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Creado por Nissa Vie Jul 01, 2016 8:34 pm
Casa de Nissa, Shells Town.
09:00 Horas de la mañana.
Sábado.
El despertador ha sonado ya, los pájaros cantan y los rayos del sol entran directamente a la habitación de Nissa. La fémina se levanta de su cama y se estira un poco, soltando un gran bostezo que resuena en su pequeña habitación. Se dirige al baño de inmediato, no sin antes apagar el sonido de aquella alarma tan molesta. La pequeña se quita toda su cómoda pijama y entra a tomar una larga ducha.
Al terminar su baño se dirige a la habitación para secarse un poco y peinar su azulado cabello. Busca rápidamente en su armario su uniforme de la Marina para ponérselo, al igual que la gorra distintiva. Toma un desayuno que consistía en pan con mantequilla y un par de naranjas frescas. Se dedicó luego a leer las noticias en el periódico que había salido a recoger en la calle, a pocos metros de la puerta de su casa. Esbozó una cálida sonrisa, se veía muy fascinada por todos los tablones que leía, más aún le llamaba mucho la atención ciertas cosas relacionadas a la Marina y a los logros que dicha facción obtenía a nivel mundial. "Que lindo, nunca vamos a decepcionar a los ciudadanos". Pensó Nissa, mientras cambiaba de página en el periódico.
Finalizó su nutritivo desayuno y se puso de pié, tomando las llaves de su casa para acomodar como era debido su habitación. Tras eso, solo le tocó caminar hacia el Cuartel localizado en Shells Town con el fin de continuar otro día de labores militares. Además de sus llaves, también llevaba su Den Den Mushi.
Llegó al área comercial, y caminó de establecimiento a establecimiento para averiguar los precios de ciertos alimentos que compraría en la noche, ya después de que culminara el turno que tenía para ese día. Anotó ciertos ingredientes, hablaba con los comerciantes y les saludaba con mucha alegría y vigorosidad. La Ningyo deslumbraba en esa mañana, y su cara era más radiante que ese imponente sol mañanero.
09:00 Horas de la mañana.
Sábado.
El despertador ha sonado ya, los pájaros cantan y los rayos del sol entran directamente a la habitación de Nissa. La fémina se levanta de su cama y se estira un poco, soltando un gran bostezo que resuena en su pequeña habitación. Se dirige al baño de inmediato, no sin antes apagar el sonido de aquella alarma tan molesta. La pequeña se quita toda su cómoda pijama y entra a tomar una larga ducha.
Al terminar su baño se dirige a la habitación para secarse un poco y peinar su azulado cabello. Busca rápidamente en su armario su uniforme de la Marina para ponérselo, al igual que la gorra distintiva. Toma un desayuno que consistía en pan con mantequilla y un par de naranjas frescas. Se dedicó luego a leer las noticias en el periódico que había salido a recoger en la calle, a pocos metros de la puerta de su casa. Esbozó una cálida sonrisa, se veía muy fascinada por todos los tablones que leía, más aún le llamaba mucho la atención ciertas cosas relacionadas a la Marina y a los logros que dicha facción obtenía a nivel mundial. "Que lindo, nunca vamos a decepcionar a los ciudadanos". Pensó Nissa, mientras cambiaba de página en el periódico.
Finalizó su nutritivo desayuno y se puso de pié, tomando las llaves de su casa para acomodar como era debido su habitación. Tras eso, solo le tocó caminar hacia el Cuartel localizado en Shells Town con el fin de continuar otro día de labores militares. Además de sus llaves, también llevaba su Den Den Mushi.
Llegó al área comercial, y caminó de establecimiento a establecimiento para averiguar los precios de ciertos alimentos que compraría en la noche, ya después de que culminara el turno que tenía para ese día. Anotó ciertos ingredientes, hablaba con los comerciantes y les saludaba con mucha alegría y vigorosidad. La Ningyo deslumbraba en esa mañana, y su cara era más radiante que ese imponente sol mañanero.
Nissa
Hoja de personaje
Nivel:
(15/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 |
Creado por Alexandra Sig Sáb Jul 02, 2016 6:36 am
Hacia no mucho que se había despertado Alexandra, para ser mas precisos se despertó a eso de las diez de la mañana y porque se cayo de su cama, un fuerte golpe en toda la cara contra el suelo de madera hizo que se despertara poco a poco - Tsk...siempre me pasa igual... - maldecía mientras se ponía de pie y se dirigía al cuarto de baño en su habitacion alquilada en Shells Town, mientras se enaguaba la cara y miraba su propio reflejo en el espejo, esta se preguntaba porque demonios tenia un pijama amarillo con estampado de lobos nada amenazantes pero dejando de lado que paso el día anterior malgastando su dinero en ropa, esta se preparo para salir y ir al cuartel de la Marina en la ciudad.
- Bien, ya estoy lista, maldita sea, me van a regañar de nuevo, en fin, es costumbre - después de una larga hora y cerca de ser las 11 de la mañana, salio de aquel edificio donde residía, ya vistiendo su ropa habitual y esta vez con un peinado cambiado, se dejo el pelo liso y suelto, la razón, no encontró el accesorio para sus coletas. Comenzó a andar por la ciudad, demasiado soleado, tan soleado que creía que estaba en un desierto y lo demás era un espejismo por su propia locura, caminaba con su hacha al hombro, no había nada que la distinguiera de un marine o pirata, ni siquiera llevaba la gorra porque le resultaba molesto, con su mal humor de la mañana, apartaba la gente de su camino hasta llegar al cuartel de la Marina.
- Disculpe señorita pero una civil no puede entrar aquí - ¿Que demonios? Me estaban confundiendo con alguno de los inútiles de allí afuera, intente controlarme para no darle un puñetazo en toda la jeta a aquel marine inútil que me detuvo y solté un suspiro, dirigiéndole una mirada de desprecio al tipo - Creo eres el único equivocado aquí ¿no? - Le agarre por el cuello y lo tire al suelo, apartándolo del medio de mi camino hasta llegar a un bidón de madera, me senté en lo alto de este, apoyando mi hacha a mi hombro mientras nadie pareció querer acercarse a mi ni molestarme, de verdad, todos los de aquí eran una molestia.
- Bien, ya estoy lista, maldita sea, me van a regañar de nuevo, en fin, es costumbre - después de una larga hora y cerca de ser las 11 de la mañana, salio de aquel edificio donde residía, ya vistiendo su ropa habitual y esta vez con un peinado cambiado, se dejo el pelo liso y suelto, la razón, no encontró el accesorio para sus coletas. Comenzó a andar por la ciudad, demasiado soleado, tan soleado que creía que estaba en un desierto y lo demás era un espejismo por su propia locura, caminaba con su hacha al hombro, no había nada que la distinguiera de un marine o pirata, ni siquiera llevaba la gorra porque le resultaba molesto, con su mal humor de la mañana, apartaba la gente de su camino hasta llegar al cuartel de la Marina.
- Disculpe señorita pero una civil no puede entrar aquí - ¿Que demonios? Me estaban confundiendo con alguno de los inútiles de allí afuera, intente controlarme para no darle un puñetazo en toda la jeta a aquel marine inútil que me detuvo y solté un suspiro, dirigiéndole una mirada de desprecio al tipo - Creo eres el único equivocado aquí ¿no? - Le agarre por el cuello y lo tire al suelo, apartándolo del medio de mi camino hasta llegar a un bidón de madera, me senté en lo alto de este, apoyando mi hacha a mi hombro mientras nadie pareció querer acercarse a mi ni molestarme, de verdad, todos los de aquí eran una molestia.
Alexandra Sig
Hoja de personaje
Nivel:
(8/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Okita Souji Dom Jul 03, 2016 5:51 pm
La noche pasada el marine Okita Souji había asistido a una fiesta con unos ex amigos los cazadores, pero no de la tripulación que duró poco, sino otros. No ingirió alcohol ni nada por el estilo ya que hoy tendría que hacer labores de la marina. Llegó a casa aproximadamente a las cuatro, luego de llevar a sus compañeros a donde se quedaban, el joven de Wano lo único que hizo al momento de estar en donde tenía una habitación fue ducharse antes de dormir, tenía impregnado el hedor del humo, un poco de alcohol. Al salir de allí en la cama se durmió al instante.
Alcanzó a quedarse pegado a la almohada cinco horas antes de que sonase el despertador, lo apagó rápido. Tras levantarse se restregó los ojos, los traía algo pesados. Bostezó, estiró los brazos con poca energía, fue en ese momento en que se levantó para buscar su ropa. Se vistió como el viento, tan rápido que ya estaba acostumbrado, se dirigió al baño para lavar su cara, acomodar su cabellera y lavarse los dientes. Al finalizar se acercó a la especie de cocina que traía, todo desordenado, bueno su cama nada más. Fue en esa sección donde sacó una manzana para que no le entrase el hambre al irse.
Salió de su hogar, cerrando y llevándose las llaves. Al caminar, lo hizo rápido casi iniciando el trote. La manzana en su boca, le daba mordiscos muy seguidos para apagar esa hambre. Comenzó a caminar más, sus katanas se meneaban danzantes hasta tal punto que hacían un sonido casi de batalla. Pasó por varios puestos comerciales, no miró mucho pero se percató de una mujer que estaba allí, su pelo y siluetas eran fácil de distinguir, decidió acercarse por la espalda de la misma, cuando llegó a la proximidad le tocó la espalda, con la manzana en la boca decidió hablar.
— PeGdo sig..— Se sacó la manzana de la boca para poder hablar con claridad. — Pero si es la dueña de la formula de la eterna juventud. ¿Vas al cuartel?— Comentó en lo que decidió avanzar un poco, esperando a por ella para que ambos no fueran solos, seguro es que iban a ese sitio. El muchacho sonrió pero no solo eso sino que miró a todos lados, hoy habían salido muchas mujeres guapas, por el día y la hora, todos compraban las cosas necesarias, otras parece que eran marines, novatas. Decidió Okita mejor ignorar eso, debía concentrarse y poner atención en su compañera.
Alcanzó a quedarse pegado a la almohada cinco horas antes de que sonase el despertador, lo apagó rápido. Tras levantarse se restregó los ojos, los traía algo pesados. Bostezó, estiró los brazos con poca energía, fue en ese momento en que se levantó para buscar su ropa. Se vistió como el viento, tan rápido que ya estaba acostumbrado, se dirigió al baño para lavar su cara, acomodar su cabellera y lavarse los dientes. Al finalizar se acercó a la especie de cocina que traía, todo desordenado, bueno su cama nada más. Fue en esa sección donde sacó una manzana para que no le entrase el hambre al irse.
Salió de su hogar, cerrando y llevándose las llaves. Al caminar, lo hizo rápido casi iniciando el trote. La manzana en su boca, le daba mordiscos muy seguidos para apagar esa hambre. Comenzó a caminar más, sus katanas se meneaban danzantes hasta tal punto que hacían un sonido casi de batalla. Pasó por varios puestos comerciales, no miró mucho pero se percató de una mujer que estaba allí, su pelo y siluetas eran fácil de distinguir, decidió acercarse por la espalda de la misma, cuando llegó a la proximidad le tocó la espalda, con la manzana en la boca decidió hablar.
— PeGdo sig..— Se sacó la manzana de la boca para poder hablar con claridad. — Pero si es la dueña de la formula de la eterna juventud. ¿Vas al cuartel?— Comentó en lo que decidió avanzar un poco, esperando a por ella para que ambos no fueran solos, seguro es que iban a ese sitio. El muchacho sonrió pero no solo eso sino que miró a todos lados, hoy habían salido muchas mujeres guapas, por el día y la hora, todos compraban las cosas necesarias, otras parece que eran marines, novatas. Decidió Okita mejor ignorar eso, debía concentrarse y poner atención en su compañera.
Okita Souji
Hoja de personaje
Nivel:
(16/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Reno Jackson Lun Jul 04, 2016 11:26 am
Entrenando como degenerado, eso había hecho el intrépido marine toda la mañana, al menos mientras salía el sol. Estaba muy obsesionado recientemente con el entrenamiento, mantenerse en forma y mejorar constantemente. Desde lo de Goa se había vuelto algo que no podía sacarse de la cabeza, y procuraba hacerlo aun cuando tuviese sus rondas de patrullaje en la madrugada. Consistía en trotar por la plaza durante cuatro horas, y básicamente hizo eso desde las 3 AM hasta las 7 AM. Posteriormente regreso al cuartel y la siguiente hora la paso caminando sobre sus manos en el patio, y al final cuando se hicieron las 8 AM, regreso a las barracas para quitarse ese sudor de mono y ponerse un uniforme limpio. No tenia ninguna asignación ese día, así que podía simplemente hacer el tonto, pero podría ocuparlo en al menos conseguir un uniforme de repuesto, porque tenia actualmente uno dañado y no podía estar simplemente con el mismo traje todo el tiempo.
Mientras iba caminando, se encontro con un puesto de verduras, y aprovecho de comprar unas frutas. Justo cuando vio que alguien mas estaba intentando robarlas, un niño. Reno aunque era alguien bastante irreverente, tenia bien claros sus ideales como marine – ¡Alto ahí rufián! – saca de su bolsillo derecho su martillo meteoro y tras girarlo lo arroja a las espaldas del niño, impactándolo y haciéndolo caer al suelo - ¿nadie nunca te dijo que era malo robar? – el dueño de la tienda estaba bastante molesto, y quería castigar al niño. Este simplemente lloraba por el hambre, así que reno saco de su bolsa de frutas unas cuantas manzanas y se las dio, pagando además la manzana que había robado el niño – recuerda que debes comer y entrenar para ser grande, y fuerte – no se había percatado que aquel fruto seguía volando e iba a impactar contra el rostro de una chica que iba caminando por la calle con cara de risueña. En ese momento Reno no se había dado cuenta, pero se trataba de la sirena de la villa syrup, aquella que respondía al nombre de Nissa.
Mientras iba caminando, se encontro con un puesto de verduras, y aprovecho de comprar unas frutas. Justo cuando vio que alguien mas estaba intentando robarlas, un niño. Reno aunque era alguien bastante irreverente, tenia bien claros sus ideales como marine – ¡Alto ahí rufián! – saca de su bolsillo derecho su martillo meteoro y tras girarlo lo arroja a las espaldas del niño, impactándolo y haciéndolo caer al suelo - ¿nadie nunca te dijo que era malo robar? – el dueño de la tienda estaba bastante molesto, y quería castigar al niño. Este simplemente lloraba por el hambre, así que reno saco de su bolsa de frutas unas cuantas manzanas y se las dio, pagando además la manzana que había robado el niño – recuerda que debes comer y entrenar para ser grande, y fuerte – no se había percatado que aquel fruto seguía volando e iba a impactar contra el rostro de una chica que iba caminando por la calle con cara de risueña. En ese momento Reno no se había dado cuenta, pero se trataba de la sirena de la villa syrup, aquella que respondía al nombre de Nissa.
- Uniforme marine Swager de Reno:
Reno Jackson
Hoja de personaje
Nivel:
(11/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Ishizu Lun Jul 04, 2016 3:45 pm
El día comenzaba pero hacia un buen rato que Ishizu ya se había levantado, no había sitio para ella en los cuarteles ni en la ciudad así que se encontraba en las afueras terminando de comer un gigantesco pez que había cazado, una vez lo hizo echo los huesos al fuego para que se quemaran y se lavó en el océano, cuando su loro salió de entre su cabello y se paró en la punta de su nariz.
-Que pasa ya es la hora?
El loro empezó a volar en círculos frente a ella haciendo que la joven gigante riera un poco pero se acercó a sus cosas y tomando su mazo se colocó una capa de la marina que le habían dado cuando se enlisto ya que el ver a una gigante en plena ciudad alarmaba a la gente aun cuando este no fuera hostil y el distintivo de la marina ayudaba un poco a controlar esas reacciones, empezó a caminar hacia la ciudad pero yendo por un camino secundario, sin acercarse a las zonas más pobladas y evitando entrar en la ciudad todo lo que pudiera, era muy molesto caminar en un lugar con tanta gente que se moriría con que ella tropezara un poco por lo que lo mejor era evitarlo, el único problema era que no conocía el camino ya que el día anterior la habían llevado a la playa por otro lado, pensó en que tenía que buscar a alguien a quien pedir indicaciones…
Mientras caminaba se detuvo viendo una granja con una señora intentando sacar unas cosas de su granja, Ishizu le sonrió
-Buenos días jovencita, a dónde vas?
Ishizu sonrió, era muy raro que alguien no se intimidara por ella pero siempre era una sorpresa bien recibida
-Buscaba el cuartel de la marina sabe un camino para ir sin mucha gente?
-Pues…
Unos minutos después Ishizu llegaba a la entrada del cuartel e inclinados puso a la anciana, la carreta y al burro que la jalaba en el suelo
-Muchas gracias señora
-Cuando quieras niña… vamos!!
La anciana golpeo al animal haciendo que caminara en dirección al mercado mientras Ishizu esperaba en la entrada, le habían dicho que no entrara hasta que la llamaran ya que la primera vez que entro había roto no sabía que cosa, pero esperaba impaciente ya quería empezar la práctica de ese día.
-Que pasa ya es la hora?
El loro empezó a volar en círculos frente a ella haciendo que la joven gigante riera un poco pero se acercó a sus cosas y tomando su mazo se colocó una capa de la marina que le habían dado cuando se enlisto ya que el ver a una gigante en plena ciudad alarmaba a la gente aun cuando este no fuera hostil y el distintivo de la marina ayudaba un poco a controlar esas reacciones, empezó a caminar hacia la ciudad pero yendo por un camino secundario, sin acercarse a las zonas más pobladas y evitando entrar en la ciudad todo lo que pudiera, era muy molesto caminar en un lugar con tanta gente que se moriría con que ella tropezara un poco por lo que lo mejor era evitarlo, el único problema era que no conocía el camino ya que el día anterior la habían llevado a la playa por otro lado, pensó en que tenía que buscar a alguien a quien pedir indicaciones…
Mientras caminaba se detuvo viendo una granja con una señora intentando sacar unas cosas de su granja, Ishizu le sonrió
-Buenos días jovencita, a dónde vas?
Ishizu sonrió, era muy raro que alguien no se intimidara por ella pero siempre era una sorpresa bien recibida
-Buscaba el cuartel de la marina sabe un camino para ir sin mucha gente?
-Pues…
Unos minutos después Ishizu llegaba a la entrada del cuartel e inclinados puso a la anciana, la carreta y al burro que la jalaba en el suelo
-Muchas gracias señora
-Cuando quieras niña… vamos!!
La anciana golpeo al animal haciendo que caminara en dirección al mercado mientras Ishizu esperaba en la entrada, le habían dicho que no entrara hasta que la llamaran ya que la primera vez que entro había roto no sabía que cosa, pero esperaba impaciente ya quería empezar la práctica de ese día.
Ishizu
Hoja de personaje
Nivel:
(20/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Nissa Lun Jul 04, 2016 11:55 pm
La bella sirena, que vestía su uniforme de la Marina se encontraba al frente de una mesa llena de varios alimentos. Sus manos estaban ocupadas por un lápiz y una libreta pequeña.
Ella conversaba con el encargado, le preguntaba algunas cosas relacionadas a los precios y éste le contestaba con amabilidad. De repente, una voz resonó desde la parte trasera de Nissa, ella de inmediato reaccionó y dio media vuelta para apreciar quien era. La apariencia de aquel hombre era inolvidable. Su cabello castaño, su complexión, esos ojos y la manera de decir las cosas como aquello de la "juventud eterna" era único: se trataba de Okita Souji. La bella Ningyo se sorprendió mucho, no sabía como reaccionar. ~ Okita-san, que agradable es verlo por aquí ~ Se acercó a él, le dio un abrazo y un beso en su mejilla en son de saludo. ~ ¿Cómo sigues de tu hombro? ~ Cerró sus ojos y le sonrió amablemente.
De repente, cierta fruta rebotó sobre el rostro de la sirena y ella llevó ambas manos a ese sitio para acariciarlo y sobarlo un poco. Se percató de que era una manzana, y vio hacia la dirección de donde provino.
Allí estaba él, ese animal salvaje, el mismo Marine que la había cargado en sus hombros para escapar del ataque del dinosaurio gigante. Se cruzó de brazos, giró su cabeza hacia otra dirección y evitó cruzar miradas con él. Varios temblores se pudieron sentir, pero de un momento a otro se detuvieron. Mucha gente se alteró pero se escuchaban los rumores que se trataba de cierto Gigante marine, causando que la calma retomara el centro comercial donde estaban casi todos los individuos.
Alexandr Sig estaba a unos 6 o 5 metros de distancia de Nissa, Reno y Okita Souji pero debido a la propia presencia del hombre fornido y salvaje, la pobre Ningyo ni prestó atención a su alrededor.
Ella conversaba con el encargado, le preguntaba algunas cosas relacionadas a los precios y éste le contestaba con amabilidad. De repente, una voz resonó desde la parte trasera de Nissa, ella de inmediato reaccionó y dio media vuelta para apreciar quien era. La apariencia de aquel hombre era inolvidable. Su cabello castaño, su complexión, esos ojos y la manera de decir las cosas como aquello de la "juventud eterna" era único: se trataba de Okita Souji. La bella Ningyo se sorprendió mucho, no sabía como reaccionar. ~ Okita-san, que agradable es verlo por aquí ~ Se acercó a él, le dio un abrazo y un beso en su mejilla en son de saludo. ~ ¿Cómo sigues de tu hombro? ~ Cerró sus ojos y le sonrió amablemente.
De repente, cierta fruta rebotó sobre el rostro de la sirena y ella llevó ambas manos a ese sitio para acariciarlo y sobarlo un poco. Se percató de que era una manzana, y vio hacia la dirección de donde provino.
Allí estaba él, ese animal salvaje, el mismo Marine que la había cargado en sus hombros para escapar del ataque del dinosaurio gigante. Se cruzó de brazos, giró su cabeza hacia otra dirección y evitó cruzar miradas con él. Varios temblores se pudieron sentir, pero de un momento a otro se detuvieron. Mucha gente se alteró pero se escuchaban los rumores que se trataba de cierto Gigante marine, causando que la calma retomara el centro comercial donde estaban casi todos los individuos.
Alexandr Sig estaba a unos 6 o 5 metros de distancia de Nissa, Reno y Okita Souji pero debido a la propia presencia del hombre fornido y salvaje, la pobre Ningyo ni prestó atención a su alrededor.
Nissa
Hoja de personaje
Nivel:
(15/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 |
Creado por Okita Souji Jue Jul 07, 2016 7:01 pm
El hombro dislocado del marine sanaba regularmente, tampoco es que estuviese bien del todo de hecho sentía dolor aún pero lo camuflaba bien, con orgullo y templanza. Fue en ese momento en que la chica del mar le saludó, con un enternecedor beso en la mejilla y un abrazo, el cual correspondió con una sonrisa, pero un dolor igual brotó de su rostro al verse oprimido. Debería estar reposando pero el jovial espadachín no es para nada así. El chico miró a la joven de pelos azulados, aquella a la que por siempre le diría que tiene la fórmula de la eterna juventud, por eso le respondió entre risas.
— Un guerrero no tiene dolores.. No mentira, me trae un dolor que no te imaginas, creo que me falta un poco para sanar. ¡Maldición! Iré a los masajes con esas damas.— Chasqueo la lengua, era bastante coqueto si se trataba de mujeres bellas y tener masajes. Pero bueno tenía que dejar aquello, se encontraba con una de sus compañeras por mucho que estuviese en otra tripulación. En un momento a otro, el marine observó como un niño robaba algo pero la voz del hombre que fue tras él con lo que dijo, Okita supo de quien se trataba. Era Reno-kun, abusando de su fuerza. El ataque que le hizo, provocó que el espadachín hiciera un “facepalm”. Una fruta escapó por los aires dando en Nissa, lo que le sorprendió e inmediatamente fue donde su compañero.
Cuando llegó donde su compañero simplemente le pegó en la espalda con la mano, haciendo “pat pat” en él. Luego bufó un poco antes de decirle algo al fortachón aliado que traía.
— Ara, ara. Reno-kun, tiene menos tacto que cactus.— Se tomó el hombro adolorido, no se tomó la medicina para calmar el dolor. Tras esto Okita con la mano decidió apurar a sus compañeros para ir hacia el cuartel que no estaba muy lejos. Comenzó a caminar lento para poder llegar al cuartel pero claro a lo lejos observó a una chica, le llamó la atención y le miró de pies a cabeza, haciendo un sonido con sus labios, suave casi nadie lo escucharía. — Wow.. Apuren la marcha.— Cuando llegó se acercó por completo al cuartel en el cual ya se deberían reunir todos. Miró a la chica que no conocía, le saludó con la mano y luego dejó escapar su voz. — ¿Eres marine? Primera vez que te veo.— Pregunta tonta al parecer. De todas formas se quedó a la espera de los demás, el día era joven pero eso no quería decir que no se tenía que aprovechar al máximo.
— Un guerrero no tiene dolores.. No mentira, me trae un dolor que no te imaginas, creo que me falta un poco para sanar. ¡Maldición! Iré a los masajes con esas damas.— Chasqueo la lengua, era bastante coqueto si se trataba de mujeres bellas y tener masajes. Pero bueno tenía que dejar aquello, se encontraba con una de sus compañeras por mucho que estuviese en otra tripulación. En un momento a otro, el marine observó como un niño robaba algo pero la voz del hombre que fue tras él con lo que dijo, Okita supo de quien se trataba. Era Reno-kun, abusando de su fuerza. El ataque que le hizo, provocó que el espadachín hiciera un “facepalm”. Una fruta escapó por los aires dando en Nissa, lo que le sorprendió e inmediatamente fue donde su compañero.
Cuando llegó donde su compañero simplemente le pegó en la espalda con la mano, haciendo “pat pat” en él. Luego bufó un poco antes de decirle algo al fortachón aliado que traía.
— Ara, ara. Reno-kun, tiene menos tacto que cactus.— Se tomó el hombro adolorido, no se tomó la medicina para calmar el dolor. Tras esto Okita con la mano decidió apurar a sus compañeros para ir hacia el cuartel que no estaba muy lejos. Comenzó a caminar lento para poder llegar al cuartel pero claro a lo lejos observó a una chica, le llamó la atención y le miró de pies a cabeza, haciendo un sonido con sus labios, suave casi nadie lo escucharía. — Wow.. Apuren la marcha.— Cuando llegó se acercó por completo al cuartel en el cual ya se deberían reunir todos. Miró a la chica que no conocía, le saludó con la mano y luego dejó escapar su voz. — ¿Eres marine? Primera vez que te veo.— Pregunta tonta al parecer. De todas formas se quedó a la espera de los demás, el día era joven pero eso no quería decir que no se tenía que aprovechar al máximo.
Okita Souji
Hoja de personaje
Nivel:
(16/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Reno Jackson Dom Jul 10, 2016 4:19 pm
Tras haber hablado con el encargado de la tienda, comienza a caminar detrás de la sirena – hola – dice saludando mientras todavía tenia una de las manzanas en la boca – veo que anda bien tu brazo – se mete la mano en el bolsillo y saca un envase de color azul – es una crema anti inflamatoria, para tu golpe en la frente, también te lo podrías colocar en el brazo por si tienes algunas secuelas para la cicatriz – en ese momento comenzaba a temblar el suelo, y a lo lejos mira en dirección del cuartel, había una enorme ¿chica? Imposible no verla con ese tamaño – primera vez que veo una gigante – la voz conocida de otra persona capto su atención, se trataba de okita – pero si soy mas tierno y adorable que un cactus – hace una pose colocando su mano sobre el mentón - ¿Qué tal sigue tu hombro okita? Normalmente no pasan muchas secuelas con las dislocaciones, pero los golpes por ondas pueden ser algo mas problemáticos – tenia un amplio repertorio de razones por las cuales había que ser muy cuidadoso evitando contacto imprudente contra usuarios de ondas de choque.
Al momento que okita pidió que apurasen la marcha, Reno fue tras el grupo, hasta que alcanzaron las inmediaciones del cuartel de la marina y de verdad tuvo que ver hacia arriba a la otra chica – Yoh – dice saludando a la gigante - ¿quieres una manzana? – le ofrece una de las que traía en la bolsa. Era la primera vez que esa persona estaba en la isla, porque era imposible no notar a alguien de esas dimensiones. Lo que estaba claro es que era marine, por su capa con la identificación de la marina, lo que no sabia era a que destacamento pertenecía, si a la base de longuetown o a la del campamento Las.
Al momento que okita pidió que apurasen la marcha, Reno fue tras el grupo, hasta que alcanzaron las inmediaciones del cuartel de la marina y de verdad tuvo que ver hacia arriba a la otra chica – Yoh – dice saludando a la gigante - ¿quieres una manzana? – le ofrece una de las que traía en la bolsa. Era la primera vez que esa persona estaba en la isla, porque era imposible no notar a alguien de esas dimensiones. Lo que estaba claro es que era marine, por su capa con la identificación de la marina, lo que no sabia era a que destacamento pertenecía, si a la base de longuetown o a la del campamento Las.
Reno Jackson
Hoja de personaje
Nivel:
(11/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Ishizu Jue Jul 14, 2016 3:56 pm
Ishizu esperaba en la entrada del cuartel ya que le habían dicho que tenía que esperar para recibir las órdenes del día junto con otros reclutas que no habían llegado en ese momento, Ishizu asintió y cruzo los brazos solamente esperando, odiaba esas situaciones ya que ella por su tamaño no podía ir a curiosear en el pueblo o matar el tiempo de algún modo, era demasiado grande por lo que solamente le quedaba cruzarse de brazos y esperar, agradeciendo que al menos tenía su capa de la marina ya que con ella las personas no le tenían tanto miedo, cuando escucho que alguien le hablaba miro al suelo y había un chico, decidió mejor arrodillarse, para de esa manera quedar tan abajo y no tener que hacer cosas como retroceder para ver a la gente que tenía enfrente.
-Hola, sí, soy Ishizu y tú eres?
Pregunto ya arrodillada con cuidado enfrente del chico tratando de no tirar ni romper nada a su alrededor, pero pronto llegaron más personas incluyendo un chico que le ofrecía una manzana, Ishizu pestañeo un poco, extrañada al ver la fruta ya que no le serviría ni para taparse una muela pero asintió tomando la manzana con mucho cuidado y finalmente echándosela a la boca y tragándola sin siquiera alcanzar a masticarla
-Son ustedes el resto de los reclutas nuevos? También soy recluta estoy esperando a que lleguen todos los demás pero soy nueva… no saben si falta alguno? Si no para pedir que nos den las ordenes.
Ishizu no quería sonar descortés o agresiva pero recién se había unido a la marina y ya quería empezar y de paso, terminar con los ejercicios y tareas preliminares y dejar de ser una simple recluta.
-Hola, sí, soy Ishizu y tú eres?
Pregunto ya arrodillada con cuidado enfrente del chico tratando de no tirar ni romper nada a su alrededor, pero pronto llegaron más personas incluyendo un chico que le ofrecía una manzana, Ishizu pestañeo un poco, extrañada al ver la fruta ya que no le serviría ni para taparse una muela pero asintió tomando la manzana con mucho cuidado y finalmente echándosela a la boca y tragándola sin siquiera alcanzar a masticarla
-Son ustedes el resto de los reclutas nuevos? También soy recluta estoy esperando a que lleguen todos los demás pero soy nueva… no saben si falta alguno? Si no para pedir que nos den las ordenes.
Ishizu no quería sonar descortés o agresiva pero recién se había unido a la marina y ya quería empezar y de paso, terminar con los ejercicios y tareas preliminares y dejar de ser una simple recluta.
Ishizu
Hoja de personaje
Nivel:
(20/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Nissa Jue Jul 14, 2016 4:26 pm
Al parecer Okita se estaba mejorando poco a poco del dislocamiento que sufrió en Syrup. Ella le sonrió y le pidió con mucha amabilidad que tuviera cuidado, debía cuidarse los músculos y los huesos de esa área. ~ Creo que terminaré yo por presentarte a mis buenas compañeras, si tanto anhelas. ~ Cerró sus ojos y soltó una suave carcajada, muy linda e inocente, buscando revivir aquella plática que habían tenido en Shells Town un viernes por la noche.
Okita se dirigió hacia el tal Reno, tras el suceso de la fruta en la cara de la Ningyo, y éste último también se acercó hasta verse frente a frente. Charlaron un poco y Nissa permaneció con sus brazos cruzados, evitando ver directamente a los ojos del hombre salvaje, aún sentía un poco de incomodidad por la forma en que trató tanto a su compañera Kitsune como a su propia persona tiempo atrás. Sin embargo, esto no era común en la sirena, por lo que posó la mirada una vez más en el rostro del colega Marine para escuchar a sus indicaciones, sugerencias y/o consejos. Recibió aquel envase, le asintió sin mostrar afección o dulzura y lo guardó en su bolsillo. ~ Se lo agradezco, Soldado Jackson. Y sí, mi brazo está en perfectas condiciones... ~ Se quedó callada y dejó que ambos siguieran conversando.
Tras aquella conversación, aquel grupo de 3 marines se dirigieron al cuartel donde finalmente se descubrió la razón de aquel temblor; una gigante. Nissa se posó al lado de Okita, fascinada y con la mirada inclinada hacia arriba. Ellos se presentaron, la mujer enorme lo hizo también y Nissa sintió cierta curiosidad por aquel nombre... Ishizu, Ishizu, le sonaba de algún lado. ~ Saludos Ishizu-san. Mi nombre es Nissa, es un placer conocerte. ~ Quiso agregar cierta cuestión, sabiendo escoger l as palabras. ~ Tu nombre se me es muy familiar. Seguro estoy equivocada. ~ La bella sirena movió ambas manos por detrás de su espalda y se las sujetó, dejando ahora que la conversación que era de 3, aumentara a 4 con la participación de tan emblemática e imponente figura femenina.
Okita se dirigió hacia el tal Reno, tras el suceso de la fruta en la cara de la Ningyo, y éste último también se acercó hasta verse frente a frente. Charlaron un poco y Nissa permaneció con sus brazos cruzados, evitando ver directamente a los ojos del hombre salvaje, aún sentía un poco de incomodidad por la forma en que trató tanto a su compañera Kitsune como a su propia persona tiempo atrás. Sin embargo, esto no era común en la sirena, por lo que posó la mirada una vez más en el rostro del colega Marine para escuchar a sus indicaciones, sugerencias y/o consejos. Recibió aquel envase, le asintió sin mostrar afección o dulzura y lo guardó en su bolsillo. ~ Se lo agradezco, Soldado Jackson. Y sí, mi brazo está en perfectas condiciones... ~ Se quedó callada y dejó que ambos siguieran conversando.
Tras aquella conversación, aquel grupo de 3 marines se dirigieron al cuartel donde finalmente se descubrió la razón de aquel temblor; una gigante. Nissa se posó al lado de Okita, fascinada y con la mirada inclinada hacia arriba. Ellos se presentaron, la mujer enorme lo hizo también y Nissa sintió cierta curiosidad por aquel nombre... Ishizu, Ishizu, le sonaba de algún lado. ~ Saludos Ishizu-san. Mi nombre es Nissa, es un placer conocerte. ~ Quiso agregar cierta cuestión, sabiendo escoger l as palabras. ~ Tu nombre se me es muy familiar. Seguro estoy equivocada. ~ La bella sirena movió ambas manos por detrás de su espalda y se las sujetó, dejando ahora que la conversación que era de 3, aumentara a 4 con la participación de tan emblemática e imponente figura femenina.
Nissa
Hoja de personaje
Nivel:
(15/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 1 |
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