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Creado por Mr. Narrador Lun Abr 18, 2016 6:37 am
Recuerdo del primer mensaje :
Cerca del Este de la isla se encontraba otro integrante de la armada, en el momento que vio la véngala en el cielo disparo el mortero para cortar la señal de los marines. Antes de que el temporal de polvo ocurriese, pudo divisar a dos marines aproximándose a su posición. Seguramente por el uso del mortero, un problema a cambio de poder aislar al enemigo. Un ciclón pasaba por donde se encontraba, no era intenso como para causar daño, pero en un ambiente como ese alzo una nube de polvo importante, eso le dio el tiempo suficiente como para poder descender de su posición elevada. No era alguien que le gustara combatir, siempre le enseñaron que la pluma era mas fuerte que la espada, y llevaba eso siempre en mente, pero aun así siempre estaba lista para defenderse – están cerca – aun sin poder verlos, podía sentirlos. No como su guardián ZX, que podía ver a través de las cosas, sino mas bien poder sentir la presencia de la gente. Muchos llamaban a esa habilidad, Haki.
Termino su descenso y se aproximo con cuidado hasta que sintió bastante cerca ambas presencias. Al momento que se disipo la tormenta, estaba a menos de 6 metros de los dos marines, justo frente a ellos – por favor, evitemos un combate sin sentido, si en verdad defienden la justicia sabrán que el gobierno mundial es peor que cualquier otro criminal – se quita la capucha de su capa mostrando el rostro. Su piel clara y cabello castaño, mostraban a una mujer bien parecida – solamente tienen que irse y nosotros nos iremos por nuestro lado – sus intentos de charla pacifista no siempre funcionaban pero no perdía nada con intentarlo. A su alrededor estaba un terreno algo escarpado, rocas, colinas, hendiduras, muchos sitios para esconderse que estaban ocultos hasta que desapareció la nube de polvo.
Cerca del Este de la isla se encontraba otro integrante de la armada, en el momento que vio la véngala en el cielo disparo el mortero para cortar la señal de los marines. Antes de que el temporal de polvo ocurriese, pudo divisar a dos marines aproximándose a su posición. Seguramente por el uso del mortero, un problema a cambio de poder aislar al enemigo. Un ciclón pasaba por donde se encontraba, no era intenso como para causar daño, pero en un ambiente como ese alzo una nube de polvo importante, eso le dio el tiempo suficiente como para poder descender de su posición elevada. No era alguien que le gustara combatir, siempre le enseñaron que la pluma era mas fuerte que la espada, y llevaba eso siempre en mente, pero aun así siempre estaba lista para defenderse – están cerca – aun sin poder verlos, podía sentirlos. No como su guardián ZX, que podía ver a través de las cosas, sino mas bien poder sentir la presencia de la gente. Muchos llamaban a esa habilidad, Haki.
Termino su descenso y se aproximo con cuidado hasta que sintió bastante cerca ambas presencias. Al momento que se disipo la tormenta, estaba a menos de 6 metros de los dos marines, justo frente a ellos – por favor, evitemos un combate sin sentido, si en verdad defienden la justicia sabrán que el gobierno mundial es peor que cualquier otro criminal – se quita la capucha de su capa mostrando el rostro. Su piel clara y cabello castaño, mostraban a una mujer bien parecida – solamente tienen que irse y nosotros nos iremos por nuestro lado – sus intentos de charla pacifista no siempre funcionaban pero no perdía nada con intentarlo. A su alrededor estaba un terreno algo escarpado, rocas, colinas, hendiduras, muchos sitios para esconderse que estaban ocultos hasta que desapareció la nube de polvo.
Mr. Narrador
Hoja de personaje
Nivel:
(1/1)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Mei Haiba Miér Abr 20, 2016 6:44 am
La lluvia de puñetazos de la rival le dificultaba poder ver lo que sucedía más allá de la zona de acción de las potentes ondas expansivas, pero la Sargento pudo observar en la periferia de su rango de visión cómo la figura masculina de cabellos plateados se movía justo por detrás de la revolucionaria. Realmente había subestimado enormemente a Kain y este se había encargado de demostrarle lo equivocada que estaba. Era un simple soldado raso, pero sus movimientos eran inteligentes y fluidos, demostrando un control del tempo del combate extraordinario, así cómo una habilidad sorprendente para encontrar brechas en la defensa de la rival. Mientras que aquella era la segunda ocasión que el soldado había sido capaz de situarse en uno de los puntos muertos de la luchadora, mientras que Deka lo único que había conseguido llevarse era un puñetazo directo al estómago.
El filo de la espada del soldado brilló al alzarse y recibir los rayos del Sol de medía mañana. El golpe era certero, buscando el hombro de la rival. Pero pese a estar perfectamente realizado, no llegó a impactar en su destino. No fue una joya esta vez lo que apareció de repente, sino una figura humanoide que bloqueó el tajo del marine. La Sargento apretó los dientes y maldijo por lo bajo cuando lo vio. Al parecer aquella mujer no sólo era una hábil luchadora, sino una usuaria de Akuma no Mi. Todavía desconocía el funcionamiento de ella y hasta dónde llegaban sus poderes, pero no dejaba de significar que el combate iba a ser todavía más complicado. Sin embargo había algo que no cuadraba en todo aquello. Normalmente los que habían consumido una de aquellas frutas solían ser expertos en el uso de sus poderes, mientras que la revolucionaria parecía preferir evitar hacer el mínimo uso de sus habilidades. Fuera cómo fuera, seguía siendo una rival peligrosa. Muy peligrosa. Y para la marine sólo había una prioridad, acabar con ella cuanto antes. No sabía cuales eran sus poderes y lo cierto era que prefería no saberlo. Era consciente de que lo más seguro era que cuando esa mujer se viera acorralada, desataría el verdadero potencial de aquel ente verdoso que había invocado segundos atrás. Por eso Deka cargó en dirección contra ella pese a las cuatro ondas de choque que se dirigían contra ella. Su Haki la protegió esta vez. Usándolo de manera distinta a la ocasión anterior, la Sargento cubrió con una barrera invisible el tercio superior de su cuerpo y se lanzó en carrera, con el cuerpo inclinado hacia adelante para usar esa barrera cómo protección ante las ondas de choque. Su puño derecho, cerrado y con el brazo retraído al máximo, telegrafiaba sus intenciones. Las cuatro ondas chocaron contra su protección, que bloqueó gran parte del daño, el suficiente cómo para no detener su implacable avance. - Me temo que la madre naturaleza no comparte tu opinión. - le dijo a su rival, cuando estuvo justo delante de ella, a menos de un metro, momento en el que impulsó su brazo hacia adelante con todas sus fuerzas en dirección al pecho de la enemiga. Sin embargo, no fue un puñetazo lo que lanzó, sino que extendió la palma de su mano en el proceso. Aquello no era un simple golpe, la marine había utilizado una de las armas más poderosas de todo su arsenal. Ella misma la había denominado "Demolisher" pues la potencia de la onda generada por el impacto era tan fuerte que era capaz de extenderse por una amplia superficie de hasta cuatro metros, devastando todo aquello cuanto encontraba a su paso. La Sargento había lanzado su mejor bala de cañón a bocajarro, esperaba que al menos en aquella ocasión el resultado le fuera favorable.
El filo de la espada del soldado brilló al alzarse y recibir los rayos del Sol de medía mañana. El golpe era certero, buscando el hombro de la rival. Pero pese a estar perfectamente realizado, no llegó a impactar en su destino. No fue una joya esta vez lo que apareció de repente, sino una figura humanoide que bloqueó el tajo del marine. La Sargento apretó los dientes y maldijo por lo bajo cuando lo vio. Al parecer aquella mujer no sólo era una hábil luchadora, sino una usuaria de Akuma no Mi. Todavía desconocía el funcionamiento de ella y hasta dónde llegaban sus poderes, pero no dejaba de significar que el combate iba a ser todavía más complicado. Sin embargo había algo que no cuadraba en todo aquello. Normalmente los que habían consumido una de aquellas frutas solían ser expertos en el uso de sus poderes, mientras que la revolucionaria parecía preferir evitar hacer el mínimo uso de sus habilidades. Fuera cómo fuera, seguía siendo una rival peligrosa. Muy peligrosa. Y para la marine sólo había una prioridad, acabar con ella cuanto antes. No sabía cuales eran sus poderes y lo cierto era que prefería no saberlo. Era consciente de que lo más seguro era que cuando esa mujer se viera acorralada, desataría el verdadero potencial de aquel ente verdoso que había invocado segundos atrás. Por eso Deka cargó en dirección contra ella pese a las cuatro ondas de choque que se dirigían contra ella. Su Haki la protegió esta vez. Usándolo de manera distinta a la ocasión anterior, la Sargento cubrió con una barrera invisible el tercio superior de su cuerpo y se lanzó en carrera, con el cuerpo inclinado hacia adelante para usar esa barrera cómo protección ante las ondas de choque. Su puño derecho, cerrado y con el brazo retraído al máximo, telegrafiaba sus intenciones. Las cuatro ondas chocaron contra su protección, que bloqueó gran parte del daño, el suficiente cómo para no detener su implacable avance. - Me temo que la madre naturaleza no comparte tu opinión. - le dijo a su rival, cuando estuvo justo delante de ella, a menos de un metro, momento en el que impulsó su brazo hacia adelante con todas sus fuerzas en dirección al pecho de la enemiga. Sin embargo, no fue un puñetazo lo que lanzó, sino que extendió la palma de su mano en el proceso. Aquello no era un simple golpe, la marine había utilizado una de las armas más poderosas de todo su arsenal. Ella misma la había denominado "Demolisher" pues la potencia de la onda generada por el impacto era tan fuerte que era capaz de extenderse por una amplia superficie de hasta cuatro metros, devastando todo aquello cuanto encontraba a su paso. La Sargento había lanzado su mejor bala de cañón a bocajarro, esperaba que al menos en aquella ocasión el resultado le fuera favorable.
- Techs:
- Deka utiliza el Busou Grado-2 de forma defensiva para bloquear el daño de las ondas mientras se lanza en carrera contra Saori para tratar de conectar el Demolisher lanzando un golpe con la palma justo en el pecho.
✘Demolisher
Haciendo uso de su fuerza física y, parcialmente, de los poderes del Hasshoken, Deka puede realizar puñetazos tan potentes que estos generan una onda de choque que, además, se ve amplificada por el propio Hasshoken. De esta manera, un puñetazo de este calibre es capaz de generar una onda de choque que se extiende alrededor de la zona de impacto y que tiene un tamaño de 4 metros (crece en 2 cada 10 niveles a partir del momento en el que se puede usar la técnica). De esta forma, el impacto provocado por el golpe es mucho más destructivo y abarca una zona mucho más amplia.
Tamaño actual - 4m
2 Turnos de Reposo
✘Busoushoku Haki (Defensivo - Grado 2)
El usuario podrá cubrir una sección de su cuerpo con este Haki, permitiendo bloquear ataques físicos.
3 Turnos de Reposo
✘Strike
Disponible en el siguiente turno
✘Shock
Disponible en el siguiente turno
✘Busoushoku Haki (Ofensivo - Grado 2)
1 Turno de Reposo restante
Mei Haiba
Hoja de personaje
Nivel:
(41/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Kain Kreuz Miér Abr 20, 2016 3:31 pm
El aceró cortó el aire, descendiendo en dirección al hombro de la revolucionaria con todo el impulso que los brazos de Kain podían darle a su espadón. Temía que su movimiento volviera a activar una de aquellas joyas trampas que le habían pasado rozando en su anterior ataque, pero no fue exactamente así. Algo detuvo la trayectoria de su arma pese a que la había blandido con todas sus fuerzas. No había sido la mujer quien lo había detenido sino una extraña figura humanoide de color verdoso era la que había bloqueado su espada con una mano, mientras que con la otra parecía estar a punto de disparar una de aquellas joyas anteriormente mencionados. El joven soldado vio su final muy cerca por unos instantes. Había dado todo de sí, pero había tratado de hacer más de lo que estaba en sus manos. Ya había quedado patente que él era el combatiente más débil de aquella pelea, pero su orgullo le había impedido permitir que la Sargento tuviera que luchar sola. No podía permitirse ser una carga.
Pero el destino o la fortuna decidieron darle una segunda oportunidad. Fuera por el motivo que fuera, la esmeralda disparada a bocajarro erró, pasando a la izquierda del rostro de Kain, que había apretado los dientes esperando un golpe final que no llegaría, de momento. El joven soltó un sonoro suspiro de alivio, aprovechando la lucha interna que la enemiga tenía consigo misma para poner terreno entre ambos. La figura había desaparecido rápidamente, pero había quedado más que claro que esa mujer tenía un poder todavía más peligroso que él de su extraño estilo de lucha cuerpo a cuerpo. Seguramente se trataba de una de las famosas Frutas del Diablo. Lo cierto era que el soldado nunca había visto ninguna, ni había podido presenciar en persona los efectos de una, pero un poder tan fuera de lo natural cómo aquel sólo podía ser resultado de una de aquellas míticas frutas. Por su parte, la revolucionaria dio un paso atrás, abriendo todavía más espacio con los dos marines. - Tendré que tener todavía más cuidado. - pensó, para sí mismo, siendo su momento de intromisión cortado repentinamente por dos ondas de choque lanzadas por la luchadora. A diferencia de la Sargento Kozlov o la propia revolucionaria, Kain no tenía manera de contrarrestar aquellos ataques usando su fuerza así cómo esquivarlos, la onda era demasiado amplia para lograr a tiempo. Su única alternativa fue tratar de minimizar el daño. Hincó la rodilla derecha en el suelo, clavó el espadón en el suelo, colocando la ancha hoja de forma horizontal y pegando el hombro izquierdo y la cabeza al metal. La onda alcanzó su objetivo, vaya que sí lo hizo, el joven navegante sintió cómo todo su cuerpo encajaba el golpe y le arrastraba hacia atrás unos pocos centímetros aunque sin provocarle daños mayores. El filo de la espada había reducido parcialmente el potencial impacto que, sin embargo, le había dejado el lado izquierdo del cuerpo dolorido. Por eso tardó más en levantarse y no fue capaz de seguir el movimiento de su superiora, que se había lanzado con furia contra la enemiga. Él por su parte se levantaría del suelo, volvería a alzar la espada y se pondría en guardia, a tres metros de distancia de las dos mujeres, esperando otra posible oportunidad para atacar. Llegados a aquel punto las fuerzas empezaban a ser menos y en su hombro izquierdo sentía continuos pinchazos de dolor que le obligaba a apretar los dientes y entrecerrar el ojo homónimo de vez en cuando. Pero no iba a rendirse, no todavía.
Pero el destino o la fortuna decidieron darle una segunda oportunidad. Fuera por el motivo que fuera, la esmeralda disparada a bocajarro erró, pasando a la izquierda del rostro de Kain, que había apretado los dientes esperando un golpe final que no llegaría, de momento. El joven soltó un sonoro suspiro de alivio, aprovechando la lucha interna que la enemiga tenía consigo misma para poner terreno entre ambos. La figura había desaparecido rápidamente, pero había quedado más que claro que esa mujer tenía un poder todavía más peligroso que él de su extraño estilo de lucha cuerpo a cuerpo. Seguramente se trataba de una de las famosas Frutas del Diablo. Lo cierto era que el soldado nunca había visto ninguna, ni había podido presenciar en persona los efectos de una, pero un poder tan fuera de lo natural cómo aquel sólo podía ser resultado de una de aquellas míticas frutas. Por su parte, la revolucionaria dio un paso atrás, abriendo todavía más espacio con los dos marines. - Tendré que tener todavía más cuidado. - pensó, para sí mismo, siendo su momento de intromisión cortado repentinamente por dos ondas de choque lanzadas por la luchadora. A diferencia de la Sargento Kozlov o la propia revolucionaria, Kain no tenía manera de contrarrestar aquellos ataques usando su fuerza así cómo esquivarlos, la onda era demasiado amplia para lograr a tiempo. Su única alternativa fue tratar de minimizar el daño. Hincó la rodilla derecha en el suelo, clavó el espadón en el suelo, colocando la ancha hoja de forma horizontal y pegando el hombro izquierdo y la cabeza al metal. La onda alcanzó su objetivo, vaya que sí lo hizo, el joven navegante sintió cómo todo su cuerpo encajaba el golpe y le arrastraba hacia atrás unos pocos centímetros aunque sin provocarle daños mayores. El filo de la espada había reducido parcialmente el potencial impacto que, sin embargo, le había dejado el lado izquierdo del cuerpo dolorido. Por eso tardó más en levantarse y no fue capaz de seguir el movimiento de su superiora, que se había lanzado con furia contra la enemiga. Él por su parte se levantaría del suelo, volvería a alzar la espada y se pondría en guardia, a tres metros de distancia de las dos mujeres, esperando otra posible oportunidad para atacar. Llegados a aquel punto las fuerzas empezaban a ser menos y en su hombro izquierdo sentía continuos pinchazos de dolor que le obligaba a apretar los dientes y entrecerrar el ojo homónimo de vez en cuando. Pero no iba a rendirse, no todavía.
Kain Kreuz
Hoja de personaje
Nivel:
(30/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Mr. Narrador Jue Abr 21, 2016 9:20 am
La revolucionaria había atacado con bastante firmeza, teniendo en cuenta la posición actual de ambos enemigos. Uno había defendido bloqueando con su arma, pero la otra, aquella mujer rubia de palabras oscuras, avanzo frontalmente recibiendo de lleno ambas las cuatro ondas de choque. Deberían al menos haberla detenido, pero no fue así, todas le impactaron directamente sin causarle el mas mínimo rasguño. Eso no era normal, pero no desconocido, desde que tuvo esa visión del daño en su mano la fuerza del golpe no había sido normal, también sintió como si golpease una plancha de hierro, lo único conocido por la revolucionaria capaz de hacer eso era – Haki – no había otra explicación pero eso le planteaba una interrogante mas grande, si la marine era una usuaria de haki de armadura significaba que su poder ofensivo era mucho mas grande, no podía simplemente ignorar sus golpes.
Había adoptado una postura ofensiva mientras veía a la marine acercarse, iba a lanzarle otra de sus ondas, pero en el momento que proyecto el puñetazo hacia adelante una punzada en su pecho le obligo a cortar su respiración. Un reflejo natural, era producto de la herida en su pecho, pero como perdió el ritmo de la respiración no pudo emplear el hamon para mantenerla a distancia. Tenia que pensar rápido, y con la marine casi encima de ella no tenia muchas opciones – si caigo aquí, mis amigos estarán en peligro - coloco sus brazos en forma de cruz y como pudo recupero el control de su cuerpo, justo en el momento que la marine conectaba el golpe – ustedes no pasaran – recibió el golpe pero bloqueando con sus dos guanteletes en forma de cruz.
La fuerza fue tal que levanto una fuerte cortina de polvo entorpeciendo la visión. El golpe de la rubia no solo había sido físico, sino también que descargo una poderosa onda de choque sobre la revolucionaria. Esa onda había entrado en el cuerpo de la luchadora, pero no había causado daño. Su rostro se había puesto rojo como si tuviese un subido de fiebre, pero seguidamente otra onda de presión salió a los alrededores, teniendo como epicentro los pies de la luchadora. Esto ocurrió porque justo el puñetazo impacto, ella utilizo una de las técnicas del Hamon, que distribuyo la presión por todo su cuerpo y la libero a través de sus pies en el suelo, esto había dejado también unas pequeñas grietas alrededor de los mismos.
Lo que hizo a continuación aprovechando su posición fue mover su zurda hacia afuera, desviando así el brazo de la marine hacia un costado. Bajaba el brazo derecho hasta la altura de su cintura, y seguidamente dando un paso hacia adelante, proyecto un gancho ascendente directamente hacia sus costillas. Su pulso se aceleraba, pues estaba consciente de que si perdía, seguramente le esperaba algo peor que la muerte a sus amigos, y no podía permitírselo.
Había adoptado una postura ofensiva mientras veía a la marine acercarse, iba a lanzarle otra de sus ondas, pero en el momento que proyecto el puñetazo hacia adelante una punzada en su pecho le obligo a cortar su respiración. Un reflejo natural, era producto de la herida en su pecho, pero como perdió el ritmo de la respiración no pudo emplear el hamon para mantenerla a distancia. Tenia que pensar rápido, y con la marine casi encima de ella no tenia muchas opciones – si caigo aquí, mis amigos estarán en peligro - coloco sus brazos en forma de cruz y como pudo recupero el control de su cuerpo, justo en el momento que la marine conectaba el golpe – ustedes no pasaran – recibió el golpe pero bloqueando con sus dos guanteletes en forma de cruz.
La fuerza fue tal que levanto una fuerte cortina de polvo entorpeciendo la visión. El golpe de la rubia no solo había sido físico, sino también que descargo una poderosa onda de choque sobre la revolucionaria. Esa onda había entrado en el cuerpo de la luchadora, pero no había causado daño. Su rostro se había puesto rojo como si tuviese un subido de fiebre, pero seguidamente otra onda de presión salió a los alrededores, teniendo como epicentro los pies de la luchadora. Esto ocurrió porque justo el puñetazo impacto, ella utilizo una de las técnicas del Hamon, que distribuyo la presión por todo su cuerpo y la libero a través de sus pies en el suelo, esto había dejado también unas pequeñas grietas alrededor de los mismos.
Lo que hizo a continuación aprovechando su posición fue mover su zurda hacia afuera, desviando así el brazo de la marine hacia un costado. Bajaba el brazo derecho hasta la altura de su cintura, y seguidamente dando un paso hacia adelante, proyecto un gancho ascendente directamente hacia sus costillas. Su pulso se aceleraba, pues estaba consciente de que si perdía, seguramente le esperaba algo peor que la muerte a sus amigos, y no podía permitírselo.
- off:
Turnos de espera Kenbun-Shoku Haki grado 2 2/3
Turnos de espera Storm Palm Strike 2/2
Turnos de espera Thunder Palm 2/3
Turnos de espera Thunder Storm Palm Strike 2/4
Scatter Ripple: Técnica defensiva del Hamon. Al momento de recibir un impacto, el usuario dispersa alderredor de todo su cuerpo las ondas provocadas por un ataque. El ritmo de la respiración transfiere la fuerza a los pies, las manos y la cabeza, usualmente manifestando un suspiro profundo que al momento de exhalar se pueden observar ciertas brasas similares al Storm Palm Strike. Es una técnica que neutraliza las ondas de choque o cortantes (que no provenga de una Akuma no Mi, Armas Malditas o Rokushiki), pero que con golpes físicos directos los reduce a la mitad. Esta técnica es complicada de realizar, por ello no puede usarse seguidamente. (3 turnos de reposo.)
Mr. Narrador
Hoja de personaje
Nivel:
(1/1)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Mei Haiba Jue Abr 21, 2016 11:46 am
El puñetazo surcó el aire, dejando un rastro que denotaba el poder destructivo de la onda que le precedería. Y por primera vez, la marine logró golpear de lleno a su objetivo, que puso los guanteletes en cruz para bloquear el daño físico del golpe. Por unos momentos Deka se vio ganadora, pero pronto cayó en la cuenta de que se trataba de un error. No sabía cómo, pero la enemiga había sido capaz de usar su propio cuerpo cómo una especie de transmisor que descargó la fuerza de la onda de choque en dirección al suelo. Rápidamente quedó patente la potencia del golpe, que se transmitió justo bajo sus pies y logró incluso agrietar el suelo. Una pena que el golpe no lo hubiera recibido de lleno la mujer de cabellos negros, pues seguramente hubiera significado el final del combate.
La revolucionaria seguía sacándose ases de la manga, no era la primera ni la segunda vez que lo hacía en aquel combate. Además a todo aquello había que añadir el hecho de el poder de la Akuma no Mi de aquella mujer que pese a permanecer latente en esos momentos, podía despertar de nuevo en cualquier momento. No había tiempo que perder, tenía que seguir atacándola con todo hasta que la luchadora enemiga se quedara sin ases bajo la manga. Su habilidad para defenderse de prácticamente cualquier ataque u ofensiva estaba empezando a frustrarla, pero era perfectamente consciente de que dejarse nublar la mente era probablemente el peor error que podía cometer en una situación tan peligrosa e igualada cómo aquella. - Haré temblar los cimientos de esta isla si es necesario para pasar. - respondió a las palabras de su enemiga quien aprovechando la distracción generada por la nube de polvo había preparado su ofensiva de nuevo. Con un rápido movimiento de su zurda alejó el brazo derecho de Deka con el cual había ejecutado su anterior técnica y dirigió su diestra en un rápido gancho que buscaba el costillar de la Sargento. La lógica decía que la mejor opción era protegerse y reorganizarse para preparar una mejor ofensiva, pero la rubia había llegado a un punto en que sus movimientos estaban mucho más dirigidos por su instinto de combate que por lo que su cabeza le suplicaba que hiciese. No iba a dar un paso atrás para evitar el golpe. Al contrario, la marine se mantuvo en su posición y con su mano izquierda realizó un golpe seco justo en la trayectoria del puñetazo de la revolucionaria provocando una onda expansiva que detuvo totalmente en seco la trayectoria de su brazo. Inmediatamente después sería su brazo derecho el que entraría en acción. Sin saberlo, la enemiga le había hecho un favor desviando su brazo hacia un costado, pues le había ahorrado la tarea de tener que ganar espacio para lanzar un golpe con ese puño. De manera similar a su primer intercambio de golpes, la Sargento cargó su puño con el poder del Hasshoken y lo dirigió contra la rival, buscando impactar en la misma zona que el puñetazo enemigo había buscado, el costillar izquierdo. El golpe iba cargado con toda la fuerza del Hasshoken, además de una serie de ondas que en caso de impactar el puño se transmitirían con fuerza por el interior del pectoral de la enemiga, causando daño internamente.
La revolucionaria seguía sacándose ases de la manga, no era la primera ni la segunda vez que lo hacía en aquel combate. Además a todo aquello había que añadir el hecho de el poder de la Akuma no Mi de aquella mujer que pese a permanecer latente en esos momentos, podía despertar de nuevo en cualquier momento. No había tiempo que perder, tenía que seguir atacándola con todo hasta que la luchadora enemiga se quedara sin ases bajo la manga. Su habilidad para defenderse de prácticamente cualquier ataque u ofensiva estaba empezando a frustrarla, pero era perfectamente consciente de que dejarse nublar la mente era probablemente el peor error que podía cometer en una situación tan peligrosa e igualada cómo aquella. - Haré temblar los cimientos de esta isla si es necesario para pasar. - respondió a las palabras de su enemiga quien aprovechando la distracción generada por la nube de polvo había preparado su ofensiva de nuevo. Con un rápido movimiento de su zurda alejó el brazo derecho de Deka con el cual había ejecutado su anterior técnica y dirigió su diestra en un rápido gancho que buscaba el costillar de la Sargento. La lógica decía que la mejor opción era protegerse y reorganizarse para preparar una mejor ofensiva, pero la rubia había llegado a un punto en que sus movimientos estaban mucho más dirigidos por su instinto de combate que por lo que su cabeza le suplicaba que hiciese. No iba a dar un paso atrás para evitar el golpe. Al contrario, la marine se mantuvo en su posición y con su mano izquierda realizó un golpe seco justo en la trayectoria del puñetazo de la revolucionaria provocando una onda expansiva que detuvo totalmente en seco la trayectoria de su brazo. Inmediatamente después sería su brazo derecho el que entraría en acción. Sin saberlo, la enemiga le había hecho un favor desviando su brazo hacia un costado, pues le había ahorrado la tarea de tener que ganar espacio para lanzar un golpe con ese puño. De manera similar a su primer intercambio de golpes, la Sargento cargó su puño con el poder del Hasshoken y lo dirigió contra la rival, buscando impactar en la misma zona que el puñetazo enemigo había buscado, el costillar izquierdo. El golpe iba cargado con toda la fuerza del Hasshoken, además de una serie de ondas que en caso de impactar el puño se transmitirían con fuerza por el interior del pectoral de la enemiga, causando daño internamente.
- Techs:
- Deka utiliza Repulse con la mano izquierda para bloquear el ataque de Saori y con el brazo derecho lanza un Strike+Shock directo a la zona izquierda del pecho de la enemiga.
✘Repulse
Movimiento puramente defensivo en el que Deka realiza un fuerte golpe al aire usando las palmas de las manos. Este impacto genera una onda potente que se extiende en forma de círculo hasta 1 metro delante de Deka. Esta onda no puede dañar al rival pero sí detener en seco tanto proyectiles de poco peso (balas, flechas,...) cómo ataques físicos.
- 10 niveles menos a 10 niveles más: Puede detener golpes de personajes con fuerza igual a la suya.
2 Turnos de Reposo
✘Strike
Adaptación de los principios de la técnica básica Buto para poder ser utilizada con el puño en lugar de con la cabeza. Para simular la velocidad tomada por la caída durante el cabezazo de la técnica original, Deka se ve forzada a doblar el codo en su totalidad y hacer retroceder el hombro hasta muy atrás para poder darle un largo recorrido al puñetazo. Se puede combinar esta técnica con "Shock" haciendo que esta última entre en reposo.
2 Turnos de Reposo
✘Shock
Técnica sumamente básica diseñada por Deka basándose en sus leves conocimientos del Hasshoken. Con este ataque, la marine lanza una palmada a su rival, preferiblemente en el pecho aunque el efecto es similar impacte en la parte del cuerpo que impacte. Pese a que el golpe con la mano es sumamente débil, se generan una serie de ondas provocadas por el Hasshoken que aumentan de fuerza durante unos segundos, llegando a su cenit una vez están en el interior del cuerpo del rival, provoca que el dolor del golpe se siente en el interior del cuerpo, no en el exterior.
2 Turnos de Reposo
✘Demolisher
2 Turnos de Reposo
✘Busoushoku Haki (Defensivo - Grado 2)
2 Turnos de Reposo
✘Busoushoku Haki (Ofensivo - Grado 2)
Disponible en el siguiente turno
Mei Haiba
Hoja de personaje
Nivel:
(41/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Kain Kreuz Jue Abr 21, 2016 3:24 pm
El joven se había mantenido a una distancia prudente de las dos féminas sin ser consciente de lo crucial que resultaría eso. Desde su posición dónde se mantenía firma con la espada en guardia pudo ver a la perfección cómo el golpe de su compañera era detenido por la contraria que cruzó los brazos y se utilizó sus guanteletes para bloquear el poderoso golpe. Pero si el golpe de por sí le había parecido impresionante, lo que vino después le cortó la respiración. Unos instantes después de realizarse el impacto, el suelo tembló, formándose grietas desde el punto en el que estaban las dos luchadoras. - Realmente esas dos juegan en otra liga. - maldijo, pensando para sí mismo, mientras agarraba el espadón todavía con más fuerza. Haki, Akuma no Mi, ondas de choque,... Era perfectamente consciente de que él partía con una desventaja notable al no ser poseedor de ninguna de esas habilidades. Él sólo tenía su espada y su fuerza de voluntad. Tampoco necesitaba más.
Una vez el impacto pareció haber cesado y se alzó una ligera nube de polvo Kain decidió volver a la acción. Cargó su espada sobre el hombro y corrió tan rápido cómo sus piernas le permitieron en dirección a la posición de las dos combatientes. Sabía lo que tenía que hacer. La revolucionaria le aniquilaría en un combate cara a cara por lo que debía seguir con el mismo plan de acción que había tratado de cumplir hasta el momento, buscar el ángulo muerto de la enemiga y atacar desde allí. Por el momento había logrado flanquearla dos veces, hiriéndola en el pecho la primera vez y obligándola a utilizar su mejor carta en el segundo intento. Decir que afrontaba aquello sin miedo era mentir. En las dos ocasiones el misterioso poder de las joyas había estado a punto de dejarle fuera del combate. En su segundo ataque, cuando se había manifestado la figura humanoide, había llegado a creer que ese sería su final. El destino, la fortuna o ambos habían decidido darle una segunda oportunidad para luchar. Y él no iba a desaprovecharla.
Su carrera le llevó hasta la revolucionaria a la que rodeó por detrás, sorprendiéndose al ver que ninguna de aquella joyas trampa se activaba, hasta que logró colocarse justo a su derecha. La enemiga había lanzado un golpe que había sido detenida por la Sargento, cuyo brazo derecho se dirigía con fuerza en dirección a la enemiga. El espadachín hizo lo propio y blandió su espadón con toda la fuerza que le quedaba. No confiaba en lograr realizar una herida de gravedad, mucho menos tras ver la increíble sarta de habilidades de las que disponía la rival, pero su tajo volvía a ser sumamente peligroso. El espadón surcaba el aire en una trayectoria alta y totalmente horizontal, llegando desde detrás de la revolucionaria con un objetivo claro, su hombro derecho. Kain era consciente que desde su posición podría tratar de atacar zonas mucho más vitales y en las que podría provocar un daño mayor. Pero las órdenes eran claras, la criminal debía llegar con vida. Así que el mejor ataque era aquel que iba dirigido a una zona no vital pero que en caso de ser inutilizada la pondría en clara desventaja. El brazo derecho era un claro ejemplo.
Una vez el impacto pareció haber cesado y se alzó una ligera nube de polvo Kain decidió volver a la acción. Cargó su espada sobre el hombro y corrió tan rápido cómo sus piernas le permitieron en dirección a la posición de las dos combatientes. Sabía lo que tenía que hacer. La revolucionaria le aniquilaría en un combate cara a cara por lo que debía seguir con el mismo plan de acción que había tratado de cumplir hasta el momento, buscar el ángulo muerto de la enemiga y atacar desde allí. Por el momento había logrado flanquearla dos veces, hiriéndola en el pecho la primera vez y obligándola a utilizar su mejor carta en el segundo intento. Decir que afrontaba aquello sin miedo era mentir. En las dos ocasiones el misterioso poder de las joyas había estado a punto de dejarle fuera del combate. En su segundo ataque, cuando se había manifestado la figura humanoide, había llegado a creer que ese sería su final. El destino, la fortuna o ambos habían decidido darle una segunda oportunidad para luchar. Y él no iba a desaprovecharla.
Su carrera le llevó hasta la revolucionaria a la que rodeó por detrás, sorprendiéndose al ver que ninguna de aquella joyas trampa se activaba, hasta que logró colocarse justo a su derecha. La enemiga había lanzado un golpe que había sido detenida por la Sargento, cuyo brazo derecho se dirigía con fuerza en dirección a la enemiga. El espadachín hizo lo propio y blandió su espadón con toda la fuerza que le quedaba. No confiaba en lograr realizar una herida de gravedad, mucho menos tras ver la increíble sarta de habilidades de las que disponía la rival, pero su tajo volvía a ser sumamente peligroso. El espadón surcaba el aire en una trayectoria alta y totalmente horizontal, llegando desde detrás de la revolucionaria con un objetivo claro, su hombro derecho. Kain era consciente que desde su posición podría tratar de atacar zonas mucho más vitales y en las que podría provocar un daño mayor. Pero las órdenes eran claras, la criminal debía llegar con vida. Así que el mejor ataque era aquel que iba dirigido a una zona no vital pero que en caso de ser inutilizada la pondría en clara desventaja. El brazo derecho era un claro ejemplo.
Kain Kreuz
Hoja de personaje
Nivel:
(30/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Mr. Narrador Vie Abr 22, 2016 6:57 am
El golpe de la luchadora había sido detenido en seco por su rival, no era que le bloquease, era que le había lanzado una onda de choque impidiéndole conectar su ataque. La onda le había hecho retroceder, estaba ahora en una mala posición y sabia lo que venia en una situación como esa. Las veces anteriores se había concentrado tanto en la rubia que olvido por completo donde se encontraba el otro soldado, esta vez fue distinto, no permitió que sus emociones nublaran su juicio. Sin embargo, tener el golpe inminente de una rival muy fuerte hacia su cuerpo no era algo que pudiera permitirse. No podía emplear alguna de sus técnicas para protegerse, pero le quedaba una jugada aunque muy arriesgada era la que menos le podría perjudicar, al menos ese era su pensamiento.
La otra presencia estaba cada vez mas cerca, desde donde vendría su ataque difícil saberlo con certeza, pero si no estaba en su campo visual directo o periférico, solo podría ser una opción, un ataque por la espalda. La luchadora había dado una bocanada de aire, transfiriendo las ondas del hamon por todo su cuerpo. La diestra fue alzada hasta la altura del hombro y comenzó a tener aquel brillo de las brasas, la rubia seguramente sabría lo que significaba. Su acometida vino cuando hizo un giro sobre su espalda en sentido contrario a las agujas del reloj. En medio del movimiento desplazo su diestra en rumbo de colisión hacia la diestra enemiga. Sabia lo que podría pasar, lo había visto antes en su premonición, pero no podía simplemente dejar que eso le diese en las costillas, los daños podrían ser mucho mayores a lo esperado. En el movimiento arremolino también una corriente de aire alrededor de su brazo izquierdo.
Todo se cristalizo cuando los puños de ambas mujeres chocaron, una libero en su rival un fuerte ataque que se transmitió a través de los guanteletes de la revolucionaria, sintiéndolo hasta los huesos en todo su brazo derecho. Su vista se nublo un momento por extrañas vibraciones que entraron en su cuerpo, temblando de manera muy extraña. Justo como había pensado, esos ataques eran peligrosos, pero a cambio de eso, un sonoro estallido también había ocurrido, el golpe y la onda del hamon se habían descargado directamente en su enemiga. Sobre lo que había pasado con el segundo marine, el arremolinamiento en su mano izquierda, era otra onda del Hamon.
En los momentos previos a la colisión, la revolucionaria había terminado su giro, quedando con el costado izquierdo apuntando hacia el marine. Por unos instantes había logrado visualizar la forma del ataque, así que había movido el reverso de su mano izquierda para bloquear el espadazo, pero al ser un movimiento algo mas rápido de la revolucionaria con respecto al otro marine, alcanzo a soltarle una onda de choque que apuntaba directamente a su pecho. El movimiento intentaba interrumpiría el avance del soldado para que no pudiese golpear a la revolucionaria, pero dándole también la opción favorable para poder bloquear en caso de ser necesario.
La otra presencia estaba cada vez mas cerca, desde donde vendría su ataque difícil saberlo con certeza, pero si no estaba en su campo visual directo o periférico, solo podría ser una opción, un ataque por la espalda. La luchadora había dado una bocanada de aire, transfiriendo las ondas del hamon por todo su cuerpo. La diestra fue alzada hasta la altura del hombro y comenzó a tener aquel brillo de las brasas, la rubia seguramente sabría lo que significaba. Su acometida vino cuando hizo un giro sobre su espalda en sentido contrario a las agujas del reloj. En medio del movimiento desplazo su diestra en rumbo de colisión hacia la diestra enemiga. Sabia lo que podría pasar, lo había visto antes en su premonición, pero no podía simplemente dejar que eso le diese en las costillas, los daños podrían ser mucho mayores a lo esperado. En el movimiento arremolino también una corriente de aire alrededor de su brazo izquierdo.
Todo se cristalizo cuando los puños de ambas mujeres chocaron, una libero en su rival un fuerte ataque que se transmitió a través de los guanteletes de la revolucionaria, sintiéndolo hasta los huesos en todo su brazo derecho. Su vista se nublo un momento por extrañas vibraciones que entraron en su cuerpo, temblando de manera muy extraña. Justo como había pensado, esos ataques eran peligrosos, pero a cambio de eso, un sonoro estallido también había ocurrido, el golpe y la onda del hamon se habían descargado directamente en su enemiga. Sobre lo que había pasado con el segundo marine, el arremolinamiento en su mano izquierda, era otra onda del Hamon.
En los momentos previos a la colisión, la revolucionaria había terminado su giro, quedando con el costado izquierdo apuntando hacia el marine. Por unos instantes había logrado visualizar la forma del ataque, así que había movido el reverso de su mano izquierda para bloquear el espadazo, pero al ser un movimiento algo mas rápido de la revolucionaria con respecto al otro marine, alcanzo a soltarle una onda de choque que apuntaba directamente a su pecho. El movimiento intentaba interrumpiría el avance del soldado para que no pudiese golpear a la revolucionaria, pero dándole también la opción favorable para poder bloquear en caso de ser necesario.
- off:
Turnos de espera Kenbun-Shoku Haki grado 2 3/3
Turnos de espera Thunder Palm 3/3
Turnos de espera Thunder Storm Palm Strike 3/4
Storm Palm Strike: Técnica básica del Hamon. Donde el usuario ejecuta un movimiento similar al de un luchador de boxeo, moviendo su cuerpo para concentrar todo el peso en un solo punto con un efecto de látigo. Ese mismo movimiento y efecto de látigo, aumentan las ondas en el cuerpo, junto con la respiración se eleva la temperatura de las manos, haciendo que pequeñas partículas alrededor de las mismas se conviertan en brazas y al momento de que el golpe termina su trayectoria, se produce una fuerte onda expansiva que con la misma fuerza del propio golpe. Esto hace que el rival reciba dos golpes al mismo tiempo, o en caso de alejarse, si se encuentra en un radio de 1 metro alrededor del puño del usuario, recibiría la onda expansiva. (2 turnos de reposo)
Cyclone Palm Strike: Técnica Básica del Hamon. Donde el usuario realiza un fuerte golpe que envía una onda de choque hasta unos 10 metros alejados de su posición. La distancia de la onda, crece en 5 metros, por cada 10 niveles del usuario desde que es capaz de usarla. No es el ataque mas poderoso del estilo, pero le otorga al usuario la capacidad de luchar a distancia.
Mr. Narrador
Hoja de personaje
Nivel:
(1/1)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Mei Haiba Vie Abr 22, 2016 3:59 pm
Sus puños chocaron, transmitiendo el golpe propio al homónimo rival. El Hasshoken de la marine contra el Hamon de la luchadora revolucionaria se cruzaban de nuevo en aquella batalla de golpes y ondas de choque. El enésimo duelo entre ambos estilo en aquel combate en el que, hasta el momento, no se había podido determinar un claro ganador. El movimiento de la rival había sido arriesgado, de eso no cabía duda. Pero lo cierto era que había sido capaz de sacar algo de una situación complicada. El Strike de Deka había impactado de lleno en la mano de la mujer, cuyo brazo seguramente hubiera salido malparado de la ecuación, pero por su parte había recibido un golpe en el suyo. Se trataba del mismo movimiento que la había alcanzado en el abdomen al inicio del combate, con la diferencia de que en esta ocasión, el golpe no había sido unilateral. La Sargento había descargado también un poderoso golpe en el cuerpo de la rival. Le dolía la mano, eso era una verdad cómo un templo, así cómo también lo era que seguramente tendría que pasarse un par de días sin moverla, pero en esos momentos aquello palidecía ante el posible daño que recibiría si dejaba a esa mujer campar a sus anchas. Por eso apretó los dientes y dejó el brazo derecho en peso muerto, tratando de forzarlo lo mínimo posible.
Por su parte, para poder detener el ataque de Kain, la revolucionaria había tenido que dar un giro extraño para lanzar un golpe potente que parara en seco la ofensiva del rival. No sabía el resultado de la ofensiva, ni tan siquiera si el soldado seguía en pie tras el golpe. Debía dar por supuesto que lo hacía, así que no podía permitirse el hecho de dejar que aquella mujer centrara toda su atención en él. El joven navegante no tenía ninguna posibilidad de ganar contra aquella mujer en un uno contra uno, ni siquiera las tenía todas para salir bien parado de todo aquello. Por eso se lanzó de nuevo a la ofensiva. Sólo podía salir ganando con aquel movimiento. Si su compañero seguía en condiciones, le daba tiempo para poder recomponerse y reincorporarse a la lucha, si no era el caso, lo más seguro era que lograra otro impacto limpio. La enemiga había centrado su atención durante unos segundos en el joven de cabellos plateados y lo que era más importante, había colocado su brazo izquierdo en esa dirección. Mientras que su brazo derecho, que aparentemente había quedado bastante maltrecho tras el cruce de golpes, era lo único que se interponía entre Deka y su objetivo. Así, la rubia proyectó un puñetazo con su zurda, la mano que no le dolía, buscando la cara de su enemiga. No sabía hasta que punto un simple puñetazo cargado con las ondas más básicas del Hasshoken podría ser efectivo, pero era su mejor arma por el momento. Y una que creía que podía ser suficientemente efectiva en aquel momento.
Por su parte, para poder detener el ataque de Kain, la revolucionaria había tenido que dar un giro extraño para lanzar un golpe potente que parara en seco la ofensiva del rival. No sabía el resultado de la ofensiva, ni tan siquiera si el soldado seguía en pie tras el golpe. Debía dar por supuesto que lo hacía, así que no podía permitirse el hecho de dejar que aquella mujer centrara toda su atención en él. El joven navegante no tenía ninguna posibilidad de ganar contra aquella mujer en un uno contra uno, ni siquiera las tenía todas para salir bien parado de todo aquello. Por eso se lanzó de nuevo a la ofensiva. Sólo podía salir ganando con aquel movimiento. Si su compañero seguía en condiciones, le daba tiempo para poder recomponerse y reincorporarse a la lucha, si no era el caso, lo más seguro era que lograra otro impacto limpio. La enemiga había centrado su atención durante unos segundos en el joven de cabellos plateados y lo que era más importante, había colocado su brazo izquierdo en esa dirección. Mientras que su brazo derecho, que aparentemente había quedado bastante maltrecho tras el cruce de golpes, era lo único que se interponía entre Deka y su objetivo. Así, la rubia proyectó un puñetazo con su zurda, la mano que no le dolía, buscando la cara de su enemiga. No sabía hasta que punto un simple puñetazo cargado con las ondas más básicas del Hasshoken podría ser efectivo, pero era su mejor arma por el momento. Y una que creía que podía ser suficientemente efectiva en aquel momento.
- Techs:
- Deka aprovecha que Saori se ha dado "media vuelta" para golpear a Kain y aprovecha la distracción para lanzar un puñetazo con Hasshoken contra la cabeza de la NPC usando el brazo izquierdo.
✘Repulse
2 Turnos de Reposo restantes
✘Strike
2 Turnos de Reposo restantes
✘Shock
2 Turnos de Reposo restantes
✘Demolisher
1 Turno de Reposo restante
✘Busoushoku Haki (Defensivo - Grado 2)
1 Turno de Reposo restante
Última edición por Deka Kozlov el Dom Abr 24, 2016 5:13 am, editado 1 vez
Mei Haiba
Hoja de personaje
Nivel:
(41/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Kain Kreuz Sáb Abr 23, 2016 9:44 am
A la tercera fue la vencida, cómo decía la sabiduría popular. El truco le había funcionado muy bien las dos primeras veces, poniendo a la revolucionaria en apuros, pero aquella vez ya había estado preparada para su movimiento. Al mismo tiempo que su brazo derecho iba al encuentro del de Deka, había dado un cuarto de vuelta para colocar su brazo izquierdo en la trayectoria del golpe del soldado quien había renunciado inmediatamente a lanzar su espadazo. Era consciente de que no lograría sacar nada provechoso del movimiento, además del inminente peligro que se le venía encima. Llevaba suficiente tiempo combatiendo con aquella mujer cómo para saber que sus golpes nunca eran simplemente lo que parecían. Él mismo ya había recibido dos de aquellas ondas de choque, el dolor seguía patente, y no quería comprobar de primera mano cómo se sentía recibir una de esas de forma directa, sin nada que pudiera bloquear nimiamente el daño recibido.
El marine utilizó la inercia que llevaba al haber iniciado el movimiento con la espada para devolver rápidamente sus brazos y la espada a una posición de guardia vertical, cubriendo con el acero toda la superficie del cuerpo posible mientras trataba de realizar un cambio seco de trayectoria y alejarse un poco de la enemiga. La onda le impactó de lleno, todavía con el cuerpo parcialmente en el aire por el cambio de dirección. Lo único positivo de todo ello era que la posición de su espada de nuevo le había permitido evitar un daño fatal en el pecho o la cabeza. Sin embargo, esta vez carecía de la posición firme con la que había encajado el último golpe. Perdió el equilibrio, siendo empujado casi un metro hacia atrás y cayendo en el suelo, rodando otro metro más y perdiendo la espada por el camino. Aterrizó de espaldas, quedando tendido con la cara mirando al cielo. Le dolía todo el cuerpo, especialmente el tercio superior, y le costaba respirar, pero seguía de una sola pieza, que era más que suficiente. Le salía sangre de la nariz y podía sentir el sabor del líquido rojo en su boca, pero no parecía haber sufrido ningún daño interno a causa del golpe. Quizás alguna costilla rota en el peor de los casos. Reuniendo toda la fuerza de voluntad que le quedaba, logró incorporarse y mantenerse con la rodilla hincada en el suelo. Desde allí alcanzó a coger su espadón con el brazo derecho, arrastrándolo hacia él y usándolo cómo apoyo para ponerse de pie. Tenía la vista borrosa y el mundo todavía le daba vueltas a su alrededor, pero logró mantener el equilibrio y alzar su espada hasta la altura de la cadera. No podía seguir luchando, estaba fuera del combate. La cuestión era seguir pareciendo una amenaza para darle algo de ventaja a la Sargento Kozlov.
El marine utilizó la inercia que llevaba al haber iniciado el movimiento con la espada para devolver rápidamente sus brazos y la espada a una posición de guardia vertical, cubriendo con el acero toda la superficie del cuerpo posible mientras trataba de realizar un cambio seco de trayectoria y alejarse un poco de la enemiga. La onda le impactó de lleno, todavía con el cuerpo parcialmente en el aire por el cambio de dirección. Lo único positivo de todo ello era que la posición de su espada de nuevo le había permitido evitar un daño fatal en el pecho o la cabeza. Sin embargo, esta vez carecía de la posición firme con la que había encajado el último golpe. Perdió el equilibrio, siendo empujado casi un metro hacia atrás y cayendo en el suelo, rodando otro metro más y perdiendo la espada por el camino. Aterrizó de espaldas, quedando tendido con la cara mirando al cielo. Le dolía todo el cuerpo, especialmente el tercio superior, y le costaba respirar, pero seguía de una sola pieza, que era más que suficiente. Le salía sangre de la nariz y podía sentir el sabor del líquido rojo en su boca, pero no parecía haber sufrido ningún daño interno a causa del golpe. Quizás alguna costilla rota en el peor de los casos. Reuniendo toda la fuerza de voluntad que le quedaba, logró incorporarse y mantenerse con la rodilla hincada en el suelo. Desde allí alcanzó a coger su espadón con el brazo derecho, arrastrándolo hacia él y usándolo cómo apoyo para ponerse de pie. Tenía la vista borrosa y el mundo todavía le daba vueltas a su alrededor, pero logró mantener el equilibrio y alzar su espada hasta la altura de la cadera. No podía seguir luchando, estaba fuera del combate. La cuestión era seguir pareciendo una amenaza para darle algo de ventaja a la Sargento Kozlov.
Kain Kreuz
Hoja de personaje
Nivel:
(30/100)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel | 2 |
Creado por Mr. Narrador Dom Abr 24, 2016 9:22 am
La revolucionaria por unos momentos había quedado en una postura algo problemática, al ponerse en esa postura aunque tenia a ambos enemigos en su rango de alcance, no fue consciente del puñetazo de la marine hasta que fue demasiado tarde. Cuando miro hacia ella tenia la zurda rival ya directamente en el rostro, impactándole y dándole un fuerte golpe, haciéndole temblar el rostro, con unas vibraciones un tanto extrañas. Su visión se nublo por unos momentos mientras caía de espaldas al suelo, aunque no era tan poderoso como los golpes anteriores, era algo bastante doloroso al punto que casi le hace perder la consciencia por el daño en su brazo. Pero algo le había asustado de verdad, un puñetazo atravesándole el pecho con una brutalidad que no había conocido antes, causándole una herida terminal mientras veía los ojos de su enemigo.
Nuevamente sus ojos se abrieron de repente y no estaba en el suelo tirada, sino junto a la marine, nuevamente su Haki le había avisado de lo que iba a pasar en momentos futuros. No podía usar su hamon, el daño en su brazo derecho era muy grande, su respiración estaba agitada y no podía controlarla en esos instantes. Lo único que pudo hacer fue dejarse caer de espaldas. Su cuerpo golpeo la arena, golpeando primero el suelo con su hombro derecho, sintiendo un fuerte tirón en el mismo que casi le hace hacer un quejido. Se recompone algo más rápido y se queda parada en frente de los marines.
Su mirada era la de alguien que acababa de mirar la muerte a los ojos, algo que iba mas lejos de luchar contra soldados. Era consciente que su única manera de prevalecer era emplear su maldición – ¡Hierophant Barrier! – de su cuerpo comienzan a salir ya no hilos, sino algo similar a cadenas verdosas en todas direcciones - ¡donde quiera que estés, no te podrás acercar, no te permitiré hacerles daño! – exclama la revolucionaria, que estaba rodeada de lo que parecía una tela de araña. Si los marines tocaban aunque sea un solo eslabón de esas cadenas, terminarían acribillados. Estaba ella casi presa del pánico, y por unos segundos no ocurría nada, aun así ella estaba segura de un peligro muy real presente y con la barrera de cadenas podría atacar a cualquier enemigo que la cruzase en cuestión de segundos – ¡The World! – se escucha otra voz cercana, probablemente proveniente de las rocas.
De repente el cuerpo de la revolucionaria no estaba en su lugar, todas las cadenas se rompen de golpe. No había ni rastro de que había pasado, si no fuese por la voz probablemente no hubiesen notado nada, porque ni si quiera se encontraban huellas en el suelo. La revolucionaria simplemente había desaparecido. Poco a poco las cadenas comienzan a desaparecer, como si se estuviesen deshaciendo en arena y quedan tanto Deka como Kain completamente solos en ese lugar.
Nuevamente sus ojos se abrieron de repente y no estaba en el suelo tirada, sino junto a la marine, nuevamente su Haki le había avisado de lo que iba a pasar en momentos futuros. No podía usar su hamon, el daño en su brazo derecho era muy grande, su respiración estaba agitada y no podía controlarla en esos instantes. Lo único que pudo hacer fue dejarse caer de espaldas. Su cuerpo golpeo la arena, golpeando primero el suelo con su hombro derecho, sintiendo un fuerte tirón en el mismo que casi le hace hacer un quejido. Se recompone algo más rápido y se queda parada en frente de los marines.
Su mirada era la de alguien que acababa de mirar la muerte a los ojos, algo que iba mas lejos de luchar contra soldados. Era consciente que su única manera de prevalecer era emplear su maldición – ¡Hierophant Barrier! – de su cuerpo comienzan a salir ya no hilos, sino algo similar a cadenas verdosas en todas direcciones - ¡donde quiera que estés, no te podrás acercar, no te permitiré hacerles daño! – exclama la revolucionaria, que estaba rodeada de lo que parecía una tela de araña. Si los marines tocaban aunque sea un solo eslabón de esas cadenas, terminarían acribillados. Estaba ella casi presa del pánico, y por unos segundos no ocurría nada, aun así ella estaba segura de un peligro muy real presente y con la barrera de cadenas podría atacar a cualquier enemigo que la cruzase en cuestión de segundos – ¡The World! – se escucha otra voz cercana, probablemente proveniente de las rocas.
De repente el cuerpo de la revolucionaria no estaba en su lugar, todas las cadenas se rompen de golpe. No había ni rastro de que había pasado, si no fuese por la voz probablemente no hubiesen notado nada, porque ni si quiera se encontraban huellas en el suelo. La revolucionaria simplemente había desaparecido. Poco a poco las cadenas comienzan a desaparecer, como si se estuviesen deshaciendo en arena y quedan tanto Deka como Kain completamente solos en ese lugar.
Mr. Narrador
Hoja de personaje
Nivel:
(1/1)
Haki:
Haki | Kenbun | Busou | Haou | Nivel |
Creado por Mei Haiba Dom Abr 24, 2016 11:24 am
Su puñetazo erró de nuevo, aunque esta vez las acciones de la rival habían tomado una dinámica diferente. No había tratado de detenerla y contraatacar usando sus poderosos golpes cómo en todas las ocasiones anteriores. Por el contrario, se había dejado caer al suelo de forma bastante torpe y se había levantado del suelo tan rápido cómo había podido, tomando una postura muchísimo más a la defensiva que anteriormente. Nada más levantarse alzó la voz, amenazando a todos los presentes y haciendo uso del poder misterioso que había mostrado minutos atrás. Esta vez no apareció la figura humanoide de entonces, ni tampoco los extraños hilos verdosos que Kain había activado dos veces, esta vez aparecieron cadenas que se extendieron densamente alrededor de la mujer. La Sargento temió por momentos que aquel fuera el golpe final de la revolucionaria, pero sus palabras no cuadraron. Tanto Deka cómo Kain estaban perfectamente a la vista, ¿entonces por qué parecía estar hablándole a un tercer individuo allí oculto a la mirada de todos?
Apenas fueron dos palabras. The World. La rubia pudo escucharlas a la perfección. Y de pronto, desapareció. El espacio en el que anteriormente estaba su rival ahora se encontraba vacío. Nada de nada, sólo polvo y aire. - ¿Cómo diantres...? - la Sargento era incapaz de comprender cómo había pasado, el qué lo tenía muy claro... Y no podía hacer nada más que rezar para que lo que fuera que se había llevado a la luchadora estuviera de su parte. Eso parecía. La mujer se mantuvo en alerta durante unos segundos, por si acaso volvía a oír aquella voz. No lo hizo. Sólo un tremendamente vacío silencio. El peligro parecía haber pasado.
Sin perder tiempo, se dirigió a la posición dónde su compañero difícilmente se mantenía en pie. - ¿Te encuentras bien, Kain? - le preguntó, ofreciéndose a ayudar al joven a mantenerse derecho. Probablemente aquel muchacho era incapaz de comprender la cantidad de respeto que había ganado a ojos de la rubia. Pese a su más que notable inferioridad en poder bruto, había luchado hasta el agotamiento sin dar nunca un paso atrás. De no ser por él, sería muy probable que la propia Sargento estuviera muerta o mucho más herida de lo que estaba. - No sé que narices ha pasado aquí, pero deberíamos volver inmediatamente al barco. Me preocupa haber dejado a esos dos solos allí. - le comentó al su compañero mientras empezaba a emprender la marcha de vuelta a la embarcación. - ¿Te ves con fuerzas para hacer el camino de vuelta o te paso a buscar después con ayuda? - le preguntó, para saber si tenía que salir ya y acelerar el paso o, por el contrario, debía adaptarse al ritmo del joven, seguramente mucho más lento que antes, para poder volver juntos. Lo cierto era que prefería la segunda opción. Sabiendo que muy probablemente el resto de revolucionarios y "eso" seguían rondando libremente por la isla, no le hacía ninguna gracia dejar al joven sólo e indefenso durante demasiado tiempo.
Apenas fueron dos palabras. The World. La rubia pudo escucharlas a la perfección. Y de pronto, desapareció. El espacio en el que anteriormente estaba su rival ahora se encontraba vacío. Nada de nada, sólo polvo y aire. - ¿Cómo diantres...? - la Sargento era incapaz de comprender cómo había pasado, el qué lo tenía muy claro... Y no podía hacer nada más que rezar para que lo que fuera que se había llevado a la luchadora estuviera de su parte. Eso parecía. La mujer se mantuvo en alerta durante unos segundos, por si acaso volvía a oír aquella voz. No lo hizo. Sólo un tremendamente vacío silencio. El peligro parecía haber pasado.
Sin perder tiempo, se dirigió a la posición dónde su compañero difícilmente se mantenía en pie. - ¿Te encuentras bien, Kain? - le preguntó, ofreciéndose a ayudar al joven a mantenerse derecho. Probablemente aquel muchacho era incapaz de comprender la cantidad de respeto que había ganado a ojos de la rubia. Pese a su más que notable inferioridad en poder bruto, había luchado hasta el agotamiento sin dar nunca un paso atrás. De no ser por él, sería muy probable que la propia Sargento estuviera muerta o mucho más herida de lo que estaba. - No sé que narices ha pasado aquí, pero deberíamos volver inmediatamente al barco. Me preocupa haber dejado a esos dos solos allí. - le comentó al su compañero mientras empezaba a emprender la marcha de vuelta a la embarcación. - ¿Te ves con fuerzas para hacer el camino de vuelta o te paso a buscar después con ayuda? - le preguntó, para saber si tenía que salir ya y acelerar el paso o, por el contrario, debía adaptarse al ritmo del joven, seguramente mucho más lento que antes, para poder volver juntos. Lo cierto era que prefería la segunda opción. Sabiendo que muy probablemente el resto de revolucionarios y "eso" seguían rondando libremente por la isla, no le hacía ninguna gracia dejar al joven sólo e indefenso durante demasiado tiempo.
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