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Creado por Daishi Kurai Vie Feb 19, 2016 11:24 pm
Aquella isla sin duda era muy similar a los lugares a donde gustaba moverse, si, era definitivo, pero una cosa era cierta, si no tenía cuidado, su cabeza rodaría por el suelo ¿no? Esa fue la percepción que poseía desde aquella ventana en la que se encontraba observando el panorama completo. Había rentado una habitación en uno de los mesones que se encontraban en la zona baja de la ciudad, la menos indicada para pasear y deambular, pero la zona perfecta para que él pudiese ocultarse de cualquier tipo de problemas. Lo bueno era que la habitación tenía una vista maravillosa, por ello lo había rentado, era tan predilecta que podía notar varias zonas altas de la parte rica -Sucia aristocracia... continua apacible y descansa pequeño reino... pronto recibirás una visita- aquel muchacho sonrió mientras se alejaba de la ventana.
Salió a la ruidosa calle en esa tarde, el sol continuaba sobre la cabeza de todos, por lo tanto, podría ser que eran tipo 3 de la tarde, quizá un poco más tarde, era el momento propicio para dar un paseo por aquella zona, debía observarla, entenderla, comprenderla y, sobre todo, memorizarla. Aquellas calles serían dentro de poco un lugar propicio para huir, pero de momento sólo caminaba por el lugar. Vestía con un traje de fondo amarillo y saco azul oscuro, unos pantalones azules oscuros de igual forma y zapatos negros, nada de él debía gritar de quien se trataba, y a la vez, su pinta formal le ayudaría a andar entre sus próximas victimas, no había duda, todo aquello era un trajín más y un poco de trabajo extra, pero no podía hacerse nada, si no conocía la zona, podía fracasar en su labor.
Así fue como el joven Kurai andaría por sobre un parque local, bastante tranquilo había que mencionar, parecía ser un lugar propicio para usarlo como ruta de perdida, en caso que le siguieran, poseía variedad de árboles,lo cual lo colocaba como una ruta perfecta para escabullirse en caso de ser necesario, todos esos por menores eran detalles de suma importancia para lo que él deseaba hacer, pero tanto andar generaba un poco de cansancio o aburrimiento, más lo segundo que lo primero, como hora y media andando por la zona aprendiendo del lugar y de su gente, para que el espectáculo iniciara al anochecer. Pero vio un lugar, una de esas bancas largas en los parques donde tomar un descanso, así que decidió hacerlo, después de todo, aun faltaba para que la negrura de la noche abarcara el cielo y ocultase sus actos en el anonimato.
Salió a la ruidosa calle en esa tarde, el sol continuaba sobre la cabeza de todos, por lo tanto, podría ser que eran tipo 3 de la tarde, quizá un poco más tarde, era el momento propicio para dar un paseo por aquella zona, debía observarla, entenderla, comprenderla y, sobre todo, memorizarla. Aquellas calles serían dentro de poco un lugar propicio para huir, pero de momento sólo caminaba por el lugar. Vestía con un traje de fondo amarillo y saco azul oscuro, unos pantalones azules oscuros de igual forma y zapatos negros, nada de él debía gritar de quien se trataba, y a la vez, su pinta formal le ayudaría a andar entre sus próximas victimas, no había duda, todo aquello era un trajín más y un poco de trabajo extra, pero no podía hacerse nada, si no conocía la zona, podía fracasar en su labor.
Así fue como el joven Kurai andaría por sobre un parque local, bastante tranquilo había que mencionar, parecía ser un lugar propicio para usarlo como ruta de perdida, en caso que le siguieran, poseía variedad de árboles,lo cual lo colocaba como una ruta perfecta para escabullirse en caso de ser necesario, todos esos por menores eran detalles de suma importancia para lo que él deseaba hacer, pero tanto andar generaba un poco de cansancio o aburrimiento, más lo segundo que lo primero, como hora y media andando por la zona aprendiendo del lugar y de su gente, para que el espectáculo iniciara al anochecer. Pero vio un lugar, una de esas bancas largas en los parques donde tomar un descanso, así que decidió hacerlo, después de todo, aun faltaba para que la negrura de la noche abarcara el cielo y ocultase sus actos en el anonimato.
Daishi Kurai
Hoja de personaje
Nivel:
(9/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Byakuren Mar Feb 23, 2016 8:46 pm
Reino de Briss, realmente no era uno de los lugares que más llamaran la atención de la ex sacerdotisa, sin embargo era parte del camino que recorrería para conocer el mundo y extender la redención a quienes pudieran aceptarla, se encontraba en la zona más baja de la ciudad, el lugar ideal para encontrarse con lo peor de su gente y por lo mismo con quienes debían de escuchar lo que la joven castaña tenía por decir, después de todo para eso estaba viajando en primer lugar.
El sol deambulaba por el cielo con tranquilidad propia de los astros que bendicen e ilumina el mundo sin juzgar a ninguno de sus habitantes y otorgando de si para todos los que caminan en la tierra, permitiéndoles ver el camino que deambulan y los que se abren ante ellos.
La castaña no disponía de grandes recursos así que había optado por vender algunos ungüentos relajantes y algunas yerbas recolectadas durante su viaje entre medio de sus discursos y actos de caridad, desde la mañana que había estado haciendo lo mismo sus pies dolían un poco pero su sonrisa brillaba acompañada de algunas gotas de sudor que recorrían su frente, el cansancio del cuerpo no era nada al enfrentarse al regocijo espiritual que representaba para la joven saber que estaba haciendo lo correcto y que había podido extender su mano a tantas personas aquel día.
Para tomarse un descanso a la hora de la merienda la joven regreso a una plaza que ya había utilizado como punto de referencia en repetidas ocasiones los largos bancos estaban ocupados por parejas, personas solitarias y gente sonriente, distintos lugares y personas pero ningún asiento vacío, por lo que se dirigió al banco donde un jovencito trajeado y de individuales características descansaba.
-Buenas tardes, espero no molestarle.- Dijo con una dulce sonrisa mientras se sentaba dejando un espacio entre ella y su compañero de lugar antes de dejar a un lado su material médico y sacar una pequeña caja de almuerzo, en el interior había algunos sándwiches de principalmente con lechuga, tomate, que so y huevo, alguno que otro tenía también algo de carne, pero antes de empezar a comer la fémina junto sus manos agradeciendo por los alimentos y tomo la caja entre sus manos, ofreciendo su contenido al desconocido, aunque no fuera una mesa compartían asiento. -¿Desea comer conmigo?- Ofreció con la misma dulce sonrisa que había decorado su rostro hasta aquel momento.
El sol deambulaba por el cielo con tranquilidad propia de los astros que bendicen e ilumina el mundo sin juzgar a ninguno de sus habitantes y otorgando de si para todos los que caminan en la tierra, permitiéndoles ver el camino que deambulan y los que se abren ante ellos.
La castaña no disponía de grandes recursos así que había optado por vender algunos ungüentos relajantes y algunas yerbas recolectadas durante su viaje entre medio de sus discursos y actos de caridad, desde la mañana que había estado haciendo lo mismo sus pies dolían un poco pero su sonrisa brillaba acompañada de algunas gotas de sudor que recorrían su frente, el cansancio del cuerpo no era nada al enfrentarse al regocijo espiritual que representaba para la joven saber que estaba haciendo lo correcto y que había podido extender su mano a tantas personas aquel día.
Para tomarse un descanso a la hora de la merienda la joven regreso a una plaza que ya había utilizado como punto de referencia en repetidas ocasiones los largos bancos estaban ocupados por parejas, personas solitarias y gente sonriente, distintos lugares y personas pero ningún asiento vacío, por lo que se dirigió al banco donde un jovencito trajeado y de individuales características descansaba.
-Buenas tardes, espero no molestarle.- Dijo con una dulce sonrisa mientras se sentaba dejando un espacio entre ella y su compañero de lugar antes de dejar a un lado su material médico y sacar una pequeña caja de almuerzo, en el interior había algunos sándwiches de principalmente con lechuga, tomate, que so y huevo, alguno que otro tenía también algo de carne, pero antes de empezar a comer la fémina junto sus manos agradeciendo por los alimentos y tomo la caja entre sus manos, ofreciendo su contenido al desconocido, aunque no fuera una mesa compartían asiento. -¿Desea comer conmigo?- Ofreció con la misma dulce sonrisa que había decorado su rostro hasta aquel momento.
Byakuren
Hoja de personaje
Nivel:
(25/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Daishi Kurai Lun Feb 29, 2016 12:50 am
Estar un momento descansando era una excelente idea, sobre todo por la caminata que había estado haciendo en las zonas aledañas para buscar, como se suele decir, la información y los caminos perfectos para un escape, no estaba de más tener siempre un as bajo la manga, después de todo, el as siempre ha sido la carta más fuerte de los naipes, y el poseer una bajo la manga era, sin lugar a dudas, uno de los mejores trucos que existían en los naipes, pero eran cosas que se pensarían al momento de realizar tal valerosa acción, claro, no era un robin hood ni nada similar, robaba para si mismo al fin y al cabo.
En ese momento, una damisela llegó justo donde se encontraba el azabache y tomó asiento a su lado, claro, saludando y siendo muy amable, aquello rompió en la concentración del joven que al momento giró su vista para notar a tan bella dama -Buenas tardes señorita, tome asiento, será un placer compartir esta banca con usted- mencionó cual caballero en lo que se hacía a un lado, no siempre una señorita tan hermosa decidía sentarse a su lado en primer lugar, es más, en sus búsquedas no solía sentarse, pero ahora así fue, cosa muy buena.
Pero claro, eso no se comparaba a lo que a continuación sucedería, ella le ofreció comida, claro, aquel acto de amabilidad le dejó un tanto confundido, si bien nunca le faltó nada, los actos "amables" fueron siempre más por un beneficio o una obligación, pero que alguien desconocido llegase a ofrecerle de su comida era algo... extraño para él. Sonrió en aquel momento -¿No es ningún problema? Es su comida después de todo- si, no podía negar que aquello seguía pareciendo extraño, tampoco es que quería ser descortés y negarse a aquella amable proposición, pero no dejaba de ser muy extraño tal situación.
-Bueno, ya que ha nacido de su amabilidad, creo que puedo aceptar con gusto. Por cierto, mi nombre es Daishi Kurai y soy un mago viajero, busco sorprender con mis trucos para entretener a los que triste corazón- mentira a medias, verdad a medias. No es que no fuera un mago, sin duda lo era, y tampoco es que no se dedicase a mostrar su magia a pobres almas llenas de pesar... pero no era su fin real, ni su objetivo a corto plazo, simplemente, una pequeña distracción... ladrón, ladrón... esa era su naturaleza.
En ese momento, una damisela llegó justo donde se encontraba el azabache y tomó asiento a su lado, claro, saludando y siendo muy amable, aquello rompió en la concentración del joven que al momento giró su vista para notar a tan bella dama -Buenas tardes señorita, tome asiento, será un placer compartir esta banca con usted- mencionó cual caballero en lo que se hacía a un lado, no siempre una señorita tan hermosa decidía sentarse a su lado en primer lugar, es más, en sus búsquedas no solía sentarse, pero ahora así fue, cosa muy buena.
Pero claro, eso no se comparaba a lo que a continuación sucedería, ella le ofreció comida, claro, aquel acto de amabilidad le dejó un tanto confundido, si bien nunca le faltó nada, los actos "amables" fueron siempre más por un beneficio o una obligación, pero que alguien desconocido llegase a ofrecerle de su comida era algo... extraño para él. Sonrió en aquel momento -¿No es ningún problema? Es su comida después de todo- si, no podía negar que aquello seguía pareciendo extraño, tampoco es que quería ser descortés y negarse a aquella amable proposición, pero no dejaba de ser muy extraño tal situación.
-Bueno, ya que ha nacido de su amabilidad, creo que puedo aceptar con gusto. Por cierto, mi nombre es Daishi Kurai y soy un mago viajero, busco sorprender con mis trucos para entretener a los que triste corazón- mentira a medias, verdad a medias. No es que no fuera un mago, sin duda lo era, y tampoco es que no se dedicase a mostrar su magia a pobres almas llenas de pesar... pero no era su fin real, ni su objetivo a corto plazo, simplemente, una pequeña distracción... ladrón, ladrón... esa era su naturaleza.
Daishi Kurai
Hoja de personaje
Nivel:
(9/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Byakuren Miér Mar 09, 2016 10:35 pm
El tono de voz con el cual aquel joven de cabellos oscuros había respondido a la viajera era en extremo cordial y refinado, sin lugar a dudas debía de tratarse de alguien que sabía cómo hacer sentir bien a sus interlocutores mientras conversaban, además de ser poseedor de un porte agradable que quiérase que no, favorecía la forma en que una persona recibiría las palabras provenientes de aquel individuo.
Aquel muchacho se mostró un poco tímido primero preguntando si realmente estaba bien que la fémina de castaña cabellera compartiera su comida antes de aceptar el alimento ofrecido y presentarse a sí mismo. -Un gusto conocerle señor Kurai, yo soy Hizir Byakuren, pero puede llamarme como le resulte más cómodo.- La dama de ojos pardos tomo uno de los sándwiches que tenía en su canastita y empezó a comer ella también.
-¿Un mago que muestra sus trucos a los de triste corazón?, suena como algo realmente interesante y muy noble a su vez, yo estoy en medio de un viaje para conocer este mundo y ayudar a aquellas personas que todavía no han podido encontrar la redención de sus pecados, también soy doctora así que paso mucho tiempo atendiendo gente que lo necesita.- La inocente voz Byakuren delataba su falta de conocimiento del mundo a pesar de pasar tiempo hablando con distintos convictos.
Comía con tranquilidad y sin prisa alguna mientras disfrutaba tanto de la compañía del caballero a su lado como de la brisa que recorría el lugar, del movimiento de las personas y los sonidos de la calle como si cada uno fuera una pequeña obra de arte -¿Qué lo ha llevado a dedicarse a una causa tan noble como apaciguar los maltrechos corazones de los hombres y mujeres que lo necesitan mediante su magia?-
Desde el punto de vista de la sacerdotisa aquel muchacho era un camarada que seguía un camino similar al propio y escuchar su historia le resultaría realmente inspirador y aún si no fuera una historia conmovedora o alegre podría satisfacer el deseo de la muchacha de dar oído a una voz que tenía una historia que contar ya que como cualquier viajero, ambos jóvenes muchas veces estarían solos por mucho tiempo.
Aquel muchacho se mostró un poco tímido primero preguntando si realmente estaba bien que la fémina de castaña cabellera compartiera su comida antes de aceptar el alimento ofrecido y presentarse a sí mismo. -Un gusto conocerle señor Kurai, yo soy Hizir Byakuren, pero puede llamarme como le resulte más cómodo.- La dama de ojos pardos tomo uno de los sándwiches que tenía en su canastita y empezó a comer ella también.
-¿Un mago que muestra sus trucos a los de triste corazón?, suena como algo realmente interesante y muy noble a su vez, yo estoy en medio de un viaje para conocer este mundo y ayudar a aquellas personas que todavía no han podido encontrar la redención de sus pecados, también soy doctora así que paso mucho tiempo atendiendo gente que lo necesita.- La inocente voz Byakuren delataba su falta de conocimiento del mundo a pesar de pasar tiempo hablando con distintos convictos.
Comía con tranquilidad y sin prisa alguna mientras disfrutaba tanto de la compañía del caballero a su lado como de la brisa que recorría el lugar, del movimiento de las personas y los sonidos de la calle como si cada uno fuera una pequeña obra de arte -¿Qué lo ha llevado a dedicarse a una causa tan noble como apaciguar los maltrechos corazones de los hombres y mujeres que lo necesitan mediante su magia?-
Desde el punto de vista de la sacerdotisa aquel muchacho era un camarada que seguía un camino similar al propio y escuchar su historia le resultaría realmente inspirador y aún si no fuera una historia conmovedora o alegre podría satisfacer el deseo de la muchacha de dar oído a una voz que tenía una historia que contar ya que como cualquier viajero, ambos jóvenes muchas veces estarían solos por mucho tiempo.
- Off:
- Perdón, no vi que habías respondido, lamento mucho la demora.
Byakuren
Hoja de personaje
Nivel:
(25/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Daishi Kurai Lun Mar 14, 2016 1:01 am
Y las presentaciones se dieron finalmente, mientras el nombre del ladrón sin su traje se daba, ella ahora correspondía con el propio -Es un placer señorita Byakuren- y todo parecía que iba en un buen curso al fin, tras salir de su hogar y plantearse en convertirse en aquel ladrón, pero sin traje se convertía en un "simple mago" que daba risas a los corazones acongojados ¿No? Bueno, la verdad era lejana y cercana a la vez, pero a nadie le importaba un hombre que sólo vagaba por las calles, hacía uno que otro truco y luego no se volvía a saber nada de él. Entonces la razón de vida y viaje le fue entregada por la señorita, así que un viaje espiritual ¿no? o al menos a eso le sonaba mientras probaba aquella delicia que compartían, si, no sabía si la comida tenía una preparación especial que la hacía muy deliciosa, o era el hecho de que era algo compartido.
Pero ahora el nuevo tema estaba ya en la mesa, decir aquello le llevaba al mago a pensar un poco -¿Conocer el mundo? Vaya, ese viaje si es muy grande si me lo pregunta, además ¿redención? No es eso un trabajo muy pesado para una persona... ¿Médica? ¡Oh! Es como una combinación perfecta, sana el alma y el cuerpo a la vez... si, suena muy interesante- vamos, ¿acaso no lo era? Al mago le parecía de momento muy llamativo, bueno... ella le era llamativa, mucho en ella, su figura, su cabello de curioso color, sus bellos ojos y esa voz suave e inocente, si, todo le llamaba la atención en ella.
Pero de nuevo un cambio ligero en el tema... o más bien, la pregunta obvia, la que podía haber esperado tarde o temprano, detuvo el bocado que iba a dar a la comida y, poseyendo sus ojos ocultos por el cabello, viendo al suelo, sonrió levemente -Hay preguntas que no poseen una respuesta correcta... ni tampoco totalmente precisa. No sé si realmente apacigua algo en ellos... pero hay niños que sonríen y escapan de la realidad que viven... eso basta ¿no?- respondió a aquella pregunta mientras llevó su diestra justo delante del rostro de la dama de largos cabellos, y tras un chasquido una flor hizo su aparición -Esta es mi magia... simple. Me parece que su travesía dará más beneficio a quienes se encuentren con usted, que lo que mi magia pueda llegar a hacer- agregó el ladrón ¿Mentía? Cada palabra que saliera de sus labios tenían la misma probabilidad de ser mentiras o verdades, no había nada que garantizara una respuesta, pero bien se dice que aun en las mentiras, hay un poco de verdad.
Pero ahora el nuevo tema estaba ya en la mesa, decir aquello le llevaba al mago a pensar un poco -¿Conocer el mundo? Vaya, ese viaje si es muy grande si me lo pregunta, además ¿redención? No es eso un trabajo muy pesado para una persona... ¿Médica? ¡Oh! Es como una combinación perfecta, sana el alma y el cuerpo a la vez... si, suena muy interesante- vamos, ¿acaso no lo era? Al mago le parecía de momento muy llamativo, bueno... ella le era llamativa, mucho en ella, su figura, su cabello de curioso color, sus bellos ojos y esa voz suave e inocente, si, todo le llamaba la atención en ella.
Pero de nuevo un cambio ligero en el tema... o más bien, la pregunta obvia, la que podía haber esperado tarde o temprano, detuvo el bocado que iba a dar a la comida y, poseyendo sus ojos ocultos por el cabello, viendo al suelo, sonrió levemente -Hay preguntas que no poseen una respuesta correcta... ni tampoco totalmente precisa. No sé si realmente apacigua algo en ellos... pero hay niños que sonríen y escapan de la realidad que viven... eso basta ¿no?- respondió a aquella pregunta mientras llevó su diestra justo delante del rostro de la dama de largos cabellos, y tras un chasquido una flor hizo su aparición -Esta es mi magia... simple. Me parece que su travesía dará más beneficio a quienes se encuentren con usted, que lo que mi magia pueda llegar a hacer- agregó el ladrón ¿Mentía? Cada palabra que saliera de sus labios tenían la misma probabilidad de ser mentiras o verdades, no había nada que garantizara una respuesta, pero bien se dice que aun en las mentiras, hay un poco de verdad.
Daishi Kurai
Hoja de personaje
Nivel:
(9/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Byakuren Lun Mar 14, 2016 3:45 pm
La última afirmación del galante masculino sorprendió y preocupo a la sacerdotisa que dejo a un lado lo que quedaba de su sándwich y tomo con ambas manos una de las del masculino -Por favor Daishi no diga esas cosas, no menosprecie el peso de tus acciones ni el poder de tu magia, buen hombre que obra cambia el mundo sin importar cuan pequeña crea que sea su acción, la sonrisa de un niño da a sus padres el espíritu para afrontar días aciagos, una carcajada en el momento adecuado hace que las parejas no se dividan por pequeñeces que podrían haber roto sus corazones y ennegrecido sus destinos, todos en el mundo podemos traer bien a él si esa es nuestra intención.- Dijo con una mirada llena de fe y determinación, dirigida a los ojos de su interlocutor para convencerlo y transmitirle aquel pensamiento.
Tras un momento así lo libero y volvió a tomar lo que quedaba de su sándwich mirando al frente -Perdones usted si fui muy atrevida al decir todo eso de aquella forma, pero es así como soy.- Dijo terminando su sándwich antes de volver a sonreír al mago -Me gustaría que usted pudiera enorgullecerse más de lo que hace y no pude evitar emocionarme al decirlo.-
La fémina tomo un nuevo sándwich y empezó a comer, dejando otros tres en la pequeña cajita a disposición del masculino. -Sobre lo que dijo antes, de que la redención puede ser mucho trabajo para una persona, tal vez así lo sea, pero si hay gente que como usted dice puede sanar el cuerpo y el alma de la gente, lo mínimo que puedo hacer es intentar llevar este deseo al resto del mundo, a todas las personas que lo necesiten y con las cuales pueda llegar.- Los ojos de la jovencita miraban a un futuro distante y un lugar tan lejano que ella misma no podría saber dónde era que se dirigía su mirada.
-No sé si seré la persona adecuada para hacer lo que pretendo, pero soy una persona que intentará hacerlo y que si mis actos no llevan a la paz o a un mundo mejor, que inspiren a las personas apropiadas para que puedan tomar ese camino y lograr lo que me fue imposible sería suficiente para mí- Sonrió una vez más llena de la calidez propia de aquellas personas que no tienen nada que temer ni de lo cual preocuparse pues confían plenamente en lo que dicen y hacen de una forma que muchas veces es tan inspirador como preocupante para quien escucha.
Tras un momento así lo libero y volvió a tomar lo que quedaba de su sándwich mirando al frente -Perdones usted si fui muy atrevida al decir todo eso de aquella forma, pero es así como soy.- Dijo terminando su sándwich antes de volver a sonreír al mago -Me gustaría que usted pudiera enorgullecerse más de lo que hace y no pude evitar emocionarme al decirlo.-
La fémina tomo un nuevo sándwich y empezó a comer, dejando otros tres en la pequeña cajita a disposición del masculino. -Sobre lo que dijo antes, de que la redención puede ser mucho trabajo para una persona, tal vez así lo sea, pero si hay gente que como usted dice puede sanar el cuerpo y el alma de la gente, lo mínimo que puedo hacer es intentar llevar este deseo al resto del mundo, a todas las personas que lo necesiten y con las cuales pueda llegar.- Los ojos de la jovencita miraban a un futuro distante y un lugar tan lejano que ella misma no podría saber dónde era que se dirigía su mirada.
-No sé si seré la persona adecuada para hacer lo que pretendo, pero soy una persona que intentará hacerlo y que si mis actos no llevan a la paz o a un mundo mejor, que inspiren a las personas apropiadas para que puedan tomar ese camino y lograr lo que me fue imposible sería suficiente para mí- Sonrió una vez más llena de la calidez propia de aquellas personas que no tienen nada que temer ni de lo cual preocuparse pues confían plenamente en lo que dicen y hacen de una forma que muchas veces es tan inspirador como preocupante para quien escucha.
Byakuren
Hoja de personaje
Nivel:
(25/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Daishi Kurai Jue Mar 17, 2016 2:29 am
Aquel mago aun disfrutaba del sandwish cuando, ¡sorpresa! una de sus manos fue tomada por la joven, cosa que no esperaba, como ya muchas cosas que habían sucedido, y finalmente le vio para soltar palabras, unas palabras llenas de fé en él, que tuvo la intención de bajar la mirada, no era así, sus palabras parecían cálidas, pero él era un ladrón, robaba y escapaba, era la misión, el objetivo, ¿libertad? ¿sonrisas? ¿existía aquello en su agenda? Sin dudarlo podía decir que no, era falso, como él, era falso también. Pero aquella chica confió ciegamente en las palabras de un mago y ahora creía que era un hombre de bien... dolía en el corazón del pobre pues, si, tenía corazón, era humano después de todo.
Finalizó sus palabras para continuar con la comida y disculparse por su atrevimiento, negó con su cabeza -No hay nada de lo que se deba avergonzar, ni disculpar mucho menos, con sus palabras he podido ver la calidez de su corazón y con esta comida veo su amabilidad- y ahora el joven buscaba alentarla, así como ella trató de hacerlo con su pobre magia, no muy realista al final, ni muy falsa tampoco, mago hoy, mago siempre. Ahora hablaba de su misión, y nuevamente, un mensaje lleno de inspiración y de su misma alma, era de pensar si realmente era una chica llena de fé y esperanza en la humanidad, o su inocencia le cegaba para ver la realidad, una realidad muy cruda.
-Si desea cumplir su misión... ¡Aléjese de los que posean cifras sobre sus cabezas! Son peligrosos e inmorales, pueden hacerle daño. Tampoco se fíe de los de uniforme, muchos de ellos son ciegos o avaros, cuidado con los que cazan hombres, porque el dinero los mueve... no se embarque nunca con ellos... pueden hacerle daño, y es algo que no toleraría saber- buscó advertirle, quizá sus palabras tendrían peso en ella, pero mientras lo dijo no pudo, simplemente no pudo mantener su mirada a los ojos de ella.
La noche se asomaría pronto, ya había visto lo que necesitaba ver de la ruta de escape, pero en medio de la misma se encontraba un alma caritativa y cálida, si usaba la ruta, ella podría salir herida por los idiotas de uniforme que pudiesen seguirlo en un escape, pero no podía cambiar el día del trabajo, ya había hecho todos los preparativos, y si no lo hacía, entonces debía tener un plan B, porque dormir en el mismo lugar una noche más podía ser una mala idea.
Entonces ¿qué debía hacer el mago? Simple, hacer que Byakuren fuese a su casa a dormir y que no apareciese por la noche -¿Vive en esta isla? ... o ¿ya es parte de su travesía?- esperaba no fuese una trotamundos que durmiese a la intemperie, no lo parecía, hasta se podría decir que era una dama de clase alta con esa belleza -Debe tener cuidado a que se haga muy oscuro... dicen que los hombres se vuelven seres peligrosos por las noches, que vuelven a sus instintos y a veces lastiman damas que andan solas bajo la luna- un poco de preocupación y, vamos... inició todo porque era hermosa, pero ahora aquel mago no podría buscar conquistarla, habían dos inmensas razones para no intentarlo... vaya fortuna, valía la pena su compañía, pero no se atrevería a causarle daño alguno.
Finalizó sus palabras para continuar con la comida y disculparse por su atrevimiento, negó con su cabeza -No hay nada de lo que se deba avergonzar, ni disculpar mucho menos, con sus palabras he podido ver la calidez de su corazón y con esta comida veo su amabilidad- y ahora el joven buscaba alentarla, así como ella trató de hacerlo con su pobre magia, no muy realista al final, ni muy falsa tampoco, mago hoy, mago siempre. Ahora hablaba de su misión, y nuevamente, un mensaje lleno de inspiración y de su misma alma, era de pensar si realmente era una chica llena de fé y esperanza en la humanidad, o su inocencia le cegaba para ver la realidad, una realidad muy cruda.
-Si desea cumplir su misión... ¡Aléjese de los que posean cifras sobre sus cabezas! Son peligrosos e inmorales, pueden hacerle daño. Tampoco se fíe de los de uniforme, muchos de ellos son ciegos o avaros, cuidado con los que cazan hombres, porque el dinero los mueve... no se embarque nunca con ellos... pueden hacerle daño, y es algo que no toleraría saber- buscó advertirle, quizá sus palabras tendrían peso en ella, pero mientras lo dijo no pudo, simplemente no pudo mantener su mirada a los ojos de ella.
La noche se asomaría pronto, ya había visto lo que necesitaba ver de la ruta de escape, pero en medio de la misma se encontraba un alma caritativa y cálida, si usaba la ruta, ella podría salir herida por los idiotas de uniforme que pudiesen seguirlo en un escape, pero no podía cambiar el día del trabajo, ya había hecho todos los preparativos, y si no lo hacía, entonces debía tener un plan B, porque dormir en el mismo lugar una noche más podía ser una mala idea.
Entonces ¿qué debía hacer el mago? Simple, hacer que Byakuren fuese a su casa a dormir y que no apareciese por la noche -¿Vive en esta isla? ... o ¿ya es parte de su travesía?- esperaba no fuese una trotamundos que durmiese a la intemperie, no lo parecía, hasta se podría decir que era una dama de clase alta con esa belleza -Debe tener cuidado a que se haga muy oscuro... dicen que los hombres se vuelven seres peligrosos por las noches, que vuelven a sus instintos y a veces lastiman damas que andan solas bajo la luna- un poco de preocupación y, vamos... inició todo porque era hermosa, pero ahora aquel mago no podría buscar conquistarla, habían dos inmensas razones para no intentarlo... vaya fortuna, valía la pena su compañía, pero no se atrevería a causarle daño alguno.
Daishi Kurai
Hoja de personaje
Nivel:
(9/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Byakuren Lun Mar 21, 2016 10:14 am
Una vez más aquel caballeroso hombre mostraba su preocupación por la castaña, su amabilidad hacia sonreír a está, que prestaba atención a todo lo que decía, asintiendo con la cabeza ante sus palabras como un niño que está atento a una explicación, no pudo evitar sonreírse un poco de más ante la última afirmación del muchacho puesto que ella si bien llevaba poco tiempo en su viaje ya conopial ser humano junto a su dualidad de bien y mal, o eso era lo que ella creía en su feliz ignorancia de lo que podía llegar a pasarle. -Muchas gracias por toda la preocupación que me dedicas Daishi- la joven había dejado un poco de lado las formalidades por la confianza que le inspiraba aquel muchacho de elegante porte.
-Esta es solo una parada en mi viaje, no me quedaré demasiado, mi objetivo es recorrer primer todas las islas de los blues y después si consigo alguien que me lleve, ir rumbo a la Grand Line donde más falta puede llegar a hacer la palabra del camino a la redención.- Comento las intenciones de dirigirse a un lugar tan peligroso que sería pesadilla de cientos de hombre y mujeres por todo lo largo y ancho del mundo, un lugar el cual era de público conocimiento que no alojaba de buena manera la paz.
-Pero tampoco tentaré al destino deambulando por las calles demasiado por la noche... por cierto sobre lo que dijo antes, me temo que no podré hacer todo el caso que sería apropiado a sus múltiples advertencias.- Dijo mientras inclinaba la cabeza como una disculpa por ignorar algo tan valioso como una advertencia dada con preocupación nacida del corazón de un hombre
-Pero como usted lo menciona, los hombres con cifras en sus cabezas son quienes pueden más merecer la redención, muchos crímenes menores son penados en exceso por abusos de autoridad, muchos héroes pierden su camino y es el deber de quien pueda ayudarlos a redimirse, peligrosos e inmorales hay muchos sin lugar a dudas pero mi deber me impide ignorar a los que al escuchar puedan hacer que su camino se vuelva aunque sea un poco mejor tanto para ellos como para este mundo que tanto los necesita, aquel que caza a un hombre por dinero a caído ante la avaricia o la violencia, les temo he de admitir pero también son los que es fácil acercarse para escuchar sus razones y dirigirlos nuevamente a un buen camino.-
Como de costumbre en su discurso hablaba con esperanza, aunque estaba claro esta vez a diferencia de antes, de que no era una fe ciega, sabía que fallaría con muchos y que se estaba arriesgando por unos pocos, pero en aquellos ojos grises era más que visible la determinación de seguir adelante con lo que creía correcto.
-Esta es solo una parada en mi viaje, no me quedaré demasiado, mi objetivo es recorrer primer todas las islas de los blues y después si consigo alguien que me lleve, ir rumbo a la Grand Line donde más falta puede llegar a hacer la palabra del camino a la redención.- Comento las intenciones de dirigirse a un lugar tan peligroso que sería pesadilla de cientos de hombre y mujeres por todo lo largo y ancho del mundo, un lugar el cual era de público conocimiento que no alojaba de buena manera la paz.
-Pero tampoco tentaré al destino deambulando por las calles demasiado por la noche... por cierto sobre lo que dijo antes, me temo que no podré hacer todo el caso que sería apropiado a sus múltiples advertencias.- Dijo mientras inclinaba la cabeza como una disculpa por ignorar algo tan valioso como una advertencia dada con preocupación nacida del corazón de un hombre
-Pero como usted lo menciona, los hombres con cifras en sus cabezas son quienes pueden más merecer la redención, muchos crímenes menores son penados en exceso por abusos de autoridad, muchos héroes pierden su camino y es el deber de quien pueda ayudarlos a redimirse, peligrosos e inmorales hay muchos sin lugar a dudas pero mi deber me impide ignorar a los que al escuchar puedan hacer que su camino se vuelva aunque sea un poco mejor tanto para ellos como para este mundo que tanto los necesita, aquel que caza a un hombre por dinero a caído ante la avaricia o la violencia, les temo he de admitir pero también son los que es fácil acercarse para escuchar sus razones y dirigirlos nuevamente a un buen camino.-
Como de costumbre en su discurso hablaba con esperanza, aunque estaba claro esta vez a diferencia de antes, de que no era una fe ciega, sabía que fallaría con muchos y que se estaba arriesgando por unos pocos, pero en aquellos ojos grises era más que visible la determinación de seguir adelante con lo que creía correcto.
Byakuren
Hoja de personaje
Nivel:
(25/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Daishi Kurai Vie Abr 08, 2016 5:13 am
Era imposible, no podía evitar el sonrojarse delante de la castaña, vamos... ¡Era imposible! Con sus gestos, sus palabras, irradiaba ese algo, sin embargo, era peligroso, ella misma era un peligro para sí, pero algo le indicaba que no podía decir más, esperó a escuchar lo que decía, todo, cada una de las palabras que ella pudo mencionarle, no interrumpió en ningún momento escuchando atento, mientras veía de reojo el mismo parque, se suponía tenía una misión, un objetivo, no podía simplemente cambiarlo. Las palabras seguían brotando en tinta púrpura, y hasta que hubo silencio, un silencio fresco.
-Entiendo...- rompió el silencio -Sabes el peligro del camino que has escogido, y aun así, has decidido continuarlo. Conoces los peligros de este mundo, y aun así, has decidido enfrentarlos... vaya, no creí que hoy nacería una conversación así... nunca pude haberlo imaginado- dio a conocer a la castaña su entender, la forma en que ella le mostró a verle, aunque ahora mientras hablaban veía a la nada, era alguien sorprendente, no podía negarlo -Insistiré en que los hombres con números sobre su cabeza son sumamente peligrosos para la misión que emprendes... pero no puedo romper tu decisión con simples palabras- asombrado, su voz y su cuerpo implícitamente expresaban la realidad de sus deseos.
Suspiró y le observó, entonces cerró su puño izquierdo delante de ella mientras el derecho estaba abierto y cubría sobre el pulgar de la zurda. Le miró por un segundo y poco a poco fue deslizando la diestra sobre su puño hasta adoptar la posición cuando se sostiene algo con la diestra, algo de cuerpo largo y delgado. Tenía una preciosa rosa en un extraño tono púrpura ¿De donde había salido? Bueno... era magia, no tenía sentido explicar como lo hacía, después de todo, era parte de las reglas no escritas de la magia, un mago nunca revela sus trucos -Para ti... eres única, como esta flor, sólo se te debe echar agua y un poco de sol y florecerás correctamente- le mencionó tras guiñarle un ojo.
Una vez entregada la rosa, se puso de pie, las penumbras pronto se harían con los alrededores, y sería el momento de partir, pero iba a esperar un poco, sólo un poco más y tras ello, se retiraría al lugar donde había indicado comenzaría su juego.
-Entiendo...- rompió el silencio -Sabes el peligro del camino que has escogido, y aun así, has decidido continuarlo. Conoces los peligros de este mundo, y aun así, has decidido enfrentarlos... vaya, no creí que hoy nacería una conversación así... nunca pude haberlo imaginado- dio a conocer a la castaña su entender, la forma en que ella le mostró a verle, aunque ahora mientras hablaban veía a la nada, era alguien sorprendente, no podía negarlo -Insistiré en que los hombres con números sobre su cabeza son sumamente peligrosos para la misión que emprendes... pero no puedo romper tu decisión con simples palabras- asombrado, su voz y su cuerpo implícitamente expresaban la realidad de sus deseos.
Suspiró y le observó, entonces cerró su puño izquierdo delante de ella mientras el derecho estaba abierto y cubría sobre el pulgar de la zurda. Le miró por un segundo y poco a poco fue deslizando la diestra sobre su puño hasta adoptar la posición cuando se sostiene algo con la diestra, algo de cuerpo largo y delgado. Tenía una preciosa rosa en un extraño tono púrpura ¿De donde había salido? Bueno... era magia, no tenía sentido explicar como lo hacía, después de todo, era parte de las reglas no escritas de la magia, un mago nunca revela sus trucos -Para ti... eres única, como esta flor, sólo se te debe echar agua y un poco de sol y florecerás correctamente- le mencionó tras guiñarle un ojo.
Una vez entregada la rosa, se puso de pie, las penumbras pronto se harían con los alrededores, y sería el momento de partir, pero iba a esperar un poco, sólo un poco más y tras ello, se retiraría al lugar donde había indicado comenzaría su juego.
- off:
- He decidido cambiar el color de la letra para que sea mucho más fácil el diferenciar el diálogo de entre la narrativa.
Daishi Kurai
Hoja de personaje
Nivel:
(9/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Byakuren Vie Abr 08, 2016 4:23 pm
- Ost:
Aquel galante caballero era realmente una persona muy agradable para la fémina, esa noche daría gracias a los dioses por permitir un encuentro casual tan agradable y motivador como el que había tenido con ese muchacho quien dulcemente hiciera una demostración de aquella magia que había mencionado para entregar una flor de un color peculiar, una rosa de un color tan peculiar como las personas cuyas manos cambiaban la posesión de dicha flor.
Un rubor entinto las mejillas de la doncella que sonreía con ojos abiertos, en una expresión de felicidad y gratitud -Muchas gracias por tus amables palabras y dulces acciones Daishi- respondió al gesto caballeroso del masculino mientras tomaba aquella flor con una delicadeza proporcional a que esta fuera de cristal.
-También gracias por aceptar mi necia determinación, espero que en el futuro nuestros caminos se crucen reiteradas veces, siempre con anécdotas y sonrisas en nuestro rostro para hablar y perpetuar este lazo que se ha formado entre nosotros.- Dijo con vos suave como el susurro del viento pero audible y claro, no hablaba bajo por timidez sino por la paz que anidaba en su interior.
Tomo la flor y con una delicadeza idéntica a la anterior y la guardo para llevársela, tomo sus cosas y se levanto al igual que había hecho con anterioridad el galante interlocutor -Ya está oscureciendo, así que iré a comprar algunas cosas antes de que terminen de cerrar los últimos lugares abiertos.- Los orbes grisáceos dirigieron su mirada al cielo enrojecido por el movimiento del sol que se retiraba para ser reemplazado por el manto nocturno de estrellas que esperaba su turno de actuar.
Volvió a dirigir su mirada a Daishi y extendió su mano derecha para saludarle mientras sostenía sus posesiones con la zurda -Me retiro con la sonrisa que este formidable mago ha dibujado en mi rostro, así como en esta noche no habrá nubes en el cielo espero que en tu corazón el cielo sea despejado para este largo viaje por el camino que has decidido recorrer- Dejando de postergar la separación de aquellos caminos cruzados la jovencita se despidió definitivamente por última vez, dejando de prolongar aquel casual encuentro.
Byakuren
Hoja de personaje
Nivel:
(25/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
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