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Creado por Arekk D. Zenit Dom Dic 13, 2015 5:49 am
Recuerdo del primer mensaje :
-Que alguien como yo deba esconderse del Gobierno y la Marina es deleznable…- maldecía el anterior príncipe de Nadir, Arekk D. Zenit. Apoyado en una de las barandas del barco que habían robado en Nadir para escapar de la isla, el viento movía su larga cola de caballo. Observaba el horizonte, intentando pensar en como solucionar todos los problemas que sus decisiones habían provocado desde el momento en que se prometió con esa arpía de Lvneel. Ya se lo habían dicho, negarse a comprometerse o llevarle la contraria a la mujer podría provocar una guerra entre ambos reinos, de la cuál Nadir no saldría muy bien parada. No era un secreto que desde la firma de la paz entre ambos reinos, Nadir había bajado la guardia, mientras que Lvneel seguía armado hasta los dientes. El gobierno le proporcionaba soldados en caso de necesitarlos, y claramente los aceptaron, pues la presencia de agentes de la cipher pólice en Nadir el día del ataque no fue escasa -¿Me equivoqué al engañarla? ¿Qué habría sido de mi si ahora estuviera dándole un primogénito a esa mujer y no hubiera actuado como actué?- la mente de Arekk intentaba imaginar lo que podría haber ocurrido, lo que podría haber pasado, quizás como sería su vida ahora y como su padre estaría vivo en aquel momento, dándole consejos para gobernar el poderoso Nadir y quizás incluso Lvneel. Igualmente, el muchacho de rubios cabellos no estaba dispuesto a unir fuerzas con ese maldito reino que trataba a un héroe como un mentiroso.
La mente del muchacho lo llevaba hasta sus edades más tempranas, recordándole cuando se dedicaba a estudiar la medicina como en su día, el gran Noland Montblanc hizo igual que él. El sueño de querer convertirse en un héroe lo había formado como un chico positivo y enérgico, pero ahora, esos sueños habían desaparecido. Su único sueño era destruir Lvneel, arrasar la isla de la que salió la arpía que lo trató como a basura. Sus ojos se dirigían contra el camino que venía desde Nadir –ya tierra olvidada tres años atrás e inhabitable-, hasta Micqueot, la capital del vino. Días atrás, el grupo había bajado a hacerse con un buen cargamento de víveres. No habían provocado caos, ni destrucción, simplemente se acercaron a las viñas a por vino, y ante la negativa de vendérselo a un grupo de forasteros que parecían camorristas y mendigos, Arekk se vio frustrado y obligado a matar al Viñero. Se hicieron con un enorme cargamento de vino y enterraron el cuerpo del viñero en sus propias viñas, donde nadie lo encontraría si no se disponían a cavar durante largo tiempo. Arekk se sintió a gusto consigo mismo después de matar a aquel hombre y una sensación de placer recorrió su cuerpo durante horas, provocando incluso que tuviera que darse una larga ducha fría para calmar su cuerpo. ¿Tan raro era que una persona se pusiera cachonda al matar a otra? Durante años de búsqueda de la paz, el mancharse el cuerpo de sangre provoca un placer enorme.
Allí seguía el muchacho, en el barco, observando el horizonte. Cuando quiso darse la vuelta observó al joven Zorro que se encontraba junto a él. La verdad es que era una criatura extraña, pero verdaderamente amigable y apacible, con la que se podía conversar incluso de forma más pacífica que con cualquier otro ser… quizás sería por eso que a Arekk le encantó que se quisiera quedar en Nadir, incluso a pesar de sus constantes desapariciones. Lo más divertido de aquella criatura eran las descargas que misteriosamente podía descargar sobre sus adversarios, y lo que más odiaba era los castigos, cuando Arekk era más joven, que su padre le encomendaba al Zorro ponerle al muchacho. A veces sentía calambres solo de tocar las paredes debido a la sensación de recibir otro calambrazo -Julius… ¿piensas que hice bien en huir?- le preguntó al Zorro. El muchacho estaba confuso y no sabía que hacer o decir, quizás se hubiera equivocado al hacer todo lo que hizo, al comprometer a Evelyne en aquel marrón tan grande. Se sentía completamente culpable, pero ahora, solo deseaba una cosa… erradicar por completo al hombre que destruyó su mundo y a la mujer que arruinó su vida. Un suspiro apareció de entre sus labios y se apoyo de espaldas en la misma baranda, mirando esta vez hacia las profundidades de Micqueot.
Ya deseaba que se despertaran los demás para volver a bajar a la ciudad. Quizás a tomar algo, quizás a robar alguna que otra valiosa ración de vino o incluso a reclutar a algún valiente que se dignara a acompañarlos durante una larga travesía a hacerse más fuertes… Cuantos más sean y más poderosos, mayor probabilidad habrá de que Lvneel caiga ante sus manos… ya deseaba que el mundo lo observara ejecutar públicamente al hombre que destruyó su vida. Destruiría la suya y erradicaría su existencia.
Barco robado. Puerto Clandestino al Sur de Micqueot
-Que alguien como yo deba esconderse del Gobierno y la Marina es deleznable…- maldecía el anterior príncipe de Nadir, Arekk D. Zenit. Apoyado en una de las barandas del barco que habían robado en Nadir para escapar de la isla, el viento movía su larga cola de caballo. Observaba el horizonte, intentando pensar en como solucionar todos los problemas que sus decisiones habían provocado desde el momento en que se prometió con esa arpía de Lvneel. Ya se lo habían dicho, negarse a comprometerse o llevarle la contraria a la mujer podría provocar una guerra entre ambos reinos, de la cuál Nadir no saldría muy bien parada. No era un secreto que desde la firma de la paz entre ambos reinos, Nadir había bajado la guardia, mientras que Lvneel seguía armado hasta los dientes. El gobierno le proporcionaba soldados en caso de necesitarlos, y claramente los aceptaron, pues la presencia de agentes de la cipher pólice en Nadir el día del ataque no fue escasa -¿Me equivoqué al engañarla? ¿Qué habría sido de mi si ahora estuviera dándole un primogénito a esa mujer y no hubiera actuado como actué?- la mente de Arekk intentaba imaginar lo que podría haber ocurrido, lo que podría haber pasado, quizás como sería su vida ahora y como su padre estaría vivo en aquel momento, dándole consejos para gobernar el poderoso Nadir y quizás incluso Lvneel. Igualmente, el muchacho de rubios cabellos no estaba dispuesto a unir fuerzas con ese maldito reino que trataba a un héroe como un mentiroso.
La mente del muchacho lo llevaba hasta sus edades más tempranas, recordándole cuando se dedicaba a estudiar la medicina como en su día, el gran Noland Montblanc hizo igual que él. El sueño de querer convertirse en un héroe lo había formado como un chico positivo y enérgico, pero ahora, esos sueños habían desaparecido. Su único sueño era destruir Lvneel, arrasar la isla de la que salió la arpía que lo trató como a basura. Sus ojos se dirigían contra el camino que venía desde Nadir –ya tierra olvidada tres años atrás e inhabitable-, hasta Micqueot, la capital del vino. Días atrás, el grupo había bajado a hacerse con un buen cargamento de víveres. No habían provocado caos, ni destrucción, simplemente se acercaron a las viñas a por vino, y ante la negativa de vendérselo a un grupo de forasteros que parecían camorristas y mendigos, Arekk se vio frustrado y obligado a matar al Viñero. Se hicieron con un enorme cargamento de vino y enterraron el cuerpo del viñero en sus propias viñas, donde nadie lo encontraría si no se disponían a cavar durante largo tiempo. Arekk se sintió a gusto consigo mismo después de matar a aquel hombre y una sensación de placer recorrió su cuerpo durante horas, provocando incluso que tuviera que darse una larga ducha fría para calmar su cuerpo. ¿Tan raro era que una persona se pusiera cachonda al matar a otra? Durante años de búsqueda de la paz, el mancharse el cuerpo de sangre provoca un placer enorme.
Allí seguía el muchacho, en el barco, observando el horizonte. Cuando quiso darse la vuelta observó al joven Zorro que se encontraba junto a él. La verdad es que era una criatura extraña, pero verdaderamente amigable y apacible, con la que se podía conversar incluso de forma más pacífica que con cualquier otro ser… quizás sería por eso que a Arekk le encantó que se quisiera quedar en Nadir, incluso a pesar de sus constantes desapariciones. Lo más divertido de aquella criatura eran las descargas que misteriosamente podía descargar sobre sus adversarios, y lo que más odiaba era los castigos, cuando Arekk era más joven, que su padre le encomendaba al Zorro ponerle al muchacho. A veces sentía calambres solo de tocar las paredes debido a la sensación de recibir otro calambrazo -Julius… ¿piensas que hice bien en huir?- le preguntó al Zorro. El muchacho estaba confuso y no sabía que hacer o decir, quizás se hubiera equivocado al hacer todo lo que hizo, al comprometer a Evelyne en aquel marrón tan grande. Se sentía completamente culpable, pero ahora, solo deseaba una cosa… erradicar por completo al hombre que destruyó su mundo y a la mujer que arruinó su vida. Un suspiro apareció de entre sus labios y se apoyo de espaldas en la misma baranda, mirando esta vez hacia las profundidades de Micqueot.
Ya deseaba que se despertaran los demás para volver a bajar a la ciudad. Quizás a tomar algo, quizás a robar alguna que otra valiosa ración de vino o incluso a reclutar a algún valiente que se dignara a acompañarlos durante una larga travesía a hacerse más fuertes… Cuantos más sean y más poderosos, mayor probabilidad habrá de que Lvneel caiga ante sus manos… ya deseaba que el mundo lo observara ejecutar públicamente al hombre que destruyó su vida. Destruiría la suya y erradicaría su existencia.
Arekk D. Zenit
Hoja de personaje
Nivel:
(8/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Rocky Z Mar Dic 22, 2015 11:29 am
Aquella conversación sobre el asunto de la palabra más incoherente del diccionario parecía no tener fin. La verdad disfrutaba, o lo que pudiese divertir a un cachivache de acero, aquella pequeña discusión que no tenía ningún objetivo, tan solo debatir el por qué del origen de esa palabra como insulto -La verdad, yo tampoco entiendo porque usarlo de forma insultante. Los humanos son idiotas- esa era su más auténtica opinión al respecto. Él ya había dejado su humanidad a un lado, ya no pertenecía a aquella estirpe en decadencia, ahora pertenecía a una raza superior, aunque con algunas carencias, como por ejemplo que no podía dormir, comer o amar. Pero para alguien que nunca llegó a apreciar todo aquello le era más bien irrelevante. Sobre todo el hecho de amar, por lo que no solía entrar a cuchillo en la conversación acerca de la anterior prometida de Arekk, pues no entendía nada acerca de las relaciones. No le hacía falta.
En eso se percató, después de divagar en varias cosas mentales de pacifista que no entenderíais, de que Arekk y el Zorro habían comenzado a hablar del origen de aquel animal tan particular. La verdad, en cualquier otro momento le hubiera reventado de una patada al ver que una alimaña como un zorro estaba hablando, pero después de su primer encuentro -en el que se llevó un buen calambre por querer dañarle sin antes preguntar- se había tenido que acostumbrar que un ser no humano estuviera hablando con él. En fin, que me voy del tema. Arekk le había sacado sus dos orígenes, el de la casa de esclavos y Zou. Tras ver varias noches como el animal sufría en sueños por, seguramente, recuerdos del primer lugar, prefirió no entrar en el tema. Tan solo se mantuvo a un lado, escuchando como hablaban. Luego, al pasar a hablar de un Elefante gigante que creaba animales cargados eléctricamente por alguna zona que no quiso preguntar, se interesó al escuchar la palabra "Depravación" -¿Qué cojones hacemos nosotros en los putos Mares Cardinales robando vino? ¡Cambia el rumbo y vamos a ese puto lugar maravilloso!- decía con los ojos iluminados -literalmente- por la idea de apostar, beber y juguetear con damas. Aunque fuera un robot tenía sus impulsos y sus metas en la vida. Para más información de como realiza el acto sexual un robot, habladlo con Arekk, el tiene las instrucciones de Rocky.
Y ahora era el momento en que llegaron las dos entradas de los últimos reclutas hasta el momento (Mirad el próximo capitulo de nuestras aventuras para descubrir a la mujer que quiere matar a Arekk. No os lo perdáis). Primero fue el ninja, aquel ser más particular por encima de un maldito zorro que habla y de un hombre de metal. Aquel tío que le divierte asustar a otros yendo detrás de ellos, en las sombras. En Europa a esto se llama pederasta. Pero no lo veamos como un violador más, sino como un asesino en serie. En la serie de difuntos si no se hubiera percatado de quien era. El sistema de Rocky se activó en modo de combate y le apuntó con el brazo lanzallamas a la cara -Exterminar- anunció como si su IA hubiera dejado de funcionar para entrar en combate. Sus ojos analizaron rápidamente al sujeto para que el cuerpo del pacifista se acabase relajando -Me cago en todos los dioses existentes, muertos y los que quedan por existir- liberó llevándose sus manos a la cara -Un segundo más y ahora Arekk tendría un pollo asado en vez de un soldado de las sombras- murmuró y suspiró, apoyándose en el hombro del rubio. Fue justo antes de percatarse de quien había entrado.
Sus miradas se cruzaron. Eran como el fuego y el hielo. Como el sol y la luna. Como el perro y el gato con rabia. Desde los ojos de Rocky saltaron chispas -de nuevo, literalmente- al ver de quien se trataba -La que faltaba...- musitó con rabia en sus palabras. Ella parecía que le tenía algo de recelo por el simple hecho de que al pacifista le gustaba ver a la gente como dormía. A él simplemente es que le caía mal. Era el único que no confiaba en ella, seguramente. No confiaba en una mujer y mucho menos en una tripulación. Eran objeto de debilidad y de búsqueda de problemas. El hombre más fuerte del mundo podría morir por proteger a una mujer o por enfrentarse a un ejército entero que la ha capturado. ¡Mirad Aquiles! Bueno, ahí actuaron más factores, pero me entendéis. Le veía en los ojos que les iba a generar problemas, por lo que no quería que se acercase tanto a Arekk. ¿Era mejor que la princesa de Lvneel? Sí, pero aún así era una mujer. Una mujer que se había acercado a un príncipe. Si fuera al revés, sería hasta bonito, todo Disney funciona así, pero una mujer pirata que va a por un príncipe... ¡Huele a engaño!
Solo quedaba hablar de los planes para aquella redada de robo de vino, y era mejor que le ocupara la mente a Rocky antes de que la perdiera pensando en las posibilidades de que aquella mujer les traicionara. En el fondo la aceptaba como una más en la banda, pero sus orígenes como niño pijo le provocaban que hubiera cierto desprecio. Por lo que, como había hecho estos tres meses anteriores, la seguiría muy de cerca para provarla en el campo de batalla. Al menos si les fallaba les podría a decir a todos "Lo sabía" mientras hacía su baile del triunfo.
En eso se percató, después de divagar en varias cosas mentales de pacifista que no entenderíais, de que Arekk y el Zorro habían comenzado a hablar del origen de aquel animal tan particular. La verdad, en cualquier otro momento le hubiera reventado de una patada al ver que una alimaña como un zorro estaba hablando, pero después de su primer encuentro -en el que se llevó un buen calambre por querer dañarle sin antes preguntar- se había tenido que acostumbrar que un ser no humano estuviera hablando con él. En fin, que me voy del tema. Arekk le había sacado sus dos orígenes, el de la casa de esclavos y Zou. Tras ver varias noches como el animal sufría en sueños por, seguramente, recuerdos del primer lugar, prefirió no entrar en el tema. Tan solo se mantuvo a un lado, escuchando como hablaban. Luego, al pasar a hablar de un Elefante gigante que creaba animales cargados eléctricamente por alguna zona que no quiso preguntar, se interesó al escuchar la palabra "Depravación" -¿Qué cojones hacemos nosotros en los putos Mares Cardinales robando vino? ¡Cambia el rumbo y vamos a ese puto lugar maravilloso!- decía con los ojos iluminados -literalmente- por la idea de apostar, beber y juguetear con damas. Aunque fuera un robot tenía sus impulsos y sus metas en la vida. Para más información de como realiza el acto sexual un robot, habladlo con Arekk, el tiene las instrucciones de Rocky.
Y ahora era el momento en que llegaron las dos entradas de los últimos reclutas hasta el momento (Mirad el próximo capitulo de nuestras aventuras para descubrir a la mujer que quiere matar a Arekk. No os lo perdáis). Primero fue el ninja, aquel ser más particular por encima de un maldito zorro que habla y de un hombre de metal. Aquel tío que le divierte asustar a otros yendo detrás de ellos, en las sombras. En Europa a esto se llama pederasta. Pero no lo veamos como un violador más, sino como un asesino en serie. En la serie de difuntos si no se hubiera percatado de quien era. El sistema de Rocky se activó en modo de combate y le apuntó con el brazo lanzallamas a la cara -Exterminar- anunció como si su IA hubiera dejado de funcionar para entrar en combate. Sus ojos analizaron rápidamente al sujeto para que el cuerpo del pacifista se acabase relajando -Me cago en todos los dioses existentes, muertos y los que quedan por existir- liberó llevándose sus manos a la cara -Un segundo más y ahora Arekk tendría un pollo asado en vez de un soldado de las sombras- murmuró y suspiró, apoyándose en el hombro del rubio. Fue justo antes de percatarse de quien había entrado.
Sus miradas se cruzaron. Eran como el fuego y el hielo. Como el sol y la luna. Como el perro y el gato con rabia. Desde los ojos de Rocky saltaron chispas -de nuevo, literalmente- al ver de quien se trataba -La que faltaba...- musitó con rabia en sus palabras. Ella parecía que le tenía algo de recelo por el simple hecho de que al pacifista le gustaba ver a la gente como dormía. A él simplemente es que le caía mal. Era el único que no confiaba en ella, seguramente. No confiaba en una mujer y mucho menos en una tripulación. Eran objeto de debilidad y de búsqueda de problemas. El hombre más fuerte del mundo podría morir por proteger a una mujer o por enfrentarse a un ejército entero que la ha capturado. ¡Mirad Aquiles! Bueno, ahí actuaron más factores, pero me entendéis. Le veía en los ojos que les iba a generar problemas, por lo que no quería que se acercase tanto a Arekk. ¿Era mejor que la princesa de Lvneel? Sí, pero aún así era una mujer. Una mujer que se había acercado a un príncipe. Si fuera al revés, sería hasta bonito, todo Disney funciona así, pero una mujer pirata que va a por un príncipe... ¡Huele a engaño!
Solo quedaba hablar de los planes para aquella redada de robo de vino, y era mejor que le ocupara la mente a Rocky antes de que la perdiera pensando en las posibilidades de que aquella mujer les traicionara. En el fondo la aceptaba como una más en la banda, pero sus orígenes como niño pijo le provocaban que hubiera cierto desprecio. Por lo que, como había hecho estos tres meses anteriores, la seguiría muy de cerca para provarla en el campo de batalla. Al menos si les fallaba les podría a decir a todos "Lo sabía" mientras hacía su baile del triunfo.
Rocky Z
Hoja de personaje
Nivel:
(1/1)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Arekk D. Zenit Jue Dic 24, 2015 8:14 am
Una conversación sin sentido estaba teniendo lugar en la cubierta de aquel barco. Aún a pesar de haber abandonado un poco el tema de la prometida de Arekk, el zorro parecía responder ante la definición de la palabra Zorra, y antes, el propio Arekk había dicho que en su día aquella mujer descansaría en paz, la verdad es que el propio rubio no podría olvidar el rostro de aquella mujer, no porque fuera hermosa, ni por otras razones que tuvieran que ver con su físico o su personalidad, no, simplemente la recordaría siempre como la mujer que hundió su vida y la convirtió en lo que es hoy, una espiral de oscuridad. Ahora mismo, el rubio solo pensaba en alejarse de Lvneel hasta el día que pudiera regresar y destruir al hombre que destruyó su hogar y a la mujer que lo convirtió en un monstruo. Sus ojos se centraron un momento en el trozo de tela que hondeaba en lo alto del mástil. Aquella bandera negra con una calavera y unos huesos en forma de Z provocaron que su propia mente le obligara a llorar, pero sus ojos no derramaron una sola lágrima en ese momento... ni en ninguno. ¿Qué representaba aquella bandera? La leyenda de la Familia Zenit, los cuáles habían portado esa bandera antaño, en los mares más peligrosos, y se había convertido en hombres y mujeres famosos... pero siempre del lado de la piratería.. extraño, pero cierto.
De pronto, y sin que el propio rubio lo sintiera del todo, algo comenzó a caer del cielo, escuchó el silbido que todo objeto hace al caer, pero con el equilibrio de un mono y el silencio de una golondrina, cayó delante suya el hombre que anteriormente había sido reclamado por el cyborg. Había resultado bastante interesante ver como al preguntar por él aparecía, pero estaba claro, era un hombre fascinante, y se había convertido en un hermano más de aquel grupo tan variopinto -¡¡Kaín, Maldita sea!!- gritó el rubio con un gesto de susto impresionante al notar como aquel hombre había caído sin hacerse daño desde lo alto del mástil -Mira, se que tienes que ser sigiloso y todo eso, pero con tus enemigos... ¡No con nosotros!- en menos de un momento observó como el Cyborg levantaba su mano y se disponía a incinerar al Ninja, por lo que el rubio alzó la mano y se dispuso a pronunciar en Lengua Antigua de Nadir las palabras para evitar que aquello ocurriera -Banna...- sin poder terminar, observó como el propio Cyborg bajaba su mano, lo que significaba que él mismo se había podido autocontrolar, por lo que seguramente en un futuro no haría falta ni siquiera que Arekk utilizara los comandos, algo que le impresionaba -Bueno... vayamos directamente al gra...-
El golpe de una puerta avisó a Arekk de la llegada de una ultima persona, y esas palabras, esa voz, era como si le llamaran. Durante un segundo observó a la persona que recién acababa de llegar, y no le hizo falta observarla del todo bien, pues con un simple vistazo bastó para saber quien era -Eve..- susurró el rubio observando como se colocaba en la barandilla sentada, con las piernas cruzadas y junto a él. Simplemente dio un golpecito en la rodilla de ella como señalando que había hecho bien en salir en aquel momento, ya que ahora era cuando iban a hablar de los planes al cien por cien, pero antes, Arekk le dedicó a la pelirroja unas palabras en respuesta a lo que ella misma aclaró -Eso queda en tus manos, pero dejemos ese tema, por favor- le dijo para mirar a los chicos y contarles algo que no sabían, bueno, Evelyne si, pero no los demás -Tenemos un contacto en Micqueot. Se trata de un viejo amigo de Evelyne, no lo he visto en persona pero pertenecía a la Naval de Nadir y viajaba junto a Alexander- era posible que el hecho de nombrar al padre de Evelyne pudiera provocar en ella algún recuerdo doloroso, pero debían saber quien era -Nos ha informado acerca de la llegada del Oro de Micqueot, sobre a quien le van a comprar el vino, y acerca de cuantos guardias suelen ser los que protegen el dinero... No suelen pasar de cinco- el rubio miró al Zorro y a Kaín -Aquí entráis vosotros. Solo id a las viñas, no tiene perdida, matad al viñero y a su acompañante y disfrazaos, da igual si uno se viste de Viñero o de Acompañante, no importa... – dijo respondiendo a las preguntas que el Zorro hizo -La cosa es que no deben saber que es un robo- Arekk miró el sol -Aún quedará un poco... puede que una hora o así-
De pronto, y sin que el propio rubio lo sintiera del todo, algo comenzó a caer del cielo, escuchó el silbido que todo objeto hace al caer, pero con el equilibrio de un mono y el silencio de una golondrina, cayó delante suya el hombre que anteriormente había sido reclamado por el cyborg. Había resultado bastante interesante ver como al preguntar por él aparecía, pero estaba claro, era un hombre fascinante, y se había convertido en un hermano más de aquel grupo tan variopinto -¡¡Kaín, Maldita sea!!- gritó el rubio con un gesto de susto impresionante al notar como aquel hombre había caído sin hacerse daño desde lo alto del mástil -Mira, se que tienes que ser sigiloso y todo eso, pero con tus enemigos... ¡No con nosotros!- en menos de un momento observó como el Cyborg levantaba su mano y se disponía a incinerar al Ninja, por lo que el rubio alzó la mano y se dispuso a pronunciar en Lengua Antigua de Nadir las palabras para evitar que aquello ocurriera -Banna...- sin poder terminar, observó como el propio Cyborg bajaba su mano, lo que significaba que él mismo se había podido autocontrolar, por lo que seguramente en un futuro no haría falta ni siquiera que Arekk utilizara los comandos, algo que le impresionaba -Bueno... vayamos directamente al gra...-
El golpe de una puerta avisó a Arekk de la llegada de una ultima persona, y esas palabras, esa voz, era como si le llamaran. Durante un segundo observó a la persona que recién acababa de llegar, y no le hizo falta observarla del todo bien, pues con un simple vistazo bastó para saber quien era -Eve..- susurró el rubio observando como se colocaba en la barandilla sentada, con las piernas cruzadas y junto a él. Simplemente dio un golpecito en la rodilla de ella como señalando que había hecho bien en salir en aquel momento, ya que ahora era cuando iban a hablar de los planes al cien por cien, pero antes, Arekk le dedicó a la pelirroja unas palabras en respuesta a lo que ella misma aclaró -Eso queda en tus manos, pero dejemos ese tema, por favor- le dijo para mirar a los chicos y contarles algo que no sabían, bueno, Evelyne si, pero no los demás -Tenemos un contacto en Micqueot. Se trata de un viejo amigo de Evelyne, no lo he visto en persona pero pertenecía a la Naval de Nadir y viajaba junto a Alexander- era posible que el hecho de nombrar al padre de Evelyne pudiera provocar en ella algún recuerdo doloroso, pero debían saber quien era -Nos ha informado acerca de la llegada del Oro de Micqueot, sobre a quien le van a comprar el vino, y acerca de cuantos guardias suelen ser los que protegen el dinero... No suelen pasar de cinco- el rubio miró al Zorro y a Kaín -Aquí entráis vosotros. Solo id a las viñas, no tiene perdida, matad al viñero y a su acompañante y disfrazaos, da igual si uno se viste de Viñero o de Acompañante, no importa... – dijo respondiendo a las preguntas que el Zorro hizo -La cosa es que no deben saber que es un robo- Arekk miró el sol -Aún quedará un poco... puede que una hora o así-
Arekk D. Zenit
Hoja de personaje
Nivel:
(8/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Kaín Moarimikashi Mar Dic 29, 2015 1:59 pm
¿Tres años? Quería decir tres meses. Sí, fueron tres meses arrebatados de sus propias vidas que se sintieron como tres años de verdad, como si un ente superior a ellos se hubiese equivocado impartiendo el tiempo que debía pasar para aquél pintoresco grupo. Pero bueno, después de perder todo lo que para ellos era su vida no importaba perder tres meses o tres años, ¿verdad? La única diferencia es que todavía tenían muy reciente todo lo sucedido, de ahí que ni una sola conversación pudiese llevarse a cabo si que alguno de ellos dijese una sola palabra sobre lo acontecido. Y aún habiendo pasado tanto tiempo todos se veían sorprendidos cuando Kaín hacía una de sus entradas. Aveces el sigilo era un problema.
Primero su cabeza se giró hacia el zorro, casi caía por su culpa... aunque en realidad era culpa del animal, por sentarse ahí, pero bueno. -Disculpa pequeñín.- Le decía mientras hacía lo propio, lo mismo que los demás, le acariciaba la cabeza... con la delicadeza de la mano de un cirujano, aveces el mismo Kaín se preguntaba si no llevaba esas cosas al extremo, pero bueno, era su forma de ser y por eso le queremos. Mientras tanto un arma le apuntaba al rostro, era la de aquél particular Cyborg que llevaban a bordo, Kaín confiaba en que su compañero de viaje le reconociese antes de apretar el gatillo del lanzallamas.... ¿Qué hubiese pasado de no ser así? Bueno, ahora Kaín se camuflaría mejor en la oscuridad. Saludó a la mujer de abordo, la compañera sentimental de Arekk, y finalmente se dirigió a este último. -Ya, bueno, no es como si fuese algo que pueda cambiar, pero lo intentaré.- Respondía ante su petición de ser algo menos “delicado” a la hora de acercarse al grupo, aunque ni él mismo podía negar que las impresiones de sus compañeros al llegar de esa forma se le hacían bastante divertidas.
Nuevamente, retomando el tema del plan, Kaín escuchaba atentamente y realizaba alguna que otra pregunta curiosa. -¿Robaremos también el dinero del pago por el vino? ¿Qué sucederá si descubren que es un robo?-
Primero su cabeza se giró hacia el zorro, casi caía por su culpa... aunque en realidad era culpa del animal, por sentarse ahí, pero bueno. -Disculpa pequeñín.- Le decía mientras hacía lo propio, lo mismo que los demás, le acariciaba la cabeza... con la delicadeza de la mano de un cirujano, aveces el mismo Kaín se preguntaba si no llevaba esas cosas al extremo, pero bueno, era su forma de ser y por eso le queremos. Mientras tanto un arma le apuntaba al rostro, era la de aquél particular Cyborg que llevaban a bordo, Kaín confiaba en que su compañero de viaje le reconociese antes de apretar el gatillo del lanzallamas.... ¿Qué hubiese pasado de no ser así? Bueno, ahora Kaín se camuflaría mejor en la oscuridad. Saludó a la mujer de abordo, la compañera sentimental de Arekk, y finalmente se dirigió a este último. -Ya, bueno, no es como si fuese algo que pueda cambiar, pero lo intentaré.- Respondía ante su petición de ser algo menos “delicado” a la hora de acercarse al grupo, aunque ni él mismo podía negar que las impresiones de sus compañeros al llegar de esa forma se le hacían bastante divertidas.
Nuevamente, retomando el tema del plan, Kaín escuchaba atentamente y realizaba alguna que otra pregunta curiosa. -¿Robaremos también el dinero del pago por el vino? ¿Qué sucederá si descubren que es un robo?-
Kaín Moarimikashi
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
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Creado por Evelyne Petrova Jue Dic 31, 2015 1:02 pm
Poso su mirada en cada uno de los miembros de aquella particular tripulación, que en su mayoría se habían declarado como su familia durante los últimos meses, deposito su atención primero en Kain, pocas veces había mantenido una conversación con él las cuales no pasaban de pocas y breves palabras, pero su presencia le era tan ajena en sí, que no le molestaba, en parte le recordaba a uno de los marines de su padre, lo que le daba cierto aire de nostalgia. Con rapidez se giró hacia el cybor pervertido al escuchar su agradable saludo “La que faltaba…” denotando como este le observaba con un claro y ya común desprecio y molestia, lo que simplemente la obligo a sonreírle con sarcasmo antes de sentarse al lado del rubio. Realmente lo único que le molestaba del robot era que se mantuviera de pie observándoles mientras dormían, más allá de eso no tenía problema con él, puesto realmente no le importaba. Pero por otra parte la creciente molestia y desconfianza que él sentía hacia ella, solo conseguía divertirla, y acrecentar aún más la idea de que el autómata estaba enamorado de Arekk y que por eso la detestaba tanto. Después de todo la envidia y los celos, siempre son algo peligroso (?).
Finalmente su atención fue hacia Julius, a quien le sonrió con sinceridad, encogiéndose de hombros levemente ante su pregunta, restándole importancia mientras realizaba un leve movimiento con una de sus manos, acomodándose en la barandilla.
- Solo un arreglo temporal, Juls… -Musito divertida, puesto sabía que aquel molesto compás para ella, era por el contrario algo relajante para el zorro- Estará sonando nuevamente por la noche…
Declaro con calma, volviendo su mirada hacia Arekk al sentir el tacto de este sobre su rodilla, a lo que apego tenuemente su cuerpo a su espalda mientras le escuchaba, ante su respuesta, desvió su mirada con cierta molestia, ella solo había hecho un perfecto comentario a un tema que ellos llevaban tratando hace minutos, sino quería hablar al respecto que simplemente dejara de matar sus mañanas con la mención de prostitutas baratas. Se mantuvo en completo silencio mientras el “capitán” daba la información sobre Dorian, lo que la obligo a esbozar una tenue sonrisa ante el recuerdo de su buen amigo.
Volvió su atención hacia Kain al escuchar su pregunta, a lo que ladeo su cabeza mientras su sonrisa se acrecentaba con cierta emoción, ya llevaban demasiado tiempo quietos y eso comenzaba a molestarle de sobremanera, necesitaba ponerse en movimiento, había tenido una mañana demasiado tranquila. Sino salían pronto de seguro comenzaría a recorrer el barco de un lado a otro.
- Robaremos todo… -Respondió rápidamente ante las dudas del “ninja”, mientras se cruzaba de brazos hablando con completo convencimiento- Para cuando descubran lo que está sucediendo, ya será demasiado tarde… -Y así realmente lo creía.
Finalmente su atención fue hacia Julius, a quien le sonrió con sinceridad, encogiéndose de hombros levemente ante su pregunta, restándole importancia mientras realizaba un leve movimiento con una de sus manos, acomodándose en la barandilla.
- Solo un arreglo temporal, Juls… -Musito divertida, puesto sabía que aquel molesto compás para ella, era por el contrario algo relajante para el zorro- Estará sonando nuevamente por la noche…
Declaro con calma, volviendo su mirada hacia Arekk al sentir el tacto de este sobre su rodilla, a lo que apego tenuemente su cuerpo a su espalda mientras le escuchaba, ante su respuesta, desvió su mirada con cierta molestia, ella solo había hecho un perfecto comentario a un tema que ellos llevaban tratando hace minutos, sino quería hablar al respecto que simplemente dejara de matar sus mañanas con la mención de prostitutas baratas. Se mantuvo en completo silencio mientras el “capitán” daba la información sobre Dorian, lo que la obligo a esbozar una tenue sonrisa ante el recuerdo de su buen amigo.
Volvió su atención hacia Kain al escuchar su pregunta, a lo que ladeo su cabeza mientras su sonrisa se acrecentaba con cierta emoción, ya llevaban demasiado tiempo quietos y eso comenzaba a molestarle de sobremanera, necesitaba ponerse en movimiento, había tenido una mañana demasiado tranquila. Sino salían pronto de seguro comenzaría a recorrer el barco de un lado a otro.
- Robaremos todo… -Respondió rápidamente ante las dudas del “ninja”, mientras se cruzaba de brazos hablando con completo convencimiento- Para cuando descubran lo que está sucediendo, ya será demasiado tarde… -Y así realmente lo creía.
Evelyne Petrova
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Creado por Julius Fox Sáb Ene 02, 2016 3:24 pm
No había nada mejor que hacer, así que sin apenas darse cuenta volvió a comenzaron con el vaivén de sus piernas mientras permanecía sujeto a la barandilla, simplemente estando allí mientras su cola describía un ocho tumbado prácticamente a la perfección. En verdad, tener cola era un lujo ¿Cómo podían vivir los humanos sin ella? Que suplicio. El caso es, todos habían reaccionado de una forma parecida a la del zorro en función a su entrada triunfal y trasversal haciendo tirabuzones en el aire y todo eso Postureo puro y duro. Le hizo mucha gracia, sobretodo, la reacción de la tostadora, pues estuvo a punto de asarlo vivo… ¿Sería raro si digo que pensar en ello le abrió el apetito? ¿Si, no? Pues me lo ahorro. El caso es que inclusive el mismo Arekk había reaccionado ante tal acción, generando que el pequeño zorro soltase una carcajada al final mientras observaba como todos tenían el corazón en el pecho. –Di que no Kaín, si no hicieras ese tipo de entradas le quitarías toda la emoción al día a día en el barco- Por mucho que le infartase, se divertía verlo haciendo piruetas, o haciendo la postura del loto en el mástil. Algún día seguro que se camuflaba con la pared con un papel pintado de la misma tonalidad como en las películas y mataba de un ataque al corazón a quien se pusiera en su camino.
Luego miro a la mujer pelirroja que depósito una caricia como gesto de amistad en la cabeza del zorro ¿Tan mullido y suave era su pelo para los humanos que no podían dejar de acariciarlo? Ahora entendía por qué su madre tenía tanto éxito en Dressrosa. Desvió la mirada hacia otro punto, y deslizo una mano por su cabello ligeramente –Si te molesta puedo quitarlo. No me importa- “Puedo encontrar otra cosa que escuchar por las noches”. Siempre había querido construir una caja de música, igual era un buen momento para comenzar con ello. Solo serian dos noches ¿Qué más daba? No podía ser tan difícil construir una ¿Cierto? Solo necesitaba una caja, metal (Probablemente latón) para poder hacer los filamentos puntiagudos que emitían el sonido en la misma). No podía ser muy complicado.
Y entonces volvió a hablar Arekk, volviendo a repasar el plan. Si, el plan había quedado claro, pero eso no le solucionaba el problema. Volvió a realizar el gesto una vez más englobando su propio cuerpo y el del ninja, a ver si caía de una vez en que el zorro, se disfrazase o no, seguía siendo un zorro. Eso no podía cambiarlo un trajecito más o menos. Ladeo la cabeza al escuchar –Sigo sin entender porque no tienen que saber que es un robo, si van a morir igual no creo que importe mucho ¿No?- Pregunto, ladeando la cabeza –lo veo una pérdida de tiempo, acabaríamos antes matándolos conforme aparezca- Frunció ligeramente el ceño -¿Y no los vais a interceptar? ¿Entonces el disfraz es solo “si se diera el caso”?-
Luego miro a la mujer pelirroja que depósito una caricia como gesto de amistad en la cabeza del zorro ¿Tan mullido y suave era su pelo para los humanos que no podían dejar de acariciarlo? Ahora entendía por qué su madre tenía tanto éxito en Dressrosa. Desvió la mirada hacia otro punto, y deslizo una mano por su cabello ligeramente –Si te molesta puedo quitarlo. No me importa- “Puedo encontrar otra cosa que escuchar por las noches”. Siempre había querido construir una caja de música, igual era un buen momento para comenzar con ello. Solo serian dos noches ¿Qué más daba? No podía ser tan difícil construir una ¿Cierto? Solo necesitaba una caja, metal (Probablemente latón) para poder hacer los filamentos puntiagudos que emitían el sonido en la misma). No podía ser muy complicado.
Y entonces volvió a hablar Arekk, volviendo a repasar el plan. Si, el plan había quedado claro, pero eso no le solucionaba el problema. Volvió a realizar el gesto una vez más englobando su propio cuerpo y el del ninja, a ver si caía de una vez en que el zorro, se disfrazase o no, seguía siendo un zorro. Eso no podía cambiarlo un trajecito más o menos. Ladeo la cabeza al escuchar –Sigo sin entender porque no tienen que saber que es un robo, si van a morir igual no creo que importe mucho ¿No?- Pregunto, ladeando la cabeza –lo veo una pérdida de tiempo, acabaríamos antes matándolos conforme aparezca- Frunció ligeramente el ceño -¿Y no los vais a interceptar? ¿Entonces el disfraz es solo “si se diera el caso”?-
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Creado por Rocky Z Dom Ene 03, 2016 6:19 am
Toda la posible atención fue interceptada por la increíble entrada de Kaín, quien parecía no importarle lo que le dijeran. Era lógico, él era natural, original, hercúleo -espera, esto me recuerda a un negro y a un marine-, en definitiva que era un ninja auténtico y eso no podía cambiarlo. Pues eso, la atención era tal hacia su persona que incluso la entrada de Evelyne fue ligeramente menos importante, además del gran paréntesis que se dio al tema en cuestión. Rocky no decía nada acerca de aquella mujer, ¿para qué discutir más? Ella sabía que había cierto desprecio, supongo que se arreglaría en algún futuro. Supongo. Tal vez, también era por las dos ramas de nacimiento. Uno era de una familia muy rica, acomodada y recatada. Justo como la mujer a la que querían matar todos los miembros de aquella tripulación. Por otra parte, los orígenes de Evelyne le eran algo desconocidos al pacifista. No era porque no le interesara saber más de ella, era porque su orgullo le obligaba a mantener una distancia con ella. Era desconfiado, sí, pero el amor ciega a los necios y Arekk podía sucumbir a sus encantos en el caso de que fuera realmente una mala persona. Debía asegurarse antes de sus verdaderos intereses, pues parecía haber comprado a todos en aquella tripulación. Aún así, como he dicho, Rocky quería dejar de pensar en ese tema, centrándose en el que ahora estaban hablando acerca del ruido que se producía por las noches -Si quieres puedo construirte algo. Ya sabes, para eso estoy en el barco- anunció al zorro al ver que sus palabras eran algo apagadas -Bueno, para eso y para cuidaros- añadió a sus palabras anteriores para que no quedase considerado como un inútil -A todos, supongo...- dijo mirando a la mujer que colindaba al rubio. En realidad solo le debía protección a Arekk, pero había estrechado ciertos lazos, al menos con el zorro, puesto que a Kaín no lo conocía mucho dado a su secretismo. Por otra parte estaba Evelyne. En el caso de que ella estuviera en peligro también debería protegerla. No por Arekk ni por el bienestar de la banda, sino porque sin ella no habría nadie con que se pudiera picar ciertos días. Debía reconocer que tenía cierta importancia en aquel pintoresco grupo, pero no se lo digáis, el orgullo del robot está en juego.
Fue entonces, cuando acabaron todos los demás temas sin importancia, que Arekk explicó todo nuestro plan de aniquilar a los guardias del gobierno, reventar al viñero y robar su vino. Sería interesante ver como actúa Rocky con vino en sus venas. Si con café es así, prepotente y ególatra, ¿cómo sería teniendo el jugo de uva alcoholizado? ¿Se volvería un repipi redomado o un chico realmente fino? Estoy deseando saberlo. El albino domotizado ya sabia algo más del plan que el ninja y el zorro -os recuerdo que os espía por las noches- pero aún así prefirió escuchar para aclarar las dudas -Es decir: llegamos, atacamos, matamos y robamos, ¿no? Si ella quiere encargarse de robarlo todo yo me elijo la parte de "aniquilar" a la "competencia"- el sarcasmo no estaba de más, le encantaba al joven robot. Pero en ese momento, cuando estaban hablando acerca de los últimos detalles del plan, Rocky pudo detectar en la lejanía la llegada del barco del gobierno -no había duda, estaba dibujado el símbolo de estos en grande en las velas- con un par de llamadas de atención sonoras, el albino se dispuso a hablar -¡Eh, vosotros! ¿No son esos los que estábamos esperando? Ya llegó la caballería- avisó con una sonrisa diabólica, sedienta de usar sus armas en contra de ellos. Comenzó a caminar hacia los camarotes, dejando al resto atrás -Voy a recoger un par de cosas- y aceleró el paso. Sin embargo, en cuanto cruzó la puerta escuchó en su cabeza una voz, diciendo "No te olvides de tu misión" varias veces, subiendo cada vez más de tono. Su cuerpo se paralizó y las peores imágenes de su pasado volvieron a su cabeza. Un fuerte ruido se escuchó al caerse aquel peso de acero en la superficie del barco, mientras Rocky se llevaba las manos a la cabeza, teniendo los ojos en blanco, como si estuviera sufriendo de un temor natural y terrorífico. ¿Qué estaría viendo? Todo. La pérdida de sus padres, el asesinato de todo su grupo de asalto, el rostro del Doctor Zenit, su muerte. Todo. Repetidas veces. Una vez más, la última "No tienes deseos propios. Tú única función es proteger a tu amo" clavó la frente en la superficie fría del navío y se estremeció, aún sin volver en sí. Parado en la mitad del camino, helado como el acero de su cuerpo.
Fue entonces, cuando acabaron todos los demás temas sin importancia, que Arekk explicó todo nuestro plan de aniquilar a los guardias del gobierno, reventar al viñero y robar su vino. Sería interesante ver como actúa Rocky con vino en sus venas. Si con café es así, prepotente y ególatra, ¿cómo sería teniendo el jugo de uva alcoholizado? ¿Se volvería un repipi redomado o un chico realmente fino? Estoy deseando saberlo. El albino domotizado ya sabia algo más del plan que el ninja y el zorro -os recuerdo que os espía por las noches- pero aún así prefirió escuchar para aclarar las dudas -Es decir: llegamos, atacamos, matamos y robamos, ¿no? Si ella quiere encargarse de robarlo todo yo me elijo la parte de "aniquilar" a la "competencia"- el sarcasmo no estaba de más, le encantaba al joven robot. Pero en ese momento, cuando estaban hablando acerca de los últimos detalles del plan, Rocky pudo detectar en la lejanía la llegada del barco del gobierno -no había duda, estaba dibujado el símbolo de estos en grande en las velas- con un par de llamadas de atención sonoras, el albino se dispuso a hablar -¡Eh, vosotros! ¿No son esos los que estábamos esperando? Ya llegó la caballería- avisó con una sonrisa diabólica, sedienta de usar sus armas en contra de ellos. Comenzó a caminar hacia los camarotes, dejando al resto atrás -Voy a recoger un par de cosas- y aceleró el paso. Sin embargo, en cuanto cruzó la puerta escuchó en su cabeza una voz, diciendo "No te olvides de tu misión" varias veces, subiendo cada vez más de tono. Su cuerpo se paralizó y las peores imágenes de su pasado volvieron a su cabeza. Un fuerte ruido se escuchó al caerse aquel peso de acero en la superficie del barco, mientras Rocky se llevaba las manos a la cabeza, teniendo los ojos en blanco, como si estuviera sufriendo de un temor natural y terrorífico. ¿Qué estaría viendo? Todo. La pérdida de sus padres, el asesinato de todo su grupo de asalto, el rostro del Doctor Zenit, su muerte. Todo. Repetidas veces. Una vez más, la última "No tienes deseos propios. Tú única función es proteger a tu amo" clavó la frente en la superficie fría del navío y se estremeció, aún sin volver en sí. Parado en la mitad del camino, helado como el acero de su cuerpo.
Rocky Z
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Creado por Arekk D. Zenit Lun Ene 04, 2016 7:41 am
Eran ahora una familia unida, y nada podría separarlos. La verdad es que el rostro de Arekk mostraba paciencia y confort en cuanto a las preguntas, respuestas, etc... que pudiera dar la tripulación en coalición con lo dicho por el Hermano Mayor de aquel barco. El rubio sonreía, dispuesto a aclarar cualquier duda, cualquier solución a cualquier problema, pero... un pequeño detalle se le escapaba, y de nuevo era el Zorro. Le hacía gracia aquel ser, pues no paraba de jugar a contestar a su plan, teniendo en cuenta que a aquel zorro le encantaba el sarcasmo, la burla y todo lo demás relacionado con el ámbito jocoso, el rubio no debía molestarle, pero sus gestos provocaban terribles carcajadas en él. De esta manera, escuchó principalmente lo que Kaín tuviera que decir, todo aquello que tuviera que contar, y su única respuesta fue que lo intentaría -Ey, no debes cambiar, pero.. intenta no asustarnos, Julius tiene razón en cuanto a que animas la rutina del barco- le sonrió. Era un buen amigo de su padre, y sobretodo, un buen amigo suyo, con el cuál había afianzado una larga y duradera relación en aquel barco durante esos tres meses que pasaron como si fueran tres malditos y largos años lo que tiene el equivocarse. De esta forma, escuchó también sus preguntas, que la misma mujer pelirroja se dignó a contestarle -No nos importa el hecho de que se enteren de que es un robo.. ellos van a morir- sonrió mientras gesticulaba con las manos -Pero no queremos que los civiles alarmen a los guardias que puedan quedar en el barco, nos jugamos mucho- decía el rubio concentrado -Es por eso que les atacaremos lejos de la civilización, en las viñas, que se encuentran a diez minutos a pie y no habrá tiempo para que los civiles nos descubran... lo tengo todo listo-
Miró a Ev, sonriendo, sabiendo que todo aquello ya lo tenía en mente, pues era con ella con quien lo consultaba en las noches, a solas, antes de que el cyborg entrara a vigilar.. menuda afición más perturbadora, pero quizás necesaria para que el propio pacifista se encontrara seguro de hacer su trabajo. Su padre se pasó un poco con la programación -Juls.. me matas- sonrió soltando una enorme carcajada antes los gestos que volvía a realizar de nuevo y que de verdad podían con él -Si no quieres disfrazarte me parece perfecto, Kaín, tienes ese papel ahora- miró al Zorro -Al viñero le encantan los Mink, es por eso que te necesito allí, además de que tu electricidad siempre viene bien- sonrió -Cuando ve a un Mink, se hipnotiza, más o menos, según lo informado por el contacto, hacedlo como queráis, pero lo quiero muerto, que no se meta en nuestros planes- se volvió hacia Kaín y le hizo una señal de que ahora sería el quien se disfrazaría con un simple movimiento de cabeza, como una afirmación. Acto seguido rozó la cintura de su amante -¿Están tus mosquetes listos? Supongo que aún...-
De pronto, el grito del Pacifista provocó que el rubio se girara antes de terminar de hablar. Y a lo lejos observó el barco del Gobierno e hizo una señal al Zorro y al Ninja para que salieran ya hacia las viñas, no podían permitirse perder tiempo, y el barco llegó antes de lo esperado -Muy bien muchachos... Adelante- se volvió hacia Ev, le soltó un beso e hizo un gesto para que le agarrara de la mano y la ayudara a bajar, que aunque era completamente innecesario, le encantaba portarse como ella se merecía, como un caballero, tratándola como a una reina de verdad -Mi lady, disfrutemos de un dulce paseo por las calles de Micqueot, ¿te parece?- dijo esperando su reacción y su respuesta, el plan iba a comenzar y era el momento de mostrarse tal y como eran.
Miró a Ev, sonriendo, sabiendo que todo aquello ya lo tenía en mente, pues era con ella con quien lo consultaba en las noches, a solas, antes de que el cyborg entrara a vigilar.. menuda afición más perturbadora, pero quizás necesaria para que el propio pacifista se encontrara seguro de hacer su trabajo. Su padre se pasó un poco con la programación -Juls.. me matas- sonrió soltando una enorme carcajada antes los gestos que volvía a realizar de nuevo y que de verdad podían con él -Si no quieres disfrazarte me parece perfecto, Kaín, tienes ese papel ahora- miró al Zorro -Al viñero le encantan los Mink, es por eso que te necesito allí, además de que tu electricidad siempre viene bien- sonrió -Cuando ve a un Mink, se hipnotiza, más o menos, según lo informado por el contacto, hacedlo como queráis, pero lo quiero muerto, que no se meta en nuestros planes- se volvió hacia Kaín y le hizo una señal de que ahora sería el quien se disfrazaría con un simple movimiento de cabeza, como una afirmación. Acto seguido rozó la cintura de su amante -¿Están tus mosquetes listos? Supongo que aún...-
De pronto, el grito del Pacifista provocó que el rubio se girara antes de terminar de hablar. Y a lo lejos observó el barco del Gobierno e hizo una señal al Zorro y al Ninja para que salieran ya hacia las viñas, no podían permitirse perder tiempo, y el barco llegó antes de lo esperado -Muy bien muchachos... Adelante- se volvió hacia Ev, le soltó un beso e hizo un gesto para que le agarrara de la mano y la ayudara a bajar, que aunque era completamente innecesario, le encantaba portarse como ella se merecía, como un caballero, tratándola como a una reina de verdad -Mi lady, disfrutemos de un dulce paseo por las calles de Micqueot, ¿te parece?- dijo esperando su reacción y su respuesta, el plan iba a comenzar y era el momento de mostrarse tal y como eran.
Arekk D. Zenit
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Creado por Kaín Moarimikashi Dom Ene 10, 2016 10:30 am
Era una operación casi tan grande como delicada. Robar una cosa así no era algo que cualquiera pudiese hacer, y si había alguien que podría llevar aquello a cabo sin duda eran los tripulantes de aquél barco. Kaín estaba escuchando atentamente lo que su capitán tenía que contar, una vez respondidas sus preguntas no tenía mucho más que decir. Pero de repente cambiaban sus papeles, ahora Kaín debería ocupar el trabajo que iba a hacer el zorro, ahora él tendría que disfrazarse, cosa que por otro lado... Era más lógica. El grito del cyborg alertó a todos, por suerte había alguien atento a las cosas que sucedían a su alrededor. El cano fijó ahora su vista en el horizonte pudiendo ver así cómo efectivamente los barcos iban llegando, una molestia situacional para la misión, pero no mucho más. Bastó el mandato del capitán para ponerlos a todos en marcha, el ninja observó al que sería su compañero en esa misión y ambos salieron ya hacia las viñas.
Kaín Moarimikashi
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