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Creado por Jonathan Wayland Mar Dic 15, 2015 7:55 pm
Isla Minion, ocho meses atrás.
Las misiones a las que había sido asignado en el pasado habían incluido lugares calurosos, o lleno de ebrios, e incluso tuvo que estar en una isla camuflado con animales –algo que el rubio no quería recordar en toda su vida-, pero esta era la primera vez que Jonathan Wayland pisaba nieva, o siquiera la veía con sus propios ojos. Lamentablemente, tampoco era algo que le gustaba. En vista de que su ostentosa armadura llamaría la atención, decidió usar su conjunto casual que, aunque no era tan abrigado, le resultaba más cómodo para prolongados viajes. Y esa sí que fue una decisión que lamentaría durante mucho tiempo.
Recostado junto al tronco de un gran árbol, el cual le protegía del viento y los copos de nieve que caían insistentemente en aquella fría noche otoño. A los lejos podía divisar el rumoreado pueblo fantasma que, con grata sorpresa, se encontraba bastante “animado”. Se podían varias fuentes de luces, de los cuales salía un humo oscuro que se perdía en el cielo. –Si quisieran pasar desapercibidos, no tendrían que usar fogatas ni señales de humo.- Pensó, un tanto enojado y otro tanto incómodo por la situación.
El motivo por el cual el ángel se hacía presente en ese nefasto lugar era por una misión que le fue encomendada a él y a un compañero que se encontraba retrasado, la cual consistía en liberar un grupo de esclavos que eran forzados a trabajar en esas inhumanas condiciones, bajo el control del gobierno y sus perros, los marines. Aceptó sin siquiera dudarlo, creyendo que eso era lo correcto, pero viendo la situación en la que estaban, se estaba replanteando la situación: Estar en ese lugar habrían viejas heridas que creía habían sido cerradas hace mucho tiempo, lo que le hacía temblar.
-Vamos amigo… Quiero terminar con esto de una vez.- Bufó en voz baja, mientras se cruzaba de brazos y los pegaba a su cuerpo, creyendo inocentemente que así podría mantenerse caliente un poco más. -¿Donde estás?-
Jonathan Wayland
Hoja de personaje
Nivel:
(25/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por William J. Blazkowicz Mar Dic 22, 2015 4:43 pm
La armada lo había enviado una isla llamada minion ¿misión? Detener una operación de trafico de esclavos. Llego a la isla un día antes de lo previsto, le gustaba reconocer el terreno y ver que cosas podía aprovechar del entorno, eso también le daba tiempo para memorizar patrones en el movimiento del enemigo, toda ventaja que se pudiese tener inclinaría la balanza a su favor por muy ínfima que fuese. Había identificado el campamento, su ubicación y el numero de guardias que tenían, era un campamento bastante grande y solo le costaría mucho llevar a cabo esa operación solo. Por fortuna para el revolucionario, la armada había enviado otro soldado de refuerzo, habían noticias que también podían llegar otros refuerzos a la zona, mejor todavía.
William no cargaba ropa de invierno como tal, tenia una camisa manga larga algo gruesa de color blanco, un pantalón gris claro y botas blancas, si no fuese por sus guanteletes tendría un camuflaje nevado bastante bueno. Llevaba también una capa de color marrón oscuro, el mismo color que los troncos de los arboles, que le ayudaba a camuflarse durante el día con esas plantas y durante la noche el color oscuro aumentaba mas su mimetismo. Nunca encendió un fuego durante su estadía en la isla, solamente tenia lo justo de agua y comida seca, aunque esperaba no pasar mas de unos tres días en esa isla.
Anochecía al día siguiente y el luchador se dirigía hacia el punto de encuentro predeterminado por la armada. Comenzó a escuchar unos pasos en la nieve, se agacho de manera instintiva aproximándose un poco para identificar las cosas mejor. Se podía ver relativamente poco en la penumbra, pero aun no había caído completamente la noche, y pudo ver el rostro de la persona. El rostro coincidía con una fotografía que le mostraron en la base, se le aproximo hasta estar lo bastante cerca, vigilando que no hubiese nadie mas en el área – sssshhh – le dice en un tono bajo – intenta ocultarte mejor, que los guardias tienen rondas por esta zona y las iniciaran dentro de poco – le dice a quien ahora seria su compañero en esa misión.
William no cargaba ropa de invierno como tal, tenia una camisa manga larga algo gruesa de color blanco, un pantalón gris claro y botas blancas, si no fuese por sus guanteletes tendría un camuflaje nevado bastante bueno. Llevaba también una capa de color marrón oscuro, el mismo color que los troncos de los arboles, que le ayudaba a camuflarse durante el día con esas plantas y durante la noche el color oscuro aumentaba mas su mimetismo. Nunca encendió un fuego durante su estadía en la isla, solamente tenia lo justo de agua y comida seca, aunque esperaba no pasar mas de unos tres días en esa isla.
Anochecía al día siguiente y el luchador se dirigía hacia el punto de encuentro predeterminado por la armada. Comenzó a escuchar unos pasos en la nieve, se agacho de manera instintiva aproximándose un poco para identificar las cosas mejor. Se podía ver relativamente poco en la penumbra, pero aun no había caído completamente la noche, y pudo ver el rostro de la persona. El rostro coincidía con una fotografía que le mostraron en la base, se le aproximo hasta estar lo bastante cerca, vigilando que no hubiese nadie mas en el área – sssshhh – le dice en un tono bajo – intenta ocultarte mejor, que los guardias tienen rondas por esta zona y las iniciaran dentro de poco – le dice a quien ahora seria su compañero en esa misión.
William J. Blazkowicz
Hoja de personaje
Nivel:
(25/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Jonathan Wayland Vie Dic 25, 2015 10:12 pm
Una voz desconocida hasta ese momento llamó la atención del ángel, sacándolo del mundo de las ideas y quejas, devolviéndolo a la realidad. Por puro instinto, desenfundó la gran espada que se encontraba enfundada en su espalda, sostiendola frente a él firmemente y con ambas manos. Aún tras escuchar las palabras de quien se había dirigido a él se mantuvo en esa pose defensiva durante unos segundos, donde el silencio se hizo eterno. Con el breve correr del tiempo, los ojos del rubio se pudieron acostumbrar a la poca iluminación de aquel punto de encuentro, pudiendo identificar una figura humana, agachada y aceptablemente escondida. Una pequeña gota de sudor resbaló por su mejilla, en lo que se preguntaba a si mismo si era necesario estar tan escondido en un lugar tan vacío como ese.
Resignado, soltó un suspiro que lavó aquellas preguntas innecesarias de su mente, al mismo tiempo que colocaba su espada en su lugar de reposo. -¿Cómo sabes de las rondas de guardia? No he sido informado de nada de eso.- Con notoria duda, el revolucionario se agachó y se colocó a un lado de su compañero de misión. Un leve ardor ascendió desde la palma de su mano izquierda hasta su codo, disminuyendo hasta llegar su hombro, como consecuencia de posar su mano desnuda en la nieve. No sería raro afirmar que estaba tan fría que quemaba.
-Por cierto, soy Wayland.- Haciendo caso omiso a la molestia que sentía, trato de disimular con una leve sonrisa, deseando haber ido a esa isla un poco más preparado. –Jonathan Wayland, o simplemente Jace, un Skypean. Será un placer trabajar contigo.- Su mano derecha se extendió a modo de saludo, para poder iniciar la relación profesional de ambos con un apretón de manos. –Puedo ver que andas muy informado, así que soy todo oídos. ¿Alguna idea para hacer esto rápido y largarnos de aquí?- Quizá por la baja temperatura, Jonathan no pudo evitar el tono de voz con tono de molestia con el que hizo la pregunta final. Tratar con esclavos y su liberación era un tema sin capítulo final para el joven.
Resignado, soltó un suspiro que lavó aquellas preguntas innecesarias de su mente, al mismo tiempo que colocaba su espada en su lugar de reposo. -¿Cómo sabes de las rondas de guardia? No he sido informado de nada de eso.- Con notoria duda, el revolucionario se agachó y se colocó a un lado de su compañero de misión. Un leve ardor ascendió desde la palma de su mano izquierda hasta su codo, disminuyendo hasta llegar su hombro, como consecuencia de posar su mano desnuda en la nieve. No sería raro afirmar que estaba tan fría que quemaba.
-Por cierto, soy Wayland.- Haciendo caso omiso a la molestia que sentía, trato de disimular con una leve sonrisa, deseando haber ido a esa isla un poco más preparado. –Jonathan Wayland, o simplemente Jace, un Skypean. Será un placer trabajar contigo.- Su mano derecha se extendió a modo de saludo, para poder iniciar la relación profesional de ambos con un apretón de manos. –Puedo ver que andas muy informado, así que soy todo oídos. ¿Alguna idea para hacer esto rápido y largarnos de aquí?- Quizá por la baja temperatura, Jonathan no pudo evitar el tono de voz con tono de molestia con el que hizo la pregunta final. Tratar con esclavos y su liberación era un tema sin capítulo final para el joven.
Jonathan Wayland
Hoja de personaje
Nivel:
(25/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por William J. Blazkowicz Mar Dic 29, 2015 10:37 pm
No pudo evitar dar un suspiro al ver que el rubio se ponía en una pose de guardia con una enorme espada - ¿quieres guardar ese pedazo de lata? Resaltas mucho con eso – esperó a que el rubio hiciese caso a la advertencia y luego se aproximo un poco. Parece que su nuevo compañero tenia algunas dudas – no nos dieron información de la ronda de los guardias, todo eso lo averigüe por mi cuenta, ventajas de llegar antes a la isla – parece que el otro quien ahora se había identificado como Jonathan Wayland era dependiente de la información suministrada con anterioridad – Soy William Joseph Blazkowicz – dice el luchador – te contare todo lo necesario pero tienes que acompañarme primero, en esta zona pasan los guardias y será complicado acercarnos luego – se aleja adentrándose un poco en la espesura, moviéndose por entre los arboles, que aunque no los pudiese ver con claridad, recordaba al pie de la letra la ubicación de cada uno.
Al cabo de un par de horas llegaron a un elevado natural, una colina que lindaba con una cueva que ocultaría la figura de ambos en la noche. Podrían haber llegado en menos de 15 minutos pero eso significaba moverse sin cuidado alguno, arriesgándose a ser descubiertos y la misión se hubiese ido al garete. En todo caso estaban ya en una posición mas o menos segura donde se podía ver a pleno todo el campamento enemigo – Y aquí tienes el operativo de trabajos forzados para los esclavos, auspiciados por nuestros queridos representantes del gobierno mundial y vigilado por la siempre eficiente marina – se podía notar cierto tono sarcástico en sus palabras – para derribar ese operativo nosotros dos es imposible un ataque frontal, nos superan al menos por 18 personas, si no tenemos cuidado estamos fritos – la preparación y la planificación eran sumamente importantes para esa misión – hay una entrada de suministros, uno de los guardias mira esa zona durante 5 minutos, otro pasa por esa zona cada 10, el que vigila esa parte deja de mirarla 45 segundos antes de que el otro entre en la línea de visión, si nos aproximamos y tenemos cuidado entraremos sin que nos detecten aprovechando esos segundos muertos
Al cabo de un par de horas llegaron a un elevado natural, una colina que lindaba con una cueva que ocultaría la figura de ambos en la noche. Podrían haber llegado en menos de 15 minutos pero eso significaba moverse sin cuidado alguno, arriesgándose a ser descubiertos y la misión se hubiese ido al garete. En todo caso estaban ya en una posición mas o menos segura donde se podía ver a pleno todo el campamento enemigo – Y aquí tienes el operativo de trabajos forzados para los esclavos, auspiciados por nuestros queridos representantes del gobierno mundial y vigilado por la siempre eficiente marina – se podía notar cierto tono sarcástico en sus palabras – para derribar ese operativo nosotros dos es imposible un ataque frontal, nos superan al menos por 18 personas, si no tenemos cuidado estamos fritos – la preparación y la planificación eran sumamente importantes para esa misión – hay una entrada de suministros, uno de los guardias mira esa zona durante 5 minutos, otro pasa por esa zona cada 10, el que vigila esa parte deja de mirarla 45 segundos antes de que el otro entre en la línea de visión, si nos aproximamos y tenemos cuidado entraremos sin que nos detecten aprovechando esos segundos muertos
William J. Blazkowicz
Hoja de personaje
Nivel:
(25/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Ray Kazaragi Miér Dic 30, 2015 11:53 pm
Ray no era el sujeto que realizaba misiones en equipo, de hecho si podía evitarlas el máximo posible lo hacía ya que prefería trabajar a solas de momento, sentía que terminaba las misiones de forma más rápida y no dependía de nadie más que él para poder completarlas con éxito, aunque si fuera por su parte estaría entrenando para volverse más fuerte para cumplir con su deseo de exterminar a la Marina pero comprendía que las misiones le daban cierta experiencia que al momento de querer realizar su plan le servirían de ayuda. Aquella misión a la cual fue mandado a trabajar en equipo pero trato de no hacerlo pero fue obligado por uno de sus superiores así que no tuvo otra opción más que aceptarla de forma obligado, la misión trataba de detener y desmantelar un operativo de trabajos forzados donde utilizaban esclavos, algo que no lo sorprendía si se trataba de la Marina.
El lugar donde debía realizar la misión era la Isla Minion, lo que conocía sobre la isla era que tiene el clima de invierno y que nevaba constantemente, con eso en mente su vestimenta común podría sobresalir al ser completamente de negro pero no la cambiaria se sentía bastante cómodo con ella pero si agregaría una bufanda de color blanca alrededor de su cuello para evitar resfriarse. A la misión fue en camino separados de sus compañeros ya que no los conocía de anterioridad solo a uno de ellos pero en la información no se especificaba de quien se trataba, desde donde se demoró cerca de un día completo en llegar ya que zarpo en la mañana y llego a la isla de noche, dejo el barco oculto entre unas rocas y subió sobre estas para llegar a la isla. Desde donde se encontraba todo lo que veía era blanco salvo el color de las casas que se encontraban a varios metros de donde estaba de pie ahora, el punto de reunión era cerca de la costa pero como llego completamente tarde ya que debía llegar al atardecer y ahora estaba completamente oscuro por la noche, así que decidió ir al segundo punto de encuentro que era una cueva en lo alto por lo que tuvo que ir con bastante precaución esquivando a quienes pudieran encontrarlo en el camino, llamar la atención podría ser peligroso y arruinar por completo la misión.
Para llegar a la cueva tuvo que esquivar a un par de personas por lo que se demoró en llegar un poco más de lo que tenia planeado para ya se encontraba en ella reconociendo a uno de ellos así que se acerca a saludarlos — Llegue un poco tarde —,a quien tenía el ojo parchado pareciera conocerlo de antes como si se tratara de un mundo paralelo donde eran buenos amigos siendo inseparables, a quien se encontraba con él nunca antes lo había visto así que se presenta con un tono relajado — Mi nombre es Ray… ¿Han hecho algo para la misión? — sabía que llego tarde pero era algo que no le importaba y pasaba de ese asunto, quería terminar la misión en cuanto antes.
El lugar donde debía realizar la misión era la Isla Minion, lo que conocía sobre la isla era que tiene el clima de invierno y que nevaba constantemente, con eso en mente su vestimenta común podría sobresalir al ser completamente de negro pero no la cambiaria se sentía bastante cómodo con ella pero si agregaría una bufanda de color blanca alrededor de su cuello para evitar resfriarse. A la misión fue en camino separados de sus compañeros ya que no los conocía de anterioridad solo a uno de ellos pero en la información no se especificaba de quien se trataba, desde donde se demoró cerca de un día completo en llegar ya que zarpo en la mañana y llego a la isla de noche, dejo el barco oculto entre unas rocas y subió sobre estas para llegar a la isla. Desde donde se encontraba todo lo que veía era blanco salvo el color de las casas que se encontraban a varios metros de donde estaba de pie ahora, el punto de reunión era cerca de la costa pero como llego completamente tarde ya que debía llegar al atardecer y ahora estaba completamente oscuro por la noche, así que decidió ir al segundo punto de encuentro que era una cueva en lo alto por lo que tuvo que ir con bastante precaución esquivando a quienes pudieran encontrarlo en el camino, llamar la atención podría ser peligroso y arruinar por completo la misión.
Para llegar a la cueva tuvo que esquivar a un par de personas por lo que se demoró en llegar un poco más de lo que tenia planeado para ya se encontraba en ella reconociendo a uno de ellos así que se acerca a saludarlos — Llegue un poco tarde —,
Ray Kazaragi
Hoja de personaje
Nivel:
(30/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Jonathan Wayland Vie Ene 01, 2016 1:51 pm
Ofendido había sido su orgullo con el adjetivo que le había dado su compañero de misión con respecto a su espada. No era ningún “pedazo de lata” la espada que poseía, era la réplica o recreación más parecida de una de las armas de filo más famosas de la literatura, que era rumoreada de ser mucho más antigua que la propia era pirata. –Tranquilizate Jace, tus enojos no te llevarán a nada.- Efectivamente estaba en lo cierto, cada segundo que desperdiciaran en ponerse manos a la obra, sería tiempo perdido e irrecuperable. Acto seguido a las palabras del hombre del parche, el rubio asintió sin emitir palabra alguna, poniéndose en marcha hacía el segundo punto de encuentro.
Un trayecto que podría haber tomado escasos minutos en completar fue realizado al cabo de un par de horas, pues se priorizó la seguridad de la misión por sobre la velocidad de realizarla. Una vez allí, en la cueva ubicada sobre una colina, ideal para el espionaje y la buena ubicación de sus objetivos. –Entiendo, entiendo.- Sobre el regazo del revolucionario de ojos esmeralda descansaba un trozo de pergamino, donde el joven hacía dibujos, anotaciones y garabatos con la pluma que ejercía con su mano derecha, todo acorde a lo que William le indicaba. Para cuando terminó, se podía apreciar un perfecto plano del lugar, con la ubicación de los marines, indicando con flechas hacía los lugares que se movían y el tiempo que tardaban en trasladarse de lugar a otro, entre otros datos de, quizá, minúscula importancia pero con gran relevancia para el revolucionario.
Una voz distinta a la de su compañero se hizo presente en aquel lugar. Por pura inercia, llevó su mano a la empuñadura del “pedazo de lata” que descansaba en su espalda pero, antes de siquiera desenfundarla, escuchó la presentación del sujeto. –Jonathan Wayland, o simplemente Jace.- Se señaló a si mismo con su dedo pulgar mientras guardaba la pluma y la tinta entre sus prendas. Un poco dudoso por la presencia de Ray, más que nada por la precaria presentación de la que había hecho gala, le extendió el trozo de pergamino que les serviría como mapa, con el plan que habían trazado incluido. –Mapa de la zona, ubicación exacta y movimiento de los marines y otras cosas más. Partiremos cuando estés listo.-
Un trayecto que podría haber tomado escasos minutos en completar fue realizado al cabo de un par de horas, pues se priorizó la seguridad de la misión por sobre la velocidad de realizarla. Una vez allí, en la cueva ubicada sobre una colina, ideal para el espionaje y la buena ubicación de sus objetivos. –Entiendo, entiendo.- Sobre el regazo del revolucionario de ojos esmeralda descansaba un trozo de pergamino, donde el joven hacía dibujos, anotaciones y garabatos con la pluma que ejercía con su mano derecha, todo acorde a lo que William le indicaba. Para cuando terminó, se podía apreciar un perfecto plano del lugar, con la ubicación de los marines, indicando con flechas hacía los lugares que se movían y el tiempo que tardaban en trasladarse de lugar a otro, entre otros datos de, quizá, minúscula importancia pero con gran relevancia para el revolucionario.
Una voz distinta a la de su compañero se hizo presente en aquel lugar. Por pura inercia, llevó su mano a la empuñadura del “pedazo de lata” que descansaba en su espalda pero, antes de siquiera desenfundarla, escuchó la presentación del sujeto. –Jonathan Wayland, o simplemente Jace.- Se señaló a si mismo con su dedo pulgar mientras guardaba la pluma y la tinta entre sus prendas. Un poco dudoso por la presencia de Ray, más que nada por la precaria presentación de la que había hecho gala, le extendió el trozo de pergamino que les serviría como mapa, con el plan que habían trazado incluido. –Mapa de la zona, ubicación exacta y movimiento de los marines y otras cosas más. Partiremos cuando estés listo.-
Jonathan Wayland
Hoja de personaje
Nivel:
(25/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por William J. Blazkowicz Lun Ene 25, 2016 2:22 am
El revolucionario había estado observando la situación con bastante cautela, sin moverse apenas del sitio hasta que de repente aparece el ultimo integrante del grupo, alguien que conoció en un mundo párelo muy parecido al actual, quien sabe si las cosas ahora puedan suceder de la misma manera que en otros planos de la existencia, en todo caso lo importante ahora era completar la misión no divagar como alguien que ha fumado hierva demasiado verde – Bien, ya que estamos aquí les explicare que haremos – dice mientras señala el mapa sacado por jonathan – los guardias tienen unas rondas muy bien puestas, casi no hay puntos ciegos en la ronda y como se miran constantemente entre si, si matamos a uno los demás no tardaran en darse cuenta que hay alguien en el área – entonces marca una zona, en una de las esquinas de la base – estuve vigilando a los guardias unas 24 horas, así que se la rutina que tienen, el de la torre del vigía norte mira hacia el oeste unos 39 minutos, mientras que uno de los patrulleros tarda 39.25 minutos en pasar por la zona, justo cuando el vigía termina de mirar hacia otra región pasara mas o menos unos 45 segundos para poder entrar sin que nos vean – se acomoda la capucha de la capa y comienza a moverse – vamos
El recorrido en plena nieve era complicado, no solo por el frio sino por los obstáculos. Al menos gracias a que el luchador había memorizado por completo la ruta de acceso, seria fácil llegar hasta el lugar. Con la cobertura de la oscuridad los tres revolucionarios alcanzaron lo que parecía ser un arbusto frondoso. William les hizo indicaciones para ocultarse dentro de dicho arbusto, justo antes de que comenzara a soplar una ventisca, que dificultaba la visión mas lejos de 5 metros y prácticamente no se podía oír nada a menos que estuviesen muy cerca o se estuviesen gritando – solo tenemos que esperar unos 5 minutos para poder ingresar, corrimos con suerte de que la ventisca nos cubre el avance
El recorrido en plena nieve era complicado, no solo por el frio sino por los obstáculos. Al menos gracias a que el luchador había memorizado por completo la ruta de acceso, seria fácil llegar hasta el lugar. Con la cobertura de la oscuridad los tres revolucionarios alcanzaron lo que parecía ser un arbusto frondoso. William les hizo indicaciones para ocultarse dentro de dicho arbusto, justo antes de que comenzara a soplar una ventisca, que dificultaba la visión mas lejos de 5 metros y prácticamente no se podía oír nada a menos que estuviesen muy cerca o se estuviesen gritando – solo tenemos que esperar unos 5 minutos para poder ingresar, corrimos con suerte de que la ventisca nos cubre el avance
William J. Blazkowicz
Hoja de personaje
Nivel:
(25/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Ray Kazaragi Lun Feb 01, 2016 2:58 pm
Las presentaciones habían sido cortas diciendo solamente lo necesario que era sus nombres o como les gusta que les llamen como el caso de Jace, las razones por las que fueron llamados a esa isla para realizar una misión todos lo conocían. Por diferentes motivos el espadachín de cabello rojo llego un poco tarde a la isla por culpa del clima por lo cual se perdió el inicio de la misión sin embargo la parte interesante aun no comenzaba. Respondiendo al rubio mientras mira el mapa que le mostraba — Estoy listo desde que llegue a la isla — trato de recordar lo que había visto del mapa.
Una vez los tres reunidos quien poseía el parche en el ojo comenzó a explicar de que se trataría la misión y que es lo que tendrían que hacer, toma el mapa sacado por Jonathan mientras señalaba algunos puntos. La explicación había sido un poco tediosa con tanto tiempo que su compañero estaba diciendo, a Ray no le importaban ese tipo de cosas solo como poder realizar la misión y sí podía matar a unos cuantos marines por su parte estaría perfecto. El ojo parchado se acomodó su capucha de la capa comenzando a moverse, por su parte Ray se arregló la bufanda que llevaba tapándose la boca hasta el final del cuello siguiendo a William, miro hacia atrás viendo si es que Jace también se encontraba listo para partir.
Caminar por la nieve era un poco extraño al no tener el equipo adecuado para ello, aunque fuera raro no sentía frio a pesar de que bajo la chaqueta que llevaba puesta no vestía nada más. Quien iba adelante pareciera que conocía el camino con anterioridad al ir dirigiendo el camino casi sin dificultad salvo para avanzar en la nieve. Al parecer habían llegado cuando les hizo unas indicaciones para esconderse en un arbusto antes que inicia una ventisca la cual no permitía ver más allá de unos cinco metros en la dirección que quisieras — Si la ventisca no se detiene en esos cinto minutos tendremos que avanzar de todas maneras, ellos se encuentran en la misma situación que nosotros —. Se encontraban en una zona riesgosa y no podían volver atrás, los pasos de ellos en la nieve luego de la ventisca delataría que alguien más se encontraba cerca de ellos aumentando la seguridad en el lugar siendo malo para los revolucionarios los cuales tendrían solo una oportunidad para llevarla a cabo.
Una vez los tres reunidos quien poseía el parche en el ojo comenzó a explicar de que se trataría la misión y que es lo que tendrían que hacer, toma el mapa sacado por Jonathan mientras señalaba algunos puntos. La explicación había sido un poco tediosa con tanto tiempo que su compañero estaba diciendo, a Ray no le importaban ese tipo de cosas solo como poder realizar la misión y sí podía matar a unos cuantos marines por su parte estaría perfecto. El ojo parchado se acomodó su capucha de la capa comenzando a moverse, por su parte Ray se arregló la bufanda que llevaba tapándose la boca hasta el final del cuello siguiendo a William, miro hacia atrás viendo si es que Jace también se encontraba listo para partir.
Caminar por la nieve era un poco extraño al no tener el equipo adecuado para ello, aunque fuera raro no sentía frio a pesar de que bajo la chaqueta que llevaba puesta no vestía nada más. Quien iba adelante pareciera que conocía el camino con anterioridad al ir dirigiendo el camino casi sin dificultad salvo para avanzar en la nieve. Al parecer habían llegado cuando les hizo unas indicaciones para esconderse en un arbusto antes que inicia una ventisca la cual no permitía ver más allá de unos cinco metros en la dirección que quisieras — Si la ventisca no se detiene en esos cinto minutos tendremos que avanzar de todas maneras, ellos se encuentran en la misma situación que nosotros —. Se encontraban en una zona riesgosa y no podían volver atrás, los pasos de ellos en la nieve luego de la ventisca delataría que alguien más se encontraba cerca de ellos aumentando la seguridad en el lugar siendo malo para los revolucionarios los cuales tendrían solo una oportunidad para llevarla a cabo.
Ray Kazaragi
Hoja de personaje
Nivel:
(30/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Jonathan Wayland Lun Feb 08, 2016 9:23 pm
En silencio y abrazando sus piernas, Jonathan se quedó sentado mientras escuchaba atentamente las indicaciones que daba su compañero portador de un parche en el ojo, mientras pensaba en el nuevo integrante de ese peculiar esquipo, Ray. Trataba de no juzgarlo de buenas a primeras, pero por su precaria presentación y las pocas palabas que le dirigió luego de alcanzarle el mapa que había hecho, no hacía más que pensar en que ese sujeto era frío, distante, y quizá no tan abierto a momentos de sociabilidad. No podría culparlo, estaba en una misión, pero incluso podría disimular un poco de interés por el equipo.
Una vez finalizadas las explicaciones, el rubio guardó el mapa dentro de su largo saco negro y acomodó su arma de filo a un lado de su cintura. Luego, sin hacerse esperar, siguió por detrás a los dos revolucionarios sin emitir sonido alguno, tratando de pensar en la dificultad que implicaba recorrer el camino que habían tomado con la gran cantidad de nieve que cubría todo lo que sus ojos pudieran alcanzar a ver. ¿Es que acaso nevaba todo el tiempo en aquella isla? Según los rumores así era, una isla de frío eterno. En un principio le era agradable al tacto y a la vista la nieve e incluso el frío, pero al cabo de poco tiempo deseaba irse lo más pronto posible. Si uno lo pensaba con cierto detenimiento, algo tan hermoso como eso podría llegar a ser mortal.
Tras un buen rato siguiendo a William, finalmente se detuvieron, escondiéndose entre unos grandes arbustos perfectamente ubicados en el punto donde debían estar. Lamentablemente, y para su mala fortuna, los copos de nieve que caían lentamente desde el cielo comenzaron a hacerlo con cierta insistencia, aumentando la velocidad de estos con ayuda del viento que había comenzado a soplar de este a oeste sin previo aviso. Inesperadamente una ventisca hacía acto de presencia, lo que no solo incomodaba el cuerpo del ángel, sino que también limitaba el campo de visión a unos escasos metros.
-¿Están seguros que deberíamos esperar?- con voz temblorosa le dedicó su pregunta a los presentes, mientras acomodaba sus manos en los bolsillos de su saco, tratando de mantenerse caliente, aunque temblando por el descenso de temperatura. –La ventisca es perfecta… Ni siquiera los vigías podrán vernos llegar. Apostaría un baño con agua caliente a que se están retirando ahora mismo.- Tiritando de frío, Jonathan trataba de pensar con la mayor claridad posible, aunque le era bastante difícil salir con un plan en el momento. Sin embargo, estaba seguro de lo que había sugerido: Una seguridad enceguecida era simplemente un grupo de sujetos sin saber a donde apuntar.
Una vez finalizadas las explicaciones, el rubio guardó el mapa dentro de su largo saco negro y acomodó su arma de filo a un lado de su cintura. Luego, sin hacerse esperar, siguió por detrás a los dos revolucionarios sin emitir sonido alguno, tratando de pensar en la dificultad que implicaba recorrer el camino que habían tomado con la gran cantidad de nieve que cubría todo lo que sus ojos pudieran alcanzar a ver. ¿Es que acaso nevaba todo el tiempo en aquella isla? Según los rumores así era, una isla de frío eterno. En un principio le era agradable al tacto y a la vista la nieve e incluso el frío, pero al cabo de poco tiempo deseaba irse lo más pronto posible. Si uno lo pensaba con cierto detenimiento, algo tan hermoso como eso podría llegar a ser mortal.
Tras un buen rato siguiendo a William, finalmente se detuvieron, escondiéndose entre unos grandes arbustos perfectamente ubicados en el punto donde debían estar. Lamentablemente, y para su mala fortuna, los copos de nieve que caían lentamente desde el cielo comenzaron a hacerlo con cierta insistencia, aumentando la velocidad de estos con ayuda del viento que había comenzado a soplar de este a oeste sin previo aviso. Inesperadamente una ventisca hacía acto de presencia, lo que no solo incomodaba el cuerpo del ángel, sino que también limitaba el campo de visión a unos escasos metros.
-¿Están seguros que deberíamos esperar?- con voz temblorosa le dedicó su pregunta a los presentes, mientras acomodaba sus manos en los bolsillos de su saco, tratando de mantenerse caliente, aunque temblando por el descenso de temperatura. –La ventisca es perfecta… Ni siquiera los vigías podrán vernos llegar. Apostaría un baño con agua caliente a que se están retirando ahora mismo.- Tiritando de frío, Jonathan trataba de pensar con la mayor claridad posible, aunque le era bastante difícil salir con un plan en el momento. Sin embargo, estaba seguro de lo que había sugerido: Una seguridad enceguecida era simplemente un grupo de sujetos sin saber a donde apuntar.
Jonathan Wayland
Hoja de personaje
Nivel:
(25/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por William J. Blazkowicz Jue Feb 18, 2016 8:10 am
Ambos tenían hasta cierto punto la razón, sobre todo Ray quien acertadamente comento sobre la pobre situación visual de los vigías – es verdad, pero aun así no se irían, y si nos descubren antes de poder llegar con los civiles estamos total y absolutamente jodidos, somos muy pocos para luchar contra tantos marines – si lograban liberar a los civiles, había un deposito de suministros cerca de las celdas, ahí podrían al menos de ser necesario irse por la fuerza, aunque William prefería emplear eso como ultima opción, no deseaba poner en peligro las vidas de los civiles. Espero hasta el ultimo momento y haciéndole una seña a los dos. Ingreso en la base colándose por el espacio entre el campo de visión de los guardias. Esperaba que los otros hubiesen podido.
En el interior podrían observarse ya las diferentes estructuras de la base, los vigias apostados a observar el exterior no se percataron del ingreso y movimiento de los revolucionarios en el interior. Salvo por unos tres guardias de la marina que estaban pasando de largo. William no los había visto antes y por lo tanto no memorizo su ruta de vigilancia, de no ser por un golpe de suerte los habrían descubierto. Para evitar futuros altercados con esos marines, William se movió con cuidado hacia ellos, tomando al mas rezagado por el cuello y tapándole la boca, estrangulándolo hasta dejarlo inconsciente. A los otros dos, uno le golpeo en la nuca con su nunchaku justo en la base del cuello, sus conocimientos en medicina le confiaban la capacidad de saber donde golpear para dejar al otro inconsciente con el mínimo esfuerzo, y al tercero le mando una patada en la articulación de la rodilla y le tapo la boca antes que pudiese gritar, estampándole la cabeza contra el suelo – esto estuvo cerca – reviso las pertenencias de los marines, encontrando un manojo de llaves. Luego comenzó a moverse en dirección a las celdas, a esa hora todos los civiles deberían estar en una especie de barraca, con esas llaves seguro podían abrir las puertas.
En el interior podrían observarse ya las diferentes estructuras de la base, los vigias apostados a observar el exterior no se percataron del ingreso y movimiento de los revolucionarios en el interior. Salvo por unos tres guardias de la marina que estaban pasando de largo. William no los había visto antes y por lo tanto no memorizo su ruta de vigilancia, de no ser por un golpe de suerte los habrían descubierto. Para evitar futuros altercados con esos marines, William se movió con cuidado hacia ellos, tomando al mas rezagado por el cuello y tapándole la boca, estrangulándolo hasta dejarlo inconsciente. A los otros dos, uno le golpeo en la nuca con su nunchaku justo en la base del cuello, sus conocimientos en medicina le confiaban la capacidad de saber donde golpear para dejar al otro inconsciente con el mínimo esfuerzo, y al tercero le mando una patada en la articulación de la rodilla y le tapo la boca antes que pudiese gritar, estampándole la cabeza contra el suelo – esto estuvo cerca – reviso las pertenencias de los marines, encontrando un manojo de llaves. Luego comenzó a moverse en dirección a las celdas, a esa hora todos los civiles deberían estar en una especie de barraca, con esas llaves seguro podían abrir las puertas.
William J. Blazkowicz
Hoja de personaje
Nivel:
(25/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
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