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Creado por Cain Belikov Dom Mayo 08, 2016 6:03 pm
Había pasado mucho tiempo desde que dejo el reino de goa, ahora con una recompensa de un millón de barriles se encontraba el joven Cain de tan solo 17 años de edad se encontraba en una fiesta llena de miembros revolucionarios en un restaurante marino famoso de los mares del este, aquella nave bastante grande incluso armada por si tenían inconvenientes, aquel restaurante era Baratie, en aquel momento estaban celebrando la iniciación de muchos miembros nuevos que operarían por esos mares algunos serían enviados a otros lados pero estos serían los más dotados
Pero entre ellos se encontraba Cain, uno de la familia Belikov que recientemente se habían unido a la revolución, su padre trabajaba para ella desde que se dio el problema en el reino goa hace dos casi tres años ya, este sujeto no se iniciaba como miembro de la revolución, quería hacer cumplir una promesa que tenía con su difunto hermano, esta era navegar hasta el infinito y más allá de aquellos misteriosos mares como lo serían el grand line y el nuevo mundo, asi que se encontraba sentado en una de las mesas bebiendo un poco de ron mientras esperaba que aquellos cocineros trajeran la comida que aquellos soldados consumirían
Por otro lado disfrutaba la canción que un grupo de revolucionarios tocaban en vivo, eran dos hombres que cantaban Marcus y Oscar eran estos dos hombres, tocaban instrumentos mientras cantaban una vieja canción que le gustaba mucho al Belikov, se trataba de una mujer que fue abandonada por su amado cuando más le necesitaba, la letra era realmente muy hermosa
Última edición por Cain Belikov el Sáb Mayo 28, 2016 6:42 pm, editado 1 vez
Cain Belikov
Hoja de personaje
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Creado por Valeska Quisling Lun Mayo 09, 2016 4:42 am
No hacía mucho que había abandonado su tierra natal, y con ella no solo a su madre sino también a sus hermanas de camaradería, así como su primer sueño, aquel de proteger a la reina Kuga el que había sido su sueño desde la más temprana infancia... Pero la vida cambia y así eran las cosas para la pelirroja, desde hacía ahora más de 10 años aquella parte había quedado enterrada, y por fin ahora veía como su sueño estaba más cerca: Acabar con todos los dragones, y no solo eso sino despojarlos de lo más valioso que tenían, dejarlos como si no fueran más que escoria para así, después de su agonía, exterminarlos. Ante aquella premisa no pudo más que sonreír, los pensamientos de su cabeza no siempre acompañaban a su tranquila apariencia de niña.
De nuevo comenzó a dar un rápido vistazo pr el lugar, aún no entendía como era posible que estuviera aquí, celebrando la iniciación de forma de … fiesta ¡Ni que fueran piratas! Ella quería acción, no mentía: ella NECESITABA acción, y no solo por la forma en cual fue criada, todo el rato entrenando, sino porque de lo contrario se sentiría inútil. Miró a su vez a sus compañeros, o los que serían posiblemente sus compañeros, aunque hoy fuera su temprana iniciación, ya se le había informado de que no entraría en ninguna de las tripulaciones, de momento, sino que sería más bien una unidad de apoyo.
Con cuidado de no tropezar con algunos revolucionarios que ya empezaban a estar algo borrachos, se acercó a la cocina: Ella tenía hambre y si tenía hambre nada le iba a impedir comer, y mucho menso unos cocineros chicos, véase aquí sus orígenes, con cuidado entró en la cocina, intentando esconderse de los trabajadores y logró birlar un trozo de carne, pero justo cuando iba a comérselo uno de los cocineros la descubrió, haciendo que tuviera que salir corriendo de allí, pero sin soltar su trofeo. Corrió todo lo rápido que pudo hasta llegar a una de las mesas, en donde un revolucionario algo tocado por el sake se puso en medio, haciéndola perder el equilibrio y cayendo en el regazo de un chico de cabellos negros. - ¡Holis! - Sonrió de forma causal e inocente aún con la carne en su mano sostenida pro el hueso de la misma - Si no te enfadas por mi aterrizaje fallido comparto mi premio, no son caramelos, pero es que me los he comido hace un rato… No es mi culpa, es que estaban demasiado buenos y tenía hambre… Aunque claro yo como caramelos aunque no tenga hambre… así que ¿Eso no sería una escusa? - Ladeó un poco la cabeza algo confusa por sus propias palabras sin moverse de donde había aterrizado y sin ver como el cocinero estaba acercándose con cara de pocos amigos.
De nuevo comenzó a dar un rápido vistazo pr el lugar, aún no entendía como era posible que estuviera aquí, celebrando la iniciación de forma de … fiesta ¡Ni que fueran piratas! Ella quería acción, no mentía: ella NECESITABA acción, y no solo por la forma en cual fue criada, todo el rato entrenando, sino porque de lo contrario se sentiría inútil. Miró a su vez a sus compañeros, o los que serían posiblemente sus compañeros, aunque hoy fuera su temprana iniciación, ya se le había informado de que no entraría en ninguna de las tripulaciones, de momento, sino que sería más bien una unidad de apoyo.
Con cuidado de no tropezar con algunos revolucionarios que ya empezaban a estar algo borrachos, se acercó a la cocina: Ella tenía hambre y si tenía hambre nada le iba a impedir comer, y mucho menso unos cocineros chicos, véase aquí sus orígenes, con cuidado entró en la cocina, intentando esconderse de los trabajadores y logró birlar un trozo de carne, pero justo cuando iba a comérselo uno de los cocineros la descubrió, haciendo que tuviera que salir corriendo de allí, pero sin soltar su trofeo. Corrió todo lo rápido que pudo hasta llegar a una de las mesas, en donde un revolucionario algo tocado por el sake se puso en medio, haciéndola perder el equilibrio y cayendo en el regazo de un chico de cabellos negros. - ¡Holis! - Sonrió de forma causal e inocente aún con la carne en su mano sostenida pro el hueso de la misma - Si no te enfadas por mi aterrizaje fallido comparto mi premio, no son caramelos, pero es que me los he comido hace un rato… No es mi culpa, es que estaban demasiado buenos y tenía hambre… Aunque claro yo como caramelos aunque no tenga hambre… así que ¿Eso no sería una escusa? - Ladeó un poco la cabeza algo confusa por sus propias palabras sin moverse de donde había aterrizado y sin ver como el cocinero estaba acercándose con cara de pocos amigos.
Valeska Quisling
Hoja de personaje
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Creado por Cain Belikov Lun Mayo 09, 2016 3:20 pm
Se encontraba tranquilo allí sentado disfrutando de su bebida y de la buena música que se podía apreciar en el lugar, era realmente muy cómodo y lujoso sin duda alguna se habían esmerado en ese momento para los novatos revolucionarios aunque el después de aquel día no seria uno mas de ellos, ya había dado la noticia a los superiores como a su padre que buscaría su propio destino por su cuenta, juntaría a su propia gente y enfrentaría al mundo exterior por sus propios métodos pero sus pensamientos como disfrute se vieron interrumpidos cuando una chica cayo en sus piernas y la escucho hablar. Cuando termino de escucharla solo le sonrió y le movió su cabello rojizo - No te preocupes, yo puedo esperar - aquel cocinero se detuvo al ver la espada del muchacho descansar a un lado de la silla y muy ceca de su mano libre, pensando también que aquellos dos eran amigos solo suspiro y volvió a su lugar después de todo ese día solo cocinaban para los revolucionarios y mas nadie - Me llamo Cain y usted señorita supongo que es Candy Candy - decía en un tono de broma mientras se reía por las palabras dichas de aquella chica, era realmente como una niña pequeña, tierna e inocente pero si estaba allí era porque estaba entre las filas de los revos lo que la convertía en una soldada con entrenamiento como el, luego de aquellas palabras aparto su mano de su cabeza para tomar nuevamente la botella y dar un profundo trago al ron como buen pirata - Es un placer - decía luego de beber de aquella botella pasando a dejarla en la mesa para luego hablarle nuevamente - Disculpa mis modales, ¿quieres un poco? -
Cain Belikov
Hoja de personaje
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Creado por Valeska Quisling Vie Mayo 13, 2016 12:03 pm
Aún seguía pensando en sus palabras cuando notó como la mano del chico le revolvía los cabellos, durante apenas una fracción de segundo estuvo a punto de levantarse y apartar la mano, pero aquella no sería ella, al menos no lo sería en aquel momento pues su estancia en la Isla de las mujeres había acabado, así que sin más siguió con aquella sonrisa peculiar en su rostro, pero levantándose después de que rechazara su oferta - Los cocineros de aquí son muy lentos, la carne no hace falta que la hagan tanto... un poco de fuego para matar a los bichos malos, la pinchas en una flecha y ¡Para dentro! - Exclamó ilusionada, haciendo alarde de su personalidad tan enérgica.
Ante aquel apodo giró la cabeza - Vaya... Así es como me llamaban en mi Isla natural... ¿Sabes que si se enteraran allí que conoces algo, incluso como esto, de ellos te buscarían para matarte? - No había expresión de miedo, horror, arrepentimiento... Nada en su rostro, solo una profunda inocencia, como si en verdad no reconociera las palabras que estaba diciendo, como si fueran ajenas a ella. Pero enseguida sonrió más energicamente - ¡Pero no pasa nada! Yo he desertado, así que esas cosas ya no les preocupan, tampoco a mamá - Extendió su dos manso tomando las del otro y agitándolas de forma muy enérgica - ¡Valeska Quisling-chan! ¡Revolucionaria novata! - Los demás revolucionarios que ya la conocían solo suspiraran al escuchar a la joven volver a gritar como si fuera una niña, ya que sabían que si no fuera por su puntería nadie la aguantaría, ni por esto ni por sus cambios de carácter, por esto era posible que jamás llegase a tener una tripulación, una vez soltó la mano del chico miró su bebida - Pero eso... - lo señaló desconfiada - Eso huele raro -
Ante aquel apodo giró la cabeza - Vaya... Así es como me llamaban en mi Isla natural... ¿Sabes que si se enteraran allí que conoces algo, incluso como esto, de ellos te buscarían para matarte? - No había expresión de miedo, horror, arrepentimiento... Nada en su rostro, solo una profunda inocencia, como si en verdad no reconociera las palabras que estaba diciendo, como si fueran ajenas a ella. Pero enseguida sonrió más energicamente - ¡Pero no pasa nada! Yo he desertado, así que esas cosas ya no les preocupan, tampoco a mamá - Extendió su dos manso tomando las del otro y agitándolas de forma muy enérgica - ¡Valeska Quisling-chan! ¡Revolucionaria novata! - Los demás revolucionarios que ya la conocían solo suspiraran al escuchar a la joven volver a gritar como si fuera una niña, ya que sabían que si no fuera por su puntería nadie la aguantaría, ni por esto ni por sus cambios de carácter, por esto era posible que jamás llegase a tener una tripulación, una vez soltó la mano del chico miró su bebida - Pero eso... - lo señaló desconfiada - Eso huele raro -
Valeska Quisling
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Creado por Cain Belikov Sáb Mayo 14, 2016 3:58 pm
Aquella chica era divertida un poco rara si pero divertida, lo curioso era que al parecer desconocía sobre el ron por la manera en que se expresaba a dicho licor, dejo la botella en la mesa y paso a mirar al resto de las personas en el local, todos bailando y cantando alegres, estaban tan contentos de que serían útiles y salvarían muchas vidas, lucharían contra los malvado nobles para cambiar el futuro del mundo – Míralos a todos ellos, están bebiendo lo mismo que yo solo que están pasados de copas – decía para luego reírse y mirar a la chica – Aparte si has comido bien no te afectara mucho – mientras mencionaba esas palabras señalaba al trozo de carne que llevaba consigo, si era muy cierto que comer cortaba los efectos del alcohol o por lo menos a él le ha pasado de esa manera, también el café lo cortaba más rápido todavía
Mientras conversaban comenzaron a salir los camareros con diversos platos de comida que iban dejando en cada mesa, era carne, mucha carne junto a un par de cosas más a cuál iba a ignorar debido a que era comida para conejo, en ello le colocaron unas buenas raciones de comida en su mesa – Me has caído bien, venga te invito a comer – se acomodó para comenzar a tragar a la vez que le dejaban otra botella de ron para luego alejarse aquel trabajador llevándose el carrito en donde trajo toda la comida, en un momento arrimo la botella nueva hacia el lado de la chica mientras el continuaba comiendo y bebiendo de la suya al igual que todos los demás en el lugar – Y dime Candy Candy, esa isla tuya ¿cuál es? -
Mientras conversaban comenzaron a salir los camareros con diversos platos de comida que iban dejando en cada mesa, era carne, mucha carne junto a un par de cosas más a cuál iba a ignorar debido a que era comida para conejo, en ello le colocaron unas buenas raciones de comida en su mesa – Me has caído bien, venga te invito a comer – se acomodó para comenzar a tragar a la vez que le dejaban otra botella de ron para luego alejarse aquel trabajador llevándose el carrito en donde trajo toda la comida, en un momento arrimo la botella nueva hacia el lado de la chica mientras el continuaba comiendo y bebiendo de la suya al igual que todos los demás en el lugar – Y dime Candy Candy, esa isla tuya ¿cuál es? -
Cain Belikov
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Creado por Valeska Quisling Jue Mayo 19, 2016 11:42 am
-¿Pasados de copas? ¿Si las copas están pasadas para que se las toman? Yo no soy cocinera pero no tomaría copas que estuvieran pasadas, las copas que están malas seguro que huelen más feo que lo que tu estás tomando, pero no solo eso sino que nadie se tomaría algo que lo hiciera enfermar - Ahora miraba con mucho detenimiento a sus compañeros, hombres y mujeres de armas y fuertes principios así como convicciones que lo único que hacían era reiri con una cara algo roja, así como emitir extraños conocimientos - Cain-san... Tengo miedo de que se mueran - Dijo con algunas lagrimas en sus ojos, había encontrado a otra "familia" por mucho que en verdad fueran pocos aquellos quienes la aguantasen, contándose en mayoría el caso contrario, pero ella ya les tenía aprecio y no deseaba que nada malo llegase a pasarle a ninguno, pero una vez que dijo lo de la comida localizó con la mirada a los camareros ayudando les incluso a dejar más comida en las mesas y dejando durante un momento solo a Cain, conforme pasaba pro las mesas les decía que si o si tenían que tomarse un atracón o morirían, pero se iba antes de dar más explicaciones; tras aquello regresó al lado del azabache.
-Uff... Son unos despistados, menos mal me has dicho que habían tomado agua pasada, aunque no sabía que el agua se podía pasar... Tendré que estar más atenta... - Aunque había vuelto a sentarse a su lado, miró con mucho recelo la botella - No voy a beber de algo que esté pasado aunque coma carne - Negó con la cabeza - Soy muy mala enferma y no voy a dejar que me envenenes - Con disimulo y haciendo gala de todo lo que se movía, había empezado a jugar con el dobadillo de su falta, así como con sus zapatos con la mano izquierda, o siniestra, pero la sonrisa no abandonaba su cara, claro... que en aquellos sitios más que ropa lo que habían era segundas intenciones... Algo "turbias" aunque en aquel momento solo eran de autoprotección... Solo por si acaso.
-¿Mi Isla? - Se paró a pensarlo por un momento - Yo ya no tengo Isla, yo no les gusto y ellas casi mi no me gustan a mi, así que la gente como yo no tiene Isla- Suspiró como si contar aquello le revocase demasiados recuerdos y sucesos que deseaba eliminar por completo - ¿Y tu tienes Isla? A mi me gustaría revisar todas y cada una de las Islas, sería bonito ir por ahí ensartando flechas en los craneos de los nobles ¿A qué si? - La última frase la había dicho con una sonrisa, como si en verdad estuviera hablando de su comida favorita, la joven era incapaz de medir lo que decía o pensaba.
-Uff... Son unos despistados, menos mal me has dicho que habían tomado agua pasada, aunque no sabía que el agua se podía pasar... Tendré que estar más atenta... - Aunque había vuelto a sentarse a su lado, miró con mucho recelo la botella - No voy a beber de algo que esté pasado aunque coma carne - Negó con la cabeza - Soy muy mala enferma y no voy a dejar que me envenenes - Con disimulo y haciendo gala de todo lo que se movía, había empezado a jugar con el dobadillo de su falta, así como con sus zapatos con la mano izquierda, o siniestra, pero la sonrisa no abandonaba su cara, claro... que en aquellos sitios más que ropa lo que habían era segundas intenciones... Algo "turbias" aunque en aquel momento solo eran de autoprotección... Solo por si acaso.
-¿Mi Isla? - Se paró a pensarlo por un momento - Yo ya no tengo Isla, yo no les gusto y ellas casi mi no me gustan a mi, así que la gente como yo no tiene Isla- Suspiró como si contar aquello le revocase demasiados recuerdos y sucesos que deseaba eliminar por completo - ¿Y tu tienes Isla? A mi me gustaría revisar todas y cada una de las Islas, sería bonito ir por ahí ensartando flechas en los craneos de los nobles ¿A qué si? - La última frase la había dicho con una sonrisa, como si en verdad estuviera hablando de su comida favorita, la joven era incapaz de medir lo que decía o pensaba.
Valeska Quisling
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Creado por Cain Belikov Jue Mayo 19, 2016 9:36 pm
Aquella chica le parecía sin duda alguna muy divertida y simpática, la manera en que actuaba era un poco rara si pero agradable a diferencia de otros revolucionarios que parecían mercenarios que luchaban sin piedad alguna como si estuvieran inhumanisados, pero bueno al rechazar la botella que le ofrecía no tuvo de otra que colocarla en su morral seguro le serviría para el viaje que estaba a punto de hacer, por otro lado la conversación se colocaba un poco interesante aquella chica que parecía ser despistada, inocente y algo infantil guardaba un cierto rencor hacia los nobles se preguntaba el motivo de ello, pero mientras teorías llegaban a su mente giro un poco su cabeza para observar a todos los demás en aquella fiesta, sin duda alguna cada uno de ellos tenía un motivo de porque estaban en la armada revolucionaria y era algo que hasta ahora no se había planteado – Nací en la Isla de Dawn, trabaje mi antiguo trabajo fue como miembro de la guardia real hasta que me topé con la armada revolucionaria – era algo que no le molestaba, era su pasado a pesar de que quizás le juzgarían por trabajar para los nobles del reino de goa pero el juro proteger a la Isla de Dawn por ello se encontraba con los revolucionarios por rendirle cuentas a su juramento – Es divertido hasta que aparece un Almirante – decía mientras le señalaba con un trozo de carne para luego comerlo – Por mi parte me dedicare a la piratería, seguro tengo precio por mi cabeza al igual que todos aquí y como no me unire a la armada no me queda de otra que ser pirata – tomo su bebida una vez que termino de hablar para beber a fondo hasta acabar el líquido de aquella botella, no había nada mejor que vivir en libertad, poder ir a donde quisiera y enfrentar la vida con la frente en algo sin algún compromiso, solo viajar sin preocupaciones, era realmente maravilloso ser pirata
Cain Belikov
Hoja de personaje
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Creado por TR-3.5H Dom Mayo 29, 2016 11:59 am
Había ocasiones en que el pacifista se preguntaba por qué no se retiraba de la armada revolucionaria, una reunión en un restaurante marino en el East Blue era de esas ocasiones, que puede hacer un pacifista en un restaurante sino hablar o aburrirse mientras ve al resto comer, sobre todo un pacifista que solo "come" carne humana y armas enemigas, eran el tipo de reuniones sociales donde no podía hacer nada de lo que le divertía y sin embargo debía de asistir en la búsqueda de que sus compañeros le conocieran y esas porquerías.
Tenía cierta utilidad ya que le permitía hacer alguna que otra broma e ir conociendo a quienes tendría que eludir una vez que se retirara de la armada, ya había tenido una noche relativamente activa en ese sentido puesto a que había estado causando discusiones y siendo echado de algunas mesas después de obtener la información que le interesaba realmente, además de, por supuesto, alardear de las ventajas que tenía en comparación a los sacos de carne que eran los humanos.
Entre sus andadas el pacifista de 2.25 de altura vio una pequeña parejita de niños humanos, en realidad de adolescentes, así que decidió acercarse a platicar y si estaban de lige, interrumpir -He, buenas noches hermanos de la armada- Entró en escena con una voz clásica de fortachón enorme y amable, ya se había topado con un par de aquellos así que no sería ningún problema dar uso de esa clase de voz con los sintetizadores de voz que poseía para comunicarse -Es bueno ver caras jóvenes entre tantos viejos ¿Qué tal están?- dijo mientras que se acercaba invadiendo el espacio personal de la “pareja” forzando a que le prestaran atención en caso de que quisieran ignorarlo.
Tenía cierta utilidad ya que le permitía hacer alguna que otra broma e ir conociendo a quienes tendría que eludir una vez que se retirara de la armada, ya había tenido una noche relativamente activa en ese sentido puesto a que había estado causando discusiones y siendo echado de algunas mesas después de obtener la información que le interesaba realmente, además de, por supuesto, alardear de las ventajas que tenía en comparación a los sacos de carne que eran los humanos.
Entre sus andadas el pacifista de 2.25 de altura vio una pequeña parejita de niños humanos, en realidad de adolescentes, así que decidió acercarse a platicar y si estaban de lige, interrumpir -He, buenas noches hermanos de la armada- Entró en escena con una voz clásica de fortachón enorme y amable, ya se había topado con un par de aquellos así que no sería ningún problema dar uso de esa clase de voz con los sintetizadores de voz que poseía para comunicarse -Es bueno ver caras jóvenes entre tantos viejos ¿Qué tal están?- dijo mientras que se acercaba invadiendo el espacio personal de la “pareja” forzando a que le prestaran atención en caso de que quisieran ignorarlo.
TR-3.5H
Hoja de personaje
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Creado por Cain Belikov Dom Mayo 29, 2016 1:14 pm
Mientras comía y charlaba con aquella chica apareció un sujeto realmente muy alto y temerario a pesar de que su vocabulario lo dejaba ver como alguien agradable, su aspecto era un poco raro, hasta el momento no había tenido contacto con algún sujeto como aquel, no parecía humano así que trago la carne que tenia en su boca para levantarse y saludar de una manera formar a aquel sujeto - Un placer, me llamo Cain... Cain Belikov - mientras decía eso apreciaba desde ese angulo para observar mas a aquel sujeto, sin duda alguna no era humano, era casi dos veces su tamaño - ¿No eres humano cierto? - se le había olvidado que aquel sujeto le reconocía como miembro de la armada revolucionaria, cosa que a pesar de que fue entrenado por ella cuando estos lo sacaron del reino de goa debía de continuar su camino, quizá algún día - Lo siento, debo tomar mi propio camino después de esta noche - mencionaba mientras agarraba la botella de ron - La armada me a enseñado tanto pero viajare por mi cuenta como un pirata - esperaba que aquel sujeto entendiera su posición, estaba muy agradecido con la armada pero no podía continuar con aquella guerra, no por ahora, debía buscar su propio destino, así solo se quedaría esperando la respuesta de aquel sujeto mientras sabia que pronto tendría que marcharse debido a que su barco estaba apunto de llegar con su padre, del cual se iba a despedir y lo dejaria en alguna isla para que comenzara su camino en busca de nakamas para poder volverse un pirata poderoso como temerario
Cain Belikov
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Creado por TR-3.5H Dom Mayo 29, 2016 2:10 pm
La muchachita pareció intimidarse o algo dado que no respondió nada ante la entrada del particular individuo de gran tamaño que hizo acto de presencia tan alevosamente en medio de su conversación con el pelinegro -Un gusto conocerte pequeño Cain.- Dijo a modo de respuesta antes de que le increparan por su naturaleza artificial, aquel día no estaba haciendo nada por ocultarlo así que era bastante evidente que no se trataba de un humano para la mayoría de los que lo observaran, por lo que no se extrañó ante la pregunta.
Asintió una vez con su cabeza antes de levantar uno de aquellos dedos metálicos que parecían terminar en peligrosas garras y apuntarlo a su pecho, concretamente del dedo pulgar -Así es, no soy para nada humano en cuerpo, por más de que mi mente si lo sea en cierta forma, estoy registrado en la armada revolucionaria como la unidad pacifista TR-3.5H, especialista en combate cerrado y de larga distancia.- Comento orgullosamente con aquella voz que tan amable y bonachón podría hacerlo parecer.
El joven afirmaba que pronto se retiraría de la armada para emprender su propio camino, cosa que el pacifista automáticamente registro en su base de datos como deserción y eliminación de "Personas con las que no se puede jugar" para su satisfacción interna -Claro Cain, entiendo que cada uno tenga sus cosas y decisiones, no me parece que tenga mucho sentido apartarse de la armada solo para ser un pirata pero bueno, no indagaré más de lo que me concierna, si en el futuro cruzamos caminos no dudes en pedirme ayuda, como antiguo camarada no dudare en tirarte un cable o prestarte un cuerno.- Comento mientras se quitaba uno de los mentados objetos revelando que eran extraíbles [color=pink]-O fuego si es que fumas.- Dijo mientras uno de sus dedos se abría revelando un mechero de lo más simple comparado con el resto de objetos extravagantes que abundaban en aquel ser mecánico.
Asintió una vez con su cabeza antes de levantar uno de aquellos dedos metálicos que parecían terminar en peligrosas garras y apuntarlo a su pecho, concretamente del dedo pulgar -Así es, no soy para nada humano en cuerpo, por más de que mi mente si lo sea en cierta forma, estoy registrado en la armada revolucionaria como la unidad pacifista TR-3.5H, especialista en combate cerrado y de larga distancia.- Comento orgullosamente con aquella voz que tan amable y bonachón podría hacerlo parecer.
El joven afirmaba que pronto se retiraría de la armada para emprender su propio camino, cosa que el pacifista automáticamente registro en su base de datos como deserción y eliminación de "Personas con las que no se puede jugar" para su satisfacción interna -Claro Cain, entiendo que cada uno tenga sus cosas y decisiones, no me parece que tenga mucho sentido apartarse de la armada solo para ser un pirata pero bueno, no indagaré más de lo que me concierna, si en el futuro cruzamos caminos no dudes en pedirme ayuda, como antiguo camarada no dudare en tirarte un cable o prestarte un cuerno.- Comento mientras se quitaba uno de los mentados objetos revelando que eran extraíbles [color=pink]-O fuego si es que fumas.- Dijo mientras uno de sus dedos se abría revelando un mechero de lo más simple comparado con el resto de objetos extravagantes que abundaban en aquel ser mecánico.
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