De la mesa al paladar... Y viceversa [Privado]

Creado por **Nihu** Jue Abr 07, 2016 1:19 pm

Recuerdo del primer mensaje :

No había pasado mucho tiempo desde que había emergido a la superficie... ¿Cuanto? ¿Tres mareas lunares? El medir el sol poniéndose en el horizonte era algo que no estaba habituada, no contaba la cantidad de días. Allí abajo todo se regía por los grandes árboles de luz... O por lo menos eso me habían dicho, en mi opinión personal dormía cuando tenia sueño y comía cuando me daba hambre... Osea... Todo el tiempo. Aunque de momento en aquellos marean tan calmados preferí tomarlo como unas especies de vacaciones de tanto mundo submarino. Los combates allí abajo eran duros, perdías dientes, tus heridas nunca se curaban del todo, tus manos se hinchaban... Aquí aun ninguno podía llegar incluso mi apetito, menos mis ancias por un combate. Así que ya estaba algo relajada, no iba a ir comiendo humanos por ahí, crudos eran un sabor poco placentero, por lo que simplemente me dedicaba a mi dieta submarina promedio.

En aquella mañana de buena iluminación las nubes parecieron dejar atrás el clima otoñal que parecía despedirse lentamente, las suaves brizas traían a mi nariz aromas de una isla cercana, seguramente allí tendrían algo que pueda interesarme... Como comida que no conozco por ejemplo. Divisé a la lejanía una pequeña mota de tierra sobre la delgada linea del horizonte y el azul del cielo. En menos de una hora seguramente ya estaría llegando a la costa. Acomodé mi cabello en una coleta, preparé bien mis ropas y aceleré mi nado hasta la isla. Pronto estaría tocando su costa, aunque esperaba que los residentes no sean tan hostiles como la vez anterior... Aunque bueno, quizás estos sabían mejor~

Creado por **Nihu** Miér Abr 20, 2016 9:52 pm

Las palabras nunca eran suficientes para para tantos dientes en mi boca, las palabras eran lo mínimo cuando los actos en el lugar que vengo se demostraban con mordiscos y sangre derramada. Así que tampoco me sentí amedrentada por el desconocimiento sobre el sujeto, si podría haber crecido tanto en un santiamén seguramente tendría muchísimas cosas bajo aquella armadura listas para tomarme por sorpresa, realmente consideré por primera vez un rival digno alguna vez cruzado en aquella superficie plagada de humanos... Aunque claramente y para mi satisfacción, eso no era un humano por ningún lado. Las interminables voces del interior parecían traer un eco desde lo más profundo del fuego de su armadura, algunos agudos, otros muy profundos realmente daban una sensación polifacética en aquel demente.

El apretón de manos fue firme, me recordó a los pocos que tuve en las profundidades con oponentes que consideré dignos. Me dejé llevar incluso por la sensación y sentir el calor del horno en su interior rodeando mi ante brazo, aunque lo tomé más por una emoción de su parte, si yo tuviera una especie de horno en mi interior este definitivamente estaría estallando en danzantes llamas de vigor. Sea como sea que había terminado de ser su propuesta, volver a cruzar sensaciones con aquella criatura sería una real aventura que mi cuerpo ya comenzaba a clamar. Solté su mano con una enorme y afilada sonrisa en mi rostro, mis ojos luego contemplaron al sujeto que había tenido los enormes huevos como para acercarse en solitario en aquella playa desértica ensangrentadamente cargada con cadáveres a una tiburona colosal y a un androide de aquel porte.

Aunque las primeras palabras de mi compañero criminal enmascarado me sacaron la duda, me presentó ante su compañero el cual recibí con suma atención, volví nuevamente a mi postura agazapada con mi barriga en la arena hasta acercar mi rostro hasta su cuerpo, olfateándolo con fuerza y sonriendo con tomo mi cuerpo sobre la arena. -Buenos días joven... Espero que cuide muy bien de mi nuevo amigo... O tendré que agregarte al menú.- Solté una suave carcajada que logró retumbar ligeramente en el aire para colocar mis garras sobre el suelo y elevarme mostrando erguida mis imponentes y únicos hasta el momento doce metros, no solía levantarme del todo en la tierra por lo impresionable que podían ser algunos humanos, sin embargo luego de conocer a aquel monstruo me resultaba incluso desafiante demostrarle mi enorme altura. De reojo lo miré con una sonrisa desafiante. -Nos veremos pronto entonces...- Le mencioné dándome la vuelta y comenzando mi camino hacia el mar... Sin aquel demonio en esa isla juraba que nada más me interesaría de momento, y finalmente con un ademán de despedida y sin voltear simplemente me sumergí en aquel océano sin siquiera volver a la superficie.

*Haki*	Kenbun	Busou	Haou
Nivel

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