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Censo
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Creado por Ai Kazama Mar Jun 14, 2016 11:38 pm
¿Qué hacía ella ahí? Era algo muy sencillo. Aquella zona era conocida por ser visitada frecuentemente por piratas y ella, que no hacía mucho comenzaba en su rumbo de cazarrecompensas, tenía el deber de capturarlos pero no solo por dinero, sino también porque muchos de ellos representaban una amenaza a la sociedad. Era solo cosa de recordar lo que había ocurrido con su padre, nunca había visto piratas y desearía nunca haberlos conocido, su primera impresión no había sido para nada buena, sino que habían arruinado su vida.
Por esa razón, atraparía a cuantos pudiera, aunque claramente no podía hacerlo a mitad del pueblo, era la zona de confort de ellos, no podía precipitarse o de lo contrario su plan se iría al bote de la basura. Se había prometido controlarse y no actuar, pero fue inevitable cuando una pequeña escena se mostró ante sus ojos ; Un hombre molestando a un niño.
Apretó los puños, dispuesta a interceder por el menor, aquel tipo no se saldría con la suya, por supuesto que no, ella no lo permitiría, aunque antes que pudiera hacer algo, un joven de cabellos blancos se enfrentó al sujeto y lo había espantado.
Ella por su parte, había observado toda la escena, y apenas el grandulón se fue del lugar echando insultos , amenazas y furioso, fue donde el niño para saber su estado.
— ¿Te encuentras bien? ¿Te hizo daño? —
Le preguntó con preocupación mientras le observaba de pies a cabeza en signos de maltrato, aunque para su alivio no había pasado nada grave por lo visto. El niño le negaba con la cabeza y rápidamente se dirigió al de cabellos blancos.
— ¡Gracias Señor! Me ha salvado ... ¿Cómo puedo agradecerle? — El inocente pequeñuelo le preguntaba al mayor, por su voz y gestos notaba que en realidad estaba agradecido. Ella también dirigió su mirada al joven, por una razón, su rostro se le hacía familiar.
Por esa razón, atraparía a cuantos pudiera, aunque claramente no podía hacerlo a mitad del pueblo, era la zona de confort de ellos, no podía precipitarse o de lo contrario su plan se iría al bote de la basura. Se había prometido controlarse y no actuar, pero fue inevitable cuando una pequeña escena se mostró ante sus ojos ; Un hombre molestando a un niño.
Apretó los puños, dispuesta a interceder por el menor, aquel tipo no se saldría con la suya, por supuesto que no, ella no lo permitiría, aunque antes que pudiera hacer algo, un joven de cabellos blancos se enfrentó al sujeto y lo había espantado.
Ella por su parte, había observado toda la escena, y apenas el grandulón se fue del lugar echando insultos , amenazas y furioso, fue donde el niño para saber su estado.
— ¿Te encuentras bien? ¿Te hizo daño? —
Le preguntó con preocupación mientras le observaba de pies a cabeza en signos de maltrato, aunque para su alivio no había pasado nada grave por lo visto. El niño le negaba con la cabeza y rápidamente se dirigió al de cabellos blancos.
— ¡Gracias Señor! Me ha salvado ... ¿Cómo puedo agradecerle? — El inocente pequeñuelo le preguntaba al mayor, por su voz y gestos notaba que en realidad estaba agradecido. Ella también dirigió su mirada al joven, por una razón, su rostro se le hacía familiar.
Ai Kazama
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Kakashi Usui Miér Jun 15, 2016 9:36 pm
No es fácil el decir cómo pude terminar en ese lugar, y es difícil de explicar empezando por el simple hecho de que hace poco me encontraba en mi hogar, viviendo una vida tranquila junto a mi padre, pero por una rara razón del destino ahora me encuentro como una clase de prófugo que vive de un lugar a otro por su cuenta mientras que al parecer algunas personas tratan de buscar. Pero bueno, la historia de cómo termine en ese lugar es simple, empezando por el hecho de que un barquero en una isla cercana me ofreció un aventón a ese lugar a cambio de que me ocupara de un pequeño problema con unos bandidos… al final no fue muy difícil que digamos, además de que no es que me molestara encargarme de forma no fatal de unos tipos que Vivian molestando y maltratando a personas indefensas.
La verdad estar en ese lugar tampoco es que me gustara mucho, no es que fuera buena idea para un nombrado ‘’Pirata’’ el encontrase en esa zona donde no sería raro que se encontraran algunos caza recompensas o marines. Claro, aunque aun tenia la suerte de no ser muy conocido, tampoco es que ellos se fueran a preocupar tantos por una persona que apenas salía en un cartel de búsqueda con una recompensa tan baja, aunque siempre existía la posibilidad de que algún novato se preocupara por empezar con los de recompensa más baja. La verdad, tampoco es que me importara mucho, en ese momento tenía que tomarme las cosas con calma y preocuparme por comer algo, fue un largo viaje y tenía que reponer fuerzas antes de pensar que hacer.
Lo malo de ser yo, es que siempre me encuentro con algo que se mete en mi camino y me obliga a meterme en algunos problemas. En esa ocasión en especial, seria alguien a quien acababa de ver recientemente; uno de los bandidos que se metían con el tipo que me llevo a esa isla, se encontraba maltratando a un niño en medio de la calle. Parece que el niño no era capaz de defenderse, y no me tomaría la molestia de hablarle a ese hombre, solo me encargaría de darle una lección rápida que acabaría con sus días de molestar a la gente frente a mí.
Sin que él se diera cuenta, me acercaría a su posición lentamente, para cuando estuviera justo a su lado poder darle todo un golpe en la cara. El claro que no se lo esperaba en lo mas mínimo, pero fue algo que si le hizo asustarse -¿Algún problema con el niño? – La dije en voz alta mientras este empezaba a correr como un loco, asustado por el hecho de que ya antes le había dado una pequeña lección. Siendo sincero, me sorprendía que llegara al mismo lugar que yo, y al parecer antes, se supone que salí directo a esa isla. Pensé eso durante unos segundos, hasta restarle importancia por las palabras del niño, el cual podía notar que estaba acompañado por una mujer.
-No tienes que preocuparte por nada, solo hice lo que cualquiera habría hecho- Le dije al chico mostrando una pequeña sonrisa.
La verdad estar en ese lugar tampoco es que me gustara mucho, no es que fuera buena idea para un nombrado ‘’Pirata’’ el encontrase en esa zona donde no sería raro que se encontraran algunos caza recompensas o marines. Claro, aunque aun tenia la suerte de no ser muy conocido, tampoco es que ellos se fueran a preocupar tantos por una persona que apenas salía en un cartel de búsqueda con una recompensa tan baja, aunque siempre existía la posibilidad de que algún novato se preocupara por empezar con los de recompensa más baja. La verdad, tampoco es que me importara mucho, en ese momento tenía que tomarme las cosas con calma y preocuparme por comer algo, fue un largo viaje y tenía que reponer fuerzas antes de pensar que hacer.
Lo malo de ser yo, es que siempre me encuentro con algo que se mete en mi camino y me obliga a meterme en algunos problemas. En esa ocasión en especial, seria alguien a quien acababa de ver recientemente; uno de los bandidos que se metían con el tipo que me llevo a esa isla, se encontraba maltratando a un niño en medio de la calle. Parece que el niño no era capaz de defenderse, y no me tomaría la molestia de hablarle a ese hombre, solo me encargaría de darle una lección rápida que acabaría con sus días de molestar a la gente frente a mí.
Sin que él se diera cuenta, me acercaría a su posición lentamente, para cuando estuviera justo a su lado poder darle todo un golpe en la cara. El claro que no se lo esperaba en lo mas mínimo, pero fue algo que si le hizo asustarse -¿Algún problema con el niño? – La dije en voz alta mientras este empezaba a correr como un loco, asustado por el hecho de que ya antes le había dado una pequeña lección. Siendo sincero, me sorprendía que llegara al mismo lugar que yo, y al parecer antes, se supone que salí directo a esa isla. Pensé eso durante unos segundos, hasta restarle importancia por las palabras del niño, el cual podía notar que estaba acompañado por una mujer.
-No tienes que preocuparte por nada, solo hice lo que cualquiera habría hecho- Le dije al chico mostrando una pequeña sonrisa.
Kakashi Usui
Hoja de personaje
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(1/100)
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Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Ai Kazama Miér Jun 22, 2016 12:06 am
Su mente estaba dividida en dos cosas muy específicas: Por un lado que el pequeño estuviera bien y por otro lado, estaba confundida, estaba demasiado segura que había visto el rostro de aquel peli-blanco en algún sitio pero ¿Dónde? Quizás solo era su intuición y su memoria fallaba, haciendo que confundiese al chico frente a ella con otra persona. Aunque no. Ella no solía equivocarse en cosas así, podía ser muy distraída pero habían cosas que no se le iban, como por ejemplo, recordar rostros de personas. Por eso, si no fuera que su preocupación por el niño era mayor, se hubiera concentrado para recordar.
— Pero Onii-chan , debo agradecerte de alguna forma, este ... —
El niño cerró los ojos, colocando una cara cómica como si estuviera pensando algo realmente importante. De repente dio un pequeño salto de alegría y retomó animadamente la palabra. No se podía evitar sonreír ante el comportamiento del niño, siempre tan alegres e inocentes.
— ¡Ya sé! Espera un poco aquí Onii-chan, tú también Onee-chan, hay algo que quiero darles — Y rápidamente salió corriendo, no muy lejos ¿Qué se traería entre manos? Ella se quedó estática en el lugar, algo impresionada por la energía del infante, era reconfortable ver escenas así , era como un refresco ante tantas peleas y malos ratos.
— Gracias por salvar al chico — Hizo una leve reverencia en forma de respeto, era típico de ella ser tan formal, eran costumbres y modales que nunca se le irían. Quizás era extraño decir todo eso, como si fuera la pariente del menor, pero bueno, creía necesario dar las gracias — Hoy en día no todos interceden en situaciones así. Se nota que el niño está muy aliviado ahora y agradecido — Terminó por decir, mientras le miraba, aunque se notaba en sus ojos que realmente sus pensamientos no estaban allí en sí, en realidad intentaba aclarar el lío mental que tenía en su cabeza, intentando recordar porque se le hacía familiar el rostro del contrario.
De por si, ella no era alguien que le costará armar conversaciones o que le incomodara acercarse a preguntarle cosas a extraños, tenía facilidad para socializar y su poco temor a la gente le ayudaba, sencillamente era no era alguien que se atemorizaba por los exteriores, le gustaba conocer a las personas. Esa curiosidad natural, sumada a sus interrogantes sobre quién era aquel muchacho, hizo que mientras esperaba al niño, ella preguntaría algunas cosas, obviamente todo con cuidado, no quería ser tan maleducada.
— Disculpe la pregunta ¿Alguna vez ha estado en Wano? —
Si, ella solía ser muy directa y salía con preguntas que a la vista de los demás podían sonar muy raras, pero ella todo lo hacía por alguna razón.
— Pero Onii-chan , debo agradecerte de alguna forma, este ... —
El niño cerró los ojos, colocando una cara cómica como si estuviera pensando algo realmente importante. De repente dio un pequeño salto de alegría y retomó animadamente la palabra. No se podía evitar sonreír ante el comportamiento del niño, siempre tan alegres e inocentes.
— ¡Ya sé! Espera un poco aquí Onii-chan, tú también Onee-chan, hay algo que quiero darles — Y rápidamente salió corriendo, no muy lejos ¿Qué se traería entre manos? Ella se quedó estática en el lugar, algo impresionada por la energía del infante, era reconfortable ver escenas así , era como un refresco ante tantas peleas y malos ratos.
— Gracias por salvar al chico — Hizo una leve reverencia en forma de respeto, era típico de ella ser tan formal, eran costumbres y modales que nunca se le irían. Quizás era extraño decir todo eso, como si fuera la pariente del menor, pero bueno, creía necesario dar las gracias — Hoy en día no todos interceden en situaciones así. Se nota que el niño está muy aliviado ahora y agradecido — Terminó por decir, mientras le miraba, aunque se notaba en sus ojos que realmente sus pensamientos no estaban allí en sí, en realidad intentaba aclarar el lío mental que tenía en su cabeza, intentando recordar porque se le hacía familiar el rostro del contrario.
De por si, ella no era alguien que le costará armar conversaciones o que le incomodara acercarse a preguntarle cosas a extraños, tenía facilidad para socializar y su poco temor a la gente le ayudaba, sencillamente era no era alguien que se atemorizaba por los exteriores, le gustaba conocer a las personas. Esa curiosidad natural, sumada a sus interrogantes sobre quién era aquel muchacho, hizo que mientras esperaba al niño, ella preguntaría algunas cosas, obviamente todo con cuidado, no quería ser tan maleducada.
— Disculpe la pregunta ¿Alguna vez ha estado en Wano? —
Si, ella solía ser muy directa y salía con preguntas que a la vista de los demás podían sonar muy raras, pero ella todo lo hacía por alguna razón.
Ai Kazama
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Creado por Kakashi Usui Dom Jun 26, 2016 10:14 pm
El niño pareció haberse animado mucho luego de lo que hice. No entiendo porque siempre hay esa clase de basura que se puede meter con personas tan buenas como ese niño que tenía en frente mío. La verdad no quería quedarme en ese lugar por mucho tiempo, estaba en una zona donde me podrían llover un par de problemas en cualquier momento, sobre todo por el hecho de que era un pirata y aunque no era muy grande tenía una recompensa. Era isla podía tener marines que estuvieran tras mi cabeza, cosa que no me agradaba en lo más mínimo, tenía que moverme, pero no quería que ese niño pensara mal de mí.
Sin nada más que hacer mantuve mi mirada fija en el muchacho mientras empezaba a correr a hacer o buscar lo que se suponía seria la muestra de su gratitud. Luego de eso estaba la chica que también apareció de la nada, no tenía idea de quién era, pero no parecía ser una mala persona, por lo que no me moleste en preguntarle nada, solamente la mire de una forma amistosa. – No es nada, creo que cualquiera lo hubiera hecho.- Deje a la misma mientras ponía mi mano derecha con intenciones que de que ella la estrechara. Quizás era un poco raro porque tenía puesto mi guante, cosa que en si no era tan mala, ya que sin él se notaria mi mano la cual estaba totalmente quemada. –Soy Kakashi Usui, es un gusto conocerla, señorita de lindos ojos- ¿Coqueteando? Pues sí, la verdad es que lo hacía esperando que ella no lo tomara a mal.
La siguiente pregunta de la chica le haría preocuparse un poco por lo que estaba por ocurrir. Estaba seguro de que no la conocía, pero ella parecía conocerlo a él, tenía que quitarse cualquier cosa que dijera que la conocía. –No, te debes estar confundiendo – De una forma muy amable y educada esperaba que no pasara nada o que se desatara un problema que no podría controlar. No estaba en un buen momento para empezar a correr por medio pueblo como un loco esperando que nadie me descubriera. – ¿Qué habrá pasado con el niño? Creí que ya estaría aquí. – Mi voz por un momento sonaría preocupada por ese niño. No sabía porque, pero estaba muy preocupado.
Sin nada más que hacer mantuve mi mirada fija en el muchacho mientras empezaba a correr a hacer o buscar lo que se suponía seria la muestra de su gratitud. Luego de eso estaba la chica que también apareció de la nada, no tenía idea de quién era, pero no parecía ser una mala persona, por lo que no me moleste en preguntarle nada, solamente la mire de una forma amistosa. – No es nada, creo que cualquiera lo hubiera hecho.- Deje a la misma mientras ponía mi mano derecha con intenciones que de que ella la estrechara. Quizás era un poco raro porque tenía puesto mi guante, cosa que en si no era tan mala, ya que sin él se notaria mi mano la cual estaba totalmente quemada. –Soy Kakashi Usui, es un gusto conocerla, señorita de lindos ojos- ¿Coqueteando? Pues sí, la verdad es que lo hacía esperando que ella no lo tomara a mal.
La siguiente pregunta de la chica le haría preocuparse un poco por lo que estaba por ocurrir. Estaba seguro de que no la conocía, pero ella parecía conocerlo a él, tenía que quitarse cualquier cosa que dijera que la conocía. –No, te debes estar confundiendo – De una forma muy amable y educada esperaba que no pasara nada o que se desatara un problema que no podría controlar. No estaba en un buen momento para empezar a correr por medio pueblo como un loco esperando que nadie me descubriera. – ¿Qué habrá pasado con el niño? Creí que ya estaría aquí. – Mi voz por un momento sonaría preocupada por ese niño. No sabía porque, pero estaba muy preocupado.
Kakashi Usui
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