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Creado por Janneline Mar Jul 05, 2016 8:17 pm
Ohara. Lindo lugar sin duda y seguramente fue algo realmente algo precioso en sus tiempos de esplendor. Pero había algo, una cosa específica que aquel lugar no podía ignorar, su olor, su fragancia de conocimiento puro. A la rubia, sin duda alguna le hubiera gustado conocer aquella isla cuando aún tenía estructuras, cuando todavía había eruditos viviendo y recopilando toda la información posible. Ellos, seguramente eran las personas más poderosas de todas. Suspiró un aire que llegó a sentirlo. Habría sido tan genial… Pero ahora, lo único que podía contemplar era vegetación que cubría todo y ni una sola alma llegaba hasta esos lugares.
Janna usaba su cuchillo personal para poder cortar parte de la vegetación y así pasar por el lugar. Entonces vio como un pájaro, de color azul muy bello pasaba por el lugar y se paraba en una rama, sus gélidos ojos lo contemplaron por unos momentos y a paso lento se acercó al pequeño animalito. Se veía tan pero tan inocente, tan pero tan ingenuo que a la joven marine le daban ganas de…
Siguió acercándose, su respiración se volvía lenta y pausada, se empezaba a mezclar poco a poco con el natural ambiente en la que se encontraba, era, poco a poco, lentamente, una más, una vegetación más, no, un animal más. Era otro depredador de allí que miraba a su presa con mucha atención, observándolo, devorándolo con la mirada, espirando todo lo humano que había en ella para convertirse en el fuego que abrasaría todo lo existente. Sus ojos, de gélido azul se mostraban expectantes, esperando paciente a por su gran oportunidad. El pajarito, pequeño y menudo seguía allí, a veces cantaba alguna melodía, a veces, parecía como si de verdad no entendiera nada de lo que estaba sucediendo allí. La sed de sangre de Janneline aumentaba cada vez más y, aunque intentara ocultarlo, de alguna forma no lo logró. En el exacto momento en que sus manos iban a tomar a la pequeña criatura para terminar degollándolo, este alzo sus alas y empezó a volar lejos de su depredador antinatural.
“Tsk…” No había servido, pero tampoco pasaba nada grave con ello, simplemente debía de seguir con su camino.
Oh… Pero ahora se encontraba en el dilema ¿Qué hacía allí? Bueno, era simple, había escuchado sobre una historia, una pequeña e interesante historia que contaba que algún cofre se encontraba por allí perdido. ¿Con qué? Con libros. Aquello emocionó mucho a la rubia. Le encantaba conocer más, le encantaba entender más cosas, le gustaba tanto que terminaba siendo difícil que sus gélidos ojos no se iluminaran al momento de pensar en saber más y más cosas de las que sabía antes.
Pero algo pasó. Un ruido, que venía de atrás de ella se escuchó. ¿Una rama pisada? Pero ¿quién? ¿quién se encontraría en un lugar abandonado como ese? ¿Quién se encontraría allí? ¿Por qué?
“¿Quién anda allí?” preguntó con una voz serena y calmada intentando que quien fuera que estaba allí se mostrará, de alguna forma.
Janna usaba su cuchillo personal para poder cortar parte de la vegetación y así pasar por el lugar. Entonces vio como un pájaro, de color azul muy bello pasaba por el lugar y se paraba en una rama, sus gélidos ojos lo contemplaron por unos momentos y a paso lento se acercó al pequeño animalito. Se veía tan pero tan inocente, tan pero tan ingenuo que a la joven marine le daban ganas de…
Siguió acercándose, su respiración se volvía lenta y pausada, se empezaba a mezclar poco a poco con el natural ambiente en la que se encontraba, era, poco a poco, lentamente, una más, una vegetación más, no, un animal más. Era otro depredador de allí que miraba a su presa con mucha atención, observándolo, devorándolo con la mirada, espirando todo lo humano que había en ella para convertirse en el fuego que abrasaría todo lo existente. Sus ojos, de gélido azul se mostraban expectantes, esperando paciente a por su gran oportunidad. El pajarito, pequeño y menudo seguía allí, a veces cantaba alguna melodía, a veces, parecía como si de verdad no entendiera nada de lo que estaba sucediendo allí. La sed de sangre de Janneline aumentaba cada vez más y, aunque intentara ocultarlo, de alguna forma no lo logró. En el exacto momento en que sus manos iban a tomar a la pequeña criatura para terminar degollándolo, este alzo sus alas y empezó a volar lejos de su depredador antinatural.
“Tsk…” No había servido, pero tampoco pasaba nada grave con ello, simplemente debía de seguir con su camino.
Oh… Pero ahora se encontraba en el dilema ¿Qué hacía allí? Bueno, era simple, había escuchado sobre una historia, una pequeña e interesante historia que contaba que algún cofre se encontraba por allí perdido. ¿Con qué? Con libros. Aquello emocionó mucho a la rubia. Le encantaba conocer más, le encantaba entender más cosas, le gustaba tanto que terminaba siendo difícil que sus gélidos ojos no se iluminaran al momento de pensar en saber más y más cosas de las que sabía antes.
Pero algo pasó. Un ruido, que venía de atrás de ella se escuchó. ¿Una rama pisada? Pero ¿quién? ¿quién se encontraría en un lugar abandonado como ese? ¿Quién se encontraría allí? ¿Por qué?
“¿Quién anda allí?” preguntó con una voz serena y calmada intentando que quien fuera que estaba allí se mostrará, de alguna forma.
Janneline
Hoja de personaje
Nivel:
(3/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por L.i.l.y Miér Jul 06, 2016 1:16 pm
Ohara no era la clase de lugar que llamaba la atención ni donde se encontraban los dominios de una cazadora de recompensas especializada en infiltración como Lily, sin embargo estaba allí cumpliendo un pedido realmente extraño, llevar y enterrar allí los restos de una persona para que "descanse en el lugar que la vio nacer", si bien solo había sido llevar una urna con cenizas y enterrarla en el centro de la isla aquel lugar ponía muy nerviosa a la cazadora, se sentía amenazada sin importar en que dirección mirase, ni por donde fuera una constante sensación de "no pertenezco aquí" la inundaba.
Con cada paso silencioso que daba tenía la sensación de estar haciendo algo peor en su camino de regreso, así que finalmente optó por abandonar completamente el sigilo y deambular como si estuviera explorando un bosque o alguna región desconocida, intentando ignorar los pocos resto de lo que alguna vez fueran las estructuras de aquella ciudad, sus botas hacían un poco más de ruido y esto por alguna razón la tranquilizaba.
Su capa de color marrón ondeaba ante la brisa ocasional que también hacia revolotear sus cabellos de color azabache, a ambos lados de su cintura llevaba un dúo de espadas largas muy diferentes entre ellas pero que sin embargo compartían la característica de ser ambas "espadas de mano y media", con fundas muy diferentes entre ellas, en esta ocasión las llevaba a ambas a simple vista para evitar que alguien buscara problemas innecesarios.
Una presencia desconocida, un instinto de "algo malo" surgió en la cyborg al girar alrededor de lo que alguna vez pudo haber sido una pared y una voz femenina que interrogaba por su identidad.-Calma, solo estoy de paso.- dijo en voz fuerte y clara mientras se aproximaba al límite de aquel resto de muralla y giraba su vista para toparse con una mujer de rubia cabellera que al igual que la cazadora, no encajaba en aquel lugar a simple vista.
-Soy una cazadora a la cual llaman "Lily" ¿Y tú quién eres?- pregunto la de gris mirada mientras dedicaba una mirada de arriba para abajo a aquella persona que portaba un cuchillo pero no lograba reconocer como alguien de un cartel de Wanted, sin embargo eso nunca era señal de nada, simplemente de que no era alguien "evidentemente peligroso" -¿Qué te trae por aquí? si se puede saber claro esta.- pregunto con cordialidad mientras relajaba visiblemente sus hombros para generar en aquella muchacha la sensación de que no estaba en alerta.
Con cada paso silencioso que daba tenía la sensación de estar haciendo algo peor en su camino de regreso, así que finalmente optó por abandonar completamente el sigilo y deambular como si estuviera explorando un bosque o alguna región desconocida, intentando ignorar los pocos resto de lo que alguna vez fueran las estructuras de aquella ciudad, sus botas hacían un poco más de ruido y esto por alguna razón la tranquilizaba.
Su capa de color marrón ondeaba ante la brisa ocasional que también hacia revolotear sus cabellos de color azabache, a ambos lados de su cintura llevaba un dúo de espadas largas muy diferentes entre ellas pero que sin embargo compartían la característica de ser ambas "espadas de mano y media", con fundas muy diferentes entre ellas, en esta ocasión las llevaba a ambas a simple vista para evitar que alguien buscara problemas innecesarios.
Una presencia desconocida, un instinto de "algo malo" surgió en la cyborg al girar alrededor de lo que alguna vez pudo haber sido una pared y una voz femenina que interrogaba por su identidad.-Calma, solo estoy de paso.- dijo en voz fuerte y clara mientras se aproximaba al límite de aquel resto de muralla y giraba su vista para toparse con una mujer de rubia cabellera que al igual que la cazadora, no encajaba en aquel lugar a simple vista.
-Soy una cazadora a la cual llaman "Lily" ¿Y tú quién eres?- pregunto la de gris mirada mientras dedicaba una mirada de arriba para abajo a aquella persona que portaba un cuchillo pero no lograba reconocer como alguien de un cartel de Wanted, sin embargo eso nunca era señal de nada, simplemente de que no era alguien "evidentemente peligroso" -¿Qué te trae por aquí? si se puede saber claro esta.- pregunto con cordialidad mientras relajaba visiblemente sus hombros para generar en aquella muchacha la sensación de que no estaba en alerta.
- Atuendo:
L.i.l.y
Hoja de personaje
Nivel:
(22/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Janneline Miér Jul 06, 2016 5:04 pm
Suerte que la persona que había aparecido de repente apareció y resulto ser una chica, de azabaches cabellos que relucían a pleno día en aquella casi selva que resultaba llamarse Ohara.. La mujer que aparecía ante sus ojos parecía ser un tanto mayor que ella, vistiendo un atuendo gris y una capa cafesosa., su rostro parecía serio y ella misma se auto dominaba “cazadora” y de nombre Lily. ¿Aunque esa no era una forma un tanto extraña de presentarse? Pero aquello era lo que menos importaba, al final, Janna tampoco era una persona excesivamente… ¿Cómo decirlo? Normal, y quizás por esa misma razón aquella mujer le terminó cayendo mínimamente bien a la rubia marine.
“¿Yo?” Su mirada seguía tan arrogante como era usual en ella, por más que estuvieran en mitad de un lugar completamente destrozado. “Janneline Aris” aunque claro, no era como si su nombre fuera famoso ni nada por el estilo, ella era un don nadie en la marina, una simple soldado raso y eso era lo más interesante. ¡Porque podía hacer lo que quería! Cuando hablaba nadie la reconocía como parte de aquella facción y, sobre todo, porque ni si quiera llevaba el uniforme que le habían entregado al entrar a su facción. Aquel pedazo de tela realmente daba pena, en aquel momento seguía igualmente doblado que como se lo entregaron, limpio y reluciente, pero nunca iba a ser usado. Janna no era el tipo de persona que se pusiera algo obligada por alguien, y aunque de igual manera su estilo de ropa no cambiaba demasiado, era su forma de vestir, su propio sello personal que la identificaba. ¿Quién más que ella estaría usando un atuendo tan revelador en mitad de una ciudad perdida entre la verde maleza? “Mmmm… ¿Qué hago aquí?” caminaría en dirección a la fémina de azabaches cabellos de manera lenta y paulatina, con una gran sonrisa en su rostro, camino, intentando quedarse a unos pocos metros de ella y aprovechar de observarla bien. No parecía mala persona, tampoco parecía con las ganas de hacerle daño a la rubia. Entonces. ¿Qué hacía allí? Aquel lugar del magno conocimiento no era específicamente un lugar turístico y por lo mismo, ninguna de las dos lograba encajar por completo en el lugar lleno de vegetación “Busco un tesoro, un gran tesoro” su sonrisa no desaparecía, sino, cada vez se hacía más y más grande y quizás de alguna forma, más arrogante. “¿Tú que haces?” preguntó para antes darse cuenta de algo y pensarlo bien “¿Tú…? ¡¿No estarás detrás de mi tesoro?!” impulsivamente habló sin mucho pensamiento. Un momento de paranoia llegó a ella, no quería compartir su gran fuente de conocimiento, no quería compartir sus libros. De lo que la fémina ya relacionaba como su posesión. “¿Cierto? ¡Ese tesoro es mío!” Aunque continuaba con el cuchillo en la mano, no lo dirigía hacia la morena ni nada parecido, la verdad, es que la muchacha no tenía grandes ganas de pelear y por lo mismo simplemente tenía su cuchillo en la mano, pero sin ademán de ataque.
Este es el atuendo que usa.
“¿Yo?” Su mirada seguía tan arrogante como era usual en ella, por más que estuvieran en mitad de un lugar completamente destrozado. “Janneline Aris” aunque claro, no era como si su nombre fuera famoso ni nada por el estilo, ella era un don nadie en la marina, una simple soldado raso y eso era lo más interesante. ¡Porque podía hacer lo que quería! Cuando hablaba nadie la reconocía como parte de aquella facción y, sobre todo, porque ni si quiera llevaba el uniforme que le habían entregado al entrar a su facción. Aquel pedazo de tela realmente daba pena, en aquel momento seguía igualmente doblado que como se lo entregaron, limpio y reluciente, pero nunca iba a ser usado. Janna no era el tipo de persona que se pusiera algo obligada por alguien, y aunque de igual manera su estilo de ropa no cambiaba demasiado, era su forma de vestir, su propio sello personal que la identificaba. ¿Quién más que ella estaría usando un atuendo tan revelador en mitad de una ciudad perdida entre la verde maleza? “Mmmm… ¿Qué hago aquí?” caminaría en dirección a la fémina de azabaches cabellos de manera lenta y paulatina, con una gran sonrisa en su rostro, camino, intentando quedarse a unos pocos metros de ella y aprovechar de observarla bien. No parecía mala persona, tampoco parecía con las ganas de hacerle daño a la rubia. Entonces. ¿Qué hacía allí? Aquel lugar del magno conocimiento no era específicamente un lugar turístico y por lo mismo, ninguna de las dos lograba encajar por completo en el lugar lleno de vegetación “Busco un tesoro, un gran tesoro” su sonrisa no desaparecía, sino, cada vez se hacía más y más grande y quizás de alguna forma, más arrogante. “¿Tú que haces?” preguntó para antes darse cuenta de algo y pensarlo bien “¿Tú…? ¡¿No estarás detrás de mi tesoro?!” impulsivamente habló sin mucho pensamiento. Un momento de paranoia llegó a ella, no quería compartir su gran fuente de conocimiento, no quería compartir sus libros. De lo que la fémina ya relacionaba como su posesión. “¿Cierto? ¡Ese tesoro es mío!” Aunque continuaba con el cuchillo en la mano, no lo dirigía hacia la morena ni nada parecido, la verdad, es que la muchacha no tenía grandes ganas de pelear y por lo mismo simplemente tenía su cuchillo en la mano, pero sin ademán de ataque.
Este es el atuendo que usa.
Janneline
Hoja de personaje
Nivel:
(3/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por L.i.l.y Miér Jul 06, 2016 5:37 pm
La cazadora se quedó extrañada ante la actitud de aquella mujer de peculiar vestimenta, era prácticamente una estética totalmente opuesta a Lily, aquella mujer tenía el cabello claro, llevaba reveladoras y poco practicas ropas, aquella forma de vestir para la ocasión género en Lily la duda si estaría bien dejar que una chica así deambulara por allí sin más, podría meterse en problemas, por más de que estuviera armada no parecía realmente ser una amenaza.
Aquella persona llamada Janneline tenía un nombre totalmente desconocido y declaraba abiertamente que estaba buscando un tesoro en aquella isla, cosa que hizo sonreír a la Cyborg, como si en aquellos extraños ojos azules pudiera ver parte de la inocencia de un niño que busca un tesoro en el patio de su casa, sin embargo este no era el patio de la casa de nadie y ella no era una niña, era una mujer joven con un cuchillo en la isla de Ohara -Así que un tesoro... ¿eh?- antes de que pudiera terminar de expresar su idea la cazadora se vio a si misma acusada de querer llevarse el tesoro de aquella muchacha.
Una acusación injusta -Creo que te estas equivocando, no tengo ningún interés en tu tesoro.- dijo mientras que con su mano hacia un gesto, que enviaba aquella acusación muy lejos -Estoy aquí por trabajo, una mujer me pidió que trajera las cenizas de su difunto marido y las enterrara en su isla de nacimiento...esta misma.- dijo mientras que con la misma mano derecha señalaba a su espalda -Sin embargo ¿Has venido a buscar un tesoro a solas? ¿No te parece un tanto imprudente?- interrogo casi como si estuviera sermoneando a un niño que se adentraba en el bosque durante el atardecer.
Aunque todos los gestos y acciones de la dama con piel de porcelana fluían con gran naturalidad y desbordante despreocupación, ella seguía estando muy alerta, tenía en frente a una persona con un cuchillo que arrogantemente declaraba buscar un tesoro, existía la posibilidad de que fuera un pirata de poca monta o una investigadora muy pobre para costearse guardaespaldas, también cabía la posibilidad de que simplemente se tratara de una persona que no quería decir porque se encontraba allí realmente, sin importar cual fuera el caso, la especialista en infiltración solo lo sabría hablando con ella y viendo sus acciones.
Aquella persona llamada Janneline tenía un nombre totalmente desconocido y declaraba abiertamente que estaba buscando un tesoro en aquella isla, cosa que hizo sonreír a la Cyborg, como si en aquellos extraños ojos azules pudiera ver parte de la inocencia de un niño que busca un tesoro en el patio de su casa, sin embargo este no era el patio de la casa de nadie y ella no era una niña, era una mujer joven con un cuchillo en la isla de Ohara -Así que un tesoro... ¿eh?- antes de que pudiera terminar de expresar su idea la cazadora se vio a si misma acusada de querer llevarse el tesoro de aquella muchacha.
Una acusación injusta -Creo que te estas equivocando, no tengo ningún interés en tu tesoro.- dijo mientras que con su mano hacia un gesto, que enviaba aquella acusación muy lejos -Estoy aquí por trabajo, una mujer me pidió que trajera las cenizas de su difunto marido y las enterrara en su isla de nacimiento...esta misma.- dijo mientras que con la misma mano derecha señalaba a su espalda -Sin embargo ¿Has venido a buscar un tesoro a solas? ¿No te parece un tanto imprudente?- interrogo casi como si estuviera sermoneando a un niño que se adentraba en el bosque durante el atardecer.
Aunque todos los gestos y acciones de la dama con piel de porcelana fluían con gran naturalidad y desbordante despreocupación, ella seguía estando muy alerta, tenía en frente a una persona con un cuchillo que arrogantemente declaraba buscar un tesoro, existía la posibilidad de que fuera un pirata de poca monta o una investigadora muy pobre para costearse guardaespaldas, también cabía la posibilidad de que simplemente se tratara de una persona que no quería decir porque se encontraba allí realmente, sin importar cual fuera el caso, la especialista en infiltración solo lo sabría hablando con ella y viendo sus acciones.
L.i.l.y
Hoja de personaje
Nivel:
(22/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Janneline Miér Jul 06, 2016 6:11 pm
¿Ningún interés en sus libros? ¿Era verdad eso? La muchacha no terminaba de comprender las palabras de la mujer de azabaches cabellos, pero terminó por creerle. No tenía por qué mentirle… ¿O sí? Era un poco preocupante todo eso, si alguien quisiera robarse sus amados libros, su amado conocimiento. Y aunque lo más prudente fuera, ciertamente, seguir por su propio camino y dejar a la cazadora por allí para que no le robara su tesoro, tenía esa pequeña sensación de que no mentía, no era algo que pudiera tener completa certeza pues al final era solo una pequeña sensación, pero no importo, decidió creer en las palabras de la fémina que tan abiertamente le decía su razón para estar allí. ¿Enterrar unas cenizas? ¿Eso no era aún MÁS tonto que buscar un tesoro? Pero claro, no de parte de la morena, sino de la persona que había dado el trabajo lo que hizo que sus rojos labios soltaran una pequeña risa.
“¿Y sabes más o menos por donde lo tienes que enterrar? O… Lo que sea que se hace con las cenizas de los muertos.” Janna no estaba muy familiarizada con esas cosas, solía dejar que los cuerpos de la gente simplemente se terminaran pudriendo solos, ella nunca se había ocupado de hacer algo con un cuerpo anteriormente y lo mismo le ocasionó un tanto de curiosidad. Cuando su madre murió, nadie se preocupó de llevarla a un lugar bonito para que descansase, ella se murió y la fémina no volvió a saber más de lo que pasó con su cuerpo. Lo más seguro es que la hayan tirado al mar o puesto en una fosa común con otros miles de muertos sin familias con los recursos necesarios como para hacer algo con el cadáver inerte del muerto. ¿Cómo terminaría Janna? Quizás en una fosa común también, aunque quizás la marina tuviese alguno que otro ritual extraño. No lo sabía y poco le importaba, ella no sola pensar en su muerte, no tendía a tener su mente paseando por el futuro próximo, sino, más bien, lo tenía en el presente.
“¿Por qué lo dices? ¿Acaso debería venir con alguien?” preguntó de manera impulsiva. ¿Para qué vendría con alguien? Esa persona terminaría estorbándola y quizás robándole sus preciados libros, no, ella se las apañaba sola y además, no es como si estar sola le molestara, es más, era todo lo contrario, la soledad era algo tan divino que llegaba a ser agradable, eso de estar sola para pensar en tus cosas. Pero claro que eso no se lo diría a la morena, no era tonta al final del día. La skypiean sabía perfectamente que decirle ese tipo de cosas a la gente suele molestarlas y enojarlas y al menos por aquel exacto momento, la rubia no quería ocasionar ningún tipo de conflicto. “Sinceramente, no le veo la imprudencia.” subió los hombros con gesto de despreocupación por lo dicho, estaba ciertamente motivada
“¿Y sabes más o menos por donde lo tienes que enterrar? O… Lo que sea que se hace con las cenizas de los muertos.” Janna no estaba muy familiarizada con esas cosas, solía dejar que los cuerpos de la gente simplemente se terminaran pudriendo solos, ella nunca se había ocupado de hacer algo con un cuerpo anteriormente y lo mismo le ocasionó un tanto de curiosidad. Cuando su madre murió, nadie se preocupó de llevarla a un lugar bonito para que descansase, ella se murió y la fémina no volvió a saber más de lo que pasó con su cuerpo. Lo más seguro es que la hayan tirado al mar o puesto en una fosa común con otros miles de muertos sin familias con los recursos necesarios como para hacer algo con el cadáver inerte del muerto. ¿Cómo terminaría Janna? Quizás en una fosa común también, aunque quizás la marina tuviese alguno que otro ritual extraño. No lo sabía y poco le importaba, ella no sola pensar en su muerte, no tendía a tener su mente paseando por el futuro próximo, sino, más bien, lo tenía en el presente.
“¿Por qué lo dices? ¿Acaso debería venir con alguien?” preguntó de manera impulsiva. ¿Para qué vendría con alguien? Esa persona terminaría estorbándola y quizás robándole sus preciados libros, no, ella se las apañaba sola y además, no es como si estar sola le molestara, es más, era todo lo contrario, la soledad era algo tan divino que llegaba a ser agradable, eso de estar sola para pensar en tus cosas. Pero claro que eso no se lo diría a la morena, no era tonta al final del día. La skypiean sabía perfectamente que decirle ese tipo de cosas a la gente suele molestarlas y enojarlas y al menos por aquel exacto momento, la rubia no quería ocasionar ningún tipo de conflicto. “Sinceramente, no le veo la imprudencia.” subió los hombros con gesto de despreocupación por lo dicho, estaba ciertamente motivada
Janneline
Hoja de personaje
Nivel:
(3/100)
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Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por L.i.l.y Miér Jul 06, 2016 8:45 pm
Por las respuestas que aquella muchacha daba Lily tardo muy poco en tomarla por una imprudente, una parte de ella se debatía si intentar acompañarla, movida tanto por la preocupación por la vida de otro ser humano como por la curiosidad de ver que cuanto tardaba en rendirse, aún tenía algo de tiempo sin embargo tampoco podía pasar por alto el hecho de que aquella imprudente muchacha se había asustado de que la cazadora pudiera desear robar su tesoro, así que no podía simplemente decir que le interesaba de buenas a primeras ya que sería sospechoso.
La especialista en infiltración prefirió simplemente contestar a la pregunta previa mientras pensaba en alguna salida para la situación actual -Primero que nada, ya hice mi trabajo y expresamente se me solicito enterrar la urna con sus cenizas por esta zona, o creo que por esta zona, de todas formas ya hice esa parte del trabajo así que solo me restaría volver y reportar como llegar hasta aquí en los próximos días.- explico la dama de capa café y grisácea mirada mientras que miraba para atrás por el camino que ella había llegado hasta allí aparentando que no estaba prestando tanta atención a la desconocida.
-Estamos viviendo otra gran era de los piratas, abundan los desesperados que se instalan en islas como esta para refugiarse de la mirada del gobierno mundial, también hay esclavistas y más de un grupo de malvivientes a la vuelta de cada esquina ¿No es obvio que deberías de ir acompañada?
En fin, tengo tiempo de sobra ahora que he hecho el encargo que tenía y tengo que admitir que lo que dices de un tesoro me ha despertado la curiosidad por saber qué clase de cosa quieres desenterrar de este lugar ¿Te interesa contratarme para protegerlos a ti y a tu tesoro hasta que lo lleves a una isla más segura?.- pregunto sin tapujos de una forma demasiado directa para alguien que se supone trabaja desde las sombras, pero esto era en parte porque no era asunto suyo y si su oferta era rechazada simplemente podría regresar a casa diciendo "Yo lo intente" sin ninguna clase de remordimiento.
La especialista en infiltración prefirió simplemente contestar a la pregunta previa mientras pensaba en alguna salida para la situación actual -Primero que nada, ya hice mi trabajo y expresamente se me solicito enterrar la urna con sus cenizas por esta zona, o creo que por esta zona, de todas formas ya hice esa parte del trabajo así que solo me restaría volver y reportar como llegar hasta aquí en los próximos días.- explico la dama de capa café y grisácea mirada mientras que miraba para atrás por el camino que ella había llegado hasta allí aparentando que no estaba prestando tanta atención a la desconocida.
-Estamos viviendo otra gran era de los piratas, abundan los desesperados que se instalan en islas como esta para refugiarse de la mirada del gobierno mundial, también hay esclavistas y más de un grupo de malvivientes a la vuelta de cada esquina ¿No es obvio que deberías de ir acompañada?
En fin, tengo tiempo de sobra ahora que he hecho el encargo que tenía y tengo que admitir que lo que dices de un tesoro me ha despertado la curiosidad por saber qué clase de cosa quieres desenterrar de este lugar ¿Te interesa contratarme para protegerlos a ti y a tu tesoro hasta que lo lleves a una isla más segura?.- pregunto sin tapujos de una forma demasiado directa para alguien que se supone trabaja desde las sombras, pero esto era en parte porque no era asunto suyo y si su oferta era rechazada simplemente podría regresar a casa diciendo "Yo lo intente" sin ninguna clase de remordimiento.
L.i.l.y
Hoja de personaje
Nivel:
(22/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Janneline Jue Jul 07, 2016 7:32 pm
Lo dicho por la morena hizo a Janna reflexionar un poco. Ya lo había hecho, era una lástima, hacía poco había encontrado un bello cuerpo de agua tan lindo y puro, nacido únicamente de la naturaleza que habría sido tan precioso ensuciarlo con cenizas que la rubia ya se había hecho la ilusión, pero no podía hacer nada si aquella mujer ya había hecho su trabajo ¿No?
Esa era la hora de seguir con su vida y colocar a buscar su tesoro, según lo que había escuchado, se encontraba cerca de donde, alguna vez se encontró el gran árbol del conocimiento. Pero dónde exactamente, costaba deducir el lugar dado al actual ambiente de la isla, ¿tan difícil era? Al parecer lo era y poco podía hacer más que encontrarlo.
La voz de la mujer interrumpió sus pensamientos para hacerle notar la época en que se encontraban. Piratas por allí, piratas por allá, ella parecía ser igual que sus superiores de la marina ¿era de lo único que sabían hablar? Al pareces, porque no podían poner otro tema. “Es muy peligroso salir por allí sola por los blah blah blah” ¡AJJJ! En serio la sacaban de sus casillas con eso. Los piratas existían ¿Y qué? Ya había sobrevivido en una tripulación pirata, no les tenía miedo. Conocía ambos mundos, el de la marina y el de la piratería. Entonces ¿por qué debería de temer? Pero la chica de allí no sabía de eso y tampoco tenía por qué saberlo, Janna no era de quienes se ponía a contar de donde venía o de su facción, para ella, todo era simplemente imprescindible. Lo importante es que se encontraba allí en ese momento y nada más, no le tenía que importar más cosas, no debía preocuparse por nada más.
“¿Y tú? Que yo sepa y entienda también estás sola por aquí. ¿No deberías de estar acompañada también?” Miraría a la morena con su arrogante mirada usual, como si hubiera dado justo en el clavo. ¿Acaso la subestimaba? Craso error, Janna no era tan estúpida como para caer en manos de esclavistas o maleantes, además de que llevaba consigo su katana y su cuchillo. No iba a dejar que la atraparan tan fácil. “La verdad es que suena interesante tenerte de compañía.” Una gran sonrisa burlona aparecería en su rostro. “Eso es un sí, ven conmigo.”
Esa era la hora de seguir con su vida y colocar a buscar su tesoro, según lo que había escuchado, se encontraba cerca de donde, alguna vez se encontró el gran árbol del conocimiento. Pero dónde exactamente, costaba deducir el lugar dado al actual ambiente de la isla, ¿tan difícil era? Al parecer lo era y poco podía hacer más que encontrarlo.
La voz de la mujer interrumpió sus pensamientos para hacerle notar la época en que se encontraban. Piratas por allí, piratas por allá, ella parecía ser igual que sus superiores de la marina ¿era de lo único que sabían hablar? Al pareces, porque no podían poner otro tema. “Es muy peligroso salir por allí sola por los blah blah blah” ¡AJJJ! En serio la sacaban de sus casillas con eso. Los piratas existían ¿Y qué? Ya había sobrevivido en una tripulación pirata, no les tenía miedo. Conocía ambos mundos, el de la marina y el de la piratería. Entonces ¿por qué debería de temer? Pero la chica de allí no sabía de eso y tampoco tenía por qué saberlo, Janna no era de quienes se ponía a contar de donde venía o de su facción, para ella, todo era simplemente imprescindible. Lo importante es que se encontraba allí en ese momento y nada más, no le tenía que importar más cosas, no debía preocuparse por nada más.
“¿Y tú? Que yo sepa y entienda también estás sola por aquí. ¿No deberías de estar acompañada también?” Miraría a la morena con su arrogante mirada usual, como si hubiera dado justo en el clavo. ¿Acaso la subestimaba? Craso error, Janna no era tan estúpida como para caer en manos de esclavistas o maleantes, además de que llevaba consigo su katana y su cuchillo. No iba a dejar que la atraparan tan fácil. “La verdad es que suena interesante tenerte de compañía.” Una gran sonrisa burlona aparecería en su rostro. “Eso es un sí, ven conmigo.”
Janneline
Hoja de personaje
Nivel:
(3/100)
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Creado por L.i.l.y Lun Jul 11, 2016 5:21 pm
Aquella joven de ojos gélidos no parecía para nada asustada ni preocupada por las advertencias y comentarios de lo que podría pasarle por deambular sola, sin embargo era comprensible hasta cierto punto, después de todo en los blues no había que preocuparse tanto como en otros lugares por los piratas y siendo que iba armada tal vez debería de confiar en sus habilidades para espantar a algún que otro buscapleitos que quisiera propasarse contra una mujer "indefensa", lo importante es que la joven había escuchado todo lo que su contraparte de cabello azabache tenía que decir.
Y para suerte o desgracia de la cazadora de recompensas su oferta de acompañar a la muy peculiar muchacha de rubios cabellos había sido aceptada en compañía de una pregunta que era totalmente valida -Tienes razón, tendría que haber venido acompañada, sin embargo el pago no era suficiente para contratar a dos cazadores así que decidí venir sola, además ahora que estaré contigo ya no estaremos solas ninguna de las dos.- dijo en un tono humorista mientras que se relajaba sabiendo de que lo mejor sería tratar de llevarse bien con aquella dama tan peculiar.
Ya sabiendo de que se harían mutua compañía la pelinegra sonrió tranquilamente antes de realizar la obvia pregunta -De acuerdo ya sabiendo que iremos juntas ¿A dónde vamos? si no quieres decirme por falta de confianza simplemente platiquemos un poco mientras andamos ¿Te importa si te llamo Jan? ¿De dónde provienes? - interrogó con tranquilidad mientras posaba sus manos en las empuñaduras de sus armas de forma perezosa mientras agudizaba sus sentidos para no ser tomada desprevenida si realmente aparecía alguien de repente.
Y para suerte o desgracia de la cazadora de recompensas su oferta de acompañar a la muy peculiar muchacha de rubios cabellos había sido aceptada en compañía de una pregunta que era totalmente valida -Tienes razón, tendría que haber venido acompañada, sin embargo el pago no era suficiente para contratar a dos cazadores así que decidí venir sola, además ahora que estaré contigo ya no estaremos solas ninguna de las dos.- dijo en un tono humorista mientras que se relajaba sabiendo de que lo mejor sería tratar de llevarse bien con aquella dama tan peculiar.
Ya sabiendo de que se harían mutua compañía la pelinegra sonrió tranquilamente antes de realizar la obvia pregunta -De acuerdo ya sabiendo que iremos juntas ¿A dónde vamos? si no quieres decirme por falta de confianza simplemente platiquemos un poco mientras andamos ¿Te importa si te llamo Jan? ¿De dónde provienes? - interrogó con tranquilidad mientras posaba sus manos en las empuñaduras de sus armas de forma perezosa mientras agudizaba sus sentidos para no ser tomada desprevenida si realmente aparecía alguien de repente.
L.i.l.y
Hoja de personaje
Nivel:
(22/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Janneline Dom Jul 17, 2016 8:03 pm
Al parecer, aquella mujer de azabaches cabellos no perdía nada, ni una sola oportunidad. Una leve y singular sonrisa nació de los labios de Janna mientras observaba con cuidado los movimientos de la mujer. Claramente, no era tonta y hablaba consecuentemente de sus actos. Y acto seguido, la sonrisa se volvió en una risa.
“Eres consecuentes. Me agradas.” habló mientras emprendía nuevamente su marcha por los matorrales de Ohara. Miró a ambos lados, pero nada salía, eran sólo ellas dos en ese lugar. ¿En serio habría piratas o lo que fuera por allí? Le costaba un poco imaginárselo, pero no pondría peros en la situación, si la mujer esa quería acompañarla ¿por qué negarlo? No es como si fuera a invadirla completamente. Claro que le gustaba mucho más estar sola que acompañada, pero algo en aquella mujer Lily se volvía interesante. ¿Por qué no? Al final desde hacía tiempo que estaba sola, un poco de compañía no le haría nada de mal. “Supongo… Debería estar donde antes estaba el gran árbol del conocimiento… Aunque entre toda esta maleza no sé dónde se encontrará exactamente.” Aunque lo que sí podía saber era que estaba al centro de la isla, y por esa misma razón avanzaba hacia ese lugar exacto. ¿Lo lograría? La verdad no lo sabía muy bien, lo esperaba, lo anhelaba pero no tenía el cien por ciento de sus esperanzas en ello, después de todo, era un tesoro dejado hacía más de veinte años, perfectamente alguien más podría haberlo encontrado antes que ella… ¿Qué? ¡No! Ella lo encontraría, era su tesoro, nadie se lo podía arrebatar de sus manos. “Pero no dudes en que lo encontraré.”
Abriéndose paso entre la maleza con su cuchillo de defensa se encontraba Janna pensando en todo lo que podía pasar,
“Como quieras Lily.” habló mientras su atención seguía en el camino que debían tomar, claramente, no era algo extraño que estuviera concentrada en ello. Si alguien venía a atacarlas, seguía teniendo su katana y su cuchillo para defenderse, ella no era una mujer indefensa que podrían tocarla cuando quisieran. Además, la personalidad de la misma jamás dejaría que la vencieran. Ella era así y no había forma de cambiarla.
“Eres consecuentes. Me agradas.” habló mientras emprendía nuevamente su marcha por los matorrales de Ohara. Miró a ambos lados, pero nada salía, eran sólo ellas dos en ese lugar. ¿En serio habría piratas o lo que fuera por allí? Le costaba un poco imaginárselo, pero no pondría peros en la situación, si la mujer esa quería acompañarla ¿por qué negarlo? No es como si fuera a invadirla completamente. Claro que le gustaba mucho más estar sola que acompañada, pero algo en aquella mujer Lily se volvía interesante. ¿Por qué no? Al final desde hacía tiempo que estaba sola, un poco de compañía no le haría nada de mal. “Supongo… Debería estar donde antes estaba el gran árbol del conocimiento… Aunque entre toda esta maleza no sé dónde se encontrará exactamente.” Aunque lo que sí podía saber era que estaba al centro de la isla, y por esa misma razón avanzaba hacia ese lugar exacto. ¿Lo lograría? La verdad no lo sabía muy bien, lo esperaba, lo anhelaba pero no tenía el cien por ciento de sus esperanzas en ello, después de todo, era un tesoro dejado hacía más de veinte años, perfectamente alguien más podría haberlo encontrado antes que ella… ¿Qué? ¡No! Ella lo encontraría, era su tesoro, nadie se lo podía arrebatar de sus manos. “Pero no dudes en que lo encontraré.”
Abriéndose paso entre la maleza con su cuchillo de defensa se encontraba Janna pensando en todo lo que podía pasar,
“Como quieras Lily.” habló mientras su atención seguía en el camino que debían tomar, claramente, no era algo extraño que estuviera concentrada en ello. Si alguien venía a atacarlas, seguía teniendo su katana y su cuchillo para defenderse, ella no era una mujer indefensa que podrían tocarla cuando quisieran. Además, la personalidad de la misma jamás dejaría que la vencieran. Ella era así y no había forma de cambiarla.
Janneline
Hoja de personaje
Nivel:
(3/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por L.i.l.y Lun Jul 18, 2016 2:00 pm
La pelinegra no terminaba de entender a lo que se estaba refiriendo la rubia llamándola consecuente en aquel contexto, sin embargo se limitó a sonreír y empezar a andar alrededor de la muchacha de peculiar actitud mientras que atravesaba los matorrales aparentemente estaba atenta de que pudiera aparecer algo de entre la maleza.
Mientras recorrían Ohara la cazadora revisaba de estar atenta al entorno distante, por momentos rodeaba a Janneline eludiendo el camino para treparse a algún resto de estructura con la gracia de un felino, tras revisar que a la distancia pareciera estar todo en orden bajaba adelantándose algunos metros para reencontrarse con la confiada joven que parecía insistir en que encontraría aquel tesoro sin lugar a dudas, cosa que hizo sonreirá un poco a la guerrera de cabello azabache mientras continuaba con la exploración del terreno, a pesar de que no se estaba forzando para lograrlo, la ventaja de sus partes mecánicas y experiencia moviéndose por terrenos hostiles hacia que la pelinegra se adelantara regularmente a la de menor edad mientras que se adentraban en los restos de Ohara.
Con su cuerpo rodeado por la capa de color café la pelinegra se acercó a su "compañera de exploración" -Jan, ¿Cómo obtuviste la información de este tesoro? por ahora todavía seguimos legos del lugar del gran árbol del conocimiento así qué deberíamos o acelerar el ritmo o acampar esta noche ¿Tienes material de acampada?- la fémina veía el sol descender en el horizonte y se preguntaba cuanto tiempo tendrían que estar escavando para encontrar algo enterrado suficientemente bajo como para sobrevivir al a Buster Call que había destruido la mayor parte de la isla hace ya tantos años.
Mientras recorrían Ohara la cazadora revisaba de estar atenta al entorno distante, por momentos rodeaba a Janneline eludiendo el camino para treparse a algún resto de estructura con la gracia de un felino, tras revisar que a la distancia pareciera estar todo en orden bajaba adelantándose algunos metros para reencontrarse con la confiada joven que parecía insistir en que encontraría aquel tesoro sin lugar a dudas, cosa que hizo sonreirá un poco a la guerrera de cabello azabache mientras continuaba con la exploración del terreno, a pesar de que no se estaba forzando para lograrlo, la ventaja de sus partes mecánicas y experiencia moviéndose por terrenos hostiles hacia que la pelinegra se adelantara regularmente a la de menor edad mientras que se adentraban en los restos de Ohara.
Con su cuerpo rodeado por la capa de color café la pelinegra se acercó a su "compañera de exploración" -Jan, ¿Cómo obtuviste la información de este tesoro? por ahora todavía seguimos legos del lugar del gran árbol del conocimiento así qué deberíamos o acelerar el ritmo o acampar esta noche ¿Tienes material de acampada?- la fémina veía el sol descender en el horizonte y se preguntaba cuanto tiempo tendrían que estar escavando para encontrar algo enterrado suficientemente bajo como para sobrevivir al a Buster Call que había destruido la mayor parte de la isla hace ya tantos años.
L.i.l.y
Hoja de personaje
Nivel:
(22/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
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