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Creado por Hikari Hopeless Miér Ene 06, 2016 4:01 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Acababa de llegar un gran barco mercantil a la isla de Gecko, traían todo tipo de comida del extranjero. Aunque aquel país tenía sus propios alimentos, importaban importantes cantidades de comida de países vecinos. Aquello fue una gran suerte para Hikari, quien viajó de polizón en aquel gran barco, como de costumbre. No le sobraba el dinero, tenía el justo para sobrevivir, para no morirse de hambre, necesitaba hacer dinero rápidamente de una forma u otra... Bueno, de cualquier forma no, había algo a lo que no quería regresar...
El barco había llegado a primera hora de la mañana, aún a penas había amanecido y a los marineros les costaba levantarse para descargar el barco, era una panda de vagos, gordos y apestosos. Hikari odiaba a aquel tipo de hombres, les recordaba a su pasado...
Como una gata, silenciosa y ágil, salió del barco, evitó a los guardias que vigilaban la zona de mercancías del puerto y comenzó a caminar hacia el centro de la ciudad.
Caminó casi durante una hora, pues a pie, el puerto donde paraban los barcos mercantiles estaba muy lejos. Por el camino no encontró ni un alma, era lógico y más a aquellas horas. Sin embargo, al llegar a la ciudad, ya había amanecido y las personas comenzaban a dar vida aquella villa tan tranquila y pacífica, Syrup.
Ya en pleno centro de la ciudad, el bullicio era el principal personaje de aquella obra de teatro. La joven se descubrió el rostro y dejó caer la capucha que cubría su cabeza. Se sentó tranquilamente en el bordillo de una fuente de la plaza principal mientras contemplaba con curiosidad a las personas. Había todo tipo de personas, hombres que cargaban leña y una gran hacha, mujeres con grandes sacos o rodeadas por niños. Las personas de aquel lugar parecían muy amables, cada una de las que se cruzaba la mirada con Hikari le hacía una pequeña reverencia, un gesto de saludo, ella contestaba del mismo modo sin decir media palabra.
Sin embargo, fue otra cosa, más delicada y pura lo que distrajo su atención de las parejas tan juntas. Un pequeño niño estaba llorando cerca de ella, se había caído contra el suelo y nadie hacía nada. Parecía que estaba solo, ningún adulto se acercaba a ver por qué lloraba. Hikari se acercó a él, sacando su lado más tierno y con cuidado levantó al pequeño.
-¿Qué te ocurre? ¿Te has hecho daño, pequeño? -preguntó con amabilidad, extraña en ella.
El niño no contestaba, lloraba sin parar y señaló a su rodilla. Se había hecho una pequeña herida con la caída, un pequeño raspón, pero aquello para los niños era una graaaan herida.
-No te preocupes, siempre llevo conmigo algunas tiritas... -dijo la joven mientras revolvía en un pequeño saquito. Sacó una tirita con divertidos dibujos de animales y la puso con cuidado sobre la rodilla del pequeño. -Ale, ya está, no tienes por qué llorar más.
El niño miró curioso su rodilla y al ver aquella divertida tirita, sonrió de nuevo y abrazó a Hikari mientras le daba las gracias. Cuando la joven pelirroja se alzó, se despidió del pequeño que se iba corriendo por su camino.
Era extraño ver aquella faceta de la joven, tan solo se veía cuando había niños cerca. Eran las criaturas más inocentes y puras que había en el mundo para Hikari, nadie debía hacerles daño, no tenían por qué sufrir, solo tenían que crecer fuertes, sanos y felices
Acababa de llegar un gran barco mercantil a la isla de Gecko, traían todo tipo de comida del extranjero. Aunque aquel país tenía sus propios alimentos, importaban importantes cantidades de comida de países vecinos. Aquello fue una gran suerte para Hikari, quien viajó de polizón en aquel gran barco, como de costumbre. No le sobraba el dinero, tenía el justo para sobrevivir, para no morirse de hambre, necesitaba hacer dinero rápidamente de una forma u otra... Bueno, de cualquier forma no, había algo a lo que no quería regresar...
El barco había llegado a primera hora de la mañana, aún a penas había amanecido y a los marineros les costaba levantarse para descargar el barco, era una panda de vagos, gordos y apestosos. Hikari odiaba a aquel tipo de hombres, les recordaba a su pasado...
Como una gata, silenciosa y ágil, salió del barco, evitó a los guardias que vigilaban la zona de mercancías del puerto y comenzó a caminar hacia el centro de la ciudad.
Caminó casi durante una hora, pues a pie, el puerto donde paraban los barcos mercantiles estaba muy lejos. Por el camino no encontró ni un alma, era lógico y más a aquellas horas. Sin embargo, al llegar a la ciudad, ya había amanecido y las personas comenzaban a dar vida aquella villa tan tranquila y pacífica, Syrup.
Ya en pleno centro de la ciudad, el bullicio era el principal personaje de aquella obra de teatro. La joven se descubrió el rostro y dejó caer la capucha que cubría su cabeza. Se sentó tranquilamente en el bordillo de una fuente de la plaza principal mientras contemplaba con curiosidad a las personas. Había todo tipo de personas, hombres que cargaban leña y una gran hacha, mujeres con grandes sacos o rodeadas por niños. Las personas de aquel lugar parecían muy amables, cada una de las que se cruzaba la mirada con Hikari le hacía una pequeña reverencia, un gesto de saludo, ella contestaba del mismo modo sin decir media palabra.
Sin embargo, fue otra cosa, más delicada y pura lo que distrajo su atención de las parejas tan juntas. Un pequeño niño estaba llorando cerca de ella, se había caído contra el suelo y nadie hacía nada. Parecía que estaba solo, ningún adulto se acercaba a ver por qué lloraba. Hikari se acercó a él, sacando su lado más tierno y con cuidado levantó al pequeño.
-¿Qué te ocurre? ¿Te has hecho daño, pequeño? -preguntó con amabilidad, extraña en ella.
El niño no contestaba, lloraba sin parar y señaló a su rodilla. Se había hecho una pequeña herida con la caída, un pequeño raspón, pero aquello para los niños era una graaaan herida.
-No te preocupes, siempre llevo conmigo algunas tiritas... -dijo la joven mientras revolvía en un pequeño saquito. Sacó una tirita con divertidos dibujos de animales y la puso con cuidado sobre la rodilla del pequeño. -Ale, ya está, no tienes por qué llorar más.
El niño miró curioso su rodilla y al ver aquella divertida tirita, sonrió de nuevo y abrazó a Hikari mientras le daba las gracias. Cuando la joven pelirroja se alzó, se despidió del pequeño que se iba corriendo por su camino.
Era extraño ver aquella faceta de la joven, tan solo se veía cuando había niños cerca. Eran las criaturas más inocentes y puras que había en el mundo para Hikari, nadie debía hacerles daño, no tenían por qué sufrir, solo tenían que crecer fuertes, sanos y felices
Hikari Hopeless
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Undyne Fox Vie Ene 22, 2016 1:24 am
Se trataba de un día bastante tranquilo en Syrup, o por lo menos era un día normal desde la perspectiva de una guardia regular que estaba obligada a trabajar allí durante algún tiempo, hacía un par de semanas que había sido asignada a trabajar en aquel lugar, una ubicación que hasta el momento era realmente muy tranquila si se dejaban de lado a los niños bromistas y juguetones que deambulaban por donde quisieran, en más de una ocasión se habían burlado de algunos de los rasgos de la guardia mink que deambulaba desde hacía poco tiempo por el lugar.
Una mink de casi dos metros de altura caminaba con tranquilidad mientras revisaba una pequeña pila de carteles de Wanted sin mucho interés en verdad, prefería hablar con la gente o ayudar en algo más productivo que prepararse par enemigos que nunca aparecerían frente a ella ¿Que haría un pirata en medio de toda esa tranquilidad? después de todo no era un lugar que pudiera llamar la atención de aquellos carroñeros.
El sonido de sus cascos al caminar hacia sentir a Ana un poco preocupada de llamar demasiado la atención, ignorando que tal vez el gran martillo de guerra en su espalda y el escudo de madera tal vez serían más llamativos que el sonido de las pisadas de un caballo, o yegua en su caso, como de costumbre cuando llegaba a un lugar nuevo, la Mink se había estado dedicando en sus guardias a intentar conocer a los habitantes del lugar y forjar buenas relaciones para evitar que algún delincuente se le colara por descuido o para saber a dónde ir si le decían que X o Y persona necesitaban ayuda, mientras hacía esto deambulando sin rumbo exacto dentro del perímetro a cuidar vio un par de figuras desconocidas de las cuales una parecía llevar un mazo y también resaltaba bastante por ser casi tan alto como la mink de rubia cabellera.
Con tranquilidad posos sus ojos verdes en aquel joven y empezó a acercarse mientras se abanicaba con aquellos folletos de wanted, de los cuales todavía no se había deshecho solamente porque sería mejor devolverlos o clavarlos en algún lugar para que la gente los viera. -Hola muchachos.- Dijo en voz alta la mink en tono relajado mientras se acercaba estirando la diestra en un cordial saludo, el blanco y celeste de su uniforme estaban un poco llenos de tierra, pero eran clara evidencia y firmes testigos que hacían constar el hecho de que la mink pertenecía a las fuerzas del orden en aquel lugar. -Soy la oficial Zma, pero pueden decirme Ana ¿Podrían decirme quiénes son?-
Una mink de casi dos metros de altura caminaba con tranquilidad mientras revisaba una pequeña pila de carteles de Wanted sin mucho interés en verdad, prefería hablar con la gente o ayudar en algo más productivo que prepararse par enemigos que nunca aparecerían frente a ella ¿Que haría un pirata en medio de toda esa tranquilidad? después de todo no era un lugar que pudiera llamar la atención de aquellos carroñeros.
El sonido de sus cascos al caminar hacia sentir a Ana un poco preocupada de llamar demasiado la atención, ignorando que tal vez el gran martillo de guerra en su espalda y el escudo de madera tal vez serían más llamativos que el sonido de las pisadas de un caballo, o yegua en su caso, como de costumbre cuando llegaba a un lugar nuevo, la Mink se había estado dedicando en sus guardias a intentar conocer a los habitantes del lugar y forjar buenas relaciones para evitar que algún delincuente se le colara por descuido o para saber a dónde ir si le decían que X o Y persona necesitaban ayuda, mientras hacía esto deambulando sin rumbo exacto dentro del perímetro a cuidar vio un par de figuras desconocidas de las cuales una parecía llevar un mazo y también resaltaba bastante por ser casi tan alto como la mink de rubia cabellera.
Con tranquilidad posos sus ojos verdes en aquel joven y empezó a acercarse mientras se abanicaba con aquellos folletos de wanted, de los cuales todavía no se había deshecho solamente porque sería mejor devolverlos o clavarlos en algún lugar para que la gente los viera. -Hola muchachos.- Dijo en voz alta la mink en tono relajado mientras se acercaba estirando la diestra en un cordial saludo, el blanco y celeste de su uniforme estaban un poco llenos de tierra, pero eran clara evidencia y firmes testigos que hacían constar el hecho de que la mink pertenecía a las fuerzas del orden en aquel lugar. -Soy la oficial Zma, pero pueden decirme Ana ¿Podrían decirme quiénes son?-
- Off:
- Eitan, vengo a hacerte terminar este tema de una buena vez para que puedas ser libre… o preso XD
Undyne Fox
Hoja de personaje
Nivel:
(27/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Eitan Walker Miér Ene 27, 2016 3:04 pm
-Estúpida anciana, con sus estúpidas cosas que me dejan, estúpido día…con su estúpido…- ya ni si quiera se me ocurría que más denigrar en ese momento, estaba tan estresado y molesto por el hecho de que ya había pasado mucho que Sali de la carpa y aun no regresaba con lo que se me había encargado, sabía que tendría fuertes consecuencias, pero que ya no había nada que podría hacer, aunque llegara justo ahora no me perdonarían el hecho que seguramente los haya dejado sin leña para el desayuno…desayuno…era real aun no había yo probado bocado alguno, ¿Qué clase de personas dejaban a un sujeto como yo tan noble sin comer antes de hacer encargos?, suspire y rasque mi nuca mientras arras trataba de mala gana los pies y caminaba cerca de un sendero donde había un grupo de gente que parecía tener un mejor día que yo.
Estaba tan fastidiado y molesto que ignore lo que pasaba alado mío, sin embargo una voz femenina se escuchaba cerca de mí, ignore la silueta pues yo solo quería irme a dormir o a comer donde sea – buenos días- dije volteando levemente hacia el costado donde estaba ¿un caballo parlante?, encogí de hombros y continúe dando un par de pasos hasta reaccionar con lo que había visto, ¿era real lo que mis ojos habían logrado apreciar?, enseguida me voltee y mire a la… aún no estaba seguro que era y por qué hablaba, pero algo sabia era que, ese uniforme y por lo que dijo marine era su profesión. Regrese de reversa acercándome a la chica yegua y pase una de mis manos en mi barbilla mientras analizaba lo que estaba pasando.
– Esto es genial…!un caballo parlante!, Soy Eitan… pero ¿ cómo le haces para hablar?- había visto de todo o eso creía hasta ver a esa femenina, por algún motivo aunque fuera chica no me parecía intimidante como las de mi especie… ¿sería eso?. Comente esperando realmente emocionado por saber que tenía por decirme aquella…aun no tenía una demonización para hablarle, pero algo si estaba seguro en ese momento y era de algo importante…mi estómago seguía vacío y ahora quería saber que hacia un caballo mujer parlante frente a mí.
Estaba tan fastidiado y molesto que ignore lo que pasaba alado mío, sin embargo una voz femenina se escuchaba cerca de mí, ignore la silueta pues yo solo quería irme a dormir o a comer donde sea – buenos días- dije volteando levemente hacia el costado donde estaba ¿un caballo parlante?, encogí de hombros y continúe dando un par de pasos hasta reaccionar con lo que había visto, ¿era real lo que mis ojos habían logrado apreciar?, enseguida me voltee y mire a la… aún no estaba seguro que era y por qué hablaba, pero algo sabia era que, ese uniforme y por lo que dijo marine era su profesión. Regrese de reversa acercándome a la chica yegua y pase una de mis manos en mi barbilla mientras analizaba lo que estaba pasando.
– Esto es genial…!un caballo parlante!, Soy Eitan… pero ¿ cómo le haces para hablar?- había visto de todo o eso creía hasta ver a esa femenina, por algún motivo aunque fuera chica no me parecía intimidante como las de mi especie… ¿sería eso?. Comente esperando realmente emocionado por saber que tenía por decirme aquella…aun no tenía una demonización para hablarle, pero algo si estaba seguro en ese momento y era de algo importante…mi estómago seguía vacío y ahora quería saber que hacia un caballo mujer parlante frente a mí.
Eitan Walker
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Undyne Fox Miér Ene 27, 2016 9:24 pm
En un principio parecía ser que el muchacho pelirrojo no estaba prestando atención a la Mink, sin embargo después de darle solamente el buenos días, retrocedió sobre sus pasos para acercarse a la fémina anteriormente ignorada para decir algo que dibujo el agravio en los ojos de la rubia, la había llamado caballo, no yegua sino caballo, la había tratado como si fuera un macho o algo por el estilo. -Escucha brazos de flecha, solo porque mis brazos sean mucho más trabajados que los tuyos no quiere decir que puedas ir diciéndome machorra, esto es el resultado de mi trabajo pero sigo siendo una chica, así que exijo que me trates como tal.- La voz de la ojiverde se hizo oir mientras señalaba con el dedo al muchacho antes de suspirar.
-Oye, perdón por eso, realmente me propase, ¿Puedo hacer algo para disculparme?- Aunque había escuchado al joven interrogándola sobre el porqué de sus natural capacidad de comunicación en el mismo idioma que estaba utilizando él había preferido disculparse antes de empezar con la misma explicación que ya habría tenido que dar más de veinte veces desde que estaba trabajando en aquel lugar, aunque esperezaba que la información se esparciera más rápido por los alrededores todavía parecía haber gente que no había escuchado sobre ella.
Resignada suspiro antes de seguir abanicándose con los carteles de wanted mientras miraba el cielo para implorar por la fuerza de voluntad necesaria para continuar con su explicación. -¿Eitan verdad?, soy Ana, y soy una miembro de la tribu Mink, nosotros vivimos en Grand Line, por eso es normal que no conocieras de nuestra existencia, tenemos rasgos y características animales, por eso me veo así, pero también puedo hablar igual que tu y puedes tratarme como si fuera una chica cualquiera ¿Has entendido Eitan?-
-Oye, perdón por eso, realmente me propase, ¿Puedo hacer algo para disculparme?- Aunque había escuchado al joven interrogándola sobre el porqué de sus natural capacidad de comunicación en el mismo idioma que estaba utilizando él había preferido disculparse antes de empezar con la misma explicación que ya habría tenido que dar más de veinte veces desde que estaba trabajando en aquel lugar, aunque esperezaba que la información se esparciera más rápido por los alrededores todavía parecía haber gente que no había escuchado sobre ella.
Resignada suspiro antes de seguir abanicándose con los carteles de wanted mientras miraba el cielo para implorar por la fuerza de voluntad necesaria para continuar con su explicación. -¿Eitan verdad?, soy Ana, y soy una miembro de la tribu Mink, nosotros vivimos en Grand Line, por eso es normal que no conocieras de nuestra existencia, tenemos rasgos y características animales, por eso me veo así, pero también puedo hablar igual que tu y puedes tratarme como si fuera una chica cualquiera ¿Has entendido Eitan?-
Undyne Fox
Hoja de personaje
Nivel:
(27/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Eitan Walker Sáb Ene 30, 2016 10:30 am
Miraba atento como se refiera a mi ¿brazos de flecha?, que forma tan extraña de referirse a mis brazos, dije mirándolos, mire realmente incrédulo que estaba hablando con un caballo que ignore lo que dijo luego de “brazos de flecha”, imagine como se sentiría cabalgar con un caballo parlante, por alguna extraña razón me imagine cargando a la yegua en lugar que fuera al revés, sacudí mi rostro para reaccionar de nuevo a la realidad. ¿Propasar?, de que hablaba, miraba mi cuerpo para asegurarme que no haya hecho nada in debido, pero parecía intacto. – ¿De qué hablas?- dije ladeando la cabeza un poco extrañado de lo que había dicho, seguramente había seguido hablando mientras la ignoraba y dejaba volar mi imaginación, parpadee un par de veces intentando entender a qué se refería.
-Asi es, Eitan- dije sonriendo pasando mis manos por detrás de mi nuca dejando a un lado el gran mazo que tenía entre manos mientras intentaba esta vez concentrarme en lo que el caballo parlante tenía que decirme, demonios era difícil atraer mi atención solo podría imaginarme como es que había hecho para hablar, que ignore de nueva cuenta lo que tenía que decirme imaginando que seguramente era un experimento de algún científico malvado o seguramente era algún animal olvidado de dios … o ¿un alíen?, me imagine como bajaba de una nave para intentar conquistar el mundo en el que estaba.
– Eso significa que ¿hay más como tú?- dije saliendo de mi mente cuando escuche que eran una tribu, seria genial poder conseguir unos cuantos como ella, solo tendría que conseguir ir a ese sitio. - ¿Qué?- dije de nuevo cuando cuestionaba si había entendí lo que había dicho, así que antes que no tara que me había distraído por tercera vez, solo asentí con la cabeza.- Claro, claro… - dije mientras soltaba un suspiro. – Tengo hambre… ¿tu también comes cosas de humanos?- pregunte para sacar una conversación o algo mejor un lugar a donde ir a comer. Que se le podía hacer, a veces simplemente ignoraba los “pequeño” detalles y me fijaba en los importantes…alimentarme. – Tu mazo es casi del mismo tamaño que el mío- dije de nueva cuenta mientras cambiaba abruptamente el tema, de comida a las armas, mientras esperaba una respuesta de su parte e ir a comer, aunque me preguntaba si me dejarían pasar con animales a algún lugar de comida…
-Asi es, Eitan- dije sonriendo pasando mis manos por detrás de mi nuca dejando a un lado el gran mazo que tenía entre manos mientras intentaba esta vez concentrarme en lo que el caballo parlante tenía que decirme, demonios era difícil atraer mi atención solo podría imaginarme como es que había hecho para hablar, que ignore de nueva cuenta lo que tenía que decirme imaginando que seguramente era un experimento de algún científico malvado o seguramente era algún animal olvidado de dios … o ¿un alíen?, me imagine como bajaba de una nave para intentar conquistar el mundo en el que estaba.
– Eso significa que ¿hay más como tú?- dije saliendo de mi mente cuando escuche que eran una tribu, seria genial poder conseguir unos cuantos como ella, solo tendría que conseguir ir a ese sitio. - ¿Qué?- dije de nuevo cuando cuestionaba si había entendí lo que había dicho, así que antes que no tara que me había distraído por tercera vez, solo asentí con la cabeza.- Claro, claro… - dije mientras soltaba un suspiro. – Tengo hambre… ¿tu también comes cosas de humanos?- pregunte para sacar una conversación o algo mejor un lugar a donde ir a comer. Que se le podía hacer, a veces simplemente ignoraba los “pequeño” detalles y me fijaba en los importantes…alimentarme. – Tu mazo es casi del mismo tamaño que el mío- dije de nueva cuenta mientras cambiaba abruptamente el tema, de comida a las armas, mientras esperaba una respuesta de su parte e ir a comer, aunque me preguntaba si me dejarían pasar con animales a algún lugar de comida…
Eitan Walker
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Undyne Fox Dom Ene 31, 2016 11:50 am
Aquel muchacho del gran mazo no parecía ser la manzana más roja del árbol, y tampoco parecía no ser bueno en mantener la coherencia o hilar temas de conversación, aquello arranco un suspiro de parte de la mink de rasgos equinos -Si, tribu implica que somos una comunidad, bueno varias ya que no vive todo el mundo en el mismo lugar- la próxima pregunta del joven pelirrojo dejo sin aliento por un momento a la rubia de larga cabellera, aquella pregunta le recordó la ocasión en que se habían burlado de ella al verla comiéndose una flor.
-Claro que como lo mismo que los humanos, no somos tan diferentes... vale deja de decir cosas raras y te invitaré algo para comer...- Ante la próxima afirmación del muchacho la fémina termino de entender que aquel humano, no podía ser otra cosa más que un completo idiota sin remedio con heno en lugar de cerebro, aunque eso no impedía que fuera hasta cierto punto gracias su forma de continuar la plática.
-Si, es un martillo de guerra hecho por mi familia, pertenecía a mi hermano mayor Big Mac.- La muchacha dio la espalda por un momento al joven antes de empezar a caminar, recordaba haber tomado comido el día anterior en una taberna cercana, tenían unas excelentes ensaladas, aunque en aquellos momentos tenía algo más de ganas de comer pollo, bien asado.
-Ya es hora de mi descanso, así que podríamos pasar a comer algo, después de todo, en este lugar tan tranquilo haría falta mucho para que aparezca algún pirata o delincuente que me haga tener que esforzarme.- los ojos verdes de la mink lograron ubicar un punto de referencia que le servirá para guiarse hasta el lugar que deseaba visitar, una vez que comieran, pagaría y regresaría a su guardia para pasar otro aburrido día sin incidentes si todo seguía como hasta el momento en aquel pequeño pueblito perdido de estar entre conflictos o problemas reales más allá de alguna discusión entre vecinos o algún objeto perdido.
-Claro que como lo mismo que los humanos, no somos tan diferentes... vale deja de decir cosas raras y te invitaré algo para comer...- Ante la próxima afirmación del muchacho la fémina termino de entender que aquel humano, no podía ser otra cosa más que un completo idiota sin remedio con heno en lugar de cerebro, aunque eso no impedía que fuera hasta cierto punto gracias su forma de continuar la plática.
-Si, es un martillo de guerra hecho por mi familia, pertenecía a mi hermano mayor Big Mac.- La muchacha dio la espalda por un momento al joven antes de empezar a caminar, recordaba haber tomado comido el día anterior en una taberna cercana, tenían unas excelentes ensaladas, aunque en aquellos momentos tenía algo más de ganas de comer pollo, bien asado.
-Ya es hora de mi descanso, así que podríamos pasar a comer algo, después de todo, en este lugar tan tranquilo haría falta mucho para que aparezca algún pirata o delincuente que me haga tener que esforzarme.- los ojos verdes de la mink lograron ubicar un punto de referencia que le servirá para guiarse hasta el lugar que deseaba visitar, una vez que comieran, pagaría y regresaría a su guardia para pasar otro aburrido día sin incidentes si todo seguía como hasta el momento en aquel pequeño pueblito perdido de estar entre conflictos o problemas reales más allá de alguna discusión entre vecinos o algún objeto perdido.
Undyne Fox
Hoja de personaje
Nivel:
(27/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Eitan Walker Dom Ene 31, 2016 1:59 pm
-¿Deveras?- dije con unos ojos realmente conmovido de que alguien me invitara a comer sin conocerme, realmente se trataba de un alma pura y caritativa, ahora entendía porque decían que los animales eran los seres más nobles del reino animal, sacudí la cabeza para quitarme la idea de que fuera uno, así que sonreí ampliamente ante su comentario. - ¿tu hermano?, ya veo…- dije poniéndome un poco más tranquilo. Hum… pasaron varias cosas por mi cabeza en relación a su raza, pero seguro los haría después de comer, no perdería la oportunidad de comer algo. – Entonces debes apreciar mucho ese mazo, el mío me lo gane en una apuesta- dije orgulloso de aquel suceso hacía ya unos años. Sin embargo aun cuando era un mazo que apreciaba mucho no eran tan importante como la bufanda que me colgaba por el cuello, eso era realmente más preciado para mí que el martillo.
Comenzó a caminar y decidí seguirle con una mano cargaba mi mazo que ponía sobre el hombro para poder caminar sin tener que arrastrarlo y dañarla. – Yo tengo también una “tribu”, pero aunque no somos familia de sangre cuidamos muchos uno de otros y también los aprecio…excepto a una persona…-dije mientras un escalofríos subía por mi columna vertebral al recordar a la encargada de la caravana y su pésimo carácter conmigo, a veces me costaba creer que pudiera apreciarme como solía decirme luego de tremendas palizas que me daba cuando me perdía u olvidaba cumplir algún pendiente que me encaraba. Rasque mi nuca de solo recordar aquellos golpes, suspire y continúe con la sonrisa en mi rostro mientras imaginaba que sería lo que comeríamos.
Exhale aire ampliamente, el día parecía mejorar, un buen clima, con gente apaciguada y una extraña que me invitaba a comer pero algo lo hacía diferente y es que podría considerar que era la primera femenina por la cual podía hablar sin sentirme extraño o intimidado, después de todo el hecho de no ser 100% humana me hacía sentirme mejor. Recordaba como las demás chicas de la caravana gustaban molestarme por el hecho de lo malo que era al intentar interactuar con una chica sin arruinar las cosas, suspire algo decepcionado de recordar esos sucesos. – Y…¿Qué comeremos?- comente sínicamente y sin prejuicio algún después de todo comida gratis era comida gratis aquí y en donde sea que fuera.
Comenzó a caminar y decidí seguirle con una mano cargaba mi mazo que ponía sobre el hombro para poder caminar sin tener que arrastrarlo y dañarla. – Yo tengo también una “tribu”, pero aunque no somos familia de sangre cuidamos muchos uno de otros y también los aprecio…excepto a una persona…-dije mientras un escalofríos subía por mi columna vertebral al recordar a la encargada de la caravana y su pésimo carácter conmigo, a veces me costaba creer que pudiera apreciarme como solía decirme luego de tremendas palizas que me daba cuando me perdía u olvidaba cumplir algún pendiente que me encaraba. Rasque mi nuca de solo recordar aquellos golpes, suspire y continúe con la sonrisa en mi rostro mientras imaginaba que sería lo que comeríamos.
Exhale aire ampliamente, el día parecía mejorar, un buen clima, con gente apaciguada y una extraña que me invitaba a comer pero algo lo hacía diferente y es que podría considerar que era la primera femenina por la cual podía hablar sin sentirme extraño o intimidado, después de todo el hecho de no ser 100% humana me hacía sentirme mejor. Recordaba como las demás chicas de la caravana gustaban molestarme por el hecho de lo malo que era al intentar interactuar con una chica sin arruinar las cosas, suspire algo decepcionado de recordar esos sucesos. – Y…¿Qué comeremos?- comente sínicamente y sin prejuicio algún después de todo comida gratis era comida gratis aquí y en donde sea que fuera.
Eitan Walker
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Undyne Fox Dom Ene 31, 2016 10:05 pm
El orgullo y afecto que la fémina tenía por su martillo se manifestaron en una sonrisa nostálgica al momento de empezar a hablar sobre el mismo -Claro que lo aprecio mucho, es un gran tesoro para mi, además, es lo único que traje de mi hogar además de las ropas que llevaba puestas en aquel momento jajaja, y no te preocupes por esa persona que te cuesta tratar, en todas las manadas hay algunos que no se terminan de llevar todo lo bien que quisieran-.
Por un momento la joven empezó a recordar ciertas tensiones y discusiones de diferentes grupos de minks, diferentes grupos de marines, diferentes grupos de personas en general tienden a dividirse y siempre hay alguno que no se lleva bien con otro, pero desde el punto de vista de la mink era algo completamente normal y sano que existiera, ella misma recordó su forma de llevarse con cierta recluta que se había reído de ella por ser diferente de los humanos normales.
Mientras caminaban la mink guiaba el camino a la taberna que recordaba, al entrar pudo sentir el olor de un estofado de pollo muy suculento, el solo olor hacia que se le hiciera agua la boca, incluso pudo sentir como sus entrañas reclamaban por recibir aquella simple y humilde pero deliciosa comida -Pues yo comeré estofado de pollo, tu pide lo que quieras dentro de lo razonable, ya dije que yo invito.-.
Dijo desprendiéndose totalmente de cualquier preocupación o problema que estuviera más alla de su comida -Jefe, Deme una ración bien grande de ese estofado de pollo que está preparando con extra de vegetales, tengo tanta hambre que me comería un elefante.- Dijo con emoción la marine mientras se sentaba en la esquina de la barra dejando el lugar a su lado para que Eitan pudiera sentarse y hacer su pedido. -A este chico le invito yo, así que dele lo que pida que pagare yo, no se preocupe jefe.- El hombre dueño de aquella taberna hizo un gesto con su mano y empezó a servir la comida solicitada antes de ponerla delante de los que la pidieron tanto en la barra como fuera de ella con ayuda del pequeño mesero que era su hijo.
Tras comenzar a comer y sentir un poco saciado su apetito, la ojiverde volvió a dirigir su mirada al pelirrojo -Es la primera vez que te veo Eitan ¿Eres de por aquí o estas de paso?- Pregunto la fémina con tranquilidad mientras ponía los carteles de wanted a un lado, apoyados en la mesa sin mucha atención para poder comer cómodamente sin sentir el crujido del papel en su bolsillo.
Por un momento la joven empezó a recordar ciertas tensiones y discusiones de diferentes grupos de minks, diferentes grupos de marines, diferentes grupos de personas en general tienden a dividirse y siempre hay alguno que no se lleva bien con otro, pero desde el punto de vista de la mink era algo completamente normal y sano que existiera, ella misma recordó su forma de llevarse con cierta recluta que se había reído de ella por ser diferente de los humanos normales.
Mientras caminaban la mink guiaba el camino a la taberna que recordaba, al entrar pudo sentir el olor de un estofado de pollo muy suculento, el solo olor hacia que se le hiciera agua la boca, incluso pudo sentir como sus entrañas reclamaban por recibir aquella simple y humilde pero deliciosa comida -Pues yo comeré estofado de pollo, tu pide lo que quieras dentro de lo razonable, ya dije que yo invito.-.
Dijo desprendiéndose totalmente de cualquier preocupación o problema que estuviera más alla de su comida -Jefe, Deme una ración bien grande de ese estofado de pollo que está preparando con extra de vegetales, tengo tanta hambre que me comería un elefante.- Dijo con emoción la marine mientras se sentaba en la esquina de la barra dejando el lugar a su lado para que Eitan pudiera sentarse y hacer su pedido. -A este chico le invito yo, así que dele lo que pida que pagare yo, no se preocupe jefe.- El hombre dueño de aquella taberna hizo un gesto con su mano y empezó a servir la comida solicitada antes de ponerla delante de los que la pidieron tanto en la barra como fuera de ella con ayuda del pequeño mesero que era su hijo.
Tras comenzar a comer y sentir un poco saciado su apetito, la ojiverde volvió a dirigir su mirada al pelirrojo -Es la primera vez que te veo Eitan ¿Eres de por aquí o estas de paso?- Pregunto la fémina con tranquilidad mientras ponía los carteles de wanted a un lado, apoyados en la mesa sin mucha atención para poder comer cómodamente sin sentir el crujido del papel en su bolsillo.
Undyne Fox
Hoja de personaje
Nivel:
(27/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Eitan Walker Lun Feb 01, 2016 3:35 pm
Por como hablaba de aquella herramienta de defensa, pude deducir que su mazo era igual de importante que la bufanda que yo cargaba para mí. Comento sobre la comida, hice un pequeño gesto de desagrado no tenía antojo de algo así, por lo que solo suspiro, pero dejando abierta la opción de elegir, opte por tomar esa opción. Habíamos entrado a un sitio que parecía ser conocido ya por la yegua, permanecí callado y observando el sitio mientras la seguía y caminaba de forma tan despreocupada como era muy común en mí, fijado en mi imaginación y dejando que la realidad pasara de todo mientras la ignoraba, ¿Qué sería bueno comer?, pensaba mientras por mi mente pasaban miles de imágenes de comidas distintas para poder elegir qué era lo que más me agradaría.
Al sentarse deje mi mazo a un costado bien posicionado y camine hasta la barra donde se había sentado ya ella, tome asiento cerca mientras miraba los papeles que dejaba, ahora que lo notaba parecía cuidarlos o ser importantes para cargarlos todo el tiempo, yo ya los hubiera tirado y aligerado la carga, me senté y escuche su pedido mientras yo seguía pensando que comer…Ya sé- Pollo frito…de lo más grasoso que pueda hacer- dije emocionado, si bien aún no entendía cómo es que no moría de colesterol o pesaba miles de kilos si mi dieta realmente estaba basada en comida chatarra y frituras, tal vez por eso solían odiarme varias chicas de la carpa, ya que podía comer sin fondo y no subir un solo gramo, creo que era un don que dios me dio…
Luego de esperar que me sirvieran, le sonreí ampliamente para iniciar a comer como si no hubiera un mañana, se habían tardado más en servirme que en lo que ya había dejado el plato limpio, me relaje un poco y me recosté sobre la barra poniendo mis codos y rostro en la barra mientras escuchaba su cuestión de la yegua. – Estoy de paso…- dije mientras pasaba mi comida y poco después me servían un vaso con agua haciendo que me levantara para tomarlo, había olvidado tomar algo mientras comida y era porque estaba realmente hambriento que no quería pensar en tomar nada más que comida. Me estaba quedando dormido y entonces una imagen paso por mi cabeza haciendo que me despertara de repente y me encorvara de nuevo mirando a la que tenía a lado. - ¿Cómo se supone que se reproducen?- dije dudoso, por ese tema, si bien a veces si no es que siempre además de despistado era bastante ingenuo y sobre todo curioso, después de todo el jamás paso la etapa de la infancia y pareciera que recién la estuviera cursando por sus acciones y actitudes.
Al sentarse deje mi mazo a un costado bien posicionado y camine hasta la barra donde se había sentado ya ella, tome asiento cerca mientras miraba los papeles que dejaba, ahora que lo notaba parecía cuidarlos o ser importantes para cargarlos todo el tiempo, yo ya los hubiera tirado y aligerado la carga, me senté y escuche su pedido mientras yo seguía pensando que comer…Ya sé- Pollo frito…de lo más grasoso que pueda hacer- dije emocionado, si bien aún no entendía cómo es que no moría de colesterol o pesaba miles de kilos si mi dieta realmente estaba basada en comida chatarra y frituras, tal vez por eso solían odiarme varias chicas de la carpa, ya que podía comer sin fondo y no subir un solo gramo, creo que era un don que dios me dio…
Luego de esperar que me sirvieran, le sonreí ampliamente para iniciar a comer como si no hubiera un mañana, se habían tardado más en servirme que en lo que ya había dejado el plato limpio, me relaje un poco y me recosté sobre la barra poniendo mis codos y rostro en la barra mientras escuchaba su cuestión de la yegua. – Estoy de paso…- dije mientras pasaba mi comida y poco después me servían un vaso con agua haciendo que me levantara para tomarlo, había olvidado tomar algo mientras comida y era porque estaba realmente hambriento que no quería pensar en tomar nada más que comida. Me estaba quedando dormido y entonces una imagen paso por mi cabeza haciendo que me despertara de repente y me encorvara de nuevo mirando a la que tenía a lado. - ¿Cómo se supone que se reproducen?- dije dudoso, por ese tema, si bien a veces si no es que siempre además de despistado era bastante ingenuo y sobre todo curioso, después de todo el jamás paso la etapa de la infancia y pareciera que recién la estuviera cursando por sus acciones y actitudes.
Eitan Walker
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Undyne Fox Lun Feb 01, 2016 5:55 pm
Aquella comida se estaba desarrollando de forma muy tranquila y placentera, los vegetales estaban muy deliciosos y el pollo no se quedaba atrás además de que en aquel lugar servían raciones abundantes para satisfacer a los trabajadores del pueblo que eran de buen comer, así que también eran buenas para satisfacer a la Mink, por un momento vio de reojo como aquel muchacho comía.
La velocidad a la que aquel muchacho tragaba le hizo dudar a Ana por un momento si realmente era un humano o alguna otra criatura, pero solo se trataba de un humano muy hambriento. Entre medio el muchacho respondió la pregunta de la ojiverde indicándole que solo estaba de paso por aquel pequeño pueblo, eso explicaba porque todavía no había escuchado de la "chica yegua" que deambulaba por el pueblito y era porque seguramente no hubiera tenido muchas platicas con los locales.
La rubia se encontraba tomando un vaso con agua cuando vio al joven mirándola fijamente, algo encorvado, era algo incomodo pero lo que incomodo más a la fémina fue la pregunta que aquel muchacho hizo tan drásticamente y de forma totalmente inesperada para la pobre Ana que empezaría a toser descontroladamente después de aquella sorpresa.
Después de recuperarse de aquella inesperada pregunta la fémina volvió a mirar al joven fijamente a ver si lo estaba haciendo para molestara o no, pero no podía discernir alguna clase de mala intención en su mirada, con el rubor propio de la vergüenza de hablar de aquellos temas en los que tan inexperta era se aventuro a responder. -Eh... pues, creo que, em… de la misma forma que los humanos, digo, no somos tan diferentes, así que seguramente sea lo mismo...-
Lo cierto es que en el entrenamiento de la marina no daban educación sexual y cuando niña en Zou se había marchado antes de tener aquellas charlas con su familia así que si realmente había alguna diferencia ella la ignoraba completamente lo cual le genero dudas sobre su propia respuesta. -Bueno, creo, no estoy del todo segura, pero supongo que debería ser lo mismo para Minks o para humanos Eitan ¿Por qué la pregunta?- Pregunto un poco extrañada por aquella interrogante después de dejar entrever que desconocía la respuesta.
La velocidad a la que aquel muchacho tragaba le hizo dudar a Ana por un momento si realmente era un humano o alguna otra criatura, pero solo se trataba de un humano muy hambriento. Entre medio el muchacho respondió la pregunta de la ojiverde indicándole que solo estaba de paso por aquel pequeño pueblo, eso explicaba porque todavía no había escuchado de la "chica yegua" que deambulaba por el pueblito y era porque seguramente no hubiera tenido muchas platicas con los locales.
La rubia se encontraba tomando un vaso con agua cuando vio al joven mirándola fijamente, algo encorvado, era algo incomodo pero lo que incomodo más a la fémina fue la pregunta que aquel muchacho hizo tan drásticamente y de forma totalmente inesperada para la pobre Ana que empezaría a toser descontroladamente después de aquella sorpresa.
Después de recuperarse de aquella inesperada pregunta la fémina volvió a mirar al joven fijamente a ver si lo estaba haciendo para molestara o no, pero no podía discernir alguna clase de mala intención en su mirada, con el rubor propio de la vergüenza de hablar de aquellos temas en los que tan inexperta era se aventuro a responder. -Eh... pues, creo que, em… de la misma forma que los humanos, digo, no somos tan diferentes, así que seguramente sea lo mismo...-
Lo cierto es que en el entrenamiento de la marina no daban educación sexual y cuando niña en Zou se había marchado antes de tener aquellas charlas con su familia así que si realmente había alguna diferencia ella la ignoraba completamente lo cual le genero dudas sobre su propia respuesta. -Bueno, creo, no estoy del todo segura, pero supongo que debería ser lo mismo para Minks o para humanos Eitan ¿Por qué la pregunta?- Pregunto un poco extrañada por aquella interrogante después de dejar entrever que desconocía la respuesta.
Undyne Fox
Hoja de personaje
Nivel:
(27/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Eitan Walker Lun Feb 01, 2016 6:24 pm
Me encontraba esperando su respuesta, por algún motivo pareció incomodarle y seguido de su respuesta, me decepciono un poco, no creí que fuera tan normal, entonces solo era como una chica más alta que yo con forma de yegua, sonreí cuando respondió, la mire un con una sonrisa curiosa. – y tu… ¿Cómo sabes como lo hacen los humanos?- dije mientras esperaba curioso su respuesta, vaya que no estaba tan perdida en ese asunto, bueno hasta cierto punto creo que debía medirme un poco más como. -¿Yo?, no sé, a veces se me da por preguntar cosas de la nada…- respondí riendo mientras rascaba mi nuca, después de todo solo estaba curioseando, por algún motivo creí que lo hacían de una forma más avanzada, ya que seguía pensando que eran seres de otro mundo y que solo con tocar sus dedos podrían reproducirse o con capsulas o no se…
En fin pasando a otro punto, solo di un pequeño salto de la silla larga al piso para soltar un ligero suspiro de alivio. – quede satisfecho, sin duda recomendare el lugar para venir a comer algo antes de que partamos- comente mientras miraba por los al rededores, mientras comíamos o más bien mientras la chica yegua comía y yo solo succionaba la comida, había un dúo de trabajadores divirtiéndose un rato con un juego de cartas, atrajo mi atención pero sabía que no podía hacer de las mías ahora, así que solo desistí y no deje que mis impulsos fueran hacia allá para ganar unas cuantas partidas de forma no tan “convencional”, suspire resignado y mire de nuevo a la chica.
Realmente era una vida muy liberal la que vivía pero pocas veces eran amable conmigo, sobre todo un “azulito”, generalmente mi atuendo los llenaban desde que me miraban, y no los culpaba después de todo no era una blanca paloma, pero por ahora no había asesinado a nadie como muchos criminales lo hacían.Rasque un poco mi ojo que se encontraba tapado con el parche y bostecé, realmente era un día demasiado calmado. – Regresando a lo de antes, ¿Cómo sabes como lo hacen los humanos?- dije esta vez con un poco curioso ver la reacción de la chica, me senté de nuevo y pedí otro vaso para terminarme de pasar mejor la comida.
En fin pasando a otro punto, solo di un pequeño salto de la silla larga al piso para soltar un ligero suspiro de alivio. – quede satisfecho, sin duda recomendare el lugar para venir a comer algo antes de que partamos- comente mientras miraba por los al rededores, mientras comíamos o más bien mientras la chica yegua comía y yo solo succionaba la comida, había un dúo de trabajadores divirtiéndose un rato con un juego de cartas, atrajo mi atención pero sabía que no podía hacer de las mías ahora, así que solo desistí y no deje que mis impulsos fueran hacia allá para ganar unas cuantas partidas de forma no tan “convencional”, suspire resignado y mire de nuevo a la chica.
Realmente era una vida muy liberal la que vivía pero pocas veces eran amable conmigo, sobre todo un “azulito”, generalmente mi atuendo los llenaban desde que me miraban, y no los culpaba después de todo no era una blanca paloma, pero por ahora no había asesinado a nadie como muchos criminales lo hacían.Rasque un poco mi ojo que se encontraba tapado con el parche y bostecé, realmente era un día demasiado calmado. – Regresando a lo de antes, ¿Cómo sabes como lo hacen los humanos?- dije esta vez con un poco curioso ver la reacción de la chica, me senté de nuevo y pedí otro vaso para terminarme de pasar mejor la comida.
Eitan Walker
Hoja de personaje
Nivel:
(1/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
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