Recuerdo del primer mensaje :

Tres largos meses habían pasado ya desde que todos habían terminado por formar lo que para Eli sería más que su familia. La joven de cabellos plateados bien vestida con su falda, botas hasta más arriba de las rodillas, camisa blanca con su corsé y saco propio que tanto le caracterizaba de ese azul tan intenso observaba atenta el periódico que en sus manos parecía ya algo maltratado. De su bolsillo derecho sacó el reloj de cadena que tanto cuidaba, revisando atenta la hora sólo escuchaba los pasos en la madera de aquel hermoso barco que tanto cuidaba, las voces de los tripulantes la mantenían hasta cierto punto tranquila más las ansias de llegar a tierra ya parecía que se la carcomía por dentro. Dando la orden para no llegar directamente al puerto un pequeño camino que ella misma creó los hizo llegar hacia el borde de una playa perfectamente escondida, apenas si se bajó el ancla y dejó todo listo para bajar a tierra guardó el periódico entre sus ropas y en el bolsillo interno de su abrigo llevaba lo que sería su referencia a seguir desde ese punto.

- Bien, yos que no tengan den den mushi dejé unos sobre el comedor, tomen el que más les guste, los quiero a todos bien comunicados desde este punto. -Ordenó tomando sus armas las cuales guardó en su cuerpo como es costumbre así como tomar la más grande de sus espadas. - tienen que ser lo más discretos posibles sobre qué haremos y sobre todo no llamar mucho la atención. - Explicándoles estando de pie ante ellos su semblante serio pero tranquilo no parecía flaquear. - Si nos llegamos a separar y no encontramos nada, éste será nuestro punto de encuentro, si tenemos tiempo de sobra podremos comprar provisiones y, sobre todo… - Giró su vista a Sho entrecerrando su mirada - Nada de peleas innecesarias ni intentos suicidas ¿Entendido? - Regañándole metió su mano al bolsillo sacando de este una fotografía la cual entregó al más cercano de los tripulantes para que la observaran uno por uno. - Sé que tienen demasiada buena memoria… No pierdan detalle de nada. - Murmuró como si de un secreto se tratara. - Yo… - Bajó un poco la mirada mientras ataba bien la manga de su abrigo. - Em.. - Sí.. Le costaba un poco decirlo… Por ello terminó quedándose en silencio y con vergüenza agachando su cabeza para que no la viesen a los ojos. - Comiencen a caminar que.. el tiempo.. No nos permite distraernos. - Agregó comenzando a caminar encabezando a los demás esperando una vez terminaran de ver la fotografía se la entregaran a la albina.

Reglas:

En silencio observó como todos y cada uno de los seres que formaban su nueva familia aceptaba n y acataban cada una de sus órdenes. Aún le parecía algo bastante peculiar más jamás renegaba de la dicha de ser en cierta forma agraciada con la confianza de unos y el cariño de otros. Sonrió y con un suave movimiento de su cabeza asintió despidiéndose de todos y aunque de sus labios no saliese ninguna palabra, a todos y cada uno de ellos les deseó suerte y rogó porque nada les pasara. Seguido de ello caminó hacia el pelirrojo girando su cabeza hacia todas las direcciones donde cada grupo se había separado hasta perderlos a todos de vista y entonces apenas si iba a relajarse un poco cuando la pregunta del pelirrojo se hizo presente. - Sí. - Acotó entrecerrando su mirada viéndole de soslayo por el rabadillo del ojo, comenzando a caminar antes de detenerse y pararse frente a él. - Yo no vengo a cuidarte a ti. - Acotó viéndole firme, seria. - Tú estás para cuidarme e impedir que haga una estupidez ¿Y qué te crees poniéndote en ese plan de superior? - Se giró para seguir caminando - Te ves más tonto de lo normal. - sonrió, al darle la espalda estaba segura de que él no la vería. - A parte todos estarán bien, el único torpe aquí eres tú. - levantó su mirada para seguir de frente dejando salir una suave risa al escuchar sus palabras terminando por callar y no decir más.

Los minutos pasaron y con ello el camino recorrido, a su lado el fiel pelirrojo ambos caminaban por una parte de la zona residencial muy cerca de la comercial. - ¿Qué piensas tú? ¿Crees que se instalaran en un hotel o algo así? - Pensativa llevó su mano derecha hacia su nuca atenta de todo lo que veía. - Algo que me tiene algo preocupada es el hecho de que piense que lo estén persiguiendo, quizá sólo estuvo de paso o terminó por cambiar su color de cabello o algo así. - Sacando sus propias conclusiones comenzaba a ponerse más tensa. En su mano derecha portaba ya su den den mushi esperando paciente la llamada de cualquiera que tuviese ya la información necesaria, quedándose de pie por un instante giró su rostro hacia el puerto tratando de ver si se veía algo sospechoso o no. - ¿Y si viene con más gente?.. - No es como si dudara de sus hombres y su ahora nueva compañera aliada, era por el mero hecho de que no quería ocasionar líos ni llamar la atención. - sigamos por aquí, quizá estén cerca de este lugar, si no los encontramos iremos al límite la ciudad, creo que tendremos qué separarnos para cubrir más terreno, cosa que no me gustaría para nada. - Renegó mordiéndose el labio inferior continuando con su camino, el tiempo corría y la paciencia se le iba a la joven dama

Colocando ambas manos en los bolsillos Masui comenzó a avanzar lentamente por las calles en dirección a donde el tabernero le marco como lugar donde residía el señor de la isla, a lo lejos el edificio se notaba como uno de los más altos del lugar y con su estilo, un tanto sobrecargado para la opinión del pelirrojo, daba a entender que el dueño de aquel lugar quería aspirar a una nobleza a la que tal vez no pertenecía, después de todo aquel lugar no parecía ser un lugar al que los nobles del mundo les interesara vivir; las enormes puertas del lugar se hallaban adornadas con diferentes símbolos y escenas con las cuales se buscaba seguramente intimidar a todos aquellos que se pararan ante ellas, puede que los simples lugareños se asombraran ante ellas Colocando ambas manos en los bolsillos Masui comenzó a avanzar lentamente por las calles en dirección a donde el tabernero le marco como lugar donde residía el señor de la isla, a lo lejos el edificio se notaba como uno de los más altos del lugar y con su estilo, un tanto sobrecargado para la opinión del pelirrojo, daba a entender que el dueño de aquel lugar quería aspirar a una nobleza a la que tal vez no pertenecía, después de todo aquel lugar no parecía ser un lugar al que los nobles del mundo les interesara vivir; las enormes puertas del lugar se hallaban adornadas con diferentes símbolos y escenas con las cuales se buscaba seguramente intimidar a todos aquellos que se pararan ante ellas, puede que los simples lugareños se asombraran ante ellas pero ante los ojos del espía y su conocimiento del mundo aquello no era más que una burda madera tallada por alguien desconocido.

-¡Hola!- Pronuncio de manera energía y alegre al traspasar el pórtico y observar la planta baja del edificio. En su interior se hallaba decorado de una manera sobrecargada y un tanto exagerada pero aquello no le importaba, lo que realmente le interesaba era entablar conversación con la mujer que venía caminando hacia donde se hallaba- Bienvenido ¿Qué necesitaba?- Masui aparento no haber notado su presencia y observaba todo el lugar, aparentando ser alguien bastante distraído y un tanto ajeno a la realidad- ¿Señor?- Unos segundos más necesitaba actuar de aquella manera- Si no necesita nada, le voy a pedir que se retire- En aquel momento centro la vista ante la secretaria y cerró los ojos a la vez que levantaba una mano en señal de disculpa- Disculpe, soy un tanto distraído y no pude evitar quedarme atontado ante la exquisitez del lugar- La mujer relajo su expresión y esbozo una pequeña sonrisa- A todos los lugareños le pasa lo mismo, yo también al principio no podía evitar quedarme viendo los cuadros y estructura del lugar, según las palabras de mi señor fueron hechas por un artista reconocido de Logue Town en el ocaso de su muerte- Poniendo cara de sorprendido volvió a quedarse unos segundos observando el lugar nuevamente, su interlocutora no pudo evitar pensar que vivía en las nubes- ¿Qué necesitaba?- El espía hizo acopio a su memoria fotográfica y extrajo de sus recuerdos los rostros de las dos personas a las cuales rastreaba para preparar la escena que se venía- Mmmm no sé si ha visto a una chica con un gorro o un sujeto de aproximadamente mi altura y cabello largo… no soy alguien de muchas luces y los perdí cuando entramos al pueblo… creo que iban a pasar por este lugar así que pase a ver si no sabía algo- Se lo quedo mirando fijamente por unos momentos puede que tratando de ver si era verdadera la historia o tal vez simplemente haciendo memoria- ¿Una chica? Pensé que era un muchacho realmente… dígale a su amiga que me perdone por tratarla de tal manera, el hombre que la acompañaba llego unos minutos después…- Se acomodó levemente las gafas y miro las escaleras que ascendían a los pisos superiores- creo que debería de hablar con el señor, el hablo con ellos, puede que sepa a donde se dirigían-

Golpeo suavemente la puerta de madera que lo separaba del estudio del señor y espero hasta que finalmente una voz desde el interior le permitió pasar. Al entrar se encontró hasta un tipo sumergido en un mar de papeles que solamente levanto la vista de ellos cuando se percató de que Masui había entrado a la puerta –Disculpe que lo moleste con mi presencia cuando se encuentra tan ocupado- El hombre hizo una seña para que se sentara, cosa que acepto de buena manera- ¿Qué quiere? No dispongo de mucho tiempo- El pelirrojo abandono aquella actitud distraída y la remplazo por una más atenta e inteligente- Hace poco por acá pasaron una señorita y un hombre- El señor del pueblo lo miro fijo por unos segundos- ¿Se refiere al señor y la señora Zappa?- El que usaran nombres falsos le parecía algo bastante ingenioso si uno buscaba esconderse, dado que las pistas lo habían guiado a aquel lugar era más que seguro que fueran ellos, así que asintió- Si, estuvieron aquí hace unos horas tratando ciertos temas conmigo ¿Quién es usted y qué relación tiene con ellos? - Se mostraba receloso, un tanto precavido ante la presencia de aquel chico que se presentaba de la nada, puede que no hablara mucho más si no presentaba alguna prueba de que los conocía- Mi nombre es Marcus Conroy y vine con ellos para ayudarlos con sus propósitos, estuve realizando unas compras mientras ellos venían a hablar con usted sobre las tierras y me gustaría poder ubicarlos- Eso era la único que conocía y puede que sirviera como incentivo para que le explicara que buscaban hacer los otros dos en aquel lugar- Sepa que su sueldo corre a base de ellos, yo no tengo nada que ver con su negocio de licores, aunque debo reconocer que era un buen licor… hable con mi secretaria ella le dará un mapa con la ubicación de las tierras del trabajo. Ahora si me disculpa debo seguir trabajando-.

Con el mapa en mano comenzó lentamente a seguir el camino que le habían marcado en dirección a la granja. Cuando estuvo alejado del pueblo y comprobó que nadie lo siguiera, ni estuviera escuchándolo a escondidas saco la pequeña caracola de entre sus ropas y la activo para comunicarse con sus compañeros- Aquí Masui al habla, eh ubicado el lugar donde se esconden, este se halla a las afueras del pueblo siguiendo el curso de un rio y usan la fachada de un matrimonio que busca comerciar- El rio se hallaba ante él, solo restaba seguirlo y encontrar el lugar- Me dirijo hacia allí, vigilare la zona para observar sus movimientos, permaneceré en el lugar hasta nuevas instrucciones-.