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Creado por Shotto Lynx Vie Ago 05, 2016 11:35 am
Recuerdo del primer mensaje :
Había amanecido, y me había despertado muy temprano, un tanto nervioso por lo que acontecería aquel día. Tras vestirme impecablemente como siempre, con una camiseta blanca de mangas largas impoluta, un chaleco negro ajustado, una bufanda roja de terciopelo aperfumada, pantalones blancos con botas a juego y una gabardina larga de cuerpo completo azul oscuro con el emblema de la Marina en la espalda, estaba contemplando los estoques roperos que me había obsequiado la nobiliaria familia Efertulis de Flevance, de la cual había formado parte por tanto tiempo en función de mayordomo. Eran espadas muy especiales para mí, las Twin Maidens, así que siempre me aseguraba de mantenerlas en perfecto estado. Me dediqué a limpiarlas, sentado en la cama de mi habitación, con un pañuelo, y sacarles filo con una piedra de amolar.
Una vez terminada mi labor, envainaría las espadas en sus respectivas fundas, a los lados de la cadera, terminaría de lamer un poco el pelaje de mis manos para lavarme y peinar la cabeza con ellas (¿qué? soy un gato después de todo, no me vean raro) antes de dejar mis aposentos. El patio de armas era mi destino. Aquel lugar donde, el día anterior, había quedado en una deuda con Kuro Yoichi, un compañero al que me había costado caerle bien y con el cual finalmente resolvería mi disputa, para bien o para mal. Esperaba de corazón que fuera para bien. No sé si demostrándole lo que valía en combate permitiría que nos lleváramos mejor; si él lo había propuesto, quizá fuera así. Daría lo mejor de mi para no decepcionarlo.
Muy en el fondo, quería que Kuro fuese mi nakama. Sentía que podía aprender muchísimo de un cyborg, y más uno tan competente como él. Así que tenía que ganármelo. ¡Lo lograría a como diese lugar! Por eso había aceptado el duelo pese a no ser la violencia mi estilo.
El sol aún no era caluroso, era lo bueno de las horas tan tempraneras. Apenas y había brisa, ya que el patio de armas estaba bajo el sol, pero amurallado dentro de la fortaleza Marine de Shells Town. Era amplio, idóneo para combatir, y estaba vacío gracias a ser tan temprano. Probablemente los demás reclutas estaban despertándose y preparándose para el desayuno.
Allí, saludaría a Kuro con una reverencia al toparme con él frente a frente, distanciados por unos cinco metros.
— Buenos días, estimado Kuro-san, nyan —saludé con mi cordialidad de siempre, sonriendo levemente a mi ahora oponente— Espero te hayas levantado con la pierna derecha. Estoy listo para llevar a cabo nuestro encuentro, nyan —comenté, posando mis manos sobre las empuñaduras de las Twin Maidens, sin dejar de mirar a Kuro con mucho respeto y amabilidad, todo ello cargado en los intensos ojos felinos que lo observaban fijamente.
Había amanecido, y me había despertado muy temprano, un tanto nervioso por lo que acontecería aquel día. Tras vestirme impecablemente como siempre, con una camiseta blanca de mangas largas impoluta, un chaleco negro ajustado, una bufanda roja de terciopelo aperfumada, pantalones blancos con botas a juego y una gabardina larga de cuerpo completo azul oscuro con el emblema de la Marina en la espalda, estaba contemplando los estoques roperos que me había obsequiado la nobiliaria familia Efertulis de Flevance, de la cual había formado parte por tanto tiempo en función de mayordomo. Eran espadas muy especiales para mí, las Twin Maidens, así que siempre me aseguraba de mantenerlas en perfecto estado. Me dediqué a limpiarlas, sentado en la cama de mi habitación, con un pañuelo, y sacarles filo con una piedra de amolar.
Una vez terminada mi labor, envainaría las espadas en sus respectivas fundas, a los lados de la cadera, terminaría de lamer un poco el pelaje de mis manos para lavarme y peinar la cabeza con ellas (¿qué? soy un gato después de todo, no me vean raro) antes de dejar mis aposentos. El patio de armas era mi destino. Aquel lugar donde, el día anterior, había quedado en una deuda con Kuro Yoichi, un compañero al que me había costado caerle bien y con el cual finalmente resolvería mi disputa, para bien o para mal. Esperaba de corazón que fuera para bien. No sé si demostrándole lo que valía en combate permitiría que nos lleváramos mejor; si él lo había propuesto, quizá fuera así. Daría lo mejor de mi para no decepcionarlo.
Muy en el fondo, quería que Kuro fuese mi nakama. Sentía que podía aprender muchísimo de un cyborg, y más uno tan competente como él. Así que tenía que ganármelo. ¡Lo lograría a como diese lugar! Por eso había aceptado el duelo pese a no ser la violencia mi estilo.
El sol aún no era caluroso, era lo bueno de las horas tan tempraneras. Apenas y había brisa, ya que el patio de armas estaba bajo el sol, pero amurallado dentro de la fortaleza Marine de Shells Town. Era amplio, idóneo para combatir, y estaba vacío gracias a ser tan temprano. Probablemente los demás reclutas estaban despertándose y preparándose para el desayuno.
Allí, saludaría a Kuro con una reverencia al toparme con él frente a frente, distanciados por unos cinco metros.
— Buenos días, estimado Kuro-san, nyan —saludé con mi cordialidad de siempre, sonriendo levemente a mi ahora oponente— Espero te hayas levantado con la pierna derecha. Estoy listo para llevar a cabo nuestro encuentro, nyan —comenté, posando mis manos sobre las empuñaduras de las Twin Maidens, sin dejar de mirar a Kuro con mucho respeto y amabilidad, todo ello cargado en los intensos ojos felinos que lo observaban fijamente.
Shotto Lynx
Hoja de personaje
Nivel:
(1/1)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Kuro Yoichi Mar Ago 09, 2016 10:51 am
Callate. Callate. Callate de una vez. La simple voz ajena le causaba convulsiones de dolor ante la tonalidad. Inclusive cuando habló normal molestó, pero el que hubiese aprendido la lección y que hablase bien calmó un poco al muchacho de cabello bicolor. Bien, se lo había ganado, por fin no sería tan molestado por aquel gato. El escuchar que había derrotado a su oponente fue música para sus oídos. Nunca había escuchado nada más hermoso. Sonrió un poco ante su oponente, ya había demostrado su superioridad, por que él, Kuro Yoichi, era superior a todos. La idea de su propia omnipotencia invadió su mente tanto que no escuchó nada de las palabras ajenas. Recobró su conciencia de imaginaciones de gobernación mundial cuando le preguntaba como hacía para ser tan rápido. No iría a decirle que había creado una optimización para su brazo con el único objetivo de ganarle al gato ni que si la pelea hubiese seguido él habría perdido al estar apagado el Overclocking - Tengo un brazo metálico que lanza fuego... y puedo hacer que sea rápido mediante ciencia... - mediante ciencia, esa era su único justificativo que daría, después de todo no revelaría algo que podría levantarle el ego a otra persona que no fuera él.
Kuro no podía regodearse en su propia victoria, alguien más quería pelear contra él, alguien que había visto un lanzallamas y no había huido. Y justo la velocidad del brazo había disminuido como efecto secundario del Overclocking. Dudaba poder pelear contra alguien así, pero no tenía opción, estaba demasiado encerrado en su propio ego como para darse cuenta de que estaba en desventaja en cuestión de velocidad - Dios... No me llames así... Aunque es un nombre cool... Prefiero Burning Fist para eso... Dios, no pensé en mi apodo... Necesito un apodo como marine... - ¿Cómo nunca había pensado en un apodo? Su ego era demasiado alto, pero un apodo nunca había surgido en su mente. Pelearía contra otro espadachín, solo que primero tenía que hacer unas cosas como apagar el líquido prendido fuego sobre el suelo y recargar su extintor para cuando terminase de usar su brazo. Con tener su brazo prendido fuego serviría, quería pelear con su mano prendida fuego.
- Dame 2 minutos... Que apago el fuego... - su búsqueda de un extintor no duró demasiado, con entrar a la a base y caminar por el primer pasillo ya podía verlo. Agarró el extintor y lo usó con los fuegos que parecían ser efectos secundarios de que Kuro combatiese. Una vez hizo esto lo utilizó para recargar la carga de extintor de su brazo. Finalizado esto todo parecía estar en calma, ya no había fuego pero si líquido de extintor que luego se evaporaría o algo así. Podía prender fuego a su brazo y apagarlo con la carga de líquido de extintor que había cargado recientemente, así que vencer a otro enemigo más no sería problema. Dejó el extintor en el suelo y se separó de este aproximadamente 10 metros para que no se involucrase en la pelea - Bueno, ataca cuando quieras... Pero te aviso, aún puedo usar mi lanzallamas y eso así que yo que tu tengo cuidado con eso... - a los ojos del cyborg aquel espadachín era solo un insecto, como todo el mundo menos él, pero eso siempre pasaba cuando ganaba una pelea y crecía su ego.
Kuro no podía regodearse en su propia victoria, alguien más quería pelear contra él, alguien que había visto un lanzallamas y no había huido. Y justo la velocidad del brazo había disminuido como efecto secundario del Overclocking. Dudaba poder pelear contra alguien así, pero no tenía opción, estaba demasiado encerrado en su propio ego como para darse cuenta de que estaba en desventaja en cuestión de velocidad - Dios... No me llames así... Aunque es un nombre cool... Prefiero Burning Fist para eso... Dios, no pensé en mi apodo... Necesito un apodo como marine... - ¿Cómo nunca había pensado en un apodo? Su ego era demasiado alto, pero un apodo nunca había surgido en su mente. Pelearía contra otro espadachín, solo que primero tenía que hacer unas cosas como apagar el líquido prendido fuego sobre el suelo y recargar su extintor para cuando terminase de usar su brazo. Con tener su brazo prendido fuego serviría, quería pelear con su mano prendida fuego.
- Dame 2 minutos... Que apago el fuego... - su búsqueda de un extintor no duró demasiado, con entrar a la a base y caminar por el primer pasillo ya podía verlo. Agarró el extintor y lo usó con los fuegos que parecían ser efectos secundarios de que Kuro combatiese. Una vez hizo esto lo utilizó para recargar la carga de extintor de su brazo. Finalizado esto todo parecía estar en calma, ya no había fuego pero si líquido de extintor que luego se evaporaría o algo así. Podía prender fuego a su brazo y apagarlo con la carga de líquido de extintor que había cargado recientemente, así que vencer a otro enemigo más no sería problema. Dejó el extintor en el suelo y se separó de este aproximadamente 10 metros para que no se involucrase en la pelea - Bueno, ataca cuando quieras... Pero te aviso, aún puedo usar mi lanzallamas y eso así que yo que tu tengo cuidado con eso... - a los ojos del cyborg aquel espadachín era solo un insecto, como todo el mundo menos él, pero eso siempre pasaba cuando ganaba una pelea y crecía su ego.
Kuro Yoichi
Hoja de personaje
Nivel:
(3/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Shotto Lynx Sáb Sep 03, 2016 10:09 am
Debí imaginar que Kuro Yoichi no me explicaría a detalle cómo había podido ser tan veloz en el combate. Su respuesta escueta era muy propia de él, pero el hecho de que tuviera incluso la gentileza de responderme fue suficiente para mí. Además, lo de "mediante ciencia" me bastaba. La tecnología, un recursos sin fronteras; cada vez aprendía más de ella, y más peligrosa se me hacía. Debía entenderla para poder enfrentarla en el futuro, bien que muchos piratas se valían de ella para salir airosos, no solo el cyborg que caminaba junto a mí.
De improviso, una tercera figura entró en la escena. El filo de su espada se encontró con el reflejo de los rayos solares. ¿Iba como hostil? Me tomó desprevenido, así que estuve a punto de llevar una mano a la empuñadura de las Twin Maidens para defenderme. Justo a tiempo reconocí al buen espadachín de Wano del día anterior: Takezo-san. Inspeccioné su rostro de decisión. No parecía el mismo de ayer, algo en él había cambiado. Quería combatir, parecía un fuego envolver su cuerpo marcando su determinación. Y antes me pareció una persona tranquila, mira cómo uno juzga por la portada demasiado pronto.
El reto era hacia Kuro, que parecía importarle medio rábano disparar su lanzallamas también en contra de Takezo. La situación era algo tensa, yo miraba a uno y a otro como en un pequeño partido de tenis. Aún más cuando el otro espadachín dejó claro que luego de terminar el primer combate, sería mi turno. Al menos me dejaba curarme primero.
— Takezo-san, debo expresar con sinceridad que mi combate con Kuro-san fue una excepción a uno de mis principios básicos, el de evitar la violencia a toda costa, nyan —dije respetuosamente, llevando una mano al pecho en señal de disculpa y agachando la cabeza— Si me disculpan, deseo la mejor de las fortunas para ambos en este encuentro. ¡La enfermería me espera, nyan! —proclamé con una sonrisa, y me empecé a alejar de los dos hombres. Antes de marcharme del todo me detuve, miré de reojo al cyborg y agregué— Por cierto, creo que Burning Fist es un apodo muy, pero que muy apropiado, Kuro-san —entonces continué mi camino, esperando que Takezo no insistiera con la idea de combatir.
Aunque, muy dentro de mí, recordaba los entrenamientos con mi maestro, vigorosos y honorables. No negaba que podría llegar a ser interesante volver a cruzar espadas con el poder de Wano, después de tanto tiempo. El pensamiento me hizo agudizar la sonrisa. Menos mal que nadie podía verla.
De improviso, una tercera figura entró en la escena. El filo de su espada se encontró con el reflejo de los rayos solares. ¿Iba como hostil? Me tomó desprevenido, así que estuve a punto de llevar una mano a la empuñadura de las Twin Maidens para defenderme. Justo a tiempo reconocí al buen espadachín de Wano del día anterior: Takezo-san. Inspeccioné su rostro de decisión. No parecía el mismo de ayer, algo en él había cambiado. Quería combatir, parecía un fuego envolver su cuerpo marcando su determinación. Y antes me pareció una persona tranquila, mira cómo uno juzga por la portada demasiado pronto.
El reto era hacia Kuro, que parecía importarle medio rábano disparar su lanzallamas también en contra de Takezo. La situación era algo tensa, yo miraba a uno y a otro como en un pequeño partido de tenis. Aún más cuando el otro espadachín dejó claro que luego de terminar el primer combate, sería mi turno. Al menos me dejaba curarme primero.
— Takezo-san, debo expresar con sinceridad que mi combate con Kuro-san fue una excepción a uno de mis principios básicos, el de evitar la violencia a toda costa, nyan —dije respetuosamente, llevando una mano al pecho en señal de disculpa y agachando la cabeza— Si me disculpan, deseo la mejor de las fortunas para ambos en este encuentro. ¡La enfermería me espera, nyan! —proclamé con una sonrisa, y me empecé a alejar de los dos hombres. Antes de marcharme del todo me detuve, miré de reojo al cyborg y agregué— Por cierto, creo que Burning Fist es un apodo muy, pero que muy apropiado, Kuro-san —entonces continué mi camino, esperando que Takezo no insistiera con la idea de combatir.
Aunque, muy dentro de mí, recordaba los entrenamientos con mi maestro, vigorosos y honorables. No negaba que podría llegar a ser interesante volver a cruzar espadas con el poder de Wano, después de tanto tiempo. El pensamiento me hizo agudizar la sonrisa. Menos mal que nadie podía verla.
Shotto Lynx
Hoja de personaje
Nivel:
(1/1)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Miyamoto Musashi Mar Sep 13, 2016 10:58 pm
La cálida mañana había superado en temperatura cualquiera para las horas de la madrugada, el cuartel de Shells Town seguía ardiendo en ganas de lucha, la gran mayoría de soldados aún no llegaba al campo de entrenamiento donde ya se había llevado un duelo que en cuestión de minutos había visto un espectáculo de pirotécnico en el que el mink gatuno y "mano negra" habían sido artífices, Takezo había observado todo y al acercarse había aclarado sus intenciones sobre ser el siguiente oponente, antes de que llegara alguien más.
El espadachín podía sentir como perfectamente el tipo del brazo mecánico, Kuro, no dudaría ni un segundo en la batalla, definitivamente era una bestia como el oriundo de wanokuni. Las intenciones habían sido puestas en la mesa y ahora lo que el contrario le solicitaba era un espacio de tiempo prudencial para la recarga de su armamento, era justo las heridas no iban a sanar de un momento a otro y probablemente el momento de la recarga no sería suficiente como para que su estado fisico volviese a ser el de minutos antes del agitado combate, ahora la situación los llevaba a continuar con la lucha. Se estiraba un poco, hacía rato había desenvainado una des sus espadas y la agitaba constantemente con el fin de calentar más, no tanto como, el ahora algo, chamuscado felino.
La distancia que el oponente había tomado había sido de 10 metros para una vez pasado el tiempo y desde la posición en que se encontraba sabía que el luchar contra algo del calibre de ese lanzallamas sería bastante complejo. Sus habilidades en cuanto a velocidad no podrían imitar a las del felino pero no podía evitar pensar que su absurdo plan le permitiría dar al menos un golpe y en ello radicaba sus únicas oportunidades de ganar, de eso dependía, del efecto sorpresa y del ser subestimado. Era bastante evidente por la actitud que el tipo lo hacía y no era algo nuevo, en todos sus años desde su prematura etapa como ronin joven y excesivamente agresivo al que solo le importaba ser "invencible bajo los cielos" aunque en estas condiciones tenía todas las de perder.
Empezaría a avanzar poco a poco hacía su rival a pasos cortos, solo con su espada hacía el frente en la derecha, tenía prisa pero probablemente su oponente aún más, Takezo había tenido un momento para pensar y aunque podía ser un salvaje suicida de momento no quería ser quemado de buenas a primeras alcanzaba a recorrer un metro a la espera de lo que hiciese el de la apagada mano por dos minutos. Tenía poco que decir, probablemente todo podría acabar en segundos para él y por eso primaba la concentración que de momento le envolvía como un dragón a su alrededor. Un movimiento.
El espadachín podía sentir como perfectamente el tipo del brazo mecánico, Kuro, no dudaría ni un segundo en la batalla, definitivamente era una bestia como el oriundo de wanokuni. Las intenciones habían sido puestas en la mesa y ahora lo que el contrario le solicitaba era un espacio de tiempo prudencial para la recarga de su armamento, era justo las heridas no iban a sanar de un momento a otro y probablemente el momento de la recarga no sería suficiente como para que su estado fisico volviese a ser el de minutos antes del agitado combate, ahora la situación los llevaba a continuar con la lucha. Se estiraba un poco, hacía rato había desenvainado una des sus espadas y la agitaba constantemente con el fin de calentar más, no tanto como, el ahora algo, chamuscado felino.
La distancia que el oponente había tomado había sido de 10 metros para una vez pasado el tiempo y desde la posición en que se encontraba sabía que el luchar contra algo del calibre de ese lanzallamas sería bastante complejo. Sus habilidades en cuanto a velocidad no podrían imitar a las del felino pero no podía evitar pensar que su absurdo plan le permitiría dar al menos un golpe y en ello radicaba sus únicas oportunidades de ganar, de eso dependía, del efecto sorpresa y del ser subestimado. Era bastante evidente por la actitud que el tipo lo hacía y no era algo nuevo, en todos sus años desde su prematura etapa como ronin joven y excesivamente agresivo al que solo le importaba ser "invencible bajo los cielos" aunque en estas condiciones tenía todas las de perder.
Empezaría a avanzar poco a poco hacía su rival a pasos cortos, solo con su espada hacía el frente en la derecha, tenía prisa pero probablemente su oponente aún más, Takezo había tenido un momento para pensar y aunque podía ser un salvaje suicida de momento no quería ser quemado de buenas a primeras alcanzaba a recorrer un metro a la espera de lo que hiciese el de la apagada mano por dos minutos. Tenía poco que decir, probablemente todo podría acabar en segundos para él y por eso primaba la concentración que de momento le envolvía como un dragón a su alrededor. Un movimiento.
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