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Creado por Mr. Narrador Lun Abr 18, 2016 6:37 am
Cerca del Este de la isla se encontraba otro integrante de la armada, en el momento que vio la véngala en el cielo disparo el mortero para cortar la señal de los marines. Antes de que el temporal de polvo ocurriese, pudo divisar a dos marines aproximándose a su posición. Seguramente por el uso del mortero, un problema a cambio de poder aislar al enemigo. Un ciclón pasaba por donde se encontraba, no era intenso como para causar daño, pero en un ambiente como ese alzo una nube de polvo importante, eso le dio el tiempo suficiente como para poder descender de su posición elevada. No era alguien que le gustara combatir, siempre le enseñaron que la pluma era mas fuerte que la espada, y llevaba eso siempre en mente, pero aun así siempre estaba lista para defenderse – están cerca – aun sin poder verlos, podía sentirlos. No como su guardián ZX, que podía ver a través de las cosas, sino mas bien poder sentir la presencia de la gente. Muchos llamaban a esa habilidad, Haki.
Termino su descenso y se aproximo con cuidado hasta que sintió bastante cerca ambas presencias. Al momento que se disipo la tormenta, estaba a menos de 6 metros de los dos marines, justo frente a ellos – por favor, evitemos un combate sin sentido, si en verdad defienden la justicia sabrán que el gobierno mundial es peor que cualquier otro criminal – se quita la capucha de su capa mostrando el rostro. Su piel clara y cabello castaño, mostraban a una mujer bien parecida – solamente tienen que irse y nosotros nos iremos por nuestro lado – sus intentos de charla pacifista no siempre funcionaban pero no perdía nada con intentarlo. A su alrededor estaba un terreno algo escarpado, rocas, colinas, hendiduras, muchos sitios para esconderse que estaban ocultos hasta que desapareció la nube de polvo.
Termino su descenso y se aproximo con cuidado hasta que sintió bastante cerca ambas presencias. Al momento que se disipo la tormenta, estaba a menos de 6 metros de los dos marines, justo frente a ellos – por favor, evitemos un combate sin sentido, si en verdad defienden la justicia sabrán que el gobierno mundial es peor que cualquier otro criminal – se quita la capucha de su capa mostrando el rostro. Su piel clara y cabello castaño, mostraban a una mujer bien parecida – solamente tienen que irse y nosotros nos iremos por nuestro lado – sus intentos de charla pacifista no siempre funcionaban pero no perdía nada con intentarlo. A su alrededor estaba un terreno algo escarpado, rocas, colinas, hendiduras, muchos sitios para esconderse que estaban ocultos hasta que desapareció la nube de polvo.
Mr. Narrador
Hoja de personaje
Nivel:
(1/1)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Mei Haiba Lun Abr 18, 2016 7:56 am
La Sargento empezó a dirigirse hacia su lado de la isla atravesando las zonas boscosas. No sabía si serían capaces de dar con la posición de alguno de los revolucionarios. La joven lo deseaba con todas sus fuerzas, pero también era consciente de que la isla de Ohara era suficientemente amplia cómo para que pudieran recorrerla toda entera haciendo sólo una batida, por mucho que se separaran, no eran suficientes. Y también seguía estando el problema de los grupos. Quizás algunos tuvieran la suerte, ya fuera buena o mala, de encontrar a los revolucionarios en un grupo mayor al suyo. Todo eran hipótesis que la mente de la rubia estudiaba y examinaba a medida que ella y su compañero se alejaban más y más del barco. En aquel momento le alegraba tener al soldado junto a ella, pues otro par de ojos podría ser la diferencia entre ser emboscados o no. La cuestión era andarse con ojo y evitar desagradables sorpresas.
Llevaban ya un rato caminando cuando un sonido llamó su atención y, probablemente, la del resto de marines que estaban en la isla. Una bengala roja surcó el cielo, explotando a los pocos segundos después. Los revolucionarios les habían detectado rápidamente pese a los esfuerzos de la tripulación por pasar tan desapercibidos cómo fuera posible y, según parecía indicar aquella luz roja, se habían puesto en marcha. El artefacto luminoso rojo no fue el único que surcó el cielo. Pocos segundos después, una serie de proyectiles similares explotaron en el cielo, liberando una nube de polvo plateado. La Sargento no sabía a ciencia cierta de que se trataba, pero sí había podido ver cómo uno de ellos había sido lanzando a muy escasa distancia de su posición. - Vamos, rápido. - ordenó al soldado, para posteriormente partir corriendo en dirección a la posición de lanzamiento. Ni siquiera la ráfaga de viento y polvo detuvo su avance, hasta que se encontró de cara con su objetivo. Una sonrisa se dibujó en su rostro, habían tenido suerte. Al parecer, sólo tenían un enemigo en su camino. Se trataba de una mujer de edad similar a la de Deka, con el cabello largo y oscuro, ataviada con una ropas extrañas que no tardó en tomar la palabra pidiéndole a ambos que abandonaran el lugar. La Sargento soltó una risotada al oír las palabras de la contraria. La pobre había tenido mala suerte. Quizás aquello le hubiera funcionado con otros marines. Con la rubia sólo había incrementado las ganas de esta de darle una paliza. - Me temo que eso no es posible. - le respondió, mientras empezaba a acercarse lentamente, paso a paso, y de forma nada amenazante a su rival hasta quedar a unos escasos cuatro metros de la otra mujer. - Pero si quieres evitar la pelea, tienes una opción todavía. Puedes rendirte y entregarte voluntariamente. - su tono era serio, pero con cierto toque malicioso, dejando entrever que sus palabras posteriores estaban cargadas de malas intenciones. - Si colaboras no sólo evitarás tu paliza y posterior tortura, sino también la del resto de tus compañeros. - la Sargento Mayor esbozó una sonrisa de pura maldad. Ella era el vivo ejemplo de las palabras de la revolucionaria. Estar en el bando de la Justicia no tenía porqué significar ser el bueno de la historia. Deka defendía la Justicia, sí. Pero su justicia, no la de los demás. - ¿Qué me dices? - culminó, dando paso a las palabras de la otra mujer. Estaba segura de que no aceptaría la propuesta, pero lo cierto era que aún así había valido la pena. Su negro corazón lo había disfrutado y tenía la certeza de que su amenaza sobre torturas no pasaría desapercibida. Si de verdad aquella mujer era tan pacifista cómo había querido dejar ver, la posibilidad de que sus camaradas sufrieran semejante destino debería haber causado algún efecto en ella.
Llevaban ya un rato caminando cuando un sonido llamó su atención y, probablemente, la del resto de marines que estaban en la isla. Una bengala roja surcó el cielo, explotando a los pocos segundos después. Los revolucionarios les habían detectado rápidamente pese a los esfuerzos de la tripulación por pasar tan desapercibidos cómo fuera posible y, según parecía indicar aquella luz roja, se habían puesto en marcha. El artefacto luminoso rojo no fue el único que surcó el cielo. Pocos segundos después, una serie de proyectiles similares explotaron en el cielo, liberando una nube de polvo plateado. La Sargento no sabía a ciencia cierta de que se trataba, pero sí había podido ver cómo uno de ellos había sido lanzando a muy escasa distancia de su posición. - Vamos, rápido. - ordenó al soldado, para posteriormente partir corriendo en dirección a la posición de lanzamiento. Ni siquiera la ráfaga de viento y polvo detuvo su avance, hasta que se encontró de cara con su objetivo. Una sonrisa se dibujó en su rostro, habían tenido suerte. Al parecer, sólo tenían un enemigo en su camino. Se trataba de una mujer de edad similar a la de Deka, con el cabello largo y oscuro, ataviada con una ropas extrañas que no tardó en tomar la palabra pidiéndole a ambos que abandonaran el lugar. La Sargento soltó una risotada al oír las palabras de la contraria. La pobre había tenido mala suerte. Quizás aquello le hubiera funcionado con otros marines. Con la rubia sólo había incrementado las ganas de esta de darle una paliza. - Me temo que eso no es posible. - le respondió, mientras empezaba a acercarse lentamente, paso a paso, y de forma nada amenazante a su rival hasta quedar a unos escasos cuatro metros de la otra mujer. - Pero si quieres evitar la pelea, tienes una opción todavía. Puedes rendirte y entregarte voluntariamente. - su tono era serio, pero con cierto toque malicioso, dejando entrever que sus palabras posteriores estaban cargadas de malas intenciones. - Si colaboras no sólo evitarás tu paliza y posterior tortura, sino también la del resto de tus compañeros. - la Sargento Mayor esbozó una sonrisa de pura maldad. Ella era el vivo ejemplo de las palabras de la revolucionaria. Estar en el bando de la Justicia no tenía porqué significar ser el bueno de la historia. Deka defendía la Justicia, sí. Pero su justicia, no la de los demás. - ¿Qué me dices? - culminó, dando paso a las palabras de la otra mujer. Estaba segura de que no aceptaría la propuesta, pero lo cierto era que aún así había valido la pena. Su negro corazón lo había disfrutado y tenía la certeza de que su amenaza sobre torturas no pasaría desapercibida. Si de verdad aquella mujer era tan pacifista cómo había querido dejar ver, la posibilidad de que sus camaradas sufrieran semejante destino debería haber causado algún efecto en ella.
Mei Haiba
Hoja de personaje
Nivel:
(41/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Kain Kreuz Lun Abr 18, 2016 3:18 pm
El joven se despidió de los demás tripulantes, deseándoles suerte y pidiéndoles que fueran con cuidado, y empezó a caminar tras los pasos de su superiora en dirección a la zona más al Este de la isla. Según los mapas, aquella zona nunca había estado poblada, ni tan siquiera en el momento de máximo apogeo de Ohara, por lo que no se extrañó al no encontrar ruinas o similares. Lo cierto era que estaba bastante tenso. Nunca había estado en un combate real cómo aquel, y era consciente de los peligros que estos momentos entrañaban. Su padre había perdido la vida en una operación similar a aquella, no había mejor recordatorio que ese. Sin embargo, no tenía miedo, sino tensión. Pese a su tensión, no temía, pues se sentía seguro hasta cierto punto. No tanto por la espada que llevaba a la espalda, no. Lo que más le tranquilizaba era la presencia de la mujer que le acompañaba. Confiaba en la Sargento Kozlov, creía en las decisiones que tomaba y en que en caso de problemas, aquella mujer de hielo los sacaría del apuro.
La explosión de las bengalas le distrajo, provocando que apretara los puños con tanta fuerza que estuvo a muy poco de hacer sangre. Pese a sus esfuerzos por mantener el barco oculto, todo había sido en vano. Les habían localizado sin mucha dificultas y hasta habían tenido tiempo de preparar una contraofensiva a su operación de captura. Seguramente fuera aquel ensimismamiento en que error podría haber cometido él lo que hizo que no estuviera tan atento a la segunda oleada de bengalas. Sin embargo, Deka sí que prestó mucha más atención, adivinando la cercana posición de uno de los lanzamientos. Cuando le ordenó que la siguiera no dudó un sólo instante y corrió tras ella entre la nube de polvo que levantaban las ráfagas de viento que azotaban la isla hasta que encontraron a su objetivo, una mujer que les pidió amablemente que renunciaran a la lucha. Kain calló, dejando que la Sargento hiciera gala de nuevo de su viperina lengua. Sus palabras llegaron a estremecer al soldado. Parecía increíble que tras una fachada cómo aquella, tan hermosa, pudiera esconderse semejante bestia. Lo propuesta de la rubia era una locura, por lo que el joven prefirió prevenir a curar y desenfundó su espada con el brazo derecho, apoyando la punta en el suelo y colocando ambas manos sobre el pomo haciendo que la espada quedara perfectamente recta ante él. Pese a la imponente visión del arma, sus ojos estaban fijos en los de la revolucionaria. - Tengan los Dioses piedad de nuestras almas. - rezó, cerrando los ojos y tomando el mango del arma con ambas manos, alzándola y colocándola en guardia para prepararse para el combate. No iba a atacar todavía. No sabía la respuesta de la mujer todavía, así cómo tampoco conocía sus capacidades de combate. Lanzarse él sólo al ataque era un error fatal que no iba a cometer.
La explosión de las bengalas le distrajo, provocando que apretara los puños con tanta fuerza que estuvo a muy poco de hacer sangre. Pese a sus esfuerzos por mantener el barco oculto, todo había sido en vano. Les habían localizado sin mucha dificultas y hasta habían tenido tiempo de preparar una contraofensiva a su operación de captura. Seguramente fuera aquel ensimismamiento en que error podría haber cometido él lo que hizo que no estuviera tan atento a la segunda oleada de bengalas. Sin embargo, Deka sí que prestó mucha más atención, adivinando la cercana posición de uno de los lanzamientos. Cuando le ordenó que la siguiera no dudó un sólo instante y corrió tras ella entre la nube de polvo que levantaban las ráfagas de viento que azotaban la isla hasta que encontraron a su objetivo, una mujer que les pidió amablemente que renunciaran a la lucha. Kain calló, dejando que la Sargento hiciera gala de nuevo de su viperina lengua. Sus palabras llegaron a estremecer al soldado. Parecía increíble que tras una fachada cómo aquella, tan hermosa, pudiera esconderse semejante bestia. Lo propuesta de la rubia era una locura, por lo que el joven prefirió prevenir a curar y desenfundó su espada con el brazo derecho, apoyando la punta en el suelo y colocando ambas manos sobre el pomo haciendo que la espada quedara perfectamente recta ante él. Pese a la imponente visión del arma, sus ojos estaban fijos en los de la revolucionaria. - Tengan los Dioses piedad de nuestras almas. - rezó, cerrando los ojos y tomando el mango del arma con ambas manos, alzándola y colocándola en guardia para prepararse para el combate. No iba a atacar todavía. No sabía la respuesta de la mujer todavía, así cómo tampoco conocía sus capacidades de combate. Lanzarse él sólo al ataque era un error fatal que no iba a cometer.
Kain Kreuz
Hoja de personaje
Nivel:
(30/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Mr. Narrador Lun Abr 18, 2016 8:35 pm
La revolucionaria de verdad esperaba que los marines entraran en razón, que no tuviese que combatir nadie, que todos se fuesen sanos y salvos de regreso a sus hogares. Sin embargo la situación al menos con la marine rubia frente a ella no era lo que buscaba, se comportaba exactamente un perro del gobierno, justamente el tipo de personas que su familia le había dicho que debía evitar pues en su fanatismo no entendían razones – muy bien, supongo que no queda de otra – da una bocanada de aire, que al exhalar la arena bajo sus pues se separa dejando un tenue circulo de 5 metros a su alrededor – para protegerlos, no podre dejarlos salir a ustedes de aquí – la revolucionaria comenzó a correr hacia sus rivales. Había hecho un giro para encontrarse con el costado de la rubia y no con el marine de la espada, prefería tener que lidiar con un solo rival a la vez.
Al entrar en su radio de ataque, cercano a un metro proyecta un puñetazo con su mano derecha. Usando la pierna izquierda como apoyo y adelantando el paso, gira su cadera y posteriormente el torso, para finalizar moviendo el brazo derecho hacia adelante. Un movimiento similar al gancho de boxeo que acentuaba el peso del cuerpo en un solo golpe, pero no era boxeo lo que estaba realizando – ¡Storm Palm Strike! – de su mano derecha salían brasas, brillaban como si tuviese el brazo a alta temperatura. Se trataba de una de las técnicas del arte marcial conocido como Hamon. No había razón para dudar, ni motivo para echarse para atrás, debía atacar de frente y con todo si quería proteger a su querida tripulación. Por esa razón, detrás de ella y a su alrededor habían pequeños hilos de color verde, eran difíciles de ver por el color del entorno, pero si se era lo bastante observador podría notarse que su color era mas similar al de la esmeralda y no al de las rocas o la arena.
Al entrar en su radio de ataque, cercano a un metro proyecta un puñetazo con su mano derecha. Usando la pierna izquierda como apoyo y adelantando el paso, gira su cadera y posteriormente el torso, para finalizar moviendo el brazo derecho hacia adelante. Un movimiento similar al gancho de boxeo que acentuaba el peso del cuerpo en un solo golpe, pero no era boxeo lo que estaba realizando – ¡Storm Palm Strike! – de su mano derecha salían brasas, brillaban como si tuviese el brazo a alta temperatura. Se trataba de una de las técnicas del arte marcial conocido como Hamon. No había razón para dudar, ni motivo para echarse para atrás, debía atacar de frente y con todo si quería proteger a su querida tripulación. Por esa razón, detrás de ella y a su alrededor habían pequeños hilos de color verde, eran difíciles de ver por el color del entorno, pero si se era lo bastante observador podría notarse que su color era mas similar al de la esmeralda y no al de las rocas o la arena.
- off:
Storm Palm Strike: Técnica básica del Hamon. Donde el usuario ejecuta un movimiento similar al de un luchador de boxeo, moviendo su cuerpo para concentrar todo el peso en un solo punto con un efecto de látigo. Ese mismo movimiento y efecto de látigo, aumentan las ondas en el cuerpo, junto con la respiración se eleva la temperatura de las manos, haciendo que pequeñas partículas alrededor de las mismas se conviertan en brazas y al momento de que el golpe termina su trayectoria, se produce una fuerte onda expansiva que con la misma fuerza del propio golpe. Esto hace que el rival reciba dos golpes al mismo tiempo, o en caso de alejarse, si se encuentra en un radio de 1 metro alrededor del puño del usuario, recibiría la onda expansiva. (2 turnos de reposo)
Mr. Narrador
Hoja de personaje
Nivel:
(1/1)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Mei Haiba Mar Abr 19, 2016 7:56 am
Kain permaneció en silencio. El joven soldado, que se había colocado justo a su derecha, permaneció callado durante todo el tiempo en el que la revolucionaria y la rubia hablaron. Sus únicas palabras fueron una breve oración que entonó al desenvainar su espada y ponerse en guardia, pidiendo piedad a las divinidades. Esperaba que ellos la tuvieran, pues ninguno de los mortales allí presentes parecía ya tener intención de perdonar a los demás. La única que había hecho ademán de ello había sido la contraria, que tras las palabras de la Sargento se había dado de bruces con la cruda realidad. No encontraría la más mínima colaboración en aquella joven de cabellos rubios. Parecía haber comprendido a la perfección el mensaje que la marine le había mandado con su intervención anterior. La revolucionaria sólo tenía dos opciones, luchar por su destino o entregarse sin oponer resistencia. Cómo haría toda persona cuerda, eligió la primera opción.
Al mismo tiempo que la enemiga realizaba una profunda respiración, seguramente para concentrarse, Deka hizo lo propio haciendo girar las articulaciones de los hombros. Estaba lista, se había estado preparando durante todo el trayecto desde que habían abandonado el barco. Su respiración estaba en perfecta sintonía con el latido de su corazón y su mente, clara cómo el cielo en un día sin nubes, sólo pensaba en una cosa. Derrotar a esa mujer. - Se haga así tú voluntad… - mencionó la rubia, haciendo crujir los nudillos una última vez, tras ver que la otra fémina elegía la lucha.
La primera jugada de la partida la hizo la luchadora rival, que esprintó a sorprendente velocidad en dirección a la posición de Deka. Pero no lo hizo en un trayectoria recta, sino que buscó una parábola hacia su derecha (izquierda de la marine) para evitar entrar en el rango de acción de Kain. Un movimiento inteligente que vino precedido de su primer ataque. Se trataba de un gancho de derechas, pero no era un simple golpe. El brazo de la revolucionaria tomó un brillo extraño y de él empezaron a salir pequeñas ascuas, cómo si estuviera en llamas. Nada que pudiera a sorprender a una mujer cómo la Sargento, usuario de un estilo tan extraño cómo el Hasshoken, pero algo que no hacía sino confirmar lo que ya era evidente antes, no se podía subestimar a esa contrincante.
La Sargento no rehuyó el golpe, en ningún momento tuvo intención de esquivarlo. Sabía que justo detrás suya se encontraba Kain y que dar un paso atrás podría suponer un enredo entre ambos y un problema mucho mayor que el posible daño que podría provocarle aquel gancho. Por eso hizo lo opuesto a lo que la razón parecía dictar, se lanzó también a la ofensiva. No sabía hasta qué punto llegaban las habilidades de la revolucionaria, pero sí sabía hasta dónde lo hacían las suyas. Y confiaba en que fuera más que suficiente. Por eso se lanzó al encuentro de la rival, tirando el codo y el hombro tan atrás cómo pudo, cargando un potente puñetazo con la mano derecha que proyectó con fuerza en búsqueda del homónimo rival. Sin embargo no era un simple golpe a puño desnudo, aunque pudiera parecerlo. En aquel golpe convergían dos poderosas fuerzas. La primera era el espíritu de lucha de la rubia, manifestado en forma de aquella misteriosa barrera que llamaban Haki, mientras que la segunda no era otra cosa más que el Hasshoken. Su golpe estaba cargado con el poder de las ondas producidas por una de las técnicas que ella había perfeccionado, Strike, que amplificaría en gran medida el impacto del ya poderoso golpe y, además, provocaría que las ondas se extendieran también por el interior del cuerpo de la rival en caso de impacto, dañando también el interior de su cuerpo.
Al mismo tiempo que la enemiga realizaba una profunda respiración, seguramente para concentrarse, Deka hizo lo propio haciendo girar las articulaciones de los hombros. Estaba lista, se había estado preparando durante todo el trayecto desde que habían abandonado el barco. Su respiración estaba en perfecta sintonía con el latido de su corazón y su mente, clara cómo el cielo en un día sin nubes, sólo pensaba en una cosa. Derrotar a esa mujer. - Se haga así tú voluntad… - mencionó la rubia, haciendo crujir los nudillos una última vez, tras ver que la otra fémina elegía la lucha.
La primera jugada de la partida la hizo la luchadora rival, que esprintó a sorprendente velocidad en dirección a la posición de Deka. Pero no lo hizo en un trayectoria recta, sino que buscó una parábola hacia su derecha (izquierda de la marine) para evitar entrar en el rango de acción de Kain. Un movimiento inteligente que vino precedido de su primer ataque. Se trataba de un gancho de derechas, pero no era un simple golpe. El brazo de la revolucionaria tomó un brillo extraño y de él empezaron a salir pequeñas ascuas, cómo si estuviera en llamas. Nada que pudiera a sorprender a una mujer cómo la Sargento, usuario de un estilo tan extraño cómo el Hasshoken, pero algo que no hacía sino confirmar lo que ya era evidente antes, no se podía subestimar a esa contrincante.
La Sargento no rehuyó el golpe, en ningún momento tuvo intención de esquivarlo. Sabía que justo detrás suya se encontraba Kain y que dar un paso atrás podría suponer un enredo entre ambos y un problema mucho mayor que el posible daño que podría provocarle aquel gancho. Por eso hizo lo opuesto a lo que la razón parecía dictar, se lanzó también a la ofensiva. No sabía hasta qué punto llegaban las habilidades de la revolucionaria, pero sí sabía hasta dónde lo hacían las suyas. Y confiaba en que fuera más que suficiente. Por eso se lanzó al encuentro de la rival, tirando el codo y el hombro tan atrás cómo pudo, cargando un potente puñetazo con la mano derecha que proyectó con fuerza en búsqueda del homónimo rival. Sin embargo no era un simple golpe a puño desnudo, aunque pudiera parecerlo. En aquel golpe convergían dos poderosas fuerzas. La primera era el espíritu de lucha de la rubia, manifestado en forma de aquella misteriosa barrera que llamaban Haki, mientras que la segunda no era otra cosa más que el Hasshoken. Su golpe estaba cargado con el poder de las ondas producidas por una de las técnicas que ella había perfeccionado, Strike, que amplificaría en gran medida el impacto del ya poderoso golpe y, además, provocaría que las ondas se extendieran también por el interior del cuerpo de la rival en caso de impacto, dañando también el interior de su cuerpo.
- Techs:
- ✘Strike
Adaptación de los principios de la técnica básica Buto para poder ser utilizada con el puño en lugar de con la cabeza. Para simular la velocidad tomada por la caída durante el cabezazo de la técnica original, Deka se ve forzada a doblar el codo en su totalidad y hacer retroceder el hombro hasta muy atrás para poder darle un largo recorrido al puñetazo. Se puede combinar esta técnica con "Shock" haciendo que esta última entre en reposo.
2 Turnos de Reposo
✘Shock
Técnica sumamente básica diseñada por Deka basándose en sus leves conocimientos del Hasshoken. Con este ataque, la marine lanza una palmada a su rival, preferiblemente en el pecho aunque el efecto es similar impacte en la parte del cuerpo que impacte. Pese a que el golpe con la mano es sumamente débil, se generan una serie de ondas provocadas por el Hasshoken que aumentan de fuerza durante unos segundos, llegando a su cenit una vez están en el interior del cuerpo del rival, provoca que el dolor del golpe se siente en el interior del cuerpo, no en el exterior.
2 Turnos de Reposo
✘Busoushoku Haki (Ofensivo - Grado 2)
El usuario podrá cubrir una sección de su cuerpo con este Haki, permitiendo bloquear un ataque físico. Se puede hacer esto una vez cada 3 turnos. Ahora puede imbuir una extremidad hasta el codo [en caso de ser un brazo], hasta la rodilla [en caso de ser una pierna] o un arma de tamaño equivalente, para aumentar el daño infligido por la misma.
3 Turnos de Reposo
Mei Haiba
Hoja de personaje
Nivel:
(41/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Kain Kreuz Mar Abr 19, 2016 10:08 am
Fue la revolucionaria quien tuvo las agallas de empezar el combate. Había declinado la oferta de la Sargento Kozlov, aunque aquello no había tomado a nadie por sorpresa confirmando lo que Kain se había temido desde el primer momento en el que habían tenido contacto visual con aquella mujer de cabellos negros, el combate ya era más que inevitable, era una palpable certeza. El joven navegante albergaba dudas en su interior, pues nunca se había encontrado en una situación similar. Las palabras de la enemiga le hicieron coger la espada todavía con más fuerza. Sobreviviría, tenía que hacerlo. Era demasiado pronto cómo para que su viaje terminara. Millas y millas de mares por recorrer le esperaban allí fuera. No podía permitirse caer a las primeras de turno. Y no iba a hacerlo.
Los primeros pasos de su enemiga le hicieron apretar los dientes, temiendo que el objetivo de su ataque fuera él. Rápidamente quedó claro que no lo era. El movimiento de la revolucionaria fue curvo, buscando el lado izquierdo de Deka, haciendo que esta quedara entre el propio Kain y la enemiga. Para tratar de evitarlo, el soldado trató de interceptar la trayectoria del movimiento de la mujer, pero fue incapaz. Había arrancado tarde, cuando ella ya llevaba varios pasos de arranque y era mucho más rápida que él. Su cambio de táctica fue inmediato. Si ella trataba de flanquear a Deka, él haría lo propio con la enemiga. Sin perder un segundo, esprintó tan rápido cómo sus piernas le permitieron para tratar de alcanzar el costado derecho de la enemiga. El joven navegante volvió tras sus pasos y pasó por detrás de su compañera quien, para su sorpresa, avanzó en busca de su oponente. Ambas mujeres se movían bastante más deprisa que él, por lo que el choque de puños sucedió unos segundos antes de que Kain pudiera situarse en la posición deseada. La fuerza del impacto, que generó una leve onda expansiva, levantó el polvo que cubría el suelo. Por suerte el joven había estado todavía lo suficientemente lejos cómo para evitar el impacto de la onda, pero sí que había sufrido el impacto mental derivado de ver aquello. Ya no era una creencia, era una realidad, aquellas dos estaban bastante por encima de su nivel. Pero no por ello iba a dejar de intentar aportar. Apenas unos segundos después del golpe, el espadachín llegó a la posición deseada, justo detrás del hombro derecho de su enemiga. - ¡Hyaaaaaa! - gritó, fruto de la tensión mientras con ambas manos lanzaba un potente tajo en carrera. La trayectoria de la espada era clara, llegaba desde detrás de la revolucionaria a la altura de su hombro izquierdo en trayectoria diagonal descendente. De esta manera, si la rival lograba esquivar el ataque, no existiría la posibilidad de que el corte pudiera herir a la Sargento Kozlov. Si por el contrario el ataque era certero y daba en su objetivo, la espada se abriría paso por la carne de la espalda de la revolucionaria, logrando cumplir debidamente su función.
Los primeros pasos de su enemiga le hicieron apretar los dientes, temiendo que el objetivo de su ataque fuera él. Rápidamente quedó claro que no lo era. El movimiento de la revolucionaria fue curvo, buscando el lado izquierdo de Deka, haciendo que esta quedara entre el propio Kain y la enemiga. Para tratar de evitarlo, el soldado trató de interceptar la trayectoria del movimiento de la mujer, pero fue incapaz. Había arrancado tarde, cuando ella ya llevaba varios pasos de arranque y era mucho más rápida que él. Su cambio de táctica fue inmediato. Si ella trataba de flanquear a Deka, él haría lo propio con la enemiga. Sin perder un segundo, esprintó tan rápido cómo sus piernas le permitieron para tratar de alcanzar el costado derecho de la enemiga. El joven navegante volvió tras sus pasos y pasó por detrás de su compañera quien, para su sorpresa, avanzó en busca de su oponente. Ambas mujeres se movían bastante más deprisa que él, por lo que el choque de puños sucedió unos segundos antes de que Kain pudiera situarse en la posición deseada. La fuerza del impacto, que generó una leve onda expansiva, levantó el polvo que cubría el suelo. Por suerte el joven había estado todavía lo suficientemente lejos cómo para evitar el impacto de la onda, pero sí que había sufrido el impacto mental derivado de ver aquello. Ya no era una creencia, era una realidad, aquellas dos estaban bastante por encima de su nivel. Pero no por ello iba a dejar de intentar aportar. Apenas unos segundos después del golpe, el espadachín llegó a la posición deseada, justo detrás del hombro derecho de su enemiga. - ¡Hyaaaaaa! - gritó, fruto de la tensión mientras con ambas manos lanzaba un potente tajo en carrera. La trayectoria de la espada era clara, llegaba desde detrás de la revolucionaria a la altura de su hombro izquierdo en trayectoria diagonal descendente. De esta manera, si la rival lograba esquivar el ataque, no existiría la posibilidad de que el corte pudiera herir a la Sargento Kozlov. Si por el contrario el ataque era certero y daba en su objetivo, la espada se abriría paso por la carne de la espalda de la revolucionaria, logrando cumplir debidamente su función.
Kain Kreuz
Hoja de personaje
Nivel:
(30/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Mr. Narrador Mar Abr 19, 2016 11:24 am
En la guerra no había tiempo para dudar, incluso contra un enemigo poderoso. El golpe de Saori había impactado de lleno en el la mano de su enemiga, pero a cambio de un gran precio. La onda de choque del Hamon había impactado junto con el puñetazo de la revolucionaria, pero el ataque de rival también era increíblemente fuerte. Fue como un intercambio de daño, pero el golpe que recibió. Una postura de retraer la mano completamente hacia atrás, para proyectarla e impactarle también. Sintió un enorme dolor, no era solo un golpe, pese a que aparentemente estaba desarmada la fuerza del golpe era como la de una masa de hierro, sintiendo después un dolor muy agudo en el interior de su cuerpo. Algo mas había hecho, no fue solo un golpe, pero no había realmente mucho que hacer al respecto, sino simplemente sobre llevarlo y tener que lidiar un combate en desventaja numérica en esas condiciones.
Los ojos de la luchadora se habían abierto nuevamente, pero no estaba en el suelo o mas atrás de su rival al recibir el golpe. Estaba frente a ella proyectándole su gancho directo al pecho. Tardo un par de segundos en darse cuenta de lo que había pasado, fue su premonición, el Kenbun-Shoku Haki lo que la había avisado que iba a pasar. Era complicado, incluso sabiendo que venia el ataque no era posible esquivarlo, menos aun en ese pequeño lapso de tiempo mientras lanzaba el golpe. Aun así, no iba a retroceder, si el impacto era inevitable, ella decidiría donde seria el golpe, ladeando su cuerpo para tener una mejor posición y acercarse mas a su rival. Dio una bocanada de aire cuando vio a su rival flexionar el brazo derecho, colocando su mano izquierda a la altura de las costillas, proyectando un golpe ascendente con la palma en el momento que su rival lanzaba el puñetazo.
Ocurrió un sonoro estallido, pero no como había sido en la visión de la revolucionaria, la mano de la marine le había pasado cerca del rostro, rosándole la mejilla y dejándole una cortada, pero el golpe del Hamon había impactado de lleno en el abdomen enemigo ¿Cómo paso eso? El hamon, no es un arte marcial que se centre solo en el ataque, sino también posee capacidad defensiva. La palmada que lanzo Saori con su mano izquierda había producido una onda de choque, empujando hacia arriba el brazo de la marine y sacándolo de su trayectoria – los malvados caerán ante el poder de mi Hamon – su mirada era seria, pese a que nadie nunca la había visto luchar, ella estaba demostrando ser una rival muy peligrosa.
Saori pensó por unos momentos que todo podría salir bien y que regresaría con sus compañeros. El grito del marine a sus espaldas la saco completamente de esa idea. No solamente el haki le indico la cercanía del otro marine, sino que este al haber tocado uno de los hilos esmeraldas a espaldas de la revolucionaria había activado una trampa. Del suelo una esmeralda brillante salió disparada directo a su rostro, con la fuerza de una bala, pero esta no le dio, simplemente le roso el cabello. Fue la propia Saori quien hizo que fallara, no iba a derrotar a sus rivales usando lo que para ella era una maldición. Lo haría luchando de frente como una verdadera guerrera.
Usando su pie derecho como apoyo se impulsa en diagonal hacia su izquierda, moviéndose con un giro en sentido a las agujas del reloj, primero girando su cadera, luego su pierna derchaa, seguidos de los hombros y el pie derecho retomando una postura natural. Ese movimiento fue en principio para esquivar el golpe, pero no lo había conseguido a tiempo, tenia una herida que iba desde el hombro hasta cerca de la cadera, era poco profunda pero podía verse en el frente de la revolucionaria una herida bastante larga. Desde su nueva postura, estaba con ambos rivales al frente, ambos muy cerca, a menos de un metro, mientras tenia sus dos puños cerrados a la altura de su cadera. Acto seguido y sin perder tiempo, da una bocanada de aire y posteriormente lanza un aluvión de puñetazos en dirección a los marines – ¡ORA ORA ORA! – exclama mientras cada puñetazo es lanzado en una secuencia, cuando se retraía uno, el otro avanzaba, así para lanzar una cadena ininterrumpida de ataques. La mitad iban dirigidos al cuerpo de la marine, pero el resto que iba hacia el espadachín no lo impactarían directamente, sino que al finalizar la trayectoria estallaría en una onda de choque que buscaba atraparlo en el radio de la explosión.
Los ojos de la luchadora se habían abierto nuevamente, pero no estaba en el suelo o mas atrás de su rival al recibir el golpe. Estaba frente a ella proyectándole su gancho directo al pecho. Tardo un par de segundos en darse cuenta de lo que había pasado, fue su premonición, el Kenbun-Shoku Haki lo que la había avisado que iba a pasar. Era complicado, incluso sabiendo que venia el ataque no era posible esquivarlo, menos aun en ese pequeño lapso de tiempo mientras lanzaba el golpe. Aun así, no iba a retroceder, si el impacto era inevitable, ella decidiría donde seria el golpe, ladeando su cuerpo para tener una mejor posición y acercarse mas a su rival. Dio una bocanada de aire cuando vio a su rival flexionar el brazo derecho, colocando su mano izquierda a la altura de las costillas, proyectando un golpe ascendente con la palma en el momento que su rival lanzaba el puñetazo.
Ocurrió un sonoro estallido, pero no como había sido en la visión de la revolucionaria, la mano de la marine le había pasado cerca del rostro, rosándole la mejilla y dejándole una cortada, pero el golpe del Hamon había impactado de lleno en el abdomen enemigo ¿Cómo paso eso? El hamon, no es un arte marcial que se centre solo en el ataque, sino también posee capacidad defensiva. La palmada que lanzo Saori con su mano izquierda había producido una onda de choque, empujando hacia arriba el brazo de la marine y sacándolo de su trayectoria – los malvados caerán ante el poder de mi Hamon – su mirada era seria, pese a que nadie nunca la había visto luchar, ella estaba demostrando ser una rival muy peligrosa.
Saori pensó por unos momentos que todo podría salir bien y que regresaría con sus compañeros. El grito del marine a sus espaldas la saco completamente de esa idea. No solamente el haki le indico la cercanía del otro marine, sino que este al haber tocado uno de los hilos esmeraldas a espaldas de la revolucionaria había activado una trampa. Del suelo una esmeralda brillante salió disparada directo a su rostro, con la fuerza de una bala, pero esta no le dio, simplemente le roso el cabello. Fue la propia Saori quien hizo que fallara, no iba a derrotar a sus rivales usando lo que para ella era una maldición. Lo haría luchando de frente como una verdadera guerrera.
Usando su pie derecho como apoyo se impulsa en diagonal hacia su izquierda, moviéndose con un giro en sentido a las agujas del reloj, primero girando su cadera, luego su pierna derchaa, seguidos de los hombros y el pie derecho retomando una postura natural. Ese movimiento fue en principio para esquivar el golpe, pero no lo había conseguido a tiempo, tenia una herida que iba desde el hombro hasta cerca de la cadera, era poco profunda pero podía verse en el frente de la revolucionaria una herida bastante larga. Desde su nueva postura, estaba con ambos rivales al frente, ambos muy cerca, a menos de un metro, mientras tenia sus dos puños cerrados a la altura de su cadera. Acto seguido y sin perder tiempo, da una bocanada de aire y posteriormente lanza un aluvión de puñetazos en dirección a los marines – ¡ORA ORA ORA! – exclama mientras cada puñetazo es lanzado en una secuencia, cuando se retraía uno, el otro avanzaba, así para lanzar una cadena ininterrumpida de ataques. La mitad iban dirigidos al cuerpo de la marine, pero el resto que iba hacia el espadachín no lo impactarían directamente, sino que al finalizar la trayectoria estallaría en una onda de choque que buscaba atraparlo en el radio de la explosión.
- off:
Kenbun-Shoku Haki
Grado 2: El usuario sera capaz de sentir a las personas en un radio no mayor a 30 metros de su ubicación, pero sin poder localizarlas con exactitud. Pudiendo sentir sus emociones más intensas, como la ira o la tristeza. En este punto sus sentidos se ven agudizados constantemente. Cada 3 turnos el usuario puede visualizar un ataque realizado con anticipación, pudiendo reaccionar o prepararse en base a esto.
Uso defensivo
Thunder Palm: Técnica defensiva del Hamon. Usando el poder de las ondas, el usuario es capaz de producir un fuerte estallido de un metro de diámetro. La onda expansiva no produce daño alguno, pero es capaz de neutralizar otras ondas de choque o cortantes (que no provenga de una Akuma no Mi, Armas Malditas o Rokushiki). Si el ataque es realizado por un arma, un proyectil o el propio cuerpo del enemigo, lo desviara de su trayectoria evitando que impacte al usuario. (3 turnos de reposo) //
Thunder Storm Palm Strike: Una forma de ataque conjunta de dos técnicas del Hamon. Combinando las propiedades del Thunder Palm y el Storm Palm Strike, el usuario es capaz de producir una gran ráfaga de golpes. La cantidad de golpes que es capaz de lanzar es de un total de 50 golpes, que crecen en 10 por cada nivel del usuario desde el momento que es capaz de usar la técnica. La onda expansiva provocada por cada golpe, es capaz de neutralizar otras ondas de choque o cortantes (que no provenga de una Akuma no Mi, Armas Malditas o Rokushiki) y desviar tanto proyectiles como armas o el propio cuerpo enemigo (siempre y cuando no supere en 6 niveles o mas al usuario). La técnica provoca que cada golpe en caso de impactar en el rival provoque el mismo daño que dos golpes al mismo tiempo, o en caso de alejarse, si se encuentra en un radio de 1 metro alrededor del puño del usuario, recibiría la onda expansiva. (4 turnos de reposo)
Mr. Narrador
Hoja de personaje
Nivel:
(1/1)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Mei Haiba Mar Abr 19, 2016 1:09 pm
Pese a tomar las precauciones que había creído pertinentes, Deka había subestimado a su rival. Su movimiento había sido claro, buscar un intercambio de daño en el que fuera a salir ganando. El propósito no se había cumplido. Ni mucho menos. Su golpe, cargado con toda la fuerza que era capaz de descargar, había pasado de largo tras ser desviada la trayectoria por la mano izquierda de la revolucionaria. Era cómo si aquella mujer hubiera ido un paso por delante de Deka en aquel momento. Su movimiento con la mano izquierda, el golpe con la palma que había desviado el puñetazo de la marine había sido realizado con una fluidez y un tiempo de reacción casi innaturales. Al parecer aquella mujer tenía más recursos de los que podían ver a simple vista, sus extrañas técnicas cuerpo a cuerpo y aquella misteriosa capacidad de reacción lo demostraban. Al dúo de marines no les quedaba otra opción que esperar que sus habilidades, tampoco desdeñables, fueran suficiente para superar las de la rival. A diferencia del golpe de la Sargento, el de la revolucionaria sí había llegado a su objetivo. El puñetazo no había encontrado ninguna oposición al ser el brazo derecho de Deka retirado por la palma del brazo opuesto de la rival y había impactado limpiamente sobre el abdomen de la rubia. El puñetazo no se había sentido cómo uno normal, sino cómo si se tratara de dos golpes notablemente más fuertes de lo normal hasta el punto de hacer que a la joven rubia se le entrecortara la respiración al recibir el golpe y tuviera que dar varios pasos hacia atrás mientras apretaba los dientes con fuerza. El dolor era notable, pero podría seguir peleando en ese estado.
Por su parte, Kain había tenido más éxito que ella. Su flanqueo había sido exitoso y pese a liberar una extraña gema trampa, había conseguido acertar con su movimiento con la espada. La revolucionaria había recibido el ataque mientras giraba, Deka había podido ver cómo el acero de su compañero rasgaba la ropa y la carne de la zona pectoral y abdominal de la mujer que, pese a todo, se había podido mover lo suficiente cómo para hacer que la herida fuera poco profunda. Quizás aquel joven al final no fuera sólo un timonel y un obediente subordinado, sino un competente guerrero con el imponente espadón que blandía con una facilidad bastante sorprendente. - Le debo una. - pensó mientras fijaba su vista en la rival, que se había colocado de forma que tenía a ambos marines de frente. Consciente de que posición, a algo menos de un metro de distancia y todavía con el abdomen dolorido, era desventajosa, Deka puso tanto espacio de por medio cómo pudo dando un salto hacia atrás que rápidamente demostró haber sido un movimiento inteligente. La otra luchadora lanzó una poderosa ráfaga de puñetazos de cuyo alcance, por suerte, la Sargento quedó fuera. - No te equivoques. - le dijo a la rival, dando largas bocanadas de aire cada pocas palabras. - No son los malvados lo que caen sino los débiles. - en esta ocasión sus palabras no tenían intención de ofensa. Eran una declaración de ideales. La joven vivía con el deseo de ser tan fuerte cómo para poder hacer cumplir su justicia. Por eso no pensaba caer tan rápido. El primer paso para ello era derrotar a aquella mujer y no estaba sola. Por ese motivo su siguiente movimiento no fue sino un serie de simples fuertes palmadas en dirección a la rival. Un movimiento bastante absurdo teniendo en cuenta que los puñetazos de la otra luchadora desviarían todos los proyectiles. Lo que marcaba la diferencia era el hecho de que no estaba sola en aquella tarea. Kain seguía allí, luchando. Y las ondas lanzadas por Deka obligaban a la revolucionaria a mantener su atención en ella ya que si decidía centrarse en el espadachín, recibiría el castigo por parte de la Sargento, que no hacía sino esperar una brecha en la aparentemente impenetrable defensa de la enemiga para poder desatar toda su capacidad destructiva.
Por su parte, Kain había tenido más éxito que ella. Su flanqueo había sido exitoso y pese a liberar una extraña gema trampa, había conseguido acertar con su movimiento con la espada. La revolucionaria había recibido el ataque mientras giraba, Deka había podido ver cómo el acero de su compañero rasgaba la ropa y la carne de la zona pectoral y abdominal de la mujer que, pese a todo, se había podido mover lo suficiente cómo para hacer que la herida fuera poco profunda. Quizás aquel joven al final no fuera sólo un timonel y un obediente subordinado, sino un competente guerrero con el imponente espadón que blandía con una facilidad bastante sorprendente. - Le debo una. - pensó mientras fijaba su vista en la rival, que se había colocado de forma que tenía a ambos marines de frente. Consciente de que posición, a algo menos de un metro de distancia y todavía con el abdomen dolorido, era desventajosa, Deka puso tanto espacio de por medio cómo pudo dando un salto hacia atrás que rápidamente demostró haber sido un movimiento inteligente. La otra luchadora lanzó una poderosa ráfaga de puñetazos de cuyo alcance, por suerte, la Sargento quedó fuera. - No te equivoques. - le dijo a la rival, dando largas bocanadas de aire cada pocas palabras. - No son los malvados lo que caen sino los débiles. - en esta ocasión sus palabras no tenían intención de ofensa. Eran una declaración de ideales. La joven vivía con el deseo de ser tan fuerte cómo para poder hacer cumplir su justicia. Por eso no pensaba caer tan rápido. El primer paso para ello era derrotar a aquella mujer y no estaba sola. Por ese motivo su siguiente movimiento no fue sino un serie de simples fuertes palmadas en dirección a la rival. Un movimiento bastante absurdo teniendo en cuenta que los puñetazos de la otra luchadora desviarían todos los proyectiles. Lo que marcaba la diferencia era el hecho de que no estaba sola en aquella tarea. Kain seguía allí, luchando. Y las ondas lanzadas por Deka obligaban a la revolucionaria a mantener su atención en ella ya que si decidía centrarse en el espadachín, recibiría el castigo por parte de la Sargento, que no hacía sino esperar una brecha en la aparentemente impenetrable defensa de la enemiga para poder desatar toda su capacidad destructiva.
- Techs:
- Deka utiliza su capacidad para poder generar ondas de choque para lanzar varias a muy baja cadencia (3-4 máximo) a la NPC. Las ondas no tienen ningún efecto en absoluto. Deka se encuentra a, aproximadamente, 2 metros de la NPC.
✘Strike
1 Turno de Reposo restante
✘Shock
1 Turno de Reposo restante
✘Busoushoku Haki (Ofensivo - Grado 2)
2 Turnos de Reposo restantes
Mei Haiba
Hoja de personaje
Nivel:
(41/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Kain Kreuz Mar Abr 19, 2016 3:42 pm
En el primer choque del combate entre ambos bandos fue la Revolución quien salió ganando. Kain no pudo apreciar correctamente el motivo al encontrarse en una posición en la que el cuerpo de la enemiga le tapaba, pero alcongo hizo que el golpe lanzado por la Sargento Kozlov fallara su objetivo y saliera desviado cerca de la mejilla de la revolucionaria quien, por su parte, parecía haber logrado conectar con su golpe, haciendo retroceder a la marine. El soldado tragó saliva y casi se le paró el corazón al ver cómo su pierna se enredaba con un fino, casi invisible, hilo esmeralda que hizo saltar una extraña joya trampa que pasó muy cerca de su cabeza. El joven no había caído en la cuenta de esos hilos hasta el momento, por lo que tomó nota mental para tener todavía más cuidado al moverse por la cercanías de aquella mujer de cabellos oscuros. Pero pese a aquel pequeño percance, su ofensiva había sido bastante exitosa. Pese al intento de la mujer por escapar de su tajo, había logrado alcanzarla mientras esta se desplazaba a su derecha, provocándole un corte en la parte delantera del cuerpo que pese a no ser muy profundo, ya suponía algo más que una molestia.
La luchadora era tan inteligente cómo poderosa, habiendo demostrado ya ambas cosas, y parecía ser perfectamente consciente de que mientras la Sargento Kozlov y el soldado Kreuz le atacaran en pinza sus posibilidades de salir airosa se veían sumamente reducidas. Seguramente fuera ese el motivo que la llevó a buscar aquella maniobra de esquive y escape, girando sobre sí misma y desplazándose hacia a un lado. Visto lo sucedido hasta el momento, Kain había llegado a una conclusión, su mejor baza en aquellos momentos era ser una molestia constante. No podía competir directamente en uno contra uno con esa mujer, pero al verse esta obligada a centrar su atención en dos frentes, él tenía la posibilidad de seguir dando tanta guerra cómo lo era posible. Aquella mentalidad se apoderó totalmente de la mente del soldado hasta el punto de que su siguiente movimiento fue casi instintivo. Sin perder un sólo instante, siguió los movimientos de su enemiga, corriendo en dirección a su costado mientras esta empezaba a preparar una devastadora ráfaga de puñetazos. El primer golpe del brazo izquierdo de la joven sucedió apenas un segundo después de que Kain lograra colocarse justo a su lado, saliendo del radio de acción de aquella lluvia de puñetazos. Su siguiente movimiento estaba más que claro. Colocándose en una posición similar a la del ataque anterior, esta vez detrás del hombro izquierdo de la rival, el espadachín lanzó un poderoso tajo dirigido a esa misma posición del cuerpo. Sin embargo el joven había realizado el ataque desde más cerca que la vez anterior en un intento de hacer todavía más corto el tiempo posible de reacción antes de que el acero besara la piel de la enemiga. Su intención no era otra que herir la articulación de la rival mientras esta todavía estaba empezando a lanzar su furiosa lluvia de puñetazos. Si su movimiento conseguía acertar en el blanco y cumplir su objetivo, inutilizar aquella extremidad, el combate se pondría muy de cara para el soldado y su compañera.
La luchadora era tan inteligente cómo poderosa, habiendo demostrado ya ambas cosas, y parecía ser perfectamente consciente de que mientras la Sargento Kozlov y el soldado Kreuz le atacaran en pinza sus posibilidades de salir airosa se veían sumamente reducidas. Seguramente fuera ese el motivo que la llevó a buscar aquella maniobra de esquive y escape, girando sobre sí misma y desplazándose hacia a un lado. Visto lo sucedido hasta el momento, Kain había llegado a una conclusión, su mejor baza en aquellos momentos era ser una molestia constante. No podía competir directamente en uno contra uno con esa mujer, pero al verse esta obligada a centrar su atención en dos frentes, él tenía la posibilidad de seguir dando tanta guerra cómo lo era posible. Aquella mentalidad se apoderó totalmente de la mente del soldado hasta el punto de que su siguiente movimiento fue casi instintivo. Sin perder un sólo instante, siguió los movimientos de su enemiga, corriendo en dirección a su costado mientras esta empezaba a preparar una devastadora ráfaga de puñetazos. El primer golpe del brazo izquierdo de la joven sucedió apenas un segundo después de que Kain lograra colocarse justo a su lado, saliendo del radio de acción de aquella lluvia de puñetazos. Su siguiente movimiento estaba más que claro. Colocándose en una posición similar a la del ataque anterior, esta vez detrás del hombro izquierdo de la rival, el espadachín lanzó un poderoso tajo dirigido a esa misma posición del cuerpo. Sin embargo el joven había realizado el ataque desde más cerca que la vez anterior en un intento de hacer todavía más corto el tiempo posible de reacción antes de que el acero besara la piel de la enemiga. Su intención no era otra que herir la articulación de la rival mientras esta todavía estaba empezando a lanzar su furiosa lluvia de puñetazos. Si su movimiento conseguía acertar en el blanco y cumplir su objetivo, inutilizar aquella extremidad, el combate se pondría muy de cara para el soldado y su compañera.
Kain Kreuz
Hoja de personaje
Nivel:
(30/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Mr. Narrador Miér Abr 20, 2016 4:29 am
Por instantes había perdido la noción del tiempo, por un momento estaba tan concentrada en aplastar a la marine que no se fijo bien y esta se había alejado de su posición. Su respiración se estaba agitando por la cortada en el pecho, que estaba dejando una franja mas extensa de color rojo. Tenia que recobrar el aliento, cerro sus ojos un momento para normalizar su respiración, pero ese instante demostró ser muy peligroso para la luchadora. Termino su ataque solo para ver a los ojos a su rival – es deber del fuerte, proteger al débil – le dijo a la marine, pero tal había sido su concentración que olvido por unos momentos al otro enemigo, un sonido de metales chocando le hizo mirarlo, había pasado justo lo que mas temía, su maldición se había manifestado.
Recapitulando hacia atrás, aun con la capacidad del Kenbun, Saori no estaba del todo consciente de su segundo enemigo. Había concentrado toda su atención en la rubia, un error fatal que permitió al rival acercarse lo suficiente para blandir la pesada arma. Pero una vez mas se cruzo por los hilos esmeraldas, en esta ocasión no fue una joya lo que salió disparado, sino una figura humanoide se manifestó justo entre el marine y la revolucionaria, alzando su mano derecha y bloqueando el golpe de la espada con el puño cerrado. Dicha figura alzo la mano izquierda apuntándola hacia el rostro del marine, en ella se condenso parte del polvo circundante en una esmeralda, de la misma forma y tamaño de la que había brotado de la arena - ¡NO! – Exclama mientras que el brazo izquierdo de la figura apunta en otra dirección, impactando contra unas rocas que tenia el guerrero a sus espaldas - ¡No será de esa manera! – la figura se desvaneció completamente al tiempo que la revolucionaria daba un paso hacia atrás alejándose del marine.
En ese momento se percata de las ondas de choque que venían hacia ella, la revolucionaria hizo lo suyo enviando la misma cantidad que habían sido lanzadas hacia ella, la fuerza del hamon iba en esas ondas, lo que permitió que travesaran las ondas rivales y se dirigieran rumbo al cuerpo de la marine. Mientras que lanzaba dos hacia el guerrero – será mi fuerza y no la de esa cosa la que los derrote – podrían estar algo asombrados, pero ese par de marines habían sido los primeros en observar no solo las capacidades de combate de la revolucionaria, sino también de su poder, una Akuma no Mi – moriré antes de permitir que salga de nuevo - por como reaccionaba Saori, estaba claro que o no controlaba su propio poder, o lo odiaba de alguna u otra manera, fuera cual fuera el caso, ella estaba determinada a no usarla nuevamente. Incluso los hilos esmeralda había desaparecido completamente.
Recapitulando hacia atrás, aun con la capacidad del Kenbun, Saori no estaba del todo consciente de su segundo enemigo. Había concentrado toda su atención en la rubia, un error fatal que permitió al rival acercarse lo suficiente para blandir la pesada arma. Pero una vez mas se cruzo por los hilos esmeraldas, en esta ocasión no fue una joya lo que salió disparado, sino una figura humanoide se manifestó justo entre el marine y la revolucionaria, alzando su mano derecha y bloqueando el golpe de la espada con el puño cerrado. Dicha figura alzo la mano izquierda apuntándola hacia el rostro del marine, en ella se condenso parte del polvo circundante en una esmeralda, de la misma forma y tamaño de la que había brotado de la arena - ¡NO! – Exclama mientras que el brazo izquierdo de la figura apunta en otra dirección, impactando contra unas rocas que tenia el guerrero a sus espaldas - ¡No será de esa manera! – la figura se desvaneció completamente al tiempo que la revolucionaria daba un paso hacia atrás alejándose del marine.
En ese momento se percata de las ondas de choque que venían hacia ella, la revolucionaria hizo lo suyo enviando la misma cantidad que habían sido lanzadas hacia ella, la fuerza del hamon iba en esas ondas, lo que permitió que travesaran las ondas rivales y se dirigieran rumbo al cuerpo de la marine. Mientras que lanzaba dos hacia el guerrero – será mi fuerza y no la de esa cosa la que los derrote – podrían estar algo asombrados, pero ese par de marines habían sido los primeros en observar no solo las capacidades de combate de la revolucionaria, sino también de su poder, una Akuma no Mi – moriré antes de permitir que salga de nuevo - por como reaccionaba Saori, estaba claro que o no controlaba su propio poder, o lo odiaba de alguna u otra manera, fuera cual fuera el caso, ella estaba determinada a no usarla nuevamente. Incluso los hilos esmeralda había desaparecido completamente.
- off:
Turnos de espera Kenbun-Shoku Haki grado 2 1/3
Turnos de espera Storm Palm Strike 1/2
Turnos de espera Thunder Palm 1/3
Turnos de espera Thunder Storm Palm Strike 1/4
Cyclone Palm Strike 4 usados hacia Deka 2 usados hacia Kain
Cyclone Palm Strike: Técnica Básica del Hamon. Donde el usuario realiza un fuerte golpe que envía una onda de choque hasta unos 10 metros alejados de su posición. La distancia de la onda, crece en 5 metros, por cada 10 niveles del usuario desde que es capaz de usarla. No es el ataque mas poderoso del estilo, pero le otorga al usuario la capacidad de luchar a distancia.
Mr. Narrador
Hoja de personaje
Nivel:
(1/1)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
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