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Creado por Shotto Lynx Vie Ago 05, 2016 11:35 am
Había amanecido, y me había despertado muy temprano, un tanto nervioso por lo que acontecería aquel día. Tras vestirme impecablemente como siempre, con una camiseta blanca de mangas largas impoluta, un chaleco negro ajustado, una bufanda roja de terciopelo aperfumada, pantalones blancos con botas a juego y una gabardina larga de cuerpo completo azul oscuro con el emblema de la Marina en la espalda, estaba contemplando los estoques roperos que me había obsequiado la nobiliaria familia Efertulis de Flevance, de la cual había formado parte por tanto tiempo en función de mayordomo. Eran espadas muy especiales para mí, las Twin Maidens, así que siempre me aseguraba de mantenerlas en perfecto estado. Me dediqué a limpiarlas, sentado en la cama de mi habitación, con un pañuelo, y sacarles filo con una piedra de amolar.
Una vez terminada mi labor, envainaría las espadas en sus respectivas fundas, a los lados de la cadera, terminaría de lamer un poco el pelaje de mis manos para lavarme y peinar la cabeza con ellas (¿qué? soy un gato después de todo, no me vean raro) antes de dejar mis aposentos. El patio de armas era mi destino. Aquel lugar donde, el día anterior, había quedado en una deuda con Kuro Yoichi, un compañero al que me había costado caerle bien y con el cual finalmente resolvería mi disputa, para bien o para mal. Esperaba de corazón que fuera para bien. No sé si demostrándole lo que valía en combate permitiría que nos lleváramos mejor; si él lo había propuesto, quizá fuera así. Daría lo mejor de mi para no decepcionarlo.
Muy en el fondo, quería que Kuro fuese mi nakama. Sentía que podía aprender muchísimo de un cyborg, y más uno tan competente como él. Así que tenía que ganármelo. ¡Lo lograría a como diese lugar! Por eso había aceptado el duelo pese a no ser la violencia mi estilo.
El sol aún no era caluroso, era lo bueno de las horas tan tempraneras. Apenas y había brisa, ya que el patio de armas estaba bajo el sol, pero amurallado dentro de la fortaleza Marine de Shells Town. Era amplio, idóneo para combatir, y estaba vacío gracias a ser tan temprano. Probablemente los demás reclutas estaban despertándose y preparándose para el desayuno.
Allí, saludaría a Kuro con una reverencia al toparme con él frente a frente, distanciados por unos cinco metros.
— Buenos días, estimado Kuro-san, nyan —saludé con mi cordialidad de siempre, sonriendo levemente a mi ahora oponente— Espero te hayas levantado con la pierna derecha. Estoy listo para llevar a cabo nuestro encuentro, nyan —comenté, posando mis manos sobre las empuñaduras de las Twin Maidens, sin dejar de mirar a Kuro con mucho respeto y amabilidad, todo ello cargado en los intensos ojos felinos que lo observaban fijamente.
Una vez terminada mi labor, envainaría las espadas en sus respectivas fundas, a los lados de la cadera, terminaría de lamer un poco el pelaje de mis manos para lavarme y peinar la cabeza con ellas (¿qué? soy un gato después de todo, no me vean raro) antes de dejar mis aposentos. El patio de armas era mi destino. Aquel lugar donde, el día anterior, había quedado en una deuda con Kuro Yoichi, un compañero al que me había costado caerle bien y con el cual finalmente resolvería mi disputa, para bien o para mal. Esperaba de corazón que fuera para bien. No sé si demostrándole lo que valía en combate permitiría que nos lleváramos mejor; si él lo había propuesto, quizá fuera así. Daría lo mejor de mi para no decepcionarlo.
Muy en el fondo, quería que Kuro fuese mi nakama. Sentía que podía aprender muchísimo de un cyborg, y más uno tan competente como él. Así que tenía que ganármelo. ¡Lo lograría a como diese lugar! Por eso había aceptado el duelo pese a no ser la violencia mi estilo.
El sol aún no era caluroso, era lo bueno de las horas tan tempraneras. Apenas y había brisa, ya que el patio de armas estaba bajo el sol, pero amurallado dentro de la fortaleza Marine de Shells Town. Era amplio, idóneo para combatir, y estaba vacío gracias a ser tan temprano. Probablemente los demás reclutas estaban despertándose y preparándose para el desayuno.
Allí, saludaría a Kuro con una reverencia al toparme con él frente a frente, distanciados por unos cinco metros.
— Buenos días, estimado Kuro-san, nyan —saludé con mi cordialidad de siempre, sonriendo levemente a mi ahora oponente— Espero te hayas levantado con la pierna derecha. Estoy listo para llevar a cabo nuestro encuentro, nyan —comenté, posando mis manos sobre las empuñaduras de las Twin Maidens, sin dejar de mirar a Kuro con mucho respeto y amabilidad, todo ello cargado en los intensos ojos felinos que lo observaban fijamente.
Shotto Lynx
Hoja de personaje
Nivel:
(1/1)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Kuro Yoichi Vie Ago 05, 2016 2:45 pm
Un accidente, un accidente en una pelea de entrenamiento. ¿Acaso no pasaba bastante? Doblarse algo, romperse algo. El futuro de aquel gato ya había sido marcado, el luchar contra alguien como Kuro era la perdición para cualquiera, o eso era lo que pensaba el inventor. Ya conocía el estilo de batalla de su oponente mientras que este no sabía nada del del de cabello bicolor. El gato usaría 2 espadas, intentaría acercarse a Kuro, intentaría hacer un primer ataque hacia el brazo de metal para que mientras este estaba distraído defendiéndose atacarlo con la otra espada. ¿Cómo sabía eso? Era lo que él haría. Era lo obvio, después de todo el de cabello bicolor no llevaba arma alguna en su brazo derecho. Posiblemente pensase que Yoichi era únicamente capaz de pelear usando el brazo falso y que no sabía pelear de por si pero esa era la imagen que dejaba ver.
Nadie usaría el "campo de batalla" por quizás 1 hora cuando el entrenamiento matutino empezase después del desayuno. Kuro ya había desayunado, después de todo para prepararse para una batalla tenía que alimentarse con algo que le diese energía como, en su caso fideos con salsa bolognesa. Había comido hacia aproximadamente 1 hora, pero no era nada raro considerando que apenas había dormido unas pocas horas. Por ningún motivo en particular, solo que apenas podía dormir la mayor parte de las veces. Mientras pensaba en cómo actuar su enemigo llegó y lo saludó, no un saludo normal, un saludo rebuscado de alguien "noble" que se cree mejor a los demás. Molesto. Eso fue lo único que pensó. Su mente se libró de cualquier cosa irrelevante, quedando únicamente en su cerebro las distintas formas en las cuales su oponente iría a atacarlo y como debía de hacer para contra-atacar.
- Dios, cállate. Solo atácame hacia las orejas. Me dejaré atacar así pierdo el sentido del oído y no tengo que volver a escuchar tu voz... - exageraba, pero se había levantado de mal humor. Después de todo tenía que desperdiciar de su tiempo para pelear contra un insecto. La posición del de cabello bicolor era una de boxeo a pesar de que posiblemente apenas fuese necesario usarla. Cuerpo girado hacia la derecha, la izquierda delante de la derecha, ambas piernas a un poco de distancia para evitar caerse si era empujado desde cualquier dirección, ambos brazos hacia arriba el izquierdo más alto que el derecho y un poco más alejado de su cuerpo que este - Empieza tu y listo -
Nadie usaría el "campo de batalla" por quizás 1 hora cuando el entrenamiento matutino empezase después del desayuno. Kuro ya había desayunado, después de todo para prepararse para una batalla tenía que alimentarse con algo que le diese energía como, en su caso fideos con salsa bolognesa. Había comido hacia aproximadamente 1 hora, pero no era nada raro considerando que apenas había dormido unas pocas horas. Por ningún motivo en particular, solo que apenas podía dormir la mayor parte de las veces. Mientras pensaba en cómo actuar su enemigo llegó y lo saludó, no un saludo normal, un saludo rebuscado de alguien "noble" que se cree mejor a los demás. Molesto. Eso fue lo único que pensó. Su mente se libró de cualquier cosa irrelevante, quedando únicamente en su cerebro las distintas formas en las cuales su oponente iría a atacarlo y como debía de hacer para contra-atacar.
- Dios, cállate. Solo atácame hacia las orejas. Me dejaré atacar así pierdo el sentido del oído y no tengo que volver a escuchar tu voz... - exageraba, pero se había levantado de mal humor. Después de todo tenía que desperdiciar de su tiempo para pelear contra un insecto. La posición del de cabello bicolor era una de boxeo a pesar de que posiblemente apenas fuese necesario usarla. Cuerpo girado hacia la derecha, la izquierda delante de la derecha, ambas piernas a un poco de distancia para evitar caerse si era empujado desde cualquier dirección, ambos brazos hacia arriba el izquierdo más alto que el derecho y un poco más alejado de su cuerpo que este - Empieza tu y listo -
Kuro Yoichi
Hoja de personaje
Nivel:
(3/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Shotto Lynx Vie Ago 05, 2016 5:10 pm
Su mirada, su repugnancia hacia mí, todo era tan palpable como el pomo de mis espadas. Habló de manera cortante, enviándome a callar. Sentí que ese día en especial su trato era algo más hostil de lo que había demostrado hasta ahora, ¿por qué sería? ¿por nuestra inminente pelea? Asumí que así era. Quizá lo mejor sería dejarme de tratos amistosos hasta después del combate. Me costaba mucho hacer eso; no había sido educado durante años para faltar ahora a mis principios. Eso no era de hombres... o de gatos. No, el problema que tuviera Kuro conmigo sería resuelto sin dejarme llevar por las provocaciones. Debía mantenerme impasivo ante él.
Miré su postura de combate, la que adoptó tras sus ruines palabras. Movía las orejas, monitoreando cada ruido que podía percibir, aguzando el sentido. Los necesitaría ávidos. Estaba seguro de que el cyborg representaría un mayor reto que el Piernas Largas de ayer, pero podía intuir que estábamos igualados, ya que habíamos recibido el mismo daño del alférez. Pero bueno, era un alférez, estaba a años luz de nosotros, no era un gran indicador. Lo único que contaba como información acerca de Yoichi era su fuerza con el brazo, capaz de arrojarme de un aventón por los aires. Tenía que tener cuidado con el brazo izquierdo, esa prótesis con tonalidades naranja que resistía sin mucho problema una explosión menor. Que yo supiera, Kuro no tenía más partes cyborg, pero no lo sabía. Necesitaba tantearlo.
Me concedió el primer movimiento, y lo tomaría. Desenvainé ambos sables, haciéndolos girar con destreza en las manos; quedaron apuntando al suelo a cada lado. Coloqué una pierna separada de la otra preparándome para correr.
— Así sea, nyan —respondí simplemente, y eché carrerilla.
Corrí agazapado, dejando los brazos tras el cuerpo con los sables extendidos hacia atrás, buscando una buena aerodinámica para aumentar la velocidad. Miraba fijamente su cara, con expresión serena. No quería ser leído con facilidad. La técnica que emplearía utilizaba una finta, si lograba hacerlo caer en ella podría conectar un buen golpe inicial. Me desplacé hasta estar justo delante de él, pretendiendo arrojar dos estocadas directas, pero cambié la dirección de los sables en el último instante, agachándome y cruzando los brazos sobre el torso para que ambas armas quedaran a mis costados.
— Crescendo Pointe —lancé dos tajos directos ascendentes en forma de "V", partiendo las puntas de los sables desde un mismo punto, abriéndose cada vez más para rasgar el torso de mi rival en la zona abdominal.
Miré su postura de combate, la que adoptó tras sus ruines palabras. Movía las orejas, monitoreando cada ruido que podía percibir, aguzando el sentido. Los necesitaría ávidos. Estaba seguro de que el cyborg representaría un mayor reto que el Piernas Largas de ayer, pero podía intuir que estábamos igualados, ya que habíamos recibido el mismo daño del alférez. Pero bueno, era un alférez, estaba a años luz de nosotros, no era un gran indicador. Lo único que contaba como información acerca de Yoichi era su fuerza con el brazo, capaz de arrojarme de un aventón por los aires. Tenía que tener cuidado con el brazo izquierdo, esa prótesis con tonalidades naranja que resistía sin mucho problema una explosión menor. Que yo supiera, Kuro no tenía más partes cyborg, pero no lo sabía. Necesitaba tantearlo.
Me concedió el primer movimiento, y lo tomaría. Desenvainé ambos sables, haciéndolos girar con destreza en las manos; quedaron apuntando al suelo a cada lado. Coloqué una pierna separada de la otra preparándome para correr.
— Así sea, nyan —respondí simplemente, y eché carrerilla.
Corrí agazapado, dejando los brazos tras el cuerpo con los sables extendidos hacia atrás, buscando una buena aerodinámica para aumentar la velocidad. Miraba fijamente su cara, con expresión serena. No quería ser leído con facilidad. La técnica que emplearía utilizaba una finta, si lograba hacerlo caer en ella podría conectar un buen golpe inicial. Me desplacé hasta estar justo delante de él, pretendiendo arrojar dos estocadas directas, pero cambié la dirección de los sables en el último instante, agachándome y cruzando los brazos sobre el torso para que ambas armas quedaran a mis costados.
— Crescendo Pointe —lancé dos tajos directos ascendentes en forma de "V", partiendo las puntas de los sables desde un mismo punto, abriéndose cada vez más para rasgar el torso de mi rival en la zona abdominal.
- Acciones realizadas:
- - Corro a toda velocidad, agazapado, hasta estar justo delante de Kuro, pretendiendo atacar de frente con ambos sables.
- En el último instante cambio la dirección del ataque, realizando:
Crescendo Pointe (Crescendo de Punta)
Corte dual ascendente. Se desplaza agazapado frente a su enemigo a alta velocidad. A continuación realiza dos cortes ascendentes en "V".
- Reposo: 3 turnos.
- Evolución: a partir de nivel 15 genera una onda que lanza hacia arriba a su rival 2 metros, aumentando en 2 cada 10 niveles. No podrá alzar a enemigos que lo superen en 6 niveles o más, ni tampoco a enemigos que midan más de 3 metros.
- En reposo:
- - Crescendo Pointe: 0/3
Shotto Lynx
Hoja de personaje
Nivel:
(1/1)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Kuro Yoichi Vie Ago 05, 2016 10:00 pm
Terminó con la postura básica de Boxeo, la única que conocía, y activó su brazo. En el modo "pasivo", el brazo era simplemente uno similar al normal de Kuro pero metálico. Al activar su "forma de pelea", el brazo aumentaba un poco de tamaño, levantándose en ciertas partes de coloración naranja. Una de estas partes, la parte del antebrazo, se retrajo y del hueco salió un cañón de lo que parecía ser un sub-fusil. Mientras tanto su enemigo sacaba ambas armas, los 2 mismos sables que antes, y apuntaba con estos al suelo, una posición más ofensiva que defensiva propia de alguien que empezaría atacando. Apenas el gato terminó de hablar, empezó a correr hacia Kuro. Había esperado primero un intento de pelea a larga distancia la verdad, después de todo si antes había mostrado sus habilidades utilizando 2 espadas ahora debía de mostrar algo distinto, algo para sorprender al de cabello bicolor. Pero no. Solo corría hacia él. Corría hacia él como alguien normal haría, indicando que aquel gato solo era un normal con aires de grandeza.
No diría el nombre de sus técnicas. No había tiempo para eso. No era un dibujo animado en el cual mientras uno nombraba su técnica el tiempo se detenía y el enemigo no se detenía. Simplemente la activó. Overclocking. Decir que había inventado aquello únicamente para pelear contra aquel gato no sería mentir demasiado. Necesitaba poder luchar contra un enemigo que no solo usaba 2 armas sino que también era más rápido que él. Su única manera era igualar su velocidad a la de su oponente. La velocidad de su brazo aumentó hasta igualar la del gato. Era algo temporal pero dudaba que la lucha durase más que los 30 segundos necesarios para que se terminase el overclocking. Lanzallamas. Nuevamente una "técnica" sin nombre o por lo menos una técnica en la cual no decía nombre alguno. Más que lanzallamas era un disparo de una sustancia similar al aceite a presión con un mechero en la palma de la mano de tal manera que la mecha encendía al líquido y que tenía una función similar pero peor a la de un lanzallamas. Con un lanzallamas el peligro era un gas a alta temperatura, al ser un líquido este se quedaría pegado a la persona quemándola y sería difícil de remover.
- Muere... - dijo casi en un susurro. Kuro movió su brazo izquierdo de derecha a izquierda, apuntando hacia adelante. Su lanzallamas dio un "disparo" horizontal como si de una blandida de fuego se tratase. La altura de este ataque aproximadamente la cintura ajena, por que el rango no era mucho, pero el gato se estaba acercando a él así que eso no era importante. Nótese que esto se haría aproximadamente cuando Lynx estuviese a 2,5 metros de distancia (rango del lanzallamas de 3 metros). La intención con esto era que el gato saltase, después de todo no tenía forma de defensa ante un ataque "de área" no sólido. En el caso de que el gato saltase, aprovechando que este estaría en el aire, Kuro le dispararía balas desde subfusil del brazo apuntando hacia el pecho ajeno hasta un máximo de 5 balas. Aunque claro, eso únicamente si esquivaba saltando hacia arriba. Según había planeado, solo habían 2 salidas posibles del lanzallamas a esa distancia y con aquello cubriría uno. En caso de que hiciese la otra forma que pensaba, pues no tenía idea de como defenderse ante un futuro ataque desde la posición en la cual quedarían ambos.
No diría el nombre de sus técnicas. No había tiempo para eso. No era un dibujo animado en el cual mientras uno nombraba su técnica el tiempo se detenía y el enemigo no se detenía. Simplemente la activó. Overclocking. Decir que había inventado aquello únicamente para pelear contra aquel gato no sería mentir demasiado. Necesitaba poder luchar contra un enemigo que no solo usaba 2 armas sino que también era más rápido que él. Su única manera era igualar su velocidad a la de su oponente. La velocidad de su brazo aumentó hasta igualar la del gato. Era algo temporal pero dudaba que la lucha durase más que los 30 segundos necesarios para que se terminase el overclocking. Lanzallamas. Nuevamente una "técnica" sin nombre o por lo menos una técnica en la cual no decía nombre alguno. Más que lanzallamas era un disparo de una sustancia similar al aceite a presión con un mechero en la palma de la mano de tal manera que la mecha encendía al líquido y que tenía una función similar pero peor a la de un lanzallamas. Con un lanzallamas el peligro era un gas a alta temperatura, al ser un líquido este se quedaría pegado a la persona quemándola y sería difícil de remover.
- Muere... - dijo casi en un susurro. Kuro movió su brazo izquierdo de derecha a izquierda, apuntando hacia adelante. Su lanzallamas dio un "disparo" horizontal como si de una blandida de fuego se tratase. La altura de este ataque aproximadamente la cintura ajena, por que el rango no era mucho, pero el gato se estaba acercando a él así que eso no era importante. Nótese que esto se haría aproximadamente cuando Lynx estuviese a 2,5 metros de distancia (rango del lanzallamas de 3 metros). La intención con esto era que el gato saltase, después de todo no tenía forma de defensa ante un ataque "de área" no sólido. En el caso de que el gato saltase, aprovechando que este estaría en el aire, Kuro le dispararía balas desde subfusil del brazo apuntando hacia el pecho ajeno hasta un máximo de 5 balas. Aunque claro, eso únicamente si esquivaba saltando hacia arriba. Según había planeado, solo habían 2 salidas posibles del lanzallamas a esa distancia y con aquello cubriría uno. En caso de que hiciese la otra forma que pensaba, pues no tenía idea de como defenderse ante un futuro ataque desde la posición en la cual quedarían ambos.
- Turnos:
Overclocking: (Aumento en 2 de destreza) 1 turno de 3
Lanzallamas: 1 uso de 3
Kuro Yoichi
Hoja de personaje
Nivel:
(3/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Shotto Lynx Sáb Ago 06, 2016 9:33 pm
Corrí con toda mi capacidad de reacción, con toda la velocidad que disponía. Sabía que era más rápido que Kuro, ¿cómo había hecho para anticipar mi carrera e interceptar el ataque de aquella forma tan veloz? Había estado mirando su rostro, eso me hizo notar cómo susurró algo, algo que mi agudo oído pudo captar pese a haber sido musitado muy quedamente. "Muere", decía. ¿Era en serio? ¿Tanto me odiaba? ¿Era irreparable nuestra relación? No tenía tiempo para pensar en eso, o chamuscaría mis bigotes. Ante mi surgió una llamarada originada desde el brazo biónico del cyborg. Mis orejas quedaron aplastadas y mis ojos abiertos de par en par, reflejados en ellos la incandescencia de las llamas.
Estaba corriendo agazapado, inclinado hacia adelante. Lo que tenía más cerca era el suelo, y el chorro ígneo iba a impactar de lleno contra mi cara (la cual, en mi postura actual, iba prácticamente a la altura de la cintura), si no hacía algo de inmediato. Dejé caer mi cuerpo de golpe y porrazo, ladeando e impactando el hombro derecho contra el piso, y rodé con los codos pegados al cuerpo; las hojas de los sables gemelos justo frente a mis narices; el fuego, por encima. Mi destreza felina me permitió enderezarme a cuatro patas mientras rodaba, una vez el lanzallamas hubo hecho lo suyo. Estando ya a un escaso metro de Kuro, terminé de aproximarme para efectuar la técnica que tenía pensada con antelación. Dos cortes diagonales ascendentes en "V" para rasgar su zona abdominal.
Sería mejor mantenerme cerca de él. No podía dejar que tomáramos distancia o ese lanzallamas sería un problema grave. Ni siquiera podía creer que lo hubiera usado, era bastante peligroso para ser un entrenamiento... Un momento, ¿era un entrenamiento, verdad? ¿Estaba en riesgo mi vida en ese momento? Tratándose de Kuro, quizá así fuera.
Pronto notaría que mi maniobra, por ágil y efectiva que fuera, tenía sus fallos. El fuego no era de naturaleza gaseosa, sino líquida, así que cuando pasé por debajo del chorro, algunas gotas chispearon. Me había arruinado la gabardina, eso seguro, y al menos un par de quemaduras en el pelaje de la cabeza podía sentir. Eso probablemente dolería más luego, acabada la adrenalina del momento.
Estaba corriendo agazapado, inclinado hacia adelante. Lo que tenía más cerca era el suelo, y el chorro ígneo iba a impactar de lleno contra mi cara (la cual, en mi postura actual, iba prácticamente a la altura de la cintura), si no hacía algo de inmediato. Dejé caer mi cuerpo de golpe y porrazo, ladeando e impactando el hombro derecho contra el piso, y rodé con los codos pegados al cuerpo; las hojas de los sables gemelos justo frente a mis narices; el fuego, por encima. Mi destreza felina me permitió enderezarme a cuatro patas mientras rodaba, una vez el lanzallamas hubo hecho lo suyo. Estando ya a un escaso metro de Kuro, terminé de aproximarme para efectuar la técnica que tenía pensada con antelación. Dos cortes diagonales ascendentes en "V" para rasgar su zona abdominal.
Sería mejor mantenerme cerca de él. No podía dejar que tomáramos distancia o ese lanzallamas sería un problema grave. Ni siquiera podía creer que lo hubiera usado, era bastante peligroso para ser un entrenamiento... Un momento, ¿era un entrenamiento, verdad? ¿Estaba en riesgo mi vida en ese momento? Tratándose de Kuro, quizá así fuera.
Pronto notaría que mi maniobra, por ágil y efectiva que fuera, tenía sus fallos. El fuego no era de naturaleza gaseosa, sino líquida, así que cuando pasé por debajo del chorro, algunas gotas chispearon. Me había arruinado la gabardina, eso seguro, y al menos un par de quemaduras en el pelaje de la cabeza podía sentir. Eso probablemente dolería más luego, acabada la adrenalina del momento.
- Acciones realizadas:
- - Me dejo caer al suelo rodando. La inercia de la carrera me permite seguir avanzando al rodar, pasando por debajo del chorro de fuego. El lanzallamas gotea, haciéndome un par de quemadas menores en la cabeza; la ropa bastó para proteger el cuerpo.
- Me enderezo, me desplazo lo que queda y realizo la técnica del turno anterior, quedando esta postergada a este turno y entrando en reposo ahora.
- En reposo:
- - Crescendo Pointe: 0/3
Shotto Lynx
Hoja de personaje
Nivel:
(1/1)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Kuro Yoichi Sáb Ago 06, 2016 10:29 pm
A pesar de que el brazo robot podía mantener una velocidad lo suficientemente rápida como para competir contra el gato, pero el resto del cuerpo no tenía esa habilidad. Kuro apenas podía pensar, en su imaginación, cuando él peleaba, tenía tiempo para pensar, todo se movía más lento como si la adrenalina que normalmente emitiría un cuerpo en esa situación tuviese 10 veces mayor efecto. Algo malo debía de ocurrir. Su adrenalina no estaba funcionando bien o algo así. Tendría que fijarse, las cosas sucedían demasiado rápido. Su brazo apenas podía llegar a moverse a tal velocidad por que se movía más ágilmente que su propia mente. No podía desactivar el Overclocking pero si lo seguía manteniendo más tiempo debería tener posteriormente su velocidad disminuida. Pero tampoco podía pelear sin la mejora de velocidad, debía de terminar esto rápido. Eso fue lo único que pudo pensar.
Su enemigo había esquivado de la segunda forma, claro, alguien tan odioso solo podía hacer algo así, no se lo iba a dejar de la manera difícil. El problema era la defensa, ya no tenía forma alguna de defenderse, solo de atacar una vez hubiese sucedido el ataque. La defensa. Eso era lo primero. Dio un salto hacia atrás puramente por instinto, llevando su cadera hacia atrás encorbándose en un intento de esquivar el ataque. Al hacer esto no fue atravesado por los sables en este punto, pero al subir las armas en forma de V se le hicieron en el pecho 2 cortes diagonales apuntando hacia sus hombros. Dolor. No estaba acostumbrado al dolor. Pero mientras tanto, mientras este movimiento vertical sucedía, el brazo de Kuro bajó, quedando en medio de los 2 sables ajenos.
La llama de la palma se encendería, una pequeña luz de una coloración entre azure y naranja pasando del primero al segundo en un incesante crepitar. Eso apuntaría al Mink, a menos de un brazo de distancia, y el líquido podía dispararse - ...Bye... - nuevamente ese susurro antes del disparo de aceite caliente. Y Kuro con una sonrisa, imperturbable, tan imperturbable como la nobleza del gato. Pero Kuro había cometido el mayor error de todos, el error propio de alguien sin experiencia en las peleas. Hay que entenderlo, era la primera pelea del de cabello bicolor. Había un momento épico. Lo entendía, lo aceptaba, era el momento más épico de la pelea. Así que claro, hizo lo que se haría en una serie, hizo lo que serviría para que fuese el más cool, hablar antes de atacar.
Su enemigo había esquivado de la segunda forma, claro, alguien tan odioso solo podía hacer algo así, no se lo iba a dejar de la manera difícil. El problema era la defensa, ya no tenía forma alguna de defenderse, solo de atacar una vez hubiese sucedido el ataque. La defensa. Eso era lo primero. Dio un salto hacia atrás puramente por instinto, llevando su cadera hacia atrás encorbándose en un intento de esquivar el ataque. Al hacer esto no fue atravesado por los sables en este punto, pero al subir las armas en forma de V se le hicieron en el pecho 2 cortes diagonales apuntando hacia sus hombros. Dolor. No estaba acostumbrado al dolor. Pero mientras tanto, mientras este movimiento vertical sucedía, el brazo de Kuro bajó, quedando en medio de los 2 sables ajenos.
La llama de la palma se encendería, una pequeña luz de una coloración entre azure y naranja pasando del primero al segundo en un incesante crepitar. Eso apuntaría al Mink, a menos de un brazo de distancia, y el líquido podía dispararse - ...Bye... - nuevamente ese susurro antes del disparo de aceite caliente. Y Kuro con una sonrisa, imperturbable, tan imperturbable como la nobleza del gato. Pero Kuro había cometido el mayor error de todos, el error propio de alguien sin experiencia en las peleas. Hay que entenderlo, era la primera pelea del de cabello bicolor. Había un momento épico. Lo entendía, lo aceptaba, era el momento más épico de la pelea. Así que claro, hizo lo que se haría en una serie, hizo lo que serviría para que fuese el más cool, hablar antes de atacar.
- Turnos:
Overclocking: 2 turnos de 3
Lanzallamas: 2 usos de 3
Kuro Yoichi
Hoja de personaje
Nivel:
(3/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Shotto Lynx Dom Ago 07, 2016 6:31 pm
Percibí como la estocada dual que iniciaba mi técnica no hacía contacto como lo tenía previsto. Kuro había sido ágil, lo suficiente para equipararse a mí, y no podía entender por qué. Algo tenía que haber pasado con su cuerpo, ¿o acaso había escondido su verdadero potencial en el entrenamiento del día anterior? No podía saberlo. No entendía nada de los cyborgs, era ajeno a la tecnología y le tenía muchísimo respeto, pero aún me faltaba experiencia al enfrentarme a quienes la usaban. Luchar contra Kuro, al menos, era una experiencia muy útil.
Con toda su agilidad del momento, aún no fue capaz de evadir al cien por ciento mis cortes. Al abrir los brazos, las Twin Maidens dibujaron un par de cortes en su pecho; los sentí rasgando la piel, arrancando varias gotas de sangre que salpicaron el aire. Eran casi superficiales, porque no pude realizar la técnica enteramente. Por lo menos había herido al cyborg, y eso que tenía un lanzallamas. ¡Oh, cierto, tenía un lanzallamas!
El brazo descendiendo, su palabra críptica... apenas tuve un segundo para reaccionar. De nuevo con las orejas aplastadas, temiendo el fuego que surgía de su brazo de metal. No quería imaginar lo que dolería quemarme con eso. Y no tenía que imaginarlo mucho tiempo más, pues lo que hice no me salvaría, al menos no por completo: lo que hice fue saltar, llevando mi velocidad al límite para realizar una difícil técnica de finta, salto y contraataque.
— Grinn... —había estado hasta ese instante agachado con los brazos alzados tras finalizar mi corte, por lo que ya tenía impulso para saltar muy fuerte, uno, dos, tres metros en el aire. Vi el fuego por debajo de mi, pero también lo sentí. No había sido lo suficientemente rápido, lo sabía. Cerré un ojo, adolorido. Había caído líquido ígneo en mis pantalones, por las rodillas, mientras me elevaba. Al menos no había sido en toda la cara. Giré de manera acrobática y felina en pleno aire, apuntando con el cuerpo hacia abajo, hacia Kuro. Me precipitaría hacia él en picada horizontal, arrojando dos estocadas, una a cada hombro, buscando mermar la movilidad de sus brazos, para retraer las Twin Maidens justo después. No quería empalarlo tampoco. Caería entonces, justo detrás de él, espalda contra espalda, yo agachado, él de pie— ... Valesti —entonces, una vez realizada la maniobra, tendría que darme la vuelta para encarar a mi oponente, pero había un inconveniente: me estaba quemando por debajo de las rodillas. Envainé un sable, el de la mano izquierda, mientras mantenía la otra espada en guardia, vigilando a mi oponente mientras sacudía y palpaba como poseso la zona del pantalón que se incendiaba— Que-quema, quema, quema... nyan —era un maullido lastimero, con ojos llorosos. Es que dolía bastante.
Con toda su agilidad del momento, aún no fue capaz de evadir al cien por ciento mis cortes. Al abrir los brazos, las Twin Maidens dibujaron un par de cortes en su pecho; los sentí rasgando la piel, arrancando varias gotas de sangre que salpicaron el aire. Eran casi superficiales, porque no pude realizar la técnica enteramente. Por lo menos había herido al cyborg, y eso que tenía un lanzallamas. ¡Oh, cierto, tenía un lanzallamas!
El brazo descendiendo, su palabra críptica... apenas tuve un segundo para reaccionar. De nuevo con las orejas aplastadas, temiendo el fuego que surgía de su brazo de metal. No quería imaginar lo que dolería quemarme con eso. Y no tenía que imaginarlo mucho tiempo más, pues lo que hice no me salvaría, al menos no por completo: lo que hice fue saltar, llevando mi velocidad al límite para realizar una difícil técnica de finta, salto y contraataque.
— Grinn... —había estado hasta ese instante agachado con los brazos alzados tras finalizar mi corte, por lo que ya tenía impulso para saltar muy fuerte, uno, dos, tres metros en el aire. Vi el fuego por debajo de mi, pero también lo sentí. No había sido lo suficientemente rápido, lo sabía. Cerré un ojo, adolorido. Había caído líquido ígneo en mis pantalones, por las rodillas, mientras me elevaba. Al menos no había sido en toda la cara. Giré de manera acrobática y felina en pleno aire, apuntando con el cuerpo hacia abajo, hacia Kuro. Me precipitaría hacia él en picada horizontal, arrojando dos estocadas, una a cada hombro, buscando mermar la movilidad de sus brazos, para retraer las Twin Maidens justo después. No quería empalarlo tampoco. Caería entonces, justo detrás de él, espalda contra espalda, yo agachado, él de pie— ... Valesti —entonces, una vez realizada la maniobra, tendría que darme la vuelta para encarar a mi oponente, pero había un inconveniente: me estaba quemando por debajo de las rodillas. Envainé un sable, el de la mano izquierda, mientras mantenía la otra espada en guardia, vigilando a mi oponente mientras sacudía y palpaba como poseso la zona del pantalón que se incendiaba— Que-quema, quema, quema... nyan —era un maullido lastimero, con ojos llorosos. Es que dolía bastante.
- Acciones realizadas:
- - Efectúo inmediatamente al dispararse el lanzallamas:
Grinn Valesti (Mal de Grinn)
Finta que pretende acercarse al rival para atacarlo en un movimiento obvio de frente, realizando en el último segundo un salto tan sigiloso y veloz como una sombra. Se aparece arriba del enemigo, cayendo en picada sobre él, ejecutando dos estocadas poderosas.
- Reposo: 3 turnos.
- Evolución: +1 estocada cada 10 niveles.
Las dos estocadas son dirigidas a los hombros desde arriba.
- Caigo detrás de Kuro-san. A unos 50 cm de distancia. Me volteo de inmediato mientras guardo una espada para tener la mano izquierda libre y apagar el fuego a palmadas y sacudidas, mientras trato de mantenerme en guardia con la otra espada.
- Tengo quemaduras en ambas piernas por debajo de las rodillas. Arden mucho
- En reposo:
- - Crescendo Pointe: 1/3
- Grinn Valesti: 0/3
Shotto Lynx
Hoja de personaje
Nivel:
(1/1)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Kuro Yoichi Lun Ago 08, 2016 9:48 am
El gato pareció saltar. Odiaba la velocidad ajena, le parecía molesto que su oponente fuese tan privilegiado como para tener esa capacidad física sin siquiera entrenar simplemente por ser un gato. Kuro levantó su cabeza mientras daba un paso hacia un costado, delante suyo el líquido había formado un charco prendido fuego así que no podía retroceder. Cuando tu enemigo desaparecía o estaba detrás o arriba tuyo, en este caso, arriba. 3 metros de altura, el gato saltó 3 metros de altura. Daba igual si era rápido, daba igual si era lento, si estaba en medio del aire pues no había nada que pudiese hacer para esquivar. El gato le apuntaba con las espadas, dispuesto a insertárselas desde arriba. ¿Acaso importaba? Ya había ganado, podía dispararle con el lanzallamas en el aire y matarlo. Pero lo despedirían, había gente viendo y había un límite a lo cual podía considerársele un entrenamiento, si lo atacaba en tal posición nadie podría alabar que no hubiese sido un crimen envés de un "error" durante un entrenamiento.
Kuro interpuso su brazo entre las espadas de su oponente, de tal modo que la primera fuese frenada por la zona del codo y la segunda por la zona de la mano. Al estar su oponente cayendo las espadas se arrastraron desviándose del punto al cual habían chocado. La primera rasgó el brazo robot pero sin causar daños mientras bajaba, terminó de rasgar este y rasgó parcialmente el pecho y abdomen de Kuro. Mientras tanto el de cabello bicolor recibió el impacto de la segunda, la cual había sido desviada por su brazo pero de todos modos le rasgó la parte trasera del hombro bajando por su omóplato y cortando parcialmente su espalda. Dolor. No estaba acostumbrado a sentir dolor. En sus peleas imaginarias él siempre ganaba, él siempre podía hacer lo que quisiera, nunca sentía dolor por que nadie llegaba a dañarlo, después de todo era su propia imaginación. El gato tenía los pantalones prendidos fuego, así que Kuro tenía que ayudar, sino nuevamente podrían despedirlo y eso.
- Dios, quédate quieto... - de su muñeca salió un nuevo cañón el cual apuntó hacia las piernas del gato, disparando el mismo tipo de líquido que los extintores - Seh... ve al médico y eso... Posiblemente son quemaduras de tercer grado... La tela de tus pantalones se combinó con tu piel quemada y ya no podrás volver a correr... Debe doler bastante, ¿No? - dicho esto Kuro sonrió, una sonrisa dulce que indicaba que se estaba divirtiendo. Posiblemente la tela del pantalón no se había quemado y fusionado con su piel en las zonas en las cuales lo tocaba, pero la psicología era divertida, con solo decir eso podría asustar al gato y hacer que le doliese más por el miedo. Había ganado, el Mink dejaría de molestarlo - Diste un salto demasiado alto, pude disparate con el lanzallamas mientras estabas en el aire así que gané... De nada por no matarte pero hay gente viendo y me despedirían... Así que asumo debería llevarte al médico... no soy tan hijo de puta como para dejarte para que te arrastres hacia el médico... bueno, si lo soy, pero hay gente viendo... - y, nuevamente, podrían despedirlo por hacerlo.
Kuro podía hablar calmado pero eso no cambiaba el hecho de que los cortes de su cuerpo le dolían y que quizás necesitaría puntos para uno de estos si se había clavado demasiado en su cuerpo. El brazo terminó el modo Overclocking, el movimiento del mismo se volvería más burdo que el movimiento normal de la extremidad. Ya el tiempo había pasado, si hubiese una lucha poco podría hacer. Nunca entendía por que los malos de las películas dejaban su mejor ataque para el final, él lo había hecho al principio y le había ido bien - ¿Puedes caminar o te llevo? - las heridas podían ser leves, no tenía idea, apenas habían sido unos pocos segundos de fuego así que quizás no había sido tan malo como Kuro había dicho solo para hacerle temer al gato.
Kuro interpuso su brazo entre las espadas de su oponente, de tal modo que la primera fuese frenada por la zona del codo y la segunda por la zona de la mano. Al estar su oponente cayendo las espadas se arrastraron desviándose del punto al cual habían chocado. La primera rasgó el brazo robot pero sin causar daños mientras bajaba, terminó de rasgar este y rasgó parcialmente el pecho y abdomen de Kuro. Mientras tanto el de cabello bicolor recibió el impacto de la segunda, la cual había sido desviada por su brazo pero de todos modos le rasgó la parte trasera del hombro bajando por su omóplato y cortando parcialmente su espalda. Dolor. No estaba acostumbrado a sentir dolor. En sus peleas imaginarias él siempre ganaba, él siempre podía hacer lo que quisiera, nunca sentía dolor por que nadie llegaba a dañarlo, después de todo era su propia imaginación. El gato tenía los pantalones prendidos fuego, así que Kuro tenía que ayudar, sino nuevamente podrían despedirlo y eso.
- Dios, quédate quieto... - de su muñeca salió un nuevo cañón el cual apuntó hacia las piernas del gato, disparando el mismo tipo de líquido que los extintores - Seh... ve al médico y eso... Posiblemente son quemaduras de tercer grado... La tela de tus pantalones se combinó con tu piel quemada y ya no podrás volver a correr... Debe doler bastante, ¿No? - dicho esto Kuro sonrió, una sonrisa dulce que indicaba que se estaba divirtiendo. Posiblemente la tela del pantalón no se había quemado y fusionado con su piel en las zonas en las cuales lo tocaba, pero la psicología era divertida, con solo decir eso podría asustar al gato y hacer que le doliese más por el miedo. Había ganado, el Mink dejaría de molestarlo - Diste un salto demasiado alto, pude disparate con el lanzallamas mientras estabas en el aire así que gané... De nada por no matarte pero hay gente viendo y me despedirían... Así que asumo debería llevarte al médico... no soy tan hijo de puta como para dejarte para que te arrastres hacia el médico... bueno, si lo soy, pero hay gente viendo... - y, nuevamente, podrían despedirlo por hacerlo.
Kuro podía hablar calmado pero eso no cambiaba el hecho de que los cortes de su cuerpo le dolían y que quizás necesitaría puntos para uno de estos si se había clavado demasiado en su cuerpo. El brazo terminó el modo Overclocking, el movimiento del mismo se volvería más burdo que el movimiento normal de la extremidad. Ya el tiempo había pasado, si hubiese una lucha poco podría hacer. Nunca entendía por que los malos de las películas dejaban su mejor ataque para el final, él lo había hecho al principio y le había ido bien - ¿Puedes caminar o te llevo? - las heridas podían ser leves, no tenía idea, apenas habían sido unos pocos segundos de fuego así que quizás no había sido tan malo como Kuro había dicho solo para hacerle temer al gato.
Kuro Yoichi
Hoja de personaje
Nivel:
(3/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Shotto Lynx Lun Ago 08, 2016 8:37 pm
Hubo un choque estrepitoso mientras descendía para apuñalar con los sables al mismo tiempo. Aún no entendía la velocidad de Kuro, era increíble. Una vez más sentía que era un niño en las calles, desempeñando como un ladrón escurridizo que nunca fallaba, hasta toparme con un hombre que me superaba con creces. Ese hombre había sido mi maestro, un espadachín formidable del país de Wano, y fue la primera vez que me vi superado de tal forma. En la Marina supe que había mucha gente impresionante, empezando por aquel alférez, y ahora que probaba de primera mano la fuerza de Kuro, entendía que todavía me faltaba un camino larguísimo por recorrer, y mucho que aprender. Agradecía haberme unido a la Marina. Allí se me enseñaría aquello de lo que carecía.
Muchos pensamientos engorrosos no vienen realmente a cuento aquí. Lo que sucedió fue que su brazo de metal se antepuso, desviando el impacto de las estocadas, que rasguñaron su torso de cualquier manera. Me quemaba, al caer todavía lo hacía, me ardían las piernas. No sabía si tendría lo que hacía falta para esquivar la nueva llamarada que el cyborg echaría contra mí... pero me quedé de piedra al notar como surgía un líquido extintor del brazo y apagaba las llamas, humeando y empapando mis pantalones.
— ¿Nyan? —no me lo esperaba, me quedé atónito mirando a Kuro, pero con mucha atención me enderecé, jadeando mientras escuchaba las palabras de Kuro. Realmente se había detenido, ¡no había sido su intención matarme!— ¡Oh, estimado Kuro-san, qué alegría no haber sido asesinad...! Quiero decir —interrumpí mi efusivo alivio, no quería arruinar el momento en que Kuro Yoichi había demostrado piedad— Gracias por apagar el fuego, nyan —dije seriamente y con tono de voz neutral; ya no podía tratarlo con condescendencia después de eso, era lo acordado y lo justo. Escuché lo próximo que dijo, y tuve que sonreír tristemente, correspondiendo al primer gesto amigable que había tenido conmigo, una divertida sonrisa— Va a ser que sí, duele bastante, nyan. Oh, no digas eso. ¿Como podría seguir siendo un valiente marine si no pudiera volver a correr? Creo que mi corazón no lo soportaría, nyan —me lamenté, cerrando ambos ojos y manteniendo la compostura pese al dolor.
El cyborg procedió a explicar mi fallo al saltar tan alto, y cómo me había perdonado la vida. Suspiré, las orejas apuntando gachas al suelo, y la cola moviéndose con parsimonia hacia los lados. Tenía razón, pero me había dejado llevar por esquivar el fuego, y no pensé en que alejarme tantos metros hacia arriba le daría rango de acción. Si hubiera sido una pelea real, estaría muerto.
— Tienes razón, me has derrotado, Kuro-san —acepté la victoria del cyborg— Gracias por no matarme, nyan. Así lo hayas hecho sólo porque la gente veía. Por un momento pensé que realmente querías acabar conmigo, Y también, gracias por no dejarme ir al médico arrastrándome, nyan —intentaría hacer una reverencia terca al cyborg, pero sería algo corta al no tener toda la movilidad de mi cuerpo. Reí ligeramente ante la pregunta del chico de si quería que me llevara, era todo un gesto de su parte— Debo conservar algo de dignidad, ¿no te parece, nyan? Además, creo que puedo caminar todavía —palpé las piernas, inspeccionando un poco la tela quemada y la piel chamuscada. Era doloroso pero soportable, di algunos pasos para probar y me mantuve en pie, así que podría hacerlo— Mientras vamos, me carcome la curiosidad. ¿Cómo le has hecho para ser tan rápido, Kuro-san? —pregunté cordialmente, mirándolo con atención mientras nos dirigíamos fuera del patio de entrenamiento, a la vez que introducía la espada que aún tenía en la mano en su respectiva funda.
Muchos pensamientos engorrosos no vienen realmente a cuento aquí. Lo que sucedió fue que su brazo de metal se antepuso, desviando el impacto de las estocadas, que rasguñaron su torso de cualquier manera. Me quemaba, al caer todavía lo hacía, me ardían las piernas. No sabía si tendría lo que hacía falta para esquivar la nueva llamarada que el cyborg echaría contra mí... pero me quedé de piedra al notar como surgía un líquido extintor del brazo y apagaba las llamas, humeando y empapando mis pantalones.
— ¿Nyan? —no me lo esperaba, me quedé atónito mirando a Kuro, pero con mucha atención me enderecé, jadeando mientras escuchaba las palabras de Kuro. Realmente se había detenido, ¡no había sido su intención matarme!— ¡Oh, estimado Kuro-san, qué alegría no haber sido asesinad...! Quiero decir —interrumpí mi efusivo alivio, no quería arruinar el momento en que Kuro Yoichi había demostrado piedad— Gracias por apagar el fuego, nyan —dije seriamente y con tono de voz neutral; ya no podía tratarlo con condescendencia después de eso, era lo acordado y lo justo. Escuché lo próximo que dijo, y tuve que sonreír tristemente, correspondiendo al primer gesto amigable que había tenido conmigo, una divertida sonrisa— Va a ser que sí, duele bastante, nyan. Oh, no digas eso. ¿Como podría seguir siendo un valiente marine si no pudiera volver a correr? Creo que mi corazón no lo soportaría, nyan —me lamenté, cerrando ambos ojos y manteniendo la compostura pese al dolor.
El cyborg procedió a explicar mi fallo al saltar tan alto, y cómo me había perdonado la vida. Suspiré, las orejas apuntando gachas al suelo, y la cola moviéndose con parsimonia hacia los lados. Tenía razón, pero me había dejado llevar por esquivar el fuego, y no pensé en que alejarme tantos metros hacia arriba le daría rango de acción. Si hubiera sido una pelea real, estaría muerto.
— Tienes razón, me has derrotado, Kuro-san —acepté la victoria del cyborg— Gracias por no matarme, nyan. Así lo hayas hecho sólo porque la gente veía. Por un momento pensé que realmente querías acabar conmigo, Y también, gracias por no dejarme ir al médico arrastrándome, nyan —intentaría hacer una reverencia terca al cyborg, pero sería algo corta al no tener toda la movilidad de mi cuerpo. Reí ligeramente ante la pregunta del chico de si quería que me llevara, era todo un gesto de su parte— Debo conservar algo de dignidad, ¿no te parece, nyan? Además, creo que puedo caminar todavía —palpé las piernas, inspeccionando un poco la tela quemada y la piel chamuscada. Era doloroso pero soportable, di algunos pasos para probar y me mantuve en pie, así que podría hacerlo— Mientras vamos, me carcome la curiosidad. ¿Cómo le has hecho para ser tan rápido, Kuro-san? —pregunté cordialmente, mirándolo con atención mientras nos dirigíamos fuera del patio de entrenamiento, a la vez que introducía la espada que aún tenía en la mano en su respectiva funda.
Shotto Lynx
Hoja de personaje
Nivel:
(1/1)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Miyamoto Musashi Mar Ago 09, 2016 2:18 am
Takezo había estado desde las cuatro de la mañana, si algo le gustaba era entrenar mientras el sol nacía cada día, pero en esa ocasión dos figuras conocidas aparecerían en pleno campo de entrenamiento. Se detendría por completo para presenciar lo que ahí iba a suceder, era capaz de percibir como ambos tipos estaban deseosos de un combate, por un lado el tipo gato que parecía ser el combatiente natural con buenas intenciones por conocer sus habilidades, con un buen arte de la espada como vería más adelante. Por otro lado el rival de la increíble mano metálica, la había visto en acción durante el día más rimbombante hasta el momento de su accionar como soldado, este tipo de cabello bicolor le recordaba algo la sed de sangre, en su mirada, en su accionar pese a que sus palabras altaneras eran innecesarias, aunque probablemente Takezo diría algo similar en situaciones como esas pero más tosco y más centrado sobre si mismo que sobre el rival.
Desde la distancia observaría todo el encuentro que sería más vertiginoso y pirotécnico de lo que esperaba, se había imaginado más un choque del brazo contra la espada pero ese lanzallamas le dejaría bastante atónito, como se peleaba con algo como eso con una espada. Ahora tenía sentido la habilidad del tipo con las armas de fuego. Los ataques de ambos lados emocionaron al espadachín pero no sonreía porque no era él quien luchaba, desde que había llegado a Shells Town todo había sido lejos del combate, lejos de su hábitat. No lo podía evitar. Se levantaría y caminaría directo hacía ellos liberaría una de sus katanas y la apuntaría hacía Kuro, el ganador, decía ciego por sus intenciones de lucha -En guardia "Mano Negra", es mi turno- según lo que había escuchado el mink no estaba necesitado de atención inmediata pese a que si parecía algo chamuscado.
¿Saludar? No pensaba en ese tipo de cosas, de momento solo pensaba en el reto. Lynx se había mostrado amable cuando lo había conocido pero el budista realmente solo lo veía como un conocido y ahora había visto algo de su estilo, lo que le daba una idea sobre él, mucho más respetable que la del tirador, aunque este había ganado le parecía injusta su arma pero para eso era que por vueltas del destino había acabado como marine, para acabar con las injusticias pese a que en su mirada firme lo único que le interesaba era empezar el combate -Y espadachín mink... cuando te recuperes del todo... será tu turno, aléjate - le decía con otra dosis brutal de emoción, una mirada efímera y desafiante. La velocidad de esa bestia peluda era simplemente genial y abrumadora, para luchar contra él debería preparar sus sentidos al máximo solo para intentar acertarle un golpe. Tenía un leve par de ideas con lo que tenía a la mano para la batalla, si es que se daba, si el que había fijado como su oponente no se negaba para cuidar a su amigo gatito o seguir con las labores del día, aún no eran las seis, el día no empezaba para la mayoría pero la sangre, del futuramente rebautizado como Miyamoto, podía ser uno de esos días memorables de duelo. Aunque los dos estaban heridos, en caso de que Kuro se negará al menos estaría enterado de sus intenciones a futuro, así como Lynx ya lo sabría expresamente. Para eso estaba allí, para luchar con los más fuertes.
¿Injusto que estuvieran heridos? La vida era injusta, Takezo solo era un espadachín común, con un par de espadas, con muchos duelos y mucha experiencia, que se había autoproclamado "invencible bajo los cielos" en un pueblo de Wano ante los débiles rivales, hasta que su pierna topó con una fastidiosa arma de fuego. Los que ahí luchaban eran monstruos, uno de la ciencia y otro de la naturaleza. La injusta vida pero emocionante. Así lo veía él mientras avanzaba con el filo apuntando, a ocho metros de los combatientes y reduciendo cada vez más la distancia.
Desde la distancia observaría todo el encuentro que sería más vertiginoso y pirotécnico de lo que esperaba, se había imaginado más un choque del brazo contra la espada pero ese lanzallamas le dejaría bastante atónito, como se peleaba con algo como eso con una espada. Ahora tenía sentido la habilidad del tipo con las armas de fuego. Los ataques de ambos lados emocionaron al espadachín pero no sonreía porque no era él quien luchaba, desde que había llegado a Shells Town todo había sido lejos del combate, lejos de su hábitat. No lo podía evitar. Se levantaría y caminaría directo hacía ellos liberaría una de sus katanas y la apuntaría hacía Kuro, el ganador, decía ciego por sus intenciones de lucha -En guardia "Mano Negra", es mi turno- según lo que había escuchado el mink no estaba necesitado de atención inmediata pese a que si parecía algo chamuscado.
¿Saludar? No pensaba en ese tipo de cosas, de momento solo pensaba en el reto. Lynx se había mostrado amable cuando lo había conocido pero el budista realmente solo lo veía como un conocido y ahora había visto algo de su estilo, lo que le daba una idea sobre él, mucho más respetable que la del tirador, aunque este había ganado le parecía injusta su arma pero para eso era que por vueltas del destino había acabado como marine, para acabar con las injusticias pese a que en su mirada firme lo único que le interesaba era empezar el combate -Y espadachín mink... cuando te recuperes del todo... será tu turno, aléjate - le decía con otra dosis brutal de emoción, una mirada efímera y desafiante. La velocidad de esa bestia peluda era simplemente genial y abrumadora, para luchar contra él debería preparar sus sentidos al máximo solo para intentar acertarle un golpe. Tenía un leve par de ideas con lo que tenía a la mano para la batalla, si es que se daba, si el que había fijado como su oponente no se negaba para cuidar a su amigo gatito o seguir con las labores del día, aún no eran las seis, el día no empezaba para la mayoría pero la sangre, del futuramente rebautizado como Miyamoto, podía ser uno de esos días memorables de duelo. Aunque los dos estaban heridos, en caso de que Kuro se negará al menos estaría enterado de sus intenciones a futuro, así como Lynx ya lo sabría expresamente. Para eso estaba allí, para luchar con los más fuertes.
¿Injusto que estuvieran heridos? La vida era injusta, Takezo solo era un espadachín común, con un par de espadas, con muchos duelos y mucha experiencia, que se había autoproclamado "invencible bajo los cielos" en un pueblo de Wano ante los débiles rivales, hasta que su pierna topó con una fastidiosa arma de fuego. Los que ahí luchaban eran monstruos, uno de la ciencia y otro de la naturaleza. La injusta vida pero emocionante. Así lo veía él mientras avanzaba con el filo apuntando, a ocho metros de los combatientes y reduciendo cada vez más la distancia.
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