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Creado por Ray Kazaragi Jue Ene 28, 2016 12:28 am
Recuerdo del primer mensaje :
En la poco conocida Isla de Cardue realizando una misión junto a varios miembros de la Armada Revolucionaria Ray se encontraba confirmando el estado del antiguo generador de la isla con William como compañero, ambos se encontrón con una joven de cabellos violetas la cual daba la impresión que se trataba de alguien con una buena educación siendo caprichosa y acostumbrada a tener todo lo que quiere, a la otra persona con la cual se encontraron se trataba de un chico rubio el cual vieron solo por un instante al llegar al último donde se encontraba el generador. El pelirrojo ante la aparición de la chica y pensar de que se podría tratar de un miembro de la Marina se enojó bastante llegando a ser directo y agresivo en sus palabras, no le agradaba nadie que pudiera trabajar para el Gobierno Mundial lo que se notaría en sus palabras y en su actitud frente a ellos. Quizás por eso mismo fue que la dueña de aquel animal que se encontraba de su lado le lanzo un pañuelo tejido en blanca seda el cual tomo con su mano guardándolo en uno de sus bolsillos de su chaqueta sin tomarle mucha importancia antes de irse del lugar. Una vez en la base que monto el grupo de los revolucionarios lo vio con un poco más de atención notando unos detalles con hilo violeta formando un escudo el cual desconoce totalmente y las iniciales “A.B” en el pañuelo.
Dentro de Ray las palabras de la joven aún permanecían, quedando únicamente las que indicaba que alguien la había ayudado para llegar a la isla, como no había llegado con ellos se debía tratar de la Marina era quien tuvo que ayudarla para hacerlo. Como desconocía por completo el escudo que traía el pañuelo le pregunto a un miembro de la armada el cual se decía que era alguien bastante conocedor sobre diferentes temas, básicamente alguien que trabajaba como infiltrado reuniendo información sobre diferentes lugares o cosas. Ray le entrego el pañuelo para que pudiera observarlo con mayor cuidado, al cabo de unos minutos se lo vuelve a entregar con una mirada un poco seria — El escudo pertenece a una familia adinerada del Reino de Briss, las iniciales seguramente deben corresponder al nombre de una de las hijas —, aquella información era más de la que se esperaba así que le agradeció por el momento y cuando tuviera más tiempo lo ayudaría en lo que necesitara para devolverle el favor.
Para quitarse las dudas que poseía debía ir al Reino de Briss sin que la armada revolucionaria supiera porque iba ya que para ellos podría considerarse como algo sin mucha importancia, como le podían encargar alguna misión aviso que estaría por algunas semanas ausente tomando un descanso. Tomo un barco de la armada el cual tuviera como dirección el South Blue, mar donde se encontraba la isla a la cual debía ir, una vez dentro del Blue sería mucho más fácil poder llegar. El viaje duro unos días los cuales fueron repetitivos los cuales se los pasaba tomando alcohol aunque no llegaba al punto de estar ebrio, sabía perfectamente en el momento en el cual debía detenerse. Para su suerte el barco tuvo que hacer una parada de emergencia en el Reino al cual quería ir, así que aprovecho el momento para bajar del barco e ir en búsqueda de alguna casa muy grande o una mansión con el escudo que fuera igual al del pañuelo.
Las construcciones de la isla eran bastante similares una de la otra ocupando colores los cuales combinaran entre si formando algo agradable de ver a simple vista, sin embargo lo que más llamaba la atención era la gran cantidad de vegetación de la isla la cual iba desde arboles hasta arbustos por todos lados, como si en cada rincón de la isla hubiera algo de vegetación. Desde donde se encontraba cerca del puerto pudo notar que a lo lejos se encontraban unas casas más grande que el resto, por lo que camino en dirección hacia ellas. Luego de una caminata de unos cuarenta minutos llego a un camino el cual comenzaba con estas casas más grandes una al lado de la otra, desde la primera ya se encontraba con un escudo el cual era diferente al del pañuelo que sostenía en su mano, le costó encontrar el escudo que estaba buscando ya que algunos se parecían entre si hasta que lo logro acercándose a paso lento.
Dio dos golpes a la puerta los cuales se escuchaban desde afuera aunque se demoraron alrededor de un minuto para abrirla, quien la abrió no era la chica que había conocido en Cardue la cual seguramente debía estar dándole órdenes a alguien para cumplir uno de sus caprichosos, mostró el pañuelo por lo que la mujer que abrió la puerta lo dejo pasar sin problemas. El lugar era bastante grande con los espacios bien definidos adornados por diferentes muebles, sillas, entre otros objetos los cuales iba viendo con detalle hasta que algo conocido se fijó en sus ojos, sí, se trataba de la joven — Tiempo sin vernos —.
Dentro de Ray las palabras de la joven aún permanecían, quedando únicamente las que indicaba que alguien la había ayudado para llegar a la isla, como no había llegado con ellos se debía tratar de la Marina era quien tuvo que ayudarla para hacerlo. Como desconocía por completo el escudo que traía el pañuelo le pregunto a un miembro de la armada el cual se decía que era alguien bastante conocedor sobre diferentes temas, básicamente alguien que trabajaba como infiltrado reuniendo información sobre diferentes lugares o cosas. Ray le entrego el pañuelo para que pudiera observarlo con mayor cuidado, al cabo de unos minutos se lo vuelve a entregar con una mirada un poco seria — El escudo pertenece a una familia adinerada del Reino de Briss, las iniciales seguramente deben corresponder al nombre de una de las hijas —, aquella información era más de la que se esperaba así que le agradeció por el momento y cuando tuviera más tiempo lo ayudaría en lo que necesitara para devolverle el favor.
Para quitarse las dudas que poseía debía ir al Reino de Briss sin que la armada revolucionaria supiera porque iba ya que para ellos podría considerarse como algo sin mucha importancia, como le podían encargar alguna misión aviso que estaría por algunas semanas ausente tomando un descanso. Tomo un barco de la armada el cual tuviera como dirección el South Blue, mar donde se encontraba la isla a la cual debía ir, una vez dentro del Blue sería mucho más fácil poder llegar. El viaje duro unos días los cuales fueron repetitivos los cuales se los pasaba tomando alcohol aunque no llegaba al punto de estar ebrio, sabía perfectamente en el momento en el cual debía detenerse. Para su suerte el barco tuvo que hacer una parada de emergencia en el Reino al cual quería ir, así que aprovecho el momento para bajar del barco e ir en búsqueda de alguna casa muy grande o una mansión con el escudo que fuera igual al del pañuelo.
Las construcciones de la isla eran bastante similares una de la otra ocupando colores los cuales combinaran entre si formando algo agradable de ver a simple vista, sin embargo lo que más llamaba la atención era la gran cantidad de vegetación de la isla la cual iba desde arboles hasta arbustos por todos lados, como si en cada rincón de la isla hubiera algo de vegetación. Desde donde se encontraba cerca del puerto pudo notar que a lo lejos se encontraban unas casas más grande que el resto, por lo que camino en dirección hacia ellas. Luego de una caminata de unos cuarenta minutos llego a un camino el cual comenzaba con estas casas más grandes una al lado de la otra, desde la primera ya se encontraba con un escudo el cual era diferente al del pañuelo que sostenía en su mano, le costó encontrar el escudo que estaba buscando ya que algunos se parecían entre si hasta que lo logro acercándose a paso lento.
Dio dos golpes a la puerta los cuales se escuchaban desde afuera aunque se demoraron alrededor de un minuto para abrirla, quien la abrió no era la chica que había conocido en Cardue la cual seguramente debía estar dándole órdenes a alguien para cumplir uno de sus caprichosos, mostró el pañuelo por lo que la mujer que abrió la puerta lo dejo pasar sin problemas. El lugar era bastante grande con los espacios bien definidos adornados por diferentes muebles, sillas, entre otros objetos los cuales iba viendo con detalle hasta que algo conocido se fijó en sus ojos, sí, se trataba de la joven — Tiempo sin vernos —.
Ray Kazaragi
Hoja de personaje
Nivel:
(30/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Ray Kazaragi Vie Feb 12, 2016 11:58 pm
Verla enojada o molesta por las palabras del revolucionario o no saber qué hacer eran reacciones que le gustaba ver de Arabella quien apenas conocía, le parecía gracioso que no pudiera mantener oculto demostrándolo a simple vista, si embargo también habían cosas que le molestaba como que fuera una niña caprichosa que obtuviera todo lo que quería, quisiera todo como ella quería y que se siguieran las cosas de acuerdo a sus pensamientos. Lo que faltaba ahora es que fuera llevaba a sus ideas entendiendo solamente lo que ella quisiera entender, y así fue como ocurriendo cuando dijo que quien lo acompañaba en Cardue era su novio, lo dijo muy despacio aunque la distancia entre los dos eran tan poca que lo pudo escuchar con algo de dificultad, la cara de asco de Ray tan solo pensar en esa idea hablaba por si sola — No es mi novio, de hecho que asco tan solo pensarlo — movió sus hombros para alejar la idea de su cabeza — No me gustas porque eres caprichosa, entiendes todo mal y quieres imponer tus ideas sobre el resto —, solo estaba dando explicaciones por si su acompañante en aquel lugar pudiera entender la idea clara.
Miro hacia arriba por unos segundos tratando de buscar alguna ayuda divina que lo hiciera entender a quién tenía al frente — Mi padre esto, mi padre lo otro, ve la realidad por tus propios ojos y no te dejes llevar por lo que dice el resto. La marina mantiene la paz sobre los ideales que les convienen a sus intereses personales, todo lo demás será eliminados por ellos mismos —. Al momento de detener su mano con la cual quería tomar el mango de su Katana ella reacciono tomando la muñeca libre del pelirrojo, la única diferencia es que su agarre no tenía fuerza por lo que no veía una preocupación real en el agarre, en cuanto pidió que la soltara no lo hizo de inmediato esperando unos segundos para hacerlo, en su rostro se podía notar que había aprendido lo que sucedería si trataba pasarse de lista. El pasado era algo que seguía atormentando a Ray cada cierto tiempo siendo algo que no le gustaba recordar con mucha frecuencia — A ti la marina no te quito lo más importante para ti de un segundo a otro porque no estábamos considerados en sus planes —, la cicatriz en su espalda comenzaba a aumentar de temperatura a diferencia de su cuerpo que se mantenía igual. Cuando escucho que ella era parte de la Marina y que llamaría a todos acusándolo que era uno de los rebeldes no pudo más que reir por más que intentara no hacerlo — No puedes ser de la Marina, mira cómo te encuentras, ¿crees que un soldado estuviera en una posición así? Tú agarre y tus palabras te revelan, solo eres la hija consentida de papi, si fueras de la Marina no llamarías a nadie y te encargarías por ti mismo de la situación —. El intento de arañarlo y enterrarle las uñas confirmaba su idea, alguien así no podía ser de la Marina, ahora quedaba ver porque le estaba mintiendo y que lograría con eso — ¿Qué obtienes diciendo que eres de la marina? ¿Crees que tendré miedo por algo como eso? Tendrás que esperar mucho tiempo para verme pagar —, si de algo estaba seguro es que podría cumplir su meta que era la de cambiar el mundo en el que vivían por lo cual no se podría dejar atrapar.
Miro hacia arriba por unos segundos tratando de buscar alguna ayuda divina que lo hiciera entender a quién tenía al frente — Mi padre esto, mi padre lo otro, ve la realidad por tus propios ojos y no te dejes llevar por lo que dice el resto. La marina mantiene la paz sobre los ideales que les convienen a sus intereses personales, todo lo demás será eliminados por ellos mismos —. Al momento de detener su mano con la cual quería tomar el mango de su Katana ella reacciono tomando la muñeca libre del pelirrojo, la única diferencia es que su agarre no tenía fuerza por lo que no veía una preocupación real en el agarre, en cuanto pidió que la soltara no lo hizo de inmediato esperando unos segundos para hacerlo, en su rostro se podía notar que había aprendido lo que sucedería si trataba pasarse de lista. El pasado era algo que seguía atormentando a Ray cada cierto tiempo siendo algo que no le gustaba recordar con mucha frecuencia — A ti la marina no te quito lo más importante para ti de un segundo a otro porque no estábamos considerados en sus planes —, la cicatriz en su espalda comenzaba a aumentar de temperatura a diferencia de su cuerpo que se mantenía igual. Cuando escucho que ella era parte de la Marina y que llamaría a todos acusándolo que era uno de los rebeldes no pudo más que reir por más que intentara no hacerlo — No puedes ser de la Marina, mira cómo te encuentras, ¿crees que un soldado estuviera en una posición así? Tú agarre y tus palabras te revelan, solo eres la hija consentida de papi, si fueras de la Marina no llamarías a nadie y te encargarías por ti mismo de la situación —. El intento de arañarlo y enterrarle las uñas confirmaba su idea, alguien así no podía ser de la Marina, ahora quedaba ver porque le estaba mintiendo y que lograría con eso — ¿Qué obtienes diciendo que eres de la marina? ¿Crees que tendré miedo por algo como eso? Tendrás que esperar mucho tiempo para verme pagar —, si de algo estaba seguro es que podría cumplir su meta que era la de cambiar el mundo en el que vivían por lo cual no se podría dejar atrapar.
Ray Kazaragi
Hoja de personaje
Nivel:
(30/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Arabella Bennett Sáb Feb 13, 2016 12:55 am
¿Pero qué le pasaba a este hombre? ¿Qué le pasaba por la cabeza en ese instante? No era posible, la de cabellos violeta no daba crédito a lo que estaba pasando, él había osado levantarle la voz, había osado hablarle de mala manera y más que aquello había lastimado su tersa piel con aquel bruto agarre que de un momento a otro había logrado que la joven se llenara totalmente con aquel nerviosismo que no podía ocultar. - P-Pero… - Caprichosa… Sí, lo sabía bien, no era el primero que le decía aquellas palabras y no era su culpa… Estaba impuesta a estar rodeada con otro tipo de gente, con otro tipo de tratos y que llegara él de la nada a comenzar a imponérsele de esa manera era realmente escalofriante. - Los de la marina son buenos, ellos nos cuidan, a todos nosotros, quizá tú eres el que exagera las cosas ¿Si son tan malos como dices la gente no les tendría respeto, o si? - afortunadamente el agarre de él había terminado, llevando inmediatamente ambas manos a su pecho apegándolas a este entre sus senos haciendo que su ropa se apegase más delineando aquellas curvas femeninas que no siendo muy prominentes bien se podían apreciar.
Sus orbes se humedecieron un poco… Él lo sabía y como siempre se reprochaba a sí misma el ser tan débil. Él tenía toda la razón, era tan miedosa nada comparada a un soldado y más si no tenía a su Nova con ella. - Tonto.. - Volvía a susurrar desviando la mirada apegándose más a la puerta, no es que no conociese otros insultos, sin embargo la cabeza no le daba para más y llamarle de una manera más despreciativa. - Cada vez que hablas de la marina se te nota el odio… - Susurró bajito levantando nuevamente la mirada a él. - si tanto replicas que no conozco nada de ellos, que no sé qué hicieron ni hacen y ahora me dices eso.. Debe haber una buena razón, debieron hacerte algo muy malo… - Dedujo con cierta tristeza y curiosidad en sus palabras. - ¿Qué fue, Ray?.. - Cuestionó llevando más sus manos a su pecho como si buscase protegerse de algo. - ¿Qué te hizo la marina que te lastimó tanto?.. ¿Por qué te lastimaron tanto? ¿Qué te arrebataron?.. - Cuestionó en un dulce hilo de voz ignorando totalmente las últimas preguntas hechas por el revolucionario, eran ya irrelevantes en ese momento ¿No? Igual él sabía que ella no era Marine. - Si lo que dices es cierto, ayúdame a comprender aquel coraje y odio hacia ellos. Si estoy mal enséñame… - Entrecerró su mirar elevando más su rostro para poder tener un mejor contacto visual hacia él. - Yo sé que siempre he tenido la vida de una princesa, no conozco nada más allá de estas paredes. ¿Y si lo poco que sé está mal? ¿Y si yo también soy como ellos? ¿Qué es lo que está pasando allá afuera?.. - Simplemente no podía ocultar su curiosidad, aquella sed y necesidad de saber qué pasaba más allá de su isla era más que notable. Después de todo aquellos rumores entre los de la ciudad que en su momento llegaba a escuchar parecía que no eran solo eso, que no solo eran simples rumores…
Sus orbes se humedecieron un poco… Él lo sabía y como siempre se reprochaba a sí misma el ser tan débil. Él tenía toda la razón, era tan miedosa nada comparada a un soldado y más si no tenía a su Nova con ella. - Tonto.. - Volvía a susurrar desviando la mirada apegándose más a la puerta, no es que no conociese otros insultos, sin embargo la cabeza no le daba para más y llamarle de una manera más despreciativa. - Cada vez que hablas de la marina se te nota el odio… - Susurró bajito levantando nuevamente la mirada a él. - si tanto replicas que no conozco nada de ellos, que no sé qué hicieron ni hacen y ahora me dices eso.. Debe haber una buena razón, debieron hacerte algo muy malo… - Dedujo con cierta tristeza y curiosidad en sus palabras. - ¿Qué fue, Ray?.. - Cuestionó llevando más sus manos a su pecho como si buscase protegerse de algo. - ¿Qué te hizo la marina que te lastimó tanto?.. ¿Por qué te lastimaron tanto? ¿Qué te arrebataron?.. - Cuestionó en un dulce hilo de voz ignorando totalmente las últimas preguntas hechas por el revolucionario, eran ya irrelevantes en ese momento ¿No? Igual él sabía que ella no era Marine. - Si lo que dices es cierto, ayúdame a comprender aquel coraje y odio hacia ellos. Si estoy mal enséñame… - Entrecerró su mirar elevando más su rostro para poder tener un mejor contacto visual hacia él. - Yo sé que siempre he tenido la vida de una princesa, no conozco nada más allá de estas paredes. ¿Y si lo poco que sé está mal? ¿Y si yo también soy como ellos? ¿Qué es lo que está pasando allá afuera?.. - Simplemente no podía ocultar su curiosidad, aquella sed y necesidad de saber qué pasaba más allá de su isla era más que notable. Después de todo aquellos rumores entre los de la ciudad que en su momento llegaba a escuchar parecía que no eran solo eso, que no solo eran simples rumores…
Arabella Bennett
Hoja de personaje
Nivel:
(8/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Ray Kazaragi Sáb Feb 13, 2016 2:07 am
Aquellos que vivían su vida completa cubierta por una burbuja pocas veces podían más de lo que quisieran ver porque no les era cómodo, no estaba en sus intereses o simple miedo por lo desconocido y tener lo que quisiera tal cual se encontraban por el resto de sus vidas sin que nada les faltara — Cuidan a los que quieren y por fortuna para ti tú eres uno de ellos, la gente les tiene respeto mientras los protejan, el día que eso no ocurra ese sentimiento cambia por miedo o venganza —. Luego del agarre la chica de cabellos violetas llevo sus manos a su pecho apegándolas más a su cuerpo pudiendo apreciarse más las pocas curvas de su cuerpo.
El único insulto que parecía conocer Arabella era tonto ya que siempre que lo insultaba ocupaba la misma palabra para hacerlo, pareciese como si el resto de insultos fuera demasiado vulgar como para ser pronunciados por sus finos labios. Quizás lo que decía ella era cierto, cuando hablaba sobre la marina se le notaba algo de resentimiento y ganas de vengarse de ellos no era para menos con lo que le hicieron — Sí la hay —, no sabía con exactitud porque lo hizo pero comenzó a hablar antes de darse de cuenta sin pensar bien en lo que diría — Cuando era un niño tenía un hermano menor que yo por un par de años, un día nos vimos involucrados en un accidente, en el momento en el que lo protegí de uno de los escombros a causa de la explosión me llego a mí en la espalda dejando una marca para toda la vida — retrocedió unos cuantos pasos dándose media vuelta bajando el abrigo dejando su espalda al descubierto, la marca resaltaba en su trabajada espalda luego de tantos años de ejercicio, espero cerca de medio minuto para acomodarse el abrigo a como lo ocupaba antes volviendo a dar una media vuelta quedando frente a ella con una distancia de unos pasos que los separaban — Con los años la gente que se vio involucrada en el accidente obtuvo alguna característica en la cual sobresalir al resto, una regeneración mayor, una resistencia digna de un ejército entre muchas otras… el problema vino cuando algunos de ellos la ocuparon para beneficios propios dándoles problemas al Gobierno Mundial quien dio la orden de capturarlos. A los quince años me encontraba viviendo con mi hermano en un pueblo con gente en la cual se vio involucrada en el accidente, un día un grupo de rebeldes ataco una sede del gobierno sin embargo culparon a nosotros del atentado, fue cosa de horas para que la Marina nos encontrara y cuando lo hicieron todo se volvió una guerra en la cual cada uno trataba de sobrevivir, ese día perdí a mi hermano y a May… —. Guardo silencio durante unos minutos para seguir hablando — Creo que con eso respondo a las preguntas que me hiciste —, dio unos pasos hacia adelante quedando casi tan cerca como la vez anterior — Para ayudarte a comprender ese coraje y odio hacia ellos deberías viajar conmigo para que lo veas con tus propios ojos viendo lo que son capaces de hacer, y gracias a eso puedas formar tu opinión. —
Volvió a buscar los ojos de la chica para tener contacto visual — No dudo que tuvieras la vida de una princesa se te nota, si quieres responder las preguntas que tienes viaja conmigo y respóndelas en el viaje —, ahora la decisión quedaba en manos de ella cual camino tomar, si seguir viviendo como lo había hecho durante toda su vida o ir a conocer algo nuevo para ella.
El único insulto que parecía conocer Arabella era tonto ya que siempre que lo insultaba ocupaba la misma palabra para hacerlo, pareciese como si el resto de insultos fuera demasiado vulgar como para ser pronunciados por sus finos labios. Quizás lo que decía ella era cierto, cuando hablaba sobre la marina se le notaba algo de resentimiento y ganas de vengarse de ellos no era para menos con lo que le hicieron — Sí la hay —, no sabía con exactitud porque lo hizo pero comenzó a hablar antes de darse de cuenta sin pensar bien en lo que diría — Cuando era un niño tenía un hermano menor que yo por un par de años, un día nos vimos involucrados en un accidente, en el momento en el que lo protegí de uno de los escombros a causa de la explosión me llego a mí en la espalda dejando una marca para toda la vida — retrocedió unos cuantos pasos dándose media vuelta bajando el abrigo dejando su espalda al descubierto, la marca resaltaba en su trabajada espalda luego de tantos años de ejercicio, espero cerca de medio minuto para acomodarse el abrigo a como lo ocupaba antes volviendo a dar una media vuelta quedando frente a ella con una distancia de unos pasos que los separaban — Con los años la gente que se vio involucrada en el accidente obtuvo alguna característica en la cual sobresalir al resto, una regeneración mayor, una resistencia digna de un ejército entre muchas otras… el problema vino cuando algunos de ellos la ocuparon para beneficios propios dándoles problemas al Gobierno Mundial quien dio la orden de capturarlos. A los quince años me encontraba viviendo con mi hermano en un pueblo con gente en la cual se vio involucrada en el accidente, un día un grupo de rebeldes ataco una sede del gobierno sin embargo culparon a nosotros del atentado, fue cosa de horas para que la Marina nos encontrara y cuando lo hicieron todo se volvió una guerra en la cual cada uno trataba de sobrevivir, ese día perdí a mi hermano y a May… —. Guardo silencio durante unos minutos para seguir hablando — Creo que con eso respondo a las preguntas que me hiciste —, dio unos pasos hacia adelante quedando casi tan cerca como la vez anterior — Para ayudarte a comprender ese coraje y odio hacia ellos deberías viajar conmigo para que lo veas con tus propios ojos viendo lo que son capaces de hacer, y gracias a eso puedas formar tu opinión. —
Volvió a buscar los ojos de la chica para tener contacto visual — No dudo que tuvieras la vida de una princesa se te nota, si quieres responder las preguntas que tienes viaja conmigo y respóndelas en el viaje —, ahora la decisión quedaba en manos de ella cual camino tomar, si seguir viviendo como lo había hecho durante toda su vida o ir a conocer algo nuevo para ella.
Ray Kazaragi
Hoja de personaje
Nivel:
(30/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Arabella Bennett Jue Feb 25, 2016 10:39 am
- ¿L-La hay?..- Cuestionó por lo bajo. ¿Acaso ella tenía razón? ¿Pero qué era? ¿Por qué aquel hombre de rojizos cabellos demandaba el resentimiento y odio hacia aquellos de blanco uniforme que a ideas de la doncella eran los hombres de más peso sobre la ley, los de impecable juicio y recio carácter. Se quedó en sumo silencio escuchando atenta la primera explicación. - ¿Una marca? - Entrecerró su mirada tras cuestionar… Claro que si se trataba de una marca de una explosión por más que esta fuese devastadora la piel ajena seguramente había recibido de lleno el impacto ¿No? Arabella no se imaginaba, mucho menos daba fe de cómo sería lo que en la piel de aquel hombre quedaría marcado. Sin embargo por propia decisión de él aquella marca había sido enseñada. La de violetas cabellos lo único que pudo hacer fue llevar los dedos índice y corazón por sobre sus labios sellando estos, en su mirada se le notaba el asombro y un suave jadeo la hizo estremecer; Era impresionante. - ¿Cómo sobreviviste a eso?.. -
No creía lo que él le contaba. Para la domadora, en cierta parte era una especie de historia como las que había leído en su momento en algún viejo libro de novela. ¿Pero acaso él se tomaría el tiempo de mentirle? - No sé qué decir… No creo que los Marines sean tan… - Calló. Desviando un poco su mirada había caído en cuenta de las cosas… Quizá él no estaba tan equivocado, el sólo recordar como los soldados a los que había acompañado por días se expresaran mal de los revolucionarios y piratas hacía que ahora tras la historia de él dudara ya de las maravillosas historias que le habían contado en su momento. Por inercia a culpa de la cercanía provocada por él, ella subió sus manos posándolas en el abdomen ajeno tratando de delimitar el espacio entre ambos. Lo sentía tan cerca que sentía sus finas ropas rozaban en la piel de él. - No puedo viajar contigo. - Levantó su rostro renegando de aquella baja estatura que poseía. - A parte sólo sería un estorbo, no sé cuidarme sola. - Entrecerró su mirada tras aquel suave susurro. El rubor de sus mejillas persistía y sentía como el aliento se le iba por el nerviosismo. Aquella propuesta había sido tan inesperada y se le notaba el deseo de aceptar, pero no ahora, no con él.
- Largo de mi casa. - Musitó empujándole con toda la fuerza que poseía buscando apartarlo de ella. - Vienes, me tratas mal, te burlas de mi, de mis pensamientos, osas con descaro ver mi cuerpo ¿Y me vienes con propuestas indecentes? ¿Qué te crees? - Su mirada le retaba en todos los sentidos. - Vete Ray, no quiero tener trato contigo, no quiero que me metas en problemas, no pienso ni quiero viajar más allá del mar. - Un nudo se le había formado en la garganta tras aquello último. - Eres un idiota...- Agachó la cabeza viendo el suelo haciendo silencio por unos segundos. - Si la Marina sólo protege sus intereses… ¿Quién protege al pueblo?.. ¿El pueblo mismo? - Estaba tan confundida en ese momento que el sacarlo de ahí más que para protegerse era que deseaba quitárselo de encima para dejar de dudar. - Jamás debí dejar que entraras a mi casa. - Agregó levantando su mirada para volver a verlo. - Si la marina sospechó de ustedes fue porque hicieron algo. - Se mantuvo firme. - Todos los que desafían al gobierno tienen su merecido, todos los que se creen más listos pagan por ello. Los que se quejan de la ley no son más que sucios ladrones y revoltosos que buscan culpar a alguien por su ineptitud. - Estaba realmente molesta y lo poco o mucho que dijera a estas alturas era sólo para deshacerse de él. Las cosas no iban por buen camino ya.
No creía lo que él le contaba. Para la domadora, en cierta parte era una especie de historia como las que había leído en su momento en algún viejo libro de novela. ¿Pero acaso él se tomaría el tiempo de mentirle? - No sé qué decir… No creo que los Marines sean tan… - Calló. Desviando un poco su mirada había caído en cuenta de las cosas… Quizá él no estaba tan equivocado, el sólo recordar como los soldados a los que había acompañado por días se expresaran mal de los revolucionarios y piratas hacía que ahora tras la historia de él dudara ya de las maravillosas historias que le habían contado en su momento. Por inercia a culpa de la cercanía provocada por él, ella subió sus manos posándolas en el abdomen ajeno tratando de delimitar el espacio entre ambos. Lo sentía tan cerca que sentía sus finas ropas rozaban en la piel de él. - No puedo viajar contigo. - Levantó su rostro renegando de aquella baja estatura que poseía. - A parte sólo sería un estorbo, no sé cuidarme sola. - Entrecerró su mirada tras aquel suave susurro. El rubor de sus mejillas persistía y sentía como el aliento se le iba por el nerviosismo. Aquella propuesta había sido tan inesperada y se le notaba el deseo de aceptar, pero no ahora, no con él.
- Largo de mi casa. - Musitó empujándole con toda la fuerza que poseía buscando apartarlo de ella. - Vienes, me tratas mal, te burlas de mi, de mis pensamientos, osas con descaro ver mi cuerpo ¿Y me vienes con propuestas indecentes? ¿Qué te crees? - Su mirada le retaba en todos los sentidos. - Vete Ray, no quiero tener trato contigo, no quiero que me metas en problemas, no pienso ni quiero viajar más allá del mar. - Un nudo se le había formado en la garganta tras aquello último. - Eres un idiota...- Agachó la cabeza viendo el suelo haciendo silencio por unos segundos. - Si la Marina sólo protege sus intereses… ¿Quién protege al pueblo?.. ¿El pueblo mismo? - Estaba tan confundida en ese momento que el sacarlo de ahí más que para protegerse era que deseaba quitárselo de encima para dejar de dudar. - Jamás debí dejar que entraras a mi casa. - Agregó levantando su mirada para volver a verlo. - Si la marina sospechó de ustedes fue porque hicieron algo. - Se mantuvo firme. - Todos los que desafían al gobierno tienen su merecido, todos los que se creen más listos pagan por ello. Los que se quejan de la ley no son más que sucios ladrones y revoltosos que buscan culpar a alguien por su ineptitud. - Estaba realmente molesta y lo poco o mucho que dijera a estas alturas era sólo para deshacerse de él. Las cosas no iban por buen camino ya.
Arabella Bennett
Hoja de personaje
Nivel:
(8/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Ray Kazaragi Sáb Mar 05, 2016 11:15 am
La explicación sobre su pasado accidentado por gracias a diferentes circunstancias donde la Marina se vio involucrada en uno de ellos marcando un distanciamiento por parte de Ray hacia ellos dando inicio a su “odio” como ella lo decía. Como se sentía el revolucionario no era un odio particular hacia la Marina o hacia el Gobierno Mundial sino una molestia por no proteger a las personas como ellos mismo se jactan. Desde el momento en el que se vio involucrado en aquella batalla entre los de su pueblo donde estaba viviendo contra la Marina, nació la idea de querer cambiar el mundo y que nadie más tuviera que pasar por algo similar a lo que él tuvo que vivir, dicha idea de cambiar el mundo no solo involucraba a lo que la Marina hacia sino que el día en que Ray viera que alguien más lo hiciera intervendría para evitarlo, incluyendo si se trataba de piratas o alguien más. La reacción de Arabella frente a la marca fue la de llevarse unos dedos a sus labios como si estuviera sellándolos, por su parte Ray se encontraba tranquilo mientras mostraba su herida por proteger a su hermano — No sé cómo sobreviví al accidente, estuve varios días sin despertar — levanto los hombros mientras movía la cabeza de lado a lado indicando no saber cómo lo hizo.
Su propuesta había sido extraña, repentina y algo alocada. Pedirle a una niñata como Arabella que dejara todos los lujos que poseía podía ser complicado para ella, tendría que ver la realidad de otras personas con sus mismos ojos y quizás no se encontrara preparada para eso. La distancia entre los dos era de tan solo unos centímetros por lo que la chica de violetas cabellos puso sus manos en el pecho del espadachín empujándolo por lo que él se movió junto al movimiento tomando más distancia entre ambos. La respuesta ante su proposición fue negativa, no viajaría junto a él ni el resto de los miembros de la armada, la razón que además dio era entendible, definitivamente no tenía un cuerpo con el que pudiera entrar a un combate mano a mano contra alguien ya que podía ver muy delicada y así lo noto cuando detuvo su mano cuando intento hacer un movimiento extraño.
Disponía a pasar a través de la puerta moviendo a la chica hacia un lado en el momento que Arabella repentinamente lo empujo tratando de moverlo algo que no pudo conseguir, un cambio de actitud frente a como se comportaba segundos atrás a como se encontraba ahora diciendo que se fuera de su casa, que se estaba burlando de su forma de pensar, una tal propuesta indecente, que no quería tener trato con él entre muchas otras cosas. Si Ray las hubiera tomado enserio las cosas pudieron haber terminado mal, así que prefirió abrir la puerta del cuarto donde ella lo dejo para salir de la casa — No te preocupes ya me voy de tu casa, tengo las respuestas que quería así que no tengo nada más que hacer aquí — inicio su caminata con el pie derecho, cuando se encontraba en la mitad de la sala de estar donde comenzó a charla con ella levanto la mano derecha en forma de despedida siempre estando de espalda — Dudo que nos volvamos a ver nuevamente — movió la mano un par de veces para luego abrir la puerta principal desapareciendo del lugar.
Su propuesta había sido extraña, repentina y algo alocada. Pedirle a una niñata como Arabella que dejara todos los lujos que poseía podía ser complicado para ella, tendría que ver la realidad de otras personas con sus mismos ojos y quizás no se encontrara preparada para eso. La distancia entre los dos era de tan solo unos centímetros por lo que la chica de violetas cabellos puso sus manos en el pecho del espadachín empujándolo por lo que él se movió junto al movimiento tomando más distancia entre ambos. La respuesta ante su proposición fue negativa, no viajaría junto a él ni el resto de los miembros de la armada, la razón que además dio era entendible, definitivamente no tenía un cuerpo con el que pudiera entrar a un combate mano a mano contra alguien ya que podía ver muy delicada y así lo noto cuando detuvo su mano cuando intento hacer un movimiento extraño.
Disponía a pasar a través de la puerta moviendo a la chica hacia un lado en el momento que Arabella repentinamente lo empujo tratando de moverlo algo que no pudo conseguir, un cambio de actitud frente a como se comportaba segundos atrás a como se encontraba ahora diciendo que se fuera de su casa, que se estaba burlando de su forma de pensar, una tal propuesta indecente, que no quería tener trato con él entre muchas otras cosas. Si Ray las hubiera tomado enserio las cosas pudieron haber terminado mal, así que prefirió abrir la puerta del cuarto donde ella lo dejo para salir de la casa — No te preocupes ya me voy de tu casa, tengo las respuestas que quería así que no tengo nada más que hacer aquí — inicio su caminata con el pie derecho, cuando se encontraba en la mitad de la sala de estar donde comenzó a charla con ella levanto la mano derecha en forma de despedida siempre estando de espalda — Dudo que nos volvamos a ver nuevamente — movió la mano un par de veces para luego abrir la puerta principal desapareciendo del lugar.
Ray Kazaragi
Hoja de personaje
Nivel:
(30/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Arabella Bennett Jue Mar 10, 2016 11:34 pm
Terminó por hacerse a un lado para que él pasara… Siguiéndole con la mirada con pasos cortos comenzó a caminar tras él mas algo inquieta tragó algo de saliva agachando la cabeza, pensativa en todas las palabras que el contrario le había dicho y sobre todo sus acciones. - Ray… - Extendió su mano derecha para poder tomarle de la muñeca del brazo izquierdo. Estaba temblando y se le podía notar en aquel simpe agarre… Sin embargo tras unos segundos terminó callando y con suavidad le soltó. Ella no tenía cara como para dirigírsele en ese momento ¿No? Tratar de defender un punto de vista aliñado a la educación que desde niña había tenido y ahora venía un hombre que sin más le daba una explicación totalmente diferente a la que conocía… ¿De verdad valía la pena hacerse nudos la cabeza por afirmaciones de un desconocido?
- Nada… - Apretó con suavidad su vestido con ambas manos dando un par de pasos hacia atrás observando la espalda del contrario y con ello recordando la marca que él poseía. - Supongo tu viaje será difícil ¿No?.. - Suspiró bajo desviando suavemente la mirada. - El destino es cruel, quien sabe… Quizá me vuelva marine sólo para irte a atrapar. - Sonrió con nerviosismo ante sus palabras que si bien pudiesen ser meras mentiras a ese punto no podía pensar bien claro el qué decirle. - O quizá termine volviéndome parte de la revolución y termine por subirme a tu barco. - Susurró. - Quizá si fuese más fuerte las cosas serían diferentes. - Agregó. - Cuídate hasta entonces y perdona… Quizá sí, sólo soy una niña mal criada. -Rascó su nuca y suspiró con suavidad. - Cierra la puerta al salir. - Terminó por decir, despidiéndose de aquel hombre. ¿Extraño no?.. Sentir ese impulso y necesidad de salir corriendo junto a él para ver más allá de su nariz. - El mar es muy bonito... Quizá me arme con un poco de valor algún día, quién sabe... -
- Nada… - Apretó con suavidad su vestido con ambas manos dando un par de pasos hacia atrás observando la espalda del contrario y con ello recordando la marca que él poseía. - Supongo tu viaje será difícil ¿No?.. - Suspiró bajo desviando suavemente la mirada. - El destino es cruel, quien sabe… Quizá me vuelva marine sólo para irte a atrapar. - Sonrió con nerviosismo ante sus palabras que si bien pudiesen ser meras mentiras a ese punto no podía pensar bien claro el qué decirle. - O quizá termine volviéndome parte de la revolución y termine por subirme a tu barco. - Susurró. - Quizá si fuese más fuerte las cosas serían diferentes. - Agregó. - Cuídate hasta entonces y perdona… Quizá sí, sólo soy una niña mal criada. -Rascó su nuca y suspiró con suavidad. - Cierra la puerta al salir. - Terminó por decir, despidiéndose de aquel hombre. ¿Extraño no?.. Sentir ese impulso y necesidad de salir corriendo junto a él para ver más allá de su nariz. - El mar es muy bonito... Quizá me arme con un poco de valor algún día, quién sabe... -
Arabella Bennett
Hoja de personaje
Nivel:
(8/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
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