Recuerdo del primer mensaje :

Era un hermoso y soleado día en la isla de Ilusia, entre las calles de aquel reino dominado por la dinastía Lucas caminaba una muchacha de negras y blancas vestimentas, con un sombrero de paja sobre sus castaños cabellos y con un cetro en su mano izquierda, llevaba en su espalda una gran mochila de madera bastante pesada llena de compartimientos, sin embargo deambulaba con una amplia sonrisa estaba dibujada en su rostro, se había despertado con excelentes ánimos.

Había podido dormir en la casa de una familia cuya mujer había ayudado a dar a luz, ver y colaborar en algo tan importante como el milagro de traer una nueva vida a este mundo era sin dudas algo que hacia rebosar de felicidad el corazón de aquella ex-sacerdotisa, incluso por su mente deambulaba la idea de que ella misma podría algún día tener su propio hijo o hija, solo pensar en eso la ruborizo e hizo tomarse a sí misma por las mejillas mientras deambulaba cual niña pequeña, se suponía que buscaba a alguien que necesitara de sus servicios, pero parecía estar ocupada disfrutando de la mañana y el calor del sol sobre sus ropajes monocromáticos.

La muchacha siguió caminando hasta llegar a uno de los bordes del pueblo donde estaba una niña sollozando junto a un árbol -¿Paso algo pequeña?- Una niña de no más de 10 años señalo un árbol bastante alto con pocas ramas que se encontraba cerca, árbol donde había trepado un gato calcio tricolor -Me enoje con el Sr. Skivers y lo asuste, pero se trepo allí y ahora no puede bajar, si no lo regreso a casa volverá a perderse y tengo miedo de que no pueda volver.-

La castaña acaricio la cabeza de la niña -No te preocupes, seguro que podremos bajar al Sr. Skivers, aunque se ve alto, así que tendremos que pedir ayuda, una vez que este hecho recuerda no volver a enojarte tanto con él, no sé qué hizo, pero seguramente el Sr. Skivers no quería ser malo.- la niña asintió mientras que la castaña empezaba a buscar con sus ojos pardos algún individuo que pudiera ayudarles, a cierta distancia diviso a un joven masculino que se veía un poco mayor que ella misma, probablemente pudiera ayudar -Disculpe, disculpe ¿Podría ayudarnos a bajar ese gatito del árbol? Solo será un momento- pregunto con su tranquila voz mientras esperaba alguna respuestas.

Por un momento la castaña se quedó extrañada ante la forma en que el muchacho se alejó de ella tras el ofrecimiento de aquel masaje, sin embargo supuso que tendría sus propias razones así que acepto aquella negativa asintiendo con su cabeza, sin darle más vueltas al asunto la doctora volvió a acomodarse su sombrero de paja, tomo su mochila de madera y dio mano del cetro que la estaba acompañando en su viaje desde hacía ya algún tiempo.

Cuando estaba pensando en simplemente despedirse, el muchacho se giró indicándole de que literalmente no quería recibir el masaje en ese lugar específico como había dicho antes y no de que estaba rechazando el masaje como había interpretado inicialmente joven, ante aquel suceso la muchacha sonrió y volvió a asentir una vez más antes de encaminarse para ir con aquel joven de oscuros cabellos al cual simplemente llamaría "Saytan" como él había indicado -De verdad, muchas gracias por el esfuerzo Saytan, no hubiéramos podido bajar al gatito sin tu ayuda, así que una vez más te agradezco la ayuda.- Afirmó la muchacha mientras caminaba diestras del pirata.

El viento viajaba libremente por las calles mientras que acariciaba con su andar a los transeúntes moviendo sus ropas y cabellos, una ráfaga breve pero precisa hizo que cuando abriera la boca para volver a hablar un mechón de cabello se revolviera frente a sus ojos, con la mano derecha retiro el mismo detrás de su oído antes de continuar -Por cierto ¿Se puede saber a dónde es que estamos yendo Saytan?- interrogo con simple y sencilla curiosidad mientras que en su andar se posicionaba junto al masculino para verle a la cara.