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Creado por Janneline Mar Jul 05, 2016 8:17 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Ohara. Lindo lugar sin duda y seguramente fue algo realmente algo precioso en sus tiempos de esplendor. Pero había algo, una cosa específica que aquel lugar no podía ignorar, su olor, su fragancia de conocimiento puro. A la rubia, sin duda alguna le hubiera gustado conocer aquella isla cuando aún tenía estructuras, cuando todavía había eruditos viviendo y recopilando toda la información posible. Ellos, seguramente eran las personas más poderosas de todas. Suspiró un aire que llegó a sentirlo. Habría sido tan genial… Pero ahora, lo único que podía contemplar era vegetación que cubría todo y ni una sola alma llegaba hasta esos lugares.
Janna usaba su cuchillo personal para poder cortar parte de la vegetación y así pasar por el lugar. Entonces vio como un pájaro, de color azul muy bello pasaba por el lugar y se paraba en una rama, sus gélidos ojos lo contemplaron por unos momentos y a paso lento se acercó al pequeño animalito. Se veía tan pero tan inocente, tan pero tan ingenuo que a la joven marine le daban ganas de…
Siguió acercándose, su respiración se volvía lenta y pausada, se empezaba a mezclar poco a poco con el natural ambiente en la que se encontraba, era, poco a poco, lentamente, una más, una vegetación más, no, un animal más. Era otro depredador de allí que miraba a su presa con mucha atención, observándolo, devorándolo con la mirada, espirando todo lo humano que había en ella para convertirse en el fuego que abrasaría todo lo existente. Sus ojos, de gélido azul se mostraban expectantes, esperando paciente a por su gran oportunidad. El pajarito, pequeño y menudo seguía allí, a veces cantaba alguna melodía, a veces, parecía como si de verdad no entendiera nada de lo que estaba sucediendo allí. La sed de sangre de Janneline aumentaba cada vez más y, aunque intentara ocultarlo, de alguna forma no lo logró. En el exacto momento en que sus manos iban a tomar a la pequeña criatura para terminar degollándolo, este alzo sus alas y empezó a volar lejos de su depredador antinatural.
“Tsk…” No había servido, pero tampoco pasaba nada grave con ello, simplemente debía de seguir con su camino.
Oh… Pero ahora se encontraba en el dilema ¿Qué hacía allí? Bueno, era simple, había escuchado sobre una historia, una pequeña e interesante historia que contaba que algún cofre se encontraba por allí perdido. ¿Con qué? Con libros. Aquello emocionó mucho a la rubia. Le encantaba conocer más, le encantaba entender más cosas, le gustaba tanto que terminaba siendo difícil que sus gélidos ojos no se iluminaran al momento de pensar en saber más y más cosas de las que sabía antes.
Pero algo pasó. Un ruido, que venía de atrás de ella se escuchó. ¿Una rama pisada? Pero ¿quién? ¿quién se encontraría en un lugar abandonado como ese? ¿Quién se encontraría allí? ¿Por qué?
“¿Quién anda allí?” preguntó con una voz serena y calmada intentando que quien fuera que estaba allí se mostrará, de alguna forma.
Ohara. Lindo lugar sin duda y seguramente fue algo realmente algo precioso en sus tiempos de esplendor. Pero había algo, una cosa específica que aquel lugar no podía ignorar, su olor, su fragancia de conocimiento puro. A la rubia, sin duda alguna le hubiera gustado conocer aquella isla cuando aún tenía estructuras, cuando todavía había eruditos viviendo y recopilando toda la información posible. Ellos, seguramente eran las personas más poderosas de todas. Suspiró un aire que llegó a sentirlo. Habría sido tan genial… Pero ahora, lo único que podía contemplar era vegetación que cubría todo y ni una sola alma llegaba hasta esos lugares.
Janna usaba su cuchillo personal para poder cortar parte de la vegetación y así pasar por el lugar. Entonces vio como un pájaro, de color azul muy bello pasaba por el lugar y se paraba en una rama, sus gélidos ojos lo contemplaron por unos momentos y a paso lento se acercó al pequeño animalito. Se veía tan pero tan inocente, tan pero tan ingenuo que a la joven marine le daban ganas de…
Siguió acercándose, su respiración se volvía lenta y pausada, se empezaba a mezclar poco a poco con el natural ambiente en la que se encontraba, era, poco a poco, lentamente, una más, una vegetación más, no, un animal más. Era otro depredador de allí que miraba a su presa con mucha atención, observándolo, devorándolo con la mirada, espirando todo lo humano que había en ella para convertirse en el fuego que abrasaría todo lo existente. Sus ojos, de gélido azul se mostraban expectantes, esperando paciente a por su gran oportunidad. El pajarito, pequeño y menudo seguía allí, a veces cantaba alguna melodía, a veces, parecía como si de verdad no entendiera nada de lo que estaba sucediendo allí. La sed de sangre de Janneline aumentaba cada vez más y, aunque intentara ocultarlo, de alguna forma no lo logró. En el exacto momento en que sus manos iban a tomar a la pequeña criatura para terminar degollándolo, este alzo sus alas y empezó a volar lejos de su depredador antinatural.
“Tsk…” No había servido, pero tampoco pasaba nada grave con ello, simplemente debía de seguir con su camino.
Oh… Pero ahora se encontraba en el dilema ¿Qué hacía allí? Bueno, era simple, había escuchado sobre una historia, una pequeña e interesante historia que contaba que algún cofre se encontraba por allí perdido. ¿Con qué? Con libros. Aquello emocionó mucho a la rubia. Le encantaba conocer más, le encantaba entender más cosas, le gustaba tanto que terminaba siendo difícil que sus gélidos ojos no se iluminaran al momento de pensar en saber más y más cosas de las que sabía antes.
Pero algo pasó. Un ruido, que venía de atrás de ella se escuchó. ¿Una rama pisada? Pero ¿quién? ¿quién se encontraría en un lugar abandonado como ese? ¿Quién se encontraría allí? ¿Por qué?
“¿Quién anda allí?” preguntó con una voz serena y calmada intentando que quien fuera que estaba allí se mostrará, de alguna forma.
Janneline
Hoja de personaje
Nivel:
(3/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Janneline Dom Jul 24, 2016 1:50 am
Janna observaba cuidadosamente el lugar mientras caminaba y se habría hecho el mismo a base de cortes y cortes con su daga, mientras Lily la seguía por atrás, a decir verdad, aquella mujer le había abierto la curiosidad de un modo extraño. Había aparecido de la nada diciendo que era cazadora y con un trabajo como el de dejar cenizas en una tierra abandonada. Era verdad que los mismos hacían casi cualquier tipo de trabajo mientras ganasen dinero. Al perro que tiene dinero se le llama señor perro, como decía el dicho, el dinero siempre ayudaba en todo. La rubia no conocía del todo a la morena y no la podía clasificar de ningún modo al final del día sin llegar a pecar de prejuicio.
“¿La información? La escuché de por casualidad de una conversación de dos borrachos. Y ya sabes, los borrachos nunca mienten.” Hablaba sumamente confiada revelando su fuente, pero acto seguido una pequeña risa se dibujó en sus pequeños labios. “Nah, es mentira.” ¿Por qué a unos borrachos les interesaría unos libros enterrados en una tierra perdida? Aquello carecía de lógica y no por el tipo de persona que fueran, sino más bien, porque no era una conversación típica de ebrios. “La escuché del hombre que lo enterró hace mucho mucho tiempo.” Un viejo soldado de la marina que ya tenía sus años le había comentado una vez esa historia cuando la rubia se encontraba en una biblioteca leyendo, entonces le contó sobre aquel tesoro que hacía tiempo había enterrado. Según él, la caja en donde los tenía era formado de kairo o algo del estilo, haciéndolo suficientemente resistente a la destrucción masiva que se hizo en aquel lugar. Janna por su parte no tenía por qué desconfiar del anciano y se puso en la búsqueda del mismo, claro que no para devolvérselos exactamente.
La rubia miró a Lily con ambos ojos abiertos como dos platos enormes mientras detuvo su marcha de repente. ¿Lo que escuchaba era cierto? ¿Traer un equipo de acampada? ¿Cómo no se le había ocurrido antes? Claramente iba a tener que dormir allí y, sin embargo, no había traído nada para ello.
“la verdad es que… No.”
“¿La información? La escuché de por casualidad de una conversación de dos borrachos. Y ya sabes, los borrachos nunca mienten.” Hablaba sumamente confiada revelando su fuente, pero acto seguido una pequeña risa se dibujó en sus pequeños labios. “Nah, es mentira.” ¿Por qué a unos borrachos les interesaría unos libros enterrados en una tierra perdida? Aquello carecía de lógica y no por el tipo de persona que fueran, sino más bien, porque no era una conversación típica de ebrios. “La escuché del hombre que lo enterró hace mucho mucho tiempo.” Un viejo soldado de la marina que ya tenía sus años le había comentado una vez esa historia cuando la rubia se encontraba en una biblioteca leyendo, entonces le contó sobre aquel tesoro que hacía tiempo había enterrado. Según él, la caja en donde los tenía era formado de kairo o algo del estilo, haciéndolo suficientemente resistente a la destrucción masiva que se hizo en aquel lugar. Janna por su parte no tenía por qué desconfiar del anciano y se puso en la búsqueda del mismo, claro que no para devolvérselos exactamente.
La rubia miró a Lily con ambos ojos abiertos como dos platos enormes mientras detuvo su marcha de repente. ¿Lo que escuchaba era cierto? ¿Traer un equipo de acampada? ¿Cómo no se le había ocurrido antes? Claramente iba a tener que dormir allí y, sin embargo, no había traído nada para ello.
“la verdad es que… No.”
Janneline
Hoja de personaje
Nivel:
(3/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por L.i.l.y Lun Jul 25, 2016 9:11 pm
Para sorpresa de la pelinegra aquella rubia tan segura de si misma había cometido un error de proporciones astronómicas, Ohara si bien había tenido 20 años para que las fauna y flora volvieran a crecer lo cierto es que la gran mayoría de lo que allí vivía también fue arrasado por la Buster Call que dejo la isla en aquellas condiciones, así que era relativamente difícil que hubiera animales grandes para cazar por aquella zona.
En el terreno tampoco había montañas prominentes cerca, ni mapas de la zona que facilitaran la búsqueda de un refugio contra el frio viento nocturno en una isla en condiciones como aquellas, si simplemente dormían a la intemperie como mínimo acabarían enfermándose, la mayoría de las estructuras que antes obstruían al viento marino ahora estaban derruidas permitiendo que el frio viento de la noche corriera libremente una vez que el sol se hubiera ocultado, momento en el que además sería difícil buscar refugio.
La cazadora dejo salir un suspiro con cierta resignación -Vale, pues vamos a tener que hacer que encontrar una "base" o establecer un campamento sea la prioridad número uno si quieres seguir buscando el tesoro, se ve que te emocionaste y no lo pensaste mucho antes de venir ¿No Jann?... tal vez sea mejor simplemente retirarnos por ahora y volver mejor preparadas, pero por una noche de estar en Ohara no creo que lo pasemos tampoco tan mal, así que podemos seguir buscando por ahora.- la veterana se tomaba aquello con cierta tranquilidad y confianza para con sus habilidades de supervivencia.
En una situación ahora un tanto más "interesante" la mujer de capa café empezó a recorrer y moverse más activamente alrededor de Janneline, subiendo a estructuras y trepando a arboles de uno o dos saltos en lugar de tomarse su tiempo, demostraba abiertamente su agilidad y fuerza frente a la rubia por más de que no fuera de sus aficiones mostrar sus "cartas" tan abiertamente. Si no encontraban refugios habrías más problemas de los que pudiera haber porque una chica de ojos azules supiera que la cazadora no era una persona normal, a menos de que se convirtiera en una enemiga y aun así por lo que habían hablado tampoco podría simplemente aparentar ser una chica convaleciente.
Off:Continua en este tema
En el terreno tampoco había montañas prominentes cerca, ni mapas de la zona que facilitaran la búsqueda de un refugio contra el frio viento nocturno en una isla en condiciones como aquellas, si simplemente dormían a la intemperie como mínimo acabarían enfermándose, la mayoría de las estructuras que antes obstruían al viento marino ahora estaban derruidas permitiendo que el frio viento de la noche corriera libremente una vez que el sol se hubiera ocultado, momento en el que además sería difícil buscar refugio.
La cazadora dejo salir un suspiro con cierta resignación -Vale, pues vamos a tener que hacer que encontrar una "base" o establecer un campamento sea la prioridad número uno si quieres seguir buscando el tesoro, se ve que te emocionaste y no lo pensaste mucho antes de venir ¿No Jann?... tal vez sea mejor simplemente retirarnos por ahora y volver mejor preparadas, pero por una noche de estar en Ohara no creo que lo pasemos tampoco tan mal, así que podemos seguir buscando por ahora.- la veterana se tomaba aquello con cierta tranquilidad y confianza para con sus habilidades de supervivencia.
En una situación ahora un tanto más "interesante" la mujer de capa café empezó a recorrer y moverse más activamente alrededor de Janneline, subiendo a estructuras y trepando a arboles de uno o dos saltos en lugar de tomarse su tiempo, demostraba abiertamente su agilidad y fuerza frente a la rubia por más de que no fuera de sus aficiones mostrar sus "cartas" tan abiertamente. Si no encontraban refugios habrías más problemas de los que pudiera haber porque una chica de ojos azules supiera que la cazadora no era una persona normal, a menos de que se convirtiera en una enemiga y aun así por lo que habían hablado tampoco podría simplemente aparentar ser una chica convaleciente.
Off:Continua en este tema
L.i.l.y
Hoja de personaje
Nivel:
(22/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
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