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Creado por Kuriyama Aoi Jue Mar 03, 2016 5:40 pm
Recuerdo del primer mensaje :
La fémina se había separado por completo del grupo, esta debía dar una señal ni bien tenga lo necesario, al igual que haya conseguido todo lo que quería de aquella ciudad, estando lista para iniciar su vida como una mujer que atraviesa las mareas, una que elimina enfermedades desconocidas y por sobre todo que cuida de su amada Mitsuki. Avanzando por cada callejón comenzaría a verificar todas las zonas por donde pasaron los piratas que eran los "amigos" de la Ackerman. Tras revisar varios sitios destrozados llego a una taberna, al parecer habían llevado un combate o una parte del encuentro en el interior de lugar el cual parecía abandonado, salvo por un alma que yacía tirada en el suelo, al parecer dañado, no de forma severa, aunque tenía
Allí, en medio de todo el destrozo yacía un cuerpo junto a varias manchas de sangre a su alrededor, y un goteo casi continuó de sangre proveniente de sus tres heridas, el corte en el pecho y en los hombros no parecían de gravedad, pero tenían cierta profundidad. - Maldición... - Comentaría esta mientras retiraría de manera sagaz de su bolsa un par de guantes y se los colocaba, arrastrando el cuerpo del desconocido detrás de la barra y empezaría a reunir diferentes elementos que había en el sitio además de los que ella portaba. Primero el de aquí... Diría la fémina mientras comenzaría a limpiar la herida del hombro derecho del desconocido, ejerciendo presión por debajo de la axila y interrumpir por completo el sangrado, al parecer esa parte estaba lista. Mientras retiraba un rollo de venda y comenzaría a cubrir la herida y cerraba el circulo por debajo del brazo observaba el resto de las heridas. Ahora haría el mismo procedimiento con el hombro izquierdo, que en cuestión de minutos ya estaría vendado también. Solo quedaba el problema principal. - A saber quien le dio tanto... Pobre tipo - Diría en voz baja mientras comenzaría a tratar la herida central,esta sin duda alguna no podría parar el sangrado por mucho tiempo, y más aun cuando debía llevarlo en su espalda hacía su próximo destino. Un doble vendaje en el pecho fue puesto, mientras que el contrarió poseía solamente cubierta la parte inferior de su cuerpo con la ropa que traía y la superior con simples vendajes, Aoi retiraría sus guantes y los lanzaría en una pequeña bolsa que tenía para guardar aquellos utensilios sucios, y posterior los echaría en su bolsa.
Ahora a lo que tenía que ir... Comentaría para sus adentros mientras comenzaría a caminar rumbo al muelle, el lugar donde tendría que reunir a todo el grupo. Tras llegar a donde se encontraban los distintos navíos observaba uno bastante peculiar, la forma que este poseía era temible a la vista, a la vez que impresionaría a cualquiera. - Tú... Argo Navis. - Diría para bautizar a la embarcación y comenzaría a inspeccionarla, al parecer no había nadie cerca, ni nadie dentro del lugar, este parecía haber sido dejado en ese sitio, quizá por poco tiempo, pero este no estaría a la vuelta de los tripulantes. Mientras ingresaba y dejaba al herido en uno de los camarotes, pronto debería proseguir con la atención médica hacía este, la herida parecía estar apunto de abrirse, sin embargo, esta ahora iría hacía el exterior y apuntaría una pistola de bengalas que había retirado del interior del barco, apuntando hacía arriba apretaría el gatillo, expulsando de manera efectiva la bengala de tonalidad rojiza. Aquella era la "señal" para que la reunión de inicio.
Allí, en medio de todo el destrozo yacía un cuerpo junto a varias manchas de sangre a su alrededor, y un goteo casi continuó de sangre proveniente de sus tres heridas, el corte en el pecho y en los hombros no parecían de gravedad, pero tenían cierta profundidad. - Maldición... - Comentaría esta mientras retiraría de manera sagaz de su bolsa un par de guantes y se los colocaba, arrastrando el cuerpo del desconocido detrás de la barra y empezaría a reunir diferentes elementos que había en el sitio además de los que ella portaba. Primero el de aquí... Diría la fémina mientras comenzaría a limpiar la herida del hombro derecho del desconocido, ejerciendo presión por debajo de la axila y interrumpir por completo el sangrado, al parecer esa parte estaba lista. Mientras retiraba un rollo de venda y comenzaría a cubrir la herida y cerraba el circulo por debajo del brazo observaba el resto de las heridas. Ahora haría el mismo procedimiento con el hombro izquierdo, que en cuestión de minutos ya estaría vendado también. Solo quedaba el problema principal. - A saber quien le dio tanto... Pobre tipo - Diría en voz baja mientras comenzaría a tratar la herida central,esta sin duda alguna no podría parar el sangrado por mucho tiempo, y más aun cuando debía llevarlo en su espalda hacía su próximo destino. Un doble vendaje en el pecho fue puesto, mientras que el contrarió poseía solamente cubierta la parte inferior de su cuerpo con la ropa que traía y la superior con simples vendajes, Aoi retiraría sus guantes y los lanzaría en una pequeña bolsa que tenía para guardar aquellos utensilios sucios, y posterior los echaría en su bolsa.
Ahora a lo que tenía que ir... Comentaría para sus adentros mientras comenzaría a caminar rumbo al muelle, el lugar donde tendría que reunir a todo el grupo. Tras llegar a donde se encontraban los distintos navíos observaba uno bastante peculiar, la forma que este poseía era temible a la vista, a la vez que impresionaría a cualquiera. - Tú... Argo Navis. - Diría para bautizar a la embarcación y comenzaría a inspeccionarla, al parecer no había nadie cerca, ni nadie dentro del lugar, este parecía haber sido dejado en ese sitio, quizá por poco tiempo, pero este no estaría a la vuelta de los tripulantes. Mientras ingresaba y dejaba al herido en uno de los camarotes, pronto debería proseguir con la atención médica hacía este, la herida parecía estar apunto de abrirse, sin embargo, esta ahora iría hacía el exterior y apuntaría una pistola de bengalas que había retirado del interior del barco, apuntando hacía arriba apretaría el gatillo, expulsando de manera efectiva la bengala de tonalidad rojiza. Aquella era la "señal" para que la reunión de inicio.
Kuriyama Aoi
Hoja de personaje
Nivel:
(11/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Ayashi Kouba Lun Mar 14, 2016 1:22 am
Y era el fin, llegué con Alba al barco donde estaba Mitsuki, Laura y la chica que no sabía su nombre, llevé ambas manos a mi abrigo mientras escuchaba las locuras del payaso quien ahora si daba su apellido, no es que me interesara, sobretodo porque no le vería de nuevo, era momento de irme de regreso al bar, limpiar un poco el desorden y dejar todo listo para el negocio en la mañana, habían muchos piratas y demás personas en la isla que me debían muchas cosas, favores y todo eso -Bien, ha sido divertido, pero mañana hay que volver al trabajo- pero no pude ni finalizar mis palabras cuando la loca de Mitsuki, pues no puedo llamarla de otra forma, además de imprudente que no sabía realmente con quien se metía, me tomó por sorpresa del brazo, me jaló y me arrojó a bordo ¿En que momento dije que iría con ella?
Caí al suelo porque me tomó muy desprevenida, mi cabello se alborotó igual y me quedó en la cara, cosa que tuve que mover para ver de frente a mi interlocutora, le dediqué una mirada curiosa, fría, que si pudiese leer mi mente se habría dado cuenta que la condenaba en ese momento, pero fui paciente, quería saber de que iba todo eso. Entonces lo mencionó, el tesoro, incliné el rostro sonriendo, me divertía demasiado. Me puse de pie poco a poco mientras sonreía y limpiaba mi abrigo para poder responder -¿Un tesoro? Bien... si... creo haberlo mencionado, en el bar supongo ¿no? Creo que sí...- y de mis ropas saco una página y lo leo con la mirada sin decir nada, enrollo luego el papel y lo oculto en mi gabardina negra.
Luego le escuché dar ordenes al payaso y su oso, no podía dejar de sonreír ante tal acto, y luego escucharle con la osadía de ordenarme algo, vaya valiente... o tonta, otros lo intentaron y muchos perdieron su dedo o brazo completo, según sus intenciones idiotas, pero a Mitsuki le dejaría pasar un poco, sólo que no se propasara, aunque ahora pedía algo interesante -Bien, sacaré el barco de las aguas poco profundas para adentrarnos al mar... pero, para llegar a la isla donde se encuentra el tesoro se debe navegar mucho, no esta cerca precisamente ¿Tienes cartas náuticas? ¿Una brújula o algo para trazar nuestro viaje? De lo contrario, espero que tengas un navegante a bordo, porque sin esas herramientas no podría llegar a susodicha isla- informé a Mitsuki mientras me movía al timón, guardaba mi navaja al paso que iba, llegué al timón y lo tomé, para dirigirlo hacia mar abierto, y mientras Kefka y Bozco bailaban a bordo, y cada quién hacía lo suyo, yo observaba el "futuro", por llamarlo de alguna forma, sería la primera vez que saldría de Logue Town, así que mi mente ya trabajaba en mi modus operandi, debía poseer información de la próxima isla, no tuve tiempo para obtener algo al respecto, así que de momento, iba un poco nula en saber como era la isla a la que llegaríamos, esperando claro poder dirigirnos correctamente hacia allá.
Caí al suelo porque me tomó muy desprevenida, mi cabello se alborotó igual y me quedó en la cara, cosa que tuve que mover para ver de frente a mi interlocutora, le dediqué una mirada curiosa, fría, que si pudiese leer mi mente se habría dado cuenta que la condenaba en ese momento, pero fui paciente, quería saber de que iba todo eso. Entonces lo mencionó, el tesoro, incliné el rostro sonriendo, me divertía demasiado. Me puse de pie poco a poco mientras sonreía y limpiaba mi abrigo para poder responder -¿Un tesoro? Bien... si... creo haberlo mencionado, en el bar supongo ¿no? Creo que sí...- y de mis ropas saco una página y lo leo con la mirada sin decir nada, enrollo luego el papel y lo oculto en mi gabardina negra.
Luego le escuché dar ordenes al payaso y su oso, no podía dejar de sonreír ante tal acto, y luego escucharle con la osadía de ordenarme algo, vaya valiente... o tonta, otros lo intentaron y muchos perdieron su dedo o brazo completo, según sus intenciones idiotas, pero a Mitsuki le dejaría pasar un poco, sólo que no se propasara, aunque ahora pedía algo interesante -Bien, sacaré el barco de las aguas poco profundas para adentrarnos al mar... pero, para llegar a la isla donde se encuentra el tesoro se debe navegar mucho, no esta cerca precisamente ¿Tienes cartas náuticas? ¿Una brújula o algo para trazar nuestro viaje? De lo contrario, espero que tengas un navegante a bordo, porque sin esas herramientas no podría llegar a susodicha isla- informé a Mitsuki mientras me movía al timón, guardaba mi navaja al paso que iba, llegué al timón y lo tomé, para dirigirlo hacia mar abierto, y mientras Kefka y Bozco bailaban a bordo, y cada quién hacía lo suyo, yo observaba el "futuro", por llamarlo de alguna forma, sería la primera vez que saldría de Logue Town, así que mi mente ya trabajaba en mi modus operandi, debía poseer información de la próxima isla, no tuve tiempo para obtener algo al respecto, así que de momento, iba un poco nula en saber como era la isla a la que llegaríamos, esperando claro poder dirigirnos correctamente hacia allá.
Ayashi Kouba
Hoja de personaje
Nivel:
(20/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 |
Creado por Kuriyama Aoi Miér Mar 16, 2016 1:30 pm
Todo se desarrollaba de manera inesperada, siendo llenado el barco en cuestión de segundos, dos heridos, uno desconocido para el resto de la tripulación, el otro una mujer que habían traído consigo, sin tomar mucha importancia para todo esto, debía de atender primero a quien había traído al barco, con simples "arreglos" para llegar al sitio no seria suficiente para salvar la vida del masculino. Fue allí cuando las cosas comenzarían a movilizarse mientras las fauces de la fémina comenzarían a abrirse, mostrando aquellos dientes que parecían sellados los unos con los otros, recalcando así, su desprecio por aquel payaso y su mascota, desde la punta de sus pies hasta las extensiones que poseía su cabeza, era un deseo de reventar por dentro aquel cuerpo en cualquier momento. Sin embargo, antes que esta pierda el control sobre si misma debería afrontar el pedido que le realizo su amiga, Mitsuki quien comenzaría a ordenar la movilización de la "tripulación".
- Antes de ayudar a la otra, debo de atender a quien traje y posiblemente necesitaré la ayuda de tu compañera. Quien traje posiblemente no aguante hasta llegar a Altar mar, y si no quieres tirar un cadáver en las primeras horas de tu travesía tendrá que ser así. - Indicaría de forma tajante mientras le daría la espalda a la fémina y comenzaría a caminar rumbo a donde había dejado al herido, el cual parecía aún inconsciente. Si este despertaba debería de darle algo para cubrir el umbral de dolor que este poseía y poder atenderlo de forma tranquila, aunque posiblemente esto no sea realizado de forma efectiva por ambas féminas.
Posterior a varios pasos comenzaría a observar a quien sería la otra médica del navío, su verificación había comenzado, parecía tener varios daños en los brazos, pero aquel que corría cierto riesgo era el derecho el cual parecía poseer una fractura. - Tú fractura y los daños de esa chica pueden esperar, sígueme. - Sentenciaría la fémina con el mismo tono gélido que le proporciona a todos los desconocidos y a quien no tiene confianza, en caso de que esta se negara, volvería a buscarla y tironear del brazo que posee lastimado, algo que seguramente no le agradaría. Posterior a que sus pasos avanzaran ahora permanecería frente al desconocido que había traído a bordo, en espera de la segunda médica para darle un tratamiento adecuado al desconocido.
- Antes de ayudar a la otra, debo de atender a quien traje y posiblemente necesitaré la ayuda de tu compañera. Quien traje posiblemente no aguante hasta llegar a Altar mar, y si no quieres tirar un cadáver en las primeras horas de tu travesía tendrá que ser así. - Indicaría de forma tajante mientras le daría la espalda a la fémina y comenzaría a caminar rumbo a donde había dejado al herido, el cual parecía aún inconsciente. Si este despertaba debería de darle algo para cubrir el umbral de dolor que este poseía y poder atenderlo de forma tranquila, aunque posiblemente esto no sea realizado de forma efectiva por ambas féminas.
Posterior a varios pasos comenzaría a observar a quien sería la otra médica del navío, su verificación había comenzado, parecía tener varios daños en los brazos, pero aquel que corría cierto riesgo era el derecho el cual parecía poseer una fractura. - Tú fractura y los daños de esa chica pueden esperar, sígueme. - Sentenciaría la fémina con el mismo tono gélido que le proporciona a todos los desconocidos y a quien no tiene confianza, en caso de que esta se negara, volvería a buscarla y tironear del brazo que posee lastimado, algo que seguramente no le agradaría. Posterior a que sus pasos avanzaran ahora permanecería frente al desconocido que había traído a bordo, en espera de la segunda médica para darle un tratamiento adecuado al desconocido.
Para evitar la paralización de todos los miembros de la tripulación en su presente salteo a Alba quien estaba siendo atendida.
Kuriyama Aoi
Hoja de personaje
Nivel:
(11/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Laura Miér Mar 16, 2016 3:10 pm
La fémina de ojos escarlata se encontraba peleando para terminar de dejar bien entablillado el brazo de la amazona cuando la compañera de Mitsuki hizo su aparición en donde se encontraban para ordenarle a la doctora de mala manera de que dejara a la persona a la cual estaba atendiendo, por un simple capricho hasta donde la lupina sabia -Dime a donde y porque y tal vez lo haga niña- soltó mientras acomodaba a un lado de su cuerpo el brazo de Alba.
Justo a tiempo para sentir un dolor que la hubiera hecho sujetar con fuerza que solo hubiera empeorado drásticamente la herida de la amazona, aquella mocosa había tomado del brazo que evidentemente había notado que estaba herido para jalarla, era una mujer con suficiente seso para saber que si empezaba una pelea en ese lugar y en ese momento solo acabaría por perjudicar a su paciente y a sí misma, así que siguió a la castaña hasta el lugar donde se encontraba un hombre gravemente malherido, la lupina suspiro.
-Voy por mis cosas.- Dijo mientras se daba la vuelta y a paso rápido buscaba su material médico que había dejado atrás por las prisas impuestas, con todo en la habitación donde se encontraba el masculino empezó el tratamiento, saco una pequeña esponja con anestesia de aspecto desagradable y empezó a pasarlo por las heridas del masculino, en un momento podrían trabajar sin riesgo de despertarlo por el dolor del tratamiento que daría lugar próximamente.
-Para que no nos pisemos, tu ocúpate de un lado y yo del otro, si ves que me estoy acercando a tu área de trabajo haz una seña en la aguja, yo haré lo mismo, y si me vas a dejar trabajando sola hazlo ahora.- Dijo la mink mientras se ponía manos a la obra, el tratamiento sería largo y tedioso pero estaba suficientemente vivo como para tratarlo, como había dicho la castaña, la heridas de la mink eran algo que podía esperar, el brazo de Alba estaría bien ahora que había podido hacerle un entablillado decente que permitiría que su cuerpo se curara por sí mismo incluso si no recibía más tratamiento médico en lo que quedaba del día, pero el hombre allí presente no parecía tener todas buenas chances de sobrevivir sin secuelas si no era atendido apropiadamente.
Justo a tiempo para sentir un dolor que la hubiera hecho sujetar con fuerza que solo hubiera empeorado drásticamente la herida de la amazona, aquella mocosa había tomado del brazo que evidentemente había notado que estaba herido para jalarla, era una mujer con suficiente seso para saber que si empezaba una pelea en ese lugar y en ese momento solo acabaría por perjudicar a su paciente y a sí misma, así que siguió a la castaña hasta el lugar donde se encontraba un hombre gravemente malherido, la lupina suspiro.
-Voy por mis cosas.- Dijo mientras se daba la vuelta y a paso rápido buscaba su material médico que había dejado atrás por las prisas impuestas, con todo en la habitación donde se encontraba el masculino empezó el tratamiento, saco una pequeña esponja con anestesia de aspecto desagradable y empezó a pasarlo por las heridas del masculino, en un momento podrían trabajar sin riesgo de despertarlo por el dolor del tratamiento que daría lugar próximamente.
-Para que no nos pisemos, tu ocúpate de un lado y yo del otro, si ves que me estoy acercando a tu área de trabajo haz una seña en la aguja, yo haré lo mismo, y si me vas a dejar trabajando sola hazlo ahora.- Dijo la mink mientras se ponía manos a la obra, el tratamiento sería largo y tedioso pero estaba suficientemente vivo como para tratarlo, como había dicho la castaña, la heridas de la mink eran algo que podía esperar, el brazo de Alba estaría bien ahora que había podido hacerle un entablillado decente que permitiría que su cuerpo se curara por sí mismo incluso si no recibía más tratamiento médico en lo que quedaba del día, pero el hombre allí presente no parecía tener todas buenas chances de sobrevivir sin secuelas si no era atendido apropiadamente.
Laura
Hoja de personaje
Nivel:
(25/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 | 3 |
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