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Creado por Artemis Jim Lun Oct 10, 2016 10:06 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Pug y yo estábamos siendo seguidos por una preocupante mujer. Aún así, estando en aquella costa, con algunos civiles transitando, me sentía lo suficientemente seguro para no andar con la guardia en alto. Ya estaba a punto de dar por desequilibrada pero inofensiva a Angela. No obstante, la miré de reojo cuando volvió a desvariar con otra de sus frases perturbadoras. Se refería a un manicomio. Pug y yo volvimos a compartir una mirada cómplice, estando silenciosamente de acuerdo en que la demencia de la chica era algo palpable. Quizá sería mejor simplemente darle la espalda y dejarla allí. Alguien la encontraría y sería ahora su problema, después de todo.
Sin embargo, ella me encaró, volviendo a hablar. Cuando mencionó lo de romperme el cráneo, ya podíamos estar bien seguros de que la brújula moral no le servía. ¿Era realmente una desequilibrada peligrosa? ¿Había cometido un error al dejarla pasear conmigo, tan campante? Pug lanzó un gruñido de advertencia. No imaginaba un golpe a traición tan espontáneo como el que vino a continuación. Componiendo una expresión de éxtasis que consiguió asustarme por primera vez desde que la conocía, atacó. Realmente lo hizo, y su patada fue tan veloz que no la vi venir. Se estrelló en mi pecho, y salí volando hacia atrás.
— ¡Agh... pero... q-qué...! —no podía respirar, lo único que supe fue que aterricé rodando por la arena, jadeando, adolorido... palpé mi costado débilmente, ¿tendría una costilla rota?
No podía pedir menos de Pug. Apenas su amo fue atacado, ladró con fuerza, dando un par de pasos hacia atrás antes de lanzarse como una bala en una embestida directa al estómago de Angela, buscando hacerle algo parecido a lo que me había hecho a mi. El golpe de Pug sería suficiente, además, para apartarla y guardar distancias, si es que era efectivo.
Las cosas se habían puesto de cabeza. ¿En qué estaba pensando esa demente? La gente podía verlos, y la Marina no dejaría que se perturbara el orden social de ésa forma. Pronto estarían allí, y eso no sería bueno para ninguno de los dos piratas.
Pug y yo estábamos siendo seguidos por una preocupante mujer. Aún así, estando en aquella costa, con algunos civiles transitando, me sentía lo suficientemente seguro para no andar con la guardia en alto. Ya estaba a punto de dar por desequilibrada pero inofensiva a Angela. No obstante, la miré de reojo cuando volvió a desvariar con otra de sus frases perturbadoras. Se refería a un manicomio. Pug y yo volvimos a compartir una mirada cómplice, estando silenciosamente de acuerdo en que la demencia de la chica era algo palpable. Quizá sería mejor simplemente darle la espalda y dejarla allí. Alguien la encontraría y sería ahora su problema, después de todo.
Sin embargo, ella me encaró, volviendo a hablar. Cuando mencionó lo de romperme el cráneo, ya podíamos estar bien seguros de que la brújula moral no le servía. ¿Era realmente una desequilibrada peligrosa? ¿Había cometido un error al dejarla pasear conmigo, tan campante? Pug lanzó un gruñido de advertencia. No imaginaba un golpe a traición tan espontáneo como el que vino a continuación. Componiendo una expresión de éxtasis que consiguió asustarme por primera vez desde que la conocía, atacó. Realmente lo hizo, y su patada fue tan veloz que no la vi venir. Se estrelló en mi pecho, y salí volando hacia atrás.
— ¡Agh... pero... q-qué...! —no podía respirar, lo único que supe fue que aterricé rodando por la arena, jadeando, adolorido... palpé mi costado débilmente, ¿tendría una costilla rota?
No podía pedir menos de Pug. Apenas su amo fue atacado, ladró con fuerza, dando un par de pasos hacia atrás antes de lanzarse como una bala en una embestida directa al estómago de Angela, buscando hacerle algo parecido a lo que me había hecho a mi. El golpe de Pug sería suficiente, además, para apartarla y guardar distancias, si es que era efectivo.
Las cosas se habían puesto de cabeza. ¿En qué estaba pensando esa demente? La gente podía verlos, y la Marina no dejaría que se perturbara el orden social de ésa forma. Pronto estarían allí, y eso no sería bueno para ninguno de los dos piratas.
- Acciones realizadas:
- - Jim recibe la patada. Sale volando 4 metros hacia atrás y cae. No se vuelve a levantar.
- Inmediatamente tras la patada ejecutada por Angela, Pug, encontrándose a 1 escaso metro de la chica, ataca su abdomen con:
Pug Tackle (Placaje de Pug) [Lv1]
Embestida contundente. La mascota toma impulso y se arroja contra el adversario, ladeando el cuerpo para evitar recibir daño de retroceso y conectar un golpe muy fuerte en la zona del rival que elija.
- Reposo: 2 turnos.
- Evolución: a partir de nivel 15, al hacer contacto con la embestida, se produce una onda de choque adicional capaz de lanzar al rival hacia atrás (solo empuja, no causa daño adicional); no se podrá lanzar a rivales de 3 metros o más de altura o que superen en 6 niveles al usuario.
- En reposo:
- - Pug Tackle: 0/2
Artemis Jim
Creado por Abai Serp Lun Oct 17, 2016 7:54 am
El destino era incierto, la crueldad de aquellos dos sujetos no tenía límites. Atacar a un pobre cocinero inocente, una desfachatez que pagarían con creces tarde o temprano; así fue como el combate había dado inicio, los golpes se intercambiaban al mismo tiempo que el agente de la justicia disfrutaba como un niño pequeño. Las manos del pelirrojo algo dañadas por los golpes ajenos habían permitido elevar su cuerpo para intentar propinar una patada.
– Perro a la plancha. –expresó mientras notaba como su talón impactaba en el animal-. No le gustaba pegar a animales, no se podía medir con ellos como gustaba pero así lo había querido el dios destino. Suerte la suya el no recibir el impacto en el rostro, había amortiguado la fuerza con las patas delanteras. Aquel perro tenía clase, poder y agilidad, era una bestia y así lo catalogaría en el gobierno tras aquel combate. La pregunta llegó justo cuando el cuerpo del agente tocó tierra firme. Elevó la mirada mostrando una nívea sonrisa sin perder de vista la otra peligrosa persona. – Soy un capitán pirata y si os gano os vendréis conmigo. –expresó como si aquello fuese una forma de reclutar tripulantes-.
Mentía pero tampoco era tan descabellada la idea, un pirata peleando contra otros piratas para hacerlos sus tripulantes. Girando su cuerpo notó como la presión de su costado aumentaba al recibir la patada de la joven de negro cabello. Aunque hubiese girado el cuerpo notó como el impacto acertaba, no de lleno al haberse girado pero lo suficiente como para lamentar no estar más atento. – A ti también te reclutaré después de pegarte. –expresó mientras agitó el puño derecho hacia delante-. Una finta, un simple gesto en falso para ocultar que realmente iba a impactar la suela de su zapato en el estómago de la muchacha, el intento de puñetazo no era otra cosa que una mentira como las que había dicho anteriormente.
– Perro a la plancha. –expresó mientras notaba como su talón impactaba en el animal-. No le gustaba pegar a animales, no se podía medir con ellos como gustaba pero así lo había querido el dios destino. Suerte la suya el no recibir el impacto en el rostro, había amortiguado la fuerza con las patas delanteras. Aquel perro tenía clase, poder y agilidad, era una bestia y así lo catalogaría en el gobierno tras aquel combate. La pregunta llegó justo cuando el cuerpo del agente tocó tierra firme. Elevó la mirada mostrando una nívea sonrisa sin perder de vista la otra peligrosa persona. – Soy un capitán pirata y si os gano os vendréis conmigo. –expresó como si aquello fuese una forma de reclutar tripulantes-.
Mentía pero tampoco era tan descabellada la idea, un pirata peleando contra otros piratas para hacerlos sus tripulantes. Girando su cuerpo notó como la presión de su costado aumentaba al recibir la patada de la joven de negro cabello. Aunque hubiese girado el cuerpo notó como el impacto acertaba, no de lleno al haberse girado pero lo suficiente como para lamentar no estar más atento. – A ti también te reclutaré después de pegarte. –expresó mientras agitó el puño derecho hacia delante-. Una finta, un simple gesto en falso para ocultar que realmente iba a impactar la suela de su zapato en el estómago de la muchacha, el intento de puñetazo no era otra cosa que una mentira como las que había dicho anteriormente.
- off-rol:
- Poitrine (Pecho): Una patada vertical y recta para golpear el pecho de su oponente. (Nivel 5)
Abai Serp
Hoja de personaje
Nivel:
(6/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
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