecho esperando una respuesta por su parte, pero mientras lo hacía levanté mi mano –Quiero un buen tarro de ron y para ella, lo que guste, como ya dije, yo la invito- y aquellas palabras más mi movimiento de mano fue más que suficiente para que todos los que ahí trabajaban se movieran, ¿qué puedo decir? Amo dominar por sobre estos humanos… pero aun así ¡Los amo!
Pasado el tiempo una puerta resonaba en un local al cual yo me dirigía, el ruido fue intenso y molesto y tras llamar la atención de todos los ahí presentes, la castaña preguntó por un apellido muy conocido ¿Por qué me habrá parecido conocido? –Si… ese me suena conocido- mencioné mientras bajaba las escaleras que daban para el segundo piso por detrás de la barra donde un enorme tabernero se encontraba haciendo lo que todos los taberneros hacen, limpiar al extremo un tarro, siempre lo hacían. He de mencionar que muchas personas se le habían quedado viendo a la castaña cuando mencionó aquel precioso apellido, personalmente su tonada con mi apellido sonaba tan precioso que quise abrazarme a mí misma de la emoción… pero no lo hice. Descendí velozmente resbalándome por el barandal hasta llegar a la misma mesa para patear un recipiente de porcelana el cual voló por los cielos hasta golpear a un sujeto en la cabeza y hacerle caer al suelo.
-Bienvenida a Last Passage querida, pide lo que gustes, yo invito, gracias a ti saqué una preciosa ganancia- mencioné con tranquilidad mientras sacaba unos cuantos berrys de mi bolsillo y después de eso caminé con gracia y agilidad por sobre las mesas, sin importarme que estuvieran clientes usándolas, aunque varios evadían las pisadas de la azabache, otros perdían sus bebidas pero no decían nada al respecto ¿Por qué no decían nada? Bueno, algún momento lo diría, pero hoy no. Me dejé caer justo por delante de la castaña y jalé una silla por delante de ella –Y ya que has venido hasta acá ¿Por qué no tomas asiento? Supongo que vienes a cobrar por el favor que me has hecho ¿no?- jalé velozmente una silla y me senté apoyando mis pies sobre la mesa e inclinando la silla misma de modo que pudiera estar cómoda y sonriente, siempre estaba sonriente en realidad.
-Bien ¿Qué quieres saber? Sé todo lo que hay que saber de Logue Town, verás, es mi patio de juego, y sé que no eres de acá ¿Cómo lo sé? Es simple… sé de todos y cada uno de los que viven y trabajan acá… cada pirata que llega, se instala y tarda semanas en irse, pero tu llegaste recién así como otros. Pero no te preocupes, tan sólo dime ¿Qué quieres saber? Será un trato especial por el favor que me has hecho allá afuera- le guiñé el ojo derecho esperando una respuesta por su parte, pero mientras lo hacía levanté mi mano –Quiero un buen tarro de ron y para ella, lo que guste, como ya dije, yo la invito- y aquellas palabras más mi movimiento de mano fue más que suficiente para que todos los que ahí trabajaban se movieran, ¿qué puedo decir? Amo dominar por sobre estos humanos… pero aun así ¡Los amo!
Ayashi Kouba
Hoja de personaje
Nivel:
(20/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 |
Creado por Ginko Miér Dic 23, 2015 2:05 pm
De modo risueño la albina había puesto marcha rápida hacia aquel bar que la peli negra había mencionado, de verdad su morbosa curiosidad le decía que tenía que saber cómo es que se desencadenaba toda aquella historia… había empezado con un beso robado... se preguntaba si la aludida correría a los brazos de la ladrona de besos o trataría de negar el romance, la risa n o cesaba de ser contenida por la cocinera mientras caminaba entre pasos y saltitos hasta aquel sitio en donde, a diferencia de Mitsuki, entraría con la discreción propia de un pequeño animal de modo que probablemente, nadie le vería o se fijaría en ella después de la entrada de la guerrera anterior.
Sus mejillas se inflaron por la poca emoción que la susodicha estaba mostrando… de verdad que no era para nada normal, sin embargo se sentó en la mesa que estaba a espaldas de la que se decía experta en loguentown escuchando mientras simulaba mirar la carta de bebidas, y finalmente pedía una copa de vino sin siquiera mirar si había algo más disponible. Un pedido inusual para una taberna, pero si o había vino sería algo chistoso llamarle bar siquiera.
Jugueteo un poco con la copa cuando esta llego mientras escuchaba… - jo… interesante- espeto sonriendo cuando escucho sobre que ella podía pedir lo que quisiera, si pidiera otro beso sería fantástico... pero por el rostro que tenía la oyente, lo dudaba mucho, aun así se puso de pie sentándose al lado de Kouba, probablemente esta ni siquiera hubiera reparado en su presencia hasta que se sentara a su lado – así que… ¿sabes todo de este lugar? – Pregunto apoyando los codos en la mesa y entrelazando sus dedos los uso de apoyo para su barbilla – que interesante… - sonrió de modo juguetón – yo siempre estoy en busca de “ingredientes especiales” ¿crees que podrías ayudar con eso?
La pregunta fue hecha con toda seriedad, y le miraba fijamente a los ojos, aunque para mucho, la forma en que Alice miraba y paso su lengua por los labios al hacerlo, podría haber sido algo escalofriante.
Sus mejillas se inflaron por la poca emoción que la susodicha estaba mostrando… de verdad que no era para nada normal, sin embargo se sentó en la mesa que estaba a espaldas de la que se decía experta en loguentown escuchando mientras simulaba mirar la carta de bebidas, y finalmente pedía una copa de vino sin siquiera mirar si había algo más disponible. Un pedido inusual para una taberna, pero si o había vino sería algo chistoso llamarle bar siquiera.
Jugueteo un poco con la copa cuando esta llego mientras escuchaba… - jo… interesante- espeto sonriendo cuando escucho sobre que ella podía pedir lo que quisiera, si pidiera otro beso sería fantástico... pero por el rostro que tenía la oyente, lo dudaba mucho, aun así se puso de pie sentándose al lado de Kouba, probablemente esta ni siquiera hubiera reparado en su presencia hasta que se sentara a su lado – así que… ¿sabes todo de este lugar? – Pregunto apoyando los codos en la mesa y entrelazando sus dedos los uso de apoyo para su barbilla – que interesante… - sonrió de modo juguetón – yo siempre estoy en busca de “ingredientes especiales” ¿crees que podrías ayudar con eso?
La pregunta fue hecha con toda seriedad, y le miraba fijamente a los ojos, aunque para mucho, la forma en que Alice miraba y paso su lengua por los labios al hacerlo, podría haber sido algo escalofriante.
Ginko
Hoja de personaje
Nivel:
(10/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Laura Miér Dic 23, 2015 11:14 pm
Apenas tomaron diez minutos de investigación para la dama de grisácea cabellera averiguar donde se encontraba la dirección aquella taberna llamada Last Passage, sin embargo entre las vueltas por los callejones y demás acabaría tardando casi 15 minutos en llegar a su destino, un buen tiempo de dotas formas, suficiente tiempo para adentrarse en la taberna sin llamar la atención por mayor razón que su atuendo, para buscar un buen lugar donde sentarse y poder observar la mayor parte del lugar, con una jarra de cerveza aguada tan que no embriagaría ni a un niño.
La Mink se dispuso a quedarse allí hasta el anochecer antes de volver a deambular por las calles vigiladas por la marina, no le interesaba la idea de meterse en problemas, por más baja que fuera su recompensa seguía existiendo la posibilidad de que alguien con suficiente tiempo libre o suficientes deudas estuviera dispuesto e informado como para causarle problemas.
No pasaría mucho tiempo antes de que una de las responsables de que la médica llegara hasta ese lugar realizara su llamativa entrada, una entrada que probablemente buscara llamar la atención de quienes estuvieran allí sin importar sin siquiera pensar en que tal vez en el lugar podrían encontrarse personas suficientemente peligrosas como para meterla en problemas, sin mostrar interés o preocupación pregunto aquello que deseaba saber.
Es probable que ni siquiera habiendo preparado todo el acto les hubiera quedado tan bien, tan pronto como la joven de ojos color ébano preguntase por Kouba, esta misma hizo acto de presencia, en un estrafalario acto paso a través del lugar para encontrarse con la jovencita que le citaba, tras una breve "conversación" una tercera fémina hizo acto de presencia, hasta ahora no había llamado la atención de la ojicarmesi, pero la forma en la que se acercó a las pelinegras inspiro a la curiosidad de Laura.
Con una sonrisa algo traviesa en su rostro se levantó tomando un trago de su cerveza aguada antes de acercarse también a la mesa donde se encontraba la autoproclamada experta en Logue Town, acerco una silla a la mesa y dejo su tarro de "cerveza" junto a los pies de la relajada jovencita. -¿Les importa si esta anciana se une a su pequeña charla?- Dijo la mujer mientras realizaba un simple saludo simple y despreocupado con sus garras. -También estoy interesada en averiguar dónde obtener ciertos productos para elaborar algunos antídotos y algunas herramientas, mi último paciente era algo problemático así que termine rompiendo mi pinza de extracción, también sería bueno conseguir material de suturas, el que tenía es basura, ahora sería muy difícil de usar después de... bueno cosas... Ah, soy Laura... ¿Y ustedes quienes son?- Dijo la mujer mayor mientras dibujaba en sus labios una sonrisa sincera por lo graciosa que le parecía la situación en la que estaba participando y la que podría desencadenarse próximamente.
La Mink se dispuso a quedarse allí hasta el anochecer antes de volver a deambular por las calles vigiladas por la marina, no le interesaba la idea de meterse en problemas, por más baja que fuera su recompensa seguía existiendo la posibilidad de que alguien con suficiente tiempo libre o suficientes deudas estuviera dispuesto e informado como para causarle problemas.
No pasaría mucho tiempo antes de que una de las responsables de que la médica llegara hasta ese lugar realizara su llamativa entrada, una entrada que probablemente buscara llamar la atención de quienes estuvieran allí sin importar sin siquiera pensar en que tal vez en el lugar podrían encontrarse personas suficientemente peligrosas como para meterla en problemas, sin mostrar interés o preocupación pregunto aquello que deseaba saber.
Es probable que ni siquiera habiendo preparado todo el acto les hubiera quedado tan bien, tan pronto como la joven de ojos color ébano preguntase por Kouba, esta misma hizo acto de presencia, en un estrafalario acto paso a través del lugar para encontrarse con la jovencita que le citaba, tras una breve "conversación" una tercera fémina hizo acto de presencia, hasta ahora no había llamado la atención de la ojicarmesi, pero la forma en la que se acercó a las pelinegras inspiro a la curiosidad de Laura.
Con una sonrisa algo traviesa en su rostro se levantó tomando un trago de su cerveza aguada antes de acercarse también a la mesa donde se encontraba la autoproclamada experta en Logue Town, acerco una silla a la mesa y dejo su tarro de "cerveza" junto a los pies de la relajada jovencita. -¿Les importa si esta anciana se une a su pequeña charla?- Dijo la mujer mientras realizaba un simple saludo simple y despreocupado con sus garras. -También estoy interesada en averiguar dónde obtener ciertos productos para elaborar algunos antídotos y algunas herramientas, mi último paciente era algo problemático así que termine rompiendo mi pinza de extracción, también sería bueno conseguir material de suturas, el que tenía es basura, ahora sería muy difícil de usar después de... bueno cosas... Ah, soy Laura... ¿Y ustedes quienes son?- Dijo la mujer mayor mientras dibujaba en sus labios una sonrisa sincera por lo graciosa que le parecía la situación en la que estaba participando y la que podría desencadenarse próximamente.
Laura
Hoja de personaje
Nivel:
(25/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 | 3 |
Creado por Mitsuki Urushiba Vie Dic 25, 2015 6:40 pm
Deje escapar un amplio suspiro bastante molesta al notar que, efectivamente, aquel funesto personaje que había osado robarme un beso hacia no mucho tiempo se encontraba en aquel bar al cual me había guiado. Realmente era molesto y un poco horrible verle el rostro, sonriente y despreocupado, algo que se acrecentaba bastante al notar como, con bastante alegría, decia que había logrado sacar una gran cantidad de ganancias gracias a mi propia ayuda, una ayuda de la cual no estaba enterada aunque pensando un poco mejor... Habían unos marines a nuestro lado, un grupo de uniformados que pasaron de largo al ver una escena de afecto tan extravagante como aquella -Si tu invitas, una botella de Sake- ¿Acaso pensaban que no iba a aprovecharme de la situación aunque fuera un poco? Me había robado un beso, había tenido la osadía de usarme como un objeto y, por ende, si se me ofrecía algo iba a aceptarlo; por supuesto iba a hacerlo sin agradecer siquiera, era un algo que tenia para mi como si de un derecho irrevocable se tratara.
Me tense a su lado sin mucho animo y ceremonia, simplemente tome un asiento y me deje caer en el mismo de manera cómoda mientras esperaba que mi petición, aquella fuerte bebida alcohólica, apareciera delante mio -Si tu quiere llamarlo favor... Solo vengo a cobrar tu vida, aunque tal vez tengas algo mejor que ofrecerme por lo que fue mi primer beso- No tenia ninguna vergüenza o reparo en reconocer esas cosas. En un inicio tenia pensado llevarme su vida, pero ahora, tras unos escasos segundos, parecía poder ofrecerme algo mejor si no le tocaba un pelo por lo que iba a aprovecharme un poco de la situación y ver si podía sacarle aun mas provecho a un desafortunado beso como aquel. Suspire, ya debía de ser mas o menos la millonésima vez que lo hacia -Solo busco algo que me sea de provecho, cualquier cosa que puedas ofrecerme esta bien aunque si no me agrada mucho...- Levante ligeramente la pierna derecha dejando que el mango de mi espada se hiciera notar bastante. Si aquella chica no era idiota, cosa que no parecía ser, sin duda alguna iba a comprender la situación en la que se encontraba y el significado de aquella amenaza.
Por otro lado y desde un extremo algo alejado de nuestra posición se sumo otra mujer a la conversación, como si no fuera de mala educación entrometerse en una conversación ajena. Estaba a un paso de tomar una de mis espadas, a Urano con presencia, para cortarle el cuello a aquella mujer y acabar con toda aquella situación bochornosa que había aceptado pero, como era de esperarse, una nueva interrupción se sumo siendo esta vez la mar de interesante. Si, era otra mujer sin duda alguna, por su voz y su figura, pero hasta ahí llegaba todo. La fémina presentaba rasgos animales entre un extenso pelaje y unas extrañas orejas puntiagudas, en general compartiendo un conjunto importante de similitudes con un lobo, aunque humanoide -Mitsuki- Sin apellido ni muchas mas palabras. Con que aquel trió de mujeres que me rodeaban supieran mi nombre era lo justo y suficiente -Y bien, querida, ¿Puedes responder a las preguntas o vas a quedarte callada esperando que corte tu cuello?- La manera en la que había dicho el "querida" era ciertamente agresivo, como incitando mi enojo creciente siendo que a la par de ello esperaba con unas enormes ansias que no fuera capaz de responder con velocidad a todo lo presentado. Básicamente era mi manera de darle una pequeña chance de salvarse de mi venganza.
Me tense a su lado sin mucho animo y ceremonia, simplemente tome un asiento y me deje caer en el mismo de manera cómoda mientras esperaba que mi petición, aquella fuerte bebida alcohólica, apareciera delante mio -Si tu quiere llamarlo favor... Solo vengo a cobrar tu vida, aunque tal vez tengas algo mejor que ofrecerme por lo que fue mi primer beso- No tenia ninguna vergüenza o reparo en reconocer esas cosas. En un inicio tenia pensado llevarme su vida, pero ahora, tras unos escasos segundos, parecía poder ofrecerme algo mejor si no le tocaba un pelo por lo que iba a aprovecharme un poco de la situación y ver si podía sacarle aun mas provecho a un desafortunado beso como aquel. Suspire, ya debía de ser mas o menos la millonésima vez que lo hacia -Solo busco algo que me sea de provecho, cualquier cosa que puedas ofrecerme esta bien aunque si no me agrada mucho...- Levante ligeramente la pierna derecha dejando que el mango de mi espada se hiciera notar bastante. Si aquella chica no era idiota, cosa que no parecía ser, sin duda alguna iba a comprender la situación en la que se encontraba y el significado de aquella amenaza.
Por otro lado y desde un extremo algo alejado de nuestra posición se sumo otra mujer a la conversación, como si no fuera de mala educación entrometerse en una conversación ajena. Estaba a un paso de tomar una de mis espadas, a Urano con presencia, para cortarle el cuello a aquella mujer y acabar con toda aquella situación bochornosa que había aceptado pero, como era de esperarse, una nueva interrupción se sumo siendo esta vez la mar de interesante. Si, era otra mujer sin duda alguna, por su voz y su figura, pero hasta ahí llegaba todo. La fémina presentaba rasgos animales entre un extenso pelaje y unas extrañas orejas puntiagudas, en general compartiendo un conjunto importante de similitudes con un lobo, aunque humanoide -Mitsuki- Sin apellido ni muchas mas palabras. Con que aquel trió de mujeres que me rodeaban supieran mi nombre era lo justo y suficiente -Y bien, querida, ¿Puedes responder a las preguntas o vas a quedarte callada esperando que corte tu cuello?- La manera en la que había dicho el "querida" era ciertamente agresivo, como incitando mi enojo creciente siendo que a la par de ello esperaba con unas enormes ansias que no fuera capaz de responder con velocidad a todo lo presentado. Básicamente era mi manera de darle una pequeña chance de salvarse de mi venganza.
Mitsuki Urushiba
Hoja de personaje
Nivel:
(25/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 | 1 |
Creado por Ayashi Kouba Dom Dic 27, 2015 1:24 am
Y bien ¿Qué más podía decir? Había hecho un hurto a mano limpia, por así decirlo, tanto de los labios de la castaña frente a mi, mientras me acomodaba con suma tranquilidad en aquel asiento y colocando mis pies sobre la mesa, claro, soy toda una dama ¿Alguna duda? Entonces aquella muchacha pidió una bebida con alcohol, algo que al menos yo estaba segura que pediría, o algo por el estilo. Pero lo interesante llegó cuando mencionó su verdadera razón, si pedía algo de información, se la daría, digo ¿No es lo menos que podía pedir por aquel pequeño favor? Pero mi sorpresa, si, haré una cara llena de sorpresa al escucharla ¡Quizá se la cree! O quizá yo mismo me la cree.
-¿En verdad era tu primer beso?- mencioné con real sorpresa, lo de querer tomar mi vida era algo que sucedía a diario en estas tierras, pero lo de tomar su primer beso en verdad me sorprendió, tanto que bajé mis pies de la mesa y me incliné a verla con mi rostro lleno de sorpresa ¿Qué puedo decir? En verdad que creí en mi propia sorpresa y esta se hizo real. -Vaya, vaya... eso no lo sabía, si, creo que si, tendré que subir un poco a lo que iba a ofrecerte como compensación- si, pensaba compensar su ayuda, soy mala pero también sé pagar favores, aunque un primer beso ¿Le habrá gustado un poco más apasionado? Quizá... ¿no?
Podría haber dicho algo más, sin embargo, una chica de mirada zorruna se unió a nosotros en la mesa, y me refería precisamente a la albina quien, quizá de forma insolente, se incorporó a la conversación, a mi no me molestó en lo más mínimo, es más, fue hasta interesante su interrupción, además que preguntó por unas cosas de comida, aludiendo lo mismo que yo misma he dicho, lo sé todo de esta isla -Claro que podría... pero nada es gratis en esta vida- le respondí con tranquilidad, aunque quien no parecía muy tranquila fue la chica frente a mi, pues pude ver su espada y mantuve la sonrisa, sin duda era una mujer de armas tomar, cosa que me agradaba.
Pero antes que pudiese siquiera decir algo al respecto, una mujer envuelta en ropas se incorporó y ahora eramos cuatro. Aunque debo decir que la última en incorporarse poseía curioso pelaje en lo que, apenas pude notar en su rostro tras aquella capucha que llevaba y aquellas pequeñas muestras de ser una mujer lobo -Vaya, miren nada más... ¿alguien más interesada en mi conocimiento de la ciudad? Pero como dije, si sé... pero nada es gratis en esta vida... aun así, me pareces interesante, quizá podamos llegar a un trato... ustedes dos- mencioné refiriéndome al par de chicas que recién se habían incorporado. Entonces sonreí y me incliné al frente, para no tener que hablar demasiado fuerte ante la ya nombrada... Mitsuki -En cuanto a lo nuestro... han llegado a mis oídos algo acerca de un tesoro... muchos berrys juntos para ir y tomar, en una isla de los Blues se encuentra una isla cuyo paradero no es simple de encontrar, pero no imposible. Quizá, si así lo prefieres... podríamos viajar juntas e ir por dicho tesoro... si tuviese que dar esta información, pediría algo de igual valor o unos 500 millones de berrys... pero en tu caso, lo hago gratis y además, agrego una propuesta de búsqueda ¿Qué opinas?... Mit-su-ki- mencioné aquel nombre en sílabas para darle un fuerte énfasis a mi propuesta y luego regresé a mi asiento de forma calmada, sonriente, con mis brazos cruzados y mi pierna derecha también, esperaba una respuesta, ¿mi nombre? Seguro ya lo habrían escuchado, y si no... -Ayashi Kouba... Nunca olviden ese nombre ¿Les quedó claro?- y si, ahí estaba con mi actitud agresiva, pero, deseaba algo ¡Ese tesoro! Quizá esa mujer era la adecuada para guiarla hacia el mismo y tener a cambio... la protección adecuada.
-¿En verdad era tu primer beso?- mencioné con real sorpresa, lo de querer tomar mi vida era algo que sucedía a diario en estas tierras, pero lo de tomar su primer beso en verdad me sorprendió, tanto que bajé mis pies de la mesa y me incliné a verla con mi rostro lleno de sorpresa ¿Qué puedo decir? En verdad que creí en mi propia sorpresa y esta se hizo real. -Vaya, vaya... eso no lo sabía, si, creo que si, tendré que subir un poco a lo que iba a ofrecerte como compensación- si, pensaba compensar su ayuda, soy mala pero también sé pagar favores, aunque un primer beso ¿Le habrá gustado un poco más apasionado? Quizá... ¿no?
Podría haber dicho algo más, sin embargo, una chica de mirada zorruna se unió a nosotros en la mesa, y me refería precisamente a la albina quien, quizá de forma insolente, se incorporó a la conversación, a mi no me molestó en lo más mínimo, es más, fue hasta interesante su interrupción, además que preguntó por unas cosas de comida, aludiendo lo mismo que yo misma he dicho, lo sé todo de esta isla -Claro que podría... pero nada es gratis en esta vida- le respondí con tranquilidad, aunque quien no parecía muy tranquila fue la chica frente a mi, pues pude ver su espada y mantuve la sonrisa, sin duda era una mujer de armas tomar, cosa que me agradaba.
Pero antes que pudiese siquiera decir algo al respecto, una mujer envuelta en ropas se incorporó y ahora eramos cuatro. Aunque debo decir que la última en incorporarse poseía curioso pelaje en lo que, apenas pude notar en su rostro tras aquella capucha que llevaba y aquellas pequeñas muestras de ser una mujer lobo -Vaya, miren nada más... ¿alguien más interesada en mi conocimiento de la ciudad? Pero como dije, si sé... pero nada es gratis en esta vida... aun así, me pareces interesante, quizá podamos llegar a un trato... ustedes dos- mencioné refiriéndome al par de chicas que recién se habían incorporado. Entonces sonreí y me incliné al frente, para no tener que hablar demasiado fuerte ante la ya nombrada... Mitsuki -En cuanto a lo nuestro... han llegado a mis oídos algo acerca de un tesoro... muchos berrys juntos para ir y tomar, en una isla de los Blues se encuentra una isla cuyo paradero no es simple de encontrar, pero no imposible. Quizá, si así lo prefieres... podríamos viajar juntas e ir por dicho tesoro... si tuviese que dar esta información, pediría algo de igual valor o unos 500 millones de berrys... pero en tu caso, lo hago gratis y además, agrego una propuesta de búsqueda ¿Qué opinas?... Mit-su-ki- mencioné aquel nombre en sílabas para darle un fuerte énfasis a mi propuesta y luego regresé a mi asiento de forma calmada, sonriente, con mis brazos cruzados y mi pierna derecha también, esperaba una respuesta, ¿mi nombre? Seguro ya lo habrían escuchado, y si no... -Ayashi Kouba... Nunca olviden ese nombre ¿Les quedó claro?- y si, ahí estaba con mi actitud agresiva, pero, deseaba algo ¡Ese tesoro! Quizá esa mujer era la adecuada para guiarla hacia el mismo y tener a cambio... la protección adecuada.
Ayashi Kouba
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Nivel:
(20/100)
Haki:
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