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Creado por Laura Jue Feb 11, 2016 2:52 pm
Había pasado algún tiempo desde el fiasco de Logue Town, realmente era una fisco la situación en la que se encontraba la Mink, había tenido que escapar perdiendo dos de sus armas y con un brazo roto por culpa de un gyojin de capacidades sobresalientes, tanto por tamaño como aguante.
En un bosque se encontraba una pequeña cabaña que se convirtió temporalmente en el refugio de la fémina de grisáceo pelaje mientras empezaba a realizar un adecuado tratamiento médico a su extremidad herida, era un proceso dolores y molesto tener que atenderse a ella misma una herida como aquella, por suerte se traba del brazo derecho, siendo ella una mujer aunque ambidiestra, con tendencias a ser zurda.
-No puedo creer que me haya separado de aquellas locas solo para terminar sola en un lugar como este... aunque fue una buena pelea se puso complicado cuando empezaron a llegar más personas... supongo que por eso viaje sola durante tanto tiempo... supongo que tendré que cambiar un poco de actitud, no puedo simplemente hacer culpa ajena, excepto a quien fuera que mato a una persona justo antes de la reunión, cuando sepa quién fue le daré una buena paliza.-
En su soledad hablaba la fémina de ojos rojos mientras estaba sentada sobre su bata médica, con un pequeño maletín de materiales médicos a su lado, mientras acomodaba su propio brazo y empezaba a entablillarlo adecuadamente, el antebrazo se encontraba en perfectas condiciones y podía sentir su mano, así que al parecer los daños no serían permanentes si tenía suficiente cuidado incluso podría evitar tener secuelas graves.
El sonido de la lluvia en el exterior era algo irritante para la fémina, el mismo sonido de aquella vez hacia ya mucho más de una década cuando su única familia había partido de este mundo, el sonido de la lluvia era realmente irritante para la Mink, pero también tenía un perfecto control de las prioridades, su brazo lesionado representaba su futuro y no dejaría que un hecho del pasado interfiriera con su porvenir que se avecinaba, después de todo, su madre no hubiera querido que se arruinara un brazo solo por recordarla en el momento equivocado.
En un bosque se encontraba una pequeña cabaña que se convirtió temporalmente en el refugio de la fémina de grisáceo pelaje mientras empezaba a realizar un adecuado tratamiento médico a su extremidad herida, era un proceso dolores y molesto tener que atenderse a ella misma una herida como aquella, por suerte se traba del brazo derecho, siendo ella una mujer aunque ambidiestra, con tendencias a ser zurda.
-No puedo creer que me haya separado de aquellas locas solo para terminar sola en un lugar como este... aunque fue una buena pelea se puso complicado cuando empezaron a llegar más personas... supongo que por eso viaje sola durante tanto tiempo... supongo que tendré que cambiar un poco de actitud, no puedo simplemente hacer culpa ajena, excepto a quien fuera que mato a una persona justo antes de la reunión, cuando sepa quién fue le daré una buena paliza.-
En su soledad hablaba la fémina de ojos rojos mientras estaba sentada sobre su bata médica, con un pequeño maletín de materiales médicos a su lado, mientras acomodaba su propio brazo y empezaba a entablillarlo adecuadamente, el antebrazo se encontraba en perfectas condiciones y podía sentir su mano, así que al parecer los daños no serían permanentes si tenía suficiente cuidado incluso podría evitar tener secuelas graves.
El sonido de la lluvia en el exterior era algo irritante para la fémina, el mismo sonido de aquella vez hacia ya mucho más de una década cuando su única familia había partido de este mundo, el sonido de la lluvia era realmente irritante para la Mink, pero también tenía un perfecto control de las prioridades, su brazo lesionado representaba su futuro y no dejaría que un hecho del pasado interfiriera con su porvenir que se avecinaba, después de todo, su madre no hubiera querido que se arruinara un brazo solo por recordarla en el momento equivocado.
Laura
Hoja de personaje
Nivel:
(25/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 | 3 |
Creado por Zanji Katsumoto Jue Feb 11, 2016 5:49 pm
Hace horas que la luna amarillenta cayó fruto de la naturaleza, dejando brillar al astro rey por encima de todos los mortales que habitan en el mundo. No obstante, y pese al transcurso del rápido tiempo, Zanji aún se encuentra sometido al yugo de esperar un día más. Una jornada de camino se sumaría a la marítima odisea que traza el rōnin, la cual está durando más de cuatro días y tres noches. Sin embargo el samurái sin señor los siente como semanas, puesto que no le agrada demasiado viajar en barco. El malhumorado espadachín odia el mecer de las olas empujar la nave, ya que siente moverse dentro de sí mismo hasta la cena de anoche. Tampoco le agrada el horripilante cantar de las gaviotas de igual manera que los demás pasajeros, pues ambos cansinos elementos sólo provocan a tener jaquecas y problemas.
Pero de pronto, y antes de finalizar su meditación en el castillo del barco, el guerrero recuerda un dato que Kizan le hizo saber antes de partir del hogar. Según palabras del hermano menor de Zanji, las albinas aves señalan proximidad hacia superficies sólidas ya que vuelan cerca sus nidos en tierra firme.
Esto tranquiliza enormemente al rōnin, haciendo que se levante raudo y tome rumbo directo para su solitario camarote. Allí aprovecha para vestirse y preparar el equipo necesario, puesto que si esta vez será aparecida a la de Centurea, será imprescindible un buen conjunto de armas muy bien afiladas. Y es que todavía recuerda la pelea contra el desalmado e insolente muchacho, pues no fue para nada fácil de aguantar. Aunque dentro de lo que cabe ese combate fue sencillo en comparación a la batalla contra los hermanos Mamet, los cuales presentaron una resistencia formidable para morir a manos del samurái.
- ¡Desembarco en diez minutos! - señala un marinero - ¡Todo el mundo listo para desembarcar! -.
En ese momento el pelinegro ya está presto a bajarse de la máquina flotante, observando asombrado todo aquel misterioso lugar, puesto que no había visto jamás edificios tan altos ni mucho menos tal gentío. Esto lleva al espadachín seriamente a pensarse dos o tres veces el quedarse o no en el navío, ya que ahí hay muchísimos menos seres vivos. No obstante, y justo antes de echar ancla y tirar puentes o tablas, el rōnin divisa una forma idónea de alejarse de allí sin llamar la atención por cualquier motivo.
Básicamente el guerrero usaría algún tipo de contratiempo para crear un pequeño caos por el que escabullirse de toda seguridad y no pisar la ciudad, consiguiendo tomar la senda menos transcurrida.
- Perdona, caballero, ¿ha visto la serpiente de mi hijo? - pregunta el pelinegro a un hombre del montón.
Esto da inicio a un tumulto conformado de gritos, prisas y agobio. Sin embargo el alboroto causado es lo suficientemente válido como para dejar al polifacético espadachín libre, agarrando de inmediato un camino trazado en su mente por la playa; aunque mientras tanto comienza a pensar qué comerá o dónde dormirá esta noche, ya que la ciudad no es una opción que le agrade mucho como para tenerla en cuenta.
A todo esto empiezan a caer algunas desordenadas gotas de lluvia sobre el negruzco pelo del desarraigado vagabundo, despertándolo en el momento perfecto para que se diera cuenta de una harapienta cabaña a la orilla del mar. Como es normal el rōnin se da cuenta al instante que es la solución a las cuestiones de hace un momento, llevándolo de inmediato a adentrarse en la caseta. Mas al acercarse un poco el soldado ajeno a todo ejercito escucha a una mujer pronunciar algo, pero no consigue saber el qué por la distancia y el ruido de la creciente borrasca. No obstante el pelinegro entra sin preguntar absolutamente nada, mirando enseguida a la mujer que se presenta herida enfrente de él.
- Hola - saluda el espadachín a la par que deja a un lado sus armas y equipaje - Me quedo un rato -.
Pero de pronto, y antes de finalizar su meditación en el castillo del barco, el guerrero recuerda un dato que Kizan le hizo saber antes de partir del hogar. Según palabras del hermano menor de Zanji, las albinas aves señalan proximidad hacia superficies sólidas ya que vuelan cerca sus nidos en tierra firme.
Esto tranquiliza enormemente al rōnin, haciendo que se levante raudo y tome rumbo directo para su solitario camarote. Allí aprovecha para vestirse y preparar el equipo necesario, puesto que si esta vez será aparecida a la de Centurea, será imprescindible un buen conjunto de armas muy bien afiladas. Y es que todavía recuerda la pelea contra el desalmado e insolente muchacho, pues no fue para nada fácil de aguantar. Aunque dentro de lo que cabe ese combate fue sencillo en comparación a la batalla contra los hermanos Mamet, los cuales presentaron una resistencia formidable para morir a manos del samurái.
- ¡Desembarco en diez minutos! - señala un marinero - ¡Todo el mundo listo para desembarcar! -.
En ese momento el pelinegro ya está presto a bajarse de la máquina flotante, observando asombrado todo aquel misterioso lugar, puesto que no había visto jamás edificios tan altos ni mucho menos tal gentío. Esto lleva al espadachín seriamente a pensarse dos o tres veces el quedarse o no en el navío, ya que ahí hay muchísimos menos seres vivos. No obstante, y justo antes de echar ancla y tirar puentes o tablas, el rōnin divisa una forma idónea de alejarse de allí sin llamar la atención por cualquier motivo.
Básicamente el guerrero usaría algún tipo de contratiempo para crear un pequeño caos por el que escabullirse de toda seguridad y no pisar la ciudad, consiguiendo tomar la senda menos transcurrida.
- Perdona, caballero, ¿ha visto la serpiente de mi hijo? - pregunta el pelinegro a un hombre del montón.
Esto da inicio a un tumulto conformado de gritos, prisas y agobio. Sin embargo el alboroto causado es lo suficientemente válido como para dejar al polifacético espadachín libre, agarrando de inmediato un camino trazado en su mente por la playa; aunque mientras tanto comienza a pensar qué comerá o dónde dormirá esta noche, ya que la ciudad no es una opción que le agrade mucho como para tenerla en cuenta.
A todo esto empiezan a caer algunas desordenadas gotas de lluvia sobre el negruzco pelo del desarraigado vagabundo, despertándolo en el momento perfecto para que se diera cuenta de una harapienta cabaña a la orilla del mar. Como es normal el rōnin se da cuenta al instante que es la solución a las cuestiones de hace un momento, llevándolo de inmediato a adentrarse en la caseta. Mas al acercarse un poco el soldado ajeno a todo ejercito escucha a una mujer pronunciar algo, pero no consigue saber el qué por la distancia y el ruido de la creciente borrasca. No obstante el pelinegro entra sin preguntar absolutamente nada, mirando enseguida a la mujer que se presenta herida enfrente de él.
- Hola - saluda el espadachín a la par que deja a un lado sus armas y equipaje - Me quedo un rato -.
Zanji Katsumoto
Hoja de personaje
Nivel:
(19/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 |
Creado por Laura Jue Feb 11, 2016 6:40 pm
Mientras la fémina de grueso pelaje terminaba de entablillar su extremidad un ruido llamo su atención, no porque fuera fuerte o molesto, sino por lo antinatural del mismo, era el ruido de una puerta abriéndose, aunque no estaba bien trabada debería de haber permanecido cerrada a pesar del viento que se había desatado fuera de la misma, los ojos escarlatas de la fémina enfocaron la figura que se adentraba en el lugar que ahora era "su territorio" no parecía ser agresivo así que la fémina dio prioridad a su tratamiento.
Sus oídos y parte de sus sentidos seguían enfocados en el intruso, pero no le estaba dando mayor prioridad de la justa y necesaria-De acuerdo, pero no causes problemas, si tienes alguna herida o estas enfermo puedo atenderte cuando termine con esto.- El gesto de dejar de lado las ramas ahorro a la fémina un esfuerzo que hubiera sido molesto para ella.
Una vez terminado el entablillamiento que se estaba haciendo a sí misma la fémina comenzó a revisar con una mano el maletín a su lado mientras miraba de reojo aquella figura que sea resguardado de la lluvia en el mismo lugar seleccionado por la mujer de denso pelaje. -¿Qué te trae por estos lugares joven- Pregunto la fémina con desinterés, más para evitar que las preguntas se dirigieran a su persona que para entablar una verdadera conversación mientras revisaba su maleta en búsqueda de cierto anti inflamatorio que le ayudaría a mermar el dolor de su brazo herido, finalmente encontró una pequeña botella pequeña contenía un jugo de hierbas realmente asqueroso pero la fémina lo trago sin esperar ni rechistar.
Con suerte el nuevo individuo dentro de la cabaña no respondería a la fémina y se limitaría a ignorarla mientras veía la lluvia caer sin causar algún problema, con algo de mala suerte la reconocería una delincuente y huiría, en el peor de los casos se trataría de un hombre de la marina, el gobierno o un cazador de recompensas que la reconocerían, sin importar cuál de todas las opciones fuera la fémina tenía bien vista la distancia entre su mano y la espada ropera envainada en el suelo junto a ella.
Sus oídos y parte de sus sentidos seguían enfocados en el intruso, pero no le estaba dando mayor prioridad de la justa y necesaria-De acuerdo, pero no causes problemas, si tienes alguna herida o estas enfermo puedo atenderte cuando termine con esto.- El gesto de dejar de lado las ramas ahorro a la fémina un esfuerzo que hubiera sido molesto para ella.
Una vez terminado el entablillamiento que se estaba haciendo a sí misma la fémina comenzó a revisar con una mano el maletín a su lado mientras miraba de reojo aquella figura que sea resguardado de la lluvia en el mismo lugar seleccionado por la mujer de denso pelaje. -¿Qué te trae por estos lugares joven- Pregunto la fémina con desinterés, más para evitar que las preguntas se dirigieran a su persona que para entablar una verdadera conversación mientras revisaba su maleta en búsqueda de cierto anti inflamatorio que le ayudaría a mermar el dolor de su brazo herido, finalmente encontró una pequeña botella pequeña contenía un jugo de hierbas realmente asqueroso pero la fémina lo trago sin esperar ni rechistar.
Con suerte el nuevo individuo dentro de la cabaña no respondería a la fémina y se limitaría a ignorarla mientras veía la lluvia caer sin causar algún problema, con algo de mala suerte la reconocería una delincuente y huiría, en el peor de los casos se trataría de un hombre de la marina, el gobierno o un cazador de recompensas que la reconocerían, sin importar cuál de todas las opciones fuera la fémina tenía bien vista la distancia entre su mano y la espada ropera envainada en el suelo junto a ella.
Laura
Hoja de personaje
Nivel:
(25/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 | 3 |
Creado por Zanji Katsumoto Vie Feb 12, 2016 3:36 am
A continuación el samurái sin otro destino salvo la venganza o la muerte acaba acercándose a la singular doncella, contemplando respetuosamente la determinación de ésta para curarse sola un brazo fracturado o dislocado. Aunque en verdad lo que realmente se quedaría mirando el muchacho de ojos pardos es el aspecto completo de la susodicha, pues guardaba cierto parecido en varios rasgos a Io. Sin embargo, y sin aguardar mucho tiempo en volver al presente, Zanji escucha la advertencia de la mujer a la vez que realiza un eshaku o pequeña reverencia, arqueando hacia delante su espalda unos quince o veinte grados. Con este gesto el rōnin saluda debidamente a la muchacha y al mismo tiempo da pie a su presentación, la cual estaría conformada por el nombre y rango, pese a que éste último sea deshonroso.
- Perdona mi mala educación - empieza - Me llamo Katsumoto Zanji y soy un rōnin de Beishū -.
La verdad sea dicha es que presentarse como un miserable rōnin es doloroso para el pelinegro, pues siente mucho repudio hacia sí mismo, hasta el punto de querer quitarse la vida. No obstante todavía recuerda las palabras de Asano, las cuales prometían una venganza justa para su maestro una vez transcurran todas las faces del plan. Pero esto no quita el asco que deberían sentir los cuarenta y siete samuráis de Beishū alrededor de su persona, ya que se encuentran al mismo rango que un mero siervo.
- Le honrosa venganza - anuncia con toda sinceridad el guerrero - Aunque también el huir de la gente -.
Lo normal es que el hombre de mirada ofuscada hubiese mentido, inventándose cualquier escusa tonta como que se perdió. Mas el bushidō indicaba que un hombre leal a sus caminos no debía mentir, puesto que correría el peligro de rebajarse a la altura de plebeyos y vagabundos. Asimismo, y en cierto modo, él ya lo es, pues un samurái sin maestro no es nada. Sin embargo a Zanji le gusta pensar que aún no ha caído en la vergüenza total, siguiendo de todos modos con la noble senda del guerrero con el fin de alcanzar la iluminación máxima en esta vida o en la otra. Y es que la religión del espadachín así lo dictamina, aclarando que el alma de una persona se divide en varias etapas para llegar al ascenso final.
- ¿Necesitas ayuda? - pregunta desinteresadamente - Dime, ¿y tú? ¿Vives aquí? - añade cordial el rōnin.
- Perdona mi mala educación - empieza - Me llamo Katsumoto Zanji y soy un rōnin de Beishū -.
La verdad sea dicha es que presentarse como un miserable rōnin es doloroso para el pelinegro, pues siente mucho repudio hacia sí mismo, hasta el punto de querer quitarse la vida. No obstante todavía recuerda las palabras de Asano, las cuales prometían una venganza justa para su maestro una vez transcurran todas las faces del plan. Pero esto no quita el asco que deberían sentir los cuarenta y siete samuráis de Beishū alrededor de su persona, ya que se encuentran al mismo rango que un mero siervo.
- Le honrosa venganza - anuncia con toda sinceridad el guerrero - Aunque también el huir de la gente -.
Lo normal es que el hombre de mirada ofuscada hubiese mentido, inventándose cualquier escusa tonta como que se perdió. Mas el bushidō indicaba que un hombre leal a sus caminos no debía mentir, puesto que correría el peligro de rebajarse a la altura de plebeyos y vagabundos. Asimismo, y en cierto modo, él ya lo es, pues un samurái sin maestro no es nada. Sin embargo a Zanji le gusta pensar que aún no ha caído en la vergüenza total, siguiendo de todos modos con la noble senda del guerrero con el fin de alcanzar la iluminación máxima en esta vida o en la otra. Y es que la religión del espadachín así lo dictamina, aclarando que el alma de una persona se divide en varias etapas para llegar al ascenso final.
- ¿Necesitas ayuda? - pregunta desinteresadamente - Dime, ¿y tú? ¿Vives aquí? - añade cordial el rōnin.
Zanji Katsumoto
Hoja de personaje
Nivel:
(19/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 |
Creado por Laura Vie Feb 12, 2016 9:52 am
La cantidad de formalidades y actos innecesarios hechos por aquel hombre de cabello negro hicieron dudar a la fémina por un momento si no se tratará de algún militar, lo cual se confirmó al escuchar su afirmación de ser un guerrero que había perdido su honor convirtiéndose en un espadachín sin señor, realmente era algo que no era muy del agrado de una persona que se dejaba guiar por instinto y pasiones como Laura, pero podía respetar su postura y sus modales así que se limitó a no acotar comentarios innecesarios por un momento. Sin embargo los motivos del viaje de aquel hombre eran más interesantes que sus modales, la venganza y huir de personas, sonaba a algo con lo que ella podía tener empatía fácilmente.
Sin embargo no pudo evitar reírse al momento de escuchar la oferta del masculino de ayudarle, por su apariencia y porte era más un gesto de buena fe que una verdadera oferta de hacer el mismo aquel tedioso trabajo que ya estaba prácticamente finalizado para la mink que solo estaba terminando de ajustar bien el vendaje y cerciorarse de que todo estuviera en su lugar una tercera vez.
Con una sonrisa simple la fémina contesto a su interlocutor -No te preocupes, soy médica y se bien como encargarme de esto, solo me hace falta tiempo y esto estará completamente curado, me preocupa más lo irritante que me resulta el sonido de la lluvia cayendo que está herida actualmente...- Afirmo mientras señalaba con una mano la bata medica que estaba utilizando para sentarse en lugar de cubrir la parte superior de su peludo cuerpo.
Cuando la fémina se vio interrogada a si misma sonrió un poco mirando a la ventana como su buscara algo que no aparecería allí. -No, no vivo aquí, ni en ninguna parte, soy una viajera sin hogar, una mujer que se dedica por igual a salvar como dañar, por eso viajo, para no dañar más de lo necesario y no ser herida tampoco... Aunque es evidente que eso ultimo no me ha salido muy bien jaja... Por cierto soy Laura Kyl.- Si aquel hombre conocía su nombre tal vez supiera quien era realmente, pero aquello no molestaba a la fémina, con sus ansias de batalla y sangre recientemente saciadas no causaría ningún desastre allí.
Sin embargo no pudo evitar reírse al momento de escuchar la oferta del masculino de ayudarle, por su apariencia y porte era más un gesto de buena fe que una verdadera oferta de hacer el mismo aquel tedioso trabajo que ya estaba prácticamente finalizado para la mink que solo estaba terminando de ajustar bien el vendaje y cerciorarse de que todo estuviera en su lugar una tercera vez.
Con una sonrisa simple la fémina contesto a su interlocutor -No te preocupes, soy médica y se bien como encargarme de esto, solo me hace falta tiempo y esto estará completamente curado, me preocupa más lo irritante que me resulta el sonido de la lluvia cayendo que está herida actualmente...- Afirmo mientras señalaba con una mano la bata medica que estaba utilizando para sentarse en lugar de cubrir la parte superior de su peludo cuerpo.
Cuando la fémina se vio interrogada a si misma sonrió un poco mirando a la ventana como su buscara algo que no aparecería allí. -No, no vivo aquí, ni en ninguna parte, soy una viajera sin hogar, una mujer que se dedica por igual a salvar como dañar, por eso viajo, para no dañar más de lo necesario y no ser herida tampoco... Aunque es evidente que eso ultimo no me ha salido muy bien jaja... Por cierto soy Laura Kyl.- Si aquel hombre conocía su nombre tal vez supiera quien era realmente, pero aquello no molestaba a la fémina, con sus ansias de batalla y sangre recientemente saciadas no causaría ningún desastre allí.
Laura
Hoja de personaje
Nivel:
(25/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 | 3 |
Creado por Zanji Katsumoto Vie Feb 12, 2016 2:34 pm
Una risa inoportuna salta de repente desde los finos labios de la apabullante mujer, sorprendiendo sutilmente al espadachín del haori verdoso y sin mangas. Después la misma muchacha se destapa como médico, terminando de realizarse la cura oportuna a su malherida extremidad a la vez que señala la albina tela en la que se encuentra sentada. Sin embargo es una frase la que llama encarecidamente la atención del guerrero, puesto que le resultaba ilógico que a una mujer como aquella le desagradase tanto el llanto del cielo. Pero por precaución el pelinegro no contesta ni comenta nada con respecto a toda la verborrea vomitada por la doncella, quedándose al lado de ésta todo el tiempo y sin hacer ningún movimiento desde su educada reverencia; lo cual lleva al samurái sin amo a recordar tiempos donde estaba igual al lado de su difunto maestro maestro, obligándolo a soltar un silencioso suspiro al acto.
Posteriormente el hábil usuario del arco y la katana empieza a escuchar la segunda respuesta que esperaba, entendiendo que la joven también corre su misma suerte de ser una proscrita sin hogar ni camino. Mas es al escuchar el nombre de la mismísima cuando un escalofrío recorre toda la espina dorsal del soldado desprovisto de honor, llevándolo a mantener forzudamente su cercana postura a ella.
No obstante esta reacción completamente injustificada pasa tan rápido como vino, abandonando velozmente a un coherente rōnin que no duda en responder. Y es que comprende un simple detalle...
- Debo decir que es usted más bella que en su cartel... - comenta educado el guerrero - ...Laura Kyl -.
...no tiene de qué preocuparse él. La despiadada pirata de la que ha oído hablar Zanji no tiene nada que ver con la chica que tiene enfrente, sintiéndose con la seguridad suficiente como para hablarse así a la susodicha. Además, y entre otras tantas cosas, ninguno de ambos sujetos ahí presentes puede luchar. La atractiva delincuente está indispuesta por su brazo roto y el intermitente cazarrecompensas por su código de honor, ya que éste le impedía desenvainar cualquier flecha o espada contra una mujer o herido; y la muchacha cumplía ambas condiciones, contando también las nulas ganas de lucha del rōnin.
- No te preocupes, por favor - añade a lo de antes el pelinegro - No pienso atacarte. Mis principios y deseos me lo impiden fervientemente - dice mientras se sienta en el suelo - Interesante, ¿no te parece? -.
Posteriormente el hábil usuario del arco y la katana empieza a escuchar la segunda respuesta que esperaba, entendiendo que la joven también corre su misma suerte de ser una proscrita sin hogar ni camino. Mas es al escuchar el nombre de la mismísima cuando un escalofrío recorre toda la espina dorsal del soldado desprovisto de honor, llevándolo a mantener forzudamente su cercana postura a ella.
No obstante esta reacción completamente injustificada pasa tan rápido como vino, abandonando velozmente a un coherente rōnin que no duda en responder. Y es que comprende un simple detalle...
- Debo decir que es usted más bella que en su cartel... - comenta educado el guerrero - ...Laura Kyl -.
...no tiene de qué preocuparse él. La despiadada pirata de la que ha oído hablar Zanji no tiene nada que ver con la chica que tiene enfrente, sintiéndose con la seguridad suficiente como para hablarse así a la susodicha. Además, y entre otras tantas cosas, ninguno de ambos sujetos ahí presentes puede luchar. La atractiva delincuente está indispuesta por su brazo roto y el intermitente cazarrecompensas por su código de honor, ya que éste le impedía desenvainar cualquier flecha o espada contra una mujer o herido; y la muchacha cumplía ambas condiciones, contando también las nulas ganas de lucha del rōnin.
- No te preocupes, por favor - añade a lo de antes el pelinegro - No pienso atacarte. Mis principios y deseos me lo impiden fervientemente - dice mientras se sienta en el suelo - Interesante, ¿no te parece? -.
Zanji Katsumoto
Hoja de personaje
Nivel:
(19/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 |
Creado por Laura Vie Feb 12, 2016 5:20 pm
-Jajajaja- La carcajada de la mujer de rasgos lupinos se hizo presente al escuchar la comparación con su cartel de wanted y ella misma, como mínimo, aquel hombre tenía un buen sentido del humor para bromear con un hecho como aquel en aquellos momentos que afirmaba saber que estaba en presencia de una pirata buscada por la ley bajo el cargo inicial de asesinato. -Tengo que admitir que tienes un buen sentido del humor humano...-
La mirada escarlata de la fémina vigilaba ahora con más atención al hombre que la acompañaba en aquella destartalada ubicación, lo próximo en salir de la boca de aquel hombre fue incluso más gracioso del punto de vista de la pirata, estaba afirmando que no pensaba atacar por razones como sus principios, además de que le había dicho de que no se preocupara. -oohhh~ ¿De qué debería preocuparme si no fuera por tus deseos y principios? Aunque me intriga más saber las razones que si tienes para atacarme y que clase de principios te impiden ir a por una pirata herida o huir de la misma para entregarla a la marina?-
La fémina se levantó brevemente del suelo sin agilidad ni gracia, simplemente estiro un poco sus piernas antes de tomar su bata médica, la única ropa que poseía para cubrir la parte superior de su cuerpo mayormente cubierto por pelaje, y la extendió en el suelo para recostarse allí sobre el lado izquierdo de su cuerpo, son su mano derecha sobre su cuerpo y la zurda apoyando su cabeza para que estuviera suficientemente levantada para vigilar al masculino o extenderse y tomar su espada.
-Sabrás entender si no me quedo sentada o de pie para escuchar tu historia en mi condición actual... pero vamos te escucho, no seas tímido, ambos somos personas adultas que podemos compartir una buena platica antes de que esto se convierta en una situación incómoda- Aunque la postura de la fémina era relajada para ayudar a que su cuerpo descansara del daño recibido por la ultima lucha que había tenido, tampoco estaba del todo calmada.
-Ah, creo que sobra decir que tampoco estoy deseosa de tener un encuentro ahora mismo, ni tener que realizar ningún esfuerzo físico en general, pero si quieres también puedo responderte las preguntas que desees-
La mirada escarlata de la fémina vigilaba ahora con más atención al hombre que la acompañaba en aquella destartalada ubicación, lo próximo en salir de la boca de aquel hombre fue incluso más gracioso del punto de vista de la pirata, estaba afirmando que no pensaba atacar por razones como sus principios, además de que le había dicho de que no se preocupara. -oohhh~ ¿De qué debería preocuparme si no fuera por tus deseos y principios? Aunque me intriga más saber las razones que si tienes para atacarme y que clase de principios te impiden ir a por una pirata herida o huir de la misma para entregarla a la marina?-
La fémina se levantó brevemente del suelo sin agilidad ni gracia, simplemente estiro un poco sus piernas antes de tomar su bata médica, la única ropa que poseía para cubrir la parte superior de su cuerpo mayormente cubierto por pelaje, y la extendió en el suelo para recostarse allí sobre el lado izquierdo de su cuerpo, son su mano derecha sobre su cuerpo y la zurda apoyando su cabeza para que estuviera suficientemente levantada para vigilar al masculino o extenderse y tomar su espada.
-Sabrás entender si no me quedo sentada o de pie para escuchar tu historia en mi condición actual... pero vamos te escucho, no seas tímido, ambos somos personas adultas que podemos compartir una buena platica antes de que esto se convierta en una situación incómoda- Aunque la postura de la fémina era relajada para ayudar a que su cuerpo descansara del daño recibido por la ultima lucha que había tenido, tampoco estaba del todo calmada.
-Ah, creo que sobra decir que tampoco estoy deseosa de tener un encuentro ahora mismo, ni tener que realizar ningún esfuerzo físico en general, pero si quieres también puedo responderte las preguntas que desees-
Laura
Hoja de personaje
Nivel:
(25/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 | 3 |
Creado por Zanji Katsumoto Vie Feb 12, 2016 6:12 pm
Poco a poco esa mujer comienza a resultarle irritante al espadachín de ojos pardos, pues las continuas risas o burlas lo molestan notablemente. Pero en esta ocasión al rōnin le incordia las insinuaciones de debilidad por parte de la malherida pirata, haciendo brillar todavía más las características típicas de un corsario sin dueño. Sin embargo, y probando su propia paciencia, Zanji simplemente se limita a mirar en todo momento el ajetreo que efectúa la villana. Aunque esta acción tan pasiva la ejecuta el muchacho de tranquilos aires a la par que en su mente desarrolla un fugaz análisis de la situación, intentado visualizar las opciones que se encuentran en su haber. Mas ninguna tiene pinta de ser buena, sino al revés o peor.
- Mis creencias me impiden golpear a una mujer... - contesta serio el pelinegro - ... al igual que los heridos o débiles - entonces suspira pesadamente - Y usted, Laura Kyl, cumple dos de esas tres normas -.
Es obvio que la mujer con una recompensa de tal calibre no iba a ser débil, por lo que las dos únicas posibilidades restantes se centran en que es del sexo femenino y está herida. No obstante, y si la criminal fuera un hombre, Zanji tampoco tomaría acciones ofensivas, ya que estaría igualmente herida.
- Asimismo la Marine no tiene nada que ver aquí - prosigue - Tampoco poseo encargos - finaliza el rōnin.
De igual forma la doncella no tiene aspecto de ser tonta, deduciendo quizás el trabajo más habitual del samurái sin señor. Y es que por más vergüenza que le de al guerrero debe aceptar que últimamente se gana la vida como un mercenario, haciéndose valer tan sólo por la espada; lo cual no impide que el espadachín tome en cuenta los movimientos de ella, poniendo a punto los reflejos por si fuera menester.
- ¿Incómoda? - cuestiona - No sé por qué tendría que ponerse incómoda la situación - añade el relajado muchacho - Pero supongo que no me puedes creer - dice antes de acabar - Y mi historia es muy extensa -.
A continuación, y siendo consciente de la posición de la bucanera, Zanji se recuesta de manera que termina mirándose cara a cara con la ella. Entonces es cuando el guerrero recae en las singularidades físicas de la mujer, entendiendo el motivo por el que se dirigió antes hacia él como "humano". El intenso pelaje de la mujer resulta cautivador a la par que inquietante, pues no se trata de algo normal. Sin embargo para el rōnin solamente es un detalle sin importancia, ya que el único cambio que tuvo ese tonto "hallazgo" en sí mismo fue el de pensar que no se parecía tanto a Io sino al fiel Soun. Pero esta divertida comparación únicamente lleva al joven de ofuscados ojos a reírse tímido, puesto que su perro era de pelaje castaño mientras que la doncella seguidora de nebulosa senda es negruzca como la noche.
- Explicadme antes por qué una mujer como usted se hace pirata - termina preguntando el pelinegro sin esperar respuesta alguna - Puesto que yo no puede elegir mi camino, sino lo hizo la pura injusticia -.
- Mis creencias me impiden golpear a una mujer... - contesta serio el pelinegro - ... al igual que los heridos o débiles - entonces suspira pesadamente - Y usted, Laura Kyl, cumple dos de esas tres normas -.
Es obvio que la mujer con una recompensa de tal calibre no iba a ser débil, por lo que las dos únicas posibilidades restantes se centran en que es del sexo femenino y está herida. No obstante, y si la criminal fuera un hombre, Zanji tampoco tomaría acciones ofensivas, ya que estaría igualmente herida.
- Asimismo la Marine no tiene nada que ver aquí - prosigue - Tampoco poseo encargos - finaliza el rōnin.
De igual forma la doncella no tiene aspecto de ser tonta, deduciendo quizás el trabajo más habitual del samurái sin señor. Y es que por más vergüenza que le de al guerrero debe aceptar que últimamente se gana la vida como un mercenario, haciéndose valer tan sólo por la espada; lo cual no impide que el espadachín tome en cuenta los movimientos de ella, poniendo a punto los reflejos por si fuera menester.
- ¿Incómoda? - cuestiona - No sé por qué tendría que ponerse incómoda la situación - añade el relajado muchacho - Pero supongo que no me puedes creer - dice antes de acabar - Y mi historia es muy extensa -.
A continuación, y siendo consciente de la posición de la bucanera, Zanji se recuesta de manera que termina mirándose cara a cara con la ella. Entonces es cuando el guerrero recae en las singularidades físicas de la mujer, entendiendo el motivo por el que se dirigió antes hacia él como "humano". El intenso pelaje de la mujer resulta cautivador a la par que inquietante, pues no se trata de algo normal. Sin embargo para el rōnin solamente es un detalle sin importancia, ya que el único cambio que tuvo ese tonto "hallazgo" en sí mismo fue el de pensar que no se parecía tanto a Io sino al fiel Soun. Pero esta divertida comparación únicamente lleva al joven de ofuscados ojos a reírse tímido, puesto que su perro era de pelaje castaño mientras que la doncella seguidora de nebulosa senda es negruzca como la noche.
- Explicadme antes por qué una mujer como usted se hace pirata - termina preguntando el pelinegro sin esperar respuesta alguna - Puesto que yo no puede elegir mi camino, sino lo hizo la pura injusticia -.
Zanji Katsumoto
Hoja de personaje
Nivel:
(19/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 |
Creado por Laura Vie Feb 12, 2016 7:28 pm
La mujer de denso pelaje sonreía mientras escuchaba las explicaciones dadas por el educado hombre que parecía mantener la calma fácilmente -Vaya lineamiento moral más extraño, es prácticamente lo opuesto al instinto de los cazadores natos, donde se va primero por los heridos y débiles... aunque a las hembras preñadas y crías hay que cuidarla para mantener la especie por razones obvias...-
Al parecer aquel hombre de aguda mirada sería alguna clase de mercenario, cosa que volvía más extraña su línea moral. Normalmente los mercenarios hacían cualquier cosa por dinero y no tenían muchos más escrúpulos que los peor piratas con los que la mink se había topado en los años previos a la situación actual. -¿Dije algo gracioso Señor Katsumoto?- Dijo un poco intrigada al ver la sonrisa del humano que se recostaba de forma que se vieran la cara mutuamente para después continuar con una interrogante y una breve explicación de sí mismo.
Los ojos escarlata vieron al hombre como para atravesarlo con la mirada, en búsqueda del miedo en engaño en sus palabras, como un animal viene algo extraño. -A mí solo llámame Laura, y yo no te haré el resumen corto, ya paso suficientes días y semanas sin hablar con nadie regularmente como para andar resumiendo... además, la mejor forma de que la rabia no inunde tu ser es dejarla salir, ya sea con palabras o acciones...- Comento la fémina como prólogo a su historia mientras el sonido de la lluvia cayendo impedía que hubiera un silencio previo a la narración de la doctora.
-Perdí todo lo que yo llamaba hogar antes de convertirme en un torbellino de violencia y frenesí, tengo que admitir que eran tiempos felices y divertidos, aunque no cometí ningún crimen en aquella época, fue años después, cuando me enamore, quise sentar cabeza e hice que mi amado abandonara a su primera esposa por mí... sin embargo perdí al retoño de nuestro amor antes de que pudiéramos disfrutar de ser padres...- La mirada de la mink se dirige a la ventana donde veía caer la lluvia y empezaba a escucharse el sonido de las olas distantes.
-También fue durante la época de lluvias, después de eso él me abandono por otra... paso el tiempo mientras yo estaba aislada del mundo deprimida, pero un día falle en salvar la vida de un niño que podría haber sido mi hijo, volví a visitar el pueblo para convertirme en aprendiz del médico local, te imaginaras que volví a ver regularmente al hombre que me traiciono, tuvo un hijo y se casó nuevamente con otra mujer, era un herrero, la noche antes de partir de aquel lugar que ya me asqueaba tanto.-
La fémina suspiro una vez antes de continuar con su historia. -La noche antes de partir me encontré con él y bueno, te imaginaras lo que paso, lo que no te podrías imaginar es que su mujer nos encontró con las manos en la forja... la... Yo "Mate a esa perra por despecho y llene el cuerpo de aquel hombre con heridas por lo que me había hecho”...- el tono de la mujer no era firme ni sereno, ni serio, era como si estuviera recitando un guion escrito con unas pobres dotes teatrales.
-Pero bueno, en cuanto al resto de mi carrera pirata, pues te imaginaras que entre un wanted de 1 millon y 1 millosn 100 mil no hay mucha diferencia, y entre un pequeño robo o ayudar a la armada revolucionaria tampoco me hacía diferencia, así que progresivamente el precio de mi cabeza aumento hasta el que debes de conocer ¿cuánto es actualmente? llevo un tiempo sin ver los carteles.-
Al parecer aquel hombre de aguda mirada sería alguna clase de mercenario, cosa que volvía más extraña su línea moral. Normalmente los mercenarios hacían cualquier cosa por dinero y no tenían muchos más escrúpulos que los peor piratas con los que la mink se había topado en los años previos a la situación actual. -¿Dije algo gracioso Señor Katsumoto?- Dijo un poco intrigada al ver la sonrisa del humano que se recostaba de forma que se vieran la cara mutuamente para después continuar con una interrogante y una breve explicación de sí mismo.
Los ojos escarlata vieron al hombre como para atravesarlo con la mirada, en búsqueda del miedo en engaño en sus palabras, como un animal viene algo extraño. -A mí solo llámame Laura, y yo no te haré el resumen corto, ya paso suficientes días y semanas sin hablar con nadie regularmente como para andar resumiendo... además, la mejor forma de que la rabia no inunde tu ser es dejarla salir, ya sea con palabras o acciones...- Comento la fémina como prólogo a su historia mientras el sonido de la lluvia cayendo impedía que hubiera un silencio previo a la narración de la doctora.
-Perdí todo lo que yo llamaba hogar antes de convertirme en un torbellino de violencia y frenesí, tengo que admitir que eran tiempos felices y divertidos, aunque no cometí ningún crimen en aquella época, fue años después, cuando me enamore, quise sentar cabeza e hice que mi amado abandonara a su primera esposa por mí... sin embargo perdí al retoño de nuestro amor antes de que pudiéramos disfrutar de ser padres...- La mirada de la mink se dirige a la ventana donde veía caer la lluvia y empezaba a escucharse el sonido de las olas distantes.
-También fue durante la época de lluvias, después de eso él me abandono por otra... paso el tiempo mientras yo estaba aislada del mundo deprimida, pero un día falle en salvar la vida de un niño que podría haber sido mi hijo, volví a visitar el pueblo para convertirme en aprendiz del médico local, te imaginaras que volví a ver regularmente al hombre que me traiciono, tuvo un hijo y se casó nuevamente con otra mujer, era un herrero, la noche antes de partir de aquel lugar que ya me asqueaba tanto.-
La fémina suspiro una vez antes de continuar con su historia. -La noche antes de partir me encontré con él y bueno, te imaginaras lo que paso, lo que no te podrías imaginar es que su mujer nos encontró con las manos en la forja... la... Yo "Mate a esa perra por despecho y llene el cuerpo de aquel hombre con heridas por lo que me había hecho”...- el tono de la mujer no era firme ni sereno, ni serio, era como si estuviera recitando un guion escrito con unas pobres dotes teatrales.
-Pero bueno, en cuanto al resto de mi carrera pirata, pues te imaginaras que entre un wanted de 1 millon y 1 millosn 100 mil no hay mucha diferencia, y entre un pequeño robo o ayudar a la armada revolucionaria tampoco me hacía diferencia, así que progresivamente el precio de mi cabeza aumento hasta el que debes de conocer ¿cuánto es actualmente? llevo un tiempo sin ver los carteles.-
Laura
Hoja de personaje
Nivel:
(25/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 | 3 |
Creado por Zanji Katsumoto Lun Feb 15, 2016 4:48 pm
Las gotas desordenadas caen sin remedio por toda la zona del lugar, componiendo una sincera melodía que acompaña los tristes versos de una historia sin final. La traición marca el punto inicial de una aventura del mismo modo que señala el final, demostrando una vez más que el karma pone en su lugar a todo ser vivo del planeta. Sin embargo esta frase no saldría de la boca del espadachín, pues significaría un enfrentamiento innecesario con la antropomórfica doncella. Y al contrario de lo que podría parecer a simple vista, Zanji llega entender muy fácilmente a la joven; puesto que bajo los soberbios ojos del rōnin aquella mujer sólo ha reclamado su honor al cometer venganza sobre la esposa de su desleal ex-marido.
No obstante el pelinegro se obliga a guardar silencio hasta que la bucanera finalice su penumbrosa biografía, pensando seriamente si de verdad contaría el pasado a una criminal y completa desconocida.
- Tres millones aproximadamente - contesta el guerrero - Y subiendo me imagino - añade amablemente.
Al final termina deduciendo que a lo mejor no es muy buena idea, mas debía hacerlo a modo de pago por la gentileza de la bandida. Pero todavía así el samurái sin maestro procurará ser breve, muy, muy breve.
- Por desgracia mi deshonra no procede de una desdicha ligada a mi directamente - empieza a lanzarse sin miedo el pelinegro de ojos pardos - Si no más bien de una traición e injusticia hacia mi amo y señor -.
Entonces el soldado al servicio del azar rememora todo lo transcurrido meses antes, pues todo se originó en la carta de invitación por parte del emperador. El escrito era uno que recibían los nobles del país para reunirse con el regente en la ciudad sagrada durante tres meses, los cuales básicamente servían para debatir el futuro de la nación además de otros asuntos como los impuestos y el ejercito profesional mixto. No obstante,y como casi siempre, Tokugawa Tsunayoshi jamás deseaba ir. Sin embargo en esta ocasión se requería obligatoriamente la presencia de éste último, ya que tratarían temas bélicos de suma importancia. Por lo que regañadientes el shōgun acudió como manda la tradición, sin escolta y armado.
- Mi maestro se llamaba Tokugawa Tsunayoshi - empieza el rōnin - Y fue asesinado con ordenes del emperador, el cual está bajo la manipulación del demonio... - prosigue cada vez más y más enfadado, viéndose ligeramente enrojecido de furia contenida - ...Takeshi Kozukenosuke -. De inmediato el espadachín toma aire y continúa el relato: - Éste bastardo fingió ser atacado por mi amo y, en consecuencia por ser de la nobleza, atrajo la fatalidad al honor de mi señor, lanzándolo al sepukku para conservar algo de dignidad - concluye momentáneamente el joven antes de sentarse sobre sus piernas.
No obstante el pelinegro se obliga a guardar silencio hasta que la bucanera finalice su penumbrosa biografía, pensando seriamente si de verdad contaría el pasado a una criminal y completa desconocida.
- Tres millones aproximadamente - contesta el guerrero - Y subiendo me imagino - añade amablemente.
Al final termina deduciendo que a lo mejor no es muy buena idea, mas debía hacerlo a modo de pago por la gentileza de la bandida. Pero todavía así el samurái sin maestro procurará ser breve, muy, muy breve.
- Por desgracia mi deshonra no procede de una desdicha ligada a mi directamente - empieza a lanzarse sin miedo el pelinegro de ojos pardos - Si no más bien de una traición e injusticia hacia mi amo y señor -.
Entonces el soldado al servicio del azar rememora todo lo transcurrido meses antes, pues todo se originó en la carta de invitación por parte del emperador. El escrito era uno que recibían los nobles del país para reunirse con el regente en la ciudad sagrada durante tres meses, los cuales básicamente servían para debatir el futuro de la nación además de otros asuntos como los impuestos y el ejercito profesional mixto. No obstante,y como casi siempre, Tokugawa Tsunayoshi jamás deseaba ir. Sin embargo en esta ocasión se requería obligatoriamente la presencia de éste último, ya que tratarían temas bélicos de suma importancia. Por lo que regañadientes el shōgun acudió como manda la tradición, sin escolta y armado.
- Mi maestro se llamaba Tokugawa Tsunayoshi - empieza el rōnin - Y fue asesinado con ordenes del emperador, el cual está bajo la manipulación del demonio... - prosigue cada vez más y más enfadado, viéndose ligeramente enrojecido de furia contenida - ...Takeshi Kozukenosuke -. De inmediato el espadachín toma aire y continúa el relato: - Éste bastardo fingió ser atacado por mi amo y, en consecuencia por ser de la nobleza, atrajo la fatalidad al honor de mi señor, lanzándolo al sepukku para conservar algo de dignidad - concluye momentáneamente el joven antes de sentarse sobre sus piernas.
Zanji Katsumoto
Hoja de personaje
Nivel:
(19/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 |
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