La isla de Centaurea era conocida a causa de un ataque por parte del ejército revolucionario hace unos años atrás, actualmente se supone que los miembros de esta facción se han retiro de la isla con ayuda de la Marina principalmente junto a algunos Cazadores que ahora seguramente se encontraban en mares más difíciles como lo era Grand Line. A pesar de que la mayoría de los revolucionarios se fueron de la isla, seguramente más de alguno aún se quedaba en ella o la visitaba de forma periódica por lo que podría ser un buen lugar para tratar de atrapar a uno. Esa era la razón de porque visitaría la isla, últimamente en los trabajos no le había ido muy bien así que necesitaba moverse para hacer dinero pero lo más importante era hacerse de un nombre en el cual le solicitaran algunos trabajos algunos miembros más adinerados de la sociedad de alguna isla importante o que la Marina lo considerara como un aliado de peso para algunas situaciones.

Llego a Centaurea en un bote que consiguió en la última isla que visito, no se encontraba en las mejores condiciones pero le sirvió para llegar a su destino usando sus conocimientos sobre Navegación para hacerlo sin muchos problemas por el estado del bote. En cuanto llego amarro el bote al muelle con un trozo de cuerda no muy largo pero si lo suficiente para evitar que se soltara por el constante movimiento del mar, luego de bajar del bote comenzó a caminar por la orilla de la playa para estirar el cuerpo luego de tan largo viaje. Luego de caminar por unos minutos por la orilla de la playa a lo lejos pudo observar un objeto con forma circular, era muy extraño que un objeto tan grande como ese se encontrara tan solo en la playa, como no había nadie más se acercó para ver de qué se trataba lo que estaba viendo, cuando llego pudo notar de que se trataba de una capsula por lo que podía notar llevaba un tiempo sin que nadie lo moviera. La capsula poseía varios botones de distintos colores y tamaños, sin embargo el que llamo la atención de Okita fue uno de color rojo con un tamaño un poco más grande que el resto, antes de que se diera cuenta lo había presionado viendo como la parte superior se abría dejando salir una niebla de color blanco, pasaron unos segundos y parte de la niebla había desaparecido dejando de ver lo que se encontraba dentro de ella, se trataba de una mujer bastante alta con un cabello color gris claro y una tez totalmente blanca — ¿Qué hace una chica aquí adentro? — se encontraba sorprendido con lo que estaba viendo al ver que la peligris no se movía… Quizás estaba muerta.

Al ir caminando se iban separando cada vez más del pueblo, la cantidad de gente era menor mientras más avanzaban, si el cazarrecompensas no recordaba mal más adelante se debería encontrar una hostal donde podrían arrendar algunas habitaciones para descansar ya que se encontraba oscureciendo aunque para llegar aún faltaba. Comía un poco de los dulces que saco de la bolsa que Ayumi llevaba en sus manos, estaban sabrosos recordándole unos dulces que le compraba su hermana mientras aun vivían juntos, hace años que no sabía nada de ella y realmente no esperaba que se encontrara viva, donde habían nacido era algo complicado llegar a ser adulto, quizás sino fuera porque lo dejo al cuidado en aquel dojo Okita hubiera pasado por lo mismo. La voz de la pacifista lo sacó de ese recuerdo en el que se encontraba, la escucho con atención — Con que no tienes recuerdos sobre lo que te paso anteriormente — el mensaje de su creador al inicio pareciera que era verdad por lo que lo dicho sobre la Marina también podría serlo — Ya veo, no podemos ir a preguntarle a nadie más sobre tu pasado a menos que nos encontráramos alguien que te conocía antes —. La pregunta de Ayumi lo hizo recordar aún más atrás que lo hicieron los dulces que estaba comiendo, hace mucho tiempo que no recordaba a sus padres a causa de que los perdió cuando tan solo era un niño, de hecho ni recordaba como lucían físicamente — Sobre mi pasado… me crie en un dojo donde aprendí a utilizar la Katana como arma, al criarme en ese pueblo fue que poco a poco fue convirtiéndome en un cazador. Sobre mis padres no recuerdo mucho, murieron cuando era tan solo un niño así que no supe mucho de ellos siendo mi hermana quien me cuido en esos momentos difíciles — no se encontraba triste pero si sentía que la imagen materna principalmente en algún momento de su vida le hizo falta.

Mientras iban caminando se iba haciendo más oscuro apareciendo las primeras estrellas en el cielo despejado, casi ninguna nube se interponía en la vista. El hostal se podía ver a lo lejos gracias a las luces prendidas que iluminaban el cartel, apunto con su mano derecha hacia más adelante — Esa es una hostal, podemos descansar en ese lugar por esta noche y mañana por la mañana ver que hacemos —, era un poco extraño hablarle así a alguien que sabía que no poseía gustos sin embargo no quería tratarla como una simple maquina con la cual pudiera conversar y hacer todo lo que le dijera como si se tratara de un esclavo, por su parte la trataría como si fuera una humana más. Se iban acercando más a la hostal — ¿Hay algo por lo que tengas prefería o te guste hacer? —

La caminata que estaban teniendo pasaba rápido mientras se dirigían hacia el hostal, el estar hablando hacia el camino mucho más agradable y ameno. La historia que le conto sobre su pasado lo hizo recordar varias cosas que ya ni las recordaba la mayoría, hizo una especie de resumen para contarle sobre su pasado. Cuando Okita termino de contar la historia espero algunas palabras por parte de Ayumi las cuales tardaron en llegar, quizás las procesaba dentro de su base de datos o era parte de su programación, con el tiempo se acostumbraría a ese tipo de cosas — Crecí en un pueblo de la Isla Goat, es una isla del East Blue. Utilizo el estilo de una espada principalmente aunque puedo utilizar de igual manera dos Katanas al mismo tiempo. Desconozco lo que paso con mi hermana, luego de que me dejo en el Dojo nunca más supe de ella, seguramente estaba ocupada trabajando y dudo mucho que nos podamos reunir con ella, cuando me fui de la isla nadie sabía sobre ella… su nombre es Mitsu —

Cuidar a su dueño al parecer eran una de las reglas estrictas dentro de su programación, así podía notarlo luego de sus palabras respecto al descanso incluyendo una “amenaza” en caso de no hacerlo, — No te preocupes, en cuanto lleguemos a la hostal lo haré así que no creo que el cloroformo sea necesario esta vez —. Era extraño y confuso que una pacifista pudiera demostrar cierta preocupación por alguien más, por su parte Okita no la miraría como una pacifista sino como una persona más a las cuales conocía, su trato con Ayumi sería igual a con el resto de personas.

Llegaron a la hostal la cual se encontraba iluminada lo suficiente como para poder reconocerla, una vez frente a ella pudieron observar una puerta de madera con algunos vidrios en ella la cual se podía observar un poco hacia el interior el cual se veía bien iluminado. Okita abrió la puerta dejando pasar a Ayumi primero la cual se acercó al encargado el cual se la quedo viendo como si hubiera visto a un fantasma o algo similar. La chica pidió una habitación con una cama individual, luego del pedido el encargado se dio media vuelta buscando las llaves de la habitación que ocuparían dejándolas sobre la mesa, Okita las tomo caminando hacia la habitación siguiendo el camino de que indicaban unos carteles. Estando frente a la puerta del cuarto abrió la cerradura usando la llave entregada por el encargado, cuando abrió con un leve empuje de su brazo fue moviendo la puerta hasta que abriera por completo. El cuarto era bastante espacioso con un escritorio, un closet y la cama la cual era grande en donde cabrían tanto Okita como Ayumi sin problema alguno — ¿En qué lado de la cama prefieres dormir? — era algo a lo cual no le daba mucha importancia, comenzó a sacarse la parte superior de la ropa acomodándola en el closet para luego recostarse en uno de los lados de la cama.