Online
Conectarse
En total hay 21 usuarios en línea: 0 Registrados, 0 Ocultos y 21 Invitados
Ninguno
El record de usuarios en línea fue de 166 durante el Dom Nov 13, 2016 9:10 pm
Last Post
Censo
Staff
Página 1 de 2.
Página 1 de 2. • 1, 2
Creado por Shimazu Toyohisa Sáb Mayo 14, 2016 7:21 pm
Octarine regresaba de su misión en el Reino de Goa, se sentía mal porque no pudo cumplir con lo que se propuso, acabo mal la pelea con el pirata al que se acababa de enfrentar y un pez, lobo en este caso, más gordo le perdonó la vida y le dio una enseñanza cual madre preocupada. Su moral no era la mejor, le preguntaba a un superior sobre el arma que necesitaba y hablando un poco con el llegó a la conclusión de esa arma que le vendría bien a su estilo, un experimentado en la lucha como ese no lo decepcionó en absoluto. El viaje transcurría mientras el navío surcaba rápidamente el East Blue y Octarine solo pensaba en que debía superarse mucho así mismo para el futuro, estaba bastante enfocado. Los soldados llegaron a buen puerto sin el mejor estado anímico porque no cumplieron su meta a la perfección.
Al llegar a la ciudad su superior le dijo -Octarine acompáñame, tengo una idea que te puede ayudar- guiando al decaído soldado hasta una tienda en plena zona comercial y le consiguió un impresionante látigo, el vendedor dijo - Es mi mejor látigo, un mango de 40 cm de acero recubierto con cuero negro y una longitud de 2,5 metros, similar a un látigo blacksnake, con pequeñas partes de 5 cm de diámetro de acero cada 25 cm en sus metros de longitud de cuero trenzado, cien por ciento recomendado joven marine, úsalo correctamente - ante actos tan buenos por parte de ambos al delgado marine no le quedó otra que agradecerles mucho -Les prometo que voy a darle el mejor uso posible- con una nueva mirada cargada de ilusión. La transacción acabó y cada uno se fue por su lado, el vendedor ahí mismo, el superior a los cuarteles y Octarine a su habitación en las zonas residenciales.
De camino cuando estaba apunto de entrar, darse una breve ducha, escuchó un alboroto de sorpresa pero igual necesitaba la ducha y cambiar a una ropa de civil, preferiblemente más holgada, y su nuevo compañero ese impresionante látigo que aún no le había bautizado. Lo hizo rápidamente y al salir, con el cabello aún mojado, iba a entrenarse cerca de la playa antes de recibir su siguiente misión, le quedaba relativamente cerca y tan solo le tomaría unos minutos llegar. Se quitaría sus pesadas botas y arremangaría los pantalones y empezaba a probar movimientos del látigo, los estaba sintiendo apenas, aunque también sentía que alguien pasaba cerca o lo observaba pero era mejor seguir ejercitando sus manos y dominando el movimiento de su arma.
Al llegar a la ciudad su superior le dijo -Octarine acompáñame, tengo una idea que te puede ayudar- guiando al decaído soldado hasta una tienda en plena zona comercial y le consiguió un impresionante látigo, el vendedor dijo - Es mi mejor látigo, un mango de 40 cm de acero recubierto con cuero negro y una longitud de 2,5 metros, similar a un látigo blacksnake, con pequeñas partes de 5 cm de diámetro de acero cada 25 cm en sus metros de longitud de cuero trenzado, cien por ciento recomendado joven marine, úsalo correctamente - ante actos tan buenos por parte de ambos al delgado marine no le quedó otra que agradecerles mucho -Les prometo que voy a darle el mejor uso posible- con una nueva mirada cargada de ilusión. La transacción acabó y cada uno se fue por su lado, el vendedor ahí mismo, el superior a los cuarteles y Octarine a su habitación en las zonas residenciales.
De camino cuando estaba apunto de entrar, darse una breve ducha, escuchó un alboroto de sorpresa pero igual necesitaba la ducha y cambiar a una ropa de civil, preferiblemente más holgada, y su nuevo compañero ese impresionante látigo que aún no le había bautizado. Lo hizo rápidamente y al salir, con el cabello aún mojado, iba a entrenarse cerca de la playa antes de recibir su siguiente misión, le quedaba relativamente cerca y tan solo le tomaría unos minutos llegar. Se quitaría sus pesadas botas y arremangaría los pantalones y empezaba a probar movimientos del látigo, los estaba sintiendo apenas, aunque también sentía que alguien pasaba cerca o lo observaba pero era mejor seguir ejercitando sus manos y dominando el movimiento de su arma.
Última edición por Octarine el Dom Mayo 22, 2016 8:56 pm, editado 2 veces
Shimazu Toyohisa
Hoja de personaje
Nivel:
(32/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Jennyfer Lun Mayo 16, 2016 12:44 pm
La Rehabilitación era un proceso lento y molesto, pero necesario, sobre todo cuando muchos de tus músculos fueron quemados haz pasado meses instalada en una cama sin siquiera poder tomar un trago de cerveza o fumar un cigarro sin la ayuda de alguien más, aunque ya había terminado la "rehabilitación" de la ex-marine, su cuerpo había perdido prácticamente todo su estado físico y no le quedaba nada de su antigua habilidad, se sentía como si otra vez fuera una recluta que no tiene edad para tomar.
Aquel día había salido a correr cargando con una mochila bien cargada, con sus armas bien aseguradas y con ropa militar de motivo "neutral", había escogido entrenar en la costa por la dificultad del terreno para moverse y la necesidad de volver a adaptar sus piernas al movimiento abrupto en terrenos irregulares si quería volver a cazar piratas como lo hiciera en el pasado, tras un par de horas trotando se estaba acercando al lugar donde tomaría un descanso para tomar algo y comer lo que había comprado antes de partir.
Cuando estaba llegando al punto de reposo tras varios kilómetros, con el rostro cubierto de sudor y algo de arena que el viento había levantado dejando que la misma se pegara tanto a su rostro como a su cabello dándole un aspecto de salir recientemente de un combate, allí donde ella descansaría había un civil jugando con un látigo, era un muchacho, ya era todo un adulto si solo se veía el cuerpo, pero en su rostro no estaba el rigor de la vida.
A medida que la mujer se acercaba notaba más y más problemas con el movimiento del látigo, aquello la irritaba, había conocido a una marine que apenas la habían reclutado ya era mejor que aquel tipo -Oye, mocoso, estas haciéndolo mal, tienes que usar más la muñeca, el ataque del látigo comienza en tu cintura, no en tus hombros, tienes los pies demasiado juntos ¿Vas a participar de un baile de gala con alguien? ¿Por qué pones tanta fuerza en el golpe inicial estas azotando un campo de flores a ver cuánto vuelan los pétalos?- La mujer se le acerco mientras le criticaba y explicaba bastante irritada mientras empezaba a realizar estiramientos cerca del muchacho, ella se encontraba un par de metros a la izquierda del muchacho, mirando ella al mar así que desde ese ángulo no podría ver la cicatriz que surcaba su rostro, aunque no había sido un posiciónatenos intencionado de la rubia.
Aquel día había salido a correr cargando con una mochila bien cargada, con sus armas bien aseguradas y con ropa militar de motivo "neutral", había escogido entrenar en la costa por la dificultad del terreno para moverse y la necesidad de volver a adaptar sus piernas al movimiento abrupto en terrenos irregulares si quería volver a cazar piratas como lo hiciera en el pasado, tras un par de horas trotando se estaba acercando al lugar donde tomaría un descanso para tomar algo y comer lo que había comprado antes de partir.
Cuando estaba llegando al punto de reposo tras varios kilómetros, con el rostro cubierto de sudor y algo de arena que el viento había levantado dejando que la misma se pegara tanto a su rostro como a su cabello dándole un aspecto de salir recientemente de un combate, allí donde ella descansaría había un civil jugando con un látigo, era un muchacho, ya era todo un adulto si solo se veía el cuerpo, pero en su rostro no estaba el rigor de la vida.
A medida que la mujer se acercaba notaba más y más problemas con el movimiento del látigo, aquello la irritaba, había conocido a una marine que apenas la habían reclutado ya era mejor que aquel tipo -Oye, mocoso, estas haciéndolo mal, tienes que usar más la muñeca, el ataque del látigo comienza en tu cintura, no en tus hombros, tienes los pies demasiado juntos ¿Vas a participar de un baile de gala con alguien? ¿Por qué pones tanta fuerza en el golpe inicial estas azotando un campo de flores a ver cuánto vuelan los pétalos?- La mujer se le acerco mientras le criticaba y explicaba bastante irritada mientras empezaba a realizar estiramientos cerca del muchacho, ella se encontraba un par de metros a la izquierda del muchacho, mirando ella al mar así que desde ese ángulo no podría ver la cicatriz que surcaba su rostro, aunque no había sido un posiciónatenos intencionado de la rubia.
Jennyfer
Hoja de personaje
Nivel:
(21/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Shimazu Toyohisa Lun Mayo 16, 2016 3:34 pm
Octarine lanzaba el látigo aún con cierta inexperiencia, no sentía aún poder transmitir el movimiento deseado al final de la larga cuerda de cuero que ahora era su nueva arma, tenía muchas ganas de dejarlo un momento y ponerse a entrenar sus movimientos de pies y poderosas patadas pero debía enfocarse por ser mejor con ese gran regalo que le habían dado. Un momento después escucharía unos fuertes regaños de la que probablemente era la presencia que sentía -Oye, mocoso, estas haciéndolo mal, tienes que usar más la muñeca, el ataque del látigo comienza en tu cintura, no en tus hombros, tienes los pies demasiado juntos ¿Vas a participar de un baile de gala con alguien? ¿Por qué pones tanta fuerza en el golpe inicial estas azotando un campo de flores a ver cuánto vuelan los pétalos?- detendría un momento el movimiento de su látigo y giraría su cabeza mientras limpiaba un poco el sudor de su frente con su antebrazo y reflexionaba "Usar más la muñeca, comienza en tu cintura no en tus hombros, los pies muy juntos. Todo suena muy razonable y con bastante razón, esa experiencia es la que debo adaptar y aplicar al movimiento de mi cuerpo para una ejecución básico del arma. Ya luego podré profundizar con ella". No podía divisar bien la figura que le hablaba pero al estar un poco más cerca y aclararse su visión un poco cansada por el ocaso se acabaría topándose con una hermosa mujer madura aparentemente militar.
La voz ácida y un poco tosca que lo aconsejaba salía de una curvada y sensual boca con algo, por no decir bastante, de enojo, un cabello que rondaba el rubio platino, algunas cicatrices a la vista, una escultural figura cubierta por ropajes militares y un rostro enojadamente serio. A esto se sumado a la actitud en sus comentarios le hacían suponer que sabía bastante al respecto de su arma y por su apariencia de la marina, inmediatamente, con solo la primera impresión Octarine se atraído hacía su autoridad y conocimiento, sintiendo un gran respeto por ella de buenas a primeras. Se acercó más dejando las huellas de sus descalzos pies en la arena y la serpentina marca que su látigo trazaba. Una vez más cerca, no mucho lo suficiente para hablarle a un superior, se podría firme y haciendo el gesto con la mano derecha, a modo de saludo militar decía -Perdón por la mala ejecución. Se que no es escusa pero justo hoy me hice con esta arma y hasta ahora estoy tomándole el ritmo a su movimiento. Mi estilo de lucha se basa completamente en otro estilo cuerpo a cuerpo con los pies por lo que no tengo mis manos tan entrenadas- daba un leve respiró mientras bajaba la mano del saludo y tomaba de nuevo la palabra, cargando con sumo respeto hacía la madura rubia, -Cualquier otro consejo como los que me acaba de dar será bien recibido por este soldado e intentare seguirlo al pie de la letra- una vez dicho sus palabras le sonreía un poco esperando que con sus palabras y su gesto facial cambiara un poco su actitud de reprimenda. Grave error debería haber vuelto de inmediato a entrenar probablemente.
La voz ácida y un poco tosca que lo aconsejaba salía de una curvada y sensual boca con algo, por no decir bastante, de enojo, un cabello que rondaba el rubio platino, algunas cicatrices a la vista, una escultural figura cubierta por ropajes militares y un rostro enojadamente serio. A esto se sumado a la actitud en sus comentarios le hacían suponer que sabía bastante al respecto de su arma y por su apariencia de la marina, inmediatamente, con solo la primera impresión Octarine se atraído hacía su autoridad y conocimiento, sintiendo un gran respeto por ella de buenas a primeras. Se acercó más dejando las huellas de sus descalzos pies en la arena y la serpentina marca que su látigo trazaba. Una vez más cerca, no mucho lo suficiente para hablarle a un superior, se podría firme y haciendo el gesto con la mano derecha, a modo de saludo militar decía -Perdón por la mala ejecución. Se que no es escusa pero justo hoy me hice con esta arma y hasta ahora estoy tomándole el ritmo a su movimiento. Mi estilo de lucha se basa completamente en otro estilo cuerpo a cuerpo con los pies por lo que no tengo mis manos tan entrenadas- daba un leve respiró mientras bajaba la mano del saludo y tomaba de nuevo la palabra, cargando con sumo respeto hacía la madura rubia, -Cualquier otro consejo como los que me acaba de dar será bien recibido por este soldado e intentare seguirlo al pie de la letra- una vez dicho sus palabras le sonreía un poco esperando que con sus palabras y su gesto facial cambiara un poco su actitud de reprimenda. Grave error debería haber vuelto de inmediato a entrenar probablemente.
Shimazu Toyohisa
Hoja de personaje
Nivel:
(32/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Jennyfer Lun Mayo 16, 2016 4:54 pm
Tras quejarse de la forma que tenía aquel muchacho de utilizar aquel látigo la fémina continuo con sus elongación hasta que el desconocido se acercó y le hizo una viña militar identificándose de esa forma como un miembro de las fuerzas de la ley y el orden, probablemente un marine ya que los Cipher Pol eran mucho menos agradables y no tendrían problemas en ponerse arrogantes incluso estando en evidencia de ser idiotas.
Ante aquel saludo militar la mujer giro la cara y levantó el mentón ligeramente en un evidente gesto de desaprobación e irritación tras escuchar la petición realizada por parte de aquel "mocoso" -Primer consejo mocoso, se más perceptivo y presta atención a quien #$%& le estás haciendo la viña, es razón suficiente para que un superior te ponga a correr hasta que tus pies sangren por estúpido, ya no tengo rango, así que acabas de hacer un saludo a una civil o incluso podría ser una pirata.- Dijo bastante irritada mientras clavaba sus ojos en el muchacho como para matarlo con ellos.
Después de aquellas palabras y esa mirada la mujer suspiro y saco de su bolsillo una pequeña lata metálica de donde tomaría un habano que encendería en silencio, tras una larga calada y dejar salir el humo en dirección al marine que probablemente no llegara a sargento la mujer lo volvió a mirar con cierta indiferencia -Segundo consejo, si ya tienes un estilo debes hacerlo desde las bases, así que deberías empezar por los movimientos más simples del látigo, una vez que los domines recién empieza a preocuparte por incorporarlo a tu estilo natural o intentar algo extravagante como derribos y desarmes, por más que el arma sea afín a estas acciones si tu no dominas el arma, esta responderá de forma traicionera.-
La mujer volvió a fumar un poco más antes de sentarse en la arena para luego tomar un poco de su cantimplora -¿A qué esperas mocoso? ¿Qué te cante el arrorró y te meta en la camita? ¡¡¡PONTE A EJERCITAR ESE MALDITO MOVIMIENTO DE MUÑECAS!!!- Bramo cual animal rabioso antes de darle otro trago a su cantimplora mientras clavaba su mirada en el muchacho a la espera de cualquier imprudencia para volver a gritarle.
Ante aquel saludo militar la mujer giro la cara y levantó el mentón ligeramente en un evidente gesto de desaprobación e irritación tras escuchar la petición realizada por parte de aquel "mocoso" -Primer consejo mocoso, se más perceptivo y presta atención a quien #$%& le estás haciendo la viña, es razón suficiente para que un superior te ponga a correr hasta que tus pies sangren por estúpido, ya no tengo rango, así que acabas de hacer un saludo a una civil o incluso podría ser una pirata.- Dijo bastante irritada mientras clavaba sus ojos en el muchacho como para matarlo con ellos.
Después de aquellas palabras y esa mirada la mujer suspiro y saco de su bolsillo una pequeña lata metálica de donde tomaría un habano que encendería en silencio, tras una larga calada y dejar salir el humo en dirección al marine que probablemente no llegara a sargento la mujer lo volvió a mirar con cierta indiferencia -Segundo consejo, si ya tienes un estilo debes hacerlo desde las bases, así que deberías empezar por los movimientos más simples del látigo, una vez que los domines recién empieza a preocuparte por incorporarlo a tu estilo natural o intentar algo extravagante como derribos y desarmes, por más que el arma sea afín a estas acciones si tu no dominas el arma, esta responderá de forma traicionera.-
La mujer volvió a fumar un poco más antes de sentarse en la arena para luego tomar un poco de su cantimplora -¿A qué esperas mocoso? ¿Qué te cante el arrorró y te meta en la camita? ¡¡¡PONTE A EJERCITAR ESE MALDITO MOVIMIENTO DE MUÑECAS!!!- Bramo cual animal rabioso antes de darle otro trago a su cantimplora mientras clavaba su mirada en el muchacho a la espera de cualquier imprudencia para volver a gritarle.
Jennyfer
Hoja de personaje
Nivel:
(21/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Mr. Red Lun Mayo 16, 2016 5:40 pm
El wotan estaba en aquella isla, una isla que en realidad le hacía sentirse cómodo o por lo menos no tan observado como en otras ocasiones. Quizás porque era una isla que pudiera catalogarse como ‘marine’ o porque quizás ese mismo hecho hacía que se sintiera entre colegas, entre pares. Y sí, el gran rojo tenía muy claro que todo su ser lo hacía llamativo y diferente que los demás, no era algo que le molestara pero de todos modos también tenía muy en cuenta que la disparidad era parte de lo que le hacía único, es más, era parte de lo que lo hacía tan útil para la marina. No se incomodaba en lo absoluto sino que asumía eso mismo que lo hacía especial. Igual, era un bromista así que se le ocurrió mirar a ver si es que había algo interesante en las cercanías del lugar.
No tuvo que esperar demasiado para notar una escena de lo más peculiar, ni siquiera le tocó transitar demasiado porque de hecho estaba relativamente cerca. Se trataba de una rubia –posiblemente muy bonita dentro de los cánones humanos- que básicamente parecía la mandamás de un colega que momentos antes había parecido estar de lo más entusiasmado ‘jugando’ con una especie de látigo. ¿Por qué el muchacho se dejaba mandar de esa manera? Era algo que le causó curiosidad al wotan, y por ende, no tardó mucho tiempo en decidir que quería satisfacerla. Caminó el poco trecho que lo separaba de los protagonistas, mirando con más atención a la par que la rubia una curiosísima retahíla de insultos e improperios al chico que por algún motivo que Red no podía llegar a entender, no decía nada en lo absoluto.
-Oye, colega. ¿Es ella algún alto mando del que no me he enterado? Sino deberías espabilar un poco y que te crezcan cojones… Aunque me gusta su estilo, la rigidez funciona-
Acotó en tono de broma, esperando que su comentario diera pie a una explicación en toda regla. Y sí, muchas veces era cierto que los buenos tratos no eran tan efectivos para ciertas cosas como unos buenos gritos entremezclados con insultos… No es que eso funcionara para Red, pero había visto que otras personas –compañeros incluidos- si terminaban ofreciendo más resultados que cuando se les trataba de manera normal. Y bueno, pues Red no era ningún grosero, le pareció buena idea presentarse. –Estimado y doncella, soy Red, es un gusto-
Mr. Red
Hoja de personaje
Nivel:
(8/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Shimazu Toyohisa Lun Mayo 16, 2016 5:57 pm
La consejera fiera se identifico de una manera malhablada y malsonante pero con suma autoridad afirmando ser solo una civil pero dejando en claro haber tenido un pasado en la marina. Aunque lo regañaba con algo de desprecio pero Octarine le estaba agradecido. Durante su infancia fue abandonado por sus padre y madre, fue encontrado y criado por un monje, con enseñanzas y castigos producto de los errores que el pequeño y delgado chico cometiera, se forjó y educó bajo ciertos preceptos de la mano del monje pero nunca fue educado como tal. Esta raída y entrada en años exmilitar le recordaba a la figura materna que los chicos conocidos tenían, no tuvo muchos amigos por lo que nunca llegó a conocer una como tal al haber sido un poco excluido por su raza. Le decía con todo de obediencia -Perdón señora civil, me disculpo con usted y con mi institución por tal fallo. Me deje llevar por la buena impresión que me generaron sus consejos de lucha y vestimenta militar - le dijo aún formalmente, la seguía viendo como una autoridad bastante respetable y una parte en su interior sin que el se percatara la veía como a la madre que no tuvo.
De un momento a otro la tornasolada belleza de la veterana le evocaría otros recuerdos al sacar una caja de puros y empezar a fumarlos. Le recordaba la época que tuvo en su juventud donde probó el cigarrillo acompañado de malas épocas y un poco de su marginada soledad, por consejo del monje, este aún le daba vivienda y alimento, los dejó luego de que lo descubriera y con palabras de sugerencia lo incitara a dejarlo por ser un gasto innecesario y algo dañino, según decía él. Pensaba en muchas cosas, las ordenes y consejos de la mujer le traería pensamientos que no recordaba haber tenido desde hacía mucho tiempo. Ella le daría un segundo consejo, igualmente cargado de explosiva rabia absurda pero inherente a su personalidad probablemente, este era aún más importante sobre la adaptación del arma a su estilo, justo lo que había pensado luego de los primeros consejos, a excepción de un aviso importante sobre como el arma responderá acorde a su dominio y movimientos singulares.
Obedecería raudamente, luego de un pequeño instante al cruzar su jovial y admiradora mirada contra su fiera y potente mirada cubierta un poco por una nube de humo y desprecio,-Claro, voy a seguir entrenando mis movimientos. Mi nombre es Octarine, para servirle y muchas gracias. - respondería a sus gritos y se alejaría unos cinco pasos quizás demasiado alegremente para el trato que recibía, una vez en posición iba a estar dándolo todo con su látigo, tratando de recordar y aplicar paso a paso todo lo que le había dicho la conservada veterana.
Luego de estar entrenando y sudando bajo el atardecer, la arena y la fiera mirada una figura roja y gigantesca, de músculos y altura impresionantes, aparecería y con bastante confianza le diría un poco sobre espabilar y sobre su actitud pero Octarine creía que era la correcta, siempre había sido respetuoso especialmente con las mujeres aunque esta en especifico lo tratase bruscamente con sus palabras algo agotado, empapado y sorprendido respondería -¡Uff! Hola gigante ser confianzudo y gracias por el cumplido hacia mi estilo y no es un alto mando pero se ha ganado mi respeto con consejos. Supongo que tu estilo debe ser demoledor con ese cuerpo- le decía mientras volvía a tomar aire y escuchaba lo que seguirían diciendo la mole roja y la espinosa rosa agresiva.
De un momento a otro la tornasolada belleza de la veterana le evocaría otros recuerdos al sacar una caja de puros y empezar a fumarlos. Le recordaba la época que tuvo en su juventud donde probó el cigarrillo acompañado de malas épocas y un poco de su marginada soledad, por consejo del monje, este aún le daba vivienda y alimento, los dejó luego de que lo descubriera y con palabras de sugerencia lo incitara a dejarlo por ser un gasto innecesario y algo dañino, según decía él. Pensaba en muchas cosas, las ordenes y consejos de la mujer le traería pensamientos que no recordaba haber tenido desde hacía mucho tiempo. Ella le daría un segundo consejo, igualmente cargado de explosiva rabia absurda pero inherente a su personalidad probablemente, este era aún más importante sobre la adaptación del arma a su estilo, justo lo que había pensado luego de los primeros consejos, a excepción de un aviso importante sobre como el arma responderá acorde a su dominio y movimientos singulares.
Obedecería raudamente, luego de un pequeño instante al cruzar su jovial y admiradora mirada contra su fiera y potente mirada cubierta un poco por una nube de humo y desprecio,-Claro, voy a seguir entrenando mis movimientos. Mi nombre es Octarine, para servirle y muchas gracias. - respondería a sus gritos y se alejaría unos cinco pasos quizás demasiado alegremente para el trato que recibía, una vez en posición iba a estar dándolo todo con su látigo, tratando de recordar y aplicar paso a paso todo lo que le había dicho la conservada veterana.
Luego de estar entrenando y sudando bajo el atardecer, la arena y la fiera mirada una figura roja y gigantesca, de músculos y altura impresionantes, aparecería y con bastante confianza le diría un poco sobre espabilar y sobre su actitud pero Octarine creía que era la correcta, siempre había sido respetuoso especialmente con las mujeres aunque esta en especifico lo tratase bruscamente con sus palabras algo agotado, empapado y sorprendido respondería -¡Uff! Hola gigante ser confianzudo y gracias por el cumplido hacia mi estilo y no es un alto mando pero se ha ganado mi respeto con consejos. Supongo que tu estilo debe ser demoledor con ese cuerpo- le decía mientras volvía a tomar aire y escuchaba lo que seguirían diciendo la mole roja y la espinosa rosa agresiva.
Shimazu Toyohisa
Hoja de personaje
Nivel:
(32/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Jennyfer Lun Mayo 16, 2016 6:16 pm
Tras el griterío y las explicaciones de la cazadora, cuando esta se disponía a descansar y relajarse un poco un tipo que, desde la perspectiva de estar sentada en la arena y lo grande que era podría suponerse que medía entre 8 y 10 metros, por un momento la rubia no respiro al ver esa cosa acercándose, luego de un tiempo simplemente suspiro, su andar delataba que no buscaba problemas y con eso le bastaba a la cazadora para no preocuparse mucho por él.
Para su sorpresa parecía conocer al mocoso al cual estaba "entrenando" allí, con un tono muy cordial y correcto el grandulón se presentó como "Red" llamando a la mujer "Doncella" hacia quince años que nadie la llamaba así en serio y como cuatro años desde que ni siquiera como alago lo usaban -Buenas tardes señor Red, soy Jennyfer Bonhart- Dijo en un tono claramente más amable y con la voz suficientemente alta para que el muchacho también la escuchara bien.
-Ex~marine retirada por heridas de guerra- dijo mientras señalaba la gran cicatriz de su rostro con una sonrisa antes de darle otra calada a su habano -El mocoso apesta con el látigo así que le estoy explicando lo básico para que no se quite solo un ojo... EH NO TE DISTRAIGAS O REALMENTE TE VAS A LASTIMAR, las armas flexibles requieren dominio y atención o pueden traicionarte incluso más que una pistola encasquillada.- La mujer nuevamente gritaba al ver como el muchacho desvió la mirada para hablar con el Wotan.
La mujer suspiro mientras veía al muchachito como si se tratara de un caso completamente perdido y volvió a exhalar una humareda producto de su vicio -Puedes hablar, pero no dejes de mover esa muñeca tuya ni desvíes los ojos del movimiento del látigo, también controla tu respiración... mejoraste bien la postura, sin que te lo dijera, bien hecho… ¿Qué lo trae por aquí mi buen señor Red?-
Para su sorpresa parecía conocer al mocoso al cual estaba "entrenando" allí, con un tono muy cordial y correcto el grandulón se presentó como "Red" llamando a la mujer "Doncella" hacia quince años que nadie la llamaba así en serio y como cuatro años desde que ni siquiera como alago lo usaban -Buenas tardes señor Red, soy Jennyfer Bonhart- Dijo en un tono claramente más amable y con la voz suficientemente alta para que el muchacho también la escuchara bien.
-Ex~marine retirada por heridas de guerra- dijo mientras señalaba la gran cicatriz de su rostro con una sonrisa antes de darle otra calada a su habano -El mocoso apesta con el látigo así que le estoy explicando lo básico para que no se quite solo un ojo... EH NO TE DISTRAIGAS O REALMENTE TE VAS A LASTIMAR, las armas flexibles requieren dominio y atención o pueden traicionarte incluso más que una pistola encasquillada.- La mujer nuevamente gritaba al ver como el muchacho desvió la mirada para hablar con el Wotan.
La mujer suspiro mientras veía al muchachito como si se tratara de un caso completamente perdido y volvió a exhalar una humareda producto de su vicio -Puedes hablar, pero no dejes de mover esa muñeca tuya ni desvíes los ojos del movimiento del látigo, también controla tu respiración... mejoraste bien la postura, sin que te lo dijera, bien hecho… ¿Qué lo trae por aquí mi buen señor Red?-
Jennyfer
Hoja de personaje
Nivel:
(21/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Mr. Red Lun Mayo 16, 2016 6:38 pm
-Jennyfer, es un lindo, quizás me permitiría llamarla solo Jenny. Tampoco quiero ser demasiado confianzudo-
Acotó tratando de ver hasta dónde podía llegar, de cualquier modo el gran wotan gustaba del habla un tanto ‘formal’ cuando le apetecía si es que con aquel par no había problemas, por lo menos se daría el gusto de poderlo hacer un tanto más. Se rió sonoramente al notar como la mujer parecía ser mucho más amable con él que con el otro muchacho, era curioso, quizás era por Red y su enorme carisma natural –o por lo menos eso era lo que él prefería creer- pero el caso es que la rubia de plano le cayó bien y como el chico estaba muy ocupado siendo apaleado verbalmente por las órdenes de la rubia, no le pareció tan apropiado eso de interrumpirlo con un intento de tertulia, cosa que con la rubia sí podía explayarse.
Red sonrió con lo de ex – marine. No supo muy bien como tomarlo… Un desertor era lo peor a los ojos del wotan pero alguien que se haya retirado para combatir a los malos a su modo tenía dentro de todo cierto perdón, todo dependía de la razón de su alejamiento. Red no era de los que se quedaban callados o con la curiosidad encima así que simplemente se le dio por preguntar. -¿Y Jenny, cuéntame… ¿Por qué dejaste la marina? No quisiera tener que causarte rigor por traición o deserción, tienes un cuerpo bastante bonito, no estaría bien tenerlo que quebrar-
Comentó soltando una pequeña y sonora risa al final, diciéndolo medio en broma y medio en serio. De cualquier manera una de sus reglas personales antes de aplicar sus métodos era tener que dar el beneficio de la duda solo una vez y bueno, la pregunta estaba completamente planteada por lo que la simpática rubia tenía que decidir qué decir. Lo otro que le llamó la atención era la manera en que ella ‘adiestraba’ a Octarine, casi con la naturalidad que uno podría esperar de la experiencia. ¿Acaso había sido capitan, sargento o algún alto cargo? Una vez más, rojo supo que debía preguntar.
-Yo estaba pasando por aquí, ya sabes, cosas de marine y te vi regañar a nuestro colega… Parece que tienes experiencia domando jovenzuelos ¿Ostentaste algún alto cargo en antaño? Esa es una historia que me gustaría escuchar, esa y de la razón por la que no te he conocido vistiendo nuestro honorable uniforme-
Mr. Red
Hoja de personaje
Nivel:
(8/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Shimazu Toyohisa Lun Mayo 16, 2016 8:20 pm
Luego del breve respiro producto de la interacción con el uniformado rojo tomaba de nuevo el látigo y se alejaba un poco a lo suyo, que hasta que lo dominara en lo que el considerara bien era lograr que esa arma fuera la extensión que el quería y necesitaba para los combates a larga distancia en contraposición a su estilo natural. El Escuchar nombre, escuchar formalidad del tipo rojo que se había presentado como Señor Red hablada, curiosamente, de una manera muy educada con forme lo seguía escuchando hablar y la aparente veterana de muchas batallas se presentaría con bastante amabilidad a él como Jennyfer Bonhart "Probablemente lo respete por su impresionante fuerza que salta a la vista, yo por otro lado no he mostrado nada destacable por lo que debe pensar que soy una piltrafa, supongo que es mejor así. No espera nada de mí como entrenadora pero si ahora mostrara algunos de mis puntos fuertes sería algo positivo y probablemente la impresionará" pensaba de manera poco común queriendo destacar con una hasta hace un rato desconocida que solo lo había insultado y dado algunos buenos consejos.
Le seguía enviando regaño sobre la distracción y el lastimarse a la distancia mientras con cierta curiosidad escuchaba también la dudas que planteaba el wotan rojo sobre el porque había abandonando la marina e incluso la amenazaba con un tono más amistoso que serio. "Probablemente sería interesante ver un combate entre esos dos, incluso me gustaría intervenir también pero debo estar concentrado en una cosa a la vez" le daba curiosidad por lo que podía hacer la bramante hembra con su experiencia y el ser abisal con su descomunal fuerza.
Seguir entrenando la respiración y la postura que era en lo que pensaba en ese momento y recibiría otro regaño justamente sobre eso, parecía como si lo hiciera apropósito para que perfeccionara la técnica. Se sentiría algo agradecido con Mr. Red por defenderlo como colega marine y preguntaba a más profundidad por el pasado de la chica ruda. Sin decir palabra u objetación alguna solo escuchaba atenta y disimuladamente, con sus dotes de infiltrado que le habían ayudado a desarrollar habilidades como esa. Eso sí, siempre muy concentrado realizando cada vez más bien el movimiento total de muñeca y mango, cintura, hombro y látigo, respiración y observación al objetivo que ese momento era un pequeña piedra que a cada golpe cambiaba de ubicación. Percibía la mejora y la acumulación de ácido láctico pero podía seguir mucho más, estaba empezando comparado con lo que había entrenado sus piernas y pies.
Le seguía enviando regaño sobre la distracción y el lastimarse a la distancia mientras con cierta curiosidad escuchaba también la dudas que planteaba el wotan rojo sobre el porque había abandonando la marina e incluso la amenazaba con un tono más amistoso que serio. "Probablemente sería interesante ver un combate entre esos dos, incluso me gustaría intervenir también pero debo estar concentrado en una cosa a la vez" le daba curiosidad por lo que podía hacer la bramante hembra con su experiencia y el ser abisal con su descomunal fuerza.
Seguir entrenando la respiración y la postura que era en lo que pensaba en ese momento y recibiría otro regaño justamente sobre eso, parecía como si lo hiciera apropósito para que perfeccionara la técnica. Se sentiría algo agradecido con Mr. Red por defenderlo como colega marine y preguntaba a más profundidad por el pasado de la chica ruda. Sin decir palabra u objetación alguna solo escuchaba atenta y disimuladamente, con sus dotes de infiltrado que le habían ayudado a desarrollar habilidades como esa. Eso sí, siempre muy concentrado realizando cada vez más bien el movimiento total de muñeca y mango, cintura, hombro y látigo, respiración y observación al objetivo que ese momento era un pequeña piedra que a cada golpe cambiaba de ubicación. Percibía la mejora y la acumulación de ácido láctico pero podía seguir mucho más, estaba empezando comparado con lo que había entrenado sus piernas y pies.
Shimazu Toyohisa
Hoja de personaje
Nivel:
(32/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Jennyfer Lun Mayo 16, 2016 8:35 pm
-Me retiré porque mis superiores consideraron que no volvería poder caminar ni a ser útil, porque creían que no podría volver a tensar un arco y porque creían que mi mente se había quebrado por ver como mis compañeros de tripulación y yo explotamos, algunos en pedazos y otros no tanto, en resumen fui descartada como un perro a la calle, y ahora ya no me queda paciencia para volver a estar entre las filas de la marina incluso si recupero el veinte por ciento de mis viejas capacidades, pero sigo disfrutando de cazar piratas de mala muerte- En ningún momento la rubia dejo de fumar ni prestó particular atención a Red ante aquella amenaza simplemente se mantuvo impasible.
-Ah, y lo lamento si te ofende, pero preferiría que no me llamarás así, Bonhart si quieres algo más corto... sobre mi rango, olvidado y quemado junto a mi uniforme, sobre domar jovenzuelos, pues normal para alguien con mis años, por más que estuviera tanto postrada tuve que hacerme cargo de algún renacuajo en su momento- dijo tranquilamente mientras daba otra calada al habano, una media sonrisa se había dibujado en el lado quemado se su rostro, como si hubiera recordado algo divertido.
-Buen golpe, por fin has dado un azote como dios manda, sigue así y quizás cuando tengas mi edad puedas decir que sabes usar un látigo para algo más que para las sesiones de bondage, sigues manteniendo una buena postura, eso es importante, sigue así- la mujer volvió a sonreír viendo aquel buen golpe de Octarine mientras fumaba aquel buen habano que tenía entre manos -Por cierto buen Red, no le imaginaba como el tipo que amenaza a mujeres invalidas, lo veía más caballeroso mi buen señor, he de admitir que entristece mi corazón su comportamiento.- palabras galantes llenas del veneno y sarcasmo que respondía en burla a una amenaza de alguien visiblemente superior físicamente.
-Ah, y lo lamento si te ofende, pero preferiría que no me llamarás así, Bonhart si quieres algo más corto... sobre mi rango, olvidado y quemado junto a mi uniforme, sobre domar jovenzuelos, pues normal para alguien con mis años, por más que estuviera tanto postrada tuve que hacerme cargo de algún renacuajo en su momento- dijo tranquilamente mientras daba otra calada al habano, una media sonrisa se había dibujado en el lado quemado se su rostro, como si hubiera recordado algo divertido.
-Buen golpe, por fin has dado un azote como dios manda, sigue así y quizás cuando tengas mi edad puedas decir que sabes usar un látigo para algo más que para las sesiones de bondage, sigues manteniendo una buena postura, eso es importante, sigue así- la mujer volvió a sonreír viendo aquel buen golpe de Octarine mientras fumaba aquel buen habano que tenía entre manos -Por cierto buen Red, no le imaginaba como el tipo que amenaza a mujeres invalidas, lo veía más caballeroso mi buen señor, he de admitir que entristece mi corazón su comportamiento.- palabras galantes llenas del veneno y sarcasmo que respondía en burla a una amenaza de alguien visiblemente superior físicamente.
Jennyfer
Hoja de personaje
Nivel:
(21/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Contenido patrocinado
Contenido patrocinado
Página 1 de 2. • 1, 2
Temas similares
» Nuevos Colores, encanto y amanecer
» Colores fundidos, de nuevos matices y tonalidades
» Colores separados, de agua y miel
» Colores nocturnos, De Ordenes y Copas
» Colores de medianoche, Negro y dorado
» Colores fundidos, de nuevos matices y tonalidades
» Colores separados, de agua y miel
» Colores nocturnos, De Ordenes y Copas
» Colores de medianoche, Negro y dorado
Página 1 de 2.
|
|