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Creado por Mitsuki Urushiba Mar Dic 15, 2015 11:45 am
Recuerdo del primer mensaje :
El calor es abrumador, los pesados rayos del sol golpean mis parpados y no me permiten ver mucho mas de la cubierta del barco de trasporte que pague para llegar hasta Loguetown, una ciudad que simplemente me apetencia conocer antes de lanzarme a la aventura, un mero capricho que estaba a punto de cumplir. Fueron unos escasos segundos los que utilice para que mi vista se adecuara a la fuerte luz del ambiente, lo justo para notar desde el sector de pasajeros como los tripulantes de aquel barco se movían de un lado a otro para desembarcar correctamente en el muelle "Algún día lograre manejar un barco tan bien como ellos..." Fue todo lo que pensé al verlos, aunque no era un sueño, mas bien algo que quería conocer para no sufrir problemas en un futuro lejano.
Poco tiempo después el barco estaba en el muelle y una fila de gente había comenzado a movilizarse impidiendo la salida, un cumulo de gente tan grande como pesado de manejar que deseaba bajarse a la vez -Idiotas...- Acomode mi bufanda para cubrir mis labios mientras decia aquellas palabras a la par que me ponía a caminar hacia un extremo alejado de la gente, un sitio donde pudiera encontrar una cuerda con la cual bajar. Un grito desde el otro extremo del barco, seguramente uno de los trabajadores del barco, me pedía de manera muy cordial que no fuera para aquella parte del barco dado que esta se encontraba restringida. Simplemente levante una mano en señal de disculpas y continué caminando para finalmente saltar desde la borda y bajarme por un sitio donde la gente no me molestara. Usando una de mis espadas frene mi caída justo a tiempo, aunque dejando una pequeña marca en el lateral de la embarcación.
Suspire al notar que la ciudad no era nada de lo esperaba. Un simple sitio turístico, demasiada gente para mi gusto y, por si fuera poco, no parecía haber ningún sitio donde poder darle un cuidado adecuado a mis espadas que colgaban una a cada lado de mi cintura, aquellas que me había llevado de mi viejo hogar que yo misma había terminado por destruir. Cerre los ojos y negué con la cabeza, no podía estar pensando en esa clase de cosas de nueva cuenta, no era nada divertido. Finalmente mi caminata termino por el aburrimiento y el desafortunado hecho de no encontrarme con nada útil, deje caer mi cuerpo en un banco cercano y aun lado mio el bolso que solo cargaba con unas pocas cosas para mis proyectos y varios trajes iguales al que vestía.
El frió de su isla natal había quedado atrás, ya no había sangre corriendo por el suelo de su hogar y aun menos sentía la increíble presión en su pecho por abandonar los restos de su familia. Lo había perdido todo y, entre eso, también se encontraban gran parte de sus sentimientos y reacciones. La pelinegra había quedado básicamente vacía o al menos eso era lo que mostraba de buenas a primeras con aquella mirada tan oscura como el fondo del mismísimo océano. Pero bien, dejando de lado esa clase de cosas, es momento de ubicarnos y dejar que nuestra querida Mitsuki relate sus propias aventuras como es debido...
El calor es abrumador, los pesados rayos del sol golpean mis parpados y no me permiten ver mucho mas de la cubierta del barco de trasporte que pague para llegar hasta Loguetown, una ciudad que simplemente me apetencia conocer antes de lanzarme a la aventura, un mero capricho que estaba a punto de cumplir. Fueron unos escasos segundos los que utilice para que mi vista se adecuara a la fuerte luz del ambiente, lo justo para notar desde el sector de pasajeros como los tripulantes de aquel barco se movían de un lado a otro para desembarcar correctamente en el muelle "Algún día lograre manejar un barco tan bien como ellos..." Fue todo lo que pensé al verlos, aunque no era un sueño, mas bien algo que quería conocer para no sufrir problemas en un futuro lejano.
Poco tiempo después el barco estaba en el muelle y una fila de gente había comenzado a movilizarse impidiendo la salida, un cumulo de gente tan grande como pesado de manejar que deseaba bajarse a la vez -Idiotas...- Acomode mi bufanda para cubrir mis labios mientras decia aquellas palabras a la par que me ponía a caminar hacia un extremo alejado de la gente, un sitio donde pudiera encontrar una cuerda con la cual bajar. Un grito desde el otro extremo del barco, seguramente uno de los trabajadores del barco, me pedía de manera muy cordial que no fuera para aquella parte del barco dado que esta se encontraba restringida. Simplemente levante una mano en señal de disculpas y continué caminando para finalmente saltar desde la borda y bajarme por un sitio donde la gente no me molestara. Usando una de mis espadas frene mi caída justo a tiempo, aunque dejando una pequeña marca en el lateral de la embarcación.
Suspire al notar que la ciudad no era nada de lo esperaba. Un simple sitio turístico, demasiada gente para mi gusto y, por si fuera poco, no parecía haber ningún sitio donde poder darle un cuidado adecuado a mis espadas que colgaban una a cada lado de mi cintura, aquellas que me había llevado de mi viejo hogar que yo misma había terminado por destruir. Cerre los ojos y negué con la cabeza, no podía estar pensando en esa clase de cosas de nueva cuenta, no era nada divertido. Finalmente mi caminata termino por el aburrimiento y el desafortunado hecho de no encontrarme con nada útil, deje caer mi cuerpo en un banco cercano y aun lado mio el bolso que solo cargaba con unas pocas cosas para mis proyectos y varios trajes iguales al que vestía.
Mitsuki Urushiba
Hoja de personaje
Nivel:
(25/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 | 1 |
Creado por Ginko Jue Dic 31, 2015 2:49 pm
Si hubiera que describir la situación en pocas palabras seria: Gente, gente y más gente. Llegaban uno tras otro, y no dejaban que la cocinera recibiera la información que quería, y ella que había dado uno de sus valiosos besos a la peli negra, que había tenido la mala educación que su cobro era en Berrys u objetos materiales de Valor ¡pero si ella había dicho a Mitsuki que el beso le hacía merecedora de la información que quisiera!.... bueno... quizá, y era porque la otra pelinegra era especial.. ¿o no?, si quizá era eso como había olvidado el valor del amor y la pasión en un beso?
Todo eso estaba siendo sopesado en la mente de Alice cuando había irrumpido alguien que seguramente no tendría problemas en alimentar a sus hijos cuando los tuviera. La cara de la albina fue de curiosidad ladeando la cabeza cuando esta se había aproximado a Kouba diciendo aquello “entrégate sin oponer resistencia” - ¡Woaaa! Kouba malvada, así que ya tenias a alguien antes de besar a Muerte Sensual-Chan – le reclamo moviendo las manos arriba y abajo.
Por supuesto la mal interpretación de todo aquello solo había sido posible por las mala cadena de situaciones, besos y circunstancias que se habían dado aquel día… y por la mala elección de palabras de la rubia claro estaba. Aunque no tuvo tiempo de decir mucho mas, pues la gente seguía legando y llegando, era un poco extraño el cómo es que llegaban tantas personas al mismo tiempo… cuando el Gyojin había hecho acto de presencia, había comprendido que no había captado correctamente la situación hacia un momento, pero de disculparse no tuvo tiempo, ya que una sonrisa apareció en su rostro, se olvido por completo de todo y solo podía ver al Gyojin, incluso ignoro olímpicamente al Cyborg y sus declaraciones y acusaciones sobre los delitos tanto de Mitsuki como de Kouba, solo miro al Gyojin, del mismo modo que un gato ve a un ratón atrapado, su lengua paso por sus labios ansiosamente…
-Primero cortas la cabeza del pez… la mueles, sazonas y la hierves lentamente, obtienes un fondo claro y puedes agregar roux y haces fumet, luego fileteas y usas los huesos para textura y salsa , rebanas y capeas con haría y panco, luego salteas y agregas vino blanco… el hígado y el estomago serán delicioso con pimenton, sal, pimienta y tomillo… - empezó a hablar con la misma ansia que cualquiera esperaría ver en un psicópata – podría servirlo, con patatas, o con tempura… quizá hacer una variante de takoyakiii – soltó perdida en sus pensamientos mientras sus manos estaban en sus mejillas y un brillo estaba en sus ojos, como una niña que está pensando en dulces y pasteles… seguramente, sería lo mas excéntrico en ese momento.. y cuestionablemente habría que ver si el Gyojin se enojaría con eso o simplemente y como otros tantos, tenía un escalofrió por la normalidad con la que alguien estaba planeando cocinarlo…
Todo eso estaba siendo sopesado en la mente de Alice cuando había irrumpido alguien que seguramente no tendría problemas en alimentar a sus hijos cuando los tuviera. La cara de la albina fue de curiosidad ladeando la cabeza cuando esta se había aproximado a Kouba diciendo aquello “entrégate sin oponer resistencia” - ¡Woaaa! Kouba malvada, así que ya tenias a alguien antes de besar a Muerte Sensual-Chan – le reclamo moviendo las manos arriba y abajo.
Por supuesto la mal interpretación de todo aquello solo había sido posible por las mala cadena de situaciones, besos y circunstancias que se habían dado aquel día… y por la mala elección de palabras de la rubia claro estaba. Aunque no tuvo tiempo de decir mucho mas, pues la gente seguía legando y llegando, era un poco extraño el cómo es que llegaban tantas personas al mismo tiempo… cuando el Gyojin había hecho acto de presencia, había comprendido que no había captado correctamente la situación hacia un momento, pero de disculparse no tuvo tiempo, ya que una sonrisa apareció en su rostro, se olvido por completo de todo y solo podía ver al Gyojin, incluso ignoro olímpicamente al Cyborg y sus declaraciones y acusaciones sobre los delitos tanto de Mitsuki como de Kouba, solo miro al Gyojin, del mismo modo que un gato ve a un ratón atrapado, su lengua paso por sus labios ansiosamente…
-Primero cortas la cabeza del pez… la mueles, sazonas y la hierves lentamente, obtienes un fondo claro y puedes agregar roux y haces fumet, luego fileteas y usas los huesos para textura y salsa , rebanas y capeas con haría y panco, luego salteas y agregas vino blanco… el hígado y el estomago serán delicioso con pimenton, sal, pimienta y tomillo… - empezó a hablar con la misma ansia que cualquiera esperaría ver en un psicópata – podría servirlo, con patatas, o con tempura… quizá hacer una variante de takoyakiii – soltó perdida en sus pensamientos mientras sus manos estaban en sus mejillas y un brillo estaba en sus ojos, como una niña que está pensando en dulces y pasteles… seguramente, sería lo mas excéntrico en ese momento.. y cuestionablemente habría que ver si el Gyojin se enojaría con eso o simplemente y como otros tantos, tenía un escalofrió por la normalidad con la que alguien estaba planeando cocinarlo…
Ginko
Hoja de personaje
Nivel:
(10/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Laura Vie Ene 01, 2016 10:24 am
Por un momento la mujer de grisáceo pelaje por un momento enfoco su atención en aquella fémina recién llegada, parte del pelaje oculto por su ropaje se erizo por culpa de un pésimo presentimiento, esa mujer si era amenazante, a diferencia de la niña que gruñía contra Ayashi, esta si sabía transmitir la peligrosidad que representaba sin verse infantil, el olor del peligro se impregno en la nariz de la fémina que trato de susurrar a las otras de la mesa -Viene con otros dos tipos- trago algo de saliva, no le gustaba nada como se estaban poniendo las cosas, sus instintos le estaban diciendo que se prepare para mostrar los colmillos.
El instinto de la Mink le fallo, pues posteriormente vería que venía no con dos, sino tres aliados, entre ellos uno que si no lo estuviera viendo con sus ojos lo hubiera pasado por alto, un hombre metálico de más de dos metros de altura, un poco más bajo que el Gyojin acorazado que había entrado advirtiendo que escapar no era una opción, estos dos individuos rápidamente convirtieron a la humana en la menor de las preocupaciones de la pirata, mientras Ayashi estaba ocupada afirmando que no cobraba besos apareció el último de los integrantes de la pandilla de la rubia un humano, tan callado como un depredador esperando oculto para saltar sobre su presa.
El hombre mayormente metálico había afirmado con una seguridad bastante alta que la persona que estaban buscando era una de las dos pelinegras sentadas en aquella mesa donde estaban todas reunidas, aquella afirmación vino seguida de un gesto bastante peligroso, el momento previo a desenvainar una espada, aquella amenaza no podía ser pasada por alto como si fuera un gesto menor o un movimiento disimulado, claramente estaba listo para el combate y abiertamente advertía al resto “Estoy listo para luchar, si no hacen lo que quiero tendrán que luchar conmigo”, fuera intencional o no, ese era el efecto obtenido con la lupina.
Todo parecía estar tenso y que cada individuo dentro de aquel antro de mala muerte se había preparado para la violenta confrontación que estallaría ante la mínima provocación, pero entonces, cual comediante fuera de lugar la peliblanca que compartía mesa con las “acusadas” y la medica comenzó a gritar y gesticular como había hecho anteriormente, incluso continuando con el tema de “muerte sensual-chan” como le decía a la fría fémina de negros cabellos, para después comenzar a hablar de forma risueño acerca de la forma de cocinar y comerse al gyojin acorazado que había entrado de forma tan imponente.
El miedo, la sensación de peligro y la amenaza latente por parte del hombre metálico no fueron capaces de impedir que la lupina empezara a reír en voz alta, a sabiendas de que esto podría llegar a “ofender” a los “representantes de la ley” acerco sus manos al abdomen mientras se inclinaba acercando sus manos a las armas ocultas por la vestimenta que llevaba, sin dejar de reír a viva voz por los particulares comentarios de aquella niña tan divertida y demencial que tenía a pocos metros de distancia.
-JAJAJAJAJA, no puedo creer lo que estoy escuchando jajajajaja- La voz de la mink sonaba de forma atronadora mientras comenzaba a apoyar su cabeza contra la mesa de tanto que se había inclinado “por la risa”, aunque no era la mejor de las posiciones para alguien que en cualquier momento podría verse envuelta en medio de un combate, lo cierto es que ella no era ninguna de las sospechosas y por lo tanto no estaba “bajo amenaza directa” en realidad, a menos que al gyojin le pareciera alguna clase de insulto reírse de que se lo querían comer y decidiera golpearla a ella primero.
Por debajo de la blanca tela que ocultaba la mayor parte de su cuerpo, solo exponiendo su cabeza, la mujer “que se agarraba el estomago” comenzó a disculparse mientras tensaba sus músculos para lo que pudiera ocurrir y si es que el hombre metálico delataba su identidad. -Disculpen, disculpen, es que fue muy inesperado que entre tanta tensión empezara a escuchar sobre los medios de preparación de un gyojin… Por cierto, recuerdan que dije que cierta persona no era mi tipo, pues de estas personas que llegaron solo una parece no ser de mi tipo, me pregunto por qué será que no me encuentro con gente así en situaciones un poco mejores, ¿Quién sería tan idiota como para matar a una persona en una ciudad con una base de la marina?.- Aunque no tenía un tono tan relajado, la fémina de ojos rojos no dejo de sonreír mientras hablaba sin moverse desde el lugar, dejando salir ocasionalmente algún ruidillo “por la tentación de reírse” mientras hablaba.
Normalmente estaría lista para desenvainar el cuchillo de combate con la mano derecha y defenderse solo con eso, pero la desventaja de no estar en combate igualado uno a uno y el hecho de encontrarse dentro de un establecimiento lleno de gente generaban más tensión que un simple combate uno a uno, así que aprovechando su postura, extendió sus manos cruzadas para sostener la empuñadura de su espada ropera con la mano diestra lo más lenta y sutilmente posible mientras la zurda realizaba un movimiento similar sin llegar a tocar la empuñadura del cuchillo de combate que al estar en su espalda baja estaba más expuesto a que el movimiento fuese notado a través de la tela.
El instinto de la Mink le fallo, pues posteriormente vería que venía no con dos, sino tres aliados, entre ellos uno que si no lo estuviera viendo con sus ojos lo hubiera pasado por alto, un hombre metálico de más de dos metros de altura, un poco más bajo que el Gyojin acorazado que había entrado advirtiendo que escapar no era una opción, estos dos individuos rápidamente convirtieron a la humana en la menor de las preocupaciones de la pirata, mientras Ayashi estaba ocupada afirmando que no cobraba besos apareció el último de los integrantes de la pandilla de la rubia un humano, tan callado como un depredador esperando oculto para saltar sobre su presa.
El hombre mayormente metálico había afirmado con una seguridad bastante alta que la persona que estaban buscando era una de las dos pelinegras sentadas en aquella mesa donde estaban todas reunidas, aquella afirmación vino seguida de un gesto bastante peligroso, el momento previo a desenvainar una espada, aquella amenaza no podía ser pasada por alto como si fuera un gesto menor o un movimiento disimulado, claramente estaba listo para el combate y abiertamente advertía al resto “Estoy listo para luchar, si no hacen lo que quiero tendrán que luchar conmigo”, fuera intencional o no, ese era el efecto obtenido con la lupina.
Todo parecía estar tenso y que cada individuo dentro de aquel antro de mala muerte se había preparado para la violenta confrontación que estallaría ante la mínima provocación, pero entonces, cual comediante fuera de lugar la peliblanca que compartía mesa con las “acusadas” y la medica comenzó a gritar y gesticular como había hecho anteriormente, incluso continuando con el tema de “muerte sensual-chan” como le decía a la fría fémina de negros cabellos, para después comenzar a hablar de forma risueño acerca de la forma de cocinar y comerse al gyojin acorazado que había entrado de forma tan imponente.
El miedo, la sensación de peligro y la amenaza latente por parte del hombre metálico no fueron capaces de impedir que la lupina empezara a reír en voz alta, a sabiendas de que esto podría llegar a “ofender” a los “representantes de la ley” acerco sus manos al abdomen mientras se inclinaba acercando sus manos a las armas ocultas por la vestimenta que llevaba, sin dejar de reír a viva voz por los particulares comentarios de aquella niña tan divertida y demencial que tenía a pocos metros de distancia.
-JAJAJAJAJA, no puedo creer lo que estoy escuchando jajajajaja- La voz de la mink sonaba de forma atronadora mientras comenzaba a apoyar su cabeza contra la mesa de tanto que se había inclinado “por la risa”, aunque no era la mejor de las posiciones para alguien que en cualquier momento podría verse envuelta en medio de un combate, lo cierto es que ella no era ninguna de las sospechosas y por lo tanto no estaba “bajo amenaza directa” en realidad, a menos que al gyojin le pareciera alguna clase de insulto reírse de que se lo querían comer y decidiera golpearla a ella primero.
Por debajo de la blanca tela que ocultaba la mayor parte de su cuerpo, solo exponiendo su cabeza, la mujer “que se agarraba el estomago” comenzó a disculparse mientras tensaba sus músculos para lo que pudiera ocurrir y si es que el hombre metálico delataba su identidad. -Disculpen, disculpen, es que fue muy inesperado que entre tanta tensión empezara a escuchar sobre los medios de preparación de un gyojin… Por cierto, recuerdan que dije que cierta persona no era mi tipo, pues de estas personas que llegaron solo una parece no ser de mi tipo, me pregunto por qué será que no me encuentro con gente así en situaciones un poco mejores, ¿Quién sería tan idiota como para matar a una persona en una ciudad con una base de la marina?.- Aunque no tenía un tono tan relajado, la fémina de ojos rojos no dejo de sonreír mientras hablaba sin moverse desde el lugar, dejando salir ocasionalmente algún ruidillo “por la tentación de reírse” mientras hablaba.
Normalmente estaría lista para desenvainar el cuchillo de combate con la mano derecha y defenderse solo con eso, pero la desventaja de no estar en combate igualado uno a uno y el hecho de encontrarse dentro de un establecimiento lleno de gente generaban más tensión que un simple combate uno a uno, así que aprovechando su postura, extendió sus manos cruzadas para sostener la empuñadura de su espada ropera con la mano diestra lo más lenta y sutilmente posible mientras la zurda realizaba un movimiento similar sin llegar a tocar la empuñadura del cuchillo de combate que al estar en su espalda baja estaba más expuesto a que el movimiento fuese notado a través de la tela.
Laura
Hoja de personaje
Nivel:
(25/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 | 3 |
Creado por Mei Haiba Sáb Ene 02, 2016 9:21 am
Había entrado sola a la taberna, pero lo cierto era que la compañía no había tardado demasiado en hacerse notar. El Gyojin entró poco después de ella, dejando a todos los presentes alucinados y, al mismo tiempo, asustados por su enorme tamaño y vigor físico. Posteriormente habían entrado Okita y el pacifista, acaparando el segundo toda la atención y provocando que el cazador quedara pasara prácticamente inadvertido. No era para menos. El suelo crujió al paso tanto del enorme ser marino de casi tres metros cómo al del también enorme androide que, ni corto ni perezoso, dejó a toda la sala en estado de shock cuando su voz fría rompió el silencio soltando rápidamente una conclusión sobre quien podía ser la criminal que andaban buscando. Quizás, al final, haberlo traído consigo había sido una buena idea.
La soldado desvió su mirada hacia el pacifista, cayendo en la cuenta de que su mano ya se había acercado por precaución a la espada que tenía en el cinto. Ella haría lo mismo, pero su única arma era un látigo que iba a tener poca utilidad en un espacio cerrado cómo el "Last Passage". - Buen trabajo novato. - le felicitó, levantándose de la silla en la que estaba mientras ignoraba todo lo que sucedía a su alrededor. Las palabras alocadas de una de las mujeres de la mesa no provocaron el más mínimo efecto en ella, ni tampoco lo hizo la risa frenética de la misteriosa figura misteriosa que el androide no había podido identificar. Quizás no eran conscientes todavía de la situación en la que se encontraban. Pero si era ese el caso, se solucionaría pronto. O comprendían que estaban a punto de ser arrestadas, todas sin excepción, y trataban de evitarlo o nadie iba a darles una segunda oportunidad para intentarlo de nuevo. Las rejas del calabozo se tragarían sus súplicas... o quizás la guillotina de las ejecuciones. - En ese caso... - la joven volvió a alzar el tono de voz, esta vez ya de pie y con la mirada fija en la mesa de la discordia - Me temo que quedan bajo arresto. - sentenció, mientras una sonrisa burlona se esbozaba en su rostro. Estaba convencida de que no iba a ser tan fácil. Ni lo esperaba ni lo quería. Se podían contar con un dedo de la mano las veces en las que había podido participar de primera mano en enfrentamientos cómo aquel. Si aquel grupo se entregaba no sería sólo un fatal error, sino una decepción.
La soldado desvió su mirada hacia el pacifista, cayendo en la cuenta de que su mano ya se había acercado por precaución a la espada que tenía en el cinto. Ella haría lo mismo, pero su única arma era un látigo que iba a tener poca utilidad en un espacio cerrado cómo el "Last Passage". - Buen trabajo novato. - le felicitó, levantándose de la silla en la que estaba mientras ignoraba todo lo que sucedía a su alrededor. Las palabras alocadas de una de las mujeres de la mesa no provocaron el más mínimo efecto en ella, ni tampoco lo hizo la risa frenética de la misteriosa figura misteriosa que el androide no había podido identificar. Quizás no eran conscientes todavía de la situación en la que se encontraban. Pero si era ese el caso, se solucionaría pronto. O comprendían que estaban a punto de ser arrestadas, todas sin excepción, y trataban de evitarlo o nadie iba a darles una segunda oportunidad para intentarlo de nuevo. Las rejas del calabozo se tragarían sus súplicas... o quizás la guillotina de las ejecuciones. - En ese caso... - la joven volvió a alzar el tono de voz, esta vez ya de pie y con la mirada fija en la mesa de la discordia - Me temo que quedan bajo arresto. - sentenció, mientras una sonrisa burlona se esbozaba en su rostro. Estaba convencida de que no iba a ser tan fácil. Ni lo esperaba ni lo quería. Se podían contar con un dedo de la mano las veces en las que había podido participar de primera mano en enfrentamientos cómo aquel. Si aquel grupo se entregaba no sería sólo un fatal error, sino una decepción.
- Off-Rol:
- Bueno, quería preguntaros que os parece lo que dijo Sopita-chan. ¿Creamos nuevos temas para rolear cada cuales por separado? Habría que ver cómo lo repartimos todo, pero a mí también me parece lo mejor. Yo por mi parte en este tema ya he hecho todo lo que podía hacer así que si seguís roleando yo ya esperaré directamente a que empiece la acción.
Mei Haiba
Hoja de personaje
Nivel:
(41/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Mitsuki Urushiba Sáb Ene 02, 2016 2:49 pm
Por unos segundos me había imaginado que era una sola mujer, una sola marine la que había osado entrar al establecimiento para probar suerte, parecía ser que intentaba dar el suficiente miedo como para que la persona culpable se entregara, algo que estaba por liberar una sonora carcajada de mi parte... Claro, la misma no logro salir mas alla de mis pensamientos al notar como la misma entrada era abordaba por un conjunto mas de personas ingresando, entre ellos un hombre algo extraño, con rasgos casi de un animal acuático y una especie de maquina que atrapo mucho mi atención, aunque no lo suficiente como para no prestar atención a todo cuanto me rodeaba en aquellos momentos, el tercero de ellos parecía ser una persona normal, aunque esa palabra, "normal", no parecía adecuarse mucho a los presentes entre los que estaban incluidas todas y cada una de las mujeres presentes y, por sobre todas las cosas, aquel extravagante sujeto que picaba al hombre detrás de la barra con su bastón.
-¿Quieres callarte?- Dije en un tono algo serio hacia Ayashi, aquella mujer comenzaba a desesperarme puesto que siquiera parecía ser capaz de leer el ambiente de peligrosidad que nos rodeaba -¿...?- Sin decir una palabra mas y con algo de sorpresa en mi rostro me gire para ver como aquella enorme maquina humanizada me señalaba tanto a mi como a la fémina que consideraba de por si mi mascota. Al momento que mis neuronas lograron conectar los hechos, algo que no duro siquiera segundos, mi rostro se transformo completamente de la duda a la ira, una bastante descontrolada que comenzaba a notarse en cada uno de mis músculos, aunque lograba retenerme sentada, no quería saltar al combate e iniciarlo solo por mi culpa. Mientras tanto la gente comenzaba a irse de manera bastante ordenada y aleatoria, esquivando los problemas al usar toda abertura posible, salvo unas pocas personas tan locas como las mujeres que me rodeaban que parecían negadas a moverse de su lugar.
Por otro lado toda la ira y ganas de cortar la ya tensa cuerda desaparecieron al escuchar a la idiota, ya confirmada como tal, de Alice que tenia el aparente deseo de cocinar a un Gyojin -Estoy rodeada de idiotas- No había mejor frase que ella para definirlo, me había ganado unas cuantas conocidas y todas estaban una mas loca que la anterior, sumado a ello la rubia se digno a felicitar a su aliado y, para colmo de males, dignarse a decir que tanto mi mascota como yo nos encontrábamos bajo arresto... En una enorme mezcla de cosas deje escapar mi risa, una fuerte y sonora carcajada -Claro, si, lo siento, ya mismo pienso entregarme- Me sequé ligeramente la lagrima en mi rostro y me puso de pie, sonriendo como hacia mucho tiempo no lo hacia, aunque claro, no tenia ni la mas mínima intención de entregarme de una manera tan simple como aquella, no al menos sin pelear antes -Aunque para ello posiblemente debas de derrotarme- Lo solté sin mas, una declaración de guerra de una sola persona contra otras cuatro mas que me rodeaban, aunque quizás, con algo de suerte, esa misma pasión que yo sentía correr por todo mi cuerpo se contagiara al resto de personas que allí se encontraban y así algunas de ellas se dignaran a combatir a mi lado.
-¿Quieres callarte?- Dije en un tono algo serio hacia Ayashi, aquella mujer comenzaba a desesperarme puesto que siquiera parecía ser capaz de leer el ambiente de peligrosidad que nos rodeaba -¿...?- Sin decir una palabra mas y con algo de sorpresa en mi rostro me gire para ver como aquella enorme maquina humanizada me señalaba tanto a mi como a la fémina que consideraba de por si mi mascota. Al momento que mis neuronas lograron conectar los hechos, algo que no duro siquiera segundos, mi rostro se transformo completamente de la duda a la ira, una bastante descontrolada que comenzaba a notarse en cada uno de mis músculos, aunque lograba retenerme sentada, no quería saltar al combate e iniciarlo solo por mi culpa. Mientras tanto la gente comenzaba a irse de manera bastante ordenada y aleatoria, esquivando los problemas al usar toda abertura posible, salvo unas pocas personas tan locas como las mujeres que me rodeaban que parecían negadas a moverse de su lugar.
Por otro lado toda la ira y ganas de cortar la ya tensa cuerda desaparecieron al escuchar a la idiota, ya confirmada como tal, de Alice que tenia el aparente deseo de cocinar a un Gyojin -Estoy rodeada de idiotas- No había mejor frase que ella para definirlo, me había ganado unas cuantas conocidas y todas estaban una mas loca que la anterior, sumado a ello la rubia se digno a felicitar a su aliado y, para colmo de males, dignarse a decir que tanto mi mascota como yo nos encontrábamos bajo arresto... En una enorme mezcla de cosas deje escapar mi risa, una fuerte y sonora carcajada -Claro, si, lo siento, ya mismo pienso entregarme- Me sequé ligeramente la lagrima en mi rostro y me puso de pie, sonriendo como hacia mucho tiempo no lo hacia, aunque claro, no tenia ni la mas mínima intención de entregarme de una manera tan simple como aquella, no al menos sin pelear antes -Aunque para ello posiblemente debas de derrotarme- Lo solté sin mas, una declaración de guerra de una sola persona contra otras cuatro mas que me rodeaban, aunque quizás, con algo de suerte, esa misma pasión que yo sentía correr por todo mi cuerpo se contagiara al resto de personas que allí se encontraban y así algunas de ellas se dignaran a combatir a mi lado.
- OFF:
- Después de hablarlo tanto con mi tripulación como con Deka llegamos al acuerdo de dejar los combates de la siguiente manera:
S.O.S.P. - 8 VS Laura + Ayashi Kouba + Alba Le Serenno
Chun Hwa VS Alice + Kim D. Darshen
Deka Kozlov VS Mitsuki Urushiba
Okita Souji VS Asriel
Cualquier cosa si a alguien no le agrada la formación se puede arreglar antes de comenzar a crear los temas, pero si todos están de acuerdo de esta manera, podríamos comenzar a movernos para agilizar las cosas y no hacerlo tan pesado. De parte de mi tripulación ya están todos de acuerdo con esas peleas. Saludos~
Mitsuki Urushiba
Hoja de personaje
Nivel:
(25/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 | 1 |
Creado por Ayashi Kouba Lun Ene 04, 2016 3:14 am
Bien, la situación parecía venir con un dejo de locura ¿no? O al menos, así me lo pareció a mi, aunque el hecho de callarme era algo inaudito, se lo perdonaría por esta vez ¡Sólo por esta vez! Así que me quedé en paz luego de atenuar y mencionar que no me parecían marines, en ese mismo momento, cuando aparecían los demás que no daban en claro si buscaban limones o naranjas, Alice se dedicó a mencionar la receta para hacer al gyojin que había entrado -Aunque suene delicioso... me abstengo a probar una cosa tan fea como eso- mencionaría mientras señalaba al mismo marine marino con mi dedo índice ¿Se ofendería? Quizá si, quizá no ¡No me interesaba realmente!
Lo que sucedió después fue todo un espectáculo, de pronto, la lobita empezó a reírse a carcajadas, elevando su voz y rompiendo el tenso ambiente del lugar bajando toda la tonalidad de serio mientras se carcajeaba, aquella risa era, como muchas, muy pegajosa, lo que causó que empezara a reír sonoramente de la misma forma ¿Porqué me reía? Pues, quizá porque la cabeza de chorlito de pelo blanco... y si, hoy hablaré mal de los albinos(?), había dicho algo muy loco en el momento menos oportuno, sacando todo lo tenso de la situación en que Dorothy entró con el León Gyojin, el Hombre de Hojalata y el otro sujeto debe ser el Espantapájaros... por eliminación claro está... pensándolo de esa forma, al momento en que el cyborg dio su gama de información semi-correcta y semi-cierta, pues al parecer sus bases de datos a lo mejor no eran como la información día a día de la isla de Logue Town que yo poseía... quizá exagero porque tengo ganas.
Bueno, la cosa era que, en el momento que el Hombre de Hojalata nos amenazó queriendo un corazón y que no lo sacaría de nosotras, Dorothy se acercó con su vaquero, quizá lanzaría una escupida a otro lado y empezaría a hablarnos en algún otro idioma... oh espera ¿No era el ratón vaquero? En fin ¿Me arrestaba? ¿A mi? Pero cuando estaba dispuesta a decir algo, Mitsuki se levantó con valor entregándose pero a coste de su propia derrota, así que me puse de pie también y alcancé a añadir -¡Lo que ella dijo! Así con lo poético y todo... además, Dorothy ¿Eres marine? ¿No que siempre andaban con sus uniformes de mariquitas azules y una mariposa en la espalda? Porque realmente no me pareces una así vestida de ratón vaquero... aunque si has venido hasta acá, supondré que seguías el camino amarillo... aunque ¿De que nos acusas? Digo ¿Acaso no decían antes de arrestar a alguien de que se le acusaba? Porque... ¿acaso vestir bien es un crimen ahora? Porqué según sabía, no dejar nada a la imaginación era penado ante la ley- y ahí iba yo, con mi labia a ensalzar la situación, seguramente enfadaría a risitos de oro, pero ya tenía ganas de encerrarnos a pesar que no mostraba tener una razón para la misma, al menos no la ha dicho ni ella ni sus compañeros felices.
Finalmente, era momento de liberar un poco la tensión, y el hombre de hojalata parecía inculpar a Mitsuki de algo que... bueno ¿No tenía ni el carajo de idea de lo que pasaba realmente! Pero o ella o yo eramos culpables de ¿Robar un dulce a un niño? Si... seguramente eso fue, entonces de un salto me levanté y busqué ponerme sobre la mesa en la que estábamos -¡Oye Hojalata! ¿Buscas un corazón? Mejor siéntate y bebe un poco ¡Te hará bien!- Y dicho esto, tomé una botella, justo la que había pedido Mitsuki, cosa que quizá luego se lo reclamaría. ¡Pero no era momento de nada! Tras esto saltaría a las mesas cercanas hasta llegar a una ventana y desenfundaría mi navaja para señalar al cyborg -¿Quieres más bebida? Apuesto a que eres demasiado ebrio... Bueno, entonces ¡Ven por mi!- y dicho esto doy un salto fuera del local con la intención de quitarle de encima la presión del cyborg a las demás chicas... si, lo sé, soy tan genial... ¡Pero será momento de pensar como saldré bien parada de esto! Pero seguro lo haré... si, lo haré.
Lo que sucedió después fue todo un espectáculo, de pronto, la lobita empezó a reírse a carcajadas, elevando su voz y rompiendo el tenso ambiente del lugar bajando toda la tonalidad de serio mientras se carcajeaba, aquella risa era, como muchas, muy pegajosa, lo que causó que empezara a reír sonoramente de la misma forma ¿Porqué me reía? Pues, quizá porque la cabeza de chorlito de pelo blanco... y si, hoy hablaré mal de los albinos(?), había dicho algo muy loco en el momento menos oportuno, sacando todo lo tenso de la situación en que Dorothy entró con el León Gyojin, el Hombre de Hojalata y el otro sujeto debe ser el Espantapájaros... por eliminación claro está... pensándolo de esa forma, al momento en que el cyborg dio su gama de información semi-correcta y semi-cierta, pues al parecer sus bases de datos a lo mejor no eran como la información día a día de la isla de Logue Town que yo poseía... quizá exagero porque tengo ganas.
Bueno, la cosa era que, en el momento que el Hombre de Hojalata nos amenazó queriendo un corazón y que no lo sacaría de nosotras, Dorothy se acercó con su vaquero, quizá lanzaría una escupida a otro lado y empezaría a hablarnos en algún otro idioma... oh espera ¿No era el ratón vaquero? En fin ¿Me arrestaba? ¿A mi? Pero cuando estaba dispuesta a decir algo, Mitsuki se levantó con valor entregándose pero a coste de su propia derrota, así que me puse de pie también y alcancé a añadir -¡Lo que ella dijo! Así con lo poético y todo... además, Dorothy ¿Eres marine? ¿No que siempre andaban con sus uniformes de mariquitas azules y una mariposa en la espalda? Porque realmente no me pareces una así vestida de ratón vaquero... aunque si has venido hasta acá, supondré que seguías el camino amarillo... aunque ¿De que nos acusas? Digo ¿Acaso no decían antes de arrestar a alguien de que se le acusaba? Porque... ¿acaso vestir bien es un crimen ahora? Porqué según sabía, no dejar nada a la imaginación era penado ante la ley- y ahí iba yo, con mi labia a ensalzar la situación, seguramente enfadaría a risitos de oro, pero ya tenía ganas de encerrarnos a pesar que no mostraba tener una razón para la misma, al menos no la ha dicho ni ella ni sus compañeros felices.
Finalmente, era momento de liberar un poco la tensión, y el hombre de hojalata parecía inculpar a Mitsuki de algo que... bueno ¿No tenía ni el carajo de idea de lo que pasaba realmente! Pero o ella o yo eramos culpables de ¿Robar un dulce a un niño? Si... seguramente eso fue, entonces de un salto me levanté y busqué ponerme sobre la mesa en la que estábamos -¡Oye Hojalata! ¿Buscas un corazón? Mejor siéntate y bebe un poco ¡Te hará bien!- Y dicho esto, tomé una botella, justo la que había pedido Mitsuki, cosa que quizá luego se lo reclamaría. ¡Pero no era momento de nada! Tras esto saltaría a las mesas cercanas hasta llegar a una ventana y desenfundaría mi navaja para señalar al cyborg -¿Quieres más bebida? Apuesto a que eres demasiado ebrio... Bueno, entonces ¡Ven por mi!- y dicho esto doy un salto fuera del local con la intención de quitarle de encima la presión del cyborg a las demás chicas... si, lo sé, soy tan genial... ¡Pero será momento de pensar como saldré bien parada de esto! Pero seguro lo haré... si, lo haré.
- OFF:
- Salgo del tema, ya veremos de abrir el nuevo tema para Laura y SOPS 8
Ayashi Kouba
Hoja de personaje
Nivel:
(20/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 |
Creado por Laura Lun Ene 04, 2016 9:03 am
Una declaración de guerra fue pronunciada, el conflicto era algo inevitable ya, no habría vuelta atrás una vez que estallase el combate, pelear en un lugar cerrado siendo tantas personas portadoras de armas largas no acabaría bien para nadie, lo mejor sería buscar un nuevo “patio de juegos”, con eso en mente Laura sonrió una vez más al ver para adelante, la mesa donde estaban empezando a retirarse los hombres que apostaban en las cartas, detrás de ellos había una ventana que sería el lugar de salida ideal para escapar de aquel lugar rápidamente, sin embargo retirarse dando la espalda al enemigo era una gran estupidez y no cabía duda en ello, por eso su instinto recurrió a una idea muy simple para evitar salir herida, la mejor defensa era el ataque para ella en aquel momento.
La señal de salida fueron las acciones de Ayashi, la mink aún no se había movido desde si posición apoyada contra la mesa “por la risa” así que aprovechando la postura movió la parte superior del cuerpo y la metió su cabeza y parte de su espalda bajo la misma en una posición bastante incómoda, la cual le obligo a utilizar una cantidad de fuerza claramente sobrehumana, levanto la mesa con la fuerza de su espalda y cabeza para lanzarla torpemente en dirección a los marines mientras daba algunos pasos al frente, rumbo a la ventana que había divisado para sorpresa de los jugadores que todavía no terminaban de salir del susto de ver aquella mesa voladora cuando un haz de color marrón paso entre medio de dos de ellos estrellándose y destrozando aquella ventana cerrada que era la salida más directa para la doctora.
Renunciando a la idea de utilizar la espada ropera allí dentro, libero su mano derecha de la empuñadura del arma y la utilizo para tomar su propia silla y arrojara para destrozar la ventana dándole vía libre para salir sin tener que salir herida por los vidrios, avanzando con un ímpetu arrollador la Mink salto sobre la mesa, tomo la pequeña bolsa de apuestas que estaban por retirar y prosiguió su camino rumbo a la ventana. -Es el dinero que les cobraré a modo de protección, gracias por contratar mis servicios, ahora corran- Grito la fémina de blanca vestimenta antes de atravesar el hueco casi sin cristales de la destrozada ventana que traería gran sufrimiento al pobre y miserable tabernero.
Sin salir de la línea de visión de los que estuvieran adentro los ojos rojos de la Mink se dirigieron al interior del establecimiento antes de que su voz resonara una vez más -Niño de hojalata, ven a por mí, yo sé quien es la persona que estas buscando, así que si me atrapas sabrás quien es realmente tu objetivo, aunque si tienes miedo, quédate adentro y sigue tomando como hasta ahora- dijo en tono burlón antes de salir de la línea directa de visión dispuesta por aquella ventana y comenzar a correr por el callejón al cual había salido.
La señal de salida fueron las acciones de Ayashi, la mink aún no se había movido desde si posición apoyada contra la mesa “por la risa” así que aprovechando la postura movió la parte superior del cuerpo y la metió su cabeza y parte de su espalda bajo la misma en una posición bastante incómoda, la cual le obligo a utilizar una cantidad de fuerza claramente sobrehumana, levanto la mesa con la fuerza de su espalda y cabeza para lanzarla torpemente en dirección a los marines mientras daba algunos pasos al frente, rumbo a la ventana que había divisado para sorpresa de los jugadores que todavía no terminaban de salir del susto de ver aquella mesa voladora cuando un haz de color marrón paso entre medio de dos de ellos estrellándose y destrozando aquella ventana cerrada que era la salida más directa para la doctora.
Renunciando a la idea de utilizar la espada ropera allí dentro, libero su mano derecha de la empuñadura del arma y la utilizo para tomar su propia silla y arrojara para destrozar la ventana dándole vía libre para salir sin tener que salir herida por los vidrios, avanzando con un ímpetu arrollador la Mink salto sobre la mesa, tomo la pequeña bolsa de apuestas que estaban por retirar y prosiguió su camino rumbo a la ventana. -Es el dinero que les cobraré a modo de protección, gracias por contratar mis servicios, ahora corran- Grito la fémina de blanca vestimenta antes de atravesar el hueco casi sin cristales de la destrozada ventana que traería gran sufrimiento al pobre y miserable tabernero.
Sin salir de la línea de visión de los que estuvieran adentro los ojos rojos de la Mink se dirigieron al interior del establecimiento antes de que su voz resonara una vez más -Niño de hojalata, ven a por mí, yo sé quien es la persona que estas buscando, así que si me atrapas sabrás quien es realmente tu objetivo, aunque si tienes miedo, quédate adentro y sigue tomando como hasta ahora- dijo en tono burlón antes de salir de la línea directa de visión dispuesta por aquella ventana y comenzar a correr por el callejón al cual había salido.
- off:
- Salgo del tema, ya nos encontraremos con S.O.S.P-8 y el resto en el combate.
Laura
Hoja de personaje
Nivel:
(25/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 | 3 |
Creado por Asriel Miér Ene 06, 2016 7:59 pm
A veces un trozo de madera puede ser muy reconfortante y cómodo cuando se tiene la cabeza apoyado en el mismo, si bien no fue una larga siesta no pasaron ni cinco minutos cuando Asriel, quien había caído dormido apoyado en la barra se levantó de repente como si hubiera sentido al mismo diablo – NO ME TOQUES CON EL DEDO QUE USASTE PARA PICARTE LA NARIZ! – la exclamación dejo bastante confundido al pobre dependiente que se había rehusado a darle de comer, o a cualquiera que hubiera podido escucharlo ya que no sería nada raro que sus palabras no hubieran llegado a oídos de nadie siendo que bueno, tenían cosas mucho más importantes de las que ocuparse como lo era la posibilidad de pasar un largo tiempo tras las rejas… a cualquiera le importaría mucho mas eso que las palabras de un extraño (sustantivo) extraño (adjetivo). De manera que sintiéndose con un poco más de libertad que de costumbre, y además con el hecho de que no pasaría mucho antes que comenzara a morirse de hambre, Asriel intento tantear el terreno una vez mas
Sin embargo esta vez lejos de sonar como un niño caprichoso preguntando a cada momento “cuando llegamos”, sus palabras sonaron bastante serias aunque siempre con ese tinte burlesco que le ponía a cada frase, tinte que era quizás la cosa más propia que tenía – Entonces… ya que estas buenas personas comenzaran a arreglar sus diferencias a base de golpes, ¿podrías prepararme algo para comer? – el hombre quizás no supo reconocer lo que es un tono de “ultimátum” dado por Asriel (cosa completamente normal siendo que sus palabras siempre rebozaban de ironía) de manera que termino por rechazar nuevamente su petición argumentando que con todos los problemas actuales no tenía intenciones de cocinar nada. Su negativa seguramente venia por el hecho de que las palabras del navegante seguían pareciendo caprichos infantiles, por lo que habría que darle eso que algunos llaman “demostración” de que tan serias eran sus intenciones en este momento…
Asriel rápidamente termino por desenfundar su espada y llevarla rápidamente hacia la garganta del dependiente, sin tocarlo en lo absoluto por supuesto ya que no era su intención matarlo, simplemente asustarlo – Sabes, no es prudente ignorar el estómago de un pirata, más cuando este está dispuesto a pagarte… su espada podría no ignorar tu garganta con la misma facilidad – En ese momento nuestro albino terminaría por girar su mirada observando el entorno una vez más – Aunque con tantos servidores del bien y la justicia, alguno habrá de darte una mano ¿no crees? – ¿locura? Pues sí, quizás pero ahora mismo el hombre se encontraba en un punto donde poco le interesaba que fuera a suceder, simplemente quería imponer sus necesidades por sobre todas las cosas aun si eso le traía problemas con alguno de los presentes, y si debía matar al dependiente pues lo haría sin ningún tipo de contemplación.
Sin embargo esta vez lejos de sonar como un niño caprichoso preguntando a cada momento “cuando llegamos”, sus palabras sonaron bastante serias aunque siempre con ese tinte burlesco que le ponía a cada frase, tinte que era quizás la cosa más propia que tenía – Entonces… ya que estas buenas personas comenzaran a arreglar sus diferencias a base de golpes, ¿podrías prepararme algo para comer? – el hombre quizás no supo reconocer lo que es un tono de “ultimátum” dado por Asriel (cosa completamente normal siendo que sus palabras siempre rebozaban de ironía) de manera que termino por rechazar nuevamente su petición argumentando que con todos los problemas actuales no tenía intenciones de cocinar nada. Su negativa seguramente venia por el hecho de que las palabras del navegante seguían pareciendo caprichos infantiles, por lo que habría que darle eso que algunos llaman “demostración” de que tan serias eran sus intenciones en este momento…
Asriel rápidamente termino por desenfundar su espada y llevarla rápidamente hacia la garganta del dependiente, sin tocarlo en lo absoluto por supuesto ya que no era su intención matarlo, simplemente asustarlo – Sabes, no es prudente ignorar el estómago de un pirata, más cuando este está dispuesto a pagarte… su espada podría no ignorar tu garganta con la misma facilidad – En ese momento nuestro albino terminaría por girar su mirada observando el entorno una vez más – Aunque con tantos servidores del bien y la justicia, alguno habrá de darte una mano ¿no crees? – ¿locura? Pues sí, quizás pero ahora mismo el hombre se encontraba en un punto donde poco le interesaba que fuera a suceder, simplemente quería imponer sus necesidades por sobre todas las cosas aun si eso le traía problemas con alguno de los presentes, y si debía matar al dependiente pues lo haría sin ningún tipo de contemplación.
- Spoiler:
- OFF: pues basicamente llamo la atencion amenazando de muerte a un npc, dada la situacion actual ignoro que tan llamativo sera, pero aun asi intento
Asriel
Hoja de personaje
Nivel:
(12/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Chun Hwa Jue Ene 07, 2016 1:15 am
Todo en ese lugar era como un polvorín apunto de explotar, pero los sospechosos, para fortuna del Gyojin ni si quiera se habían molestado en intentar huir, mas bien intentaban provocar mas la situación con palabras vacías. No había pasado desapercibido para los oídos del agente, las palabras de preparación de la albina, pero simplemente le causaron risa. Cosa que no pudo contener, y exteriorizar – es difícil saber si los humanos tienen un buen sentido del humor, o si simplemente están locos por un ego demasiado inflado, pero me ha hecho una gracia increíble – codeo un poco al androide que había venido con ellos, el que básicamente se suponía que venían a escoltar. Tenia tiempo que no se reía tanto, pero la verdadera diversión no estaba en las bromas, sino en la lucha, cosa que se disparo como polvorín cuando salieron la marine rubia y el androide a la carga.
El agente simplemente no podía contener su emoción, pero debía elegir un rival, no quería aguarle la fiesta a nadie mas. La primera persona que le vino a la mente fue la albina ¿Por qué no? Seria interesante de todos modos. Lo primero que hizo fue colocarse en una postura de guardia, haciendo unas rápidas bocanadas de aire. Manteniendo mirada fija en la pirata de cabello blanco, justamente la que parecía tener conocimientos de cocina, y comenzó a correr hacia ella, pasándole por encima a cualquier objeto que se le atravesara, justamente como un tren de carga – se supone que para cocinar un platillo tienes primero que asegurarte de conseguir los ingredientes – en apariencia era un placaje, similar al de un jugar de football americano, teniendo el brazo derecho retraído como si fuese un ariete, pero en realidad al momento de estar a corta distancia de la albina, un metro aproximadamente, se detendría usando la pierna derecha como apoyo y extendería el brazo diestro en un arco horizontal de adentro hacia afuera. Su objetivo era sencillo, golpear el cuerpo de la pirata, que muy probablemente lo sentiría en su cuerpo como el impacto de un martillo.
El agente simplemente no podía contener su emoción, pero debía elegir un rival, no quería aguarle la fiesta a nadie mas. La primera persona que le vino a la mente fue la albina ¿Por qué no? Seria interesante de todos modos. Lo primero que hizo fue colocarse en una postura de guardia, haciendo unas rápidas bocanadas de aire. Manteniendo mirada fija en la pirata de cabello blanco, justamente la que parecía tener conocimientos de cocina, y comenzó a correr hacia ella, pasándole por encima a cualquier objeto que se le atravesara, justamente como un tren de carga – se supone que para cocinar un platillo tienes primero que asegurarte de conseguir los ingredientes – en apariencia era un placaje, similar al de un jugar de football americano, teniendo el brazo derecho retraído como si fuese un ariete, pero en realidad al momento de estar a corta distancia de la albina, un metro aproximadamente, se detendría usando la pierna derecha como apoyo y extendería el brazo diestro en un arco horizontal de adentro hacia afuera. Su objetivo era sencillo, golpear el cuerpo de la pirata, que muy probablemente lo sentiría en su cuerpo como el impacto de un martillo.
- Off:
- Para continuar el combate pasar por este link (?) A tumba abierta
Chun Hwa
Hoja de personaje
Nivel:
(30/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Toshiro Hitsugaya Jue Ene 21, 2016 2:34 am
Lo que sucedió en el bar era una locura desde que llego aquel grupo que estaba en búsqueda del pirata que asesino a un sujeto a plena luz del día, el grupo que eran los sospechosos conformado principalmente por mujeres seguían teniendo conversaciones sobre temas extraños a los cuales el caza recompensas escuchaba sin mucho interés a causa de que el resto de las personas que se encontraba en “Last Passage” parecía estar muda sin decir palabra alguna, era entendible si no entendían muy bien lo que sucedía frente a ellos. Entre dimes y diretes las cosas se comenzaron a aclarar poco a poco entre la mesa donde estaban sentadas las sospechosas y grupo de persona, máquina y animal marino con el que llego al bar.
Sin embargo lo que llamo la atención de Okita fue un hombre que se quedó dormido en la mitad del problema sobre la barra despertando a los minutos gritando algunas incoherencias. Se quedó tranquilo por unos instantes cuando comenzó a pedirle comida al dependiente del lugar quien no respondía a nada prestando atención a los problemas que estaban ocurriendo en su local por si había alguna pelea, era casi inevitable que el cazador no los escuchara cuando se encontraban a tan solo unos metros. Lo que hizo que interviniera fue cuando el chico cabello blanco desenfundara su espada apuntando a la garganta del dependiente, eso era algo que no podía dejar pasar fuera quien fuera, sin embargo tenía más razones para hacerlo cuando él mismo menciono que se trataba de un pirata — Si fuera tú no haría eso —, sus palabras tenían un tono amenazador pero no podía dejar que el dependiente del lugar muriera y mucho menos que un pirata hiciera lo que quisiera frente a sus ojos, mal que mal era su trabajo el tener que capturarlos.
Tener un combate dentro del bar con tanta gente la cual no debía porque verse involucrado en el tema no era una de las mejores ideas además de que el espacio era reducido por lo que si llegaban a salir a la calle aunque llamara la atención de quienes estaban afuera y los que pudieran ver, a la larga podría no involucrar a tanta gente sin considerar que la fuente de trabajo de alguien se vería afectado por los daños que se podrían producir. Dio unos pasos quedando a la espalda del chico — Es mejor si lo resolvemos afuera — salió por la puerta avanzando un par de metros para darse vuelta colocando su mano derecha sobre una de sus Katanas y esperando que saliera.
Sin embargo lo que llamo la atención de Okita fue un hombre que se quedó dormido en la mitad del problema sobre la barra despertando a los minutos gritando algunas incoherencias. Se quedó tranquilo por unos instantes cuando comenzó a pedirle comida al dependiente del lugar quien no respondía a nada prestando atención a los problemas que estaban ocurriendo en su local por si había alguna pelea, era casi inevitable que el cazador no los escuchara cuando se encontraban a tan solo unos metros. Lo que hizo que interviniera fue cuando el chico cabello blanco desenfundara su espada apuntando a la garganta del dependiente, eso era algo que no podía dejar pasar fuera quien fuera, sin embargo tenía más razones para hacerlo cuando él mismo menciono que se trataba de un pirata — Si fuera tú no haría eso —, sus palabras tenían un tono amenazador pero no podía dejar que el dependiente del lugar muriera y mucho menos que un pirata hiciera lo que quisiera frente a sus ojos, mal que mal era su trabajo el tener que capturarlos.
Tener un combate dentro del bar con tanta gente la cual no debía porque verse involucrado en el tema no era una de las mejores ideas además de que el espacio era reducido por lo que si llegaban a salir a la calle aunque llamara la atención de quienes estaban afuera y los que pudieran ver, a la larga podría no involucrar a tanta gente sin considerar que la fuente de trabajo de alguien se vería afectado por los daños que se podrían producir. Dio unos pasos quedando a la espalda del chico — Es mejor si lo resolvemos afuera — salió por la puerta avanzando un par de metros para darse vuelta colocando su mano derecha sobre una de sus Katanas y esperando que saliera.
- Off:
- Para salir del tema ~
Toshiro Hitsugaya
Hoja de personaje
Nivel:
(31/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 3 |
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