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Creado por Karl O. Ritter Miér Jun 01, 2016 10:16 am
Karl, perdón él se hace llamar Oda desde ese fatídico accidente. El masculino estaba esperando tampoco es que se pusiera tan de malas por la demora, quizás le molestaba pero igual era su culpa por andar siempre con muchas horas de holgura. Si bien sus figuras de origami le ayudaban a pasar el tiempo eso no era suficiente como para poder hacer que los demás avanzaran mucho más rápido. De apoco se sintió bastante agradado por la ventana, el sol y todo lo que le rodeada en la habitación. Era como estar completamente relajado aprovechando aquella paz que solo se conseguía en ocasiones muy especiales pero que para él ahora era mucho más recurrente de lo que tenía previsto.
Al poco tiempo, quien sabe si un par de minutos o más sintió unos pasos acercarse a la puerta. Era el momento de la reunión y así le hicieron notar el abrir de la puerta. Las orbes rojas como la ira del cazador inmediatamente se dirigieron a la apertura de esa sección de madera. Cuando notó quienes habían llegado, simplemente sonrió de medio lado. Dos jovencitas entraron primero, claramente eran mucho menores que él, por apariencia pero eso puede engañar a muchos. Quien inicio el habla, la dama de cabellos azulados le trató como señor. Lo primero que hizo fue bufar quejándose para mirar a otro lado de tal manera respondería a ese primer comentario.
— Prefiero que me digan Oda.— Finalizó con suma calma, en un tono bastante discreto sin ser descortés ni nada por el estilo. Podía ser bastante pesado cuando quería pero era mejor que mantuviese una postura neutra, así era él. Un hombre hecho y derecho que podía alejar sus emociones en momentos como estos, no en peleas. Tras aquello la misma chica siguió su hablar, excusándose por la demora del grupo. Cerró sus orbes y se cruzó se brazos con la espalda pegada a una pared. — Llevo un par de horas. Hice figuras de origami. Al menos pude descansar, no te preocupes por la tardanza. El tiempo de todos es valioso.— Terminó y escuchó a la joven de dorados cabellos presentarse, este abrió sus orbes lentamente. — Soy Oda, un cazador.— Miró a la mujer de cabellos azulados como el mar para así dirigir unas palabras. — Tú debes ser Nissa, quién me contactó.— Caminó hasta uno de los asientos que estaban ahí, a uno que era el único lugar para sentarse ya que los demás era para tres personas. Se sentó se puso lo suficientemente cómodo.
— Por favor tomen asiento.— Comentó agradablemente el samurai. De apoco comenzó a sacar otro papel de su bolsillo pero esta vez de color rojo, lo llevó a sus manos y lentamente lo dobló de manera suave, estaba formando una figura de origami. De reojo observaba a los presentes, sonreía a ratos. — Ustedes me dirán para que soy necesario.— Luego hizo un gesto de sorprendido, había olvidado algo importante. — Qué descortés.. ¿no gustan algo para beber?— Decía como si se tratase de su casa, pero la verdad es que no era así. Solo por ser el primero en llegar se sentía con el derecho de darse ese lujo de ofrecer cosas para tomar o incluso comer. La reunión estaba iniciando, con éxito total.
Al poco tiempo, quien sabe si un par de minutos o más sintió unos pasos acercarse a la puerta. Era el momento de la reunión y así le hicieron notar el abrir de la puerta. Las orbes rojas como la ira del cazador inmediatamente se dirigieron a la apertura de esa sección de madera. Cuando notó quienes habían llegado, simplemente sonrió de medio lado. Dos jovencitas entraron primero, claramente eran mucho menores que él, por apariencia pero eso puede engañar a muchos. Quien inicio el habla, la dama de cabellos azulados le trató como señor. Lo primero que hizo fue bufar quejándose para mirar a otro lado de tal manera respondería a ese primer comentario.
— Prefiero que me digan Oda.— Finalizó con suma calma, en un tono bastante discreto sin ser descortés ni nada por el estilo. Podía ser bastante pesado cuando quería pero era mejor que mantuviese una postura neutra, así era él. Un hombre hecho y derecho que podía alejar sus emociones en momentos como estos, no en peleas. Tras aquello la misma chica siguió su hablar, excusándose por la demora del grupo. Cerró sus orbes y se cruzó se brazos con la espalda pegada a una pared. — Llevo un par de horas. Hice figuras de origami. Al menos pude descansar, no te preocupes por la tardanza. El tiempo de todos es valioso.— Terminó y escuchó a la joven de dorados cabellos presentarse, este abrió sus orbes lentamente. — Soy Oda, un cazador.— Miró a la mujer de cabellos azulados como el mar para así dirigir unas palabras. — Tú debes ser Nissa, quién me contactó.— Caminó hasta uno de los asientos que estaban ahí, a uno que era el único lugar para sentarse ya que los demás era para tres personas. Se sentó se puso lo suficientemente cómodo.
— Por favor tomen asiento.— Comentó agradablemente el samurai. De apoco comenzó a sacar otro papel de su bolsillo pero esta vez de color rojo, lo llevó a sus manos y lentamente lo dobló de manera suave, estaba formando una figura de origami. De reojo observaba a los presentes, sonreía a ratos. — Ustedes me dirán para que soy necesario.— Luego hizo un gesto de sorprendido, había olvidado algo importante. — Qué descortés.. ¿no gustan algo para beber?— Decía como si se tratase de su casa, pero la verdad es que no era así. Solo por ser el primero en llegar se sentía con el derecho de darse ese lujo de ofrecer cosas para tomar o incluso comer. La reunión estaba iniciando, con éxito total.
Karl O. Ritter
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
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Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Chiyumi Midway Miér Jun 01, 2016 11:10 am
Lille vio como Nissa se disponía a guiarlo y ante su sorpresa, la chica rubia los acompañaría a la reunión, mientras caminaba por la ciudad este observaba el lugar, era la primera vez que estaba allí y todo le llamaba la atención, las casas y sus habitantes, el como se comportaban y el como actuaban, no tardo mucho hasta que el grupo llegó a la entrada del hotel en el cual iba a tratarse la reunion y siguiendo a Nissa llegaron a la habitación en pocos minutos, este entro después de la peli azul y dejando que Kitsune cerrara la puerta.
Una vez en la habitación, observo al cazarrecompensas del que escucho hablar por Nissa, lo miro con detalle de arriba a abajo por unos segundos y luego miro la mesa, llena de origamis, le parecieron interesantes porque nunca había visto origamis, sabia de que se trataban y de que hacia falta una habilidad para hacer las más difíciles figuras, escuchó como Nissa hablaba y este se sentó una vez los demás se hubieran sentados los demás, no fue hasta que estuvieran todos tranquilos que se presento.
- Mi nombre es Lille barro, agente del CP y si me gustaría algo de beber, gracias - dijo en un tono educado y acorde con la situación en la que se encontraba, no podía ir y empezar a interrogarlo o no presentarse, podría resultar un mal paso para el de venir de la reunión. También pidió de beber aunque no fuera de beber a menudo, no tenia tiempo de disfrutar de la bebida en sus misiones y eran pocas las ocasiones en las que tenia tiempo libre el agente y lo prefería aprovechar en hacer mejoras para su arma, buscar información adicional de los lugares donde estaba o fumar un cigarrillo aunque el fumar también lo hacia en las misiones cuando había que esperar a que un objetivo pasase por su mira o para esperar a alguien y eso fue lo que hizo, levanto la mano cordialmente y preguntó al cazarecompensas, sacando un paquete de cigarrillos, si quería tomar uno. Era importante en una charla con un desconocido el mostrarse lo mas amigable posible pues así se lo habían enseñado y adiestrado.
Una vez en la habitación, observo al cazarrecompensas del que escucho hablar por Nissa, lo miro con detalle de arriba a abajo por unos segundos y luego miro la mesa, llena de origamis, le parecieron interesantes porque nunca había visto origamis, sabia de que se trataban y de que hacia falta una habilidad para hacer las más difíciles figuras, escuchó como Nissa hablaba y este se sentó una vez los demás se hubieran sentados los demás, no fue hasta que estuvieran todos tranquilos que se presento.
- Mi nombre es Lille barro, agente del CP y si me gustaría algo de beber, gracias - dijo en un tono educado y acorde con la situación en la que se encontraba, no podía ir y empezar a interrogarlo o no presentarse, podría resultar un mal paso para el de venir de la reunión. También pidió de beber aunque no fuera de beber a menudo, no tenia tiempo de disfrutar de la bebida en sus misiones y eran pocas las ocasiones en las que tenia tiempo libre el agente y lo prefería aprovechar en hacer mejoras para su arma, buscar información adicional de los lugares donde estaba o fumar un cigarrillo aunque el fumar también lo hacia en las misiones cuando había que esperar a que un objetivo pasase por su mira o para esperar a alguien y eso fue lo que hizo, levanto la mano cordialmente y preguntó al cazarecompensas, sacando un paquete de cigarrillos, si quería tomar uno. Era importante en una charla con un desconocido el mostrarse lo mas amigable posible pues así se lo habían enseñado y adiestrado.
Chiyumi Midway
Hoja de personaje
Nivel:
(3/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Nissa Jue Jun 02, 2016 1:25 pm
Nissa se quedó callada ante el cazarrecompensa, escuchó atentamente a todo lo que decía y demostraba que atendía de manera muy cortés a todas sus palabras. Ella le asentía, con el fin de que sintiera que la conversación se estaba llevando de manera adecuada.
La marine estaba en medio de la habitación y permitió la debida entrada de Lille y de Kitsune, éstos dos últimos procedieron a presentarse y a intercambiar unas cuantas palabras con el sujeto que era aún un total desconocido, pero si todo iba bien, se volvería un potencial aliado y pilar para futuros planes y estrategias que a la larga beneficiarían a la Marina. Nissa caminó hacia su lado derecho para tomar una silla con ambas manos, para voltearla y sentarse en ella, de una manera bastante agradable y con modales. Se retiró su gorra de la Marina y la mantuvo en sus piernas, siendo sostenida por las manos de ésta. ~ Oh.. Oda, de acuerdo. Le empezaré a decir de esa manera ~ Nissa sonrió complacida por la aclaración impuesta por el individuo y luego pidió a Kitsune que tomara asiento. El joven Oda comenzó a decir unas cuantas cosas que llamaban la atención a la dulce Ningyo, quien se veía bastante sorprendida, ya que no esperaba que aquel sujeto recordara su propio nombre. ~ Veo que recuerdas mi nombre ~ Le sonrió, cerrando sus ojos y asintiendo unas 3 veces demostrando que se alegraba mucho por el simple hecho de recordar tan valiosa información.
Nissa abre sus ojos y baja su mirada en aquel papel rojo que el hombre parece estar manipulando, le llama mucho la atención, pero de un momento a otro, la reunión da inicio en el momento en que Oda tira aquella interrogante. La Ningyo se queda un poco pensativa, llevando una de sus manos a su barbilla para pensar po un momento en cómo iniciar, más sin embargo, Oda decide ofrecer unas bebidas. ~ Muy atento de tu parte. A mi me gustaría una limonada bien fría ~ Mostró su sonrisa, y aplaudió un poco mostrando felicidad y un poco de inocencia, cosa que se le daba muy fácil a la chica de pelo azulado.
La marine estaba en medio de la habitación y permitió la debida entrada de Lille y de Kitsune, éstos dos últimos procedieron a presentarse y a intercambiar unas cuantas palabras con el sujeto que era aún un total desconocido, pero si todo iba bien, se volvería un potencial aliado y pilar para futuros planes y estrategias que a la larga beneficiarían a la Marina. Nissa caminó hacia su lado derecho para tomar una silla con ambas manos, para voltearla y sentarse en ella, de una manera bastante agradable y con modales. Se retiró su gorra de la Marina y la mantuvo en sus piernas, siendo sostenida por las manos de ésta. ~ Oh.. Oda, de acuerdo. Le empezaré a decir de esa manera ~ Nissa sonrió complacida por la aclaración impuesta por el individuo y luego pidió a Kitsune que tomara asiento. El joven Oda comenzó a decir unas cuantas cosas que llamaban la atención a la dulce Ningyo, quien se veía bastante sorprendida, ya que no esperaba que aquel sujeto recordara su propio nombre. ~ Veo que recuerdas mi nombre ~ Le sonrió, cerrando sus ojos y asintiendo unas 3 veces demostrando que se alegraba mucho por el simple hecho de recordar tan valiosa información.
Nissa abre sus ojos y baja su mirada en aquel papel rojo que el hombre parece estar manipulando, le llama mucho la atención, pero de un momento a otro, la reunión da inicio en el momento en que Oda tira aquella interrogante. La Ningyo se queda un poco pensativa, llevando una de sus manos a su barbilla para pensar po un momento en cómo iniciar, más sin embargo, Oda decide ofrecer unas bebidas. ~ Muy atento de tu parte. A mi me gustaría una limonada bien fría ~ Mostró su sonrisa, y aplaudió un poco mostrando felicidad y un poco de inocencia, cosa que se le daba muy fácil a la chica de pelo azulado.
Nissa
Hoja de personaje
Nivel:
(15/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 |
Creado por Kitsune Jue Jun 09, 2016 2:46 pm
Una vez todos estuvieron dentro y con la puerta cerrada, la rubia se limitó a escuchar los comentarios que intercambiaban tanto Nissa como el desconocido que se había presentado como Oda, Kitsune enarcó una ceja intentando recordar cómo era que Nissa le había llamado en un inicio ¿Es que se iban a andar con apodos? De ser ese el caso, ella hubiera dicho un nombre completamente distinto al suyo, pero obviamente eso ya era demasiado tarde y aunque ella no supiera las verdaderas intenciones de la reunión de las cuales ella no era una pieza importante, se limitó a rezar porque no estuviera implicándose en algo ilegal. Avanzó con cautela dentro de la habitación ajena, mirando todo a su alrededor si notar nada fuera de lo normal de una habitación de hotel, obviamente el cazador no era amante de adueñarse de las habitaciones como propias o quizá había llegado hacía tan poco tiempo que a falta del mismo, había optado por simplemente hacer figuras de origami para matar el aburrimiento en lo que Nissa y el agente CP llegaban, porque sí, Kitsune no estaba contemplada en lo absoluto.
La joven Kuja, atenta a los movimientos de su compañera de tripulación asintió ligeramente con la cabeza cuando la peliazul le pidió que tomara asiento, la rubia, miró alrededor en busca de algún lugar dónde sentarse y su última opción fue un sofá amplio hacia el cual caminó lentamente sin dejar de prestar atención a todo lo que decían, se retiró ambas katanas del cinturón y las colocó a un lado del sofá respirando hondo y retirándose al igual que su compañera la gorra, dejando que su cabello rubio cayera sobre su frente como comúnmente lo hacía cuando no usaba la gorra del uniforme y miró a los presentes en busca de respuestas para la incógnita que venía carcomiéndole la mente de a poco desde que se cruzó con Nissa en el muelle — A mi un vaso con agua y un poco de hielo me viene bien — contestó después de la marine y el agente CP ya que el alcohol no era del gusto de la rubia y mucho menos en horas de trabajo. Le dedicó una sonrisa leve al cazador ya que sabía a la perfección que no era momento de socializar con nadie y mucho menos con alguien que no conocía ni un poco.
La joven Kuja, atenta a los movimientos de su compañera de tripulación asintió ligeramente con la cabeza cuando la peliazul le pidió que tomara asiento, la rubia, miró alrededor en busca de algún lugar dónde sentarse y su última opción fue un sofá amplio hacia el cual caminó lentamente sin dejar de prestar atención a todo lo que decían, se retiró ambas katanas del cinturón y las colocó a un lado del sofá respirando hondo y retirándose al igual que su compañera la gorra, dejando que su cabello rubio cayera sobre su frente como comúnmente lo hacía cuando no usaba la gorra del uniforme y miró a los presentes en busca de respuestas para la incógnita que venía carcomiéndole la mente de a poco desde que se cruzó con Nissa en el muelle — A mi un vaso con agua y un poco de hielo me viene bien — contestó después de la marine y el agente CP ya que el alcohol no era del gusto de la rubia y mucho menos en horas de trabajo. Le dedicó una sonrisa leve al cazador ya que sabía a la perfección que no era momento de socializar con nadie y mucho menos con alguien que no conocía ni un poco.
- off:
- Perdón por la demora, no hay escusa, pueden matarme
Kitsune
Hoja de personaje
Nivel:
(9/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Karl O. Ritter Sáb Jun 11, 2016 10:20 am
El cazador escuchó primero a quien era agente del CP, quería algo pero no mencionó que por lo tanto le tocaría a Oda hacer gala de su suposición para con que llevarle. La verdad estaba llevando las riendas el cazador para hacer todo más ameno y que nadie estuviera aquí meramente en una conversación aburrida donde la garganta se te seca solo por hablar. La mujer de cabellos azul pidió algo más especifico pero quien fue más especifico fue la joven de cabellos dorados y orbes verdosas, al parecer todos tenían gustos diferentes, lo normal en un grupo tan diversos. Oda se levantó pero dejó su trio de katanas al costado de su asiento, con una sonrisa pasó por enfrente de todos.
— Ya viene la limonada bien helada, el agua con hielo y el “algo” para beber.— Con sus pasos avanzó hasta la cocina donde tenía una apertura, una especie de bar que separaba esa sección con la que estaban ellos. Menos mal que allí habían unos limones y hielo previamente preparado. El cazador de cabellera curiosa comenzó a exprimir limones en lo que de reojo observó a todos, parecían demasiado callados casi pensaba que podría ser una emboscada por semejante actuar. — Demasiado tímidos. ¿Cual es la razón de esta reunión? ¿Buscan venganza por alguien que les robó a su pareja? ¿Quizás matar a la amante?— Rompió el silencio pero siempre con un tono de voz bastante particular, nada ofensivo sino que siendo algo agradable, él era frío y pesado pero el ambiente así para en una reunión le apestaba por eso andaba siendo más agradable, pero eso no ocurría siempre.
Tras unos minutos después el hombre llevó una jarra con limonada enorme, endulzada a su gusto, estaba en un equilibrio para que no perdiera la acidez de los limones pero tampoco se notase que no le puso azúcar. Puso el vaso con agua además de un trío de hielos con una servilleta en la base cerca de la joven. Al agente CP le sirvió un vaso pequeño con un poco de Sake dentro, la bebida típica de la zona donde provenía Oda. Finalmente puso el último vaso en la mujer de cabellos azulados. Para que se sirviese todo lo que gustase. Para terminar él se sentó y con entrecejo normal miró a todos de a uno.
— Ya que tienen sus bebidas, podemos ponernos serios.— Sacó un papel de su bolsillo el cual comenzó a moldear de apoco para formar otro origami en lo que la conversación comenzaba de apoco a avanzar. — ¿En qué soy bueno? Para que personas del gobierno me contacten, supongo que será para algo que nos beneficiará a todos. Te dijo, Nissa.. No busco dinero, sólo quiero venganza, sí no puedes garantizarme eso me iré.— Respondió con honestidad. Apoyó el codo en los costados de la silla. Sus manos y dedos se movían por si mismos haciendo una figura, ahora era diferente, parecía ser una especie de mariposa.
— Ya viene la limonada bien helada, el agua con hielo y el “algo” para beber.— Con sus pasos avanzó hasta la cocina donde tenía una apertura, una especie de bar que separaba esa sección con la que estaban ellos. Menos mal que allí habían unos limones y hielo previamente preparado. El cazador de cabellera curiosa comenzó a exprimir limones en lo que de reojo observó a todos, parecían demasiado callados casi pensaba que podría ser una emboscada por semejante actuar. — Demasiado tímidos. ¿Cual es la razón de esta reunión? ¿Buscan venganza por alguien que les robó a su pareja? ¿Quizás matar a la amante?— Rompió el silencio pero siempre con un tono de voz bastante particular, nada ofensivo sino que siendo algo agradable, él era frío y pesado pero el ambiente así para en una reunión le apestaba por eso andaba siendo más agradable, pero eso no ocurría siempre.
Tras unos minutos después el hombre llevó una jarra con limonada enorme, endulzada a su gusto, estaba en un equilibrio para que no perdiera la acidez de los limones pero tampoco se notase que no le puso azúcar. Puso el vaso con agua además de un trío de hielos con una servilleta en la base cerca de la joven. Al agente CP le sirvió un vaso pequeño con un poco de Sake dentro, la bebida típica de la zona donde provenía Oda. Finalmente puso el último vaso en la mujer de cabellos azulados. Para que se sirviese todo lo que gustase. Para terminar él se sentó y con entrecejo normal miró a todos de a uno.
— Ya que tienen sus bebidas, podemos ponernos serios.— Sacó un papel de su bolsillo el cual comenzó a moldear de apoco para formar otro origami en lo que la conversación comenzaba de apoco a avanzar. — ¿En qué soy bueno? Para que personas del gobierno me contacten, supongo que será para algo que nos beneficiará a todos. Te dijo, Nissa.. No busco dinero, sólo quiero venganza, sí no puedes garantizarme eso me iré.— Respondió con honestidad. Apoyó el codo en los costados de la silla. Sus manos y dedos se movían por si mismos haciendo una figura, ahora era diferente, parecía ser una especie de mariposa.
Karl O. Ritter
Hoja de personaje
Nivel:
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Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Chiyumi Midway Sáb Jun 11, 2016 7:25 pm
El agente tomo uno de los origamis y lo miro con curiosidad unos segundos antes de volverlo a poner en la mesa, le pareció que hacia falta bastante técnica para hacer uno de esos y entonces escucho al cazarrecompensas hablar, tímidos no era la palabra exacta para describir la situación, mas bien todos estaban siendo cuidadosos y cautos, ninguno de los allí presentes quería que la reunión fuera por mal camino, mas que nada porque esto seria algo que beneficiaria a ambas partes, escuchaba las preguntas del chico con una intención clara de relajar la tensión del ambiente, no era culpa de Lille el ser tan callado, siempre había sido así y solo hablaba en contadas ocasiones con personas cercanas o en alguna misión, como este era el caso aunque debía mantener las formas de momento.
Cuando el chico llego de la cocina, este le puso una vaso de lo que si la memoria no le fallaba, era sake, había escuchado hablar antes de esa bebida pero nunca antes la había probado, tomo el vaso con una mano y dando un sorbo, escucho lo que el chico tenia que decir, entonces hablo con palabras sinceras - Nissa me dio a entender la situación en la que te encuentras y si, que estemos aquí parece ser en beneficio de todos, Marina, Cipher Pol y también para vosotros los cazarrecompensas - lo dijo sin apartar la mirada de este y dejando el vaso en la mesa con cuidado, entonces miro a su amiga de cabello azulado - Creo es su turno de hablar ¿no? - pregunto en gesto de broma, para apaciguar el ambiente.
Cuando el chico llego de la cocina, este le puso una vaso de lo que si la memoria no le fallaba, era sake, había escuchado hablar antes de esa bebida pero nunca antes la había probado, tomo el vaso con una mano y dando un sorbo, escucho lo que el chico tenia que decir, entonces hablo con palabras sinceras - Nissa me dio a entender la situación en la que te encuentras y si, que estemos aquí parece ser en beneficio de todos, Marina, Cipher Pol y también para vosotros los cazarrecompensas - lo dijo sin apartar la mirada de este y dejando el vaso en la mesa con cuidado, entonces miro a su amiga de cabello azulado - Creo es su turno de hablar ¿no? - pregunto en gesto de broma, para apaciguar el ambiente.
Chiyumi Midway
Hoja de personaje
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Creado por Nissa Lun Jun 13, 2016 2:55 pm
Nissa posó su mirada por una de las ventanas de la habitación, pensaba en varias cosas relacionadas a lo que tenía que empezar a decir en cuanto el Caza recompensa culminara sus labores en la cocina. Al parecer estaba preparando las bebidas de cada quién, algo que de verdad era bastante considerado de su parte. Oda habló, se atrevía llamar a los que estaban en la habitación "timidos", pero no era así, ya que la única persona que debía hablar esperaba tener frente a frente al sujeto para empezar con la plática ~ Para nada Oda-san. Me gustaría tenerte al frente de mí para empezar ~
El cazador volvió de la cocina con unos vasos y una jarra. Sirvió a Lille, a Kitsune y dejó la limonada muy cerca de la Ningyo, quien se inclinó hacia adelante para tomar el envase de vidrio y vertir un poco de tal bebida en uno de los vasos. Agarró la servilleta para posarla al rededor del vaso de tal forma que sus manos no se humedecieran por el frío y parte de agua que estaba en todo el recipiente. ~ Te lo agradezco Oda ~ Ella bebió un poco y miró directamente al cazador. Se percató luego de que su buena amiga Kitsune ya estaba sentada y Lille prosiguió con unas palabras. Nissa asintió cuando su moreno colega le pidió que continuara, después de que Oda arrojase essa palabras relacionada a la venganza y de que no buscaba ningún tipo de adquisición monetaria. ~ Así es Oda. Necesitamos de sus ojos y de sus contactos ajenos a la ley, ya que estoy muy segura que muchos de los cazadores obtienen una jugosa información en el bajo mundo ~ Bebió de su limonada y prosiguió ~ La verdad es que nosotros, como Marines que somos, no podemos entrar por ese camino, pero usted sí y las razones son simples... ~ Ella extendió su mano y levantó su dedo índice, marcando un primer punto ~ ...primero, no podemos hacer tratos con criminales o bandidos para obtener una información de una persona más importante. Segundo... debemos mantener nuestra presentación y linda fachada como buenos soldados cumplidores de la ley... ~ Ya había alzado su dedo medio, marcando el punto 2, y prosiguió con el tercer dedo ~ ... Tercero, la Marina siempre busca informar a todo el mundo, cada isla, cada Reino que las razones por las que hacemos algo son totalmente justificadas y legales, sería bastante raro el que nos viesen contactando con algún Supernova para que nos brinde información para capturar a un Yonkou... ~ Ella bajó su mano con la que marcaba esos 3 puntos y rió de una manera bastante amable ~ ... claro, que a veces es bueno hacer lo que se deba para atrapar al pez más gordo ~ Ella se detuvo por unos segundos y volvió a beber de su limonada. Miró al techo un poco pensativa y volvió a ver a Oda ~ A lo que llegamos a la conclusión final... ¿cómo podemos nosotros entonces obtener información "legalmente" sobre el paradero de un Comandante de la Armada Revolucionaria, o de algún piratilla importante? ~ Ella soltó una risilla y posó el vaso en la mesa que tenía en su lateral, para luego señalar al cazador ~ ... dependemos de alguna manera de ustedes. ¿Entiendes por dónde me dirijo verdad? ~ La Ningyo ahora le tocaba hablar sobre lo que buscaba realmente Oda, su recompensa por decirlo así ~ Estoy consciente también de que no busca dinero y estoy dispuesta a prestarte los ojos de la Marina y los miles y miles de reportes y archivos que tengan relación con su... venganza... ¿no?. Usted solo debe brindarme la fecha, apariencia del sujeto, el lugar donde sucedió y pues, ya sabe... cualquier tipo de información que me sea útil... y yo me encargaré de dar con su víctima ~ Ella en ese momento, y por primera vez, mostró una mirada bastante seria y quizás intimidante, su apariencia general realmente no hacía juego con lo que mostraba con esos ojos. Segundos después de eso cerró su mirada y le sonrió al cazador ~ ... debo admitir que la limonada está riquísima. ¿Qué hay de ti Kitsune-san, está bien fría tu agua? ~ Volteó a ver a Lille preocupada ~ No bebas tanto, jeje ~ La Ningyo había dejado en claro sus intenciones ante el cazador, ahora le tocaba a él evaluar toda la información que la Soldado le había transmitido.
El cazador volvió de la cocina con unos vasos y una jarra. Sirvió a Lille, a Kitsune y dejó la limonada muy cerca de la Ningyo, quien se inclinó hacia adelante para tomar el envase de vidrio y vertir un poco de tal bebida en uno de los vasos. Agarró la servilleta para posarla al rededor del vaso de tal forma que sus manos no se humedecieran por el frío y parte de agua que estaba en todo el recipiente. ~ Te lo agradezco Oda ~ Ella bebió un poco y miró directamente al cazador. Se percató luego de que su buena amiga Kitsune ya estaba sentada y Lille prosiguió con unas palabras. Nissa asintió cuando su moreno colega le pidió que continuara, después de que Oda arrojase essa palabras relacionada a la venganza y de que no buscaba ningún tipo de adquisición monetaria. ~ Así es Oda. Necesitamos de sus ojos y de sus contactos ajenos a la ley, ya que estoy muy segura que muchos de los cazadores obtienen una jugosa información en el bajo mundo ~ Bebió de su limonada y prosiguió ~ La verdad es que nosotros, como Marines que somos, no podemos entrar por ese camino, pero usted sí y las razones son simples... ~ Ella extendió su mano y levantó su dedo índice, marcando un primer punto ~ ...primero, no podemos hacer tratos con criminales o bandidos para obtener una información de una persona más importante. Segundo... debemos mantener nuestra presentación y linda fachada como buenos soldados cumplidores de la ley... ~ Ya había alzado su dedo medio, marcando el punto 2, y prosiguió con el tercer dedo ~ ... Tercero, la Marina siempre busca informar a todo el mundo, cada isla, cada Reino que las razones por las que hacemos algo son totalmente justificadas y legales, sería bastante raro el que nos viesen contactando con algún Supernova para que nos brinde información para capturar a un Yonkou... ~ Ella bajó su mano con la que marcaba esos 3 puntos y rió de una manera bastante amable ~ ... claro, que a veces es bueno hacer lo que se deba para atrapar al pez más gordo ~ Ella se detuvo por unos segundos y volvió a beber de su limonada. Miró al techo un poco pensativa y volvió a ver a Oda ~ A lo que llegamos a la conclusión final... ¿cómo podemos nosotros entonces obtener información "legalmente" sobre el paradero de un Comandante de la Armada Revolucionaria, o de algún piratilla importante? ~ Ella soltó una risilla y posó el vaso en la mesa que tenía en su lateral, para luego señalar al cazador ~ ... dependemos de alguna manera de ustedes. ¿Entiendes por dónde me dirijo verdad? ~ La Ningyo ahora le tocaba hablar sobre lo que buscaba realmente Oda, su recompensa por decirlo así ~ Estoy consciente también de que no busca dinero y estoy dispuesta a prestarte los ojos de la Marina y los miles y miles de reportes y archivos que tengan relación con su... venganza... ¿no?. Usted solo debe brindarme la fecha, apariencia del sujeto, el lugar donde sucedió y pues, ya sabe... cualquier tipo de información que me sea útil... y yo me encargaré de dar con su víctima ~ Ella en ese momento, y por primera vez, mostró una mirada bastante seria y quizás intimidante, su apariencia general realmente no hacía juego con lo que mostraba con esos ojos. Segundos después de eso cerró su mirada y le sonrió al cazador ~ ... debo admitir que la limonada está riquísima. ¿Qué hay de ti Kitsune-san, está bien fría tu agua? ~ Volteó a ver a Lille preocupada ~ No bebas tanto, jeje ~ La Ningyo había dejado en claro sus intenciones ante el cazador, ahora le tocaba a él evaluar toda la información que la Soldado le había transmitido.
Nissa
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Creado por Karl O. Ritter Lun Jun 20, 2016 1:39 pm
Para Oda no existía nada más en la vida que cobrar venganza por lo ocurrido hace un tiempo atrás, vendería su alma al diablo si fuera necesario para que la de su mujer descansara en paz también con esa sed de muerte que el espadachín traía consigo. Si bien tenía entendido como actuaban los marines y todo personal que se dirigía directamente con el gobierno, para él como cazador todo era diferente e incluso los marines no observaban con buenos ojos a personas como él, quizás hasta lo usarían como una fachada mala para no tomarle en cuenta o inculparle en cosas que nada que ver, pero si con el tratado se acercaba un poco más al maleante que la mató, él le importaba poco ser considerado una lacra por la marina o un héroe por los mismos.
De apoco la sirena inició el hablar a lo que Oda con su origami haciéndose en su mano prestó atención. Tenía entendido que los marines eran sujetos de fiar, algunos medios tránsfugos por llamarlo así, pero jamás tenían malas intenciones o sino eran juzgados por sus similares pero como decía ella y aclaraba el cazador en su mente, mientras no tengas el rango alto no puedes hacer mucho, hasta pareces un inútil. El grupo aspiraba a la cima, los obstáculos eran ellos mismos y nadie más. Tal vez la alianza más extraña estaba por suceder, nadie podía negar que esta conversación era bastante interesante, tanto como los puntos tratados por la joven. El hombre que buscaba venganza se quedó en silencio hasta que la mujer de pelo azulado terminase, miró de reojo a la dama de cabellera rubia, le recordó un poco a la de su mujer solo que la de ella era más dorada y menos clara, tras esto procedió a aclarar su voz.
— La fecha la sé. Es el día más doloroso de mi vida, imposible no recordar esa fecha.— Golpeó la mesa con su puño cerrado, dejando así una magulladura en la mesa y sus nudillos con hilos de sangre pero él no sentía nada. — Entiendo que no somos nadie en nuestro mundo, ustedes meros soldados y yo un cazador sin renombre.— Aclaró con su voz para así mirar de reojo a los participantes. — Si quieres información la tendrás y yo tendré la mía. Pero no solo eso, cuando llegue el día te prestaré mi fuerza y tu la tuya, así cumpliré mi venganza así como tu tus objetivos. Me da lo mismo que camino tomar para lograr mi objetivo, sacrificar un par de vidas me es indiferente a esta altura de mi vida.— Miró de reojo a las dos mujeres, bien femeninas por cierto. — No se imaginan lo triste que es saber que ya no podrás tener hijos con quien amas.— Finalizó el hombre terminando el origami, ahora la figura era un gato, pequeño de contextura bastante esbelta.
— Les daré información, les entregaré todo lo que sepa a medida que vaya avanzando. Todo sobre supernovas, revolucionarios e incluso piratas. No dudaré en traicionar a cazadores que obren mal y sus cabezas tengan precio. Si me prometes lo mismo.— Terminó y se volvió a acomodar en su asiento con calma. Era alguien temperamental y como no, últimamente no había nada que le sentase bien. — Deposito mi confianza en ti y espero no me defraudes, soy mejor aliado que enemigo.— Miró a los ojos a la mujer, sin intimidar no era su intención. — Tenemos un trato, entonces.—
De apoco la sirena inició el hablar a lo que Oda con su origami haciéndose en su mano prestó atención. Tenía entendido que los marines eran sujetos de fiar, algunos medios tránsfugos por llamarlo así, pero jamás tenían malas intenciones o sino eran juzgados por sus similares pero como decía ella y aclaraba el cazador en su mente, mientras no tengas el rango alto no puedes hacer mucho, hasta pareces un inútil. El grupo aspiraba a la cima, los obstáculos eran ellos mismos y nadie más. Tal vez la alianza más extraña estaba por suceder, nadie podía negar que esta conversación era bastante interesante, tanto como los puntos tratados por la joven. El hombre que buscaba venganza se quedó en silencio hasta que la mujer de pelo azulado terminase, miró de reojo a la dama de cabellera rubia, le recordó un poco a la de su mujer solo que la de ella era más dorada y menos clara, tras esto procedió a aclarar su voz.
— La fecha la sé. Es el día más doloroso de mi vida, imposible no recordar esa fecha.— Golpeó la mesa con su puño cerrado, dejando así una magulladura en la mesa y sus nudillos con hilos de sangre pero él no sentía nada. — Entiendo que no somos nadie en nuestro mundo, ustedes meros soldados y yo un cazador sin renombre.— Aclaró con su voz para así mirar de reojo a los participantes. — Si quieres información la tendrás y yo tendré la mía. Pero no solo eso, cuando llegue el día te prestaré mi fuerza y tu la tuya, así cumpliré mi venganza así como tu tus objetivos. Me da lo mismo que camino tomar para lograr mi objetivo, sacrificar un par de vidas me es indiferente a esta altura de mi vida.— Miró de reojo a las dos mujeres, bien femeninas por cierto. — No se imaginan lo triste que es saber que ya no podrás tener hijos con quien amas.— Finalizó el hombre terminando el origami, ahora la figura era un gato, pequeño de contextura bastante esbelta.
— Les daré información, les entregaré todo lo que sepa a medida que vaya avanzando. Todo sobre supernovas, revolucionarios e incluso piratas. No dudaré en traicionar a cazadores que obren mal y sus cabezas tengan precio. Si me prometes lo mismo.— Terminó y se volvió a acomodar en su asiento con calma. Era alguien temperamental y como no, últimamente no había nada que le sentase bien. — Deposito mi confianza en ti y espero no me defraudes, soy mejor aliado que enemigo.— Miró a los ojos a la mujer, sin intimidar no era su intención. — Tenemos un trato, entonces.—
Karl O. Ritter
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Nissa Mar Jun 21, 2016 8:28 pm
La muchacha colocó el vaso ya vacío en la mesita que tenía justo al lado del asiento donde ella estaba sentada. Le cedió la palabra al cazador y éste comenzó a dar su opinión al respecto. Se mantenía en una posición muy cordial y bastante cortés, solo miraba y escuchaba a Oda, respetando su derecho a la palabra.
Parecía un hombre bastante afligido por su pasado, ella no lo sabía aún pero sentía mucha curiosidad por ello. Golpeó la mesa fuertemente, dejando unas gotas de sangre, causando en Nissa un poco de interés por esos sentimientos de venganza que cargaba consigo. Es algo admirable, como alguien de su estilo y edad llevaba uno de los sentimientos más agobiantes, el que te carcome y te consume cada día que avanzara. La Ningyo mordió su labio inferior, bastante preocupada por los propios objetivos de Oda, se sentía ahora responsable de él, de una manera indirecta, pero tenía que dar todo de sí para brindarle toda la ayuda que necesitara desde ese presente día hasta los venideros.
La chica de cabellos cortos se sirvió un poco más de limonada y bebió del vaso para pensar todo lo que Oda había dicho. Sostuvo el vaso con sus manos y emitió un sonido refrescante con su boca, como si se hubiera hidratado tras un buen rato. Miró a Oda, y con sus ojos demostró mucha determinación y seriedad, estaba a punto de expresar ciertas cosas que cerraría el tema central que llevaban ~ Yo, la Soldado Nissa... prometo brindarte toda la ayuda que necesites. Puedes depositar tu confianza, tu alma y tu espada en mí. Yo seré los hombros que cargarán tus pesados deseos, como también tu doloroso pasado. ~ Dejó el vaso por la mesa y comenzó a aplaudir, cerrando sus ojos y sonriendo muy amigablemente, había dejado ya esa faceta anterior para ahora tranquilizar el ambiente ~ Bien bien... por supuesto que lo tenemos jiji ~ Emitió una risa muy inocente, la hacía parecer una pequeña niña. Un pensamiento de repente llegó a su mente y miró hacia arriba, pensando en ello. Llevó sus manos a sus bolsillos del pantalón y sacó una libreta con un lapicero negro, para entregárselo al cazador. ~ Por favor, puedes anotar allí todo lo que recuerdes de lo que ocurrió en tu pasado. Desde hoy, y mientras ascienda en rango en la Marina... te brindaré un apoyo inimaginable desde mi puesto ~ Le señaló luego con su dedo índice dónde debía anotar, y le sonrió amablemente para que prosiguiera con ello.
Parecía un hombre bastante afligido por su pasado, ella no lo sabía aún pero sentía mucha curiosidad por ello. Golpeó la mesa fuertemente, dejando unas gotas de sangre, causando en Nissa un poco de interés por esos sentimientos de venganza que cargaba consigo. Es algo admirable, como alguien de su estilo y edad llevaba uno de los sentimientos más agobiantes, el que te carcome y te consume cada día que avanzara. La Ningyo mordió su labio inferior, bastante preocupada por los propios objetivos de Oda, se sentía ahora responsable de él, de una manera indirecta, pero tenía que dar todo de sí para brindarle toda la ayuda que necesitara desde ese presente día hasta los venideros.
La chica de cabellos cortos se sirvió un poco más de limonada y bebió del vaso para pensar todo lo que Oda había dicho. Sostuvo el vaso con sus manos y emitió un sonido refrescante con su boca, como si se hubiera hidratado tras un buen rato. Miró a Oda, y con sus ojos demostró mucha determinación y seriedad, estaba a punto de expresar ciertas cosas que cerraría el tema central que llevaban ~ Yo, la Soldado Nissa... prometo brindarte toda la ayuda que necesites. Puedes depositar tu confianza, tu alma y tu espada en mí. Yo seré los hombros que cargarán tus pesados deseos, como también tu doloroso pasado. ~ Dejó el vaso por la mesa y comenzó a aplaudir, cerrando sus ojos y sonriendo muy amigablemente, había dejado ya esa faceta anterior para ahora tranquilizar el ambiente ~ Bien bien... por supuesto que lo tenemos jiji ~ Emitió una risa muy inocente, la hacía parecer una pequeña niña. Un pensamiento de repente llegó a su mente y miró hacia arriba, pensando en ello. Llevó sus manos a sus bolsillos del pantalón y sacó una libreta con un lapicero negro, para entregárselo al cazador. ~ Por favor, puedes anotar allí todo lo que recuerdes de lo que ocurrió en tu pasado. Desde hoy, y mientras ascienda en rango en la Marina... te brindaré un apoyo inimaginable desde mi puesto ~ Le señaló luego con su dedo índice dónde debía anotar, y le sonrió amablemente para que prosiguiera con ello.
Nissa
Hoja de personaje
Nivel:
(15/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 |
Creado por Karl O. Ritter Sáb Jun 25, 2016 11:24 am
Oda era alguien muy distante con las personas, quizás en su vida fue lo opuesto cuando encontró el amor. Era un hombre empalagoso, demasiado preocupado con ansias de tener y formar una familia numerosa. La perdida de su mujer le afectó, al punto de que se puso a beber ni nada de eso, prefería no olvidar ese dolor ya que pasar por alto eso podría significar no llevar consigo el peso de esa mujer en su vida. Las noches eran heladas y largas, los días cortos. Las comidas eran aburridas e insípidas, tal vez parecía más un hombre en pena que un cazador poderoso. Pero el día de decidió tomar venganza transformó todo eso en fuerza y fortalezas, no aspiraba por mucho solo por venganza. ¿Era mucho pedir?
Las palabras de la marine eran reconfortantes, agradables quizás. Se sentía con la confianza suficiente para poder brindarle todo lo que pedía y más. Se verían ambos retribuidos y eso que el hombre no solía confiar mucho en nadie pero ahora que tiene en frente a la mujer lo iba a hacer sin duda alguna. Cuando ella le entregó la libreta de apoco tomó el bolígrafo, lo sujeto con su mano izquierda, podía escribir con las dos. De esa manera de apoco articulo movimientos lentos que dieron paso a letras. Escribió; “Ese día en una isla de los Blues fueron atacados todos. Fue hace meses atrás, los sobrevivientes hablaban de unos piratas fornidos. De entre los muertos su mujer, una dama rubia. Al momento que llegué estaba muerta y no pude hacer nada. El barco en el que andaban era uno robado o eso pude darme cuenta cuando los miré escapar entre risas. El capitán era un humano, eso era obvio. Su mano derecha parecía un tigre y el navegante, otro humano seguro. Eso recuerdo”.
Le entregó el papel a la joven de cabellos azulados, que por cierto aparentaba menos edad que él. Tras esto se echó para atrás en la silla, miró el cielo de ahí. Pintado blanco, con manchas de moscas aplastadas y con suciedad por el paso del tiempo. Luego se miró los nudillos que ya ardían, su sangre era carmesí. Ese dolor era tolerable en comparación con el anterior. Se lamió las heridas y puso un vendaje con una tela que traía.
— ¿Cual es tu objetivo?— Cuestionó sin mirarle a los ojos. — Quizás, quieras exterminar a los piratas sin tener que esperar a la asignación de esa misión. ¿Es por el dinero? Pensé que solo los cazadores íbamos por el botín que tenían esos mal nacidos.— Sonrió levemente ahora dejando que el ambiente cambiase un poco, no fuera tan tenso o seguro eso podía mermar los ánimos de los presentes.
Las palabras de la marine eran reconfortantes, agradables quizás. Se sentía con la confianza suficiente para poder brindarle todo lo que pedía y más. Se verían ambos retribuidos y eso que el hombre no solía confiar mucho en nadie pero ahora que tiene en frente a la mujer lo iba a hacer sin duda alguna. Cuando ella le entregó la libreta de apoco tomó el bolígrafo, lo sujeto con su mano izquierda, podía escribir con las dos. De esa manera de apoco articulo movimientos lentos que dieron paso a letras. Escribió; “Ese día en una isla de los Blues fueron atacados todos. Fue hace meses atrás, los sobrevivientes hablaban de unos piratas fornidos. De entre los muertos su mujer, una dama rubia. Al momento que llegué estaba muerta y no pude hacer nada. El barco en el que andaban era uno robado o eso pude darme cuenta cuando los miré escapar entre risas. El capitán era un humano, eso era obvio. Su mano derecha parecía un tigre y el navegante, otro humano seguro. Eso recuerdo”.
Le entregó el papel a la joven de cabellos azulados, que por cierto aparentaba menos edad que él. Tras esto se echó para atrás en la silla, miró el cielo de ahí. Pintado blanco, con manchas de moscas aplastadas y con suciedad por el paso del tiempo. Luego se miró los nudillos que ya ardían, su sangre era carmesí. Ese dolor era tolerable en comparación con el anterior. Se lamió las heridas y puso un vendaje con una tela que traía.
— ¿Cual es tu objetivo?— Cuestionó sin mirarle a los ojos. — Quizás, quieras exterminar a los piratas sin tener que esperar a la asignación de esa misión. ¿Es por el dinero? Pensé que solo los cazadores íbamos por el botín que tenían esos mal nacidos.— Sonrió levemente ahora dejando que el ambiente cambiase un poco, no fuera tan tenso o seguro eso podía mermar los ánimos de los presentes.
Karl O. Ritter
Hoja de personaje
Nivel:
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