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Creado por Elise Shigure Dom Feb 21, 2016 12:31 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Reencontrarse con alguien era una tarea arduamente compleja y aun mas cuando lo único que se tenia era una misera nota arrugada y prácticamente destruida entre manos, sin contar con todo ello habían pasado años desde la ultima vez que Arlene había pisado su isla natal y con ello la ultima vez que había trabajado en el Mermaid Café donde había tenido uno de los accidentes mas torpes de su vida -Debería de rendirme- Suspiro de manera larga y tendida mientras volvía a desdoblar aquella nota escrita por la peliazul. No podía ser tan difícil encontrar a una Ningyo entre los marines, a fin de cuentas eran los únicos seres con una apariencia mitad marina entre los humanos y por si fuera poco algunos eran temidos, como Arlene, o amados por su apariencia. La rápida deducción a la que había llegado la fémina era que aquella mujer era alguien de cargo importante, que debía de encontrarse en alguna base ya lejana a la de un mar cardinal como aquel y por ello mismo se sentía terriblemente mal con respecto a lo tarde que había entrado a la marina.
No perdió las esperanzas y antes de irse le pregunto a un par de marines sobre una mujer de pelo azul y apellido Dupont, una supuesta marine que vaya a saberse incluso si seguía estando bajo las ordenes del gran órgano de azul y blanco que protegía todo el largo de los mares. Claramente lo mas difícil de ello era que los reclutas pararan a escuchar a un gigante de casi tres metros que intentaba hablarles. Podía ser una mujer con un buen cuerpo tanto en delantera como físico en general, pero su altura en conjunto con su tono de piel y sonrisa no eran para nada favorables. Por otro lado los pocos marines que se frenaban a hablar con ella lo hacían con un terrible miedo y se alejaban de manera apresurada de su lado, como si la pelinegra intentara comerse a la gente.
Completamente derrotada y antes de regresar a su hogar se dirigió hacia uno de los bares de los alrededores en donde dejo caer su cuerpo en una silla, revisando aquella nota algo destruida antes de doblarla y guardarla de nueva cuenta -Un té negro por favor- La mesera termino de anotar aquel pedido y se alejo de manera apresurada a atender a otras personas mientras que la gyojin se quedaba nuevamente sola en aquella parte del bar, sin nadie que se atreviera a acercarse a hablar con ella, salvo contadas excepciones de humanos que rara vez se encontraban.
Reencontrarse con alguien era una tarea arduamente compleja y aun mas cuando lo único que se tenia era una misera nota arrugada y prácticamente destruida entre manos, sin contar con todo ello habían pasado años desde la ultima vez que Arlene había pisado su isla natal y con ello la ultima vez que había trabajado en el Mermaid Café donde había tenido uno de los accidentes mas torpes de su vida -Debería de rendirme- Suspiro de manera larga y tendida mientras volvía a desdoblar aquella nota escrita por la peliazul. No podía ser tan difícil encontrar a una Ningyo entre los marines, a fin de cuentas eran los únicos seres con una apariencia mitad marina entre los humanos y por si fuera poco algunos eran temidos, como Arlene, o amados por su apariencia. La rápida deducción a la que había llegado la fémina era que aquella mujer era alguien de cargo importante, que debía de encontrarse en alguna base ya lejana a la de un mar cardinal como aquel y por ello mismo se sentía terriblemente mal con respecto a lo tarde que había entrado a la marina.
No perdió las esperanzas y antes de irse le pregunto a un par de marines sobre una mujer de pelo azul y apellido Dupont, una supuesta marine que vaya a saberse incluso si seguía estando bajo las ordenes del gran órgano de azul y blanco que protegía todo el largo de los mares. Claramente lo mas difícil de ello era que los reclutas pararan a escuchar a un gigante de casi tres metros que intentaba hablarles. Podía ser una mujer con un buen cuerpo tanto en delantera como físico en general, pero su altura en conjunto con su tono de piel y sonrisa no eran para nada favorables. Por otro lado los pocos marines que se frenaban a hablar con ella lo hacían con un terrible miedo y se alejaban de manera apresurada de su lado, como si la pelinegra intentara comerse a la gente.
Completamente derrotada y antes de regresar a su hogar se dirigió hacia uno de los bares de los alrededores en donde dejo caer su cuerpo en una silla, revisando aquella nota algo destruida antes de doblarla y guardarla de nueva cuenta -Un té negro por favor- La mesera termino de anotar aquel pedido y se alejo de manera apresurada a atender a otras personas mientras que la gyojin se quedaba nuevamente sola en aquella parte del bar, sin nadie que se atreviera a acercarse a hablar con ella, salvo contadas excepciones de humanos que rara vez se encontraban.
Elise Shigure
Hoja de personaje
Nivel:
(30/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Elise Shigure Dom Mar 27, 2016 4:19 pm
Siglos o no la gyojin iba a seguir firme en sus principios que bien podan ser inocentes o demasiado optimistas, pero eran sus maneras de ver el mundo y el cambio en el mismo por lo que era algo complejo de hacerla cambiar su enfoque. Por otro lado le sorprendió que la peliazul lo interpretara de manera tan calma y desinteresada, como sin realmente quisiera darle la razón sin llegar a hacerlo y era algo que ella pensaba con cada una de las palabras que esta le decia -Ya vale con lo de ingenua- Termino por responder mientras inflaba ligeramente sus mejillas a modo de queja sumamente infantil puesto que realmente lo hacia en ese sentido, mas que nada para quitarle un poco mas de aquella tensión que había sentido en el ambiente.
Sonrió de manera ligera y bajo la cabeza sin decir nada puesto que no defendía sus propios sueños, mas bien cubría y quería llevar a cabo el legado de la única persona que le dio felicidad en su vida. No le iba a contar a aquella mujer todo el trascurso de su vida por lo que era mas fácil dejar que creyeran que era personal, que era un ideal que se había formado ella misma y no uno que había aprendido -Lo tendré en cuenta- Dijo de manera ligera con respecto a los revolucionarios, que si bien no eran sus enemigos, no les tenia mucho aprecio de momento, a fin de cuentas no le gustaba esa manera de pelear por un ideal escondiendose en el mundo, para hacer valer algo tenían que mostrar el rostro, pero ella no era quien para dar el ejemplo a toda una facción, ya tenia sus propios problemas con la marina.
-¿Si? ¡Muchas gracias!- Una enorme sonrisa se mostró mientras se volteaba para mirar a la contraria que ya se comenzaba a levantar para retirarse del sitio. A su vez las palabras de esta sobre estar durmiendo sola la descolocaron hasta que finalmente cayo en cuenta de unas cuantas ideas extrañas que solo ella podía tener y sus mejillas nuevamente se tiñeron de rojo mientras se despedía de la contraria sin decir ninguna palabra. Y ahí se quedo, sola por unos cuantos minutos hasta que su té finalmente se acabo y llego el momento de pagar siendo llamada su atención por el mesero que le advertía sobre el hecho de que la peliazul ya había pagado por ella sin que esta siquiera lo notara, aunque había sido realmente obvia la invitación.
Sonrió de manera ligera y bajo la cabeza sin decir nada puesto que no defendía sus propios sueños, mas bien cubría y quería llevar a cabo el legado de la única persona que le dio felicidad en su vida. No le iba a contar a aquella mujer todo el trascurso de su vida por lo que era mas fácil dejar que creyeran que era personal, que era un ideal que se había formado ella misma y no uno que había aprendido -Lo tendré en cuenta- Dijo de manera ligera con respecto a los revolucionarios, que si bien no eran sus enemigos, no les tenia mucho aprecio de momento, a fin de cuentas no le gustaba esa manera de pelear por un ideal escondiendose en el mundo, para hacer valer algo tenían que mostrar el rostro, pero ella no era quien para dar el ejemplo a toda una facción, ya tenia sus propios problemas con la marina.
-¿Si? ¡Muchas gracias!- Una enorme sonrisa se mostró mientras se volteaba para mirar a la contraria que ya se comenzaba a levantar para retirarse del sitio. A su vez las palabras de esta sobre estar durmiendo sola la descolocaron hasta que finalmente cayo en cuenta de unas cuantas ideas extrañas que solo ella podía tener y sus mejillas nuevamente se tiñeron de rojo mientras se despedía de la contraria sin decir ninguna palabra. Y ahí se quedo, sola por unos cuantos minutos hasta que su té finalmente se acabo y llego el momento de pagar siendo llamada su atención por el mesero que le advertía sobre el hecho de que la peliazul ya había pagado por ella sin que esta siquiera lo notara, aunque había sido realmente obvia la invitación.
Elise Shigure
Hoja de personaje
Nivel:
(30/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
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