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Creado por Laytov Sáb Mayo 28, 2016 10:55 am
El destino de aquella joven no podía estar peor escrito, el moreno tenía el plan y únicamente necesitaba que ella le siguiera, le creyera, le viese con buenos ojos y aceptara la oferta que le había expuesto. La suerte para él era la desgracia para ella y no tardaría en darse cuenta de ello. Primero tuvo que mostrarse débil, tanto física como mentalmente; un hecho que intentaría hacer para que la joven de bello rostro le viese como alguien indefenso. Después le mostraría un acto cruel para que le siguiera y ayudara a salvar una persona inocente; esto había salido bien o eso fue lo que pensó en el instante en que la joven respondió. Una sonrisa oculta se marcó en su cara, estaba feliz al saber que el plan parecía tomar un rumbo acorde con sus intenciones. Así fue como el moreno asintió sin dejar de perder aquella nívea sonrisa falsa, sumiso como un sujeto sin espíritu el moreno caminó hacia la zona en la que ambos llegaría con mayor o menos premura a la entrada del pueblo. Dejó que la joven se pusiera al frente del camino hasta que esta le permitiera dar con el lugar donde su pobre hermana estaba secuestrada; mejor dicho se podía decir que era la casa con mayor fortuna del lugar custodiada por numerosos guardias.
La mansión era notoria, una casa adornada por numerosos pilares de piedra y puertas de roble de gran tamaño. Era la imagen de un portón donde el interior quedaba muy alejado de los ladrones ¿Cómo darían con la oportunidad de entrar en la casa? Un cebo, hacía falta que alguien llamara la atención y otorgara la oportunidad de que uno de los dos se introdujera en el interior de la casa. – Veras… sería apropiado que… no, no te puedo pedir esto. –expresó mientras se alejaba de ella-. No puedes ayudarme, no te puedo hacer esto… eres demasiado buena conmigo. –lamentaba el muchacho sin mirarla a los ojos-. Se mostraba como un buen samaritano, un plan para que ella le tomara más confianza.
– No puedo dejar que seas la que llame la atención de los guardias… soy muy débil, seguramente muera antes de que entres en la casa. –ejecutaba el muchacho mientras señalaba la entrada donde cinco guardias custodiaban la entrada-. Le pediré a alguien fuerte que me haga el trabajo… tú eres buenas persona, no te puedo pedir esto. –expresó el joven mientras le sujetaba la mano con delicadeza-. Márchate, olvídate de mí y mi causa… no te preocupes por un don nadie como yo. –planes y más planes, el muchacho era un vil hijo de su gran madre-.
La mansión era notoria, una casa adornada por numerosos pilares de piedra y puertas de roble de gran tamaño. Era la imagen de un portón donde el interior quedaba muy alejado de los ladrones ¿Cómo darían con la oportunidad de entrar en la casa? Un cebo, hacía falta que alguien llamara la atención y otorgara la oportunidad de que uno de los dos se introdujera en el interior de la casa. – Veras… sería apropiado que… no, no te puedo pedir esto. –expresó mientras se alejaba de ella-. No puedes ayudarme, no te puedo hacer esto… eres demasiado buena conmigo. –lamentaba el muchacho sin mirarla a los ojos-. Se mostraba como un buen samaritano, un plan para que ella le tomara más confianza.
– No puedo dejar que seas la que llame la atención de los guardias… soy muy débil, seguramente muera antes de que entres en la casa. –ejecutaba el muchacho mientras señalaba la entrada donde cinco guardias custodiaban la entrada-. Le pediré a alguien fuerte que me haga el trabajo… tú eres buenas persona, no te puedo pedir esto. –expresó el joven mientras le sujetaba la mano con delicadeza-. Márchate, olvídate de mí y mi causa… no te preocupes por un don nadie como yo. –planes y más planes, el muchacho era un vil hijo de su gran madre-.
Laytov
Hoja de personaje
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(3/100)
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Creado por Alexandra Sig Sáb Mayo 28, 2016 11:38 am
Naotora miro la puerta y la mansión de arriba a abajo, si la hermana de aquel chico estaba allí, abría que entrar de una manera o otra, sabia que tenia que encargarse de los guardias de alguna manera u otra, ya sea haciendo una distracción o atacándolos directamente, ninguna de esas dos propuestas le resultaban difíciles, volvió a mirar la mansión, sin duda era una de las casa mas ricas del pueblo por no decir que podría ser tranquilamente del alcalde o dueño del pueblo, dio un paso al frente y entonces.
Escucho al chico, escucho esas palabras que dijo sobre desistir y pedirle el trabajo a otra persona, ¿buena persona? ella solo ayudaba cuando veía que alguien lo necesitaba, no dudaba en matar a alguien o algo parecido mientras estuviera ayudando a otra persona que de verdad lo necesitara, entonces Naotora - Je! no se que es esa actitud derrotista ahora que hemos llegado hasta aquí pero tu pusiste tu confianza en mi y ademas...- Se dio la vuelta, dándole la espalda al chico con algo de sonrojo porque este le había sujetado la mano -...no podría negarme aunque quisiera... - dijo en voz baja y miro hacia el portón con los guardias - ¡Déjamelos a mi! -
Naotora se acerco poco a poco hacia el portón, por supuesto, uno de los guardias se puso enfrente de ella para pararle el paso - Señorita, no puede pasar sin un permiso del dueño ¿quien eres? - era su trabajo, el pobre guardia no tenia la culpa pero Naotora tampoco veía piedad en alguien que ayudaba a un secuestrador, ante sus ojos, como pasaría en adelante, cualquiera que ayudara a alguien que causaba algún mal, era malo sin distinciones sin importarle el mal que ella misma pueda causar. Agarro su espada, Kyoken, y entonces con un corte vertical partió al guardia en dos como si cortara papel, los demás guardias se alertaron de inmediato, sacando sus armas y dirigiéndose con intenciones de matar a la chica pero esta ya se les había adelantado, con un movimiento veloz, no solo el portón recibió un corte que lo hizo caer hacia atrás sino que los guardias perdieron sus manos, mientras Naotora que en ese momento andaba con unos ojos que habían perdido el color, se giro para mirar a Lay con Kyoken al hombro - Ya podemos entrar jejeje - dijo con una sonrisa afable ante la escena que estaba a sus pies.
Escucho al chico, escucho esas palabras que dijo sobre desistir y pedirle el trabajo a otra persona, ¿buena persona? ella solo ayudaba cuando veía que alguien lo necesitaba, no dudaba en matar a alguien o algo parecido mientras estuviera ayudando a otra persona que de verdad lo necesitara, entonces Naotora - Je! no se que es esa actitud derrotista ahora que hemos llegado hasta aquí pero tu pusiste tu confianza en mi y ademas...- Se dio la vuelta, dándole la espalda al chico con algo de sonrojo porque este le había sujetado la mano -...no podría negarme aunque quisiera... - dijo en voz baja y miro hacia el portón con los guardias - ¡Déjamelos a mi! -
Naotora se acerco poco a poco hacia el portón, por supuesto, uno de los guardias se puso enfrente de ella para pararle el paso - Señorita, no puede pasar sin un permiso del dueño ¿quien eres? - era su trabajo, el pobre guardia no tenia la culpa pero Naotora tampoco veía piedad en alguien que ayudaba a un secuestrador, ante sus ojos, como pasaría en adelante, cualquiera que ayudara a alguien que causaba algún mal, era malo sin distinciones sin importarle el mal que ella misma pueda causar. Agarro su espada, Kyoken, y entonces con un corte vertical partió al guardia en dos como si cortara papel, los demás guardias se alertaron de inmediato, sacando sus armas y dirigiéndose con intenciones de matar a la chica pero esta ya se les había adelantado, con un movimiento veloz, no solo el portón recibió un corte que lo hizo caer hacia atrás sino que los guardias perdieron sus manos, mientras Naotora que en ese momento andaba con unos ojos que habían perdido el color, se giro para mirar a Lay con Kyoken al hombro - Ya podemos entrar jejeje - dijo con una sonrisa afable ante la escena que estaba a sus pies.
Alexandra Sig
Hoja de personaje
Nivel:
(8/100)
Haki:
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Creado por Laytov Lun Mayo 30, 2016 12:44 pm
La puerta estaba custodiada por numerosos guardias, por hombres que darían su vida por el dinero que aquel noble les ofrecía; el destino estaba escrito y el maléfico plan del moreno había salido como bien esperaba. Lamentarse y negar la ayuda haría que aquella mujer intentara complacer sus deseos con mucha más fuerza. La situación se había visto comprometida por los comentarios de Lay, este intentó crear el mejor ambiente para así dejar vía libre a la mujer de largo cabello. Sus palabras tuvieron el sentido que el moreno había anhelado, su amplia y locuaz sonrisa demostraba lo que había estado planeando desde el inicio. Asintió con el rostro dejando que ella se encargara de todo; tenía otros planes, una forma de entrar una vez el campo se hubiese limpiado, una vez aquella situación se volviera más calmada. Sin tener una mísera preocupación, Laytov surcó el camino detrás de su salvadora, de la persona que se abrió pasado cargando su espada con fuerza y precisión; los guardias eran eliminados mientras sus miradas no demostraban más que un agónico dolor. Su mirada denotaba asombro, aquella mujer era más fuerte de lo que había imaginado, tenía que usarla el máximo posible antes de salir por partes de aquella isla.
- ¡Eres increíble! –no mentía del todo pero maquillaba su verdadero rostro con una gentil expresión-. Tenía que partir hacia otra zona o la mujer descubriría sus verdaderas intenciones. – Nao, yo iré a la planta superior mientras tú investigas en la inferior, puede que tenga mazmorras. –alegó el joven mientras le enviaba, sabiéndolo, a la zona donde los guardias tenían sus aposentos-. Tenía la clara intención de robar lo máximo posible mientras ella se entretenía con los agentes de seguridad. – Nos veremos aquí en diez minutos, si no estoy aquí… no me busques, márchate. –alegó mientras le daba la espalda y partía hacia la zona superior de la mansión-. Lo que haría allí arriba sería un misterio para la joven, por ahora tenía que centrar su mirada en el terreno, en la planta presente y la inferior. Los guaridas se movían con agilidad y no tardarían en subir con armas de filo y artillería simple.
- ¡Eres increíble! –no mentía del todo pero maquillaba su verdadero rostro con una gentil expresión-. Tenía que partir hacia otra zona o la mujer descubriría sus verdaderas intenciones. – Nao, yo iré a la planta superior mientras tú investigas en la inferior, puede que tenga mazmorras. –alegó el joven mientras le enviaba, sabiéndolo, a la zona donde los guardias tenían sus aposentos-. Tenía la clara intención de robar lo máximo posible mientras ella se entretenía con los agentes de seguridad. – Nos veremos aquí en diez minutos, si no estoy aquí… no me busques, márchate. –alegó mientras le daba la espalda y partía hacia la zona superior de la mansión-. Lo que haría allí arriba sería un misterio para la joven, por ahora tenía que centrar su mirada en el terreno, en la planta presente y la inferior. Los guaridas se movían con agilidad y no tardarían en subir con armas de filo y artillería simple.
Laytov
Hoja de personaje
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(3/100)
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Creado por Alexandra Sig Lun Mayo 30, 2016 1:35 pm
Mientras esta apoyaba a Kyoken en su hombro, escucho las palabras de Laytov de investigar la planta inferior, le parecía una buena idea, porque si cada uno exploraban el lugar por diferentes lugares seria mucho mas rápido que ir juntos, asintió sin pensarlo mucho y entonces dijo algo que hizo que respondiera al instante - ¡Te esperare, no te preocupes por eso! - le esperaría después de diez minutos en ese lugar, eso era algo que ella misma no podía permitirse, no se iría sin un compañero después de todo y menos uno que le hacia arder el pecho, con un rostro y una sonrisa feliz por ayudar a ese chico a encontrar a su supuesta hermana, esta dio un toque en el hombro al chico y entro por la puerta principal de la mansión.
Una vez entro en la mansión, esta se topo de lleno con un grupo de 6 guardias con armas de fuego, todas apuntando a Naotora y bloqueando su camino hacia la planta inferior de la mansión, esta hizo un rápido movimiento, se movió hacia la izquierda, apoyo sus pies en la pared para agarrar impulso y se abalanzo antes de que los guardias pudieran hacer nada, no los mataba pero si los dejaba sin piernas o manos y el sangrado combinado con el frió los mataría en unos minutos, un mar de sangre inundaba ese lugar y un guardia se arrastraba hasta la planta inferior, Naotora le clavo la espada en la espalda y la saco de nuevo - Necios...- y se dispuso a bajar a la planta inferior una vez termino con todos allí, en la entonces un disparo rozo su mejilla, parecía ser que había mas guardias allí abajo, así que sabia lo que tenia que hacer, acabarlos.
Solo se escuchaban ruidos de disparos y gritos de agonía en la planta inferior, los guardias disparaban y atacaban pero les era inútil y casi les parecía una locura alguien que manejaba una espada tan grande de esa forma y desviaba balas de esa manera, poco después, Naotora había acabado ya con algunos aunque seguian quedando algunos rezagados, no mas de 12 de ellos y ahora buscaba por aquel lugar, jadeante y cansada, llevaba la espada arrastrando, pues ya casi no le quedaba fuerzas para seguir mucho mas, se apoyo en una pared mientras pensaba que estaría haciendo Laytov en la planta superior, ya había acabado de investigar esa planta y no encontró nada, así que se dispuso a volver, con Kyoken dejando una linea de sangre, salio de la planta inferior y esperaba encontrar al chico y con suerte, a su hermana pero lo que encontró es que no todos los guardias habían sido eliminados, luces se veían a las afueras, la policía y probablemente la marina estaban allí.
Una vez entro en la mansión, esta se topo de lleno con un grupo de 6 guardias con armas de fuego, todas apuntando a Naotora y bloqueando su camino hacia la planta inferior de la mansión, esta hizo un rápido movimiento, se movió hacia la izquierda, apoyo sus pies en la pared para agarrar impulso y se abalanzo antes de que los guardias pudieran hacer nada, no los mataba pero si los dejaba sin piernas o manos y el sangrado combinado con el frió los mataría en unos minutos, un mar de sangre inundaba ese lugar y un guardia se arrastraba hasta la planta inferior, Naotora le clavo la espada en la espalda y la saco de nuevo - Necios...- y se dispuso a bajar a la planta inferior una vez termino con todos allí, en la entonces un disparo rozo su mejilla, parecía ser que había mas guardias allí abajo, así que sabia lo que tenia que hacer, acabarlos.
Solo se escuchaban ruidos de disparos y gritos de agonía en la planta inferior, los guardias disparaban y atacaban pero les era inútil y casi les parecía una locura alguien que manejaba una espada tan grande de esa forma y desviaba balas de esa manera, poco después, Naotora había acabado ya con algunos aunque seguian quedando algunos rezagados, no mas de 12 de ellos y ahora buscaba por aquel lugar, jadeante y cansada, llevaba la espada arrastrando, pues ya casi no le quedaba fuerzas para seguir mucho mas, se apoyo en una pared mientras pensaba que estaría haciendo Laytov en la planta superior, ya había acabado de investigar esa planta y no encontró nada, así que se dispuso a volver, con Kyoken dejando una linea de sangre, salio de la planta inferior y esperaba encontrar al chico y con suerte, a su hermana pero lo que encontró es que no todos los guardias habían sido eliminados, luces se veían a las afueras, la policía y probablemente la marina estaban allí.
Alexandra Sig
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Creado por Laytov Mar Mayo 31, 2016 1:55 pm
La situación en la mansión estaba tomando un rumbo oscuro, oscuro para los familiares del rico y de su familia, oscuro para la personalidad de aquella pirata. Todo quedaba en manos de un ser perverso, de un vil pirata que terminaría pagando con creces sus fechorías. Tarde o temprano acabaría en prisión acusado de asesinato, tarde más que temprano. Pobre ilusa el seguir sus directrices, el ver como se marchaba hacia la zona donde encontraría un sinfín de guardias. El moreno mientras tuvo tiempo de recorrer la zona superior, lugar donde rapiñaría con objetos de valor, dinero y joyas, todo lo que pudiera usar para sacar un buen dinero.
Cuando la pirata salió de la planta inferior no vio nada, el moreno no se encontraba donde había quedado con ella. Al contrario, pudo escuchar un disparo en la planta superior, un disparo sordo mientras un grito se estremecía con firmeza y fuerza. - ¡Ayuda! –explicaba el moreno mientras esperaba que la mujer llegara hasta la habitación en la que se encontraba el moreno-.
Si esta llegaba hasta la zona vería a Laytov en el suelo, envuelto en sangre y frente a él un hombre trajeado muerto. ¿Qué había pasado? El moreno no se movía, no hacía gestos de vida y no mecería su cuerpo hasta que fuese socorrido. En el caso en que la joven pirata le quisiera ayudar, en el instante en que esta se acercara lo más mínimo, Lay atravesaría su costado con su espada. Un ataque a traición, un ataque ruin ¿Qué sentido tenía? Lo explicaría todo cuando llegara el momento oportuno.
Cuando la pirata salió de la planta inferior no vio nada, el moreno no se encontraba donde había quedado con ella. Al contrario, pudo escuchar un disparo en la planta superior, un disparo sordo mientras un grito se estremecía con firmeza y fuerza. - ¡Ayuda! –explicaba el moreno mientras esperaba que la mujer llegara hasta la habitación en la que se encontraba el moreno-.
Si esta llegaba hasta la zona vería a Laytov en el suelo, envuelto en sangre y frente a él un hombre trajeado muerto. ¿Qué había pasado? El moreno no se movía, no hacía gestos de vida y no mecería su cuerpo hasta que fuese socorrido. En el caso en que la joven pirata le quisiera ayudar, en el instante en que esta se acercara lo más mínimo, Lay atravesaría su costado con su espada. Un ataque a traición, un ataque ruin ¿Qué sentido tenía? Lo explicaría todo cuando llegara el momento oportuno.
Laytov
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Creado por Alexandra Sig Mar Mayo 31, 2016 3:48 pm
Cuando Naotora llego al lugar acordado no vio a Laytov, se empezó a preocupar por saber donde estaría el chico o si algo le había pasado en la planta superior, mientras descansaba unos segundos y colocaba a Kyoken sobre su hombro, esta escucho el grito de socorro del chico, temió por que pudo pasar lo peor que habría imaginado, sin tener problemas en echar una carrera y subir a la planta superior, empezó a buscar por el lugar en busca del chico pero no lo encontraba hasta que llego a una habitación con olor a sangre en ella y en cuanto pudo ver y asomarse, lo peor que imaginó habría pasado.
Layotv se encontraba tirado en el suelo, sin vida y sin moverse, Naotora dejo caer a Kyoken al suelo de la sorpresa y de la impresión, se llevo la mano a la boca callando un grito y miro la habitación con sorpresa, se lamentaba por haber dejado a aquel chico solo, se lamentaba por no haberlo acompañado y protegido y se lamentaba por no haber estado allí y pensó que seguramente la hermana corrió el mismo destino. Apretó los puños y lágrimas recorrieron sus mejillas, dio unos pasos hacia la habitación pero no se atrevía a verlo así, el ardor de su corazón se iba desvaneciendo y para ella resultó ser un sentimiento desagradable y molesto.
Se acercó lo suficiente para mirarlos a los dos, a Lay y al hombre también muerto alli, no se atrevía a acercarse mas ni a tocar al chico por estar lamentándose en su propia culpa y entonces dijo unas palabras - ¿Porque...? Esto no tenia que acabar asi ...- era cierto, no había imaginado escenario peor, es cierto que ella había matado y asesinado a multitud de personas, no recordaba las caras de nadie que mato simplemente le parecía una tontería pero esto era otra cosa, no solo había fallado en lo que prometió sino que había dejado morir sin que ella pudiera hacer nada a la persona que estaba ayudando y no solo eso, también a la persona con la que había sentido arder su corazón por primera vez.
Layotv se encontraba tirado en el suelo, sin vida y sin moverse, Naotora dejo caer a Kyoken al suelo de la sorpresa y de la impresión, se llevo la mano a la boca callando un grito y miro la habitación con sorpresa, se lamentaba por haber dejado a aquel chico solo, se lamentaba por no haberlo acompañado y protegido y se lamentaba por no haber estado allí y pensó que seguramente la hermana corrió el mismo destino. Apretó los puños y lágrimas recorrieron sus mejillas, dio unos pasos hacia la habitación pero no se atrevía a verlo así, el ardor de su corazón se iba desvaneciendo y para ella resultó ser un sentimiento desagradable y molesto.
Se acercó lo suficiente para mirarlos a los dos, a Lay y al hombre también muerto alli, no se atrevía a acercarse mas ni a tocar al chico por estar lamentándose en su propia culpa y entonces dijo unas palabras - ¿Porque...? Esto no tenia que acabar asi ...- era cierto, no había imaginado escenario peor, es cierto que ella había matado y asesinado a multitud de personas, no recordaba las caras de nadie que mato simplemente le parecía una tontería pero esto era otra cosa, no solo había fallado en lo que prometió sino que había dejado morir sin que ella pudiera hacer nada a la persona que estaba ayudando y no solo eso, también a la persona con la que había sentido arder su corazón por primera vez.
Alexandra Sig
Hoja de personaje
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Creado por Laytov Miér Jun 01, 2016 2:27 pm
El destino de aquel encuentro estaba tomando un rumbo peligroso, era el instante preciso en que el plan del moreno había llegado a sus inicios. El noble había sido asesinado con suma facilidad, Laytov utilizó todo su ingenio para crear el escenario perfecto. Un rico asesinado por un corte en el cuello, corte profundo que no le daría tiempo a decir una mísera palabra. Seguidamente cogería la postila de ese sujeto para disparar al suelo, coger el cuerpo de aquel hombre y apretar su cuello con ambas manos sacando el máximo de sangre para que el suelo quedara impregnado.
Quedar sobre el charco y esperar, esperar el instante en que la víctima de todo aquello apareciera. Necesitaba salir vivo de la mansión y los marines no tardarían en aparecer. Esto tenía solución, los marines no sabían el número de criminales que habitaban en el lugar, los que podrían identificarlos estaban muertos y las únicas personas que sabían sorbe la presencia de Lay era Nao. Dejarla inconsciente o muerta sería perfecto para salir del hogar con todo el botín. El sonido del metal cayendo al suelo incitaba a creer que la pirata había llegado y soltado su arma por el asombro. Tendido sobre aquel charco de sangre, el moreno esperaba una reacción, esperaba un momento en que la joven bajara su guardia. Su plan no parecía estar tomando partido, debía hacer algo, hacer que aquella mujer se acercara. Se movió, su mano se movió levemente dejando que las reacciones de aquella pirata pudieran alertar sus sentidos.
Tosió descaradamente e intentó mover el cuerpo dejando oculto su brazo izquierdo y, por ende, la espada. Intentaba hacer que aquella mujer se acercara. Quizá intentara golpearla, quizá no cortar sino más bien impactar la saya de su arma en ella para hacerla retroceder, que el aturdimiento surtiera efecto y así emprender todo el verdadero plan. Suerte la suya, las distancias eran suficientes como para que el cuerpo del pirata se alzara golpeando con el mango de su espada en el rostro ajeno. Esto no era otro intento que hacer que la mujer quedara levemente aturdida, su cuerpo ladearía por el suelo intentando sujetar lo que más valor yacía en aquella mansión, lo que la enérgica mujer había cargado todo ese tiempo. Cuando ella se pudiera percatar de todo, Laytov tendría su espada sujeta con ambas manos apuntando a su cuello. – Ya está bien de fingir estúpida. Mueve un músculo y te parto por la mitad. –alegó con un tono frío-. No parecía tener el menor sentido pero, para sus ojos, era Laytov, el de siempre pero con una mirada perfilada y una sonrisa cruel-.
Quedar sobre el charco y esperar, esperar el instante en que la víctima de todo aquello apareciera. Necesitaba salir vivo de la mansión y los marines no tardarían en aparecer. Esto tenía solución, los marines no sabían el número de criminales que habitaban en el lugar, los que podrían identificarlos estaban muertos y las únicas personas que sabían sorbe la presencia de Lay era Nao. Dejarla inconsciente o muerta sería perfecto para salir del hogar con todo el botín. El sonido del metal cayendo al suelo incitaba a creer que la pirata había llegado y soltado su arma por el asombro. Tendido sobre aquel charco de sangre, el moreno esperaba una reacción, esperaba un momento en que la joven bajara su guardia. Su plan no parecía estar tomando partido, debía hacer algo, hacer que aquella mujer se acercara. Se movió, su mano se movió levemente dejando que las reacciones de aquella pirata pudieran alertar sus sentidos.
Tosió descaradamente e intentó mover el cuerpo dejando oculto su brazo izquierdo y, por ende, la espada. Intentaba hacer que aquella mujer se acercara. Quizá intentara golpearla, quizá no cortar sino más bien impactar la saya de su arma en ella para hacerla retroceder, que el aturdimiento surtiera efecto y así emprender todo el verdadero plan. Suerte la suya, las distancias eran suficientes como para que el cuerpo del pirata se alzara golpeando con el mango de su espada en el rostro ajeno. Esto no era otro intento que hacer que la mujer quedara levemente aturdida, su cuerpo ladearía por el suelo intentando sujetar lo que más valor yacía en aquella mansión, lo que la enérgica mujer había cargado todo ese tiempo. Cuando ella se pudiera percatar de todo, Laytov tendría su espada sujeta con ambas manos apuntando a su cuello. – Ya está bien de fingir estúpida. Mueve un músculo y te parto por la mitad. –alegó con un tono frío-. No parecía tener el menor sentido pero, para sus ojos, era Laytov, el de siempre pero con una mirada perfilada y una sonrisa cruel-.
Laytov
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Creado por Alexandra Sig Miér Jun 01, 2016 3:39 pm
Entonces sucedió lo impensable para Naotora, no solo sucedió que Lay el chico al que amaba le había golpeado después de estar muerto o engañar a la chica de que lo estaba, Naotora rodó confundida por el golpe mientas veía al chico levantarse, la cabeza le daba vueltas y se sentía mareada, no sabia lo que estaba sucediendo y tenia que armar un puzzle en su cabeza mientras se encontraba en esa situación caótica, levantó la mirada para ver al chico y entonces lo vio agarrar su espada, Kyoken, y amenazarla con esta, todo fue un shock para Naotora, no solo en su cabeza sino también en su corazón, este dudaba y ardía descontrolado, entonces miro al chico, su mirada y su sonrisa y bajo la mirada.
¿Porque estaba pasando esto? ¿Que paso? Acaso...fue ¿engañada? Desde un principio fue engañada y ella ni se dio cuenta, se dio dejar por la amabilidad de Lay, la dulzura y aquel sentimiento que tenia en su corazón, entonces lo miro de nuevo, esta vez ya no había amor en esa mirada, solo era una mirada de odio, en su interior ardía un fuego, el fuego del odio había nacido en ella, un odio que tendría durante toda su vida de ahora en adelante y por si fuera poco estaba siendo amenazada por propia arma, su querida Kyoken con la que tenia desde hace años y con la que compartió tantas cosas ahora estaba en las sucias manos de Laytov, ese chico que jugó con ella, la uso y ahora quería matarla.
- De verdad crees...- dijo en voz baja y de repente agarro la espada por el filo acercándola a su cuello hasta tener sangre tanto en la mano como en el cuello - crees...que me puedes quitar lo que mas quiero!!! - Lanzo un grito que se escucho por toda la zona, aprovechó ese momento de confusión para levantarse y torcer el brazo de Lay hacia arriba - Sueltala...¡Que la sueltes! - le dio un cabezazo al chico tan fuerte que hasta ella se hizo daño, volvió a tomar a Kyoken nada mas este la solto por el impacto y entonces se acercó al chico que rodó por el suelo del golpe, alzando el arma, pensaba matarlo allí pero algo se lo impedía, seguía una pequeña chispa en ese corazón consumido por el odio, clavo la espada en el suelo y agarrro al chico por el cuello y detuvo su espada con una mano por si pensaba atacar con ella, no le importaba sangrar después de esto, tiro la espada a un lado y con un rápido y fuerte movimiento estrelló a Lay contra la ventana de cristal, haciendo que saliera de la habitación y cayera fuera de la casa. En ese momento lo miro desde el piso de arriba, tomando a Kyoken y chasqueo la lengua, una mirada llena de odio ardía en sus ojos y se giro, para irse de aquella mansion. Pensó que seria mejor que aquel chico huyera porque si lo volvía a encontrar, esta vez lo partiría en dos.
¿Porque estaba pasando esto? ¿Que paso? Acaso...fue ¿engañada? Desde un principio fue engañada y ella ni se dio cuenta, se dio dejar por la amabilidad de Lay, la dulzura y aquel sentimiento que tenia en su corazón, entonces lo miro de nuevo, esta vez ya no había amor en esa mirada, solo era una mirada de odio, en su interior ardía un fuego, el fuego del odio había nacido en ella, un odio que tendría durante toda su vida de ahora en adelante y por si fuera poco estaba siendo amenazada por propia arma, su querida Kyoken con la que tenia desde hace años y con la que compartió tantas cosas ahora estaba en las sucias manos de Laytov, ese chico que jugó con ella, la uso y ahora quería matarla.
- De verdad crees...- dijo en voz baja y de repente agarro la espada por el filo acercándola a su cuello hasta tener sangre tanto en la mano como en el cuello - crees...que me puedes quitar lo que mas quiero!!! - Lanzo un grito que se escucho por toda la zona, aprovechó ese momento de confusión para levantarse y torcer el brazo de Lay hacia arriba - Sueltala...¡Que la sueltes! - le dio un cabezazo al chico tan fuerte que hasta ella se hizo daño, volvió a tomar a Kyoken nada mas este la solto por el impacto y entonces se acercó al chico que rodó por el suelo del golpe, alzando el arma, pensaba matarlo allí pero algo se lo impedía, seguía una pequeña chispa en ese corazón consumido por el odio, clavo la espada en el suelo y agarrro al chico por el cuello y detuvo su espada con una mano por si pensaba atacar con ella, no le importaba sangrar después de esto, tiro la espada a un lado y con un rápido y fuerte movimiento estrelló a Lay contra la ventana de cristal, haciendo que saliera de la habitación y cayera fuera de la casa. En ese momento lo miro desde el piso de arriba, tomando a Kyoken y chasqueo la lengua, una mirada llena de odio ardía en sus ojos y se giro, para irse de aquella mansion. Pensó que seria mejor que aquel chico huyera porque si lo volvía a encontrar, esta vez lo partiría en dos.
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Creado por Laytov Sáb Jun 04, 2016 2:23 pm
Tosió descaradamente e intentó mover el cuerpo dejando oculto su brazo izquierdo y, por ende, la espada. Intentaba hacer que aquella mujer se acercara. No se lo esperaba, nada hubiese imaginado de lo que sucedería en aquella habitación, como sería humillado por una mujer, como sería derrotado con tanta facilidad que ni tiempo a reaccionar pudo poseer. Su rostro quedó plasmado en aquella persona, la mujer amenazada y sin miedo, la persona que sujetó el arma de filo cortando sus manos y cuello. ¿Estaba loca? No, furiosa que era mucho peor. El moreno no tuvo más remedio que soltar el arma, tarde y mal quedando a merced de ella. Un acto que jamás olvidaría, había sido humillado por una mujer débil e inocente ¿Volvería a dejarse engañar así? Quizá en el futuro se volvieran a ver. En pocos minutos se vio inmerso en un lanzamiento que le haría caer sobre el tejado de un puesto de frutas. No parecía tener el menor sentido pero, para sus ojos, era Laytov, el de siempre pero con una mirada perfilada y una sonrisa cruel-.
– Mierda. –lamentaba el moreno sin tiempo a reaccionar-. No tenía el oro y le había salido mal el plan final, podía haber compartido el dinero con aquella mujer mas su codicia le había cegado. La codicia rompía el saco y Lay lo recordaría en ahora en adelante. Salió corriendo como pudo mientras maldecía su suerte, mientras maldecía aquella mujer. Nada podía hacer, tenía que marcharse, correr, salvar la vida lo antes posible y fijar el rumbo en el territorio donde perdería de vista alguien tan cruel como aquella mujer.
– Mierda. –lamentaba el moreno sin tiempo a reaccionar-. No tenía el oro y le había salido mal el plan final, podía haber compartido el dinero con aquella mujer mas su codicia le había cegado. La codicia rompía el saco y Lay lo recordaría en ahora en adelante. Salió corriendo como pudo mientras maldecía su suerte, mientras maldecía aquella mujer. Nada podía hacer, tenía que marcharse, correr, salvar la vida lo antes posible y fijar el rumbo en el territorio donde perdería de vista alguien tan cruel como aquella mujer.
Última edición por Laytov el Dom Jun 05, 2016 4:46 am, editado 1 vez
Laytov
Hoja de personaje
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(3/100)
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Creado por Alexandra Sig Sáb Jun 04, 2016 5:54 pm
Sabia que tenia que irse de allí, salio corriendo de aquel lugar dejando un reguero de sangre y manchando la nieve de rojo por culpa de dos heridas en las manos y una en el cuello, tenia que irse de esa isla lo mas pronto y lo mas rápido posible mejor pero sabia que con este clima necesitaba tratarse las heridas cuando antes, pues no era una buena combinación de elementos, cuando echo la vista aras y vio que se encontraba lo suficientemente lejos de toda aquella situación, se apoyo en una pared, dejo a Kyoken apoyada en esta y rompiéndose trozos de su capa pudo hacerse tres vendas para sus cortes, una vez hubo descansado un poco, se puso de pie.
Chasqueo la lengua y recodo toda la situación, dando un golpe de rabia en la pared por todo lo que había sucedido y lo que le había pasado a ella misma, había matado a personas inocentes sin darse cuenta y esto la tuvo pensativa hasta que llego a la conclusión de que fue un hecho inevitable, con la fuerza suficiente para cargar a Kyoken sobre su hombro, echo la vista atrás una ultima vez - Laytov....no olvidare ese nombre...lo matare la próxima vez...- se dijo a si misma, apretando un puño y dándose la vuelta, caminando entre la nieve de aquel pueblo nevado y con dirección al puerto para irse de allí cuanto antes, con la nieve cayendo como una cascada blanca y sus ojos dorados brillando en la oscuridad, un monstruo había nacido, uno egoísta y lleno de odio que no se dejaría engañar otra vez porque simplemente mataría antes a quien lo intentara.
Chasqueo la lengua y recodo toda la situación, dando un golpe de rabia en la pared por todo lo que había sucedido y lo que le había pasado a ella misma, había matado a personas inocentes sin darse cuenta y esto la tuvo pensativa hasta que llego a la conclusión de que fue un hecho inevitable, con la fuerza suficiente para cargar a Kyoken sobre su hombro, echo la vista atrás una ultima vez - Laytov....no olvidare ese nombre...lo matare la próxima vez...- se dijo a si misma, apretando un puño y dándose la vuelta, caminando entre la nieve de aquel pueblo nevado y con dirección al puerto para irse de allí cuanto antes, con la nieve cayendo como una cascada blanca y sus ojos dorados brillando en la oscuridad, un monstruo había nacido, uno egoísta y lleno de odio que no se dejaría engañar otra vez porque simplemente mataría antes a quien lo intentara.
Alexandra Sig
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