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Censo
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Creado por Death Sáb Ago 27, 2016 2:39 pm
Podía sentir el asqueroso olor de la basura entrando por mis fosas nasales. Pero no debía quejarme... Actualmente me encontraba trabajando, siendo que por ahora debía de dedicarme a unos negocios en especial. ¿Cuales eran? De la clase donde mis manos terminaban cubiertas de sangre y donde otra persona terminaba incapaz de volver a caminar. Estaba de cuclillas sobre una enorme pila de basura, siendo que la capa oscura cubría todo mi cuerpo. Mis orbes azulados analizaban todo el lugar, siendo que necesitaba encontrar a mi presa primero. Exhale con fuerza, tratando de limpiar mis pulmones del repulsivo hedor proveniente de la acumulación de desechos. Algunos eran inorgánicos mientras que otro... Bueno, digamos que en este vertedero no existen baños. Finalmente pude ver a la persona que estaba buscando. Un hombre alto, de unos dos metros, con una cicatriz en el rostro. Parecía tener cara de matón, pero según los rumores era un perro que ladraba mucho pero no mordía. Aprendería de la peor forma que no siempre se podía molestar al más pequeño y débil...
Con un pequeño salto me deslice por el montículo, mientras que alcanzaba el suelo de una manera un poco elegante. - Una hermosa noche ¿Verdad? - Pregunte con un tono de voz tranquilo, mientras comenzaba a caminar en dirección de mi presa. Sorprendido por mi llegada, el hombre casi se cae del susto, moviendo sus manos para alzarla. - ¿Q-quien eres tu? - La típica pregunta. La típica conversación. - ¿No consideras estúpido preguntarle a un hombre enmascarado quien es? Yo solo soy un hombre de negocios. Y mis negocios, involucran dar castigos a personas como tu. - Comencé a tronar mis dedos, mientras avanzaba contra el conejito asustado. Sus ofrecimientos de dinero además de peticiones de clemencia llegaron a oídos sordos. Me abalance sobre él para derribarlo, siendo que una vez obtuve la postura para dominarle, comencé a estrellar mi puño derecho contra su rostro.
Primero. Era carne contra hueso. Luego hueso contra hueso. Decidí detenerme cuando me di cuenta que mis nudillos estaban comenzando a golpear el suelo... Exhale con fuerza, siendo que moví mi diestra para deshacerse de las gotas de sangre. Este era un negocio bastante interesante el que planeaba montarme. Asesinatos por encargo, escoltas y cualquier otro tipo de crimen delictivo que pudiese cruzar por mi cabeza. Bueno, siempre había personas que estaban en contra de mis métodos, por ahora me limitaría a ir por mi recompensa. Eran exactamente, las 7 pm o quizás un poco más tarde. Las calles ya estaban vacías, así que mi contacto debería de estar esperándome en el lugar asignado.
Saliendo de esa zona del vertedero, comencé a dirigirme con calma a la zona poblada. Los gritos de los buitres que se dedicaban a hurgar entre la basura para encontrar cosas llegaron a mis oídos. Parece que habían encontrado el cadáver de aquel extorsionista, era una lección que debían aprender por la mala. Los peleadores de mi clase siempre vencían, era la ley natural de la vida. O eso me permito decir. Después de todo, no cualquiera podría someterse a una vida tan exigente como la de un pirata. Había que empezar desde lo más hondo... En mi caso... Haciendo pequeños asesinatos para obtener dinero suficiente como para financiar mi huida de este asqueroso lugar...
Con un pequeño salto me deslice por el montículo, mientras que alcanzaba el suelo de una manera un poco elegante. - Una hermosa noche ¿Verdad? - Pregunte con un tono de voz tranquilo, mientras comenzaba a caminar en dirección de mi presa. Sorprendido por mi llegada, el hombre casi se cae del susto, moviendo sus manos para alzarla. - ¿Q-quien eres tu? - La típica pregunta. La típica conversación. - ¿No consideras estúpido preguntarle a un hombre enmascarado quien es? Yo solo soy un hombre de negocios. Y mis negocios, involucran dar castigos a personas como tu. - Comencé a tronar mis dedos, mientras avanzaba contra el conejito asustado. Sus ofrecimientos de dinero además de peticiones de clemencia llegaron a oídos sordos. Me abalance sobre él para derribarlo, siendo que una vez obtuve la postura para dominarle, comencé a estrellar mi puño derecho contra su rostro.
Primero. Era carne contra hueso. Luego hueso contra hueso. Decidí detenerme cuando me di cuenta que mis nudillos estaban comenzando a golpear el suelo... Exhale con fuerza, siendo que moví mi diestra para deshacerse de las gotas de sangre. Este era un negocio bastante interesante el que planeaba montarme. Asesinatos por encargo, escoltas y cualquier otro tipo de crimen delictivo que pudiese cruzar por mi cabeza. Bueno, siempre había personas que estaban en contra de mis métodos, por ahora me limitaría a ir por mi recompensa. Eran exactamente, las 7 pm o quizás un poco más tarde. Las calles ya estaban vacías, así que mi contacto debería de estar esperándome en el lugar asignado.
Saliendo de esa zona del vertedero, comencé a dirigirme con calma a la zona poblada. Los gritos de los buitres que se dedicaban a hurgar entre la basura para encontrar cosas llegaron a mis oídos. Parece que habían encontrado el cadáver de aquel extorsionista, era una lección que debían aprender por la mala. Los peleadores de mi clase siempre vencían, era la ley natural de la vida. O eso me permito decir. Después de todo, no cualquiera podría someterse a una vida tan exigente como la de un pirata. Había que empezar desde lo más hondo... En mi caso... Haciendo pequeños asesinatos para obtener dinero suficiente como para financiar mi huida de este asqueroso lugar...
Death
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Asriel Dreemurr Sáb Ago 27, 2016 4:37 pm
Días largos, días tediosos y días sin sentido; una y otra vez desde hace varios meses se repetían como un ciclo vicioso en cascada. Para el cazarrecompensas ya era más que costumbre por lo que la sorpresa de encontrarse con algo nuevo le impulsó a averiguar un poco más. Poco menos de 12 horas atrás había atracado su barco en el puerto y allí se había quedado la mayor parte de la mañana y la tarde, meditando en la cubierta. Aproximadamente a las 6:45 se dirigió a las cercanías del vertedero para ver si podía divertirse con alguien, "sacar la basura" por cuenta propia. Para la ocasión -y porque no quería arruinar su ropa- había salido sin nada puesto excepto vendas amarradas en sus muslos y pies, y una improvisación de shorts con el mismo material dejando al aire su cuerpo marcado por los tatuajes y su completa naturaleza de cabra. La presa que esperaba era una cucaracha que seguramente tendría algún negocio que atender o algún escondite al que llegar, el caso es que, con espadas listas en cada mano está preparado para dar el golpe cuando alguien más se le adelanta. El enojo es tal que deja que electricidad recorra su cuerpo erizándole el pelaje, más cuando el ser enmascarado ha terminado no pierde el tiempo, y arroja la espada que sostiene su diestra directo al hombre, sin apuntarle directamente a él si no al frente. El metal se entierra en el suelo a unos veinte centímetros de su caminar, y el Mink gruñe para hacerse oír al tiempo que sale dándose a conocer, de paso
-Te hacen falta modales, muchacho-
No se anda con rodeos, mucho menos si anda molesto. La espada en su zurda la alza y su brazo lo estira todo lo que puede para amenazar con ella el pecho del enmascarado cuando llega a una prudente distancia; la punta casi haciendo contacto con la piel-¿Sueles quitarle la diversión a los demás?- pregunta con otro gruñido atorado en su garganta. Es el primer humano que puede ver directamente a los ojos, es casi tan alto como él, e igual de trabajado pero eso no le importa, lo que cuenta es que ha perdido un juguete pero ha encontrado otro. Quizá un reto. Una diversión. Por fin. Los demás detalles los dejará para después, ahora no está trabajando
-Te hacen falta modales, muchacho-
No se anda con rodeos, mucho menos si anda molesto. La espada en su zurda la alza y su brazo lo estira todo lo que puede para amenazar con ella el pecho del enmascarado cuando llega a una prudente distancia; la punta casi haciendo contacto con la piel-¿Sueles quitarle la diversión a los demás?- pregunta con otro gruñido atorado en su garganta. Es el primer humano que puede ver directamente a los ojos, es casi tan alto como él, e igual de trabajado pero eso no le importa, lo que cuenta es que ha perdido un juguete pero ha encontrado otro. Quizá un reto. Una diversión. Por fin. Los demás detalles los dejará para después, ahora no está trabajando
- Apariencia:
Asriel Dreemurr
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Death Sáb Ago 27, 2016 4:52 pm
¿Que clase de bestia era esta? Era obviamente un animal de granja. Un animal de granja con pésimos modales... Parece que su madre cabra no le enseño la educación necesaria al dirigirse a un hombre. Me arrodille para recoger su espada, siendo que ignore por completo cualquier tipo de comentario de su parte. Puede que fuera mi imaginación, pero segundos atrás, observe que escapaba electricidad de esta arma. ¿Lo habré confundido con algo más? No tenía ningún tipo de añadido especial. Sin baterías. Parecía ser un metal común, siendo que no podía existir otra razón. Se trataba de que la cabra poseía la capacidad de lanzar cargas eléctricas. Interesante habilidad. ¿Acaso haría que su carne fuera "electrizante"? ¿Su queso causaba que tu lengua se adormilara? Aunque parecía ser hombre, al ver que era una cabra, solo podía referirme a él como una chica. Tome su espada, siendo que la mantuve con mi mano derecha. Di dos pasos a un lado para después girar mirando de frente.
Conocía que a mi espalda no había nada, así que comencé a caminar hacia atrás llevándome una de sus armas. Quizás no lo veía por mi mascara, pero debajo de ella tenía una sonrisa marcada. "Una cabra que juega con un lobo" La ironía provoco que escapara una risita de mis labios, siendo que no podía evitarlo. Era increiblemente gracioso. Me ubique a unos 10 metros de la cabra, siendo que aun tenía en mi posesión su arma. ¿Acaso todos los animales querían dársela de "chulos"? ¿Que clase de artista marcial entregaba su arma de esa manera para posteriormente amenazar a su presa? Sentía lástima... Casi tanta como para devolverle su arma. Pero era una espada preciosa... No sabía de armamento, pero si sabía de objetos de valor. En este caso, tanto el valor sentimental como el del material, podrían satisfacer mis necesidades monetarias.
Ate la espada a mi cinturón, siendo que procedí a expresarme en lenguaje de señas. - "Me la quedo. Tu pago. Por hacerme. Perder. El tiempo." - Moví mi mano derecha hasta mi rostro para hacer un gesto de despedida, siendo que comenzaba a caminar de espaldas esperando apartarme del lugar con algo de prisa. La expresión "loco como una cabra" siempre venía al caso, después de todo, seguro que reaccionaría con una actitud agresiva. Debajo de mi capa, que cubría casi todo mi torso, mis dedos estaban comenzando a moverse de manera ágil... Necesitaba prepararme para cualquier tipo de reacción. La distancia actual era de 15 metros. Siendo que me encontraba más a mi gusto. No planeaba detenerme, a menos que aquel sucio animal intentará algo...
Conocía que a mi espalda no había nada, así que comencé a caminar hacia atrás llevándome una de sus armas. Quizás no lo veía por mi mascara, pero debajo de ella tenía una sonrisa marcada. "Una cabra que juega con un lobo" La ironía provoco que escapara una risita de mis labios, siendo que no podía evitarlo. Era increiblemente gracioso. Me ubique a unos 10 metros de la cabra, siendo que aun tenía en mi posesión su arma. ¿Acaso todos los animales querían dársela de "chulos"? ¿Que clase de artista marcial entregaba su arma de esa manera para posteriormente amenazar a su presa? Sentía lástima... Casi tanta como para devolverle su arma. Pero era una espada preciosa... No sabía de armamento, pero si sabía de objetos de valor. En este caso, tanto el valor sentimental como el del material, podrían satisfacer mis necesidades monetarias.
Ate la espada a mi cinturón, siendo que procedí a expresarme en lenguaje de señas. - "Me la quedo. Tu pago. Por hacerme. Perder. El tiempo." - Moví mi mano derecha hasta mi rostro para hacer un gesto de despedida, siendo que comenzaba a caminar de espaldas esperando apartarme del lugar con algo de prisa. La expresión "loco como una cabra" siempre venía al caso, después de todo, seguro que reaccionaría con una actitud agresiva. Debajo de mi capa, que cubría casi todo mi torso, mis dedos estaban comenzando a moverse de manera ágil... Necesitaba prepararme para cualquier tipo de reacción. La distancia actual era de 15 metros. Siendo que me encontraba más a mi gusto. No planeaba detenerme, a menos que aquel sucio animal intentará algo...
Death
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
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