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Creado por Odín Sáb Jun 25, 2016 9:57 pm
Odín navegaba por el West Blue en uno de sus gigantescos botes artesanales, como casi siempre sin un rumbo definido y solo esperaba vivía una vida en busca de sus intereses que de momento era ser un cada vez mejor guerrero y artesano. Perfeccionar el arte de su última arma, la hacha helada, con la que llevaba un tercio de su vida como compañera, ya la dominaba bastante pero creía que siempre podía haber un siguiente nivel, o un arma siguiente por dominar pero durante esos años su concentración era la agigantada, como su brazo, hacha.
El bote había llegado cerca de Ohara y el wotan no tenía ni idea de nada de esa isla y menos que estaba casi completamente destruida. Las personas no eran algo que se pudiese encontrar allí con naturalidad. Arrastraba la gigantesca embarcación hasta resguardarla de que la marea se la podía llevar. Su estancia iba a ser solo de paso, cuando pasaba por una isla disfrutar de la tierra y toparse con algún animal pacifico terrestre le sentaría bien a su espíritu amigable.
Una vez ya todo listo empezaba a caminar por la devastada isla, no había ni un alma a la vista y el abisal azul empezó a sentirse un poco triste por la escena ¿Era una isla desierta? ¿Quien podía haber hecho tanto daño? Los gigantescos restos del árbol decía que en algún momento había algo de vida pero eso pudo ser hace muchos años. Se adentraba en la isla con ansias de encontrar algo, no podía ser posible que la ilusión que inicialmente tuvo al ver tierra firme se fuese a apagar así, una isla muerta y abandonada.
Iba justo hacía donde veía la madera del árbol para hacer uno de sus característicos totem de madera para dejarlo ahí, era el ritual que hacía en todas las islas que visitaba.
El bote había llegado cerca de Ohara y el wotan no tenía ni idea de nada de esa isla y menos que estaba casi completamente destruida. Las personas no eran algo que se pudiese encontrar allí con naturalidad. Arrastraba la gigantesca embarcación hasta resguardarla de que la marea se la podía llevar. Su estancia iba a ser solo de paso, cuando pasaba por una isla disfrutar de la tierra y toparse con algún animal pacifico terrestre le sentaría bien a su espíritu amigable.
Una vez ya todo listo empezaba a caminar por la devastada isla, no había ni un alma a la vista y el abisal azul empezó a sentirse un poco triste por la escena ¿Era una isla desierta? ¿Quien podía haber hecho tanto daño? Los gigantescos restos del árbol decía que en algún momento había algo de vida pero eso pudo ser hace muchos años. Se adentraba en la isla con ansias de encontrar algo, no podía ser posible que la ilusión que inicialmente tuvo al ver tierra firme se fuese a apagar así, una isla muerta y abandonada.
Iba justo hacía donde veía la madera del árbol para hacer uno de sus característicos totem de madera para dejarlo ahí, era el ritual que hacía en todas las islas que visitaba.
Odín
Hoja de personaje
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(21/100)
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Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Wuayra Barca Sáb Jun 25, 2016 11:09 pm
Destrucción, puro asesinato sin sentido. ¿Acaso tan grandes eran los temores de los falsos dioses que tuvieron que masacrar a todos los habitantes de aquella isla? Solo demostraba que los dioses eran realmente humanos y que como tales ocultasen la realidad. Con lograr averiguarla, lograr saber que habían ocurrido en aquellos años, quizás con eso aquellas almas tendrían paz, quizás con ello finalmente pudiesen descansar. O quizás los fantasmas de los habitantes de Ohara deseasen olvidar, deseasen poder desaparecer y ser uno con el universo. El buque revolucionario el cual lo había dejado en aquella isla seguía detenido en la misma. Allí se hacía un entrenamiento de los reclutas que deseaban unirse a la guerra contra los dioses falsos. Si Wuayra no se encontraba junto a ellos era por que había entrenado toda su vida, por que los entrenamientos que se le daban a los reclutas le parecían demasiado sencillos. Allí no deseaba entrenar, deseaba meditar y comprender los últimos momentos de esos hombres.
Los únicos habitantes que parecían haber en aquella isla eran algunos pájaros y reptiles pequeños. La vida siempre encontraba una forma, la naturaleza siempre encontraba una forma. Pero no la humanidad, y aún así parecía haber cierta paz. La destrucción de la ciudad había dejado solo ruinas apenas habitadas por alguno que otro animal, pero la calma que podía apreciarse en el ambiente parecía divina. Esta calma lo ayudaba a meditar, a pensar sobre esa ciudad, a sentir como las almas de todos aquellos ciudadanos caídos entraban en su cuerpo y hacían que el mismo se calentase con las llamas de la pasión. Así como sus antepasados habían protegido Shandia de los invasores él rol de Wuayra era proteger la libertad del mundo y evitar que algo como lo de Ohara sucediese nuevamente.
Arriba de las raíces de aquel árbol caído del centro de la isla el joven Shandiano avivaba las llamas de su motivación. El tiempo transcurría ya fuese lento como rápido, no tenía forma de medirlo, no le importaba. Pasados minutos, horas, días, el suelo tembló. Temblores suaves que aumentaban de intensidad a medida que pasaba el tiempo y que parecían tener un ritmo fijo como si de pisadas se tratase. El demonio no era humano, parecía un gigante pero ni siquiera eso, un monstruo. ¿Sería acaso un espíritu? ¿Estaría acaso en un viaje astral? No era de noche, no había fuego, no había consumido ayahuasca, no, aquello era real. Era una manifestación de los espíritus en forma de un coloso.
- Bestia... ¿Qué haces en la ciudad destruida de Ohara? - habló casi con un grito, con una voz que parecía imponente entre los hombres pero que a aquel Wotan podría fácilmente parecerle el murmullo de hormigas. Wuayra se encontraba de brazos y piernas cruzados sobre una raíz no demasiado alta, a su lado clavado a la tierra su Glaive, arma insignificante comparada con la del demonio. El fusil que llevaba como arma de larga distancia al lado de este Glaive. La ropa del guerrero Shandiano era simplemente un pantalón con arriba una falda hecha con hojas, las alas de su espalda podían verse con facilidad pero dudaba que un gigante como ese prestase atención a ellas. No debía temer, no podía temer, el viento no tenía miedo, aquel gigante no iría a lastimarlo, los espíritus no lastimaban a quien intentaba comprenderlos, solo a aquellos que violaban su lugar de descanso sin consideración por los muertos.
Los únicos habitantes que parecían haber en aquella isla eran algunos pájaros y reptiles pequeños. La vida siempre encontraba una forma, la naturaleza siempre encontraba una forma. Pero no la humanidad, y aún así parecía haber cierta paz. La destrucción de la ciudad había dejado solo ruinas apenas habitadas por alguno que otro animal, pero la calma que podía apreciarse en el ambiente parecía divina. Esta calma lo ayudaba a meditar, a pensar sobre esa ciudad, a sentir como las almas de todos aquellos ciudadanos caídos entraban en su cuerpo y hacían que el mismo se calentase con las llamas de la pasión. Así como sus antepasados habían protegido Shandia de los invasores él rol de Wuayra era proteger la libertad del mundo y evitar que algo como lo de Ohara sucediese nuevamente.
Arriba de las raíces de aquel árbol caído del centro de la isla el joven Shandiano avivaba las llamas de su motivación. El tiempo transcurría ya fuese lento como rápido, no tenía forma de medirlo, no le importaba. Pasados minutos, horas, días, el suelo tembló. Temblores suaves que aumentaban de intensidad a medida que pasaba el tiempo y que parecían tener un ritmo fijo como si de pisadas se tratase. El demonio no era humano, parecía un gigante pero ni siquiera eso, un monstruo. ¿Sería acaso un espíritu? ¿Estaría acaso en un viaje astral? No era de noche, no había fuego, no había consumido ayahuasca, no, aquello era real. Era una manifestación de los espíritus en forma de un coloso.
- Bestia... ¿Qué haces en la ciudad destruida de Ohara? - habló casi con un grito, con una voz que parecía imponente entre los hombres pero que a aquel Wotan podría fácilmente parecerle el murmullo de hormigas. Wuayra se encontraba de brazos y piernas cruzados sobre una raíz no demasiado alta, a su lado clavado a la tierra su Glaive, arma insignificante comparada con la del demonio. El fusil que llevaba como arma de larga distancia al lado de este Glaive. La ropa del guerrero Shandiano era simplemente un pantalón con arriba una falda hecha con hojas, las alas de su espalda podían verse con facilidad pero dudaba que un gigante como ese prestase atención a ellas. No debía temer, no podía temer, el viento no tenía miedo, aquel gigante no iría a lastimarlo, los espíritus no lastimaban a quien intentaba comprenderlos, solo a aquellos que violaban su lugar de descanso sin consideración por los muertos.
Wuayra Barca
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Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Odín Dom Jun 26, 2016 6:34 pm
El desértico paraje era simplemente aburrido y triste, el wotan se adentraba cada vez con una peor sensación de lo que podía esperarle ese lugar. Sin duda un ser tan amante de la naturaleza y la vida no encontraría nada allí que pudiese rememorar en un futuro pero la curiosidad por trabajar la madera de ese árbol gigante, aunque se viese viejo y dañado a la distancia el interés podía más con él. Si bien es cierto buscaba un cambio a su rutina marina no era algo lo que esperaba, no era la constelación terrestre que imagino como la mayoría de islas que había visitado, se llenaba de un sabor más amargo.
Lo primero que alcanzó a divisar fue a un humano a lo lejos, ya estaba cerca del árbol y el tipo estaba sobre las raíces. ¿Acaso ese humano tenía alguna relación con lo sucedido ahí? En el mundo habían poderes y fuerzas muy raras, se había topado con más de una en su larga vida, poderes raros, en una ocasión luchó contra un tipo que que transformaba sus manos en lanzallamas y en otra con uno que lanzaba rayos eléctricos. ¿Podía alguien hacer algo así y quedarse ahí tan tranquilo como ese hombre? Que a cada paso alcanzaba veía mejor.
Ya estando más cerca notaba a diferencia de la mayoría de humanos tenía ese algo que si alcanzaba a diferenciar. Una cubierta de bello facial, los rostros siempre le parecían iguales, los diferenciaba por colores y particularidades como esas. El Shandiano también le miraba con cierta llama en su mirada, era la típica señal que el wotan notaba, sin duda era un guerrero.
Las palabras que proliferaba y escucharía perfectamente como presentación no le agradarían en lo más mínimo, un calificativo ofensivo como ese le parecía cuanto menos inapropiado -No soy ninguna bestia humano, soy un wotan marino, respeta un poco- le decía conteniendo un poco la mala impresión que en ese momento tenía -Un comentario como ese podría ser el inicio de una batalla a muerte en isla gyojin- decía con el entrecejo fruncido. Se acercaba cada vez más sin la mínima intención de lanzar un ataque, le había hecho sentir mal pero no era fácil que se enojara -Y ningún motivo en especial me tiene acá. Solo vengo por un poco de esa madera- señalaba con su mano mutada en la dirección del hombre de la lanza -Parece que en esta isla no hay nada¿Sabes que sucedió? ¿Tienes algo que ver con ello?- decía ya a una distancia de casi diez metros.
Odín
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Creado por Wuayra Barca Dom Jun 26, 2016 6:57 pm
Las palabras ajenas no tenían significado para él. Un Wotan Marino era algo que nunca había visto, la palabra Wotan no había sido escuchada por el Shandiano. En el Mar Blanco no existían esta especie ni los Gyojins sino simples animales que tenían más relación con los reyes marinos que con los Gyojins. Si había confundido al gigantesco monstruo con una bestia había sido por que se parecía a las bestias o espíritus con las cuales se encontraba en aquellos sueños de ayahuasca con el crepitar del fuego como guía. Aún cuando Wuayra era un guerrero, no buscaba pelea contra aquel espíritu sino justamente lo contrario, adquirir el conocimiento del mundo inferior del cual anteriormente carecía. Antes de que pudiese excusarse aquel gigante continuó con sus palabras. Gyojin, una nueva palabra que no conocía, pero solo era el nombre de una isla, razonar la existencia de la raza Gyojin solo por que había una isla con nombre similar era algo que no se le ocurrió, sino que simplemente en su mente pasó la idea de la existencia de una isla cuyos habitantes fuesen similares a aquella bestia.
Con un rostro tan grande, los gestos se veían mejor. No necesitó observarlo demasiado para que Wuayra entendiese que aquel "Wotan Marino" se había enojado por sus palabras. La insinuación de que aquel Shandiano había causado la masacre en Ohara fue algo que lo afectó de la misma manera que antes llamarlo Bestia había afectado al Wotan. Él era un guerrero, si asesinase a mujeres sería a las que se interpusiesen en su camino y fuesen guerreras. Si asesinase a niños, era para otorgarles una muerte piadosa y ahorrarles sufrimiento. Lo de aquella isla no había sido una guerra, había sido una masacre - Esta es la isla de Ohara... - eso fue lo que le habían dicho los revolucionarios de aquel barco en el cual había llegado a la isla - Según lo que se me informó... este lugar fue destruido por el Gobierno Mundial... - su tono era serio pero en el mismo podía notarse algo de tristeza, era una gran pérdida tanto por el conocimiento como por la muerte de las personas como por la pérdida de conocimiento propia de la isla.
- Sin embargo, la vida aún florece... la naturaleza, la vida, siempre encuentra una forma. La madera que deseas sacar posiblemente sea el hogar de varias especies de animales que viven en su tronco o que se alimentan de la madera que deseas robar. ¿Cuál es el motivo por el cual deseas dicha madera? ¿Acaso para hacer un tótem para apaciguar a los espíritus? - había respondido su duda, había manifestado su desacuerdo con las intenciones de su oponente, lo único que le faltaba era realizar la pregunta más importante de todas, la pregunta que había guardado para el final - Soy un Shandiano, proveniente de Shandia. Mi conocimiento del Mundo Inferior es poco. ¿Qué es un Wotan Marino? ¿Son todos tan colosales como tu? En ese caso, ¿Hay guerreros en la Isla Gyojin? - guerreros de tal tamaño podrían fácilmente conquistar islas, si no lo hacían debía de ser por ausencia de los mismos, sin embargo en aquella "Isla Gyojin" parecía que había cierta cantidad de guerreros.
Con un rostro tan grande, los gestos se veían mejor. No necesitó observarlo demasiado para que Wuayra entendiese que aquel "Wotan Marino" se había enojado por sus palabras. La insinuación de que aquel Shandiano había causado la masacre en Ohara fue algo que lo afectó de la misma manera que antes llamarlo Bestia había afectado al Wotan. Él era un guerrero, si asesinase a mujeres sería a las que se interpusiesen en su camino y fuesen guerreras. Si asesinase a niños, era para otorgarles una muerte piadosa y ahorrarles sufrimiento. Lo de aquella isla no había sido una guerra, había sido una masacre - Esta es la isla de Ohara... - eso fue lo que le habían dicho los revolucionarios de aquel barco en el cual había llegado a la isla - Según lo que se me informó... este lugar fue destruido por el Gobierno Mundial... - su tono era serio pero en el mismo podía notarse algo de tristeza, era una gran pérdida tanto por el conocimiento como por la muerte de las personas como por la pérdida de conocimiento propia de la isla.
- Sin embargo, la vida aún florece... la naturaleza, la vida, siempre encuentra una forma. La madera que deseas sacar posiblemente sea el hogar de varias especies de animales que viven en su tronco o que se alimentan de la madera que deseas robar. ¿Cuál es el motivo por el cual deseas dicha madera? ¿Acaso para hacer un tótem para apaciguar a los espíritus? - había respondido su duda, había manifestado su desacuerdo con las intenciones de su oponente, lo único que le faltaba era realizar la pregunta más importante de todas, la pregunta que había guardado para el final - Soy un Shandiano, proveniente de Shandia. Mi conocimiento del Mundo Inferior es poco. ¿Qué es un Wotan Marino? ¿Son todos tan colosales como tu? En ese caso, ¿Hay guerreros en la Isla Gyojin? - guerreros de tal tamaño podrían fácilmente conquistar islas, si no lo hacían debía de ser por ausencia de los mismos, sin embargo en aquella "Isla Gyojin" parecía que había cierta cantidad de guerreros.
Wuayra Barca
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Creado por Odín Lun Jun 27, 2016 2:17 am
El tipo parecía tener más conocimiento del lugar que el wotan, no era nada del otro mundo, probablemente cualquiera que pisara esa Isla (de un nombre que recordaba a la expresión de “Así lo que quiera Alah”, otro de los tantos dioses que el supuesto tipo que tenía en frente negaba) tendría las nociones básicas de conocimiento sobre lo que allí había acontecido mucho tiempo atrás -Con que Ohara, nunca lo he escuchado- decía mientras trataba de hacer memoria -¿Y quien te informo eso es confiable o creíble?- el pez diablo había aprendido por las malas y durante décadas que los humanos tendían a mentir y tratar de engañarlo para hacerle creer que uno o otro era el culpable.
El ser marino no entendía para nada las gesticulaciones del tipo, ni lo que quería expresar, en esa época era incapaz de identificar las diferentes emoción que los pequeños rostros de los humanos querían expresar, sería hasta tiempo después que adquiriría la habilidad de dicha lectura, conociendo a Byakuren y el trato que ella le daría a él y a los demás a su alrededor. Junto a ella y Tiffany empezaría a entender a esos mamíferos pequeños llamados humanidad.
El discurso del tipo sobre la vida iba bien y estaba de acuerdo hasta que dijo dos cosas realmente sospechosas, insinuó que iba a robar la madera, en su concepción del mundo tomar de la tierra lo que necesitaba era la virtud de los creadores, el como artesano le gustaba ver eso así -Concuerdo con lo que dices del florecer de la vida y añado la coexistencia, no es robar cuando se necesita un recurso de la naturaleza, todos somos hijos de ella y de los mares, en mi caso, hasta el percebe más pequeño sabe las leyes de la supervivencia – decía con claridad antes de escuchar la presentación que mencionaba algo que no entendía -Yo soy un ser de las profundidades marinas y mi conocimiento de la superficie también es básico, desconozco eso que hablas de Sandías y el mundo inferior, no se si hay humanos que nacen de arboles como las frutas y por eso cuidas este pero pienso hacer un tótem como bien has dicho- realmente había escuchado mal eso y le genero cierta confusión -los gyojin y los wotan son razas marinas, unos más grandes que otros, no conozco ningún otro wotan – decía con cierta tristeza mirando su mano agigantada. Cuantos wotans podía existir en el mundo, una raza híbrida de dos razas raras y cuantos casos de gigantismo de un brazo podían haber entre los seres vivos. Ciertamente el era un espécimen bastante curioso que proseguía diciendo -Dame un espacio para tomar una parte de ese árbol, debo hacer una obra y posiblemente unas reparaciones en mi bote- decía tomando el hacha para de un tajo cortar una buena parte del tronco.
El ser marino no entendía para nada las gesticulaciones del tipo, ni lo que quería expresar, en esa época era incapaz de identificar las diferentes emoción que los pequeños rostros de los humanos querían expresar, sería hasta tiempo después que adquiriría la habilidad de dicha lectura, conociendo a Byakuren y el trato que ella le daría a él y a los demás a su alrededor. Junto a ella y Tiffany empezaría a entender a esos mamíferos pequeños llamados humanidad.
El discurso del tipo sobre la vida iba bien y estaba de acuerdo hasta que dijo dos cosas realmente sospechosas, insinuó que iba a robar la madera, en su concepción del mundo tomar de la tierra lo que necesitaba era la virtud de los creadores, el como artesano le gustaba ver eso así -Concuerdo con lo que dices del florecer de la vida y añado la coexistencia, no es robar cuando se necesita un recurso de la naturaleza, todos somos hijos de ella y de los mares, en mi caso, hasta el percebe más pequeño sabe las leyes de la supervivencia – decía con claridad antes de escuchar la presentación que mencionaba algo que no entendía -Yo soy un ser de las profundidades marinas y mi conocimiento de la superficie también es básico, desconozco eso que hablas de Sandías y el mundo inferior, no se si hay humanos que nacen de arboles como las frutas y por eso cuidas este pero pienso hacer un tótem como bien has dicho- realmente había escuchado mal eso y le genero cierta confusión -los gyojin y los wotan son razas marinas, unos más grandes que otros, no conozco ningún otro wotan – decía con cierta tristeza mirando su mano agigantada. Cuantos wotans podía existir en el mundo, una raza híbrida de dos razas raras y cuantos casos de gigantismo de un brazo podían haber entre los seres vivos. Ciertamente el era un espécimen bastante curioso que proseguía diciendo -Dame un espacio para tomar una parte de ese árbol, debo hacer una obra y posiblemente unas reparaciones en mi bote- decía tomando el hacha para de un tajo cortar una buena parte del tronco.
Odín
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Creado por Wuayra Barca Lun Jun 27, 2016 10:05 am
Nunca le habían dicho "no le digas a nadie en la isla que estamos acá", pero el indicarle a un extraño que la armada revolucinaria para entrenar a novatos y llenar sus espíritus de pasión utilizaba a Ohara era algo que podría perjudicar al movimiento. Si ese Wotan sabía el resto del mundo podía saber - Si lo es - fue su respuesta a si la información era fiable. Claro que lo era, aquella masacre era uno de los motivos por los cuales existía la armada. Ver los pedazos de cadáveres, los pocos huesos que permanecían quemados o derroidos por los elementos y pensar "No dejaré que esto vuelva a pasar". Esa era la belleza de Ohara, ese era el motivo por el cual los revolucionarios iban allí, para avivar la llama de la revolución. Cada masacre, cada niño muerto, solo aumentaría el resurgir de la revolución, los muertos serían vengados, la tierra sería liberada, su cuerpo le quemaba, como si necesitase moverse y descargar toda su ¿Ira? No era tanto ira sino el sentido de justicia, no era el desear asesinar a todo el mundo sino el empleo de sus emociones para un bien mayor.
Claro que robar no era cuando se necesitaba un recurso, pero había visto a humanos tomar elementos que no necesitaban para satisfacer una codicia que se les había dado por un sistema que parecía bombardearlos con nuevos deseos. El mundo era un lugar horrible y nadie parecía darse cuenta, y los que se daban cuenta solo eran los que se aprovechaban del nivel del mundo para tener cada vez más dinero sin importarle el sufrimiento ajeno - No Sandía, Shandia, un pueblo sobre las nubes. Diría que lo visites pero el viaje se ha cobrado más muertes que las vidas en esta isla. Y la falta de aire, especialmente en un anfibio... quizás ni podrías respirar en el Mar Blanco... Bueno, no te recomendaría demasiado ir... - los seres del Mar Blanco y del Mar Azul eran completamente distintos, habiéndose adaptados los primeros para sobrevivir en las condiciones propias de Skypea, así que quizás si ese gigante fuese hacia Shandia moriría por el simple hecho de no poder respirar. Eso era lo que pasaba con la mayor parte de la gente que llegaba a Skypea, no ahogarse tanto como para morir pero si como para apenas poder moverse durante los primeros días. Desconocía como funcionaba el cuerpo ajeno así que quizás pudiese adaptarse al cambio de presión rápido o quizás justo lo opuesto.
Razas marinas, no esperaba que hubiese seres con conciencia en el fondo del mar, quizás el mundo inferior para el Wotan sería como Skypea para un humano normal. Vio como ese gigante cortaba parte del árbol, no este completo sino parte del mismo. Curiosamente el árbol se regeneraría siempre que no fuese completamente cortado así que no era algo preocupante, el tiempo lo arreglaría. Bajó de la raíz del árbol gigante y agarró sus armas - Si quieres te puedo ayudar a reparar tu barco. Asumo que tendrías ciertas dificultades para las partes pequeñas como tornillos y eso - aunque realmente dudaba que ese ser necesitase un barco, para ser uno capaz de llevarlo debía de ser grande, y Wuayra deseaba contemplar como debía ser aquella creación, después de todo no habían Barcos en Shandia como en aquel mundo inferior y tener el conocimiento de este y de sus armas podría servirle a futuro..
Claro que robar no era cuando se necesitaba un recurso, pero había visto a humanos tomar elementos que no necesitaban para satisfacer una codicia que se les había dado por un sistema que parecía bombardearlos con nuevos deseos. El mundo era un lugar horrible y nadie parecía darse cuenta, y los que se daban cuenta solo eran los que se aprovechaban del nivel del mundo para tener cada vez más dinero sin importarle el sufrimiento ajeno - No Sandía, Shandia, un pueblo sobre las nubes. Diría que lo visites pero el viaje se ha cobrado más muertes que las vidas en esta isla. Y la falta de aire, especialmente en un anfibio... quizás ni podrías respirar en el Mar Blanco... Bueno, no te recomendaría demasiado ir... - los seres del Mar Blanco y del Mar Azul eran completamente distintos, habiéndose adaptados los primeros para sobrevivir en las condiciones propias de Skypea, así que quizás si ese gigante fuese hacia Shandia moriría por el simple hecho de no poder respirar. Eso era lo que pasaba con la mayor parte de la gente que llegaba a Skypea, no ahogarse tanto como para morir pero si como para apenas poder moverse durante los primeros días. Desconocía como funcionaba el cuerpo ajeno así que quizás pudiese adaptarse al cambio de presión rápido o quizás justo lo opuesto.
Razas marinas, no esperaba que hubiese seres con conciencia en el fondo del mar, quizás el mundo inferior para el Wotan sería como Skypea para un humano normal. Vio como ese gigante cortaba parte del árbol, no este completo sino parte del mismo. Curiosamente el árbol se regeneraría siempre que no fuese completamente cortado así que no era algo preocupante, el tiempo lo arreglaría. Bajó de la raíz del árbol gigante y agarró sus armas - Si quieres te puedo ayudar a reparar tu barco. Asumo que tendrías ciertas dificultades para las partes pequeñas como tornillos y eso - aunque realmente dudaba que ese ser necesitase un barco, para ser uno capaz de llevarlo debía de ser grande, y Wuayra deseaba contemplar como debía ser aquella creación, después de todo no habían Barcos en Shandia como en aquel mundo inferior y tener el conocimiento de este y de sus armas podría servirle a futuro..
Wuayra Barca
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Creado por Odín Miér Jun 29, 2016 11:47 pm
Pese a que el tipo resultaba de buen trato el wotan vivía en la época de desconfianza humana y el tipo decía algunas cosas extrañas, podían ser ciertas pero el ser marino no se sentía a gusto en el ambiente de esa isla, quizás bajo otras condiciones menos áridas su caracter no hubiese estado tan áspero y urticante como lo era ese día con su interlocutor - Me parece bien que para tí sean fiables, espero que confies en ellos pero no te creas todo, no voy a preguntar más sobre eso. Gracias por tu versión, al menos ahora tengo una- decía sin imaginar bien lo que ahí había sucedido. No tenía en su gran cabeza la concepción de una idea tan macabra como un Buster Call, menos que este pudiese ser solicitado por una simple persona acabando por completo con una isla. Era algo escalofriante para la vida misma. ¿Tanto poder creían tener los humanos?¿Tanto derecho sobre la vida y el mundo?
Mientras poco a poco iba obteniendo el recurso que necesitaba en tablas realmente largas, unas más gruesas que otras y todas al ser cortadas formaban parte del arreglo del diseño actual que tenía solo en su mente. Lo último en cortar sería el pedazo más pequeño, una forma cuadrada de casi cuatro metros. Se sentaría con esa figura en la mano mientras escuchaba como el Shandiano rectificaba lo que Odín había malinterpretado. Le parecía una historia interesante, un pueblo sobre el aire, no entendía bien el concepto "¿Hay algo más en el cielo?¿El mundo esta hecho por capaz?¿Existe algo más bajo el fondo marino y algo por encima del cielo?¿Las estrellas que brillan podrían ser casas o castillos?" La invasión de ideas en ese momento con esa idea que había sido sembrada habían germinado, probablemente ahora en su lista de cosas por hacer estaría confirmar lo que ese humano contaba. Mar blanco, a cuantos más humanos les preguntaría por eso, por los shandianos y por la forma de llegar hasta allí, el pueblo sobre las nubes -Me resulta atractiva esa historia humano, la comprobare algún día. Mi nombre es Odín D. Blizzard, tal vez en otra ocasión nos encontremos- decía mientras se apoltronaba en el suelo usando las tablas que ahora tenía como si de una almohada o respaldar se tratase. -Gracias por la intención, de momento voy a dormir un poco antes de ir a por mi barco, estoy algo agotado del viaje. Te recomiendo no quedarte muy cerca en ocasiones por algunas sueños realizo movimiento sin querer - decía mientras se colocaba la mano más grande para tapar sus ojos y rostro del sol de la tarde que empezaba a caer. Iba a dormir mucho probablemente hasta el amanecer del día siguiente -Me disculpo pero estoy bastante agotado si te veo luego del próximo sol naciente me gustaría seguir hablando de esto- sostenía el cuadrado de madera en su otra mano. Esa noche iba a soñar y en esa pieza iba a quedar grabado un totem en esa isla.
Mientras poco a poco iba obteniendo el recurso que necesitaba en tablas realmente largas, unas más gruesas que otras y todas al ser cortadas formaban parte del arreglo del diseño actual que tenía solo en su mente. Lo último en cortar sería el pedazo más pequeño, una forma cuadrada de casi cuatro metros. Se sentaría con esa figura en la mano mientras escuchaba como el Shandiano rectificaba lo que Odín había malinterpretado. Le parecía una historia interesante, un pueblo sobre el aire, no entendía bien el concepto "¿Hay algo más en el cielo?¿El mundo esta hecho por capaz?¿Existe algo más bajo el fondo marino y algo por encima del cielo?¿Las estrellas que brillan podrían ser casas o castillos?" La invasión de ideas en ese momento con esa idea que había sido sembrada habían germinado, probablemente ahora en su lista de cosas por hacer estaría confirmar lo que ese humano contaba. Mar blanco, a cuantos más humanos les preguntaría por eso, por los shandianos y por la forma de llegar hasta allí, el pueblo sobre las nubes -Me resulta atractiva esa historia humano, la comprobare algún día. Mi nombre es Odín D. Blizzard, tal vez en otra ocasión nos encontremos- decía mientras se apoltronaba en el suelo usando las tablas que ahora tenía como si de una almohada o respaldar se tratase. -Gracias por la intención, de momento voy a dormir un poco antes de ir a por mi barco, estoy algo agotado del viaje. Te recomiendo no quedarte muy cerca en ocasiones por algunas sueños realizo movimiento sin querer - decía mientras se colocaba la mano más grande para tapar sus ojos y rostro del sol de la tarde que empezaba a caer. Iba a dormir mucho probablemente hasta el amanecer del día siguiente -Me disculpo pero estoy bastante agotado si te veo luego del próximo sol naciente me gustaría seguir hablando de esto- sostenía el cuadrado de madera en su otra mano. Esa noche iba a soñar y en esa pieza iba a quedar grabado un totem en esa isla.
Odín
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Creado por Wuayra Barca Jue Jun 30, 2016 7:26 am
Cuando le habían dicho unos revolucionarios sobre la isla de Ohara, había confiado en ellos, aunque ahora que aquel Wotan lo decía, quizás si era una mentira hecha para mantener el fuego revolucionario, pero incluso si así era, eso no cambiaba la existencia de los Tenryubitos. Lo de Ohara no era el único motivo, quizás tenía que ver con aumentar la llama revolucionaria, pero no era el único motivo. El que fuese una mentira le parecía de cierta manera un poco rebuscado. La isla ya estaba destruida, incluso si no hubiera sido destruida por el gobierno, el usar una tragedia para algo "bueno" como motivar revolucionarios era de por si "bueno". Así que realmente el motivo no importaba. Inclusive si fuese falso y Wuayra supiese que era falso, no lo diría por que dejaría de haber algo bueno en aquel lugar. No, la verdad no era importante.
Sonrió al decir el Wotan que comprobaría la historia de la existencia de Shandia y Skypea, si lograba hacerlo sería un milagro, pocos llegaban al mundo superior sin morir. Cuando escuchó el nombre ajeno lo único que se preguntó fue "¿Qué mierda significa la D?", sin embargo sería falta de cortesía el preguntarle a alguien sobre su nombre sin antes decir el de uno - Wuayra Barca... - Podría explicarle que significaba su nombre, después de todo en Shandia los nombres tenían que ver con la persona. En su caso significaba Viento Rayo, describiendo mediante estos 2 elementos la personalidad y estilo de pelea propio de Wuayra - ¿Qué significa la D? - y el gigante... ¿Se iba a dormir? ¿Así nomás? Considerando que podía ser asesinado por cualquiera que pasase y lo confundiese con una bestia destructora. ¿Confiaba acaso en Wuayra lo suficiente como para dormir o acaso solo estaba diciendo eso para ver si era atacado por el Shandiano mientras fingía estar dormido.
- Y no te recomendaría dormir por aquí... insectos... es muy probable que, por tu tamaño, se metan en tus oídos y otros orificios... He visto como una araña salía de una oreja de un Shandiano. Con tu tamaño creo que podría ser incluso peor... - además de que no había luz ni parecía tener algo con lo que taparse de los mosquitos. Considerando el clima del lugar, casi siempre había una cantidad alta de mosquitos a la noche, además de que haría frío, ¿Acaso pensaba dormir enserio solo con una tabla de madera? - Creo que harías mejor durmiendo en el agua. Después de todo eres un ser marino, ¿No? - aunque bueno, si ese gigante se rehusaba entonces mal por él, despertaría al día siguiente con demasiadas picaduras de mosquitos y de los insectos que posiblemente estuviera atrapando en huecos. Quizás un nido de hormigas que lo devorase a la noche, aunque posiblemente todo el bosque pudiese alimentarse de ese gigante si así se daban las cosas.
Sonrió al decir el Wotan que comprobaría la historia de la existencia de Shandia y Skypea, si lograba hacerlo sería un milagro, pocos llegaban al mundo superior sin morir. Cuando escuchó el nombre ajeno lo único que se preguntó fue "¿Qué mierda significa la D?", sin embargo sería falta de cortesía el preguntarle a alguien sobre su nombre sin antes decir el de uno - Wuayra Barca... - Podría explicarle que significaba su nombre, después de todo en Shandia los nombres tenían que ver con la persona. En su caso significaba Viento Rayo, describiendo mediante estos 2 elementos la personalidad y estilo de pelea propio de Wuayra - ¿Qué significa la D? - y el gigante... ¿Se iba a dormir? ¿Así nomás? Considerando que podía ser asesinado por cualquiera que pasase y lo confundiese con una bestia destructora. ¿Confiaba acaso en Wuayra lo suficiente como para dormir o acaso solo estaba diciendo eso para ver si era atacado por el Shandiano mientras fingía estar dormido.
- Y no te recomendaría dormir por aquí... insectos... es muy probable que, por tu tamaño, se metan en tus oídos y otros orificios... He visto como una araña salía de una oreja de un Shandiano. Con tu tamaño creo que podría ser incluso peor... - además de que no había luz ni parecía tener algo con lo que taparse de los mosquitos. Considerando el clima del lugar, casi siempre había una cantidad alta de mosquitos a la noche, además de que haría frío, ¿Acaso pensaba dormir enserio solo con una tabla de madera? - Creo que harías mejor durmiendo en el agua. Después de todo eres un ser marino, ¿No? - aunque bueno, si ese gigante se rehusaba entonces mal por él, despertaría al día siguiente con demasiadas picaduras de mosquitos y de los insectos que posiblemente estuviera atrapando en huecos. Quizás un nido de hormigas que lo devorase a la noche, aunque posiblemente todo el bosque pudiese alimentarse de ese gigante si así se daban las cosas.
Wuayra Barca
Hoja de personaje
Nivel:
(10/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Odín Jue Jun 30, 2016 5:04 pm
Pese a lo que el humano iba a decir y pudiese pensar habían demasiados factores que no tenía en cuenta, el cuero de la capucha que usaba, era el punto menos importante pero era cuero marino, le cubría las orejas de los pequeños “insectos”, minúsculos que por más parasitarios que pudiesen ser Odín era absurdamente resistente, una culebra podría morderlo y el veneno no pasaría de su escamada piel azul (4 Res bitch please xD lol) era un monumento en vivo al poder, a la resistencia, a lo inquebrantable e imperecedero, los wotan tienen una esperanza de vida de más del triple que los humanos, el de pez diablo era solo un niño que cruzaba los sesenta años. Era un completo chiquillo.
Luego escucharía el nombre del humano, sin duda era más raro que su historia del mar blanco y las islas del cielo, Odín supuso y teorizó sobre las islas estelares pero esto ya era otra historia. Lo más sorprendente fue la pregunta que también le dejo pensando -La verdad no se lo de la D, mi padre le dijo a mi madre mi nombre antes de irse, no tengo idea de si tiene algo relevante. He encontrado algunas piezas de su rastro y recorrió gran parte del mundo. No se porque te cuento esto la verdad- decía con su rostro cubierto, la verdad podía acercarse y atacarlo pero en todo caso implicaría un combate, aplastarlo y luego seguir durmiendo. Pensaba inicialmente en su comodidad, en caso de cualquier altercado podría afrontar las consecuencias de sus actos tan confiados. Era una isla desierta, a menos que trajese a todos los suyos y fuesen unos diez se sentía bastante seguro.
Cuando Wuayra Barca dijo lo de los insectos el coloso oceanico no pudo más que reír -juas juas juas tenía mucho de no reirme Sandiano – tenía un problema con esa palabra, enserio – en caso de que un bichejo hiciese algo así me lo llevaría cuando vaya a nadar y en caso de que soportara el agua, suelo nadar en la profundidad, la presión allí no es cosa de bichos juas juas juas – no podía contener su risa, probablemente tenía mucho de no reir y luego de eso duraría aún más sin hacerlo con tal jolgorio. - la verdad también prefiero dormir en el agua pero no tengo problema alguno en tierra, siempre lo hago, la comodidad realmente me da igual cuando estoy cansado del viaje – decía justo como ultima sentencia y empezaba a soñar, disperso, noqueado en la tranquilidad del mar onírico. Al final de cuentas no hubo ningún altercado con el Shandiano, Odín esperaba verlo al amanecer del otro día, quizás en esa ocuasión lo trataría con un poco más de “humanidad” cosa que apenas empezaba a desarrollar para con los humanos. Dormía con una gran sonrisa producto del chascarrillo.
Luego escucharía el nombre del humano, sin duda era más raro que su historia del mar blanco y las islas del cielo, Odín supuso y teorizó sobre las islas estelares pero esto ya era otra historia. Lo más sorprendente fue la pregunta que también le dejo pensando -La verdad no se lo de la D, mi padre le dijo a mi madre mi nombre antes de irse, no tengo idea de si tiene algo relevante. He encontrado algunas piezas de su rastro y recorrió gran parte del mundo. No se porque te cuento esto la verdad- decía con su rostro cubierto, la verdad podía acercarse y atacarlo pero en todo caso implicaría un combate, aplastarlo y luego seguir durmiendo. Pensaba inicialmente en su comodidad, en caso de cualquier altercado podría afrontar las consecuencias de sus actos tan confiados. Era una isla desierta, a menos que trajese a todos los suyos y fuesen unos diez se sentía bastante seguro.
Cuando Wuayra Barca dijo lo de los insectos el coloso oceanico no pudo más que reír -juas juas juas tenía mucho de no reirme Sandiano – tenía un problema con esa palabra, enserio – en caso de que un bichejo hiciese algo así me lo llevaría cuando vaya a nadar y en caso de que soportara el agua, suelo nadar en la profundidad, la presión allí no es cosa de bichos juas juas juas – no podía contener su risa, probablemente tenía mucho de no reir y luego de eso duraría aún más sin hacerlo con tal jolgorio. - la verdad también prefiero dormir en el agua pero no tengo problema alguno en tierra, siempre lo hago, la comodidad realmente me da igual cuando estoy cansado del viaje – decía justo como ultima sentencia y empezaba a soñar, disperso, noqueado en la tranquilidad del mar onírico. Al final de cuentas no hubo ningún altercado con el Shandiano, Odín esperaba verlo al amanecer del otro día, quizás en esa ocuasión lo trataría con un poco más de “humanidad” cosa que apenas empezaba a desarrollar para con los humanos. Dormía con una gran sonrisa producto del chascarrillo.
Odín
Hoja de personaje
Nivel:
(21/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Wuayra Barca Jue Jun 30, 2016 6:35 pm
Sabía que existía un grupo especial de gente que se reía de manera idiota, no esperaba que aquel desconocido fuese parte de ese grupo, riéndose con un "juas" envés de un "Ja" normal. Ignoró que le dijese Sandiano, parecía tener problemas con hacer el sonido de "Sh". Supuestamente si un humano subía demasiado rápido, su cuerpo no podría soportar el cambio de presión y se harían burbujas en su sangre y quizás explotaría o simplemente moriría, no sabía lo suficiente de biología. E igual, para hacer eso debía de sobrevivir la noche lo cual podía resultar imposible si los bichos de aquella isla eran como los de Skypea. Después de todo allí habían insectos gigantes, o gigantes comparados con los del mundo inferior, quizás no tenía que preocuparse tanto. Los árboles de allí no medían tanto como los de Skypea, apenas tenían tamaño comparado con estos realmente, con los animales posiblemente ocurriese algo similar.
Cuando el monstruo se puso a dormir el Shandiano revaloró sus opciones. Podía dejarlo ahí, podía matarlo y llevar su cadáver con los revolucionarios (o mejor llamar a los revolucionarios hacia él) y mostrar que era genial y que podía matar gigantes pero no ganaría demasiado al hacerlo - Mmmm... Bueno... Puede hablar... no sería ético domarlo para la guerra... aunque sería mejor que un elefante de pelea... decisiones... - Todavía quedaban unos días antes de tener que irse de Ohara así que era más probable que aquel monstruo se fuese antes que el Shandiano. No debían preocuparse por la cacería con los revolucionarios por que ellos ya tenían comida y el capitan se encargaba de conseguir carne de Rey Marino - Bah, mejor vuelvo mañana y superviso el Totem... que sino los espíritus estarán descontentos... - dijo para si mismo antes de volver al campo revolucionario. Al día siguiente volvería y se fijaría del monstruo.
Cuando el monstruo se puso a dormir el Shandiano revaloró sus opciones. Podía dejarlo ahí, podía matarlo y llevar su cadáver con los revolucionarios (o mejor llamar a los revolucionarios hacia él) y mostrar que era genial y que podía matar gigantes pero no ganaría demasiado al hacerlo - Mmmm... Bueno... Puede hablar... no sería ético domarlo para la guerra... aunque sería mejor que un elefante de pelea... decisiones... - Todavía quedaban unos días antes de tener que irse de Ohara así que era más probable que aquel monstruo se fuese antes que el Shandiano. No debían preocuparse por la cacería con los revolucionarios por que ellos ya tenían comida y el capitan se encargaba de conseguir carne de Rey Marino - Bah, mejor vuelvo mañana y superviso el Totem... que sino los espíritus estarán descontentos... - dijo para si mismo antes de volver al campo revolucionario. Al día siguiente volvería y se fijaría del monstruo.
Wuayra Barca
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