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Creado por Kindred Sáb Nov 26, 2016 11:00 am
Reino de Briss, era la primera vez que Kindred pusiera un pie en aquel lugar, como siempre estaba muy curiosa, mientras los revolucionarios se hacian pasar por simples mercaderes, esta junto con Galahad ya habian salido hacia afuera y se encontraban andando por el puerto donde se llevaban todas las miradas, sobretodo su corpulento compañero de dos metros de alto del que la gente empezo a murmurrar y salir corriendo nada mas lo veia, Kindred por su parte estaba mirando un pequeño mapa que tenia sobre la ciudad para saber donde estaba situada la base de la marina - Galahad, debemos tomar estas calles, son las mas cercanas a la principal y por una de ellas se encuentra una de las entrada a la base de la que no deberiamos tener muchos problemas para entrar - Como siempre, estaba mas concentrada en la mision que en otro asunto asi que no se percato de que una niña la estaba señalando mientras le decia a su madre - Mira mama, es una ovejita, una ovejita - dijo inocentemente pero la Mink apreto el mapa con un gesto algo molesto mientras miraba a la niña que dio un paso hacia atras.
- ¿Porque todos me dicen lo mismo? Soy una oveja, no una ovejita o un cordero - solto un suspiro mientras seguia caminando por el puerto hasta llegar a una de las calles, Kindred habia guardado su mapa y olvidando las miradas curiosidad y extrañadas de los humanos, esta miraba todo aquello con curiosidad, tiendas, puestos, casas, todo le resultaba tan diferente en cada isla que se sorprendia cada vez que iba a algun lugar nuevo.
- ¿Porque todos me dicen lo mismo? Soy una oveja, no una ovejita o un cordero - solto un suspiro mientras seguia caminando por el puerto hasta llegar a una de las calles, Kindred habia guardado su mapa y olvidando las miradas curiosidad y extrañadas de los humanos, esta miraba todo aquello con curiosidad, tiendas, puestos, casas, todo le resultaba tan diferente en cada isla que se sorprendia cada vez que iba a algun lugar nuevo.
Kindred
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(5/100)
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Creado por Galahad Bloodfang Dom Nov 27, 2016 12:55 pm
Por fin el barco había llegado a tierra firme, el Reino de Briss. Era un buen lugar para iniciar una revolución y ellos eran los encargados de iniciar el polvorín, rescatando a aquellos compañeros antes de que fueran ejecutados. Reunirían fuerzas para poder golpear más adelante y sería gracias a esto que podrían ganar la guerra. Pero lo primero es lo primero, y su objetivo gracias a Dios no era la base oficial de la marina de aquella isla. Era una pequeña prisión donde habían reunido a los revolucionarios para tratar de sacarles información, siendo que al día siguiente serían trasladados a la base de la marina para su ejecución. Por tanto solo tenían una oportunidad para liberarlos, o de lo contrario los perderían para siempre.
Con una túnica negra que cubría todo su cuerpo, el gigantón lobo intentaba evitar las miradas pese a que su hocico sobresalía por el margen de la capucha. Desde hacía tiempo eran hombres buscados y era mejor no llamar demasiado la atención hasta que llegara el momento de hacerlo. —Eso es porque eres pequeña y tierna.— le dijo distraído ante su pregunta, pese a que era un tema que sabía la molestaba bastante. Seguirían caminando por entre las calles hasta llegar a una bastante grande, con varios locales y comercios. En la intersección con una calle pequeña se encontraba aquella pequeña mazmorra donde seguramente no solo conservaran prisioneros a los revolucionarios, sino que los torturarían para sacarles información. Se colocó con disimulo en el otro extremo de la calle, todavía muy lejos como para que alguien reparara en ellos. Él, sin embargo, pudo ver a los cuatro marines de la entrada y dos más al fondo del callejón, aparentemente haciendo guardia.
—Analicemos esto antes de hacer nada...— le diría a su compañera, eliminando aquel humor y perversión que lo caracterizaba para sustituirlo por concentración. —Todos esos marines son míos. Me encargaré de ellos.— aseguró con confianza, pese a que era una tarea bastante complicada. —No podemos hacer nada para evitar que alguien llame a los marines, pero podemos hacer algo para retrasarlos. ¿Ves el segundo piso?— le indicó. Aparentemente había una oficina donde el carcelero jefe trabajaba, y se podía acceder a través de las ventanas. —Si entras por ahí podrás evitar que alguien utilice un Den Den Mushi para pedir refuerzos, lo que nos dará algo de tiempo. Una vez estés dentro tendrás que ir abajo y liberar a los prisioneros. Cuanto menos tardes, mejor.— su plan tenía muchos agujeros, como por dónde huirían si es que lo hacían. Y por eso Galahad iba a mantener ocupados a la marina todo lo que pudiera. —Es posible que haya guardias dentro, así que ten cuidado. En cuanto a la forma de entrar, puedes ir desde el edificio de al lado... O puedo lanzarte.— sugirió. La Mink Oveja era tremendamente ágil y realizar aquella acrobacia no sería complicada, pero eliminaría el factor sorpresa al entrar con tanta brusquedad en el edificio. Sin embargo le dejaría a ella decidir cómo quería hacerlo, o incluso hacerlo de otra forma que él no había sugerido si ese era su plan. Por el momento, la dejaría prepararse y posicionarse.
Con una túnica negra que cubría todo su cuerpo, el gigantón lobo intentaba evitar las miradas pese a que su hocico sobresalía por el margen de la capucha. Desde hacía tiempo eran hombres buscados y era mejor no llamar demasiado la atención hasta que llegara el momento de hacerlo. —Eso es porque eres pequeña y tierna.— le dijo distraído ante su pregunta, pese a que era un tema que sabía la molestaba bastante. Seguirían caminando por entre las calles hasta llegar a una bastante grande, con varios locales y comercios. En la intersección con una calle pequeña se encontraba aquella pequeña mazmorra donde seguramente no solo conservaran prisioneros a los revolucionarios, sino que los torturarían para sacarles información. Se colocó con disimulo en el otro extremo de la calle, todavía muy lejos como para que alguien reparara en ellos. Él, sin embargo, pudo ver a los cuatro marines de la entrada y dos más al fondo del callejón, aparentemente haciendo guardia.
—Analicemos esto antes de hacer nada...— le diría a su compañera, eliminando aquel humor y perversión que lo caracterizaba para sustituirlo por concentración. —Todos esos marines son míos. Me encargaré de ellos.— aseguró con confianza, pese a que era una tarea bastante complicada. —No podemos hacer nada para evitar que alguien llame a los marines, pero podemos hacer algo para retrasarlos. ¿Ves el segundo piso?— le indicó. Aparentemente había una oficina donde el carcelero jefe trabajaba, y se podía acceder a través de las ventanas. —Si entras por ahí podrás evitar que alguien utilice un Den Den Mushi para pedir refuerzos, lo que nos dará algo de tiempo. Una vez estés dentro tendrás que ir abajo y liberar a los prisioneros. Cuanto menos tardes, mejor.— su plan tenía muchos agujeros, como por dónde huirían si es que lo hacían. Y por eso Galahad iba a mantener ocupados a la marina todo lo que pudiera. —Es posible que haya guardias dentro, así que ten cuidado. En cuanto a la forma de entrar, puedes ir desde el edificio de al lado... O puedo lanzarte.— sugirió. La Mink Oveja era tremendamente ágil y realizar aquella acrobacia no sería complicada, pero eliminaría el factor sorpresa al entrar con tanta brusquedad en el edificio. Sin embargo le dejaría a ella decidir cómo quería hacerlo, o incluso hacerlo de otra forma que él no había sugerido si ese era su plan. Por el momento, la dejaría prepararse y posicionarse.
Galahad Bloodfang
Hoja de personaje
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Creado por Kindred Lun Nov 28, 2016 7:57 am
Kindred escucho la propuesta y las ideas de Galahad sin apartar la mirada de el lugar o mas bien de aquella carcel de la que tenian que liberar a los prisioneros revolucionarios pero no les iba a resultar nada facil, realmente estaba bien vigilado y la idea de que fuera lanzada hacia la ventana de la segunda planta no la acababa de convencer en absoluto, la verdad es que eso podria serhasta peligroso pues podia llevarse un disparo en el aire, un lugar donde no podria defenserse asi que a continuacion dijo su parte del plan para tenerlo todo preparado mientras se colocaba bien su mascara y agarraba su arco para tenerlo todo listo para la accion - Tengo un plan mejor, lanzame al tejado de este edificio, ire de tejado en tejado mientras tu te ocupas de los de abajo, con la distraccion podre romper una ventana y saltar a la oficina sin riesgo a ser vista directamente y aunque me vean les sera ya tarde pues estare dentro del edificio - dijo con una sonrisa detras de la mascara mientras se empezaba a subir al hombro de Galahad, quedandose de pie en este - ¿Que dices? Si no te gusta puedo ir por el edificio de al lado pero desde arriba puedo tener una vista de las calles y encontrar una por donde escapar y no mates a ninguno, solo dejalos heridos - dijo mientras le acariciaba la cabeza a su compañero, esperando sus respuestas.
Estaba de acuerdo totalmente con el plan de Galahad solo que esa tambien se tenia que preocupar por encontrar una salida donde pudieran escapar, asi que simplemente esperaba la respuesta de su compañero para empezar el plan de manera automatica.
Estaba de acuerdo totalmente con el plan de Galahad solo que esa tambien se tenia que preocupar por encontrar una salida donde pudieran escapar, asi que simplemente esperaba la respuesta de su compañero para empezar el plan de manera automatica.
Kindred
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Creado por Galahad Bloodfang Lun Nov 28, 2016 11:20 am
Asintió en señal afirmativa a su compañera al escuchar el plan que ella proponía. Su idea era mucho mejor aunque algo más lenta, por lo que tendría que esforzarse para mantener a los marines entretenidos durante más tiempo. Pero obviamente prefería aquello a que ella estuviera en más peligro. —Muy bien, te encargo entonces que llegues al edificio de la prisión por tu cuenta.— confirmó acordando el nuevo plan. Esperaría al momento oportuno mientras subía uno de sus brazos y sujetaba sus patas, no tanto para que no se cayera sino para prepararse para propulsarla. Era muy ágil así que no le preocupaba de que el salto saliera mal, aunque sí le llamó su atención las palabras con las que cerró su conversación. —No puedo prometerte eso... Si al final es entre ellos y yo no dudaré en matarlos, y ellos van a disparar a matar.— le dijo serio. Dejarlos heridos era una tarea muy complicada contra tantos enemigos de su nivel.
—Haré lo que pueda. ¡Vamos!— pronunció empujando con su brazo a modo de catapulta y aprovechando el salto que ella daría para lanzarla al tejado. A partir de ese momento estaba solo, y no podía contar con su compañera Mink para cubrirlo desde las alturas porque ella tendría que colarse en el lugar sigilosamente. Avanzó desde la oscuridad de su callejón hasta la vía principal, donde rápidamente llamó la atención gracias a su apariencia al bajarse la capucha. Aún no había sido reconocido pues tenía un "Wanted" de poca cantidad, por lo que se aseguró de llamar la atención de todos los allí presentes. —¡Malditos canallas! ¡Habéis atrapado a mis compañeros y ahora vais a pagar! ¡Nosotros los revolucionarios no dejamos a ningún compañero atrás y nos encargamos de defender al que no puede hacerlo por sí mismo! ¡Por la revolución!— gritó, aprovechando para hacer algo de propaganda. Desenvainó la espada y empezó a correr sobre sus dos patas empujando a uno de los marines con un cabezazo y alzando la espada para empezar el duelo con el resto de marines.
No miró hacia el edificio para no delatar a su compañera pero por dentro bien estaba deseando que la Oveja hubiera empezado ya su infiltración. Probablemente los marines empezarían a dispararle pronto por lo que tendría que dar lo mejor de sí mismo para ganar el combate. Aunque tuviera que matarlos intentaría no desmembrarlos o desatar su violencia animal con ellos, pues al fin y al cabo si lo hacía los ciudadanos que miraban en la distancia curiosos lo verían como un símbolo de miedo y no de liberación. Y el miedo podía hacer ganarles enemigos, pero la esperanza les haría ganar aliados.
—Haré lo que pueda. ¡Vamos!— pronunció empujando con su brazo a modo de catapulta y aprovechando el salto que ella daría para lanzarla al tejado. A partir de ese momento estaba solo, y no podía contar con su compañera Mink para cubrirlo desde las alturas porque ella tendría que colarse en el lugar sigilosamente. Avanzó desde la oscuridad de su callejón hasta la vía principal, donde rápidamente llamó la atención gracias a su apariencia al bajarse la capucha. Aún no había sido reconocido pues tenía un "Wanted" de poca cantidad, por lo que se aseguró de llamar la atención de todos los allí presentes. —¡Malditos canallas! ¡Habéis atrapado a mis compañeros y ahora vais a pagar! ¡Nosotros los revolucionarios no dejamos a ningún compañero atrás y nos encargamos de defender al que no puede hacerlo por sí mismo! ¡Por la revolución!— gritó, aprovechando para hacer algo de propaganda. Desenvainó la espada y empezó a correr sobre sus dos patas empujando a uno de los marines con un cabezazo y alzando la espada para empezar el duelo con el resto de marines.
No miró hacia el edificio para no delatar a su compañera pero por dentro bien estaba deseando que la Oveja hubiera empezado ya su infiltración. Probablemente los marines empezarían a dispararle pronto por lo que tendría que dar lo mejor de sí mismo para ganar el combate. Aunque tuviera que matarlos intentaría no desmembrarlos o desatar su violencia animal con ellos, pues al fin y al cabo si lo hacía los ciudadanos que miraban en la distancia curiosos lo verían como un símbolo de miedo y no de liberación. Y el miedo podía hacer ganarles enemigos, pero la esperanza les haría ganar aliados.
Galahad Bloodfang
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Creado por Kindred Mar Nov 29, 2016 4:26 am
Y una vez subio a los tejados gracias a la ayuda de Galahad, lo unico que restaba era, correr, no miro hacia la direccion del callejon donde su compañero se encargaria de la distraccion para no llamar la atencion y empezo a correr hacia la pequeña prision por aquel tejado mientras iba preparando su arco para disparar de inmediato, mientras iba corriendo hacia el final de aquellos tejados, miraba de reojo a los lados para ver una posible ruta de escape que encontro cuando por fin estuvo al borde de aquellos tejados y la distraccion se la habia llevado su compañero y pareja pero aunque estuviera preocupada porque pudiera salir mas herido de lo normal, tenia que confiar en que sabria cuidarse por si solo y no desatara una furia descontrolada que acabase en algo peor, asi que una vez la Mink oveja estuvo al borde del tejado de enfrente de la prision y una vez visto el callejon por donde podian escapar junto con los prisioneros hacia el puerto, un callejon en la parte derecha de la prision por donde habia otra puerta, algo mas pequeña pero que sin duda serviria para huir, asi que apunto hacia la ventana de la segunda planta y disparo sin pensarlo, la flecha volo certera hasta destrozar la ventana que se hizo añicos y sin mirar al suelo y agarrando un poco de carrerilla, salto hacia la ventana.
Kindred estaba acostumbrada a saltar de ramas mas altas y con mas espacio en Zou que en aquellos edificios, asi que le resulto bastante facil acabar con aquella ventana y entrar por esta, una vez en la habitacion y siguiendo con lo acordado, se encargo de neutralizar a los Den Den Mushi de la habitacion para que no pudieran refuerzos ¿como? Un flechazo al Den Den Mushi siempre servia de sobra para que este dejara de funcionar. Una vez se hubo encargado de esa parte quedaba la mas dificil, liberar a los prisioneros en la planta de abajo, preparo de nuevo su arco y abrio la puerta con cuidado, seguramente tuviera que enfrentar a algun guardia alli abajo.
Kindred estaba acostumbrada a saltar de ramas mas altas y con mas espacio en Zou que en aquellos edificios, asi que le resulto bastante facil acabar con aquella ventana y entrar por esta, una vez en la habitacion y siguiendo con lo acordado, se encargo de neutralizar a los Den Den Mushi de la habitacion para que no pudieran refuerzos ¿como? Un flechazo al Den Den Mushi siempre servia de sobra para que este dejara de funcionar. Una vez se hubo encargado de esa parte quedaba la mas dificil, liberar a los prisioneros en la planta de abajo, preparo de nuevo su arco y abrio la puerta con cuidado, seguramente tuviera que enfrentar a algun guardia alli abajo.
Kindred
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Creado por Galahad Bloodfang Mar Nov 29, 2016 9:51 am
El sonido de las espadas chocando y el de sus patas inferiores raspando el suelo mientras se movía era casi todo lo que se escuchaba en aquella calle. No eran muy hábiles aquellos marines, pero eran muchos y el que había derribado se había levantado para volver al combate. Tres de ellos empezaron a rodearle mientras un cuarto fue directamente por su espalda, buscando apuñalarle a través de su punto ciego. El lobo se grió con brusquedad para golpear con su garra izquierda la hoja del arma, haciendo que esta saliera disparada y dejara al marine indefenso. Volvería a girarse sin embargo, pues los otros tres eran más importantes, realizando un movimiento ascendente con la espada para desviar dos de aquellas espadas. La tercera realizó un corte en diagonal en su pectoral derecho, haciendo que el Lobo enfureciera al instante y lanzara un zarpazo a su rival que por poco le arranca la cabeza. Cayó inconsciente tras golpear la pared contraria, dejando a Galahad con un rival menos.
Alzó su espada y golpeó en la cabeza con la parte trasera de esta a otro de los marines, el cual también perdió el conocimiento. Tras ese agarró con la zarpa libre al espadachín que quedaba y lo uso como objeto arrojadizo para lanzarlo contra el primer marine que había desarmado, apartándolos por un rato mientras se centraba en el resto. Se detuvo en seco, al verlos. Dos disparos. Uno no le alcanzó, el otro le dio en el costado izquierdo. Apoyó su rodilla en el suelo mientras se tapaba la herida con la garra izquierda, demostrando que había sido herido, manchando su pelaje de color rojo. —Contrólate...— se diría a sí mismo, en voz baja, tras lo que lanzaría un rugido monstruoso y se lanzaría corriendo a cuatro patas contra sus rivales, los dos marines tiradores. Daría lo mejor de sí mismo para no destrozarlos en pedazos.
Galahad Bloodfang
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Creado por Kindred Mar Nov 29, 2016 10:28 am
Kindred podia escuchar como el Mink Lobo estaba montando un escandalo alli fuera, hasta el rugido que este propicio hizo que los pelos se le erizaran un poco, soltando una leve risita mientras bajaba por las escaleras hacia el piso de abajo con cuidado y intentando no hacer ruido, tenia su arco preparado pero no iba a matar a nadie, seguramente alguno de los guardias de alli abajo tuviera las llaves de las celdas, el carcelero no saldria de aquel lugar mientras hubiera gente para defender la pequeña prision, asi que cuando estuvo casi a los ultimos escalones fue vista por los dos marines que quedaban en aquel lugar, claramente uno de ellos era el carcelero por el juego de llaves que tenia en su cintura, un tipo algo musculoso y fornido que sin duda seria una buena presa para Galahad pero esta vez seria la Mink la que libraria combate con este, el mas cercano a ella, un marine tipico con mosquete la apunto pero esta fue mas rapida, disparo una flecha hacia el costado del marine, haciendo que este acabara clavado en la pared de la habitacion mientras soltaba su arma con un disparo al tejado - Vaya, un monstruo viene a rescatar a los prisioneros, quien lo diria - el carcelero desenvaino su sable mientras salia corriendo en direccion a Kindred, esta recargo lo mas rapido que pudo para darle un disparo en la rodilla al carcelero que hizo que este se prostrara, adolorido pero se ergia poco a poco aguantando el dolor - Viendote mas de cerca... ¿eres una ovejita? - entonces Kindred fruncio el ceño, estaba molesta, asi que esta vez no tendria mucha pieda, apunto otra flecha al carcelero dandole en el pecho, haciendo que este cayera hacia atras mientras el marine clavado en la pared recibio otra flecha, esta vez en el muslo derecho que lo dejo mas clavado todavia a la superficie.
Kindred tomo las llaves del carcelero que se revolvia para quitarse las flechas, cuando intento tomar a la Mink que se encontraba abriendo una de las celdas, esta le dio una coz en la cara, dejandolo insconciente ademas de romper su nariz - Soy de los revolucionarios, ahora estareis a salvo - dijo mientras buscaba la llave para abrir la celda en la que estaban tres prisioneros humanos ademas de que tenia que abrir otra celda donde se encontraban dos mas, que le agradecian por mostrar esa ayuda en ellos para salvarlos.
Kindred tomo las llaves del carcelero que se revolvia para quitarse las flechas, cuando intento tomar a la Mink que se encontraba abriendo una de las celdas, esta le dio una coz en la cara, dejandolo insconciente ademas de romper su nariz - Soy de los revolucionarios, ahora estareis a salvo - dijo mientras buscaba la llave para abrir la celda en la que estaban tres prisioneros humanos ademas de que tenia que abrir otra celda donde se encontraban dos mas, que le agradecian por mostrar esa ayuda en ellos para salvarlos.
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Creado por Galahad Bloodfang Miér Nov 30, 2016 4:16 pm
Otro disparo, esta vez en su hombro derecho, hizo que su pelaje se viera teñido de color rojo. Rugió dolorido al tiempo que alcanzaba a los dos tiradores y los derribaba, a uno de un zarpazo que lo empotró contra la pared y lo dejó inconsciente y al otro cayéndole encima como un animal salvaje. Posó sus dos garras contra su pecho y gruñó en su rostro como si maldijera su nombre y quisiera morderlo. Recordó las palabras de la Oveja y simplemente se puso en pie sobre sus patas traseras, retirando de una patada el rifle y dándose la vuelta hacia los otros dos marines que había apartado antes. Le dolía el brazo y había perdido algo de destreza con este en sus movimientos por lo que defenderse de otro espadachín iba a ser complicado. Alzó su brazo para bloquear una estocada y desviarla de su cuerpo pero se arrepintió de no haberla esquivado de un salto, pues vio las estrellas por el dolor debido a la herida de bala.
Decidió que la mejor forma de defenderse iba a ser un ataque completo, por lo que dejó sus garras marcadas en la cara de uno de los marines que dio un mortal en el aire antes de caer. Se giró hacia el otro y, tras esquivar su estocada, mordió el brazo que había usado para atacarle saboreando la sangre de su rival y manchándose el cuello de color carmesí. Cerró los ojos un segundo mientras lo saboreaba, pero abrió la presa y terminó con la consciencia de su rival de un cabezazo. Miró hacia la puerta y se acercó mientras observaba a los marines que seguían inconscientes en el suelo, sin moverse y mirándole aterrados. No iban a realizar un movimiento contra él a menos que tuvieran la ventaja o vinieran refuerzos, algo que seguramente no tardaría debido a la gente que había por la calle. De un fuerte golpe con el hombro abriría la puerta que casi se descolgaría de sus bisagras, recuperando el aliento mientras esperaba a su compañera. Aún tenía que cubrirles su retirada, pero al menos tendría algo de apoyo con las flechas de la Mink mientras se retiraba. Iba a necesitar que alguien le tratara sus heridas.
Decidió que la mejor forma de defenderse iba a ser un ataque completo, por lo que dejó sus garras marcadas en la cara de uno de los marines que dio un mortal en el aire antes de caer. Se giró hacia el otro y, tras esquivar su estocada, mordió el brazo que había usado para atacarle saboreando la sangre de su rival y manchándose el cuello de color carmesí. Cerró los ojos un segundo mientras lo saboreaba, pero abrió la presa y terminó con la consciencia de su rival de un cabezazo. Miró hacia la puerta y se acercó mientras observaba a los marines que seguían inconscientes en el suelo, sin moverse y mirándole aterrados. No iban a realizar un movimiento contra él a menos que tuvieran la ventaja o vinieran refuerzos, algo que seguramente no tardaría debido a la gente que había por la calle. De un fuerte golpe con el hombro abriría la puerta que casi se descolgaría de sus bisagras, recuperando el aliento mientras esperaba a su compañera. Aún tenía que cubrirles su retirada, pero al menos tendría algo de apoyo con las flechas de la Mink mientras se retiraba. Iba a necesitar que alguien le tratara sus heridas.
Galahad Bloodfang
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Creado por Kindred Jue Dic 01, 2016 5:48 am
Despues de dejar insconciente al carcelero y dejar a un marine atrapado en la pared a base de flechazos, robar las llaves de las celdas y empezar a liberar a los prisioneros que se trataban unicamente de cinco revolucionarios pero aunque fueran tan pocos, los revolucionarios no se quedarian de brazos cruzados para rescatar a los suyos, Kindred despues de varios minutos logro abrir las dos celdas encontrando la llave correcta, aquellos cinco hombres no paraban de agradecerle pero Kindred se mantuvo seria, sabia que aquello no habia terminado ni mucho menos, aun necesitaban huir - Ustedes, siganme y no miren atras en ningun momento, es probable que haya marines por ahi fuera y vendran mas - dijo en tono serio, advirtiendoles mientras se dirigia a la puerta del edificio, mirando de reojo hacia afuera mientras le hacia un gesto a los prisioneros con la mano para que la siguieran y entonces empezo la huida, hora de escapar. Salio corriendo lo mas que pudo hasta la puerta de la salida donde ya esperaba Galahad a la Mink, esta sobrepaso la puerta de un salto mientras los cinco prisioneros, entre el ruido y ver al Mink Lobo alli parado, salieron mas que escopetados hacia la calle por donde debian huir, siguiendo a la Mink que se giraba en ocasiones para disparar alguna flecha como distraccion de sus perseguidores.
- ¡Llamen a los refuerzos, los prisioneros revolucionarios se estan escapando! - fue lo que pudo escuchar Kindred de uno de los marines que los perseguian por aquella calle que conducia hasta el puerto, hasta el barco donde podrian huir - Galahad, creo que te dije que tuvieras cuidado, voy a tener que tratar esas heridas luego - dijo a modo de regaño pues se percato de las heridas de su compañero mientras huian por la calle y aunque esta no fuera medico se las trataria de todos modos.
- ¡Llamen a los refuerzos, los prisioneros revolucionarios se estan escapando! - fue lo que pudo escuchar Kindred de uno de los marines que los perseguian por aquella calle que conducia hasta el puerto, hasta el barco donde podrian huir - Galahad, creo que te dije que tuvieras cuidado, voy a tener que tratar esas heridas luego - dijo a modo de regaño pues se percato de las heridas de su compañero mientras huian por la calle y aunque esta no fuera medico se las trataria de todos modos.
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Creado por Galahad Bloodfang Vie Dic 02, 2016 6:32 am
Se unió a la carrera de sus compañeros revolucionarios mientras se lamentaba por las heridas recibidas. Galahad era un Mink fuerte y resistente, pero cuando se trataba de una bala era difícil que pudiera hacer algo para evitar los daños. Aún no tenía la fuerza para parar un proyectil como aquellos, y ahora se lamentaba mientras la sangre manchaba su pelaje. Escuchó las palabras de su compañera y apretó los dientes, molesto, pero no con ella sino consigo mismo. —No es el momento para esto.— dijo para evitar la conversación pues no quería escuchar lo que ya sabía. Pero tampoco había podido hacer mucho más, al fin y al cabo se había enfrentado a seis marines al mismo tiempo. Sin embargo sus piernas todavía funcionaban y no se quedaría atrás porque su cuerpo no quisiera seguir, sino que los acompañaría hasta el puerto mientras empezaba a escuchar los pasos de varias personas siguiéndoles. —Seguid, ¡corred, vamos!— gritaría deteniéndose con un pequeño roce de sus garras en el suelo, mirando hacia donde un pelotón de marines se acercaba.
Varios marines le apuntaron con sus rifles al haberse detenido, pero Galahad fue mas rápido y volcó un carro con fruta que transportaba dichas mercancías. Se cubrió detrás de este durante la primera ráfaga de disparos, y tras esto utilizó todas sus fuerzas para empujarlo bruscamente contra los marines y que estos tuvieran que apartarse. Desenvainó entonces la espada y rechazó el ataque de dos marines que buscaban acabar con él con sus propias espadas. Con su garra izquierda los golpeaba, apartándolos de en medio y ganando el tiempo necesario para que el resto de revolucionarios junto a Kindred pudieran subir al barco. No obstante se encontró en una difícil situación, pues si bien podía hacer retroceder a los que le atacaban con espadas no podía decir lo mismo de los que le atacaban con pistolas. Observó cómo el pelotón de fusileros volvía recomponerse y lo apuntaban con los rifles, solo que esta vez no tenía nada cerca con lo que protegerse de tantos disparos. Gruñó, ¿acaso era su fin? ¿Lo atraparían o lo ejecutarían allí mismo?
Varios marines le apuntaron con sus rifles al haberse detenido, pero Galahad fue mas rápido y volcó un carro con fruta que transportaba dichas mercancías. Se cubrió detrás de este durante la primera ráfaga de disparos, y tras esto utilizó todas sus fuerzas para empujarlo bruscamente contra los marines y que estos tuvieran que apartarse. Desenvainó entonces la espada y rechazó el ataque de dos marines que buscaban acabar con él con sus propias espadas. Con su garra izquierda los golpeaba, apartándolos de en medio y ganando el tiempo necesario para que el resto de revolucionarios junto a Kindred pudieran subir al barco. No obstante se encontró en una difícil situación, pues si bien podía hacer retroceder a los que le atacaban con espadas no podía decir lo mismo de los que le atacaban con pistolas. Observó cómo el pelotón de fusileros volvía recomponerse y lo apuntaban con los rifles, solo que esta vez no tenía nada cerca con lo que protegerse de tantos disparos. Gruñó, ¿acaso era su fin? ¿Lo atraparían o lo ejecutarían allí mismo?
Galahad Bloodfang
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