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Creado por Zanji Katsumoto Vie Feb 19, 2016 9:54 am
Recuerdo del primer mensaje :
La reina de la noche alumbra poderosa la oscuridad, ganándole la batalla a la penumbra y maldad que en ésta habitan. Sin embargo no puede proteger a los pobres mortales que sueñan con la malicia materializada en pesadilla, pues lamentablemente sus albinas caricias no traspasan el gris material del cual están hechas las somnolientas visiones. Pero lejos de derrumbarse, y por edén dejar desamparados a los demás, continúa combatiendo feroz contra los jinetes de las tinieblas, blandiendo diestra su legendaria espada de luz fantasmal mientras aguarda cansada el apoyo del valeroso y dorado astro rey.
Al mismo tiempo que se libra esta constante e increíble batalla una sonrisa malvada comienza a adueñarse progresivamente de la mente del agotado rōnin, llevándolo por la fuerza a un siniestro mundo paralelo en donde la realidad solamente existe para torturar y confundir a los bravos guerreros.
- ¡Arg! - grita el espadachín y arquero a la par que ve llegar "eso" - ¡Aléjate, bestia! - añade retirándose.
De pronto entra en escena una zarpa enorme que destruye todo lo que encuentra a su curvo paso, rozando por milímetros el rostro y cuerpo del samurái sin maestro. No obstante el mismísimo soldado sin dueño aguanta a la vez que rastrea todo su alrededor en busca de algún objeto ígneo e inflamable, ya que es consciente que desde siempre el fuego ahuyenta a los animales y monstruos de la naturaleza nocturna. Mas rápidamente se da cuenta que no pude hallar nada, puesto que el tiempo es insuficiente.
- ¡Atrás, monstruo! - exclama el pelinegro luego de alzar su katana - ¡Vuelve al infierno! - agrega bravo.
Entonces la mala bestia se abalanza a por el chico de ojos pardos, propiciando en un efímero instante el despertar de este último. Y es que de repente el disciplinado seguidor del bushidō se encuentra echado en la cabaña de ayer con los cálidos rayos del sol abrazándole, volviendo de nuevo a la realidad absoluta.
- Menuda pesadilla más rara... - susurra el guerrero - ¿...qué querrá decirme? - se pregunta después.
A continuación, y sin darle más importancia, Zanji acaba de recoger sus cosas y coge rumbo a la gran ciudad de allí mismo. El objetivo del arquero y espadachín es sencillo: encontrar una tienda de armas o materiales en donde poder conseguir flechas para el yumi, su arco largo de estilo tradicional; el cual, por cierto, no ha usado en todo lo que lleva de viaje por su carencia de puntiagudos proyectiles. Pero sea como sea hoy se terminará el descanso de la susodicha arma, pues la necesita para afrontar peleas venideras con todas sus fuerzas. Aunque de momento no le ha ido nada mal sólo con la afilada espada.
- Lo... gue... town... - empieza a leer el rōnin en un cartel de la entrada - ¡Loguetown! - pronuncia asombrado - ¿En serio es aquí...? - añade algo descuidado - ¿...donde nació "él"? - finaliza dudando.
La reina de la noche alumbra poderosa la oscuridad, ganándole la batalla a la penumbra y maldad que en ésta habitan. Sin embargo no puede proteger a los pobres mortales que sueñan con la malicia materializada en pesadilla, pues lamentablemente sus albinas caricias no traspasan el gris material del cual están hechas las somnolientas visiones. Pero lejos de derrumbarse, y por edén dejar desamparados a los demás, continúa combatiendo feroz contra los jinetes de las tinieblas, blandiendo diestra su legendaria espada de luz fantasmal mientras aguarda cansada el apoyo del valeroso y dorado astro rey.
Al mismo tiempo que se libra esta constante e increíble batalla una sonrisa malvada comienza a adueñarse progresivamente de la mente del agotado rōnin, llevándolo por la fuerza a un siniestro mundo paralelo en donde la realidad solamente existe para torturar y confundir a los bravos guerreros.
- ¡Arg! - grita el espadachín y arquero a la par que ve llegar "eso" - ¡Aléjate, bestia! - añade retirándose.
De pronto entra en escena una zarpa enorme que destruye todo lo que encuentra a su curvo paso, rozando por milímetros el rostro y cuerpo del samurái sin maestro. No obstante el mismísimo soldado sin dueño aguanta a la vez que rastrea todo su alrededor en busca de algún objeto ígneo e inflamable, ya que es consciente que desde siempre el fuego ahuyenta a los animales y monstruos de la naturaleza nocturna. Mas rápidamente se da cuenta que no pude hallar nada, puesto que el tiempo es insuficiente.
- ¡Atrás, monstruo! - exclama el pelinegro luego de alzar su katana - ¡Vuelve al infierno! - agrega bravo.
Entonces la mala bestia se abalanza a por el chico de ojos pardos, propiciando en un efímero instante el despertar de este último. Y es que de repente el disciplinado seguidor del bushidō se encuentra echado en la cabaña de ayer con los cálidos rayos del sol abrazándole, volviendo de nuevo a la realidad absoluta.
- Menuda pesadilla más rara... - susurra el guerrero - ¿...qué querrá decirme? - se pregunta después.
A continuación, y sin darle más importancia, Zanji acaba de recoger sus cosas y coge rumbo a la gran ciudad de allí mismo. El objetivo del arquero y espadachín es sencillo: encontrar una tienda de armas o materiales en donde poder conseguir flechas para el yumi, su arco largo de estilo tradicional; el cual, por cierto, no ha usado en todo lo que lleva de viaje por su carencia de puntiagudos proyectiles. Pero sea como sea hoy se terminará el descanso de la susodicha arma, pues la necesita para afrontar peleas venideras con todas sus fuerzas. Aunque de momento no le ha ido nada mal sólo con la afilada espada.
- Lo... gue... town... - empieza a leer el rōnin en un cartel de la entrada - ¡Loguetown! - pronuncia asombrado - ¿En serio es aquí...? - añade algo descuidado - ¿...donde nació "él"? - finaliza dudando.
Zanji Katsumoto
Hoja de personaje
Nivel:
(19/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 |
Creado por Marcus d' Voltem Dom Mar 20, 2016 5:43 am
El cazador comenzó a sentirá casi de inmediato una tensión en el ambiente bastante incomoda, nada mas las primeras palabras de Lina eran prueba de ello – Si vieses pelear a Lina verías que sus manos son tan poderosas como cualquier pistola – reventar enemigos a balas era el estilo particular de Marcus, aunque no lo explico abiertamente, nada del otro mundo y Lina sabia lo muy efectiva que era esa manera de lucha. Por otra parte nunca había conocido a alguien que se desenvolviera con 2 tipos de armas, sabia de ese tipo de personas, pero por lo que decían los rumores aunque tenían una amplia gama de recursos no dominaban lo suficientemente bien uno de los dos estilos como para sobresalir por encima de un verdadero maestro – Si lo que te faltan son municiones basta con ir a una tienda, normalmente venden de todo, siempre que tengas el dinero para pagar - como tirador experimentado, Marcus siempre trataba de tener a mano todos los recursos necesarios, así que veía como una tontería tener un arma sin municiones.
El tipo seguro seria uno complicado de derrotar por su reputación, pero estaba seguro que entre los tres podrían hacerlo, aunque el ambiente estuviese un poco tenso el ambiente seguramente todos estarían de acuerdo, al menos eso pensaba Marcus hasta que escucho nuevamente a la amazona – Mala idea no suena, pero tenemos un problema, fuera del hecho que estaríamos carroñeando en lugar de cazar, si entregamos al tipo muerto es menos dinero para nosotros, y si quienes lo capturan fuese la marina tendríamos que decirle adiós a nuestra paga – lo cierto era que si luchaban contra la marina por llevarse un cadáver, seria a costa de adquirir una reputación un poco negativa que en lugar de abrirle puertas a los cazadores las cerraría – seguro con un buen plan podemos derrotarlo
Por momentos esperaba haber enfriado un poco el ambiente, nuevamente idea que se le borro de la mente con las palabras de la pelirroja. Parece que le cayo como una patada la actitud del otro cazador, aunque Marcus no pensaba que fuese para tanto, era consciente del orgullo de la cazadora y que pasaran de ella no era algo muy bueno, menos aun si se pretendía mantener algo de armonía – Lina espera – dice Marcus antes de caminar detrás de ella hasta pasarla y terminar parándose en frente – El sujeto que planeábamos atrapar tiene una recompensa bastante mas alta que cualquiera del tablón, seguramente Zanji no se comportase de la mejor manera, pero entre tres tenemos mas oportunidades pues seguramente ese tipo tenga una tripulación y si la atrapamos toda seria bastante mas dinero para nosotros – dice el cazador – Y no digas cosas como esas Lina, tu a mi me haces falta – le extiende la mano derecha – que me dices ¿vamos y le demostramos a esos criminales que no pueden vencernos? – Marcus, a pesar de que sus palabras eran en un tono calmado, estaba preocupado por la amazona, la ultima vez que ambos tomaron caminos separados las cosas terminaron mal y el mismo prometió que nunca mas iba a dejar que algo así le pasara a ella de nuevo.
El tipo seguro seria uno complicado de derrotar por su reputación, pero estaba seguro que entre los tres podrían hacerlo, aunque el ambiente estuviese un poco tenso el ambiente seguramente todos estarían de acuerdo, al menos eso pensaba Marcus hasta que escucho nuevamente a la amazona – Mala idea no suena, pero tenemos un problema, fuera del hecho que estaríamos carroñeando en lugar de cazar, si entregamos al tipo muerto es menos dinero para nosotros, y si quienes lo capturan fuese la marina tendríamos que decirle adiós a nuestra paga – lo cierto era que si luchaban contra la marina por llevarse un cadáver, seria a costa de adquirir una reputación un poco negativa que en lugar de abrirle puertas a los cazadores las cerraría – seguro con un buen plan podemos derrotarlo
Por momentos esperaba haber enfriado un poco el ambiente, nuevamente idea que se le borro de la mente con las palabras de la pelirroja. Parece que le cayo como una patada la actitud del otro cazador, aunque Marcus no pensaba que fuese para tanto, era consciente del orgullo de la cazadora y que pasaran de ella no era algo muy bueno, menos aun si se pretendía mantener algo de armonía – Lina espera – dice Marcus antes de caminar detrás de ella hasta pasarla y terminar parándose en frente – El sujeto que planeábamos atrapar tiene una recompensa bastante mas alta que cualquiera del tablón, seguramente Zanji no se comportase de la mejor manera, pero entre tres tenemos mas oportunidades pues seguramente ese tipo tenga una tripulación y si la atrapamos toda seria bastante mas dinero para nosotros – dice el cazador – Y no digas cosas como esas Lina, tu a mi me haces falta – le extiende la mano derecha – que me dices ¿vamos y le demostramos a esos criminales que no pueden vencernos? – Marcus, a pesar de que sus palabras eran en un tono calmado, estaba preocupado por la amazona, la ultima vez que ambos tomaron caminos separados las cosas terminaron mal y el mismo prometió que nunca mas iba a dejar que algo así le pasara a ella de nuevo.
Marcus d' Voltem
Hoja de personaje
Nivel:
(35/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 | 1 |
Creado por Zanji Katsumoto Dom Mar 27, 2016 4:51 pm
La situación se volvía por momentos cada vez más tensa para el arquero samurái, pues a parte de tener que lidiar con la posibilidad de emboscadas, al parecer también debía hacerlo con el infantil carácter de una mujer poco convencional. Y es que al principio la muchacha de intensa mirada solamente esbozaba susurros al aire, causándole al pelinegro una sensación de sospecha por la naturaleza de su encuentro con el dúo de cazarrecompensas. Ciertamente es que por unos instantes Zanji creyó que estos dos nuevos personajes eran secuaces de aquel demonio del que busca venganza, ya que todo había resultado muy precipitado y espontáneo; cualidades que, por cierto, no agradan demasiado a un ferrero seguidor del bushidō. Mas aún así todo llegó a su clímax cuando de repente la fémina comenzó a abandonar el grupo. No obstante, y como muestra quizás de su primitiva cultura, Lina le soltaría al guerrero unas palabras faltas de todo respeto que enfurecerían lo enormemente, puesto que nadie se había atrevido a insultarle nunca. Pero todavía con esas el soldado sin amo no hizo nada, analizando las circunstancias.
- ¿Ignorar? - se pregunta el rōnin - No he ignorado a nadie, mujer - contesta poco después, aguaitándose las ganas de desenvainar su katana y demostrarle a la cría un poco de educación y cultura. - Sin embargo creo que este no es el lugar más indicado para ponernos a discutir, Yaseina-san* - añade el arquero intentado poner algo de pausa y cordura al asunto - Después de todo nos encontramos en terreno enemigo, lo cual no es para nada alentador - termina de hablar mientras observa al pistolero detenerla.
A continuación el dúo de misteriosos comienzan una charla paralelamente al samurái, despertándole cierta incertidumbre a lo que antes le rondaba la cabeza. La verdad es que el bushin conoce de la influencia del shōgun, por lo que no le resultaría extraño descubrir que aquellos dos cazadores de recompensas son en realidad mercenarios a las órdenes del maligno maestro. Pero al mismo tiempo sus creencias le dice al pelinegro que, pese al comportamiento tan repelente de la chica, no debe desconfiar de esos dos, ya que por el momento tan sólo han demostrado escasa educación, modales y oportunismo.
- ¡Tsss! - masculla el pelilargo a la par que observa a su alrededor movimiento - Al parecer ya no estamos solos en la caza del grandullón - agrega sin ponerse nervioso, admirando con la cabeza alta el avance de algunos grupos de marines armados. De pronto, y casi imitando a los cuentos en donde se enfrentan dos grandes facciones luchando por el bien o el mal, el cielo se tiñe de gris para iluminar lo que seguramente puede ser un enfrentamiento más entre piratas y soldados del gobierno. Aunque el trío improvisado de cazadores posee la posibilidad de evitar una masacre entre ambos bandos y poner fin a un problema de la ciudad, convirtiéndose tal vez en héroes anónimos de cobro en metálico. - Parece que aún no han encontrado a la presa - se pronuncia de nuevo el arquero contemplando el torpe desplegamiento de las unidades - Solamente van de un lado a otro, entrándose a las casas y saliendo sin nada -. Entonces el pelinegro toma una decisión, la cual lo lleva a acercarse a la muchacha y a su líder de equipo y hablarles.
- Ahora o nunca, rápido - dice el bushin a la par que mira a los ojos a la chica - ¿Seréis capaz de luchar al lado de un rōnin? - pregunta muy seriamente el joven de ojos pardos, intentado ver algo en la respuesta.
- ¿Ignorar? - se pregunta el rōnin - No he ignorado a nadie, mujer - contesta poco después, aguaitándose las ganas de desenvainar su katana y demostrarle a la cría un poco de educación y cultura. - Sin embargo creo que este no es el lugar más indicado para ponernos a discutir, Yaseina-san* - añade el arquero intentado poner algo de pausa y cordura al asunto - Después de todo nos encontramos en terreno enemigo, lo cual no es para nada alentador - termina de hablar mientras observa al pistolero detenerla.
A continuación el dúo de misteriosos comienzan una charla paralelamente al samurái, despertándole cierta incertidumbre a lo que antes le rondaba la cabeza. La verdad es que el bushin conoce de la influencia del shōgun, por lo que no le resultaría extraño descubrir que aquellos dos cazadores de recompensas son en realidad mercenarios a las órdenes del maligno maestro. Pero al mismo tiempo sus creencias le dice al pelinegro que, pese al comportamiento tan repelente de la chica, no debe desconfiar de esos dos, ya que por el momento tan sólo han demostrado escasa educación, modales y oportunismo.
- ¡Tsss! - masculla el pelilargo a la par que observa a su alrededor movimiento - Al parecer ya no estamos solos en la caza del grandullón - agrega sin ponerse nervioso, admirando con la cabeza alta el avance de algunos grupos de marines armados. De pronto, y casi imitando a los cuentos en donde se enfrentan dos grandes facciones luchando por el bien o el mal, el cielo se tiñe de gris para iluminar lo que seguramente puede ser un enfrentamiento más entre piratas y soldados del gobierno. Aunque el trío improvisado de cazadores posee la posibilidad de evitar una masacre entre ambos bandos y poner fin a un problema de la ciudad, convirtiéndose tal vez en héroes anónimos de cobro en metálico. - Parece que aún no han encontrado a la presa - se pronuncia de nuevo el arquero contemplando el torpe desplegamiento de las unidades - Solamente van de un lado a otro, entrándose a las casas y saliendo sin nada -. Entonces el pelinegro toma una decisión, la cual lo lleva a acercarse a la muchacha y a su líder de equipo y hablarles.
- Ahora o nunca, rápido - dice el bushin a la par que mira a los ojos a la chica - ¿Seréis capaz de luchar al lado de un rōnin? - pregunta muy seriamente el joven de ojos pardos, intentado ver algo en la respuesta.
User escribió:* Yaseina significa "Mujer Salvaje".
Zanji Katsumoto
Hoja de personaje
Nivel:
(19/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 |
Creado por Lina Crestfall Vie Abr 01, 2016 1:17 pm
Lina Crestfall
Hoja de personaje
Nivel:
(24/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
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