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Creado por Marcus d' Voltem Lun Dic 14, 2015 11:30 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Los andares del cazador lo habían llevado a una embarcación mercante en los blue, ahí conoció a un tipo un tanto particular. Regordete, ataviado con muchas joyas, bastante altanero, que contrato al cazador para hacer un trabajo bastante sencillo, atrapar a un ladrón. La historia detrás de ello era bastante sencilla. El ladrón en cuestión parece que respondía al nombre de Edward, había ingresado en la casa del regordete a robarle unas joyas y el tipo, molesto obviamente por el robo lo quería muerto. No es algo demasiado alejado y era entendible, pero el pobre no era capaz de dar con el paradero del ladrón y se vio obligado a contratar la ayuda de un cazarrecompensas.
Marcus en primeras había aceptado, no era un trabajo muy difícil, y atrapar a un pobre ladronzuelo era algo que podía hacer con mucha rapidez. Se termino bajando del barco en la primera isla y comenzó a hablar con algunos conocidos, haciendo trabajo “detectivesco” si se quiere para dar con el paradero de ese pobre diablo. Fue una investigación de mas o menos un par de semanas, hasta que el rastro que había encontrado lo llevo hasta la isla desértica de ohara, un yermo desolado por un ataque a gran escala, mostrando que cuando le tocas las narices a quien no debes las cosas acabaran muy mal. En todo caso no le tomo mas de un par de días una vez en la isla, dar con el paradero del ladrón, parece que pensaba que esconderse en ese terreno le ayudaría a pasar desapercibido.
El cazador busco una posición elevada, una colina rocosa que se encontraba a unos 20 metros de distancia del campamento, su presa no lo había detectado, parece que estaba demasiado nervioso como para pensar que lo siguieran hasta la isla. Hacia un calor inclemente durante el día y una lucha prolongada con un delincuente no era de las mejores cosas que se podían hacer, lo mejor que pudo hacer Marcus fue encontrar en esa misma colina una saliente rocosa para cubrirse del sol, descansando y durmiendo hasta la noche. De tanto en tanto echaba un ojo al campamento del ladrón por si se había movido.
Cae la noche y el cazador saca su confiable rifle de precisión, se coloca en la parte superior de la colina para tener buena visión del campamento. Mira a su presa a través de la mirilla, controlando su respiración para apuntar mejor, un solo disparo al corazón debería bastar para mandarlo al otro mundo, pero un sonido peculiarmente fuerte lo asusto. Se metió en su tienda de campaña con suma rapidez y luego comenzaron a haber otros sonidos, como si se estuviese dando una pelea. Las luces se apagaron y Marcus quedo bastante callado ¿Qué era lo que había pasado?
Los andares del cazador lo habían llevado a una embarcación mercante en los blue, ahí conoció a un tipo un tanto particular. Regordete, ataviado con muchas joyas, bastante altanero, que contrato al cazador para hacer un trabajo bastante sencillo, atrapar a un ladrón. La historia detrás de ello era bastante sencilla. El ladrón en cuestión parece que respondía al nombre de Edward, había ingresado en la casa del regordete a robarle unas joyas y el tipo, molesto obviamente por el robo lo quería muerto. No es algo demasiado alejado y era entendible, pero el pobre no era capaz de dar con el paradero del ladrón y se vio obligado a contratar la ayuda de un cazarrecompensas.
Marcus en primeras había aceptado, no era un trabajo muy difícil, y atrapar a un pobre ladronzuelo era algo que podía hacer con mucha rapidez. Se termino bajando del barco en la primera isla y comenzó a hablar con algunos conocidos, haciendo trabajo “detectivesco” si se quiere para dar con el paradero de ese pobre diablo. Fue una investigación de mas o menos un par de semanas, hasta que el rastro que había encontrado lo llevo hasta la isla desértica de ohara, un yermo desolado por un ataque a gran escala, mostrando que cuando le tocas las narices a quien no debes las cosas acabaran muy mal. En todo caso no le tomo mas de un par de días una vez en la isla, dar con el paradero del ladrón, parece que pensaba que esconderse en ese terreno le ayudaría a pasar desapercibido.
El cazador busco una posición elevada, una colina rocosa que se encontraba a unos 20 metros de distancia del campamento, su presa no lo había detectado, parece que estaba demasiado nervioso como para pensar que lo siguieran hasta la isla. Hacia un calor inclemente durante el día y una lucha prolongada con un delincuente no era de las mejores cosas que se podían hacer, lo mejor que pudo hacer Marcus fue encontrar en esa misma colina una saliente rocosa para cubrirse del sol, descansando y durmiendo hasta la noche. De tanto en tanto echaba un ojo al campamento del ladrón por si se había movido.
Cae la noche y el cazador saca su confiable rifle de precisión, se coloca en la parte superior de la colina para tener buena visión del campamento. Mira a su presa a través de la mirilla, controlando su respiración para apuntar mejor, un solo disparo al corazón debería bastar para mandarlo al otro mundo, pero un sonido peculiarmente fuerte lo asusto. Se metió en su tienda de campaña con suma rapidez y luego comenzaron a haber otros sonidos, como si se estuviese dando una pelea. Las luces se apagaron y Marcus quedo bastante callado ¿Qué era lo que había pasado?
Marcus d' Voltem
Hoja de personaje
Nivel:
(35/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 | 1 |
Creado por Marcus d' Voltem Dom Ene 10, 2016 7:02 pm
Entrega la lata y la herramienta para que la pelirroja pudiese comer. Lo cierto es que su tono de cabello era curioso de noche a la luz de una fogata, junto con la brisa casi parecía bailar con las sombras generadas por el fuego – Si, ya en la mañana seguro serán comida de algún carroñero que ronde la zona, es mejor así, porque si aun estuviesen vivos podrían comenzar a perseguirnos y no creo que sea bueno terminar siendo las presas de un montón de psicópatas enfurecidos – dice con cierto tono irónico, pero mentira no era, ese era el método mas seguro que había para evitarse problemas con alguien, como decía el dicho “un cuchillo en las tripas resuelve casi todos los problemas” una lastima que Marcus tuviese que recurrir al disparo de un arma y no a un cuchillo, pero el efecto era el mismo – cierto, perdone mi rudeza – dice soltando la lata y extendiendo su mano derecha en señal de saludo – Soy Marcus d’ Voltem señorita, un gusto – luego de la presentación procedió a continuar la respuesta a la frase – creo que muerta habría sido lo mejor que podría pasarle en manos de esos tipos, podrían haberla llevado de esclava alguna venta clandestina y bueno, no creo que alguien como usted prefiriese ese tipo de vida – sobre todo por las cosas que le harían, los esclavistas tenían cierto gusto por las mujeres atractivas como la pelirroja ahí presente.
Le sorprendió un poco escuchar las palabras de agradecimiento, no era alguien muy acostumbrado a recibirlas, casi siempre eran cuestiones de hacer un trabajo y retirarse. Era agradable recibir esas palabras de vez en cuando – como le dije, no tiene que agradecerme, es algo que cualquier persona hubiese hecho – por no decir que fue casi todo suerte, porque aunque Marcus no se negaba a ayudar a una persona, esa isla era normalmente inhabitada por personas, y que el cazador estuviese ahí justamente fue una casualidad completamente , porque incluso podría haber estado en el otro extremo de la isla – Pues ahora que lo menciona señorita, soy cazarrecompensas, básicamente me dedico a atrapar a gente como la oruga de ahí afuera, y entregarla a los marines, también hay casos donde me contratan para atrapar a alguien, mientras eso no implique romper alguna ley, puedo resolver cualquier problema – continuo moviendo comiendo y zarandeando un poco la lata en cuestión, para asegurarse de que se había comido todo el contenido – pues básicamente, el mequetrefe de ahí afuera le robo a alguien con bastante dinero, me contrataron para atraparlo y posteriormente tras unas aburridas 2 semanas de búsqueda lo termine rastreando hasta esta isla olvidada – al asegurarse de que no había nada mas mete la lata en una bolsa y la guarda en uno de sus bolsillos, reciclar metales era una forma barata de mantener los equipos en optimas condiciones – así que básicamente esa es la historia de cómo termine aquí, y créame que si fuese por matarlo ya le habría pegado un tiro, pero el gordinflon que me contrato me pidió que se lo llevara vivo, sino fuese por eso ya le habría cortado la cabeza que es mas fácil de transportar que un cuerpo entero
Durante unos momentos se hizo el silencio mientras fue interrumpido por los quejidos del delincuente, Marcus se levanto tranquilamente, caminando hasta donde se encontraba le pego una patada en el rostro para dejarlo inconsciente nuevamente y regresar hasta la cercanía de la fogata – pero cuénteme su historia señorita, ya se como es que termino aquí, pero ¿antes de eso? ¿tiene alguna actividad con la que se gane la vida? Y si me permite el atrevimiento ¿de donde viene? No tiene que contestar si no lo desea, pero son preguntas que me vienen a la mente como mera curiosidad – se levanta y se sienta en la arena, en frente de la fogata – tocara hacer unas guardias para asegurarnos de que nadie indeseado, animal o persona, se nos acerque durante la noche, si no ve problema yo puedo hacer la primera guardia de cuatro horas, luego nos iremos turnando – una propuesta como esa indicaba que ponía la propia integridad física en manos de otra persona, pero esperaba que la chica no pensara que le haría algo mientras durmiese, porque si de verdad Marcus lo hubiese querido lo habría hecho mientras ella estuviese inconsciente y no ahora que sabría quien se encontraría despierto.
Le sorprendió un poco escuchar las palabras de agradecimiento, no era alguien muy acostumbrado a recibirlas, casi siempre eran cuestiones de hacer un trabajo y retirarse. Era agradable recibir esas palabras de vez en cuando – como le dije, no tiene que agradecerme, es algo que cualquier persona hubiese hecho – por no decir que fue casi todo suerte, porque aunque Marcus no se negaba a ayudar a una persona, esa isla era normalmente inhabitada por personas, y que el cazador estuviese ahí justamente fue una casualidad completamente , porque incluso podría haber estado en el otro extremo de la isla – Pues ahora que lo menciona señorita, soy cazarrecompensas, básicamente me dedico a atrapar a gente como la oruga de ahí afuera, y entregarla a los marines, también hay casos donde me contratan para atrapar a alguien, mientras eso no implique romper alguna ley, puedo resolver cualquier problema – continuo moviendo comiendo y zarandeando un poco la lata en cuestión, para asegurarse de que se había comido todo el contenido – pues básicamente, el mequetrefe de ahí afuera le robo a alguien con bastante dinero, me contrataron para atraparlo y posteriormente tras unas aburridas 2 semanas de búsqueda lo termine rastreando hasta esta isla olvidada – al asegurarse de que no había nada mas mete la lata en una bolsa y la guarda en uno de sus bolsillos, reciclar metales era una forma barata de mantener los equipos en optimas condiciones – así que básicamente esa es la historia de cómo termine aquí, y créame que si fuese por matarlo ya le habría pegado un tiro, pero el gordinflon que me contrato me pidió que se lo llevara vivo, sino fuese por eso ya le habría cortado la cabeza que es mas fácil de transportar que un cuerpo entero
Durante unos momentos se hizo el silencio mientras fue interrumpido por los quejidos del delincuente, Marcus se levanto tranquilamente, caminando hasta donde se encontraba le pego una patada en el rostro para dejarlo inconsciente nuevamente y regresar hasta la cercanía de la fogata – pero cuénteme su historia señorita, ya se como es que termino aquí, pero ¿antes de eso? ¿tiene alguna actividad con la que se gane la vida? Y si me permite el atrevimiento ¿de donde viene? No tiene que contestar si no lo desea, pero son preguntas que me vienen a la mente como mera curiosidad – se levanta y se sienta en la arena, en frente de la fogata – tocara hacer unas guardias para asegurarnos de que nadie indeseado, animal o persona, se nos acerque durante la noche, si no ve problema yo puedo hacer la primera guardia de cuatro horas, luego nos iremos turnando – una propuesta como esa indicaba que ponía la propia integridad física en manos de otra persona, pero esperaba que la chica no pensara que le haría algo mientras durmiese, porque si de verdad Marcus lo hubiese querido lo habría hecho mientras ella estuviese inconsciente y no ahora que sabría quien se encontraría despierto.
Marcus d' Voltem
Hoja de personaje
Nivel:
(35/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 | 1 |
Creado por Lina Crestfall Jue Ene 21, 2016 1:44 pm
Aquel frío que inundaba el lugar era bastante peculiar… Un frío que no calaba ni lastimaba, se opacaba por el calor de la fogata pero aún así podía sentirse. La piel de la joven pelirroja terminó erizándose al sentir una suave brisa. Estremeciéndose levantó un poco su cuerpo arqueándolo con delicadeza mientras cerraba con algo de fuerza sus párpados… Aquella ropa que portaba no era por mucho la indicada para estar un desierto de noche, mas como una fuerte amazona no dijo nada ni mencionó aquello, limitándose solamente a seguir comiendo de aquella lata de comida que el contrario le había ofrecido. Abrió un poco más su mirada observándole con suma tranquilidad, sus orbes buscaron ver los ajenos mas era algo complicado por aquellas extrañas gafas que cargaba. - Comida o no al menos están muertos esos malditos… - Susurró terminando de comer lo de aquella lata. No estaba satisfecha pero al menos el hambre se había ido, relamiendo un poco sus labios y terminando por morder su propio labio inferior bajó la mirada viendo la mano de aquel hombre, pese a dudarlo un poco al final la luchadora extendió la izquierda estrechándola con fuerza y firmeza. - Gracias, Marcus.- Susurró tras escuchar el nombre del masculino, enterneciendo su mirada y de sus finos labios una suave sonrisa se dibujó grata por el buen comportamiento ajeno.
Rió por lo bajo tras deshacer el agarre de sus manos, abrazando sus piernas dejó su mejilla por sobre sus rodillas sin dejar de ver al contrario más aquel comentario tan acertado la hizo sonreír más. - No soy idiota… Si me hubiesen vendido como esclavo terminaría escapando de cualquier manera, no vine aquí para servir a nadie. - Acotó tras un suave susurro y cerró sus párpados un instante tratando de hacer que el frío fuese más pasajero pero apenas si lo escuchó abrió sus párpados dejando ver una singular mueca de incomodidad. - ¿Cazador?.. - Repitió y suspiró abrazando más sus piernas. - Ahora todo tiene sentido… No sé ni como demonios terminé atrapada por ellos ni mucho menos tan cerca de tu presa más me siento contenta de ello y a la vez avergonzada. También soy una cazarrecompensas, seguía a uno de esos tipos para matarle cosa a la que me has ayudado, estoy en deuda contigo. - Se puso lentamente de pie sacudiendo la arena de sus ropas y su piel. - Doblemente en deuda. - Susurró y comenzó a acercarse a él.
Sin mucho cuidado y con basto atrevimiento sonrió de manera más sínica hincándose frente a él acercando su rostro al ajeno. - Apenas cobre lo de mi trabajo te daré la mitad del dinero por compensación a tu ayuda, pero al haberme salvado la vida no sé cómo compensarlo. - Susurró levantando su mano derecha con cuidado para llevar sus dedos índice y pulgar a la unión de los lentes de él comenzando a retirar estos lentamente para poder ver sus ojos. - Vate a dormir, yo haré guardia primero, estuve dormida mucho tiempo y ahora mismo no tengo sueño. - Entrecerró su mirada, sintiendo el calor ya en sus espalda tras dar esta a la fogata, por fin deleitándose con los orbes del rubio y con la deuda ahora de estar viva por él sentía esa carga en sus hombros. - Me llamo Lina… Lina Crestfall, la mujer que te debe la vida. - Acotó antes de tomarlo del mentón con su mano libre para hacerlo que agachara la cabeza y besar su frente por unos segundos… No podía expresar de mejor manera el agradecimiento, a fin de cuentas, guerrera o no seguía siendo mujer, una que apenas comenzaba a conocer otra parte del mundo. Tenía miedo, lo tuvo en su momento. - Quizá te haga falta una compañera. - Tras terminar aquello soltó el mentón del contrario. - Sólo no me vuelvas a apuntar con tus armas. - Rió bajo y extendió su mano para entregarle los lentes.
Rió por lo bajo tras deshacer el agarre de sus manos, abrazando sus piernas dejó su mejilla por sobre sus rodillas sin dejar de ver al contrario más aquel comentario tan acertado la hizo sonreír más. - No soy idiota… Si me hubiesen vendido como esclavo terminaría escapando de cualquier manera, no vine aquí para servir a nadie. - Acotó tras un suave susurro y cerró sus párpados un instante tratando de hacer que el frío fuese más pasajero pero apenas si lo escuchó abrió sus párpados dejando ver una singular mueca de incomodidad. - ¿Cazador?.. - Repitió y suspiró abrazando más sus piernas. - Ahora todo tiene sentido… No sé ni como demonios terminé atrapada por ellos ni mucho menos tan cerca de tu presa más me siento contenta de ello y a la vez avergonzada. También soy una cazarrecompensas, seguía a uno de esos tipos para matarle cosa a la que me has ayudado, estoy en deuda contigo. - Se puso lentamente de pie sacudiendo la arena de sus ropas y su piel. - Doblemente en deuda. - Susurró y comenzó a acercarse a él.
Sin mucho cuidado y con basto atrevimiento sonrió de manera más sínica hincándose frente a él acercando su rostro al ajeno. - Apenas cobre lo de mi trabajo te daré la mitad del dinero por compensación a tu ayuda, pero al haberme salvado la vida no sé cómo compensarlo. - Susurró levantando su mano derecha con cuidado para llevar sus dedos índice y pulgar a la unión de los lentes de él comenzando a retirar estos lentamente para poder ver sus ojos. - Vate a dormir, yo haré guardia primero, estuve dormida mucho tiempo y ahora mismo no tengo sueño. - Entrecerró su mirada, sintiendo el calor ya en sus espalda tras dar esta a la fogata, por fin deleitándose con los orbes del rubio y con la deuda ahora de estar viva por él sentía esa carga en sus hombros. - Me llamo Lina… Lina Crestfall, la mujer que te debe la vida. - Acotó antes de tomarlo del mentón con su mano libre para hacerlo que agachara la cabeza y besar su frente por unos segundos… No podía expresar de mejor manera el agradecimiento, a fin de cuentas, guerrera o no seguía siendo mujer, una que apenas comenzaba a conocer otra parte del mundo. Tenía miedo, lo tuvo en su momento. - Quizá te haga falta una compañera. - Tras terminar aquello soltó el mentón del contrario. - Sólo no me vuelvas a apuntar con tus armas. - Rió bajo y extendió su mano para entregarle los lentes.
Lina Crestfall
Hoja de personaje
Nivel:
(24/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Marcus d' Voltem Mar Ene 26, 2016 8:40 am
Era difícil saber si la pelirroja tena agallas o si nada mas era arrogante. Sabía defenderse muy bien luchando, pero tenia una soberbia que no parecía normal, no es tan fácil escapar de los esclavistas luego de que una persona es capturada, sobre todo si se era vendido a un tenryuubito. Si, esos sujetos que se creían los amos del mundo, que eran mas frágiles que una hoja de papel, pero que desgraciadamente nadie podía tocar o recibirían una visita algo desagradable de un almirante – ¿Qué pequeño es el mundo no le parece? – lo cierto es que le parecía bastante curioso que la pelirroja también fuese un cazador, o en este caso cazadora - seguramente ha de haber sido una experiencia bastante confusa, aparecer de la nada en un sitio como este, pero bueno, ya como llego aquí no importa demasiado, lo importante es que al menos mañana podrá hacer como que todo ese pleito fuese cosa del pasado – hace a un lado la lata, dejándola junto al fuego, después de todo, aun si viesen los cadáveres al día siguiente, las provisiones seguían siendo del pobre tipo, no sospecharían de la intervención de alguien mas.
Le pareció un poco raro, que la chica se le aproximara hasta agacharse justo en el espacio que había entre él y la fogata – no te preocupes, seguro el dinero le hace mas falta que a mi, yo con lo que me entreguen por ese tonto me basta y sobra – pensaba que eso era lo único que ella iba a decirle, hasta que en un momento la mujer alzo su mano dirigiéndola al rostro del cazador. Su mano diestra, comenzaba a moverse hacia la empuñadura de la pistola. Marcus era alguien que prefería nunca correr riesgos, y que la mujer le estuviese acercando la mano al rostro era un comportamiento a su ver un poco raro. Cuando ella le retiro los lentes no pudo evitar arquear una ceja, esa mujer realmente tenia unas actitudes por lo poco curiosas para el cazador - ¿Segura que no quiere dormir? – no era que dudase de ella, mas bien estaba pensando en que todavía estuviese sufriendo secuelas o conmoción del altercado anterior - ¿se encuentra bien? – estaba bastante confundido cuando ella le tomo del mentón y sus ojos se abrieron bastante cuando recibió aquel beso en la frente – tiene un bonito nombre si me permite decirlo – extendió su mano recuperando sus lentes y colocándoselos nuevamente.
Se quedo unos momentos observando a la cazadora, su mirada perspicaz se dio cuenta de ligeros temblores que ella sufría, probablemente por culpa de las noches frías del desierto – Ire a dormir entonces – se levanta de su lugar, estirándose un poco y tronándose algo la espalda – Tener alguien que te cubra la espalda siempre es buena idea, así que puede considerarme también un compañero y sobre el arma no se preocupe, no volveré a apuntarle nuevamente – camina enfundando su pistola y pasa a espaldas de la cazadora. En ese momento se quita la gabardina y se la coloca sobre los hombros – las noches en el desierto son frías, con eso seguro estará mas confortable – va hasta donde se encontraba el saco para dormir y se tumba, quitándose los lentes y colocando la pistola a un lado. Marcus se caracterizaba por tener un sueño algo ligero, así que si la pelirroja daba la voz de alarma de inmediato estaría listo para disparar.
Si nada extraño sucedía, a la mañana siguiente podrían ir a la costa donde pasaría un barco particular, el transporte que los sacaría a ambos de esa isla.
Le pareció un poco raro, que la chica se le aproximara hasta agacharse justo en el espacio que había entre él y la fogata – no te preocupes, seguro el dinero le hace mas falta que a mi, yo con lo que me entreguen por ese tonto me basta y sobra – pensaba que eso era lo único que ella iba a decirle, hasta que en un momento la mujer alzo su mano dirigiéndola al rostro del cazador. Su mano diestra, comenzaba a moverse hacia la empuñadura de la pistola. Marcus era alguien que prefería nunca correr riesgos, y que la mujer le estuviese acercando la mano al rostro era un comportamiento a su ver un poco raro. Cuando ella le retiro los lentes no pudo evitar arquear una ceja, esa mujer realmente tenia unas actitudes por lo poco curiosas para el cazador - ¿Segura que no quiere dormir? – no era que dudase de ella, mas bien estaba pensando en que todavía estuviese sufriendo secuelas o conmoción del altercado anterior - ¿se encuentra bien? – estaba bastante confundido cuando ella le tomo del mentón y sus ojos se abrieron bastante cuando recibió aquel beso en la frente – tiene un bonito nombre si me permite decirlo – extendió su mano recuperando sus lentes y colocándoselos nuevamente.
Se quedo unos momentos observando a la cazadora, su mirada perspicaz se dio cuenta de ligeros temblores que ella sufría, probablemente por culpa de las noches frías del desierto – Ire a dormir entonces – se levanta de su lugar, estirándose un poco y tronándose algo la espalda – Tener alguien que te cubra la espalda siempre es buena idea, así que puede considerarme también un compañero y sobre el arma no se preocupe, no volveré a apuntarle nuevamente – camina enfundando su pistola y pasa a espaldas de la cazadora. En ese momento se quita la gabardina y se la coloca sobre los hombros – las noches en el desierto son frías, con eso seguro estará mas confortable – va hasta donde se encontraba el saco para dormir y se tumba, quitándose los lentes y colocando la pistola a un lado. Marcus se caracterizaba por tener un sueño algo ligero, así que si la pelirroja daba la voz de alarma de inmediato estaría listo para disparar.
Si nada extraño sucedía, a la mañana siguiente podrían ir a la costa donde pasaría un barco particular, el transporte que los sacaría a ambos de esa isla.
Marcus d' Voltem
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